Bogotalogo version-digital
Bogotalogo version-digital
Bogotalogo version-digital
(1)
*bogotálogo
(2) Subdiretora de Divulgación de los Valores
del Patrimonio Cultural
Instituto Distrital de Patrimonio Cultural
Ilona Murcia Ijjasz
Coordinación de publicaciones y coordinación editorial
Instituto Distrital de Patrimonio Cultural
Ximena Bernal Castillo
Investigación y textos
Andrés Ospina
Asistencia editorial
Paula Moya
Ilustraciones
Laura Peralta
Fotografía
Instituto Distrital de Patrimonio Cultural
Carlos Hernández Llamas
Comunicaciones
Instituto Distrital de Patrimonio Cultural
Freddy Díaz Sarmiento
Diseño y diagramación
Instituto Distrital de Patrimonio Cultural
Yessica Acosta Molina
Corrección de estilo
María Angélica Ospina
Revisión
Juan Manuel Acosta, Ivón Hernández
Web
Vladimir Mosquera Bautista
Agradecimiento especial
Mauricio Uribe, Fredy Ávila Molina
Impresión
Subdirección Imprenta Distrital DDDI
Encuadernación
Milenio Editores
Impreso en Colombia
ISBN 978-958-99705-1-5
© 2011 Instituto Distrital de Patrimonio Cultural
ALCALDÍA MAYOR DE BOGOTÁ
CULTURA, RECREACIÓN Y DEPORTE
Instituto Distrital de
Patrimonio Cultural
Alcaldesa Encargada
Clara López
Secretaria de Cultura, Recreación y Deporte
Catalina Ramírez Vallejo
Director del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural
Gabriel Pardo García-Peña
www.bogotalogo.com
(3)
*bogotálogo
b
ogotálogoUSOS, DESUSOS Y ABUSOS DEL
ESPAÑOL HABLADO EN bogotá
Andrés Ospina
tomo I-(A-LUQUEADO)
(4)
Pocos testimonios tan
interesantes y dicientes acerca
de la forma de pensar de
un grupo humano como su
propio lenguaje. Tal y como
lo expresa la ley de cultura de
nuestro país, la lengua es parte
constitutiva del patrimonio
cultural, al ser representación
de la cultura y expresión de la
nacionalidad colombiana. Desde
tiempos antiguos hasta el día
de hoy, las palabras, refranes,
términos y manifestaciones de
la comunicación oral o escrita
han sido una vía acertada y
apasionante para descifrar el
mundo y sus habitantes.
El célebre lingüista, filósofo y
analista político Noam Chomsky
se refiere a las palabras como
“un espejo de la mente”. Y no hay
duda de que, analizada desde esa
presentación
lógica, Bogotá y sus gentes bien
pueden sentirse orgullosas de su
ingenio y creatividad.
En el marco de la Convocatoria
ciudad y patrimonio 2009,
organizada por el Instituto
Distrital de Patrimonio Cultural,
entidad adscrita a la Secretaría
de Cultura, Recreación y Deporte
de la Alcaldía Mayor de Bogotá,
se invitó a la ciudadanía en
general a realizar una propuesta
cuyo resultado final fuera un
diccionario acerca del español
hablado en Bogotá.
El proyecto ganador,
presentado por Andrés Ospina
y hoy publicado bajo el título
Bogotálogo: usos, desusos y
abusos del español hablado
en Bogotá, busca, más allá de
ser un inventario de términos
exclusivamente cachacos,
(5)
*bogotálogo
con ejemplos entretenidos
y muy nuestros, entender a
Bogotá en su diversidad, en
su heterogeneidad y en su
dimensión histórica, como
pretexto para develar la ciudad
a través de sus palabras y
para motivar un diálogo entre
generaciones.
El Bogotálogo invita a dar una
lectura desprevenida, organizada
alfabéticamente y abundante
en ejemplos e ilustraciones.
Pero además nos presenta un
destacable número de ejemplos
de uso que, sin descuidar el rigor
que una investigación como esta
exige, no es necesariamente un
documento para eruditos ni para
especialistas, lo cual confirma
la intención de democratizar
el acceso al conocimiento y de
no privilegiar los saberes cultos
en el sentido tradicional de la
expresión.
Gracias a esta nueva publicación,
el Gobierno de la ciudad
continúa su avance en el
desarrollo de políticas culturales
tendientes a consolidar y a dejar
testimonio de nuestra identidad,
esta vez mediante las palabras
y expresiones surgidas en la
capital o adoptadas por ella, y
empleadas por sus habitantes.
Por medio de obras como la
que se encuentra hoy en sus
manos, la Alcaldía Mayor de
Bogotá continúa mostrando
su compromiso con la
divulgación y la preservación
de nuestro patrimonio, y con su
permanente deseo de resguardar
del olvido la memoria de la
ciudad, estrechando lazos de
pertenencia, apropiación e
identificación.
Así continuamos nuestro proceso
de reafirmación como capital
del arte, facilitando a todos los
ciudadanos el acceso a los bienes
culturales, a través de textos
como éste, y convirtiendo en
realidad nuestro sueño de una
Bogotá Positiva para Vivir Mejor.
Gabriel Pardo García Peña.
(6)
Alguna vez un grupo de alumnos
del Liceo Francés de Bogotá
visitó París y cuentan ellos
que, a pesar de sus hondos
conocimientos de la lengua
de Molière, Flaubert y Proust,
tenían grandes dificultades para
hacerse entender con los jóvenes
de la ciudad. Estos, a su vez,
entre asombrados y divertidos,
les decían: “¡Ustedes hablan
como Voltaire!”.
Lo anterior viene a cuento porque
una cosa es el lenguaje que se
aprende en los cursos de idiomas
y por el que velan las academias
de la lengua y otra cosa muy
distinta el idioma que se oye en
las calles, los mercados, los buses
e, incluso, ciertos programas de
la radio y la televisión orientados
a públicos jóvenes. ¿Cuántos
viajeros que toman juiciosos sus
prólogo
cursos de una lengua extranjera
y se sienten muy orgullosos de
sus progresos en esa lengua no
materna quedan locos cuando
intentan entender una película
sin mirar los subtítulos? ¿O
cuando viajan a una ciudad
donde el idioma que aprendieron
sólo les sirve para poco más que
identificar nombres de calles y de
estaciones de metro?
Bogotá no es la excepción. ¿Cómo
interpretaría un inglés estudioso
del castellano recién aterrizado en
Bogotá la expresión “necesito que
me haga un 14”? O, si decidiera
jugar fútbol en un parque
bogotano, ¿qué haría con el balón
si un compañero de equipo le
grita “reconózcame el bailado”?
Por ser una ciudad con al menos
siete millones de habitantes, en
Bogotá se hablan y se cruzan
(7)
*bogotálogo
entre sí diversas jergas. Por un
lado está la tradicional jerga
cachaca, que caracteriza a los
bogotanos de buena familia
educados antes del 9 de abril y
a algunos de sus descendientes
que intentan de manera
desesperada mantener esa
tradición como dialecto único
(y excluyente) de la ciudad. Por
el otro, las sucesivas jergas que
se han generado en una ciudad
que a partir de la segunda mitad
del siglo XX comenzó a recibir
gran cantidad de migrantes
del campo y de otras ciudades
del país. Además, los medios
de comunicación y ahora el
Internet y las redes sociales
han permitido que entren voces
provenientes de otros países
e idiomas. Cada grupo (tribus
urbanas, se les dice ahora)
adopta lenguajes propios. Estas
distintas jergas a veces resultan
excluyentes y complican una
comunicación fluida entre,
digamos, un cachaco del barrio
Quinta Paredes y un punk de
Pablo VI, a menos que ambos
entren en el terreno neutro del
castellano que se escucha en
un noticiero de televisión o de
radio, salvo el que utilizan en las
secciones deportivas, que son
un aterrador caldo de cultivo de
barbarismos y usos incorrectos
del vocabulario, la sintaxis y
la morfología del idioma. Pero
también estas voces propias de
una tribu urbana o un sector
de la ciudad permean en otros
sectores. Se genera entonces un
rico intercambio y de esa manera
algunas expresiones terminan
siendo de uso generalizado.
El lenguaje de las ciudades es
cada vez más dinámico, así que
libros como el ‘Bogotálogo’* son
de gran utilidad para entender
términos y giros idiomáticos que
se escuchan y que a veces uno
repite sin conocer su significado
y muchas veces sin conocer su
origen. Andrés Ospina, autor
de esta antología, ha estudiado
la historia y las costumbres de
Bogotá y, como parte de esa
(8)
tarea, los sonidos de la ciudad.
Los ha anotado y también los
ha aireado a través de su blog
El Blogotazo (www.elblogotazo.
com) y en su Twitter (@
elblogotazo).
Como no se trata de un
trabajo académico, en estas
páginas encontramos toda
suerte de definiciones. Desde
unas muy escuetas, exactas y
desapasionadas, que evocan el
lenguaje de los diccionarios,
hasta otras cargadas de ironía
y humor, así como de cierta
nostalgia por tiempos idos de
la ciudad en la que él ha vivido
y a la que le ha consagrado
tantas horas de su trabajo.
Ospina no sólo acude al lenguaje
contemporáneo que utilizan
los ciudadanos del siglo XXI,
sino que también recopila voces
del pasado de la ciudad que se
han ido perdiendo, así como
expresiones tomadas del idioma
muisca. A estas se agregan, como
se anotó antes, caleñismos,
antioqueñismos, costeñismos,
anglicismos y galicismos que se
han popularizado, por no hablar
de las jergas corporativas de los
cultores de esa nueva religión
que se llama ‘coaching’ y que han
inundado el lenguaje cotidiano
con términos macarrónicos
sacados directamente de los
manuales de instrucciones de
impresoras, computadores y
videobeams.
Esto hace que el Bogotálogo
cumpla varias funciones. Una de
ellas es informar. Otra, divertir.
Y, de pronto la más importante
de todas, poner al lector en
la tarea de medirle el aceite a
Ospina y ver si aquí aparece o
no alguna definición, o alguna
acepción. Y, por qué no, generar
debates alrededor del origen
o significado de algunas de las
palabras y expresiones que
aquí se definen y explican. Qué
tan bogotanas son y qué tan
extendido es su uso en la ciudad
o si, por el contrario, son voces
que recién comienzan a oírse y
sólo en círculos muy cerrados.
(9)
*bogotálogo
Este libro invita a una mirada
activa, crítica y reflexiva en un
ambiente de humor y nostalgia
que hacen muy estimulante su
lectura. Esta no es una Biblia que
deba reverenciarse y tomarse
al pie de la letra. Es un libro
para rayar, señalar, agregarle
anotaciones. Es un libro que
nos invita a sonreír, a estar
en desacuerdo con el autor, a
consultar otro tipo de fuentes. En
síntesis, un libro vivo, palpitante,
de esos que ameritan un número
indeterminado de ediciones
aumentadas y corregidas.
Eduardo Arias
proyecto ganador de la
convocatoria Ciudad y
Patrimonio 2010, organizada
por la Secretaría de Cultura,
Recreación y Deporte y
el Instituto Distrital de
Patrimonio Cultural de Bogotá
*
(10)
Las palabras vienen a parar a los diccionarios
para escaparse del viento.
Para hacerle trampas al olvido.
Para no morir de inanición.
De desatención.
Para que algún día cierto grupo de
exploradores con vocación de rescatar
náufragos venga a acordarse de ellas y se
atreva a escribirlas y a pronunciarlas, sin ese
pudor que suele invadir a quienes se rehúsan
a ser tildados de extraños por hablar raro.
Para reírse de quienes procuran estandarizar
su discurso para no correr el peligro de
terminar malentendidos o considerados
diferentes.
¿Hasta qué monto ascenderá el número de
palabras que por no haber sido registradas,
escritas o grabadas hoy hacen parte de la lista
de muertos, de desaparecidos o de grandes
interrogantes sin resolver?
¿Qué tanto podemos decir acerca del acento,
del tono y del espíritu de aquellas palabras
pronunciadas por quienes nos antecedieron
en la historia y la prehistoria? ¿Cuántas
expresiones, refranes y términos no se fueron
perdiendo, sin que nadie intentara rescatarlos? Para contrarrestar tal olvido. Para
anticiparnos a ese futuro amnésico, seguimos hablando en pasado.
El presente texto tiene por tanto el pretencioso objetivo de propiciar un diálogo entre
generaciones. De permitir que, en estos tiempos de Wikipedias, de conceptos fáciles y
perecederos y de digitalizaciones atropelladas, tatarabuelos, bisnietos, nietos, hijos y
padres alcancen a descifrar las pistas de aquella ciudad en la que hoy vivimos.
Quienes se acerquen a las presentes páginas con el propósito de encontrar un
diccionario del habla cachaca o de bogotanismos, en los más estrictos sentidos de la
descripción, tal vez terminen por cerrarlo con cierta mueca de decepción. Porque el
ex
pli
ca
ción
no
pedi
da
*
(11)
*bogotálogo
Bogotálogo trasciende ese lindero. Ello se debe a la naturaleza diversa e incluyente por
la que nuestra ciudad tiene sin duda un amplio derecho a ufanarse. También a que, a
lo largo de sus días, esta sabana y sus contornos ha venido nutriéndose de la presencia
de infinidad de saberes, de maneras de describir el mundo y de la riqueza migratoria de
expresiones que, por sí solas, terminaron por penetrar en nuestras conciencias.
Por eso, de alguna manera, este es también un diccionario conformado por la simbiosis
maravillosa de ese castellano, que nos vino por la fuerza desde España. De esa lengua
muisca, que a su vez nos fue arrebatada por las mismas manos, y del componente
africano y mestizo, cuya presencia en nuestra ciudad, contrario a lo que muchos
suponen, es decisiva. También de una buena cantidad de expresiones, giros verbales y
construcciones idiomáticas procedentes de Asia y del resto de Europa.
La intención de que este no sea otro libro de anaquel al que sólo se acude con el
propósito de cumplir con una aburrida asignación escolar, de culminar un crucigrama
o de corroborar un abolengo dudoso, nos ha llevado, así mismo, en la dirección de la
hipertextualidad. Fácil será, por tanto, saltar de un término a otro. De un siglo a otro.
Del sur al norte.
Quienes tengan la suficiente curiosidad y el suficiente tiempo como para intentarlo
sabrán encontrarse con una buena cantidad de pistas acerca de nuestro pasado, de lo
que hemos sido, de lo que aspiraríamos a ser y de lo que hemos pretendido que somos.
De nuestras organizaciones y desorganizaciones. De nuestros prejuicios y nuestras
intenciones vedadas de clase.
Las palabras y conceptos estarán, en muchos casos, soportados por la visión de una
joven estudiante de Bellas Artes, quien, desde su propia posición (subjetiva, como
todas) quiso rendir un tributo pictográfico, a veces caricaturesco, a aquella ciudad en
la que ha crecido. La promesa de que esta investigación no termina en este momento,
queda consignada en la existencia de un sitio en la red, en donde, esperamos, sus
alcances sean sometidos al juicio y a la intervención pública.
Los lectores se encontrarán por tanto con unas definiciones cuya naturaleza excede lo
enciclopédico o lo referencial. Se trata de una enunciación casi narrativa de distintos
lugares, sabores, sentimientos, espacios e individuos cuya presencia a lo largo de la
historia ha ido convirtiéndonos en la ciudad que, bien o mal, somos. Y, sobre todo, una
motivación para que nuestro espíritu se mantenga con vida, transubstanciado en forma
de letras articuladas.
(a)a. Preposición de frecuente y erróneo uso en di-
versas frases con el fin de expresar cuantía. Yo le
pagué en billetes de a 5.000.
¿a cómo, y por qué tan caro? Expresión de
recurrente uso empleada por los potenciales com-
pradores en el comercio informal, a fin de blindar-
se contra una posible estafa y a la vez anticiparse
a la necesaria negociación de una rebaja. Véase
líchigo, retacar.
¿a cuánto jode la hora? Clásica fórmula des-
pectiva utilizada por hermanos mayores para
hacer referencia a la hiperactividad de los más
pequeños, o por quienes son víctimas de los cons-
tantes embates de un jefe perturbador o demasia-
do exigente.
a dormir donde lo trasnocharon. Odiosa
expresión de reproche usada para amonestar a
quien, por causa de un bostezo delator o de un
inevitable cabeceo, da muestras de extenuación o
cansancio.
a lo bien.
1. Honestamente. De buena voluntad. Con fran-
queza. Este diccionario hay que leerlo a lo bien.
2. Al ser empleada como pregunta, la expresión
tiene como fin corroborar la veracidad de una
afirmación.
a lo Vietnam. Vulgarismo expresado en una si-
tuación de súplica o incredulidad. Véase a lo bien.
a mí lo que me toca es morirme. Hay tal vez
pocas experiencias tan odiosas como ser objeto de
alguna suerte de imposición, de imperatividad o
de obligaciones no adquiridas por nuestra propia
voluntad.“A mí lo que me toca es morirme”es un
llamado a regresar las cosas a su justa y lógica
dimensión. Bien fácil habría sido imaginar a algún
violador de derechos humanos y su corte ante los
posibles“ahora sí les tocó liberar a los secuestra-
dos”o“ahora sí les va a tocar dejar de mamarle
gallo a la comunidad internacional”, para terminar
con un taxativo“a mí lo que me toca es morirme”.
Al final, la gran realidad es que a todos nos toca es
(sic) morirnos.
a mí me emborrachan o me dejan como
estaba. Exigencia propia de quien, sintiéndose
entusiasmado por los efectos del alcohol –en el
marco de una jornada de libación etílica no fina-
lizada– solicita a sus contertulios la adquisición y
administración de una mayor dosis, con el objeto
de preservar el estado eufórico. Véase chapeto,
copetón, guaro, niquelado, prendo, whiskéy.
aba. En lengua chibcha, maíz.
abacentro. Abreviatura para‘centro de abasteci-
miento’. Expresión utilizada a manera de recurso
tipográfico por parte de ciertos empresarios des-
esperados y faltos de creatividad, con el objeto
de figurar en las primeras páginas de avisos cla-
sificados y directorios de proveedores de bienes
y servicios. Pese a que nadie hasta la fecha ha
podido definir qué es en realidad un abacentro, los
hay por montones en las páginas amarillas y los
apartados comerciales de periódicos.
abalear. Atacar a un individuo mediante impactos
de arma explosiva, acto frecuentemente celebrado
por uno de los diarios de mayor venta en el terri-
torio local.
abaleo. Tiroteo. Escandaloso intercambio de mu-
niciones, por lo general acontecido en un contexto
barrial.
abandera. Véase abacentro.
abarrotes. Víveres y utensilios varios.
abastos. Alimentos y provisiones de la canasta
familiar, por lo general surtidos en volúmenes
grandes. Por antonomasia, la expresión suele
utilizarse para aludir a la Central de Abastos,
(13)
*bogotálogo
expendio principal de alimentos y utensilios de la
ciudad, antaño conocida como Corabastos, cuya
sede norteña lleva por nombre Codabas.
abejorrear. Obrar de manera afeminada y tai-
mada. Proferir zumbidos con la voz. Véase cacorro.
abierto. Individuo proclive a abandonar amigos o
proyectos. Dícese de aquel que suele traicionar a
los de su propia estirpe.
aborlonado. Acanillado. Superficie de una tela
cuya textura forma canillas.
abotagado. Véase abutagado.
abotonadura. Botonadura.
Abraham Lincoln, me. Emprender la retirada.
Si este parche sigue así de ajizoso, mejor me Abra-
ham Lincoln. Véase abrirse.
ábrase. Amonestación violenta a abandonar un
espacio o situación.
ábrase, como la yuca. Coloquialismo –de
dudosa ralea– usado para ordenar a alguien la
retirada de un determinado recinto o espacio. La
figura retórica se basa en el momento en el que el
tubérculo en cuestión comienza a quebrarse, tras
llegar al punto de cocción.
ábrase, que huele a pescado. Despectiva forma
de solicitar a un individuo la inmediata retirada, al
acusarle de despedir desagradables emanaciones
olfativas, molestas para todos los presentes.
abrebocas. Antesala. Aperitivo. Como abrebocas,
antes del concierto de Kiss, les tenemos la excelente
la banda colombiana de tropipop Memento.
abrelatas. Indiscreto modismo para solicitar
a alguien el retirarse de un lugar determinado.
Hace velada referencia a‘abrirse’. ¿Por qué no se
abrelatas, como el atún?
abrirse. Marcharse. Abandonar un lugar o com-
promiso.
abrirse de piernas. Condescender de forma
ingenua o demasiado fácil.
abrochar. Afectar de manera directa a algún
subalterno mediante la orden de ejecutar una
(14)
tarea onerosa o un oficio gravoso. Castigar. Mi jefe
me puso trabajo para el fin de semana y me dejó
abrochado. Véase clavar, marranear, negrero.
absoputamente. Conjunción acrónima entre
‘absoluta’y‘putamente’. Del todo. En proporción
extrema. ¡Estoy absoputamente ebrio!
abutagado. Hinchado. Inflamado. Estómago
repleto de alimentos.
aca. En la lengua chibcha, unidad de medida equi-
valente a nueve.
acabarropa. Hombre inútil, de modales poco
delicados y tamaño prominente.
acaramelados. Úsase para aludir a una pareja
abandonada a las artes amatorias. ¡A Robin y a
Sari los vieron muy acaramelados por la calle!
acas, por si. Apócope, un tanto cursi, de‘por si
acaso’. Por si acas, financiemos a los dos candida-
tos. Con eso en todo caso salimos ganando.
acatar. Caer en la cuenta. ¡No acaté a advertirles
que los del supermercado son unos ladrones!
acatarrado. Enfermo de alguna afección gripal.
Con lo fumador que es, Rincón siempre suena acata-
rrado. Véase agripado, apestado.
accidentado. Lleno de contratiempos. Irregular.
¡Después de un accidentado proceso, la Corte Cons-
titucional declaró inexequible el proyecto de ley!
aceite de comer. Aceite comestible. Úsase en
contraposición al aceite combustible. El mejor
aceite de comer es el de soya.
aceite, medir el.
1. Burda expresión alusiva al acto de propinar una
puñalada a cierta desdichada víctima.
2. Vulgarismo para aludir al acto de estimular las
zonas venusinas de una dama o el orificio anal de
un caballero.
aceite, pasar. Expresión empleada para aludir
a quienes, dada su avanzada edad, comienzan a
manifestar serias complicaciones de salud. El
término proviene de una analogía con lo sucedido
a los motores desgastados, cuyo lamentable es-
tado (somatizado por el aceite, que se riega en el
asfalto) exige un inmediato reemplazo o una ina-
plazable reparación. El pobre viejo cacreco ese ya
está pasando aceite desde hace como veinte años.
acelere. Prisa. Estado de hiperquinetismo debido
al consumo de algún estimulante. Véase embale.
acerbía. Rigor. Severidad. La normatividad crediti-
cia en Colombia tiene una acerbía exagerada.
achajuanado. Fatigado, sofocado y diezmado por
el efecto del calor. Después de dos días en Melgar,
uno ya se siente achajuanado.
achantado. Deprimido. Bajo de ánimos. Las
primeras referencias documentadas al término se
refieren a éste como propio de pilletes y gamines.
El veredicto de la Corte dejó achantados al Presiden-
te y a los suyos.
achicopalado. Decaído. Abatido. Después de la
vergonzosa salida del mundial de fútbol del 94 el
país entero quedó achicopalado.
achicuysa. Vocablo de origen chibcha. Denota
soledad.
achilado. Deteriorado. Descocido. Avejentado.
Para el pelo achilado no hay nada mejor que la clara
de huevo.
achiquitar. Reducir. Empequeñecer.
achiras. Bizcochuelos salados elaborados a base
de harina de achira y propios de los departamen-
tos de Huila y Tolima. En un loable esfuerzo por
mantener nuestras tradiciones gastronómicas,
una afamada firma dedicada a la elaboración de
alimentos tipo repostería, lanzó una variante del
producto bajo el sugestivo lema de‘Gol-o-cines’,
según algunos una clara insinuación de su doble
uso al servir como alimento para quienes concu-
rren a un encuentro balompédico o a una función
cinematográfica.
achucharrar. Aplastarse. El término puede
guardar alguna relación con el chibchismo‘achu-
zansuca’, alusivo a los frutos dañados antes de
llegar a su punto. Véase achuzansuca.
(15)
*bogotálogo
achuntar. Acertar. Dar en el blanco. En Colombia
las empresas encuestadoras no achuntan ni un solo
resultado.
achuzansuca. Vocablo de origen chibcha em-
pleado para aludir a un fruto estropeado. Véase
achucharrar, picho.
acolitar. Servir de cómplice o dar aprobación
tácita a una determinada acción incorrecta.
acomedido. Compasivo. Amigable. Servicial. Ese
muchacho, Juan Carlos, ¡cómo es de acomedido!
acordeón. Soplete empleado como ayuda ilícita
de memoria en entidades académicas y debi-
damente plegado. Véase comprimido, copialina,
soplete.
acosa más que novia fea. Voz despectiva para
aludir a un individuo ansioso y falto de paciencia.
acostar. En la jerga delincuencial, asesinar. El
pirobo ese se puso de alzado y me tocó acostarlo.
acotejar.
1. Estimular. Elogiar. Favorecer.
2. Hacer caber objetos en un espacio limitado.
acpm. Base alimentaria de la dieta bogotana,
conformada, en dosis equivalentes por cuatro
componentes (arroz, carne, papa y maduro), todos
ellos igualmente nutritivos, saludables y balan-
ceados, mescolanza que sin duda despertaría la
envidia del más avezado experto en alimentación.
Para mí, almuerzo sin acpm no es almuerzo. Véase
bofe, corrientazo, ejecutivo, principio.
acudiente. Empléase en la jerga escolar para
referirse al pobre infeliz a quien la suerte ha cas-
tigado con la desgracia de tener que afrontar la
lluvia de quejas, llamados, observadores y casti-
gos varios recibidos por un alumno indisciplinado
a su cargo. Si van a viajar en una ruta distinta a la
de siempre, deben traer el permiso firmado por sus
padres o acudientes. Véase chuzo, monitor, sapo.
acuellar. Asir con violencia por el cuello.
acuerpado. Musculoso. Fortachón. De músculos
prominentes. Véase jayanazo, macancán.
aculillarse. Acobardarse. Asustarse. ¡Ahora no se
me vaya a aculillar con la vuelta, güevón! Véase le
hache achí.
acuscambado. Véase acuscambao.
acuscambao. Timorato. Diezmado. Atemorizado.
¿Y usted qué hace en ese rincón por allá, todo acus-
cambao? Véase ahuevado, atembado.
acusetas. Se emplea para referirse a quien hace
de la delación una costumbre o a quien pretende
ganarse favores con sus maestros, jefes o supe-
riores, informándoles acerca de las fallas de cole-
gas o condiscípulos. La expresión suele aparecer
enmarcada en el refrán "acusetas, panderetas,
calzoncillos de bayetas", y fue empleada por el di-
funto ex alcalde de Bogotá Alfonso Palacio Rudas
en la Asamblea Nacional Constituyente de 1991. Al
verse perdido, el derrotado candidato se convirtió en
acusetas. Véase cepillero, chupamedias, lamberico,
lambón, metido, sapo.
adelantar cuaderno. En jerga informal, poner-
se al tanto de los acontecimientos recientes en
vidas propias y ajenas. Mañana nos vemos y adelan-
tamos cuaderno. Véase rajar de alguien.
