La lectoescritura y los juegos son beneficiosos para el desarrollo del niño ya que estimulan su imaginación y cerebro. La lectura permite decodificar textos y analizar información para comprenderlos mejor. Juegos como la rayuela ayudan a desarrollar equilibrio y coordinación. Finalmente, la psicomotricidad contribuye a una mejor interacción entre el movimiento, emociones y aprendizaje en la infancia.