El aprendizaje por proyectos promueve la participación activa y la colaboración en la resolución de problemas, desarrollando habilidades y competencias esenciales para la vida en sociedad. Este enfoque educativo integra experiencias prácticas y reflexión, fomentando un aprendizaje significativo que va más allá de la mera transmisión de conocimientos. Las contribuciones de pedagogos como Kilpatrick y Dewey subrayan la importancia de un currículo relevante e interdisciplinario, alineado con los intereses y necesidades de los estudiantes.