¡adelante!, ¡mire!, ¡sin compromiso! Lema
estratégico de seducción usado por los vendedo-
res de establecimientos informales y de locales
tipo‘sanandresito’. Su fin principal es cortejar al
potencial cliente para que –una vez éste decida
probarse alguna prenda de vestir o pieza de calza-
do– se le obligue –mediante toda suerte de meca-
nismos coercitivos, muchos de ellos violentos– a
adquirirlo. Véase chimbo, chiviado, Sanandresito,
tumbe.
adentro, viejitos. Exclamación de camaradería
dirigida a los compañeros con el fin de animarlos.
afancho, de. Con prisa. De afán.
afiebrado. Fanático de una determinada afición,
hábito, causa, oficio o figura pública. Véase engo-
mado, engome, gomoso.
(16)
afinar. Ajusticiar de manera violenta, causando
daño al castigado. ¡Venga y lo afino, pirobo! Véase
medir el aceite.
aflojachochas. Licor fuerte de supuestas pro-
piedades afrodisiacas entre el género femenino.
Si quiere que nos vaya bien con esas hembras,
tenemos que aprovisionarnos de cuatro botellas de
aflojachochas. Véase arrechera.
aflojar.
1. Ceder en lo tocante a un asunto determinado.
2. Despojarse de un estipendio.
afrijolar. Ajustarse una determinada cantidad
de una sustancia u objeto medible en cifras. ¿Se
acuerda del Preolímpico en el que Brasil le afrijoló
nueve goles a la Selección?
after. Abreviatura del conocido anglicismo 'after
party'. Tal tipo de ceremoniales festivos se hizo
común a finales de los 90, con la institución de la
llamada ley zanahoria. La polémica medida, que
ordenaba a los bares y discotecas citadinas cerrar
a la una de la madrugada, inspiró la realización
de un largometraje del mismo nombre dirigido
por Julio César Luna y protagonizado, en parte,
por miembros del elenco estelar del desapare-
cido seriado televisivo‘Padres e hijos’. Véase ley
zanahoria, mockusiano, partido visionario, raspada
de fiesta.
afugia. Apuro económico. Véase arrancado, va-
ciado.
agáchese. Variable criolla del mercado tipo per-
sa, en la que se exhiben productos dispuestos en
el suelo, y por lo general protegidos tan sólo por
una base de material plástico. Su nombre se debe
a la necesidad de hincarse para tener acceso a la
mercancía.
agalla. Codicia.
agalludo. Atrevido. Ambicioso. Codicioso. El
maestro de obra me salió agalludo y me quería co-
brar el doble.
agarrado. Tacaño. Avaro. Miserable. Véase ama-
rrado, tenido.
agarrarse.
1. Trenzar una discusión. Después de exponer sus
posiciones encontradas los dos parlamentarios se
agarraron. Véase agarrón.
2. Contender físicamente. Ahí estaban los dos ga-
ñanes agarrándose. Véase biyi, tropelero.
3. Parapetarse en una situación para excusarse.
La gente vaga se agarra de la falta de puesto para no
trabajar. Véase eso ya fue así.
agárreme ese trompo en la uña. Voz de aler-
ta para aludir a una actividad difícil de ejecutar,
equiparada a la ardua pirueta de sostener el acce-
sorio en cuestión en un espacio tan reducido.
agarrón. Trifulca. ¡Si vieras el agarrón que se
armó entre Ernestico y Andresito!
agria. Cerveza. Véase amarga, pochola, pola.
agrieras. Sintomatología asociada a la acidez es-
tomacal. Lo malo de la chicha es que produce unas
agrieras tenaces. Véase daño de estómago.
agrio. Individuo desagradable, hostil y de mal
humor. El profe de trigonometría es de lo más agrio
que conozco. Véase áspero, inmamable.
agripado. Individuo afligido por algún virus gri-
pal. En abril muchos bogotanos andan mocosos y
agripados. Véase apestado, maluco.
agropecuario. Expresión elitista empleada para
aludir a las características burdas, de escasa dis-
tinción o poco elaboradas de algún objeto o indivi-
duo. Con lo chambón que soy esa maqueta me va a
quedar toda agropecuaria.
agua de moras. Según refiere José María Cor-
dovez Moure en sus‘Reminiscencias de Santafé y
Bogotá’, popular refresco no alcohólico a base de
moras, servido en las fiestas bogotanas decimo-
nónicas.
agua de panela. Bebida dulzona elaborada a
base de panela diluida en agua caliente. Fuente de
energía para varias generaciones de ciclistas au-
(17)
*bogotálogo
(agáchese) Campesinas exponiendo en la calle las artesanías, 1938. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
(18)
todidactas. En una anticipación visionaria a la era
de las bebidas energizantes, desde hace algunas
décadas ciertos miembros de empresas privadas
de seguridad han cultivado la ya ancestral cos-
tumbre de mezclarla con café y Coca-Cola, con el
propósito de mantenerse despiertos en sus largas
noches de vigilia. Según la creencia popular, el
agua de panela con limón es remedio milagroso
para las afecciones gripales. Yo las gripas me las
curo a punta de agua de panela.
aguacata. En la jerga de los gemólogos, esme-
ralda de tamaño y valor considerables.
aguacate. Despectiva forma de aludir a un miem-
bro de la Policía Metropolitana, en virtud del color
verde de su uniforme de dotación. Véase polocho,
tombo.
aguachento. Aguado. Insípido. Sin sustancia. Ala,
Conchita: ¡Ese ajiaco te quedó como aguachento!
aguachinarse. Mojarse. Humedecerse. Salí cinco
minutos y, como estaba lloviendo, volví todo agua-
chinado.
aguamasa. Mezcla de sobras de comidas, gene-
ralmente empleada para alimentar a las bestias.
Véase agropecuario.
aguanta. Dícese de aquellos individuos o situa-
ciones que, sin acercarse al ideal, son dignos de
ser tomados en cuenta. Por lo general se emplea
al referirse a un miembro del género opuesto
quien, sin ser muy agraciado, amerita un par de
revolcones furtivos. ¡La hembra no será una reina
de belleza, pero aguanta! Véase ahí, pa’l gasto.
aguantada. Acción de soportar el hambre o de
retener los esfínteres. Con tantas aguantadas ya
me está dando úlcera ¡Con semejante aguantada yo
ya estaba haciendo buches! Véase churrias, fulca,
miar.
aguantado. Contenido. Reprimido. Desde que se
puso a dieta, el gordo anda totalmente aguantado.
aguapucha. Dipsómano. Consumidor compulsivo
de bebidas fermentadas.
aguaraparse. En una fruta o verdura, efecto y
acción de aguarse y fermentarse. Dejé las curubas
en una bolsa toda la noche y se me aguaraparon.
aguene gue. En lengua chibcha, expresión equi-
valente a 'sí hay'. La costumbre de emplearla pa-
rece haber sido heredada por nuestros tenderos y
comerciantes, quienes con frecuencia suelen fijar
avisos sugestivos en los portales de sus respec-
tivos negocios y tiendas con mensajes del tipo 'sí
hay huevos' o 'sí hay empanadas'. Véase sí hay.
agüepanela. Véase agua de panela.
agüevado. Véase ahuevado.
agüita.
1. aromática. Tisana fragante a base de hierbas.
Entre las más populares de cuantas se cultivan
y preparan en la sabana de Bogotá están las de
cidrón, mejorana, hierbabuena, canela y sauco.
¡Para los nervios, mijo, no hay como una agüita aro-
mática!
2. pa’ mi gente. Variable posmoderna y criolla
del lema romano aquel de‘al pueblo pan y circo
(panem et circenses)’, creada durante la década
de los 90 del siglo XX por el magnate tolimense de
la televisión Jorge Eliécer Barón Ortiz.
agujetero. Almohadilla para clavar agujas utili-
zada en labores de costura.
(ajiaco)
(19)
*bogotálogo
ahí. Regular. Dícese de aquello que no despierta
grandes pasiones.
1. – ¿Y qué tal estuvo la vieja que le presentaron?
– Pues... ¡ahí!
2. – ¿Le gustó el partido de Millos?
– Ahí…
Véase aguanta, pa’l gasto.
ahí perdió el año. Triste verbalización de un grave
error cometido por un individuo determinado, con
reminiscencias de la catástrofe escolar constituida por
la reprobación de un periodo lectivo anual.
¡ahí sos, camisón rosado! Grito de batalla para
estimular el arrojo, coraje y valentía.
ahogo. Asfixia.
ahora el hijueputa es uno. Voz quejumbrosa
con la que el interlocutor –habiendo sido en prin-
cipio víctima– termina convertido en supuesto
verdugo en virtud de los ardides ejercidos por su
habilidoso enemigo.
ahorita. En un breve lapso.
ahoritica. En un lapso muy, muy breve.
ahuchar. Voz elevada con el fin de espantar me-
diante el onomatopéyico clamor de‘uche’. Véase
chanda, chandoso, uste.
ahuevado. Individuo tardo en el entender y el ac-
tuar. Cuando desayuno tamal con chocolate quedo
ahuevado toda la mañana. Véase ahuevado, ahuevar-
do, atarantado, atembado, tontoniel, troilo.
ahuevardo. Véase ahuevado, tontoniel, troilo.
ahunche. Sobras de los alimentos.
ahuyama. Planta cucurbitácea. Fruto de la mis-
ma, también conocido como zapallo o calabaza.
ají. Individuo malgeniado. ¡Ese pisco sí es mucho
ají!
ajiacazo. Festín en donde el ajiaco es la comida
principal. Véase ajiaco, garoso, ¿quién pidió pollo?,
trancado.
ajiaco. Sopa elaborada a base de pollo, guascas,
papa criolla, papa sabanera y mazorca. Hay quie-
nes –profana y heréticamente– suelen añadirle
además habichuelas y arracacha, en un franco
atentado contra la culinaria tradicional bogota-
na. El tradicional platillo suele ser acompañado,
además, con crema de leche y alcaparras. Véase
ajiacazo.
ajisozo. Peligroso. Extremo. Incómodo. Picante.
Que genera roces y molestias. Ese tipo se mete en
unos videos todos ajisozos.
ajonjoliar. Véase jonjoliar.
ajustar. Ajusticiar. Disciplinar.
al cien. Burda expresión. Denota completitud e
intensidad. Esta noche tenemos que oír reguetón al
cien. Véase al soco.
al clima. Bebida sin refrigerar. A temperatura
ambiente. Pese a que el saludable clima de la
ciudad es suficiente para mantener los alimentos
fríos, algunos establecimientos de discutible ca-
lidad suelen cobrar un estipendio adicional por el
enfriamiento de cervezas y refrescos, por lo que el
carácter de la pregunta‘¿frío o al clima?’se hace
vital y obligatorio.
– Don Luis: ¿Nos ‘regala’ dos polas?
– ¿Frías o al clima, calidad?
Véase agria, amarga, chuzo, gasimba, pola, tienda.
al contado. De contado. En un solo pago. Yo le hago
la rebajita, doña Miriam. ¡Pero me paga al contado!
(al detal)
(20)
al detal. Por menor. Dícese de aquello que se
vende por unidades, en contraposición a lo que se
expende al por mayor. ¡Aproveche! ¡Botones! ¡Boto-
nes! ¡Ventas al por mayor y al detal!
al pelo. Úsase para aludir a aquello que opera
en forma correcta y apropiada, o que se ajusta
a la perfección a las necesidades del implicado.
Aunque el término venía empléandose desde los
70 del siglo XX, a finales de los 80 los creativos
de publicidad de cierta firma de productos para
el aseo personal emplearon tal expresión como
lema de la campaña orientada a salvar las ventas
del ya desaparecido Champú Glemo, con la cono-
cida consigna“Al pelo con Glemo”. El‘jingle’de la
campaña se valió del conocido éxito musical de los
80‘Gloria’, originalmente escrito por el italiano
Umberto Tozzi y lanzado al mercado norteame-
ricano por Laura Branigan, a quien, ya en deca-
dencia, Fernando Pava Camelo intentó contratar
para una fallida segunda versión del Concierto de
Conciertos, que terminó realizándose meses des-
pués sin ella. La letra y la temática de la versión
de Branigan difieren ligeramente de las de Tozzi.
¿Cómo va la causa? ¿Al pelo? Véase al peluche, al
peluchín.
al peluche. Véase al pelo.
al piso. Úsase para aludir a una actividad realiza-
da en forma intensa y consagrada. En los 90 yo era
un man alterno al piso.
al que escupe para arriba en la cara le cae.
Sabio llamado a la modestia. Se fundamenta en la
ley universal de la gravedad y en el hipotético caso
de un individuo lanzando un esputo hacia la estra-
tósfera, para que éste luego retorne, atomizado, a
su lugar de origen, bañando con sus finas gotas al
emisor. Por lo general quienes más escupen son
los más babosos. Véase arribista, gargajo, gomelo.
al que le van a dar, le guardan. Razonable
máxima cuyo principal objetivo es desmentir a
quienes –después de haber repartido un determi-
nado bien o dádiva– se excusan ante aquel que no
lo recibió, arguyendo que éste no se encontraba
presente en el momento de entregarlo.
al rompe. De improviso. Sorpresivamente. En
forma agresiva. El delantero le tiró al rompe.
al soco.
1. Intensa y velozmente.
2. En considerable cantidad.
El man venía al soco, en moto, por toda la 100.
Véase embalado.
ala. Interjección típicamente bogotana, cada vez
menos común. La expresión es tal vez la muletilla
y la marca registrada por excelencia del cachaco
de antaño. ¡Ala, chinito! Francamente la fiesta está
frondia. Véase cachaco, filipichín.
alborotado. Individuo impaciente, vehemente y
precipitado en la acción.
alborotar el avispero. Generar el caos en el
interior de una colectividad. Provocar enojo dentro
de un ambiente calmo. René Higuita se fue a visitar
a Pablo a La Catedral y alborotó el avispero.
alcachurete. Individuo entrometido e imperti-
nente. Ese Andresito sí es mucho alcachurete. Véa-
se lambón, metido.
alcagüeta. Alcahuete. Acólito. Áulico. Encubridor.
Compinche. Véase alcagüete.
alcagüete. Acolitador.
alebrestarse. Alborotarse. Enojarse. Perturbar-
se particularmente por causa de algún estímulo
externo. ¡Apenas le dije que tenía que pagarme
horas extras, el patrón se alebrestó! Véase ponerse
salsa, timbrarse.
alegar. Discutir. Contender.
alegón. Individuo proclive a trenzar disputas ver-
bales.
alegrona. Dicho de una mujer, casquivana.
alentado.
1. Saludable.
2. En buenas condiciones.
(21)
*bogotálogo
3. Atractivo. Guapo.
4. Rozagante.
aletoso. Buscapleitos. ��������������������������Propenso al enojo. El tér-
mino surgió de las entrañas de los departamentos
de Cauca y Valle del Cauca, para afincarse en los
corazones bogotanos. Véase alebrestarse, ajisozo,
tropelero, pa’l gasto.
algotro. Barbarismo resultante de conjugar los
dos vocablos presentes en la expresión“algún
otro”. ¿Se le ofrece algotra cosita, patrón?
alicaído. En decadencia. De bajo ánimo. De sem-
blante triste. Millonarios anda alicaído desde 1988.
Véase en la mala.
alimentador. Tipo de autobús encargado de
abastecer a las estaciones terminales del sistema
Transmilenio. El solo hecho de pensar en un au-
tobús caníbal alimentándose de seres humanos
resulta un tanto aterrador para las mentes mi-
sántropas. Véase mercedes rojo, tetiado, transmi,
transmilenio, transmilleno, transmilento.
alimentadora. Dama de turgencias pectorales
prominentes. La hembrita esa está alimentadorcita.
Véase bizcocho, gemelas, hembra, viejota.
almártago. Inútil. Haragán. Ingenuo. Novato.
Véase maquetas, nuevón, vagonio.
almendra. Desnudez. Para que mi esposa no me
descubriera con la otra me tocó salir en almendra.
almorzadero. Restaurante de baja estofa dedi-
cado al expendio de almuerzos. Cuando ande mal
de plata, dígamelo, para llevarlo a un almorzadero
de lo más barato que hay aquí cerca a la oficina.
Véase acpm, almuerzo casero, ejecutivo.
almorzarse. Alcanzar ayuntamiento sexual con
alguien. La gerente se está almorzando al chofer.
Véase comerse, papiarse.
aloe vera. Variable moderna de la clásica fórmu-
la de contestación telefónica‘aló’, a su vez basada
en el nombre científico del aloe vera, planta sucu-
lenta de la familia xanthorrhoeaceae.
aloja. Tipo de cerveza dulce de consumo genera-
lizado entre las clases altas bogotanas durante el
siglo XIX, aromatizada con nuez moscada y clavo.
alpargata. Especie de sandalia artesanal cam-
pesina elaborada a base de cabuya y suela blanda.
Véase alpargatudo.
alpargatón. Véase alpargatudo.
alpargatudo. Fórmula despectiva para aludir al
campesinado colombiano, dada su ya casi extinta
costumbre de llevar alpargatas.
alterno. Adjetivo impropio, empleado en los años
90 del siglo XX para aludir a un género musical
que –pese a su inmensa popularidad y a sus altas
ventas– se suponía ajeno a las corrientes de la
cultura de masas. Englobaba a las agrupacio-
nes‘grunge’, originarias de Seattle, y a algunas
bandas británicas, procedentes en su mayoría
de Manchester. Entre éstas podemos recordar a
Pixies, Porno for Pyros, Nirvana, REM, The Cure,
Happy Mondays, Janes Addiction, Jesus & Mary
Chain y otras más. Tal música era utilizada con
entusiasta prolijidad en ciertos bares de la épo-
ca, entre los que se recuerda a Barbie, Barbarie,
Florhisteria, Vértigo Campoelías, Membrana, TVG,
Kalimán y algunos otros más. Con el tiempo el
género comenzó a ser abrazado por el sistema al
punto que incluso‘Papuchis’llegó a autoprocla-
marse como abanderado del fenómeno.
alternocrazy. Tribu de seguidores de la mal
llamada‘movida alternativa de los 90’, precurso-
(alpargata)
(22)
res de la‘chocolocura’de años posteriores. Véase
alterno, chocoloco.
altiplano. Por antonomasia, altiplanicie cundi-
boyacense. Véase boyaco.
alto turmequé, de. Linajudo. De categoría
prominente o clase superior. La sección de infi-
dencias sociales del hoy semanario El Espectador
optó por esta expresión a la hora de buscarse un
título. Sarita Uricoechea me invitó a una fiesta de
alto turmequé. Véase jai, jailoso, play.
altozano. Atrio de la Catedral Primada.
alzado. Pendenciero. Propenso a la cólera. Bus-
capleitos. Si ese man sigue así de alzado le van a
terminar midiendo el aceite. Véase biyi, tropelero.
alzar a santos. En la jerga de los tradicionales
fieles católicos, momento de consagración de la
hostia.
alzar de obra. En la jerga de albañiles, dejar de
trabajar al término de la jornada.
ama de brazos. Haya. Niñera.
amachinado. Dícese de quien habita en ilícito y
carnal concubinato. El Wilson anda amachinado con
la Leidy. Véase enmozado, mozo, musinga.
amacizar. Abrazar a una pareja con notable
fuerza, por lo general en el marco de una libidi-
nosa pulsión erótica. Esa forma de amacizarse no
tiene nombre. Véase bluyinear, brillar chapa, brillar
hebilla. Una historieta original de Adolfo Samper,
publicada en el semanario Sábado durante 1943,
llevó el nombre de Don Amacise. En 1952 se pu-
blicó una exitosa edición independiente de sus
aventuras que, no obstante, no tuvo continuidad
alguna.
amague. Falso ademán o movimiento ejecutado
con el propósito de confundir a otros individuos en
la acción, o para aparentar una intención inexis-
tente.
amanecido. Que no ha dormido durante la no-
che. Vimos a Juancho todo amanecido por ahí.
amangualado. Dícese de quien entabla una
relación de complicidad para obrar de manera
corrupta y subrepticia.
amañador. Lugar acogedor que propicia el solaz
y la permanencia. Para la gente de la Costa, Bogotá
suele ser una ciudad muy poco amañadora.
amañarse. Habituarse a un entorno. Encariñar-
se. Después de ocho años sentado en la misma silla,
el hombre se nos iba amañando.
amarga. Cerveza. Don Luis... ¿Me vende dos amar-
gas, me hace el favor? Véase agria, pochola, pola.
amaricado. Amanerado. Presunto homosexual.
Oiga, viejo. Nuestro jefe es como amaricado... ¿No?
Véase cacorro.
amarrado. Tacaño. Egoísta en cosas de dinero.
amarrársela. Embriagarse. En la fiesta de fin de
año de la empresa, Dorita la secretaria, que es tan
recatada, se la amarró y comenzó a repartirlo. Véase
chapeto, jincho, perra.
ambicia. Ambición. Egoísmo. ¡No ambicie, Careti-
gre! Véase amarrado, garoso, líchigo.
ambiente, de. En la jerga homoerótica, estable-
cimiento o individuo de predilecciones sexuales
alternativas. ¿Tú sabes de algún sitio de ambiente
en Bogotá? Véase abejorrear, amaricado, cacorro,
gatear.
amero. Conjunto de hojas que cubren una ma-
zorca. Véase envueltos, tusa.
amigazo. Camarada entrañable. Compinche.
Véase calidad, calidoso, parce.
(amanecido)
(23)
*bogotálogo
(amero)
amigo de lo ajeno. Eufemismo liviano para
aludir a un completo ladrón o a quien padece de
cleptomanía. Véase choro, rata, ratero.
¿amigo? ¡El ratón del queso! Voz de descon-
fianza utilizada por los descreídos para dar realce
a su mantra vital de nula confianza en la humani-
dad.
amigovio. Aborrecible conjunción entre los tér-
minos‘amigo’y‘novio’. Relación entre amigos
con ciertos ribetes, generalmente sexuales, de
noviazgo. La figura guarda cierta semejanza con la
de los‘amigos con derechos’, también de dudoso
gusto. Véase machuque.
amiguis. Fórmula afeminada equivalente a ami-
go. Por regla general su uso suele ser más común
entre jovencitas. Véase mariquis.
amoblado.
1. Dotado de muebles.
2. Motel. En Colombia dicho tipo de alojamientos,
por antonomasia, tienen por vocación principal el
servir de sede a eventuales ayuntamientos eróti-
cos. Papi: aquí en la casa de sus papás me da pena.
¡Camine pa' un motel! Véase bluyinear, jabón chiqui-
to, moteliar, moteling, tirar.
amort. Caprichosa distorsión del vocablo original
‘amor’, empleada de manera cómica por ciertas
parejas.
ampárame Grisales. Solicitud piadosa de com-
pasión divina, inspirada en la popular actriz y can-
tante manizaleña Amparo Grisales. ¡Huy! ¡Me tiré
el año! ¡Ampárame Grisales!
(amort)
(24)
ampeto. Remoquete cariñoso con el que ciertos
músicos aluden a un amplificador de sonido. Lo
único bueno de esos tropipoperos son los ampetos
que tienen. Véase, bandola, guitarro.
anatoles. Copas. Tragos. Yo a su edad también me
tomaba mis anatoles. Véase chapeto, copetón, gua-
rilaque, guaro, jincho, niquelado, perra, prendido,
prendo, whiskéy, whiskacho.
ancheta. Típica cesta navideña de contenido
variopinto entregada como dádiva a amigos, fami-
liares, colegas, clientes y subalternos en el marco
de las festividades de fin de año. Según los diver-
sos condumios contenidos por la ancheta puede
establecerse la clase social del oferente y del
destinatario, así como también el poder adquisi-
tivo del primero y del segundo. Así las cosas, una
ancheta abastecida con vinos dulzones, galletas,
masa para buñuelos y alguna crema de whisky
de dudosa marca, da cuenta de una preocupante
parvedad. Por el contrario, la presencia de whisky
18 años,‘prosciutto’y quesos de compleja ma-
duración, entre otras delicias, denota categoría y
refinamiento. Otros indicadores infaltables de la
procedencia de la ancheta es el recipiente conte-
nedor, que bien puede ser un balde plástico, que
luego habrá de fungir de platón para lavar; o una
delicada canastilla de madera con finos acabados.
En la empresa en la que trabajo son tan tacaños que
ni anchetas de fin de año dan.
ancianato. Albergue geriátrico. Como los des-
graciados querían quedarse con su casa mandaron
al viejito para un ancianato, dizque porque ahí iba a
estar mejor. Véase cucho, vicario.
andareguear. Discurrir por la tierra. Ir de un
lado a otro. Voy a seguir andaregueando por ahí a
ver si me desaburro. Véase desparchado, desparche,
distrave, vagonio.
andeniado.
1. Automóvil estacionado en cercanías al sardinel.
El término fue empleado para una campaña insti-
tucional popular con la que se pretendía inculcar
buenos hábitos de seguridad en los peatones al
descender o al subir a un vehículo.
2. Beso propinado en una mejilla, en inmediaciones
de los labios. Imagínate que el descarado del Wilson
me trató de dar un andeniado. Véase guayigol.
angarrio. Flacucho. Dícese de quien manifiesta
una delgadez enfermiza o de un objeto en malas
condiciones o avejentado. No creo que semejante
angarrio de boxeador sea capaz de ganarle a nadie.
Véase acabado, entelerido, esgalamido, jailoso, play.
¡ánimas benditas! Expresión fervorosa de an-
gustia y temor piadoso, para advertir y prevenir
un posible peligro. Ánimas benditas del purgatorio:
¡Que a este país no se lo lleve el patas!
aniquilado.
1. En extremo estado de enfermedad.
2. Sometido por la derrota. Las deudas me tienen
aniquilado. Véase en la mala, jodido.
ante eso. Frente a alguna circunstancia. ¿Y ante
eso yo qué hacía?
antena.
1. Artillería viril. Por el barrio Santa Fe las mujeres
le salen a uno con antena. Véase presa, verga.
2. Afamada revista de farándula, cuya circulación
se mantuvo entre 1975 y 1981.
antesitos. Poco antes. El hipócrita de mi jefe,
antesitos de echarme, me había dicho que no lo iba
a hacer.
año de upa. Expresión empleada con el objeto de
fechar objetos o hechos cuyos tiempos, por remo-
tos, resultan imprecisos.
apague y vámonos. Manoseada expresión utili-
zada –por lo general de manera irónica– al referir-
se a una situación en la que no existe perspectiva
alguna de avance o evolución, dado lo desespera-
do del hecho en curso.
aparatejo. Utensilio eléctrico de rudimentaria
elaboración y escasa utilidad. Ese aparatejo está
tan viejo que ya no sirve para nada. Véase cosiaco.
