Este documento discute la relación entre la biosemiótica y la filosofía kantiana. Argumenta que la biosemiótica puede verse como un enfoque estructural de las categorías biológicas que se sitúa entre el mecanicismo y el finalismo metafísico, similar a la postura de Kant. También señala la posibilidad de considerar a las plantas como sujetos en el sentido constructivista kantiano, según algunos autores biosemióticos.