El documento describe la evolución de los sistemas adhesivos desde la primera generación hasta la séptima. Las primeras generaciones usaban fosfatos o oxalatos para adherir las resinas al diente, logrando una fuerza adhesiva de 6-7 MPa. La cuarta generación introdujo el uso de ácido para grabar la dentina y un primer dentinario, aumentando la fuerza a 12-15 MPa. La sexta generación desarrolló adhesivos autograbadores que eliminaron el lavado y secado, simplificando el proceso.