Un hombre cae de su bote en un río y es arrastrado por la corriente hacia las cataratas. Se aferra a varias ramas que se rompen, hasta que ve a un hombre nadando hacia él y le extiende la mano. El hombre se aferra a su salvador y es llevado a la orilla a salvo. Reconoce que solo aferrándose a Jesús se obtiene una salvación verdadera, como las otras opciones son ramas frágiles que se rompen.