Windows 8 introdujo cambios significativos en la interfaz, incluyendo una pantalla de inicio moderna en lugar del menú de inicio tradicional y la integración de la cinta de opciones "Ribbon". Otras diferencias clave son que la tecla Windows ahora abre la pantalla de inicio moderna en lugar de minimizar ventanas, y el proceso de apagado requiere abrir el menú de configuración en lugar de hacer clic en Inicio. Además, Windows 8 inicia mucho más rápido que versiones anteriores de Windows.