El documento describe al hombre antes de la caída. En ese periodo único, el hombre podía vivir sin pecar y reflejaba atributos de Dios como la justicia y la santidad. El hombre, representado por Adán, tenía una relación cercana con Dios como su amigo y siervo. Dios le dio a Adán responsabilidades como cuidar de la creación y le advirtió no comer del árbol prohibido, mostrando su preocupación por la vida de Adán.