Este juego argentino llamado "Desafío" involucra dos equipos separados por líneas en un terreno de juego. Un jugador de un equipo desafía al otro al golpear la mano de un oponente y correr de regreso a su línea, mientras que el jugador golpeado lo persigue para tratar de tocarlo antes de que cruce la línea. Si el perseguidor logra atrapar al desafiante, este debe cambiar de equipo; de lo contrario, es el perseguidor quien cambia de equipo y debe enviar a un nuevo