Felipe Sahagún argumenta que, a pesar de las narrativas catastrofistas, la humanidad ha experimentado un progreso significativo en la reducción de la pobreza y la mejora de la calidad de vida. Destaca que la investigación y la innovación son clave para mantener y acelerar este progreso, a pesar de los desafíos globales actuales. Aunque existen amenazas, los datos sugieren que el mundo es más próspero y estable que en el pasado, con mejoras en múltiples indicadores sociales y económicos.