Los fondos de inversión son un producto financiero sencillo y transparente que ofrece acceso a diversos mercados y activos a través de una gestión profesional. Son líquidos, seguros y regulados, permitiendo a los inversores conocer el valor de su inversión diariamente. Además de su simplicidad, los fondos aprovechan las oportunidades que surgen en los mercados sin complicarse. Su regulación elevada les confiere seguridad frente a productos más complejos cuya gestión puede ocasionar problemas.