(25)
*bogotálogo
aparecido. Advenedizo. Ahora este aparecido
viene a creerse estrella de reality.
apartacho. Mote cariñoso con el que algunos
individuos se refieren a su apartamento. Lo que
soy yo, me voy a quedar echado en el apartacho todo
el fin de semana. Véase bacán.
apartamentero. En la jerga delincuencial, mal-
hechor especializado en la vulneración de apar-
tamentos y en el hurto de los bienes albergados
en éstos. Gracias a las hordas de apartamenteros
que en masa han emigrado hasta suelo ibérico,
los expertos en tal oficio se han convertido en uno
de los principales productos de exportación de
nuestro honorable país. Gracias a éstos nuestra
buena reputación va 'in crescendo'. Este barrio fue
muy tranquilo hasta que se llenó de estudiantes y de
apartamenteros. Véase choro, liso, rata.
apelotardado. Imbécil. Ese arquero apelotardado
que tenemos cada vez la embarra más. Véase ahue-
vado, ahuevardo, atarantado, atembado.
apenado. Avergonzado. Afectado por un conato
súbito de timidez. Me siento apenado por todo lo
que te dije anoche bajo el efecto del licor. Véase
aculillarse, culillo.
apeñuscado. Apiñado. Atiborrado. Saturado. Lo
peor de Transmilenio es tener que subirse a esos
buses apeñuscados. Véase tetiado, transmilleno.
apercollado. Apiñado. Arrinconado por la fuerza.
El violento galán tomó a la dama por su cinto y la
apercolló contra la mesa. Véase arrecho, bluyinear.
apertrechado. Abastecido de armas y muni-
ciones. No se preocupe, jefe, que mis hombres y yo
estamos aquí apertrechados. Véase cela, celacho,
celoso, guachimán, guerrillo, milico, paraco.
apestado. Enfermo, por lo general a causa de
un virus gripal. Con la temporada invernal y la falta
de plata pa’ comprar paraguas, todos terminamos
apestados. Véase agripado.
apiar. Matar. Si el paciente se alebresta de a mu-
cho, entre todos lo apiamos. Véase acostar.
apicharse. Podrirse. Caer en estado de putres-
cencia. Dejé las moras fuera de la nevera dos días y
se apicharon. Véase picho.
apilonarse. Congregarse. Reunirse. Los estu-
diantes de la universidad comenzaron a apilonarse
para protestar.
aplanchado. Decaído de ánimo. Juanito: Te veo
como aplanchado. ¿Qué te aflige? Véase achantado,
alicaído.
aplastarse. Tumbarse a dormir. Abandonarse a
la inactividad y el ocio. Véase locha.
(apeñuscado)
(26)
aplicación. Erróneo anglicismo de nuevo cuño.
Alude a los formularios de ingreso a una institu-
ción determinada. Voy a aplicar a London School of
Echonomics a ver si me admiten y al regresar me
dan un ministerio. Véase jai, jailoso, play.
aplicar.
1. Copular. El tipo de la panadería terminó aplicando
con la mesera. Véase arrecho.
2. Expresión de peluquería usualmente caricatu-
rizada para aludir a la administración de un un-
güento tópico, pigmento capilar, champú, bálsamo
o demás, sobre la epidermis, por lo general con
fines cosméticos. Véase guayigol.
3. Consumir algún licor por vía oral. Déjate que
termine de hacer este trabajo y nos aplicamos unos
whiskachos. Véase whiskacho.
apretujado. Apiñado. Hacinado. Saturado de
cuerpos humanos. Estrecho. Véase apeñuscado,
cebollero, dietético, tetiado, transmilleno.
apuntar. Abotonar. Oiga, Erik. ¡Apúntese la cami-
sa, que si su papá lo ve así se pone bravo!
apuntarse. Mostrar disposición para llevar a
cabo una determinada actividad. Si piensan ir a la
piscina de olas de Melgar yo me le apunto.
apunte.
1. Salida cómica e ingeniosa. Calambur. Los apun-
tes de López son de lo peor.
2. Opinión.
apuñalear. Barbarismo para apuñalar.
¡apúrele, que estoy botao! Clásico lema pu-
blicitario empleado por el comerciante y mago
José Simhón durante las décadas de los 80 y 90
del siglo XX, con el objeto de promocionar por vía
televisiva y periódicamente algunos de los tapices,
alfombras o papeles de colgadura expendidos en
el desaparecido almacén Konker, de su propiedad.
¡aquí estoy y aquí me quedo! Célebre y anta-
ñona frase de la que un antiguo primer mandata-
rio de la nación echó mano, en el marco de una de
las peores crisis gubernamentales en la historia
del país. Su trascendencia fue tal que sirvió como
título para un conmovedor libro en el que se resu-
miría el viacrucis experimentado por él y los suyos
durante tal periodo.
aquí, ¡jodido pero contento! Fórmula de con-
testación de muy recurrente uso entre los bogo-
tanos para señalar su sorprendente capacidad de
sobreponerse con alegría a la desdicha, el desem-
pleo y las veleidades económicas.
aquí no se gana, pero se goza. Acostumbrado
a orbitar en torno a promesas incumplidas, a ofi-
cios mal remunerados y a iniciativas empresaria-
les fallidas, el colombiano promedio suele acudir a
esta suerte de mantras consolatorios para ocultar
el inmenso dolor que ocasiona la sarta de expec-
tativas no satisfechas que representa el vivir en
el país.“Aquí no se gana, pero se goza”es el sin-
cretismo de ese pensamiento entre estoico y bien-
humorado, con una cierta dosis de falsa alegría.
Por lo mucho que contraríe a la realidad, muchos
corresponsales sostienen todavía ante sus respec-
tivas agencias de noticias que Colombia es el más
feliz o el segundo más feliz país del mundo.
arañón. Arañazo. Metí el niño al jardín y el primer
día me le pegaron un arañón.
ardido.
1. Enojado. En busca de retaliación. Ese man lo que
está es ardido porque perdió el torneo de banquitas.
Véase piedro.
2. Quemado. Me comí un pastel gloria, el bocadillo
estaba caliente y me ardí.
arepa.
1. Individuo torpe. ¡Mucha arepa! Compré una cosa
en la tienda y se me olvidó pedir las vueltas. Véase
atembado, huevón.
2. De arepa. Dícese de quien es bendecido por la
suerte sin merecérserlo. Véase arepazo, chepa,
chiripa.
3. Voz vulgar con la que se alude al genital feme-
nino.
(27)
*bogotálogo
arepazo. Situación afortunada debida al azar.
Éxito fortuito y pasajero. Individuo torpe. Si no per-
dió el semestre fue por puro arepazo. Véase chepa,
chepudo, chiripa.
arepear. Ayuntamiento sexual entre dos o más
damas. Me late que a mi jefa le gusta arepear. Véase
marimacho.
arepearse. Entre mujeres, volcar las pulsiones
eróticas hacia individuos del mismo género. Ayer
en la discoteca vi dos viejas arepeándose. Véase
marimacho.
arepera. Mujer de predilecciones sexuales lés-
bicas. Esas dos, que siempre andan juntas, parecen
areperas. Véase marimacho.
arepizza. Aborrecible producto de la‘cocina fu-
sión’en el que convergen algunas características
de la arepa criolla con las de la pizza itálica.
arepudo. Suertudo. En toda la historia de Co-
lombia no ha habido futbolista más arepudo que
Aristizábal. Véase arepa, arepazo, chepa, chepazo,
chepudo, chiripa.
arequipe. Golosina de consistencia espesa ela-
borada a base de leche y azúcar. No hay quién haya
conseguido determinar con precisión la extraña
similitud entre el término y la provincia peruana.
ariquipe. Deformación del original‘arequipe’.
argollarse. Comprometerse en matrimonio. A los
jóvenes de hoy en día no les gusta argollarse. Véase
amigovio, encoñe, machuque.
armatroste. Barbarismo para 'armatoste'. Véase
aparatejo, cosiaco.
aromática. Infusión. ¿Qué le provoca, jefe? ¿Un
tintico o una aromática? Véase agüita.
arracacha.
1. Raíz comestible, conocida por la comunidad
científica como arracacia xanthorriza.
2. Dama entrada en años.
arracachas. Pies de descomunal tamaño.
arracachuelo. Maleza conocida genéricamente
como rumex crispus.
arrancado. De escasos recursos. En permanen-
te iliquidez. Me da pereza encontrarme con Mario,
porque siempre vive arrancado y termina pidiéndo-
me plata. Véase arrastrado.
arrancar. Esputar.
arrastraderas. Pantuflas.
arrastrado. Individuo capaz de humillarse. In-
digno. De muy escasos haberes económicos. ¿Y a
ti por qué te preocupa lo que digan ellos, si no son
sino unos arrastrados? Véase arrancado.
arrastrar. Conducir en un vehículo hasta un de-
terminado lugar. Patrón: ¿Qué hace caminando por
la carretera? ¡Camine lo arrastro! Véase echar dedo.
arrastrar el ala. Coquetear. Ejercer el flirt o ga-
lanteo. El término parece originarse en la costum-
bre de ciertas aves de mostrar su plumaje para
despertar el interés sexual de una potencial pare-
ja. A mí me late que el Wilmer le está arrastrando el
ala a la Maryori. Véase amigovio, machuque.
arrechera. Fuerte apetito venéreo. Véase arrecho.
arrecho. Individuo poseído por intensos apetitos
venéreos. Doña Gladys es muy calmada, pero si le
dan trago se arrecha. Véase arrechera.
arreglar. Hacer daño. Afectar. Perjudicar. Por lo
general se usa en sentido irónico, como contra-
posición a 'tirarse'. ¡Si siguen mamándole gallo al
cucho, el hombre viene y los arregla! Véase tirarse.
arreglar matrimonio. Concertar esponsales.
Véase argollarse.
arremuesco. Objeto o individuo indeseable y
estorboso. Véase arrastrado.
arretranco. Tranca empleada en equitación y
caballería para impedir la caída de la silla.
arrevolverado. Individuo en pie de guerra. Véa-
se emputado, piedro, tropelero.
arriado. Individuo afanado, apresurado o veloz.
El corredor iba arriado por toda la pista. Véase ace-
lere, embalado.
arriar la madre. Poner en franca tela de juicio
la honra de la inocente progenitora del interlocu-
(28)
tor. Cuesta trabajo entender qué lleva a las gentes
a molestarse ante tal insulto, si se tiene en cuenta
que las bases para éste son irreales.
¡arriba, abajo, al centro y pa’ dentro! Mantra
común, susceptible de dos interpretaciones. La
primera parece una instrucción simple para la
ingestión de un trago corto y de sabor fuerte, tipo
aguardiente. La segunda pareciera aludir a una
faena copulatoria.
arrimar la canoa. Brindar colaboración. Prestar
ayuda. Véase cruce.
arriscar.
1. Estar en capacidad de desempeñar una labor.
2. Arriscar las narices. Amenazar con enfadarse.
arroz con pollo. Peligroso platillo elaborado a
base del ave y el grano oval en cuestión, culpable
de la mayor parte de intoxicaciones masivas en
paseos de colegio y de visitas a dispensarios en
batallones del Ejército, pero aun así elaborado con
frecuencia por los habitantes de la ciudad.
arrozudo, ponerse. Fórmula levemente burda
para aludir a la manifestación dermatológica de
frío o de temor, debida al fenómeno pilomotor. De
sólo pensar en la Leidy, me pongo arrozudo.
arrumar. Apilar objetos unos sobre otros.
arrume. Acumulación de objetos, por lo general
desordenada. Tengo la oficina hecha un solo arru-
me. Véase arrumar.
arrunchar. Actividad de ocio, usualmente lle-
vada a cabo en pareja y consistente en tumbarse
muy unidos en un mismo lecho, bajo el amparo
benefactor de las frazadas y almohadas. El domin-
(armatoste) Avión D.C. 4-136, Techo, 1950. Saúl Orduz / Colección MDB - IDPC
(29)
*bogotálogo
go mi novio y yo nos arrunchamos a ver el partido de
Alemania y Corea. Véase amacizar, bluyinear, locha.
arrunche. Véase arrunchar, bluyinear, locha.
arrunchis. Fórmula moderna y un tanto afemi-
nada para aludir al clásico arrunche. Véase arrun-
che, bluyinear, locha.
articulado. Denominación genérica empleada
por los usuarios del sistema Transmilenio para
aludir a su flotilla de autobuses rojos. Un articu-
lado colisionó hoy en horas de la mañana con un
particular, dejando como saldo un muerto y cuatro
heridos. Véase apeñuscado, tetiado, transmilenio,
transmilento, transmilleno.
artón. Plátano de gran tamaño, ideal para fritu-
ras y sopas. Véase frijolada, fritanga.
asaltacunas. Hombre o mujer propensos a
sentirse atraídos por individuos de generaciones
mucho más jóvenes que la propia, sin que ello,
por supuesto, implique pederastia alguna. Véase
cucho.
¿así o más? Fórmula irónica de reciente cuño
para indicar lo exagerado de un hecho, procuran-
do parecer cómico. ¿Así o más difícil?
asoleado. Perturbado por causa del acoso o la
presión. Mi jefe me tiene asoleado con tanto trabajo.
Véase montarla.
asolear. Perturbar mediante la insistencia. Véase
asoleado, balsear, montarla.
áspero. De alta calidad. Con severidad. Véase
agrio, severo.
ata. En lengua chibcha, unidad de medida equiva-
lente a uno.
atabanza. Adjetivo chibcha equivalente a‘dadivo-
so’. El término sigue vigente gracias a la erección
de un conjunto de vivienda multifamiliar, ubicado
en estribaciones de la Autopista Norte y la calle
127, oficialmente llamada Avenida Rodrigo Lara
Bonilla. Véase botado, botaratas, niza.
atado. Unidad de medida utilizada para determi-
nadas porciones de legumbres, frutas o leña. La
expresión tiene su origen en la forma en que éstas
eran llevadas, amarradas por una cuerda. Véase
abastos.
atanainas. Expresión condicional resultante de
la combinación de los vocablos 'tan' y 'ainas'. Fun-
ge de‘¿qué tal?’Atanainas y hubiera sido usted el
que hubiera tenido que ir a trabajar el domingo.
atarantado. Estúpido. Distraído. El indio ataran-
tado ese me atravesó la bicicleta y casi lo atropello.
Véase ahuevado, ahuevardo, atembado, huevón.
atarbán. Individuo de modales y maneras exe-
crables. Véase indiazo, gala, gañán.
atarzanar. Obligar mediante acoso a ejecutar
una determinada acción. Véase asolear.
atembado. Tarado. Idiota. Tardo en el entender.
Véase ahuevado, ahuevardo, huevón.
Atenas suramericana. Remoquete de tintes
irónicos conferido a la Bogotá del siglo XIX, en
virtud de su aristocracia afectada y del hábito de
sus habitantes de perorar alrededor de temas
elevados, sin contar con el suficiente desarrollo
como para ser equiparada en realidad al epicentro
griego de tiempos clásicos. Aunque la mayor parte
de los historiadores ha atribuido esta expresión
al escritor y diplomático argentino Miguel Cané,
existen otras alusiones más antiguas que aquella
escrita por él. La primera de ellas fue obra del
poeta santafereño Francisco Antonio Vélez Ladrón
(articulado)
(30)
de Guevara, quien en el siglo XVIII se refería a la
ciudad en una de las décimas por él escritas, re-
comendando“traer a Santafé oradores, Atenas de
tantos sabios”. En 1898, Pierre d’Espagnat habló
también de la ciudad como la‘atenas del sur’.
Lo cierto es que desde hace mucho, tal referente
desapareció de las mentes de los demás países
latinos, y Bogotá tiene, sin duda, poco de Atenas.
Véase chimbada, chimbo, mitos urbanos, paja.
atender.
1. Hacer daño. Véase tropelero.
2. Dar su merecido. Si el man se pone muy alebres-
tado, no se preocupe, que yo aquí lo atiendo.
3. Copular. A mí tráiganme las hembritas que les
sobren, que yo se las voy atendiendo a todas, una por
una. Véase arrecho.
atiende por las dos ventanillas. Cómica ex-
presión empleada para aludir a un individuo de
predilecciones sexuales heterogéneas y variopin-
tas. Se utiliza para equiparar su labor a la de una
entidad financiera o crediticia destacada por su
multiplicidad de servicios. Véase cacorro, come de
res y de marrano.
atortolado. Abrumado. Pasmado. Asustado.
Véase ahuevado, ahuevardo, atembado.
atravesado.
1. Individuo, situación o compromiso impertinente.
Véase lambón, metido.
2. Propenso a las riñas.
atraviesa. En la jerga de agricultores, sembradío
que se ubica entre especies de más lento desarro-
llo. Véase arracacha, chucuas , hibias, nabios.
atugue. En lengua chibcha, expresión equivalen-
te a 'es uno solo'. Dado que no existen registros
fonéticos acerca de su pronunciación, en la ac-
tualidad se ignora si se pronunciaba 'atugüe', con
diéreis, o 'atugue', omitiendo la ü.
a tuntún. En hombros. Véase tuta, a.
audiencias. Cuerpos colegiados organizados por
la corona española para servir de mecanismo de
control en lo tocante a los actos de gobierno. Los
oidores gobernaron el Nuevo Reino de Granada
hasta 1564, año en que se instituyó la figura del
Presidente. La Real Audiencia de Santafé fue fun-
dada en 1549.
aulagas. Poquedad, cortedad o parvedad de re-
cursos.
ausentismo parlamentario. Costumbre carac-
terística de buena parte de los políticos escogidos
por la democracia como representantes de la ciu-
dadanía en los cuerpos colegiados. Consiste en no
concurrir a las sesiones y deliberaciones que en
los sacros recintos del parlamento tienen lugar.
auxilios parlamentarios. Generosos montos
pecuniarios, también conocidos como‘fondos
graciables’, destinados a auxiliar proyectos gestio-
nados en forma directa entre los representantes
de los honorables cuerpos colegiados de nuestro
país y presidentes o ministros. Su noble origen se
remonta a la reforma constitucional de 1968. La
figura quedó extinta en 1991, debido al rampante
clientelismo.
avenida de Cundinamarca. Viejo nombre dado
a la actual avenida 30 antes de su ampliación y
reinauguración.
aventajado. Entrado en años. El término es una
deformación de‘avejentado’.
aventar. Delatar.
avichucho. Avechucho. Alimaña. Pajarraco.
(atado)
(31)
*bogotálogo
avión. Sagaz. Astuto. Aventajado y deshonesto en
materia de negocios.
avioneto. Distraído. Ensimismado.
avispado. Individuo aventajado y listo, muchas
veces en forma inescrupulosa.
avivato. Dícese de quien saca ventaja de sus
semejantes mediante estrategias poco éticas.
¡ay papayai! Sonora e indefinible fórmula infantil
para recriminar a algún contemporáneo por la
comisión de algún acto indebido o la desobedien-
cia a una orden expresa de sus mayores, padres o
maestros. Durante finales de la década de los 70
y comienzos de la de los 80 del siglo XX, en home-
naje a quien por entonces era primer mandatario
de la nación, a ésta fue agregado el verso octosíla-
bo“los calzoncillos de Turbay”.
azarar. Véase azorar.
azorar. Véase azorarse.
azorarse. Asustarse.
azotar baldosa. Danzar.
babascaidas. Individuo torpe, en franca desventaja
intelectual frente a la mayoría de sus semejantes.
babosa. Tandonia bogotensis chuguilla. Planta
mucilaginosa común en la sabana.
babosada. Imbecilidad. Estupidez. Comentario
desaguisado.
bacán. Hombre bueno, sociable y generoso. La
expresión suele usarse para cubrir de lisonjas
lambisconas a quien necesita agenciarse un ser-
vicio o favor por parte del interlocutor. ¡Bacán!:
regáleme ahí la liguita. Véase pana, parce, play.
bacaneado. Dícese de quien experimenta cierta
sensación de bienestar ocasionada por el efecto
de sedantes, bebidas alcohólicas y drogas psico-
activas.
bacanéis. Aborrecible derivación de‘bacano’,
cuyo uso arroja certeros indicios de vulgaridad por
parte del hablante.
bacano. Agradable.
Bacatá. Vocablo chibcha, según las especulacio-
nes de algunos relacionado en forma directa con
el nombre de Bogotá. Los opositores de tal teoría
se fundamentan en que el término sólo llegó a
popularizarse hasta bien entrado el siglo XIX. Se-
gún Juan de Castellanos, Bacatá significaba 'lugar
en donde terminan los campos'. Véase Bogotá,
Muequetá, Santafé de Bogotá.
Bachué.
1. Diosa de la mitología muisca. Madre creadora
del mundo entero. Según la historia sagrada,
B
(32)
Bachué llegó con un niño de brazos desde la la-
guna de Iguaque, edificó una casa sobre la tierra,
esperó a que su vástago se hiciera adulto y juntos
iniciaron la extensa y prolífica labor de poblar la
tierra. Una vez ejecutada su misión ambos re-
gresaron a la laguna y se transformaron en dos
ofidios. Véase Bochica, Chía, Chiminigagua, Fura-
chogue, Huitaca, Nemterequeteba, río Funza, salto
del Tequendama, Xue.
2. Populoso sector ubicado en la zona norocciden-
tal de la ciudad, justo en la localidad de Engativá.
Su peculiar arquitectura consta de edificios de va-
rios pisos con escaleras independientes, a manera
de entrada, ubicadas en las fachadas exteriores de
los mismos.
bagre. Mujer afrentada por la naturaleza, dadas
sus escasas cualidades estéticas, las que a su vez
agreden a quienes son castigados por la fortuna
con la eventualidad de encontrárselas por las
calles capitalinas.
bahareque. Material elaborado a base de cortes
de madera entrelazados y barro, de uso genera-
lizado para la elaboración de muros en tiempos
coloniales. Algunos teorizan que su procedencia
es caribe y que está emparentada con el vocablo
bajareque.
bailado. Puñetazo. Sosquín.
bajados con espejo. Según la creencia popular,
muchos nativos fueron timados por los conquista-
dores españoles, pues éstos les entregaban es-
pejos y baratijas a cambio de grandes cantidades
de oro puro.‘Bajados con espejo’es una forma
burlesca, eurocéntrica y acomplejada para aludir a
un indígena ingenuo e ignorante.
bajar.
1. Ir de oriente a occidente. En Bogotá, dada la vi-
sible pendiente que va desde las estribaciones de
los cerros orientales hasta las carreras subyacen-
tes, la palabra bajar engloba todo desplazamiento
llevado a cabo en tal dirección.
2. Dar de baja. Disminuir la intensidad de una
determinada acción.
3. Hurtar una determinada posesión.
bajar al pozo. Vulgarismo para aludir a la prác-
tica del sexo oral por parte de un caballero a una
dama.
bajar bandera. En la jerga de los comerciantes,
realizar la primera venta del día. Por lo general,
en mercados de pulgas y ventas ambulantes, la
rebaja en los precios al bajar bandera obra en pro-
porción directa a la hora en la que la transacción
tiene lugar.
bajar el motor. Abortar. Interrumpir el desarro-
llo de una criatura durante el embarazo.
bajarse de. Desapegarse de un determinado
bien material.
bajarse del bus.
1. Decepcionarse.
2. Desprenderse de una considerable suma mo-
netaria.
3. Abandonar una idea o proyecto.
bajo de punto. Desanimado.
balaca. Tira de plástico, tela elástica o carey para
sujetar el pelo largo.
baldado. Unidad de medida correspondiente a la
cantidad de una sustancia determinada contenida
en un balde.
ballet azul. Alusión a la nómina estelar del once-
no balompédico del club Los Millonarios durante
los años 50, conformada entre otros por Néstor
Raúl Rossi, Julio Humberto Cozzi, Francisco Zu-
luaga, Adolfo Pedernera y Alfredo Di Stefano.
balseador. Individuo que se mofa de otro, a par-
tir de algún gazapo o alguna falla de su parte en el
hablar o el actuar, en presencia de una colectivi-
dad de reidores que celebran su ánimo burlón.
balsear. Perturbar a un individuo mediante agre-
siones o mofas.
balsiao. En la jerga del hampa, potencial robo.
(33)
*bogotálogo
bamba. Especie de resorte recubierto de tela,
empleado para recoger cabelleras largas.
bambuco. Género musical propio de las zonas
montañosas colombianas interpretado a ritmo
de 6/8, cuya instrumentación suele apoyarse en
guitarras, tiples, requintos, bandolas y, en algunos
casos, en flautas. Desaparecida tienda de discos
con sucursales en diversos sectores de la ciudad.
Durante algún tiempo, en particular en los 60 y 70,
la firma Bambuco también fue casa disquera.
banana. Dulce. Golosina.
banano. Acumulación lípida en la zona abdomi-
nal, cuyo aspecto se asimila al de un plátano o
fruto similar.
bandear. Sobrellevar la existencia con destreza y
sabiduría en medio de circunstancias difíciles.
bandera. Ridículo y de mal gusto.
banderear. Poner en evidencia a otro individuo.
bandola. En el argot de los músicos, banda de rock.
banquitas. Disciplina deportiva no profesional
derivada del microfútbol en la que participan dos
equipos, cada uno conformado por un número
de jugadores que oscila entre uno y cinco miem-
bros. Dependiendo del grosor de la nómina de
voluntarios, puede o no haber un arquero, aunque
por regla general se suele esperar que éste no
pretenda obrar de líbero y hacer salidas a lo René
Higuita. Los tiempos también varían de acuerdo
con un número de tantos acordado de antemano o
con la capacidad física, por lo general precaria, de
los participantes.
baquelita. Expresión en desuso para aludir a un
material en extremo frágil. ¡No se recueste sobre
esa varilla, que es pura baquelita!
barajar. Echar a perder un asunto, plan o nego-
cio.
barato (está barato). Expresión retórica ten-
diente a restarle trascendencia a determinada
hora del día, en particular cuando se ha hecho
muy tarde. Es el recurso predilecto de los joven-
zuelos que, ya de madrugada, después de varias
horas de galanteo e insistencia sin haber conse-
guido dádiva alguna por parte de su manceba de
turno, intentan hacer parecer como si aún fuera
temprano.
– ¿Qué hora es?– Las 5:40.
– Está barato.
barbichona. Acrónimo. Mujer de aspecto am-
biguo, en tanto a lo lejos luce como una Barbie,
aunque de cerca se asemeje a una lechona.
barbuchas. Caballero de barbas abundantes.
baretero. Consumidor consuetudinario de te-
trahidrocanabinol.
bareto. Cigarrillo de marihuana.
barro. Expresión importada de la costa caribe. Se
emplea para referirse a un individuo cruel, intran-
sigente o traidor.
bartolazo. En el deporte, jugada sin inteligencia
o técnica alguna, con la que no obstante se espera
un resultado positivo.
(bandola) Grupo de niños en la Radio Nacional, 1946.
Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
(34)
bartolo. En el deporte, jugador poco habilidoso,
pero suertudo.
bastantoso. Abundante.
basto. Burdo.
batero. En el argot de los músicos, baterista.
batir. Perturbar a alguien convirtiéndolo en blan-
co de mofas.
bazuco. Droga de bajo perfil conformada por pas-
ta de cocaína y algunos otros aditivos, de consumo
generalizado en los sectores más deprimidos de
la sociedad, así como también por parte de ciertos
miembros de sectores altos con ínfulas de poetas
malditos deprimidos que, sin contar con los ta-
lentos de Baudelaire o de Rimbaud, y sin vivir en
la Francia del siglo XIX, creen parecérseles. Es la
versión criolla del‘crack’norteamericano. Con
la nueva oferta de tribus urbanas, gran parte de
esta raza de poetas, comunes durante la segunda
mitad del siglo XX, ha terminado enlistándose en
una más acorde con el nuevo milenio. No obstante
algunos se resisten a abandonar tales filas.
bebeco.
