El documento describe cuatro perfiles de atacantes: hackers, crackers, spammys y phishers. Los hackers buscan conocimiento a través de la curiosidad, mientras que los crackers son los más peligrosos ya que encuentran formas de romper protecciones. Los spammys envían correo basura, y los phishers intentan adquirir información confidencial de forma fraudulenta a través de técnicas de "pesca". Los daños causados por el phishing van desde la pérdida del acceso de correo hasta pérdidas económicas sustanciales.