La imbecilidad social se ha extendido silenciosamente en la sociedad peruana, transformando a las personas en egoístas e indiferentes al bienestar social. Los individuos pierden su capacidad de pensar críticamente sobre el sistema que los oprime y ya no creen que puedan efectuar cambios para vivir mejor. Existen cuatro tipos de alienación social: religiosa, política, económica y de consumo, cada una de las cuales distorsiona la conciencia individual de forma contradictoria con su naturaleza.