1. De corta edad. Bebé. Individuo inmaduro.
2. Albino.
bejuco. Enojado.
belisario. Durante los 80, cómica expresión de
saludo, cuyo propósito doble era el de parodiar el
tradicional‘feliz año’y a la vez rendir homenaje al
ilustre presidente de la República Belisario Betan-
cur Cuartas, poeta de Amagá.
bellecera. Expresión irónica para aludir a un
individuo de connotaciones funestas.
bellezura. Véase bellecera.
berraco. Osado. Trabajador. Luchador. Con una
particular habilidad en determinada lid.
1. Enojado.
2. Difícil.
3. Esforzado.
berraquera. Osadía. Aptitud particular para
afrontar la adversidad. Enojo. Ira.
berraquillo. Véase verraquillo.
berriondera. Véase berriondo.
berriondo. Luchador. Intenso. Grande.
bestial. Maravilloso. Monstruoso.
bicha. Papeleta de bazuco.
biche. Fruto sin madurar. Individuo bisoño, sin
práctica e inexperto.
bien cuidadito, monita. Fórmula de despedida
empleada por vigilantes informales de automo-
tores con el propósito de exigir con sutileza una
remuneración a quien haya estacionado su vehí-
culo en la calle. Cabe aclarar que la pigmentación
capilar de la dama no siempre guarda relación con
el consabido‘monita’.
bien jalado. Manufacturado o realizado en forma
correcta.
bien, para no preocuparlo. Frase lastimera
empleada con frecuencia como fórmula de res-
puesta ante una pregunta acerca del estado del
interlocutor.
bien pueda. Incorrección de uso muy común con
la que se pretende autorizar al interlocutor dubi-
tativo para llevar a cabo una acción determinada
sin restricción alguna. La forma correcta sería
“bien puede”.
bienestarina. Especie de fécula elaborada ofi-
cialmente por el Instituto Colombiano de Bienes-
tar Familiar, con el propósito de servir de alimento
a los pequeñuelos desfavorecidos.
billamarquín. Especie de taladro manual a ma-
nera de manubrio semicircular.
billetal. Monto considerable de dinero.
billetón. Cantidad exorbitante de dinero.
billetudo. Individuo adinerado.
billullo. Remoquete cariñoso, aunque no por
ello poco vulgar, con el que los codiciosos suelen
referirse al dinero. Hay quienes lo escriben y pro-
nuncian‘biyuyo’, aunque los más ortodoxos ape-
lan a su relación directa con la palabra‘billete’, al
escribirlo.
(35)
*bogotálogo
(bitute) Grupo de señores compartiendo una comida en el campo, 1946. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
(36)
birra. Italianismo de reciente cuño para cerveza.
bis. Añadidura arbitraria que suele adjuntarse a
la nomenclatura de calles y carreras, de seguro
surgida en el seno del clásico y muy bogotano
arte de la improvisación, cuando algún encargado
de bautizar alguna calle con su correspondiente
número, cometió el error involuntario, aunque
condenable, de repetirlo.
bístec, échele un. Invitación, un tanto burda, a
dar un vistazo a un objetivo determinado. Échele
un bístec al carro.
bitute. Vulgarismo para‘alimento’, aunque la
sonoridad pareciera aludir al papel moneda.
biyi. Miembro de alguna de las desaparecidas
pandillas enclavadas en sectores de clase me-
dia alta de la ciudad, cuyo auge tuvo lugar desde
mediados de los 80 hasta el principio de los 90
del siglo XX. Los biyis solían vestirse a la moda y
buscar camorra con sus similares de vecindades
enemigas. Los más famosos epicentros de la cul-
tura biyi tuvieron origen en los sectores de Pablo
VI, Unicentro y Niza. Según reza la leyenda, nunca
comprobada, uno de sus representantes, Esteban
Araque, fue apuñaleado en los baños del desapa-
recido Charlie’s Roastbeef de la calle 82. Entre
algunas de las pandillas más reconocidas del
momento se encontraban Las Pirañas, Los Pira-
tas y Las Garzas. Véase alzado, montador, tribiyi,
tropelero.
bizcocho. Dama o caballeros apetecibles y gra-
tos a la vista.
bizcorneto. Forma despectiva con la que se alu-
de a un individuo estrábico.
bluyín. Pantalón en tela de‘jean’que, contrario
a lo que sugiere la expresión, no necesariamente
tiene que ser azul.
bluyinazo. Refriega copulatoria no consumada.
bluyinear. Ayuntamiento erótico mediado por la
presencia de pantalones.
bobear. Desperdiciar el tiempo en actividades
ociosas. Cometer boberías.
bobolitro. Individuo de considerable estatura y
reducidas capacidades cognitivas.
bocadillo.
1. Golosina compacta, de color rojizo y sabor
azucarado elaborada a partir de cierta pasta de
guayaba.
2. Combinación errónea de colores en el vestir.
3. En el argot de los periodistas, nota breve en
formato de gacetilla.
bochado. Sencillo. Simple. Fácil de hacer.
Bochica. Gran maestro del pueblo chibcha,
quien –según relata la historia sacra perpetuada
a través de la oralidad– descendió del cielo con
sus barbas blancas, su aspecto extranjero y su
bastón de mando, para enseñar a las gentes las
bases de las artes de la orfebrería, el manejo
de textiles y la agricultura, entre muchos otros
saberes.
Una vez cumplida su misión de sumo pedagogo,
Bochica regresó por donde había venido, utili-
zando el arco iris como trampolín. Después de
su partida, bajo el maligno influjo de la bella
Huitaca, los discípulos olvidaron sus enseñan-
zas y se consagraron a la excesiva ingesta de
chicha, al fornicio y a la vida disoluta, por lo que
Bochica decidió castigarlos. Como sanción envió
un gran diluvio que luego suspendió gracias a
los clamores que ascendieron hasta la bóveda
celestial.
El blog www.elblogotazo.com ha bautizado como
‘complejo Bochica’a la tendencia típicamente
colombiana a beatificar lo foráneo por el básico y
fortuito hecho de serlo.
Algunos estudiosos han encontrado semejanzas
entre Bochica, el Manco Capac inca y el Quetzal-
coatl azteca. Véase Bachué, complejo Bochica, Chía,
Furachogue, Huitaca, Nemterequeteba, salto de
Tequendama, Xue.
(37)
*bogotálogo
bocho. Véase bochado.
bodygay. Apelativo cariñoso con el que su más
selecta y fiel clientela –conformada sobre todo por
efebos atléticos y fortachones– suele referirse a la
sede chapineruna de cierto afamado gimnasio. Di-
cen las estadísticas que las mayores entradas a las
arcas del lugar provienen de clientes en sus tempra-
nos 30 o 40, quienes, en un desesperado intento por
escapar de los embates de la alopecia y el vientre en
aumento, pagan por su membresía por seis meses y
sólo concurren durante la primera semana.
bofe. Grasoso condumio elaborado a partir de
la fritura del pulmón de la res, consumido con
avidez en las inmediaciones del Estadio Neme-
sio Camacho El Campín para calmar la ansiedad
anterior o la frustración posterior a un encuentro
balompédico. El bofe, además, está disponible en
casi todos los‘piqueteaderos’de la ciudad aunque
–según los entendidos– nunca habrá uno igual al
del desaparecido Palacio del Colesterol. Véase
piquete, piqueteadero.
Bogotá. Nombre de la ciudad capital de Co-
lombia. Al parecer se deriva del vocablo chibcha
Bacatá (lugar donde termina el arado), aunque,
de acuerdo con los más meticulosos estudios a
tal respecto, tal teoría carece de soporte. Juan de
Castellanos afirma que el término Bacatá significa
'lugar donde terminan los campos'. Por su parte,
Fray Pedro Simón sostiene que la voz está relacio-
nada con la expresión‘bogote’, uno de los títulos
conferidos al zipa. Véase bacatá, bogote, zipa.
Bogotá, río. Principal corriente fluvial de la ciu-
dad, hoy diezmada y transformada en una sentina
putrefacta y apestosa, por cuenta de las inescru-
pulosas fábricas de curtiembres aledañas. Tiene
una longitud aproximada de 380 infectos kilóme-
tros y en las estribaciones de su cuenca habitan
cerca de nueve millones de seres humanos. Si
bien en su cuenca alta, ubicada en el Páramo de
Guacheneque, sus aguas son relativamente puras,
ya a la altura de su cuenca media, en inmedia-
ciones de Bosa y Soacha, el río comienza a abas-
(bogotá)
(38)
tecerse con los detritos purulentos procedentes
de las factorías aledañas. A pesar de los ingentes
esfuerzos de algunos ciudadanos y entidades de
bien por restablecer su buena salud, los intereses
de gran parte del empresariado circundante han
imposibilitado el desarrollo de una verdadera
iniciativa tendiente a su recuperación.
bogotazo. Úsase para aludir a los eventos subsi-
guientes al asesinato del candidato liberal Jorge
Eliécer Gaitán, el 9 de abril de 1948, acontecidos
en Bogotá. Si bien el uso de la expresión es gene-
ralizado, su perspectiva resulta un tanto reduc-
cionista, pues limita el alcance de lo ocurrido al
contexto capitalino.
bogote. Según Fray Pedro Simón, vocablo origi-
nal que dio lugar al nombre Bogotá. Originalmen-
te, de acuerdo con el clérigo, el término aludía al
zipa. Es llamativa la semejanza entre la expresión
y la palabra 'bojote', uno de cuyos significados es
el de 'individuo de contextura gruesa'. Véase Baca-
tá, Bogotá, zipa.
bojote. Individuo obeso. Rollizo. De mejillas pro-
minentes.
bola.
1. Caja para embolar. El uso del término se remi-
te al año de 1868, cuando un francés de apellido
Deutienes comenzó a hacer uso de una caja de bo-
cadillos para que sirviera como apoyo al calzado de
los clientes, brillado con un betún elaborado por él
mismo a base de ceniza de papel quemado, mante-
ca y trementina. A esta sustancia la llamó bola.
2. Individuo torpe y tardo para razonar.
3. Testículo.
bolabotín. Embolador.
bolas, parar. Prestar atención. Algunos sugieren
que el término procede de cierta alusión curiosa a la
erección del tolete viril, aunque resulta más fundada
la teoría de que echa mano de la jerga de billarista.
bolas, pararle. Prestar la debida atención a algo
o a alguien.
bolate. Ajetreo.
bolates. Ajetreos. Obligaciones.
bolear. Lanzar. Arrojar. Blandir. Hacer uso inten-
sivo de una determinada herramienta, artículo o
utensilio.
bolear braga. Comportarse con largueza y gene-
rosidad en la repartición de favores sexuales.
bolear canilla. Valerse de patadas para salir
airoso en una competencia futbolística.
boleta. Exhibicionista. Barroco. De mal gusto.
boletear. Exhibirse innecesaria y peligrosamen-
te. Ponerse a sí mismo o a los demás en ridículo.
boletearse. Ponerse en evidencia. Sobreexpo-
nerse.
boleteo. Modalidad extorsiva tristemente fre-
cuente en nuestra otrora bienaventurada capital.
boletoso. Situación o individuo propenso a exhi-
birse de más.
bolillo. Clásico y ya desaparecido elemento de do-
tación característico de la Policía Metropolitana de
la ciudad, consistente en un tubo cilíndrico de ma-
dera, con 50 centímetros aproximados de longitud.
Su propósito es el de amedrentar a los malhecho-
res. Su aspecto es similar al de un bate de béisbol.
bolis. Bebida saborizada a base de agua y colo-
rantes artificiales de indeterminada procedencia,
caracterizada por su exorbitante contenido de
azúcar, y envasada en bolsas plásticas de forma
cilíndrica. Durante los 70 y 80 sació la sed de los
escolares capitalinos
bollada. Complicación. Enredo. Apuro. Afán.
Aprieto.
bollo. Hez. Excreta. Problema de difícil resolución.
boló. Betún. Apócope de“¡embolo!”, expresión
utilizada por los lustrabotas bogotanos para
atraer la atención de sus potenciales clientes.
bolo aéreo. Tejo o turmequé. Disciplina deporti-
va practicada en el territorio correspondiente a la
meseta cundiboyacense.
(39)
*bogotálogo
bolo, tumbar. Tener éxito en un determinado
emprendimiento.
bolsudo. Camisa, suéter o camiseta con su parte
inferior descomunalmente grande por el desgaste.
bom. Famosa triada balompédica perteneciente
al club Los Millonarios durante los años 70 del
siglo XX. La expresión es el resultado de unir las
iniciales de los apellidos de Alejandro Brand, Wi-
llington Ortíz y Jaime Morón.
bomba. En la jerga de vendedores y consumido-
res de bazuco, bolsa con 60 papeletas del estupe-
faciente.
bombas, en. De manera veloz. Úsase para aludir
a la presteza con la que una determinada actividad
debe ser llevada a cabo. Voy quince minutos tarde y
tengo que llegar en bombas.
bonche.
1. Riña. Conflicto. Problema.
2. Gresca. Algarabía. Escándalo.
bono de apoyo. Especie de donativo solicitado
por artistas en condiciones económicas dificulto-
sas, para asistir a un recital o a una exposición.
boqueto. Individuo afectado por un hablar gan-
goso. Véase boquinche.
boquinche. Forma despectiva para aludir a un
individuo a quien, debido a una imperfección en su
aparato fónico, habla con dificultad. Véase boqueto.
boquineto. Véase boquinche.
boroló. Enredo. Sucesión de hechos complejos.
borrachero. Nombre vulgar para la planta co-
nocida como datura stramonium. Es depresor del
cerebro y de las terminaciones nerviosas. Más de
500 años antes de convertirse en elemento de uso
común por delincuentes, su consumo era genera-
lizado entre el pueblo chibcha. Véase burundanga.
borrar casete. Estado de amnesia, por lo general
provocado por la excesiva ingesta de bebidas alco-
hólicas, inspirado en aquellos tiempos en los que
las cintas magnetofónicas eran el‘standard’por-
tátil del sonido grabado. Hay quienes se escudan
tras el pretexto de‘borrar casete’con el objeto de
justificar actos libidinosos, violentos, imprudentes
o ridículos llevados a cabo bajo el efecto de algún
brebaje espirituoso, sin que el mencionado olvido
haya en realidad existido. Véase aflojachochas, cha-
peto, embellecedor, enlagunarse, se le moja la canoa.
bosa. Chibchismo. Indica espacialidad. A la re-
donda. En contorno.
botado.
1. Dícese de quien, por alguna sospechosa razón,
está obrando con mayor generosidad de la acos-
tumbrada. El término fue inmortalizado por el
mago Pedro Simón en un legendario comercial de
televisión para los almacenes Konker, de los que
él era propietario.
2. De fácil resolución.
botaratas. Dadivoso. Derrochador.
botella papel. Grito de batalla en desuso, em-
pleado por recolectores de material reciclable.
Por razones indeterminadas, al comenzar el siglo
XXI la expresión ha ido desapareciendo.
botello. Bebida alcohólica embotellada.
botija verde, zurrondigón pintado. Fórmula
cómica de denuesto.
boyaco. Forma despectiva y burlesca con la que
se suele tratar a quienes son oriundos del bello
departamento de Boyacá.
(borrachero)
(40)
brasier. Sostén. Por extraño que ello parezca, el
término aún se mantiene al margen del Dicciona-
rio de la Real Academia Española.
breva. Fruto del brevo, empleado con frecuencia
en la elaboración de dulces, panecillos, elemen-
tos de repostería y demás. Una de las golosinas
típicas de la gastronomía bogotana son las brevas
con arequipe, por lo general dispuestas sobre una
suerte de base en papel, tendiente a adherirse a
su superficie, ocasionando un considerable dete-
rioro en la calidad del comestible.
brevas. Véase breve.
breve. Dícese de algo que puede realizarse de
manera fácil y expedita.
brevo. Árbol perteneciente a la familia de las
moráceas, conocido científicamente como ficus
carica. Su presencia era común en los patios tra-
seros de las residencias bogotanas de antaño.
brillar chapa. Manera burda de aludir al acto de
bailar muy de cerca.
brillar hebilla. Véase brillar chapa.
brinco, no dar un. Dícese de aquello que por su
escasez se agota con prontitud.
brincona. Dama de hábitos desordenados y pro-
miscuos.
brindis spears. Brindis, en la jerga de los ba-
res de rock duro de la avenida Primero de Mayo,
con referencia al nombre de la cantante Britney
Spears.
briqué. Arcaísmo para encendedor.
brocha. Burdo. Indelicado. Poco cuidadoso en el
detalle. Ese individuo es un brocha.
brocha, colgado de la. Comprometido en una
situación difícil.
brocho. Véase brocha.
bruja, el doctor. Clérigo famoso en la Bogotá de
comienzos del siglo XIX.
bruto. De escasa inteligencia. Incapaz. Contrario
a lo que sucede en muchos países de habla hispa-
na, en Bogotá y el territorio colombiano la expre-
sión pierde su connotación sexual.
bu rogers. Consumidor de marihuana. El térmi-
no se deriva de la tira cómica y de la popular serie
televisiva de los 70 y 80 tituladas‘Buck Rogers’.
bucéfalo. Remoquete a guisa de mofa empleado
para aludir a un autobús de servicio público.
buches, haciendo. Véase aguantada, haciendo
gárgaras, miar.
buen catre. Dícese de quien goza de admirable
reputación acrobática y de resistencia en materia
de lides amatorias.
buena muela. Úsase para aludir a un individuo
de apetito respetable.
buena papa. Bonachón. Amigable.
buenas. Voz de saludo, resultante de omitir el
subsiguiente término, alusivo a la hora del día
en la que éste sea proferido. Por lo general es
empleado cuando se intenta verificar si hay o no
alguien en un lugar.
buhonero. Vendedor ambulante de baratijas,
común en los años y siglos previos al advenimien-
to de la revolución industrial.
buñuelada.
1. Festín gastronómico en donde los buñuelos son
el platillo principal.
2. Proceder falto de pericia, propio de un novato.
buñuelo.
1. Especie de panecillo horneado, a base de harina
y queso. Suele consumirse en temporadas navide-
ñas acompañado de natilla.
2. Novato. Aprendiz de una actividad u oficio.
Burburata, La. En tiempos coloniales, límite
norte de la ciudad, ubicado en predios cercanos al
actual sector de San Diego, a la altura de la calle
26, zona en donde la orden franciscana levantó la
iglesia de ese nombre.
burletero. Individuo habituado a ridiculizar a sus
semejantes.
burreado. Apurado.
(41)
*bogotálogo
burro.
1. Ignorante.
2. Consumidor recurrente de marihuana. De
acuerdo con algunos, el término alude al natural
afecto profesado por la criatura en cuestión para
con las hierbas.
burundanga. Escopolamina. Alcaloide tropánico
extraído de las hojas de diversas plantas. La más
común de éstas en la sabana de Bogotá es el borra-
chero o burladora (datura stramonium). Es depresor
del cerebro y de las terminaciones nerviosas. Su uso
es generalizado por parte de quienes profesan cierta
particular modalidad de hurto consistente en intoxi-
car a la víctima para privarla de su voluntad y uso de
razón. En dosis excesivas los efectos de la burun-
danga pueden ser irreversibles e incluso letales.
Véase cascado, choro, paseo millonario, tumbe.
bus. Vehículo masivo de transporte público de
gran calado.
bus, bajarse del. Cancelar una determinada
deuda. Ser excluido o excluirse de un determinado
gremio o actividad. Entrar en razón.
buseta. Vehículo de mediano calado para trans-
porte público masivo.
busetero. Conductor de buseta o bus. Úsase –
por lo general– en forma despectiva y de alguna
forma justificada, dados los escasos modelos
de la mayoría de quienes ejercen este noble y
necesario,aunque hoy desacreditado oficio.
buseto. Apelativo cariñoso, vagamente irónico,
con el que algunos sacrificados bogotanos suelen
referirse al bus.
busque motel. Véase arrecho, páguele pieza.
búsqueme y verá que me encuentra. Fórmu-
la de amenaza utilizada para disuadir a alguien
de seguir perturbando a su interlocutor. Es una
derivación del clásico refrán aquel de‘el que bus-
ca encuentra’, expresión que durante años daría
nombre a una de las secciones del clásico seriado
cómico‘Sábados felices’.
caballo. Mujer u hombre de estatura y tamaño
considerable.
caballuda. Mujer alta y voluminosa.
cabello. Pelo. Pese a que el uso de la expresión
es del todo correcto y generalizado a lo largo y
ancho de los países hispanohablantes, en Colom-
bia suele verse ligado a una suerte de afectación,
dado su amplio uso por parte de individuos poco
cultivados con el propósito de darse pisto.
cabeza, darse en la. Consumir estupefacientes.
cabezazo. Ocurrencia inteligente y oportuna.
cabezón.
1. Obsesionado. Pensativo. Dícese de quien ha
alcanzado la desesperación gracias a la molesta
insistencia de alguien relacionada con algún asun-
to o temática.
2. Término cariñoso acuñado por el entrañable
Fulgencio Cabeza Manotas de la desaparecida
estación Súper Stereo 88.9, en los días del inolvi-
dable‘Zoológico de la mañana’.
cabildo. Ente encargado de administrar zonas,
cuerpos de policía y bienes, además de realizar el
reconocimiento de cargos durante la etapa previa
a la independencia nacional.
cabildo abierto. Solicitud por parte del pueblo
santafereño durante los tiempos independentistas
encaminada a buscar mecanismos de gobierno
más participativos por parte de la corona española.
cabrearse.
1. Enojarse.
(42)
2. Asustarse.
cabrero. Individuo poco dado a ejercer la con-
fianza en sus semejantes.
cabrilla. Vulgarismo con el que se alude al vo-
lante de un automóvil o al manubrio de una bici-
cleta.
cacanea. Vulgarismo alusivo a locura, alienación
mental, o a una actividad estúpida y riesgosa para
la salud.
cacao.
1. Heredero de las clases hegemónicas y oligo-
pólicas nacionales que, por la fuerza endogámica
ancestral de la que es beneficiario, tiende a pre-
valecer en el poder y a preservar en él a los de su
estirpe.
2. Miembro viril.
cacaseno. Homosexual.
cacha. Gran amigo. Ser humano que encaja de
manera perfecta con otro.
cachaco.
1. Bogotano de la más rancia estirpe. Para la
población oriunda de la costa caribe, cachaco es
todo aquel que provenga del interior.
2. Individuo encantador, de buen vestir, maneras
amigable y gentiles, fino humor, sociable, discre-
to, caballeroso, bien hablado, provisto de agudo
ingenio y visitante de cafés y salones de baile. Hay
quienes dicen que el término tiene su origen en el
uso cotidiano de la prenda conocida como‘cachet
coat’entre los bogotanos de antaño. Otros con-
sideran que puede haber una relación entre éste
y la palabra‘casaca’, o con el quechua‘k'acha’,
alusivo a un individuo bonachón y de trato ami-
gable. Al parecer, y según lo reza el periódico‘El
cachaco’, en principio se llamaba de esta manera
a quien, paradójicamente, era joven y se vestía en
forma descuidada. A partir de 1830, debido a la
participación de muchos estudiantes en ciertas
manifestaciones libertarias, comenzó a llamarse
así a jóvenes de ideas liberales y progresistas.
El término es empleado en Perú para aludir a un
miembro de las fuerzas militares. Una teoría más
apunta a su relación directa con el galicismo‘ca-
ché’. Aunque hacia los años 60 del siglo XX mu-
chos textos académicos documentaron el desuso
de la expresión, en los albores del XXI, ésta se ha
mantenido, contra muchos pronósticos desafortu-
nados.
cacharrear. Experimentar alrededor de algo a
partir del empirismo.
cacharro. Complicación. Objeto sin valor.
cachetoso. Elegante. Prolijo en alcurnia. Se de-
riva del galicismo‘caché’, a su vez procedente de
‘cachet’.
cachetudo. Modalidad aún más vulgar que‘ca-
chetoso’para aludir a la elegancia de un individuo.
cachifo. Apelativo dado a un joven durante los
años finales de su adolescencia. Según José María
Samper, el término comenzó a hacerse popular
hacia 1843, con cierta especie de pilluelos uni-
versitarios, nacidos en el seno del Colegio de San
Bartolomé, a quienes se denominó‘cachifos’.
cachiporros. En tiempos de la violencia, los
miembros de la colectividad opuesta usaron dicha
expresión para referirse a un individuo afín al Par-
tido Liberal colombiano.
cachito. Véase cacho.
(cachaco) Reconocido periodista vinculado a las revistas Cromos y Semana,
1944. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
(43)
*bogotálogo
cacho. Cigarrillo de marihuana.
cachucha, dar. Practicar la usura. Estafar a
alguien en el marco de una determinada negocia-
ción.
cachumbo. Rizo de pelo.
cachupe. Pestilente combinación olfativa mez-
clada por la congregación de la seborrea, la soba-
quina y la pecueca.
cacorro. Homosexual que se avergüenza de serlo
y lo esconde.
cacreco. Avejentado.
cada nada, a. Con suma frecuencia. A cada nada
los desgraciados de mi operador de cable llaman a
cobrarme.
caerle.
1. Esgrimir todo el arsenal amoroso propio para
procurarse la conquista deseada.
2. Visitar o acometer a un individuo en forma ines-
perada.
caerse.
1. Decepcionar la confianza de otro individuo. Des-
de que usted me quedó mal se cayó conmigo.
2. En la jerga de artes intepretativas, titubear en
el habla.
café con leche, dárselas de. Presumir. El tér-
mino se origina, al parecer, en la condición de
bien de consumo exclusivo, hace algunos años, de
la que hoy es una de las más populares bebidas
calientes de la ciudad. Algunos afirman que la
expresión‘café con leche’aludía más bien a quie-
nes, pese a su raza mestiza (entre morena y blan-
ca), pretendían exhibir destacables abolengos.
cafés de intelectuales. Hasta los años 50 del
siglo XX, centros de reunión de la élite bohemia de
Bogotá, esparcidos a lo largo y ancho de su cen-
tro. Muchos tenían nombres europeos. La mayoría
contaba con horarios acomodados al capricho
o a la resaca pertinaz de sus propietarios. Los
cafés literarios cachacos eran frecuentados por
personajes como Alberto Ángel Montoya, Fran-
cisco Samper Madrid, Luis Tejada, César Uribe
Piedrahita, Ramón Barba, Abelardo Forero Bena-
vides, Arturo Abella, José Umaña Bernal, Víctor
Amaya González, Jorge Zalamea, Luis López de
Mesa, Jorge Rojas, Eduardo Carranza, Arturo
Camacho Ramírez, Rafael Maya y Jaime Barrera
Parra. Muchas secciones periodísticos del tipo
‘Alka Notas’,‘La canasta familiar de Klim’,‘La
danza de las horas’y‘La ciencia amena’fueron
escritas en sus mesas. En uno de ellos, llamado
La Gran Vía, Ricardo Rendón, gloria de la carica-
tura en el país, se quitó la vida el 28 de octubre
de 1931. En el número 7-18 de la calle 14 estaba
La Cigarra, propiedad de Santiago Páez, enterado
como el que más de todas las minucias del discu-
rrir político. Eran épocas distintas, pues el señor
Páez, además, fungía de pagador de la Cámara de
Representantes. A menos de cien metros de dis-
tancia, en el 7-14 de la calle 13 estuvo el Windsor,
ambientado por la música triste de un violín cuyas
cuerdas, reemplazadas cada vez que se podía, se
lamentaban de la suerte de su dueño. Allí tenían
su despacho aquellos poetas a quienes se bautizó
como Los Nuevos. Muy cerca, La Riviere. En La
Plaza de Bolívar estaba La Botella de Oro. El más
famoso de ellos, quizá, fue el legendario Automá-
tico, localizado durante su época más esplendoro-
sa en el edificio Sotomayor de la avenida Jiménez,
(cafés de intelectuales)
(44)
y desaparecido de su ubicación original poco des-
pués del fallecimiento del maestro León de Greiff.
