Cracky era un niño que le gustaba comer dulces y jugar en el río cerca de su granja. Un día conoció a un pez mágico llamado Skippy que podía cumplir sus deseos. Cracky deseó varias cosas como una bicicleta, un helado y un gato, y Skippy se los dio. Sin embargo, cuando Cracky pidió demasiadas cosas, Skippy se cansó. Cracky se enojó y fue grosero con Skippy, por lo que el pez dejó de cumplir sus deseos. Años más tarde, Cracky