La profesora les pidió a los estudiantes que construyeran una estructura colaborativa usando envolturas de dulces y palillos. Cada estudiante tuvo un rol específico con restricciones como no poder hablar o usar solo una mano. El objetivo era entender los desafíos del trabajo en equipo y la importancia de que cada miembro contribuya. Aunque cometieron errores, los estudiantes aprendieron lecciones sobre responsabilidad, respeto y esfuerzo que pueden aplicar para mejorar.