Durante algunos años sobrevivieron dos presuntos
herederos de El Automático, uno con su nombre, y
otro con el de El Aromático.
Dignos de mención, también, son ciertos restau-
rantes frecuentados por las clases aristocráticas
del país tales como el Temel, lugar obligado de
tertulia para la clase dirigente y acomodada del
país, en cuyas mesas se decidió gran parte del
destino de nuestra nación. En sus primeros años
tuvo su sede en la carrera quinta con calle 17.
Luego fue trasladado a la carrera Octava entre
calles 15 y 16. Años después de su desaparición,
el edificio ocupado por el Temel fue reacondicio-
nado para albergar el ya conocido Centro Cultural
del Libro. De la misma categoría fue el legendario
Gran Vatel, famoso por su decoración barroca y
excesiva, sus ampulosas obras de arte exhibidas
por salones, sus finos juegos de cubiertos y va-
jillas, y su salón presidencial. Fue fundado por
Marcel Goerres y su esposa, Elisabeth Estella
Held de Goerres, quienes llegaron al país en 1948.
En sus diversas etapas estuvo ubicado en la calle
18 con carrera Quinta, en la calle 24 con Sexta, en
la carrera Séptima con calle 82, y en la bella man-
sión Villa Adelaida de la carrera Séptima con calle
70, en principio propiedad de don Agustín Nieto
Caballero. Entre las muchas delicias servidas en
El Gran Vatel se cuentan el bouillabaisse a la mar-
seillaise, el pato a la naranja, la langosta termidor,
y el steak bearnaise. Cócteles como el gin fizz y el
whisky sour también hicieron época.Digno de men-
ción también resulta el restaurante Salinas, del
español Fernando Salinas, desaparecido al inicio
del tercer milenio.
cafuche.
1. Contrabandista. Vendedor de mercancías piratas.
2. Chibchismo empleado para aludir al tayassu
pecari, peculiar especie de cerdo.
cagada. Error. Equivocación. Falla.
cagado.
1. Dícese de quien se encuentra en malas con-
diciones o de aquel para con quien la suerte es
adversa.
2. Asustado.
cagadón.
1. Expresión escatológica para aludir a una nece-
sidad imperativa de excretar.
2. Falla prominente.
cagarla. Vulgarismo para errar.
cagón. Niño. Joven inmaduro.
cagui. En lengua chibcha, periodo del día com-
prendido entre la medianoche y el amanecer.
caído de la hamaca. Curiosa expresión emplea-
da para aludir a un individuo cuyo comportamiento
da evidentes manifestaciones de desequilibrio
mental, de desorientación, de desconexión del
mundo circundante o de razonamientos ilógicos.
caído del papayo. Individuo torpe y de tardo
entendimiento.
caído del zarzo. Ingenuo. Falto de cordura.
caifás. Invitación poco gentil proferida por parte
de un malhechor a su víctima con el objeto de
exigirle el despojarse de sus pertenencias cuanto
antes y sin chistar.
caifás con el villegas. Deformación bibliogre-
cocaldense de‘caiga con el billete’. Véase afloje.
cajas destempladas, salir con. Abandonar un
recinto o emprendimiento con semblante de de-
cepción y aburrimiento.
cajón. Féretro. Ataúd.
cajón, hacer. Planear una estratagema subrep-
ticia con el propósito de despojar a alguien de
su empleo o cargo para a su vez apoderarse del
mismo.
cajonear. Perjudicar. Hacer las gestiones nece-
sarias para que alguien pierda su posición, trabajo
o pareja.
(45)
*bogotálogo
calambre llanero. Elongación involuntaria por
excitación sexual del miembro viril.
calambur. Chascarrillo.
calanchín. Cómplice en la comisión de un delito.
calandraco. Individuo andrajoso, harapiento o
descuidado en el vestir.
calao. Especie de tostada elaborada con harina,
agua y sal, cuya ingesta produce un acceso inme-
diato e insoportable de sed.
calavera. Individuo de conducta indebida y repro-
chable. Véase hijo calavera.
calavera, el. Composición típica de autoría de
Fulgencio García. Sirvió como música incidental
para el seriado‘Don Chinche’.
calavero. Entrañable personaje radial de los 90,
encarnado por Memo Orozco, y miembro de la
agrupación Zangre Coagulada, a la que los bo-
gotanos recuerdan por éxitos como‘Me gusta tu
mamá’y‘No quiero ir al colegio’.
cálcelo, sin compromiso. Véase ¡adelante!
¡Mire! ¡Sin compromiso!, chiviado, gala, guayigol,
Sanandresito.
calcetearse. Acción y efecto de incumplir un
compromiso. Véase faltonear.
calceto. Incumplido. Impuntual. Dícese de quien
evade un compromiso ya adquirido.
calcetose.
1. Célebre nutrimento en polvo que se preparaba
como una bebida.
2. Individuo impuntual. Véase calceto.
caldo de mico. Ficticio potaje al que se le atribu-
ye la propiedad de provocar un enojo inusitado en
quien lo haya consumido.
caldo de papa. Milagroso potaje a base de pata-
tas, cilantro y sal, de comprobadas bondades a la
hora de afrontar una pertinaz resaca posterior a
una prolongada noche de jacaranda.
caldorrea. Diarrea de aspecto muy aguado.
calentahuevos. Dícese de cierto tipo de mujer
conformado por quienes, sacando provecho de sus
excepcionales virtudes físicas, procuran excitar
los bestiales ímpetus libidinosos de algunos caba-
lleros incautos, haciéndoles suponer –ilusamen-
te– que algún día habrán de disfrutar de sus bon-
dades sexuales. Mediante tal proceder, las damas
pertenecientes a esta despreciable cofradía se
procuran un determinado y utilitarista fin econó-
mico, académico, laboral o social. Por lo general
las calentahuevos suelen tener la odiosa costum-
bre de dejar a sus víctimas desoladas, humilladas,
semidesnudas y con su artillería viril en innecesa-
ria posición de guerra, después de haberlas hecho
pensar que al fin sus intenciones habrían de ser
consumadas. Véase caramelear.
calentano.
1. Oriundo de tierra caliente.
2. Variable en gran formato de las tradicionales
achiras.
caleta. Escondite.
caleto. Oculto.
caliche. Hipocorístico de Carlos.
calidad. Expresión de camaradería y gusto
dudoso empleada sobre todo por miembros del
proletariado local, por comerciantes informales,
taxistas, mensajeros y demás.
calidoso. Individuo virtuoso y amigable. El tér-
mino fue definitivamente inmortalizado con el
advenimiento de Empanadas El Calidoso, negocio
ubicado en cercanías de la calle 122 con carrera
Séptima.
caliente.
1. Individuo disgustado.
2. Situación de conflicto en su peor punto.
3. Individuo lujurioso.
calle. Vía perpendicular a los cerros orientales.
calle esos ojos. Úsase para indicar la necesidad
de no especular con respecto a una situación o
hecho determinado, o de guardar prudencia en
relación con éstos.
(46)
calle real. Vía principal de Bogotá en tiempos
coloniales y republicanos. Corresponde a la actual
carrera séptima, entre calles 11 y 16.
callejear. Permanecer durante largos lapsos en
las calles.
calvazo. Golpe seco y veloz, propinado con la
palma de la mano abierta sobre la cabeza de al-
gún desprevenido ubicado de espaldas al agresor.
Costumbre predilecta de los compañeros mayores
de colegio, quienes, con el aval de los monitores
de ruta que están en su mismo curso, gustan de
golpear impunemente a los pequeñuelos de pri-
maria y preescolar.
calzados. Expresión utilizada para aludir a quie-
nes hasta comienzos del siglo XX y dadas sus
precarias condiciones económicas, no podían per-
mitirse el uso de zapatos para aquel entonces.
calzonarias. Tirantes.
camaján. Fortachón. Individuo de tamaño promi-
nente.
cambio de luces, hacer. Expresión de muy
dudoso gusto empleada para aludir al intercambio
de gesticulaciones coquetas entre dos individuos.
Hoy vi al Wilson haciéndole cambio de luces a la
Paola.
cambuche. Tipo de vivienda improvisada, preca-
ria y frágil, por lo general fabricada por individuos
menesterosos y desfavorecidos por el dios de la
fortuna, para resguardarse de los profusos agua-
ceros capitalinos. Para su manufactura se suelen
utilizar papel periódico, bolsas plásticas, cartones
y algunos otros materiales de muy limitada resis-
tencia al uso.
camellador. Trabajador incansable.
camello. Trabajo. Empresa complicada.
camellón. Vía terrestre.
caminandito. Diminutivo un tanto burdo para
aludir a un acontecimiento en pleno desarrollo.
caminarle. Estar de acuerdo. Coquetear con un
individuo determinado.
campanazo. Advertencia.
campanero. En las bandas de delincuentes dí-
cese de quien se ubica de manera estratégica en
un lugar desde donde pueda advertirles sobre la
presencia de alguna víctima o sospechoso.
campechano. Campesino.
campeche. Aborrecible fórmula despectiva y
elitista para aludir a un individuo procedente de
zonas rurales.
cana. Presidio.
canalear. Costumbre frenética de accionar los
botones de un control remoto con el objeto de
diversificar la oferta de entretenimiento. Forma
criolla del popular‘zapping’anglosajón.
canar. Dicho del pelo, ir pintándose de canas.
(calvazo)
(camello) Instalación rieles del tranvía, 1912. Luis Alberto Acuña /
Colección MDB - IDPC
(47)
*bogotálogo
canastero. Expresión en desuso empleada para
aludir a los amos de casa propensos a interrela-
cionarse sexualmente con sus empleadas de ser-
vicio doméstico.
canchero. Avezado.
canchoso. Perro saturado de pulgas.
candela.
1. Fuego. Encendedor.
2. Hecho crítico y complejo.
candela, dar. Agredir a un individuo mediante
impactos con arma de fuego.
candelario. Habitante arquetípico o miembro de
la población flotante posmoderna del vecindario
conocido como La Candelaria. El poder adquisi-
tivo de un candelario suele ser menor que el de
un macareno, hecho reflejado en las ropas y en
las costumbres un tanto menos ostentosas. Ello
se debe –sobre todo– a que la mayor parte del
ejército de candelarios está conformada por uni-
versitarios de las entidades de educación superior
aledañas al sector, dependientes de una mesada
recibida de manos de sus padres. El candelario es
visitante asiduo de lugares como el Café Pasaje, el
San Moritz o el bar de Homero, y bebedor frecuen-
te de vinos de caja o de chicha embotellada en el
Chorro de Quevedo. También se destaca por sus
cualidades de cantor y guitarrista espontáneo de
tonadas de Sui Géneris o León Gieco. Comprador
de inciensos, palos de santo, charangos, quenas,
instrumentos andinos y prendas artesanales, su
periodo de actividad suele ser corto, pues por lo
general equivale a sus años de permanencia uni-
versitaria. Sobra agregar que no todos los vecinos
del sector denominado La Candelaria cumplen
con las anteriores características. Véase macare-
no.
candy. Grupo de jovenzuelos surgido a mediados
de los 90 y –según algunos– precursor del futuro
movimiento‘emo’. Los‘candies’se vestían en
forma infantil, parecían negar los compromisos y
actos propios de la adultez, utilizaban muñecos,
juguetes articulados y ropa de colores alegres.
caneca. Bote de basura. Tinaco. Unidad de medi-
da para ciertos licores.
canelazo. Calórica bebida caliente empleada
para amenizar diversas actividades sociales bogo-
tanas, tales como caminatas nocturnas, novenas
de aguinaldo y eventos nocturnos al aire libre. Se
elabora con agua de panela mezclada con una
idéntica proporción de aguardiente y astillas de
canela. Dos o tres canelazos bastan para provocar
un considerable estado de intoxicación alcohólica
al festejante. La Casa de Poesía Silva y algunas
otras entidades, entre culturales y bohemias,
han institucionalizado el canelazo como la bebida
oficial en cócteles, conversatorios, simposios y
lanzamientos de publicaciones.
canequero. Véase perro canequero
canillazo. Golpe en las canillas, por lo general
propinado en medio de un encuentro futbolístico.
cano. Canoso.
cantaleta. Alegato. Discurso repetido e insopor-
table en tono, por lo general, de reprimenda.
cantaletoso. Dícese de quien regaña en forma
pertinaz y reiterada.
(caneca)
(48)
cantar. En el argot criminal y policial, ejercer
la delación. Revelar algún secreto o decir la
verdad.
canto. Figura en forma de L que producen las
faldas de las mujeres al estar sentadas.
cañar. Timar. Engañar. Convencer a alguien de
algo mediante una mentira o argucia falsa.
cañero. Mentiroso.
capar.
1. Recibir un golpe en la zona testicular, por lo
general mediante un puntapié.
2. Capar clase. Dejar de concurrir a las lecciones
escolares en forma deliberada y premeditada.
3. Capar texto. En el argot de editores, diseñado-
res, diagramadores, correctores de estilo y perio-
distas, reducir el tamaño de un escrito para que
se acomode al número de caracteres posibles o al
espacio disponible.
cáqueza. Chibchismo. Estado de paz. Sin pelea.
caracha. Costra de sangre. Superficie epitelial
con aspecto de costra de tejido blando con-
formada por la unión de células muertas, que
aparece durante el proceso de cicatrización de
una herida.
carachas. Expresión de sorpresa. ¡Ah carachas!
caracoles. Expresión de admiración ante una
circunstancia inusual.
carajada.
1. Hecho molesto.
2. Asunto irrelevante.
carajear. Desperdiciar el tiempo.
carajito. Pequeñuelo.
carajo. Expresión de disgusto o sorpresa. Lugar
distante. Según teorías nunca comprobadas, el
término carajo es una distorsión del‘cazzo’italia-
no, zona más lejana de los barcos. Pedir a alguien
que se vaya al carajo es invitarlo a irse lejos.
caramelear. Dar contentillo. Ilusionar a alguien
con dádivas o promesas insignificantes.
caramelo, dar. Véase caramelear.
carate. Falla dermatológica consistente en la
aparición de manchas oscuras o rosadas, muy
visibles, en la piel.
caratejo. Individuo afectado por una vistosa afec-
ción cutánea pigmentaria, en la que la piel suele
llenarse de manchas demasiado claras u oscuras.
caray. Expresión de sorpresa.
carcacha. Automóvil viejo y deteriorado.
cardenales. Fórmula con la que se alude a los
jugadores y simpatizantes del club de fútbol Inde-
pendiente Santa Fe, dada la similitud cromática
de su uniforme con la de un alto prelado de la fe
católica.
carechimba. Fuerte improperio empleado en
la jerga delincuencial para aludir a un individuo
abominable.
careculo. Mueca de disgusto y aflicción que su-
cede a la comunicación de una noticia funesta, a
un retorcijón estomacal o a la permanencia obli-
gada en un entorno o situación hostil.
carenovio. Candidato a novio. Pretendiente. Dí-
cese de aquel que, sin serlo, cumple con las obli-
gaciones propias del prometido de una dama.
caribe. Caro. Costoso.
caribean. Véase caribe.
carichupao. De rostro enjuto y mejillas delga-
das.
cariñoso. Caro. Oneroso. Costoso.
carirredondo. De rostro redondo.
carisellazo. Situación azarosa, dejada en manos
de un lance de moneda. La medida es propia, so-
bre todo, de individuos indecisos.
carmelito. Color café claro.
carracos. Denominación despectiva con la que
se conoció a los partidarios del federalismo en
tiempos de la llamada‘Patria Boba’. El nombre se
debió a un periódico a favor de tales ideas, cuyo
título era El Carraco. Los opositores de los carra-
cos fueron los pateadores.
carramplón. Fusil.
(49)
*bogotálogo
carranchil. Escabiosis. Sarna. Afección cutánea
producida por el desaseo, uno de cuyos síntomas
es el prurito.
carreras ye ye. Competencias automovilísticas
informales entre jóvenes llevadas a cabo, durante
los años 60 y 70 del siglo XX, en los baldíos te-
rrenos de la actual calle 116. Por lo general sus
competidores eran clientes asiduos de discotecas
juveniles tipo La Bomba o El Diábolo. Véase mitos
urbanos.
carreta. Falsedad. Infundio. Mentira.
carretudo. Mentiroso. Mitómano.
carrobomba. Auto provisto de una carga de ex-
plosivos.
cartón. Diploma universitario o escolar.
cartulina, pizza. Modalidad de pizza expendida
en las calles y sostenida por pequeños cartones
triangulares, y de discutibles condiciones higiéni-
cas y nutricionales.
cascada, voz. Voz enronquecida y agotada.
cascado. Desgastado. Averiado. Golpeado.
cascar. Golpear. Véase tropelero, zampar.
cáscara. Obstáculo. Trampa.
cascarero.
1. Dícese del educador acostumbrado a poner pe-
queñas trampas en las evaluaciones a su alumna-
do para poner a prueba su capacidad de detectar
posibles errores.
2. Ladrón de objetos de mínima valía.
casero, almuerzo. Variable de almuerzo elabo-
rada en restaurantes económicos, sin platos a la
carta, por lo general conformada por ingredien-
tes de simple y nada costosa elaboración. Véase
acpm, corrientazo, ejecutivo.
caspa. Delincuente. Individuo de conducta exe-
crable.
caspear. Deteriorarse. Popularizarse. Convertir-
se en saber del dominio común.
casposo. Mentiroso. Véase pajudo.
casquifloja. Dama de entrepierna blanda.
castigar baldosa. Expresión de gusto discutible
para aludir al baile.
catano. Anciano.
catorce, hacer un. Hacer un favor. Llevar a cabo
un encargo.
catre, ser buen. Especie de categorización que
avala las cualidades de un individuo en las lides
eróticas.
catrehijueputa. Exagerado denuesto de uso
impropio entre individuos probos y cultivados.
cauchera. Dispositivo artesanal consistente en
una base en forma de Y, y una banda elástica,
empleada a manera de mortero.
cauchito. Fórmula cariñosa para aludir a un
profiláctico.
cayetano. Intimidante llamado a permanecer en
silencio. Véase chancuco, chito.
ceba, qué. Expresión de repudio y asco, forma
moderna de los antañones‘¡gas!’y‘¡fote!’.
cebarse. Vomitar.
cebo. Forma reciente del popular ceboso.
cebollero. Bus de servicio público de mediano
precio. Se cree que fue llamado así en virtud del
fuerte olor acebollado procedente de las axilas de
los viajantes.
ceboso. Asqueroso. Obeso.
cela. Apócope para celador.
celacho. Alusión informal a un miembro de las
huestes de una empresa de seguridad privada.
celoso. En la jerga del hampa, celador. Tal rela-
ción, aunque en apariencia infundada, encuentra
algo de soporte en el hecho de que las raíces la-
tinas para‘celos’(zelus) y‘celador’(celator), sean
similares; en latín el verbo zelare significa cuidar,
vigilar, y el verbo celare, ocultar, cubrir.
celu. Apócope de teléfono celular.
centavero. Individuo minucioso en las cuentas y
acreencias. Tacaño.
centavo, guerra del. Pugna diaria por la mayor
recolección de pasajeros posible, ejercida por los
(50)
conductores de buses de servicio público, con
la aprobación tácita de las administraciones de
turno, dada la no existencia de paraderos y la des-
articulación en las firmas prestadoras del servi-
cio. Aún hoy el conductor que recolecte la mayor
cantidad de dinero por concepto de tarifas, será el
que recibirá un mejor pago.
centro, el. Zona medular de la ciudad, en su
mayoría ocupada por sedes de entidades oficiales,
universidades y locales comerciales. Se ubica,
aproximadamente, entre la calle primera y la 32,
y entre la avenida Circunvalar y la carrera 30. Su
eje fundamental es la Plaza de Bolívar, epicentro
de la ciudad, de modesto e irregular aspecto, con-
formado por edificaciones asimétricas de arqui-
tectura disforme y desigual. Desde su fundación,
la Plaza de Bolívar ha visto erigirse y derribarse
edificaciones tales como las grandes Galerías
Arrubla, primer centro de comercio de la ciudad,
o el antiguo Palacio de Justicia (cuya ausencia fue
suplida por uno nuevo, tal vez el más atroz sobre
la Tierra). Antes de estos dos hubo uno más, des-
truido en el marco de los eventos del 9 de abril.
La Plaza tiene la peculiaridad de estar inclinada
hacia el occidente y de haber visto girar la mirada
del libertador Simón Bolívar hacia distintos luga-
res, de acuerdo con el capricho del presidente de
turno. Antes de la gesta independentista, dicho
lugar se conoció como Plaza Mayor, nombre que
conservó hasta 1846.
cepillar. Adular a alguien para ganarse sus fa-
vores.
cepillero. Lambiscón. Adulador. Dícese de quien
exalta las cualidades de sus superiores para
conseguir un fin ulterior. Véase lambón, lagarto,
trepador.
cerditos. Deformación caricaturesca empleada
para aludir al vecindario norteño de Cedritos, a su
vez bautizado así en recuerdo de la Hacienda Los
Cedros, propiedad solariega de Francisco de Pau-
la Santander en tiempos decimonónicos y cercana
al actual barrio en mención.
cerdada. Acto burdo, desmedido, desleal o anti-
higiénico. Úsase también para aludir a un desme-
surada ingesta de alimentos.
cerdo.
1. Policía.
2. Individuo habilidoso o despojado de reato algu-
no en la ejecución de una tarea determinada.
3. Individuo de modales burdos e higiene cuestio-
nable.
cerdo, a lo. De forma burda. Exageradamente.
Sin cuidado o modales.
cerrado. Individuo hermético, poco generoso o
en extremo celoso de su privacidad y haberes.
cha. En lengua chibcha, varón. Véase chibcha.
chaca chaca. Voz onomatopéyica y polisémica
aplicable a cualquier situación de la vida. Cierta
campaña del desaparecido detergente Inextra
Activado de Hugo Gómez, con tal vocablo como
eslogan, constituyó un segundo aliento para la
carrera del actor.
chácara. Monedero.
chacho, el. Darse ínfulas de ser el más grande y
destacado en un determinado arte u oficio.
(a lo cerdo) Lechona tolimense. Aparece Daniel Rodríguez, autor de la
foto, 1940 / Colección MDB - IDPC
(51)
*bogotálogo
chafarote. Dictador. Monarca. Militar doblado de
primer mandatario. Véase gurropín.
chaguala. Herida provocada por una intervención
quirúrgica.
chagualo. Zapato viejo y deslucido.
chagüeto. Objeto burdo y mal acabado.
chalequear. Requisar. Robar.
chamba. Cicatriz o herida considerable, por lo
general provocada con arma cortopunzante.
chambón. Individuo ordinario y poco esmerado
en la perfección de sus obras.
chamizo. Rama delgada de común utilización en
la decoración de pesebres en fiestas navideñas.
champiñón (peinado). Corte de pelo cuyo as-
pecto semejaba al de un hongo.
champiñón, estar como un. Encontrarse en
un estado de soledad, abandono y aburrimiento.
chamuscar.
1. Carbonizar. Quemar.
2. …un CD o DVD. Grabar información en un disco
compacto virgen.
chan con chan. Pago de contado.
chance. Juego de azar fundamentado en el mis-
mo principio de la lotería, pero de dimensiones
más informales y simples.
chancera. Vendedora de chance.
chanchar. Alimentarse o consumir una bebida,
por lo general de manera excesiva.
chánchiras. Voz de invocación al demonio.
chanchito. Revista infantil publicada en Bogota
entre 1933 y 1936.
chancho. Individuo obeso. Comedor compulsivo.
chanchullo. Jugada sucia y corrupta, por lo
general perpetrada por políticos, funcionarios y
contratistas del Estado.
chancla, turismo de. Véase chancletero.
chancletear.
1. Accionar el pedal de un automóvil en forma
continua.
2. Hacer sonar las suelas de las chancletas contra
el piso, provocando un aborrecible y constante
sonido.
chancletero. Especie muy común de individuos
conformada por turistas que en festividades, tem-
poradas vacacionales, pero sobre todo en semana
santa suelen atiborrar los balnearios cercanos a
la capital con sus flotadores, sus bronceadores
baratos y sus automóviles deteriorados y escan-
dalosos. Su radio de acción se circunscribe a
municipios ubicados en el triángulo conformado
por Girardot, Melgar, Carmen de Apicalá y otras
ciudades de características semejantes. Sus
puntos de reunión suelen ser las pollerías en las
plazas centrales de dichas poblaciones, las ventas
callejeras de‘raspaos’o cierto legendario asadero
de pollos, pizzas y carnes en Melgar. Puntos obli-
gados de visita son la piscina de olas y los toboga-
nes. Existe, por asociación, un tipo de turismo al
que también se denomina de dicha forma.
chancuco. Jugada sucia y corrupta llevada a
cabo en forma deshonesta y subrepticia.
chanda.
1. Perro de raza indeterminable y aspecto desmi-
rriado.
2. Dícese de algo muy desagradable.
chanderman. Fórmula cómica empleada para
equiparar las calidades de un perro de la calle a
las de un linajudo dóberman.
chandoso. Véase chanda.
chanfa. Trabajo. Empleo.
(chan con chan) Recibo de máquina de bordar, 1954. Donante: Elsa y
Jesús Sarmiento Sáenz, Álbum familiar / Colección MDB - IDPC
(52)
chanfaina.
1. Peculiar receta nacional elaborada a base de
algunos ingredientes procedentes de la asadura
de la res, tales como el hígado, el corazón, los
riñones, la pajarilla y el bofe.
2. Trabajo. Ocupación.
changua. Curioso y aromático caldo elaborado con
leche, agua, huevos, cilantro y cebolla. En cuanto a
la changua no hay puntos medios: o causa absoluto
repudio o es objeto de religiosa veneración.
changüita. Individuo peligroso y de mal actuar.
chantar. Acomodar a alguien en una situación,
compromiso u oficio no deseado.
chaos. Vulgar fórmula de despedida empleada
para simplificar y pluralizar el adiós ante un grupo
de individuos. Véase gomín, goñero, quiubos.
chapeado. Individuo de mejillas sonrosadas.
