La ofimática surge para automatizar las tareas repetitivas de una oficina, como mecanografía y mantenimiento de archivos. Inicialmente consistía en herramientas aisladas como procesadores de texto, pero ahora son suites integradas que permiten compartir información. Al elegir una suite, es importante considerar su facilidad de uso, integración de aplicaciones, compatibilidad con sistemas existentes y necesidad mínima de formación.