Este documento discute los problemas con las políticas de austeridad impuestas por el FMI y la Unión Europea. Argumenta que la austeridad extrema puede impedir la recuperación económica y que se necesitan recortes graduales junto con medidas para promover el crecimiento. También sostiene que las instituciones europeas deben apoyar más los esfuerzos de austeridad de los países a través de medidas como las compras de bonos por parte del BCE.