Es fácil detectar a un bogotano en cualquier otro
lugar del país por este peculiar tipo de pigmenta-
ción cutánea.
chapete. Uno de los más importantes caricatu-
ristas en la historia del país, famoso por su cáusti-
co humor político y por sus críticas a los mandata-
rios del momento.
chapeto. Embriagado.
chapetón. En tiempos de la Conquista y la Colo-
nia, español.
chapetonada. Durante los años de la domi-
nación hispánica, enfermedad venérea eruptiva
propia de los españoles residentes en suelo ame-
ricano.
chapigay. Reciente remoquete con el que a bien
se ha tenido el bautizar al sector de Chapinero
Alto, dada la abundancia de representantes de la
comunidad LGBT que vive y ronda el vecindario.
chapín. Tipo de zapato fabricado y vendido por
don Antón Hero de Cepeda en su zapatería, ubicada
justo en donde, desde los años 40 del siglo XX, se
erige la estación de gasolina de la calle 60 con ca-
rrera Séptima, en el punto antaño conocido como
El Triángulo. Algunos teorizan que el nombre se
debió a la asociación onomatopéyica derivada del
ruido que dichos zapatos hacían al chocar contra
el piso húmedo y el barro. Otros suponen que es
una derivación del árabe chipín, cuyo significado a
su vez es el de alcornoque. Los chipines, de hecho,
eran zapatos con suelas elaboradas a partir de la
madera o el corcho del mencionado árbol.
chapinerear. Desplazarse por el populoso sec-
tor de Chapinero, localidad comprendida entre la
avenida Circunvalar y la avenida Caracas, y entre
la calle 39 y la calle 100. El lugar debe su nombre
al fabricante y reparador de calzado Antón Hero
de Cepeda, oriundo de Cádiz y casado con la hija
de un rico cacique de Usaquén. Cuenta la historia
que poco después de la fundación de Bogotá, don
Antón estableció su fábrica de calzado en un lote
de 150 héctareas, con su núcleo en el centro de
la actual estación de gasolina de El Tríángulo,
ubicada en la carrera Séptima con calle 59. El
modelo de calzado más popular de cuantos fueron
desarrollados por él fue el llamado chapín, por lo
que sus más asiduos clientes le llamaron‘el cha-
pinero’, en la misma forma en que un fabricante
de botas habría sido llamado‘el botero’. El chapín
(chapeto) Planta Eléctrica Anchicaya, 1953. Saúl Orduz / Colección MDB
- IDPC
(53)
*bogotálogo
era un zapato destinado a proteger a su usuario
del barro y la lluvia, mediante un sistema de sue-
las de cuero y correas. Algunos se inclinan por
pensar que tal denominación se debió en realidad
a la marca del calzado, a saber, El Chapín Hero. El
17 de diciembre de 1885, por acuerdo municipal,
se dispuso que el caserío llevara tal título. Parte
del crecimiento del sector se debió a la construc-
ción de la red del tranvía, cuya existencia favoreció
la construcción de residencias campestres tales
como la Quinta Camacho. Dicha edificación era
una solariega mansión localizada en la actual ca-
rrera 13 con calle 68, de propiedad de don Eduar-
do Camacho. Cuenta la leyenda que el 29 de junio
de 1914, el afamado matador colombiano Leandro
Sánchez de León, apodado‘Cacheta’y alojado en
ella, falleció en medio de circunstancias nunca
resueltas. Aún hoy el sector aledaño conserva
el nombre de la vivienda y resalta por su buena
cantidad de viviendas de estilo Tudor, excepcional-
mente bien conservadas.
Chapinero alto. Imprecisa denominación con la
que los facilistas han decidido referirse al sector
correspondiente al barrio Granada, según muchos
epicentro de la colonia de estudiantes caleños que
reside en la ciudad. Cierto sector equivocado de la
pequeñoburguesía bogotana suele incluso aludir a
éste como Rosales.
chapiyorker. Curiosa especie de individuos
nacidos en Bogotá como producto de las hibrida-
ciones posmodernas. Especie de‘yuppie’contem-
poráneo de hábitos refinados y gustos complejos,
es la más frecuente variable local del anglosajón
‘hipster’. Sus representantes son individuos de
hábitos bohemios, con ciertos intereses por las
artes y la creatividad, e inclinaciones tímidas e
insuficientemente revolucionarias. El chapiyorker
más ortodoxo es –en el sentido riguroso del tér-
mino– un habitante de Chapinero por lo general
con pretensiones de artista plástico, diseñador,
realizador de cine, escritor, realizador audiovisual
o fotógrafo, convencido de vivir en Brooklyn. Hay
quienes critican el imposible imaginario del chapi-
yorker de equiparar Nueva York a Bogotá, tenien-
do en cuenta los visos de tercermundismo que tan
pretencioso acto trae consigo. Visitante asiduo y
gratuito de cuanta fiesta‘fashion’y‘stilish’haya
en la ciudad, buena parte de los chapiyorkers se
conoce y admira entre sí, aun cuando sea por las
vías de Facebook o Twitter, tablones públicos en
los que esta nueva tribu suele dejar testimonio de
sus incursiones en la creatividad gráfica o escrita.
chapol. Vieja fórmula despectiva para dirigirse a
los miembros de la honorable Policía Metropolita-
na de la ciudad.
chapotear. Llevar a cabo una actividad sin la
debida pericia y sin técnica o arte alguno, aunque
con cierta medida de decoro y buena voluntad.
chaquén. Dios chibcha, patrono de los grandes
rituales.
chaques, en. Llevar a cabo una actividad deter-
minada bajo algún pretexto.
charco. Pequeño pantano.
charol.
1. Véase charola.
2. Material brillante empleado para la elaboración
de zapatos con el objeto de dar un falso aire de
(chapinero alto)
(54)
elegancia a ocasiones tales como primeras comu-
niones, bautizos o matrimonios.
charola. Bandeja de metal.
charrera. Hecho desagradable y digno de burla y
desprecio.
charro. Desagradable. De mal gusto. Contrario al
antioqueñismo homónimo, charro, en Bogotá no
alude a algo cómico o gracioso. No hay nada más
charro que las fiestas de integración empresarial.
chasis. Dama destacable por su curvilínea soli-
dez.
chasquear. Voz onomatopéyica con la que se
alude al incivil acto de hacer sonar la boca mien-
tras se mastica algún comestible, en particular
una goma de mascar.
chato.
1. Muletilla empleada por los cachacos de antaño
para referirse a un amigo entrañable. ¡Ala, chato,
lo mejor es que te vayas de aquí pa’ un sitio tranqui-
lo!
2. Individuo de nariz pequeña.
chaveta. Navaja. Si el tipo se le pone muy salsa, no
se preocupe; ¡sáquele la chaveta!
chéchere. Objeto estorboso, inútil y sin impor-
tancia. Durante mucho tiempo, uno de los más
célebres expendios de chécheres fue la Plaza
España, tradicional plazoleta de la ciudad ocupada
de tiempo atrás por ropavejeros y rodeada en su
conjunto por diversas edificaciones, entre éstas
la misteriosa fábrica de Pastas El Gallo, producto
al que, quienes por su avanzada edad alcanzaron
a probar, solían comparar con el engrudo. Me da
pereza irme a vivir con mi novio porque su casa está
llena de chécheres.
chepa. Extraña situación en la que el destino se
confabula de manera extraña e inexplicable con
las circunstancias para favorecer a alguien en un
hecho afortunado e inmerecido. Con esta ciudad
tan peligrosa uno vive de chepa.
chepazo. Hecho afortunado debido a la suerte.
chepito. Antiguo y pintoresco empleado de em-
presa de cobranzas. Su atavío consistía en un ves-
tido tipo sacoleva, y su única dotación constaba de
un maletín en el que –vergonzosamente visibles–
estaba estampado un texto en grandes mayúsculas
que rezaba‘cobranzas’. Su principal objetivo, des-
pojado de agresividad física, pero a la vez cargado
de presión sicológica, era el de poner en evidencia
al moroso frente a sus vecinos y conocidos para
así obligarlo a cancelar las deudas tan largamente
pospuestas. Por desgracia y debido a una lamenta-
ble ley, el oficio de chepito fue declarado ilegal, tan
sólo para dar paso a una nueva especie de odiosos
cobradores de‘call center’, casi siempre estudian-
tes de segundo semestre de derecho, quienes en
tono solemne y antipático suelen llamar los días
domingos a las 8 de la mañana para mortificar al
pobre deudor con la consabida amenaza del‘cobro
jurídico’. Los cobradores telefónicos son los chepitos
del mundo contemporáneo.
chepudo. Individuo bendecido por el dios de la
suerte. Ángel fue muy chepudo haciendo ese gol de
última hora que dejó a Nacional campeón y a Millos
de segundo.
chequera. Fuente informal de ingresos. La emi-
sora es la chequera de los programadores de radio.
Chesman. Una de las muchas pandillas de jo-
venzuelos rebeldes, cuya presencia en Bogotá
comenzó a hacerse común a principios de los 60
del siglo XX. La Chesman fue, de alguna forma,
antecesora indirecta de los biyis que aparecerían
un poco más de 20 años después. Es casi seguro
que su nombre se deba a Caryl Chesman, famoso
criminal ajusticiado al comienzo de dicha década.
La Chesman era más miedosa que esas pandillas de
biyis ochenteros.
chévere. Vocablo caribeño de uso generalizado
en gran parte de América Latina y de inexplicable
exclusión aún hoy en el Diccionario de la Real
Academia Española. Su utilización en Bogotá es
(55)
*bogotálogo
considerablemente común y su procedencia, al
parecer, guarda alguna cercanía con el‘chevalier’
francés. Lo más chévere de Bogotá es que no tiene
bichos de tierra caliente.
cheveridad. Caribeñismo colado dentro del
lenguaje bogotano. Lo más importante de un ser
humano, al fin de cuentas, es la cheveridad.
Chía.
1. Según la creencia chibcha, luna.
2. Municipio colindante con el extremo norte de
Bogotá, famoso por la proliferación de restauran-
tes y reposterías sabaneras, por la existencia de
un centro comercial de considerables dimensio-
nes y por su reticencia a quererse anexar a la ca-
pital, hecho que sin duda sería de sumo beneficio
para los empleados de los locales en mención y
para el estudiantado y profesorado de la Universi-
dad de la Sabana. Véase flota, lejuras, merengón de
guanábana, postre de natas.
chib. En lengua chibcha, báculo. Véase chibchas.
Chibafruime. Deidad menor del pueblo chibcha,
dedicada a la guerra.
Chibchacum. Divinidad chibcha. Furibundo y
sumo regente de la sabana que, indignado por el
mal proceder del pueblo muisca al desconocer los
preceptos impartidos con amor por su maestro
Bochica, decidió castigarlos con un diluvio univer-
sal. Véase Bachué, Bochica, Chía, Furachogue, Hui-
taca, Nemterequeteba, , salto de Tequendama, Xue.
chibchas. Familia lingüística cuyas dimensiones
demográficas, en su máximo periodo de esplen-
dor, son objeto de controversia. Las distintas
hipótesis apuntan a un grueso que va desde los
300.000 hasta los dos millones de habitantes.
De sur a norte, los dominios de los chibchas se
iniciaban en inmediaciones de Fusagasugá y cul-
minaban hacia los territorios correspondientes del
actual San Gil, en el departamento de Santander.
Toda la extensión del territorio chibcha debió
comprender alrededor de 30.000 kilómetros
cuadrados. Como si se tratara de un anticipo a la
futura historia del pueblo bogotano, la etnia chib-
cha no dejó construcción alguna en piedra (hecho
que sí ocurrió con buena parte de los pueblos
prehispánicos). Sus ambiciones arquitectónicas se
limitaron a la edificación de casas en madera y ba-
hareque. Tal vez ello explique el desinterés de sus
descendientes por la perpetuación de su memoria
a través de obras monumentales y su natural in-
clinación por el execrable oficio de la demolición.
Chibchombia. Fórmula despectiva a manera de
parodia cómica, inspirada en la colombianidad,
creada por las mentes responsables del legen-
dario seriadio televisivo de dibujos animados‘El
siguiente programa’. Según el ideario de dicho
espacio, el hecho de ser chibchombianos era la
base genética y social del tercermundismo ram-
pante a lo largo y ancho del territorio nacional.
Véase guayigol.
chibchombiano. En el mundo de fantasía del
desaparecido seriado‘El siguiente programa’,
individuo oriundo de Chibchombia.
chicanear. Ufanarse. Sobreexponer un deter-
minado objeto o virtud propia con el propósito de
aparecer como superior a los ojos de los demás.
chicanero. Dícese de aquel que tiene por cos-
tumbre el exhibir sus propiedades o virtudes en
demasía. El término parece derivarse del chi-
bchismo‘chicana’, cuyo significado equivale a
‘aquello que está en lo alto’.
chicareto. Individuo despojado de una o de varias
piezas dentales.
chicas del Can. Remoquete cariñoso con el que
se solía agrupar a las burócratas empleadas del
extinto Instituto Nacional de Radio y Televisión
Inravisión, vinculadas al sindicato de Acotv, pre-
sidido en sus últimos años por Enrique Urrea, de
quien se cree fue enviado a vivir a Costa Rica en
mansión de lujo. Durante muchos años las Chicas
del CAN castigaron con su pertinaz desprecio a los
(56)
inocentes contratistas de la burocrática entidad.
El término es el resultado de la inteligente asocia-
ción entre éstas y la famosa agrupación dominica-
na de merengue, apadrinada por Wilfrido Vargas, y
llamada de la misma forma.
¡chicas, chicas, chicas! Grito de batalla de los
voceadores y tarjeteros de los lupanares capitali-
nos, en donde por lo general suele aparecer una
breve pormenorización explícita acerca de los
servicios ofertados, junto con falsas imágenes de
bellas damas que en modo alguno corresponden
a la realidad del surtido femenino allí disponible.
Según afirman tales volantes, el presentarlos a
los jayanes apostados en las entradas es garantía
de sustanciales descuentos, al menos tan poco
parecidos en la realidad al verdadero aspecto de
las jovenzuelas que figuran en tan despreciable
material publicitario.
chicha.
1. Bebida fermentada a base de maíz. Su historia
tiene orígenes ancestrales y su elaboración fue
perseguida frenéticamente durante la primera
mitad del siglo XX, so pretexto de las malas condi-
ciones higiénicas en las que ésta se preparaba, y
tal vez con el propósito de favorecer los intereses
de la familia Kopp, propietarios de Bavaria, primer
gran emporio de cerveza del país, hoy en manos
surafricanas. Véase chicherías.
2. En la lengua del asiduo visitante de clubes
como el Gun o el Jockey, whisky.
chicha ni limoná, ni. Individuo tibio, sin com-
promiso ni filiación ideológica alguna. El tema fue
inmortalizado por el tema homónimo interpretado
por Ana y Jaime y compuesto por Osvaldo Puglie-
se.
chicha, calma. Estado letárgico de aparente
tranquilidad, en medio de una situación tempes-
tuosa.
chicharro. Pequeño cigarrillo de marihuana, por
lo general en forma de colilla.
chicharrón.
1. Empella frita de la res.
2. Problema de difícil resolución.
chicharrón blandito. Problema imposible de
resolver.
chichazo. Golpe brusco. Algunos argumentan
que su origen se remonta a los tiempos en que los
consumidores ebrios de chicha solían perder el
equilibrio.
chichazo, de un. Tarea realizada con destacable
velocidad.
chichería. Expendio de chicha. Su proliferación
fue desapareciendo a medida que el gobierno de
la municipalidad, a principios de los 40 del siglo
XX, comenzó a perseguirlas al tildarlas de insa-
lubres y malsanas. Durante varios siglos la aris-
tocracia bogotana tendió a considerar la chicha
un flagelo propio de sociedades bárbaras y poco
instruidas. Ya para los 50 eran escasas las chiche-
rías que aún funcionaban en Bogotá. No obstante,
en los 90, algunos antropólogos, sociólogos y
estudiantes de universidades públicas y privadas
con inclinaciones mamertoides han procurado
reivindicar el lugar de la bebida y sus expendios
como uno de los patrimonios propios de la ciudad
de Bogotá. Véase chocoloco, la Nacho, Lochandes,
mamerto.
chichí.
1. Micción. Orina.
2. Asta viril, por lo general de ínfimo tamaño.
chichigua. Chibchismo. Cantidad mínima de
dinero. Estipendio reducido.
chichipato.
1. Individuo pretencioso cuyas acciones por lo
general siempre derivan en monumentales decep-
ciones.
2.‘Chichipatos super uff’fue una extraña empresa
de finales de los 80 dedicada a la organización de
eventos de entretenimiento y a la fabricación de
parafernalia destinada a los estudiantes de último
(57)
*bogotálogo
grado de bachillerato. Entre sus logros se encuen-
tra el de haber servido de promotores a la hoy
olvidada banda bogotana Hangar 27. El nombre de
la agrupación se debe a que ésta solía ensayar en
una bodega de aviones de propiedad del dueño de
la firma, lo que suscitó en las mentes más des-
confiadas la sospecha de que los fondos de dicho
propietario quizá procedían de fuentes oscuras.
chicho. Enojado.
chichonera. Hacinamiento. Aglomeración exce-
siva de seres humanos, muy común a la hora de
hacer fila para ingresar a cierta crepería popular;
para recibir alguna degustación; para entrar al
estadio a ser testigo del deplorable fútbol de los
combinados capitalinos; para presenciar la des-
gracia ajena en un accidente automovilístico; para
solicitar el visado de entrada a Estados Unidos;
para cancelar los recibos de servicios públicos
después de la fecha límite; para pedir autógrafos
a un artista de mediano perfil o para recibir cual-
quier dádiva o premio gratuito.
chicle.
1. Individuo propenso a permanecer con los de-
más durante un rango de tiempo superior al de-
seado y cuya presencia constante y difícil de evadir
produce incomodidad y fastidio. Véase intenso,
pegachento.
2. Tonada pegajosa.
3. Pantalón asido a las piernas.
chico. Partida de billar.
Chicó, guerrilla del. Grupeto de jovenzuelos
procedentes de linajudas y adineradas familias,
cuyo interés pareció volcarse hacia una revolu-
ción realizada desde escritorios, salas de redac-
ción de revistas y periódicos, y clubes. El Chicó
es un vecindario ubicado en los antiguos terrenos
de la hacienda de Mercedes Sierra de Pérez,
quien la recibió de manos de José Sierra, su pa-
dre, en 1921. Durante mucho tiempo los terrenos
correspondientes al actual barrio fueron baldíos.
A su muerte –en 1953–y por su propia voluntad,
la Hacienda fue entregada a la Sociedad de Mejo-
ras y Ornato de Bogotá y puesta al servicio de la
ciudadanía en diciembre de 1964. A partir de en-
tonces, más cerca del modelo norteamericano de
vivienda que del británico, el barrio toma el lugar
de La Cabrera como el sector exclusivo del norte
de la ciudad con residencias de lujo. Muchas de
ellas en la actualidad han sido desfiguradas y
adaptadas a oficinas de mediano perfil, por lo
que el vecindario, en parte, parece haber perdido
la vocación que en algún momento lo caracterizó.
Hoy la casa de la Hacienda se conserva en bue-
nas condiciones en un parque que aloja un mu-
seo, un restaurante y un salón para eventos en el
que tienen lugar matrimonios y fiestas de clase
media. La Hacienda no reducía sus dominios a
los actuales terrenos del mencionado parque.
Recuérdese que, entre los lotes donados, estaba
el del Seminario Mayor y la gran extensión del
antiguo“Pre Seminario”fundado en 1960 en la
carrera séptima con calle cien.
chicoria. Mujer pequeña.
chicuca. Despojo. Destrozo. Condición en la que
se encuentra algo después de haber sido someti-
do al desgaste o el maltrato.
chiflamicas. Pobre diablo. El epíteto suele ser
otorgado a músicos o artistas empíricos y pobres.
chiflar.
1. Fascinar. Gustar.
2. Silbar en forma estridente, práctica generaliza-
da entre obreros de construcción para halagar las
gracias físicas de una dama, y entre seguidores
del balompié, para abuchear a sus árbitros o para
cuestionar sus decisiones.
chiflis. Forma cariñosa con la que se alude a un
demente.
chifloreto. Individuo disparatado y de poco juicio.
chilindrín. Vello de origen púbico cuya presen-
cia, fuera de su zona de origen, desluce.
(58)
chilinguear. Columpiar. Mecer. Úsase para alu-
dir a quien se halla en una situación de peligro o
en una posición comprometida. Millonarios está
chilingueando en la tabla de posiciones.
chillar. Plañir, llorar y sollozar profiriendo gemidos.
chimba.
1. Vagina.
2. Ser la chimba. Dícese de algo muy agradable y
dotado de magníficas cualidades.
chimbada. Tontería. Bagatela. Hecho insignifi-
cante.
chimbo.
1. De mala calidad.
2. Cheque o documento chimbo. Falso.
3. Falo.
chimborrio. Véase chimbo.
Chiminigagua. Deidad suprema de los muiscas,
primeros habitantes de la sabana de Bogotá y sus
cercanías.
Según cuenta la historia sagrada, fue Chiminiga-
gua quien logró el portento de liberar a la región
del imperio de tinieblas que sobre ésta se cernía,
al crear millares de aves negras de cuyos picos
salió luz. Una vez ejecutado tamaño prodigio, el
gran Chiminigagua decidió hacer el sol, al que
llamó Xue. Dado que su presencia constante co-
menzó a calcinar los campos, Chiminigagua hizo
la luna, a la que a su vez nombró Chía, y ordenó a
Xue irse a descansar durante las noches.
Luego, Chiminigagua se dirigió hacia la laguna
de Iguaque, de cuyas aguas salió una mujer de
turgencias prominentes llamada Bachué. Con ella
venía un niño de tres años. Ambos comenzaron a
poblar la tierra con su progenie.
Cuando ambos se hicieron viejos, Bachué y su hijo
partieron hacia la laguna de la que habían venido
y se sumergieron. Luego se transformaron en dos
serpientes. Muertos los padres, por los cerros
orientales arribó un anciano de barbas blancas
y bastón, a quien los muiscas conocieron como
Nemterequeteba o Bochica. Bochica enseñó a sus
discípulos las bases para hilar, coser, tejer, rea-
lizar obras de joyería y orfebrería, y les señaló las
bases éticas para un buen vivir. Ya con su misión
terminada, Bochica desapareció.
A su partida, el pueblo comenzó a consagrarse al
consumo irrestricto de chicha, la maldad y el de-
sorden, gracias a las insinuaciones seductoras de
la bella Huitaca. Chibchacúm, dios de la sabana,
envió una hórrida tormenta, el agua comenzó a
cubrir toda la superficie terrena.
Bochica llegó al occidente y con su bastón azotó
las rocas, creando lo que más adelante sería el
Salto de Tequendama, lugar por donde las aguas
represadas siguieron su cauce. Así se formó el río
Funza, la tierra volvió a ser fértil y su pueblo pros-
peró. Véase Bachué, Bochica, Chía, Furachogue,
Huitaca, Nemterequeteba, Xue.
chinamenta. Aglomeración de pequeñuelos.
Progenie abundante.
chinazo. Apelativo cariñoso, antes propio de
cachacos y hoy muletilla en boca del proletariado
con la que se antecede o sucede a la petición de
un favor.
chinche.
1. Jovenzuelo insoportable, quejumbroso, remil-
gado e hiperactivo.
(chillar)Mujeres llorando desconsoladas, 1940. Daniel Rodríguez /
Colección MDB - IDPC
(59)
*bogotálogo
2. Chinche, Don. Seriado semanal costumbrista
de la televisión en la década de los 80 dirigido por
Pepe Sánchez. Relataba las vivencias de un grupo
de vecinos de clase media baja habitantes del cen-
tro de Bogotá. Su protagonista era Régulo Engati-
vá, alias‘Don Chinche’, maestro de obra.
chin-chin. Vulgarismo onomatopéyico empleado
por algunos hombres y mujeres en el momento de
efectuar un brindis.
chinchorrazo. Véase caído de la hamaca.
chinchoso. Desesperante. Hiperactivo.
chinelas. Calzado de suela suave y sin talón.
chingalé. Especie de madera típicamente colom-
biana (astrocaryum malybo) de uso frecuente en los
mobiliarios en la Bogotá de tiempos coloniales.
chingue. Traje de baño.
chino.
1. Niño. Jovenzuelo. Úsase también como muleti-
lla de camaradería entre amigos.
2. Jovencito que funge como auxiliar o como em-
pleado informal en empresas, residencias u oficios.
chino de la calle. Gamín.
chinomatic. Sistema artesanal de reorganización
de los bolos en el campo de juego en el que un
joven es encargado de recogerlos y reacomodarlos.
chiqui. Odioso diminutivo empleado por algunas
jóvenes de principios del siglo XX para referirse a
sus parejas.
chiquirriquitico. Véase chirriquitico.
chiquito. Cavidad anal.
(chinamenta) Salacuna en hospital de Bogotá, 1936. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
(60)
(chinos) Vendedores de periódicos a la entrada del Capitolio, 1944. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
(61)
*bogotálogo
chiras, del.
1. Anacronismo empleado para aludir a algo ma-
ravilloso, excepcional y venturado. La expresión
fue inmortalizada por los creativos de la agencia
encargada de publicitar ciertos productos comes-
tibles tradicionales en presentación de paquete.
– ¡Este diccionario es del chiras!
– ¿Quién lo escribió?
– ¡Sabrá el chiras!
– ¡No voy a comprar ese diccionario ni por el chiras!
2. Nombre ficticio con el que se caracteriza a un
supuesto desconocido dotado de destrezas o fa-
cultades paranormales, probablemente el mismí-
simo Satanás
– No iría a esa fiesta ni por el Chiras.
– A ese ‘man’ se lo llevó el Chiras.
3. Fórmula para caricaturizar a quien se ufana de
sus hazañas sin tener los méritos suficientes. ¡Ese
tipo se cree el Chiras!
Véase berraco de guacas, del putas, el chacho.
chircal. Fábrica artesanal de tejas y ladrillo. Los
chircales son comunes a lo largo y ancho de la
sabana de Bogotá.
chircate. En lengua chibcha, manta de forma
cuadrada.
chirimbolo. Bobalicón.
chiripa. Hecho afortunado fortuito.
chirle. Individuo propenso a estallar en llanto.
chiro.
