El documento define el maltrato infantil como cualquier daño o riesgo de daño a la salud física, mental o emocional de un menor, causado intencionalmente por sus cuidadores a través de acciones u omisiones. Explica que la mejor forma de prevenirlo es identificando casos de maltrato, realizando intervenciones y denunciando a las autoridades competentes. También proporciona estrategias que los padres y maestros pueden seguir para proteger el bienestar de los niños.