Este devocional describe cómo el pueblo escogido por Dios no escuchó su voz y se alejó de él, siguiendo sus propios conceptos en lugar de la guía divina. A pesar de que Dios les envió profetas, endurecieron sus corazones. También habla sobre la necesidad de cultivar una relación de amor y confianza con Dios para evitar ser alejados por otras cosas. Finalmente, exhorta a valorar el rescate de Dios a través de Cristo y a caminar como él quiere.