1. Prenda de vestir deshilachada y vieja.
2. Paño con el que se limpia alguna superficie.
chirri. Antioqueñismo importado a la meseta
cundiboyacense. Denota falta de estilo al vestirse
o modales burdos.
chirriado. Elegante. Maravilloso. Óptimo.
chirringo. Pequeñuelo.
chirriquitico. Muy pequeño. El utilizar mayor
número de sílabas‘qui’reduce aún más el tamaño
del sujeto referido.
chirusa. Marihuana.
chisa. Larva de escarabajo. El término se deriva
del chibcha‘xisa’.
chisga. Oferta inigualable de negocios. Barata de
temporada. La expresión es de uso generalizado
en falsos avisos clasificados dominicales.
chisgonón. Véase chisga.
chisguete. Flujo delgado de un líquido disparado
con violencia.
chismógrafo. Especie de cuaderno de uso co-
lectivo en el que un número determinado de indi-
viduos, por lo general conformado por estudiantes
de colegio, consigna sus pensamientos y predilec-
ciones más íntimas con base en un cuestionario
escrito con antelación, con el fin de darlos a cono-
cer a los demás. El advenimiento de determinadas
aplicaciones propias de la web 2.0, tales como
Facebook, Twitter y Formspring, ha restado segui-
dores a los antañones chismógrafos.
chismosa. En la jerga policial, libreta de anota-
ciones.
chispa, sacar la. Provocar enojo en alguien.
chispa, saltar la. Véase sacar la chispa.
chispcua. En lengua chibcha, codo.
chispero, quedarse viendo un. Estado de
frustración posterior al mal transcurso de un pro-
yecto o a la no consumación de cierto plan.
chisperos. En tiempos previos a la independencia,
grupo de agitadores, por lo general conformado por
artesanos, al mando de José María Carbonell, cuya
responsabilidad consistía en expandir el germen de
la revolución por entre sus compatriotas.
chispón. Individuo alegre cuyo ánimo suele me-
jorar tras haber consumido una considerable do-
sis de destilados y añejos.
chite. Voz onomatopéyica para ahuyentar.
chitiado. En el argot de la metalmecánica, torci-
do, sumido, doblado.
chito.
1. Fórmula onomatopéyica con la que se indica a
un auditorio o individuo, de manera no muy gentil
(62)
y nada discreta, la necesidad de guardar silencio o
confidencialidad.
2. Falo de tamaño ínfimo. El término es de uti-
lización mayoritaria entre la población infantil.
chitos.
Pasabocas en forma de fríjol, cuya base era la hari-
na de maíz. Durante muchos años la leyenda urba-
na creada para amedrentar a los niños adictos a tal
alimento, rezaba que éstos tendían a acumularse
en el intestino hasta acabar con la vida de quienes
los comían en exceso. Los únicos verdaderos Chi-
tos fueron producidos por el cocinerito de Jack’s
Snacks. Después aparecieron ciertas imitaciones
profanas y apócrifas que, al decir de los puristas,
desdicen de la verdadera naturaleza del producto.
chiva.
1. Folclórico vehículo equipado con una colorida
carrocería montada sobre el chasis de un bus con-
vencional, de uso ancestral en municipalidades,
pero del todo ajeno a los hábitos capitalinos. Esta
costumbre –común en el occidente colombiano–
ha venido haciendo escuela en la ciudad, lo que ha
dado lugar a ciertos exotismos en sus pasajeros
dignos de mención. Entre éstos se encuentran el
andar perturbando con sus alaridos a los tran-
seúntes que caminan cerca y el hábito de calmar
el frío que se cuela por las ventanas, desprovis-
tas de vidrios, con danzas frenéticas bañadas de
aguardiente. La manufactura de modelos a escala
de tan populares y tan ajenos medios de trans-
porte, ha servido de recurso de última hora para
quienes visitan el país y recuerdan en el instante
de la partida comprar un regalo apropiado. Las
chivas en miniatura pululan en terminales terres-
tres, aeropuertos y tiendas artesanales.
2. Primicia noticiosa.
chivato.
1. Jovencito vivaz, lenguaraz y atrevido.
2. Ají chivato. Ají muy picante del tamaño de un
grano de maíz.
chivato de porras. Pobre diablo.
chiviado. Falsificado. Pirata. No original. Véase
chimbo, chimborrio, Morgan records, Sanandresito.
chiviar.
1. Falsificar cierta prenda u objeto para que luzca
como si tuviera una marca determinada.
2. En la jerga periodística, anticiparse a los cole-
gas en una primicia noticiosa.
cho. En lengua chibcha, y aplicado a una mujer,
bondadosa.
chocar. Molestar. Perturbar.
chocha. Cavidad vaginal.
chochal. Casa de copulatrices.
chochera. Remilgo propio de quien ha entrado
en la senectud.
chocho.
1. Cavidad vaginal.
2. Individuo achacoso, remilgado y avejentado.
chocolate santafereño. Vigorizante bebida
caliente a base de cacao, conocida y preparada en
Santafé desde los tiempos de la Colonia. Puede
prepararse con agua o con leche, y con o sin azú-
car. Para su elaboración suelen emplearse barras
de una pasta consistente que bien puede o no es-
tar endulzada. Tales barras suelen sumergirse en
la base líquida hasta derretirse y alcanzar el punto
de ebullición, proceso sucedido por la entusiasta
mezcla en la que se hace uso de un adminículo
denominado‘molinillo’con el que se pretende
dotar la infusión de la característica espuma que
se adivina en su superficie. Entre las muchas pro-
piedades atribuidas al chocolate santafereño se
encuentra la de provocar molestos episodios dia-
rreicos entre quienes exceden la dosis razonable.
Se consume en desayunos, onces y en las frías
noches, acompañado de tamales, colaciones, hue-
vos pericos, queso, panes de yuca, almojábanas o
cualquier otra golosina o amasijo.
chocoloco. Estirpe de jovenzuelos afín a las
artes conceptuales, a lo‘kitsch’y al mundo de la
(63)
*bogotálogo
fiesta alternativa. Surgió a partir de los 90 y vive
su apogeo a principios del siglo XXI gracias a algu-
nas de las implementaciones típicas de la web 2.0
(Flickr, Fotolog, Myspace y Facebook, entre ellas).
chocolúdico. Extraña especie de artista concep-
tual basada en conceptos no figurativos y excéntri-
cos, un tanto tendientes al exhibicionismo. Véase
candelario, chocoloco, macareno.
chocorazo. Fraude o trampa electoral. Véase
Gurropín.
choncho. Individuo obeso.
choneto. Torcido. Carente de formas rectas.
chonqueta. Mujer de maneras y hábitos neoal-
ternativos, por lo general agresiva en sus modales
y afín a la movida depresiva.
chorear. Robar.
chorizo (billar). Reunión completa de puntos.
chorizo. Fórmula eufemística para indicar dis-
tancia. ¿Por qué no nos deja en paz y se va pa’l
chorizo?
choro. Ladrón. Ratero.
chorote. Especie de vasija en barro por lo gene-
ral empleada para la elaboración del chocolate.
chorriado. Movimiento de dedos, cuyo fin es
imitar el sonido de un líquido derramándose.
chorro. Trago de licor consumido en forma direc-
ta desde la botella.
chorro de babas, salir con un. Incumplir una
promesa. Corresponder en forma negativa a unas
expectativas generadas.
chota, la. En la jerga delincuencial de antaño, la
Policía.
choto.
1. Saturado. Lleno. Abundante.
2. Miembro del cuerpo de Policía.
chúcaro. Policía bachiller.
chucha.
1. Fétida emanación vaporosa procedente de la
zona axilar. Sobaquina.
2. Mal jugador de un deporte.
3. Individuo débil, de escasas destrezas físicas.
4. Hombre dado al acoso de damas ingenuas.
5. Variedad de roedores conocida como zarigüeya
didelphis marsupialis.
chuchento. Afligido por el mal olor axilar.
Chuchito. Cariñoso, aunque a la vez confianzudo
remoquete utilizado por algunos para aludir a Je-
sucristo, por lo general empleado en el momento
de elevar una plegaria o petitorio.
chuchumeco. Achacoso. Envejecido.
chucnorris. Churriento.
chucu-chucu. Voz onomatopéyica para referirse
a la música tropical.
chucula. Tipo de chocolate en pasta con forma
esferoide elaborado con harina.
chue. En lengua chibcha, pechos.
chueco.
1. Torcido.
2. Corrupto. Deshonesto.
chugua. Tubérculo procedente de la planta del
género botánico monotípico ullucus tuberosus
caldas, conocida en otros países andinos como
‘ulluco’, a su vez procedente del quechua‘ulluku’.
Como la mayoría de sus similares, un vasto sector
de la población bogotana sigue sin considerar a la
chugua un alimento salubre.
chulavita. Paramilitar clandestino contratado
por el gobierno de Laureano Gómez con el fin de
aniquilar liberales. Los chulavitas hacían parte de
una suerte de grupo élite procedente de la vere-
da del mismo nombre (localizada en Boyacá). Su
misión, auspiciada por el gobierno, era la de ma-
sacrar a los revolucionarios liberales de entonces.
Durante los años 50 del siglo XX, los chulavitas
mutaron, hasta convertirse en lo que se conoció
como‘pájaros’.
chulear. Revisar y dar aprobación a un docu-
mento, tarea o propuesta. Cerciorarse de que un
número determinado de tareas ha sido ejecutado
en su totalidad.
(64)
chulitos, hacer. Cruzar los dedos en ademán
cabalístico con el objeto de convocar la buena
suerte. Los bogotanos están haciendo chulito a ver
si Millos y Santa Fe clasifican a los cuadrangulares.
chulo.
1. Buitre. Gallinazo.
2. Marca de visto bueno, propia de profesores,
supervisores y burócratas.
chulo, hacer. Cruzar los dedos con el propósito
ritual de obtener buena suerte.
chumbe. En lengua chibcha, faja amplia. Véase
maure.
chumbimba, dar. En la jerga sicarial matar a
disparos. Apuñalear. Ajusticiar.
chunchulla. Véase chunchullo.
chunchullo. Fritura elaborada a partir del intes-
tino delgado de la res.
chunco. Desprovisto de uno o más dedos.
chupa.
1. Policía de tránsito. Por lo general se usa en for-
ma burlona. Algunos consideran que la expresión
es un apócope de chupa-pitos, término despectivo
con el que durante algún tiempo se denominó a
quienes ejercían tal labor, por su frecuente uso
del pito como instrumento de trabajo.
2. Bomba para destapar cañerías, cuyo desem-
peño en el mayor número de casos resulta in-
suficiente, hecho que se evidencia al comprobar
que las estadísticas de llamadas al plomero no
disminuyen en los hogares en los que se cuenta
con una.
3. Ventosa.
chupacobres. En las orquestas, ejecutor de los
instrumentos metálicos de viento (aerófonos).
chupada. Tanda de sexo oral.
chupaflor.
1. Picaflor.
2. Conquistador consuetudinario y promiscuo.
chupalina. Faena de ósculos apasionados.
chupamedias. Quien se rinde a los caprichos
y a las órdenes de sus superiores y los colma de
lisonjas y halagos, con el propósito de ganarse sus
favores. Véase lagarto, lambón.
chupar.
1. Consumir alcohol.
2. Resignarse a una situación desagradable,
usualmente provocada por uno mismo.
chupar gladiolo.
1. Curiosa expresión empleada para aludir a un
difunto. Se fundamenta en la común utilización del
gladiolo como la flor que suele ornar las tumbas.
2. Encontrarse muerto o a la espera de morirse.
Véase piyama de madera.
chupar grueso. Dar motivo de envanecimiento
a algún individuo con el fin de hacerse a sus sim-
patías.
chupar piña. Expresión importada desde el
departamento de Valle del Cauca alusiva a una
jornada de besos apasionados. El término, en su
momento, ameritó la creación de toda una cam-
paña publicitaria para la bebida gaseosa Piña
Postobón.
chupar rueda. En la jerga ciclística y automovi-
lística, perseguir al competidor inmediatamente
cercano, de manera insistente.
(chupacobres) Militar interpretando la trompeta, 1950. Daniel Rodríguez /
Colección MDB - IDPC
(65)
*bogotálogo
chupe. Voz odiosa con la que se invita a un indi-
viduo a resignarse después de haber tomado una
decisión equivocada.
¡chupe! por bobo. Odiosa forma de indicar a un
individuo su grado de responsabilidad en un de-
terminado hecho trágico, aun cuando ésta tenga
como origen la ingenuidad o la buena fe.
chupetearse. Besarse.
chupo. En la jerga policial, fusil.
churrasco. Hombre o mujer cuyo aspecto resulta
atractivo al ser visto desde atrás, pero decepcio-
nante al hacerlo de frente. Un churrasco: por de-
trás es un churro y por delante da asco.
churria. Fluido excrementicio, por lo general de
color marrón amarilloso de aspecto y consistencia
acuosa.
churrias. Afección diarreica.
churriento.
1. Enfermo de diarrea.
2. Individuo con buena suerte.
churrimpample. Según el testimonio de José
María Espinosa y Prieto, una de las tonadas más
populares a principios del siglo XIX. Se trata de
una obra para guitarra de origen español.
churro.
1. Individuo bien parecido y de encantos destaca-
bles.
2. Especie de fritura azucarada de forma circular y
alto contenido graso, cuyo consumo suele derivar
en inmediatas manifestaciones cutáneas.
churrusco.
1. Individuo de pelo ensortijado.
2. Especie de cepillo de cerdas delgadas destinado
a la limpieza de retretes y mingitorios.
3. Tipo de oruga cuyo pelambre provoca un mo-
lesto picor, curable, según dictamina la sabiduría
popular, miccionando sobre la zona afectada.
4. A comienzos de los años 60, dispositivo intrau-
terino.
churumbel. Falo. Objeto que cuelga.
chusacá. Vecindario del cercano municipio de
Soacha.
chusco. Bien plantado.
chusmero. Grupo de furibundos manifestantes,
revoltosos o insurgentes aglomerados en un mis-
mo espacio.
chuspa. Bolsa.
chusque. Chibchismo. Chusquea scandens. Plan-
ta gramínea, especie de bambú, de gran altura,
tallo nudoso y hojas estrechas.
chuta. En lengua chibcha, hijo. Es curiosa la se-
mejanza con el término 'chutar', cuyo significado
es el de imputar o adjudicar a alguien un determi-
nado oficio o la responsabilidad por algo.
chutar. En la jerga balompédica, lanzar un tiro al
arco. Véase chantar.
chutearse. Consumir alguna droga ilegal por vía
intravenosa o intramuscular mediante el uso de
una jeringa.
chuto. Crespo.
chuzar.
1. Apuñalar.
2. Intervenir una línea telefónica para espiar las
conversaciones entrantes y salientes.
chuzo.
1. Establecimiento miserable.
2. Negocio de discreto perfil.
3. Colegio de bajo nivel.
4. Puñal.
5. Pincho.
chuzografía. Especie informal de mecanografía
autodidacta, ejecutada con los dos dedos índices
o, en caso de dolor o desgaste de éstos, con los
anulares, índices o dedos del corazón.
chyquy. En lengua chibcha, sacerdote.
cicla. Arcaísmo de gusto dudoso para‘bicicleta’.
cierre de tejado. En la jerga de los constructo-
res, finalización de los trabajos de obra negra. Por
lo general los cierres de tejado son ruidosamente
celebrados por los involucrados en la construc-
(66)
(chuzografía) Isabelita Pérez Ayala, secretaria de Eduardo Santos, director de El Tiempo, antes de ser presidente, 1933. Daniel Rodríguez
/ Colección MDB - IDPC
(67)
*bogotálogo
(cicla) Mi primera bicicleta, 1984. Donante: Mauricio Ortiz, Álbum familiar / Colección MDB - IDPC
(68)
ción, quienes se autoagasajan con navegables
dosis de cerveza y condumios cárnicos de alto
contenido graso.
cimbronazo. Estremecimiento emocional con-
siderable.
circunvalar. Avenida periférica ubicada en es-
tribaciones de los cerros orientales bogotanos. Su
construcción comenzó a ser planeada en 1971, pero
la oposición de algunos sectores obreros enclava-
dos en los predios teóricamente atravesados por la
vía retrasó la ejecución de los planes, a los que sólo
se dio completa ejecución en 1981, en medio del
Piduzob (Plan Integral de Desarrollo Urbanístico
de la Zona Oriental de Bogotá). El uso del término,
procedente del latín‘circumvallare’, como nombre
de una vía, es exclusivo de la ciudad.
cirilí. Véase cirirí.
cirirí. Cantilena aguda e inacabable, por lo gene-
ral en tono de reproche.
clasudo. Individuo de tipo distinguido, clase alta y
modales refinados.
clavado. Dícese de quien se encuentra en extre-
mo dedicado a una determinada actividad laboral
o académica.
clavar.
1. Perjudicar a alguien mediante la imposición de
deberes académicos o laborales excesivos.
2. Penetrar por vía sexual.
clavar pico. Fórmula en extremo burda para
aludir al momento en que un ser humano se que-
da dormido.
clavija, dar. Perjudicar a alguien en una nego-
ciación con el fin de obtener un beneficio propio.
Estafar.
clavo, dar. Someter a alguien a una extenuante e
inacabable jornada de jodienda.
clóser. Vulgarismo de clóset (armario).
coca.
1. Muela coca. Muela cariada.
2. Juguete compuesto por un palo en el centro y
una cazoleta amarrada a éste por una cuerda. La
dinámica consiste en insertar el mayor número
posible de veces la cazoleta en el palo, después de
haberla lanzado al aire.
3. Erythroxylum coca. Planta ancestral de consumo
generalizado en los pueblos precolombinos de los
Andes y en algunas comunidades actuales. Se le
atribuyen propiedades curativas, tranquilizantes y
energizantes.
4. Abreviatura de‘cocaína’.
coca-cola bailable. Curioso tipo de festividad
popularizada durante los años 60 y 70 del siglo
XX y enfocada en la población juvenil. Las Coca-
Colas bailables solían ser organizadas por padres
renuentes al consumo de licores por parte de sus
hijos. Su propósito era propiciar ceremoniales rít-
micos entretenidos con el popular refresco como
única bebida refrescante. Buena parte de las Coca-
Colas bailables fueron amenizadas por la música
de Los Hispanos, Los Graduados, Los Ocho de Co-
lombia y algunas otras orquestas del momento.
coca-cola mata tinto. Extranjerista expresión
utilizada para indicar la superioridad de un ser
o de una situación con respecto a otro. Se fun-
damenta en la creencia no comprobada de que
los efectos y la valía de la bebida carbonatada en
cuestión superan a los del café.
(circunvalar)
(69)
*bogotálogo
cocacolo.
1. Joven adinerado y de costumbres refinadas.
Con la masificación de la venta de Coca-Cola entre
los adolescentes bogotanos de extracción alta, el
consumo de ésta comenzó a convertirse en uno de
los símbolos de clase de la ciudad de los años 40 y
50 del siglo XX.
2. Tipo de calzado en cuero de color blanco, orna-
do por arabescos coloridos.
coche, ir en. Verse beneficiado por el talento y el
trabajo ajenos, y llevarse parte del reconocimiento
correspondiente sin gozar de los méritos para
tales efectos.
cocinol. Barata y peligrosa sustancia combusti-
ble derivada del petróleo, cuyo uso fue generaliza-
do hasta los 90 en las cocinas de sectores depri-
midos de la ciudad.
coco.
1. Caja.
2. Reloj.
3. Cabeza humana.
4. Cerebro.
5. Colegio.
cocos, hacer.
1. Gesticular expresando disgusto o advirtiendo
sobre algún peligro.
2. Esconderse y asomarse.
cocotazo. Molesto golpe recibido en la cabeza
a raíz de la voluntad de un agresor o de la caída
súbita de un objeto sobre la misma.
cocuyo. Luz frontal de los automóviles. Luciér-
naga.
coger. Abordar un determinado vehículo.
coger la caña. Secundar a un individuo en una
insinuación o propósito.
coima. Empleada de servicio doméstico. Se usa
en tono despectivo.
coime. Sirviente.
coja oficio. Brusca fórmula para indicar a alguien
lo ocioso y pernicioso de su actividad cotidiana.
colectivo. Microbús de servicio público. Pese a lo
estrecho e incómodo de su diseño y al exceso de
sillas con las que los colectivos suelen ser dota-
dos, aún éstos campean por la ciudad, brindando
extensas e insufribles jornadas de incomodidad a
sus usuarios.
colegio grande. Coloquialismo empleado para
aludir a una entidad de educación de dimensiones
mayores y alumnos menos jóvenes que los de un
jardín infantil.
colgado. Retrasado en la ejecución de una deter-
minada tarea.
colgandejo. Objeto, generalmente ornamental,
que pende.
colina campestre. Paradójica denominación
empleada para aludir a un vecindario rebosante
de edificios y levantado sobre terreno llano.
colina de la deshonra. Remoquete cariñoso
empleado por ciertos bohemios para aludir al
vecindario de La Macarena. Véase chapiyorker.
colinchado. Colado. Aquel que se encuentra en
una posición o lugar sin merecerlo y sin haber
hecho méritos suficientes para encontrarse ahí.
colinchar. Costumbre antañona de colgarse de
las barandas de los tranvías sin cancelar el esti-
pendio requerido para desplazarse en ellos.
colino. Consumidor habitual de marihuana.
(colectivo)
(70)
coloca. Vacante laboral.
colocar. Entre los individuos de escasa instruc-
ción, barbarismo empleado indistintamente como
sinónimo de‘poner’, aun cuando éste se refiera
al cambio en un estado determinado de ánimo. Mi
jefe se colocó histérico. ¡No te coloques brava con-
migo! ¡Le voy a regalar una chocolatina para que se
coloque contento!
colombiche. Especie híbrida de colombianos
que, dada su cercanía con Miami Beach, han co-
menzado a hacer simbiosis con el cubanoameri-
cano entorno.
colombino, ojo. Hematoma o absceso en la
zona de los párpados, generado por un golpe. Var-
gas Llosa le dejó un ojo colombino a García Márquez.
Colonia. Periodo comprendido entre la creación
de la Real Audiencia de Santafé, en 1550, por
parte del emperador Carlos V, y la declaración de
independencia nacional en 1810.
colorearse. Sonrojarse.
coma callado. Descortés invitación al interlocu-
tor para guardar silencio, motivada por el deseo
de indicarle los peligros que puede constituir el
hablar en demasía.
comba. Ligero desvío de un cuerpo desde su eje
central.
combate, de. Prenda, instrumento u objeto que,
sin gozar de una calidad óptima, se muestra resis-
tente al abuso y a las exigencias de las funciones
para las que éste es adquirido.
come de res y de marrano. Úsase para aludir
a quien profesa la bisexualidad. Véase atiende por
las dos ventanillas.
come más que plata al 20. Cómica fórmula
para aludir a la voracidad de un individuo al equi-
pararla con las altísimas tasas de interés impues-
tas por una entidad o un prestamista usureros.
Véase chepito, upac, uvr.
comedero. Vulgarismo para aludir a un restau-
rante, por lo general en forma despectiva.
comer pavo. Alusión a la situación de soledad y
abandono vivida por aquella mujer a la que no in-
vitan a bailar en el marco de una fiesta o jolgorio.
comerse. Ayuntarse carnalmente con algún in-
dividuo.
cometrapo. Estado de extremo incremento en el
apetito, posterior al consumo de tetrahidrocanabi-
nol. Véase monchis.
cómica. Eufemismo para aludir a una meretriz.
Véase crespa.
cómico. En tiempos republicanos el oficio de
actor era menoscabado por la gente del común;
por tanto, el término tomó cierta connotación pe-
yorativa. Cuando el sustantivo era empleado para
aludir a una mujer, tal connotación lindaba con el
concepto de meretriz.
comida. Cena.
comiso. Alimento de lonchera. Fiambre.
como dijo Mickey Mouse: ¡todo el mundo
pa’ su ‘house’! Desagradable expresión propia
de los años 70, y ya, por el excesivo uso, despojada
de comicidad. Se emplea para indicar a los pre-
sentes en un determinado ágape o congregación,
la necesidad de emprender la inmediata retirada.
cómo estamos, a. Incorrección empleada para
indagar por la fecha del día en curso. Don Luis: ¿y
hoy a cómo estamos?
¿cómo la ve usted, que tiene gafas? Mano-
seada fórmula de interrogación para solicitar
a alguien su opinión acerca de un determinado
asunto.
como los perros en misa. Fórmula refranil
para aludir a la mala suerte de un individuo.
como me la recetó el doctor. Libidinosa ex-
presión –por lo general empleada por un anciano
calenturiento– para exaltar las cualidades físicas
de una dama. Véase guayigol.
como mosco en leche. Utilízase para indicar la
inoportuna presencia de un individuo descontex-
tualizado. De acuerdo con el concepto encerrado
(71)
*bogotálogo
en la frase –equivocado, por cierto– el color blan-
co de la leche es símbolo de pureza e higiene.
¡cómo ño, moñito! Expresión odiosa empleada
para poner de manifiesto la incredulidad ante el
testimonio de un individuo determinado.
como pa'l gasto. Dícese de aquello que, sin
acercarse a lo ideal, amerita algo de atención.
como pepa de guama. Expulsión o salida veloz
de un determinado espacio. La expresión tiene su
origen en el curioso movimiento de proyectil con
el que el hueso del reconocido fruto suele abando-
nar su corteza al serle propinado un golpe seco.
como quien no quiere la cosa. El llamado
colombiano al sigilo. Se trata de una lección pre-
cautelativa con pocos símiles en el planeta. Obrar
‘como quien no quiere la cosa’se equipara a ir
con cuidado, con disimulo. Por lo general la mayor
parte de delitos, peculados, adjudicaciones irregu-
lares de contratos, prevaricatos y enriquecimien-
tos ilícitos en el país se lleva a cabo‘como quien
no quiere la cosa’.
como un lulo. Símil un tanto extraño para aludir
a la solvencia pecuniaria de un individuo.
como un putas. De manera intensa y persistente.
¿cómo vamos ahí? Lema subterráneo de polí-
ticos clientelistas y corruptos, es primo hermano
del‘donde comen uno comen tres’o del un tanto
más burdo‘sacar tajada’. Es una invitación formal
a tomar partido igualitario de bienes pertene-
cientes a la esfera pública.‘¿Cómo vamos ahí?’
significa, al entender de los más sabios colombia-
nólogos:‘en últimas, de este negocito ¿cuánto me
queda a mí (sic) y cuánto a usted?’Todo esto su-
cedido por un llamado a‘no pisarnos las mangue-
ras’. Nada de raro tiene la reunión de dos ladrones
tras la consumación de algún acto delincuencial
iniciada con las palabras protocolarias de‘¿cómo
vamos ahí?’.
como vamos, vamos bien. Vivir con la incerti-
dumbre a cuestas, acompañados, eso sí, por algo
de resignación, es uno de los pasatiempos forza-
dos predilectos de cada corazón colombiano que
crea ser merecedor de tan honroso gentilicio. El
suponer, por ejemplo y desde hace mucho tiempo,
despropósitos del tono de“el país va mal, pero
la economía va bien”, ha servido para ocultar la
proverbial mediocridad de nuestra clase electora
y dirigente. Es técnica, espiritual, académica y
socialmente imposible que un país y su economía
vayan en contravía.
como volador sin palo. Expresión en franca vía
de extinción utilizada para aludir a una veloz fuga
emprendida por un individuo. La desaparición de
los expendios de pólvora y la quiebra de industrias
tales como Chispitas Mariposa y Estrellitas Torero
–por cuenta de una prohibición oficial– hacen que
la figura haya perdido vigencia.
complejo Bochica. Extraña forma de afección
comportamental consistente en considerar supe-
rior a todo lo foráneo. El concepto está fundamen-
tado en la acogida brindada por el pueblo muisca
a su gran señor Bochica, supuesto maestro en las
artes de la orfebrería, hilado y agricultura, cuyo
fenotipo y origen, según reza la leyenda, denota-
ban una procedencia extranjera.
componerse. Aliviarse. Mejorarse. Mejorar el
aspecto físico.
comprimido. Pequeño documento plegable
escrito en letra casi microscópica, del que algunos
estudiantes suelen valerse como recurso para
recordar un dato determinado en medio de alguna
rutina de evaluación en colegios y escuelas públi-
cas. Puesto que aún muchos siguen creyendo en
la educación fundamentada en el aprendizaje de
datos, tal medida se mantiene vigente en las prác-
ticas corrientes de muchos futuros ciudadanos de
bien, aunque el advenimiento del SMS, blackbe-
rries y otras ayudas ha terminado por desplazarlo.
con esa pierna… ¿pa’ qué la otra? Burda
manera de halago en la que, singularizando la
(72)
alusión a las extremidades inferiores, se pretende
lograr un juego de palabras que por lo general –
lejos de provocar alegría en quien inspira la frase–
suele generarle repudio.
con mañita. Cuidadosa, delicada y sutilmente.
concha. Véase conchudo.
conchudo. Indelicado. Descarado. Se usa para
referirse a quien solicita favores incómodos con
demasiada frecuencia, a quien abusa de la amabi-
lidad de sus conocidos o a quien carece de tacto.
concierto de conciertos. Primer gran evento
musical llevado a cabo en el Estadio Nemesio
Camacho El Campín. Tuvo lugar el 17 de septiem-
bre de 1988 y contó con la presencia de Compañía
Ilimitada, Océano, Pasaporte, Timbiriche, José
Feliciano, Franco de Vita, Toreros Muertos, Prisio-
neros y Miguel Mateos. Los más ignorantes, des-
conocedores de que la historia del Rock en Cas-
tellano no comenzó con este evento ni con el pos-
terior Rock al Parque, han cometido la descarada
osadía de llamarlo‘El Woodstock colombiano’, sin
considerar que años atrás recitales como El Fes-
tival de la Vida, en el Parque Nacional de Bogotá,
o Ancón, en Antioquia, tuvieron características sin
duda más importantes que éste.
condenillo. Individuo perverso y mezquino que
causa perjuicio.
cóndor de los Andes.
1. Especie de ave falconiforme y carroñera de la
familia cathartidae. Los nativos quechuas lo llama-
ban kúntur. Habita en la cordillera de los Andes y
en las costas suramericanas cercanas al Océano
Pacífico. Es la más grande ave voladora del mun-
do. Hay cóndores en Argentina, Bolivia, Chile, Co-
lombia, Ecuador y Perú.
2. Fallida institución balompédica de la que se
pensó sería la primera en ganar el torneo de as-
censo.
conejo, hacer. Marcharse de un establecimiento
comercial, por lo general un restaurante, bar o
tienda, sin cancelar el emolumento correspon-
diente a la cuenta. Ignorar deliberada y deshones-
tamente una deuda u obligación comercial.
confunda, pero no ofenda. Expresión de
disgusto en la que se indica al interlocutor lo
desafortunado de una asociación mental o de una
equivocación en la que el hablante haya sido invo-
lucrado.
congresito. Cursi denominación oficial otorgada
a la Comisión Especial que durante el periodo de
interinidad en el que el Congreso de la República
perdió sus facultades (entre 1990 y 1991) suplió su
ausencia transitoria.
conmigo es diciendo y haciendo. Fórmula
de ufanación empleada por quienes desean pa-
vonearse a causa de su alto y veloz poder de eje-
cución. El lema“diciendo y haciendo”fue inmor-
talizado por Andrés Pastrana Arango, durante su
campaña a la alcaldía de Bogotá para el período
1988-1990.
conservador. Una de las dos colectividades po-
líticas históricamente mayoritarias. Su ideología
está fundamentada en la exaltación de los valores
tradicionales. Fue fundado en 1849 por Mariano
Ospina Rodríguez y el escritor y humanista José
Eusebio Caro.
consiguió la licencia en un tamal. Cómica
fórmula empleada para realzar las escasas habi-
lidades de un individuo al volante, endilgando a la
casualidad el fortuito hecho de que éste posea una
licencia de conducción. Véase buñuelo, especiali-
dad en damas y hombres nerviosos.
contando moneditas delante del pobre.
Lastimera figura utilizada por quienes, al experi-
mentar cierta especie de envidia cachonda y lúbri-
ca después de ver a una pareja abandonada a los
escarceos amorosos en un contexto público. Véase
páguele motel, páguele pieza.
continuismo. Hábito político tipificado a partir
de los años 90 del siglo XX, consistente en la pre-
(73)
*bogotálogo
valencia en el poder de una determinada corriente
política o de uno de sus dignatarios.
contraflujo. Medida de movilidad consistente en
cambiar el sentido de una vida doble en una sola
dirección, para aligerar el tránsito de vehículos en
horas críticas del día. Véase pico y placa.
contramaestro. En la construcción, auxiliar del
maestro de obra, con la suficiente idoneidad como
para supervisar el trabajo de albañiles.
conversa. Apócope de conversación, de evidente
mal gusto.
cooperativa. En la jerga escolar, especie de
comisariato dedicado a la venta de comestibles y
golosinas.
copetón. Típica ave bogotana conocida con el
nombre genérico de zonotrichia capensis. Su pre-
sencia es común a lo largo de toda la ciudad, más
que la de cualquier otro animal, descontando
ratas, ratones y cucarachas. Hay quienes dan un
carácter más bogotano al mirlo, especie mucho
más agresiva de hábitos marrulleros y capacidad
de adaptación superior.
copetón, estar. Estado eufórico provocado por la
ingesta copiosa de destilados y añejos.
copialina. En la jerga estudiantil, acción de co-
piar el contenido de una evaluación ajena o de un
comprimido. Pequeño texto camuflado con la res-
puesta a una pregunta determinada.
corabastos. Véase abastos.
corbata. Cargo burocrático entregado por in-
fluencia política sin mérito alguno y por lo general
muy fácil de realizar.
cordonazo de san Francisco. Aguacero. Según
una leyenda popular compartida con otros pue-
blos, cuando san Francisco de Asís era atacado
por el diablo, contestaba a sus embates golpeán-
dolo con el cordón que llevaba atado al cinto, lo
que desataba una gran tormenta en Bogotá. La
presencia del río San Francisco (llamado por los
nativos Viracachá y localizado bajo la actual aveni-
da Jiménez, desde los cerros orientales) acentuó
tal creencia en los bogotanos.
corotos.
1. Posesiones que han de ser transportadas en
una mudanza.
2. Propiedades de escaso valor.
correrle la butaca. Llevar a cabo gestiones hi-
pócritas para despojar a alguien de su trabajo o de
su posición con objeto de, a su vez, quedarse con
ellos. Véase chupamedias, sapo, lambeculos.
correrse. Arrepentirse de una decisión en apa-
riencia ya tomada. Adiela me iba a prestar la plata,
pero se corrió. Véase mamarse, patrasearse.
corrientazo.
1. Platillo económico de baja elaboración, servido
a guisa de almuerzo, cuya calidad, no obstante,
según su vendedor, goza de apreciable excelencia.
El término fue popularizado a comienzos del siglo
XXI por la exitosa telenovela‘Yo soy Betty la fea’.
(corabastos)
(74)
Tiene el ingenio de unir tres significados distintos
en una sola expresión
2. Descarga de corriente eléctrica. Electrocución.
corroncho.
1. Oriundo de la costa caribe.
2. Individuo de maneras burdas y poco refinadas.
cortar el chorro. Suspender a un individuo el
flujo de dinero o de auspicios.
cosa, la. Fórmula burda para aludir al órgano
sexual femenino.
coscorria. Individuo indeseable.
coscorrón. Molesto y peligroso golpe propinado
con el puño sobre la superficie craneana.
cosiacar. Verbo polisémico empleado por quie-
nes desconocen la expresión correcta para refe-
rirse a determinada actividad.
cosiaco. Barbarismo simplista para aludir a un
objeto cualquiera cuyo nombre no es recordado
por el hablante.
cosiánfiro. Sustantivo versátil utilizado por
quienes carecen de recursos dialécticos para re-
ferirse a cualquier objeto, en la misma forma en
que‘fulano’se emplea para aludir a un individuo
cualquiera.
cosianfirulo. Véase cosiánfiro.
cosiatar. Véase cosiacar.
(cosiaco) El linotipista frente a la máquina, 1942. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
(75)
*bogotálogo
cosita seria. Individuo peligroso e impredecible
del que hay que cuidarse.
costalazo. Caída.
costeño. Oriundo de la costa caribe colombiana.
costillas, a. Por cuenta de alguien. A costa de al-
guien. La clase dirigente colombiana lleva 200 años
viviendo a costillas de los pobres. Véase coche, ir en,
marranear, tinterillo.
cota. Chibchismo. Rizo. Crespo.
cotejo. Competencia deportiva.
cotice. Conquista amorosa. Acto de conquistar,
por lo general revestido de toda suerte de even-
tualidades ridículas. Véase boleta, marranear,
rumbearse.
cotizas. Especie de calzado similar a las alpar-
gatas.
cotizón. Individuo capaz de cautivar el amor de
alguien con facilidad. Dícese de quien se dedica
prioritariamente a tal fin.
cotudo. Individuo ingenuo.
cream. Establecimiento típico de las décadas
comprendidas entre los 50 y 70 del siglo XX en
el que se expendían helados, hamburguesas y
diversos alimentos. Los‘creams’fueron los pri-
meros restaurantes tipo‘drive thru’fundados en
la ciudad. El más famoso de éstos –el Cream He-
lado– era una cadena de heladerías de la Bogotá
de los 60 y 70 del siglo XX, y fue la preferida por
los jóvenes de clases medias altas de los sectores
aledaños a La Soledad y el Antiguo Country. El
lugar entró en franca decadencia al comenzar los
80, lo que derivó en su cierre.
crema. De alta categoría. Exclusivo.
cremoso. Vulgarismo para aludir a un individuo
de modales y hábitos en exceso refinados.
crespa. Meretriz.
criaturo. Pequeñuelo. Se utiliza también para
aludir en forma irónica a un jovencito travieso y
cruel.
criollo. Durante la dominación hispánica, hijo de
españoles nacido en América. Parte del afán inde-
pendentista por parte de los americanos radicaba
en la imposibilidad de los miembros de su élite
para acceder a cargos de relevancia.
cripa. Variedad de marihuana obtenida mediante
diversos procesos de cultivo, caracterizada por
su alto contenido de tetrahidrocanabinol. Algunos
relacionan su nombre con el de la kriptonita.
cruce. Vulgarismo en principio utilizado para
aludir al intercambio de favores. En la actualidad
representa el favor en sí mismo.
¡cruce esta raya y su madre lo llora! Por
regla general esta oración –seguida de un esputo
amenazante, a su vez demarcado en el asfalto con
el zapato College La Corona de cualquier enojado
trashumante de nuestras calles– es una poética
muestra de ingenio, bastante más amable y me-
nos amenazante que el también muy nacionalista
y vengativo‘lo tengo entre ceja y ceja’. El afán
fratricida y violento que encierra, de todas formas,
es imperdonable.
cuadra picha. Distrito de bares del sur de Bogo-
tá, ubicado en cercanías a la avenida Primero de
Mayo. Si bien su aspecto es más imponente que
el de las calles 82 y 93 y sus precios más bajos, la
mala costumbre de acosar a los clientes y de no
emplear datafonos marca una diferencia con su
similar norteña; sus avisos de neón y la variedad
musical ofrecida le dan, sin duda, un aspecto más
cosmopolita.
cuadrar.
1. Ajustar.
2. Formalizar un compromiso sentimental.
3. Dicho de un vehículo automotriz, estacionar.
cuadrarse.
1. Formalizar un noviazgo.
2. Solventar un desajuste económico.
cuajada. Especie de queso insípido elaborado
con leche de vaca, de bajo contenido graso.
(76)
cuajada con melao. Postre elaborado a partir
de la cuajada y cierto tipo de jarabe melifluo y
azucarado.
cuajado. Individuo grande y de musculatura pro-
minente.
cuarto, hacer. Propiciar el momento y lugar
para que un determinado acontecimiento se desa-
rrolle en forma expedita. Se utiliza, por lo general,
para aludir a quien sirve de alcahueta en un de-
terminado amangualamiento, bien sea laboral o
erótico.
cuba. Hijo menor.
cubio. Tropaeolum tuberosum. Polémico tubér-
culo, extraído de una planta herbácea de hábitos
rastreros, crecimiento erecto, follaje compacto
y alto contenido de ácido ascórbico. Su sabor es
agrio y su aspecto accidentado. Es consumido por
ciertos habitantes del aliplano cundiboyacense.
Los cubios no admiten términos medios. Por tal
razón sus amantes o detractores se dividen en
dos bandos irreconciliables. En su acepción más
generosa y poética es conocido como“camarón de
tierra”.
cuca.
1. Vagina.
2. Especie de galleta de color oscuro y forma
redonda elaborada con panela, harina, azúcar o
melaza. Aunque su origen parece ser antioque-
ño, la presentación en los paquetes personales
para escolares las ha hecho populares en Bo-
gotá.
cuca patada. Amigable juego de pelota simi-
lar al fútbol y consistente en conseguir que la
bola atraviese bajo las piernas del rival, hecho
que de inmediato le confiere al derrotado el
inalienable derecho a recibir una reconfortante
y enérgica tanda de patadas por parte de sus
contendores.
cucarachero. Avecilla insectívora de color
pardo rojizo en la parte superior y marrón en
el vientre. Su tamaño oscila entre los 10 y los
13 centímetros. Se caracteriza por su nervioso
aletear y por sus movimientos veloces. Se le
llama así por su costumbre característica de
alimentarse de cucarachas. Troglodytes aedon.
Tan típica criatura dio lugar a una legendaria
composición de Jorge Áñez titulada ‘Los cuca-
racheros’, conocida como una de las más típicas
de la ciudad.
cucarrón.
1. Homosexual.
2. Conversación de fondo, a manera de zumbido,
cuyo fin es arrullar a quien trata de dormirse.
cucha.
1. Anciana.
2. Maestra, por lo general en un plantel de edu-
cación media vocacional.
3. Progenitora.
4. Pez ornamental de agua dulce, conocido con
el nombre científico de ancistrus triradiatus. Es
costumbre de los vendedores inescrupulosos de
las tiendas de mascotas en la ciudad el mezclar
sin discriminación distintas especies de peces
independientemente de la temperatura o el ph
ideal para su óptima supervivencia. Los acuaris-
tas suelen referirse a las‘cuchas’como especies
no ornamentales, cuyo valor práctico se reduce a
cooperar con la limpieza de los tanques.
(cuajada con melao)
(77)
*bogotálogo
(cucha) Mujer de la tercera edad arreglando verduras, 1940. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
(78)
cuchacha. Híbrido entre dama de avanzada
edad y jovencita. Cucha y muchacha a la vez.
cucharear. Molesta costumbre de individuos
golosos y angurrientos consistente en husmear
con su cuchara en las ollas o platos de los comen-
sales vecinos.
cuchas, de. Arcaísmo empleado para aludir a
quien llegaba de último en una determinada com-
petencia.
cuchaviva. Dios chibcha del aire y el arco iris.
cuchibarbie. Dama a la que, allende su avanza-
da edad, el tiempo sigue tratando con la suficiente
generosidad como para ser considerada deseable
en forma casi unánime.
cuchipanda, a la. Véase a la guachapanda, ley de
Charles.
cuchis, de. De amores. Afectuosamente.
cucho.
1. Anciano.
2. Progenitor.
3. Maestro.
cuchubos. Bolsas de cuero amarradas a las si-
llas de montar, muy populares antes de la llegada
del automóvil a la ciudad.
cuchuco.
1. Sopa espesa elaborada a base de maíz, ceba-
da o trigo en presentación de grano pelado, en
la mayoría de los casos bañada en sustancia de
carne vacuna, bovina y porcina, y acompañada
de arvejas, zanahoria, patatas picadas y especias
tales como cilantro, laurel y guascas.
2. Tradicional personaje de la Bogotá de prin-
cipios de siglo XX, cuyo verdadero nombre era
Pablo Flórez. Conocedor de letras y filosofía, y
dueño de un excepcional sentido del humor, no
obstante su casi absoluta indigencia Cuchuco
ornó a la ciudad con sus frases sabias y su gracia
particular durante buena parte de esta centuria.
Véase locos bogotanos.
cuchuflí. Objeto cualquiera. Durante los 80 Car-
los Antonio Vélez y Hernán Peláez –presentadores
del legendario magazín deportivo‘Cromadeportes
de Cromavisión’y modelos oficiales de cierta en-
tidad bancaria de corte cooperativo– aplicaron el
término a un extraño dispositivo de utilería con el
que se suponía podían controlar un reproductor
de VCR en el que se retransmitían jugadas desta-
cadas. También hubo un llavero con resorte al que
se adjudicó tal título.
cuchumina. Copulatriz.
cuco. Tierno. Agraciado.
cucos. Calzones. Bragas.
cucota. Forma ramplona y vulgar para referirse a
una dama en extremo atractiva.
cucurucho. Cúspide. Cima.
cuenta de cobro. Aborrecible documento exigi-
do por ciertas empresas con el fin de dilatar los
pagos a sus proveedores y contratistas.
cuero.
1. Balón de fútbol.
2. Lámina de papel de arroz destinada a servir de
revestimiento a alguna hierba para fumar.
cuetiado. Dícese de un objeto estropeado o de un
cadáver.
cuhuca. En lengua chibcha, oreja.
cuhuca chie. En lengua chibcha, oído.
cuhupcua. En lengua chibcha, unidad de medida
equivalente a siete.
cuidandero. Individuo encargado de la vigilancia
de una propiedad rural o latifundio, por lo general
tan sólo habitada por él mismo y los suyos.
culebra. Deuda. Cobrador. Acreencia morosa. ‘El
culebro’fue un remoquete cariñoso con el que el
país recuerda al fallecido actor televisivo Hernando
Casanova. Pocos saben que su apodo de‘culebro’
se debe a un célebre personaje de cobrador por él
interpretado en la comedia televisiva‘Yo y tú’.
culiar. Tener relaciones sexuales.
culicagado. Niño. Jovenzuelo inmaduro e imberbe.
(79)
*bogotálogo
culichupado. De nalgas enjutas.
culillo. Cobardía. Temor. Inseguridad.
culión. Individuo libidinoso y promiscuo, adicto a
las lides amatorias.
culipronto.
1. Individuo fogoso y promiscuo, cuya presteza a
involucrarse en dinámicas copulatorias (de tipo
hetero y homoerótico) suele ser ponderada entre
sus conocidos.
2. Individuo que por dar demasiada celeridad a
sus acciones –y por lo general de manera ingenua
y bondadosa– tiende a obrar de manera poco ra-
zonable.
culo, importar un.
1. Dícese de algo intrascendente o a lo que se
desea restar relevancia.
2. Estúpido. Vano. Superficial. Inmaduro.
culo de. Sufijo de origen caribeño empleado para
aludir a algo destacable. ¡Culo de apartamento el
que me conseguí!
culumpio. Barbarismo aleve para‘columpio’.
cumbamba. Quijada.
cuncho. Residuo líquido de alguna bebida en el
fondo de un envase.
Cundinamarca. Nombre empleado en 1886
para bautizar la extensión territorial y la sub-
división política de la que Bogotá es capital. Al
parecer fue el resultado de una deformación
del quechua ‘kuntur marqa’, cuya traducción
aproximada al castellano sería “nido del cón-
dor” o “lugar en donde habita el dios Con (Cón-
dor)”. Hay quienes afirman que el verdadero
significado del término era “región grande”. De
acuerdo con ciertos cronistas, los nativos de los
actuales Perú y Ecuador sostenían dinámicas
relaciones comerciales con pueblos extranjeros
(presumiblemente chibchas), a cuyo país llama-
ban Cundirumarca, Cundelumarca y Condelmar-
ca. Al final, la expresión fue unificada en un más
simple de pronunciar Cundinamarca. Dado que
el sufijo ‘marca’ era empleado en el castellano
como abreviatura de Cundinamarca, el término
en últimas significaría algo así como “comarca
del cóndor”.
cuquera. Ternura.
cura. Aguacate. Banda adhesiva antiséptica em-
pleada para cubrir heridas menores.
curruncho. Dinámica lúdica consistente en adi-
vinar qué mano esconde un objeto determinado.
currutaco. Individuo infantil.
cursiar. Excretar.
cursos. Afección diarreica.
curubito. Estado de jerarquía superior en una
determinada colectividad. Preeminencia.
cusumbosolo. Individuo solitario y de hábitos
poco sociales. Hay quienes creen que la expresión
está relacionada con un viejo seriado televisivo
llamado‘Cusumbo’, del que no es posible conse-
guir un solo capítulo, como documento audiovi-
sual, y cuyo personaje protagónico era un caris-
mático pequeñuelo de la calle.
cutre. Hispanismo de reciente cuño alusivo a un
individuo u objeto burdo y falto de gusto.
cuza. En lengua chibcha, peinilla.
(80)
dañado.
1. Expresión popular en Antioquia y el Antiguo
Caldas para aludir a un homosexual, hoy adoptada
por algunos capitalinos.
2. Degenerado.
daño de estómago. Afección estomacal carac-
terizada por eventuales episodios diarreicos e
intensos dolores.
dar cachucha. Hacer uso excesivo de un electro-
doméstico o maquinaria determinada.
dar clavija. Dejar en desventaja al contrario en
una negociación.
dar garra. Excederse en una determinada acti-
vidad.
dar piso. En la jerga sicarial, asesinar.
darlo. Rendirse a los requerimientos amatorios
de un determinado individuo.
darse. En la jerga juvenil, besarse.
dárselas. Blasonar en torno a un exagerado mé-
rito propio.
de culos pa’l estanco. Expresión ilustrativa con
la que se hace alusión a la trayectoria descenden-
te y trágica de un individuo.
deje los santos quietos. Solicitud poco piado-
sa cuyo objetivo es demostrar al interlocutor la
inconveniencia de sumirse en una determinada
empresa.
de malas, como la piraña mueca. Apocalíp-
tico concepto con el que se pretende aludir a un
giro macabro de la fortuna, en donde un individuo
se ve desprovisto de herramientas y armas para
enfrentar el batallar cotidiano de la vida.
de mejores casas me han echado. Fórmula
de consuelo utilizada por quien, después de ha-
ber sido expulsado de un hogar a causa de algún
proceder imprudente, decide restar trascenden-
cia al hecho, aludiendo a los muchos lugares de
mayor abolengo de los que ha sido marginado. La
expresión, lejos de dignificar a quien la pronuncia,
termina por desacreditarlo todavía más.
de pipí cogido. Úsase para aludir a dos indi-
viduos envueltos en una estrecha relación de
compinchería y amistad que en modo alguno debe
confundirse con dinámica homoerótica alguna.
decomisar. Odiosa costumbre ejercida por los
micropoderes del ámbito escolar, consistente en
retener determinadas posesiones de los estudian-
tes (bien sea alimentos, balones, prendas, jugue-
tes o dispositivos electrónicos para la reproduc-
ción de música), con la anuencia de los cuerpos
directivos.
dedicársela. Convertir a un individuo determina-
do en el permanente blanco de mofas o de acosos.
dedo, a.
1. Transportarse mediante la modalidad de‘auto-
stop’. Como no había buses me tocó irme a dedo.
2. Adjudicación de un cargo mediada por la capri-
chosa decisión de un solo individuo influyente.
dedo, dar. Satisfacer los ímpetus sexuales feme-
ninos mediante el uso dactilar.
dedo, echar. Solicitar transporte mediante el
clásico sistema de‘autostop’.
deje así. Antigua expresión empleada para ter-
minar de manera abrupta una charla, discusión
o transacción. Por desgracia ésta fue arrebatada
del corazón de las clases populares bogotanas
por cierto comediante especializado en el arte del
‘stand-up’.
dejen de comer pan delante del pobre. Véa-
se contando moneditas delante del pobre.
d
(81)
*bogotálogo
dejen miar al macho. Expresión propia de la
jerga agropecuaria, en principio empleada para
indicar a los presentes en una faena reproductiva
veterinaria, la necesidad de dar espera al macho
para deshacerse de sus efluvios urinarios antes
del ayuntamiento. Con el tiempo ésta comenzó a
ser utilizada para solicitar al interlocutor tener
paciencia o abandonar la excesiva prisa en el de-
sarrollo de una actividad determinada.
del cuento. En la jerga endogámica homosexual,
expresión en clave para aludir a quien comparte
tales predilecciones eróticas.
dele. Voz aprobatoria que antecede a una acción
que ha de ser llevada a cabo por el interlocutor.
Véase hágale.
¡dele, dele, que el golpe avisa! Premonitoria
voz –por lo general procedente de quien guía a un
conductor en un aparcadero– con el macabro pro-
pósito de ponerlo en alerta con respecto al inmi-
nente peligro de sufrir una colisión con una de las
tapias del lugar, uno de sus muros de contención,
columnas o –en el más grave de los casos– con
otro automóvil, casi siempre de alta gama. La
expresión es también un llamado a continuar
contra todos los pronósticos. Una convocación
sagrada a la aventura. A proseguir con ciega fe,
sin miramientos o consideraciones preventivas ni
analíticas, sin tener idea alguna de lo que pueda
ocurrir. Muchos servidores públicos, contratistas
oficiales, reparchadores de vías y demás la siguen
con entusiasmo. En ocasiones el golpe avisa… y
mata. Véase chitiado.
dele pa’delante, que pa’trás asustan. Esta
refranil prima hermana de“echao pa’lante”y
“pa’trás ni pa’coger impulso”, es sin duda la
predilecta de motivadores y positivistas consuma-
dos de la estirpe Duque Linares y otros más. El
pretexto es que no debemos dar marcha atrás en
nuestros ímpetus progresistas. La realidad es que
no mirar en retrospectiva es uno de los más co-
munes errores del colombiano y que la amnesia,
generada a conveniencia de quienes la promulgan,
es una de las formas más dañinas de esconder-
se del pasado. Aquello de que“pa’trás asustan”
parece más bien un llamado a negarnos a las
vulgaridades y vergüenzas de un pasado que en
definitiva no queremos recordar o que intentamos
hacer ver en falsos colores de nostalgia.
deli. Aborrecible apócope de delicioso, de cuño
reciente.
delicarse. En lengua vulgar, enojarse o moles-
tarse por causa de alguna indelicadeza.
derramarse. Lanzar la simiente masculina en
medio de una faena de autoerotismo o copulatoria.
desarrollarse. Vulgarismo para aludir al acto
eyaculatorio.
desayunadero. Peculiar instalación dedicada al
expendio de alimentos nocturnos, por lo general
consumidos en las postrimerías de algún festejo,
con el sano propósito de aplacar una galopante
resaca. Entre sus platillos más connotados suelen
encontrarse la changua, el caldo de costilla, el
calentado y los huevos al gusto.
desbarata un balín. Fórmula hiperbólica para
aludir a la empresa quimérica e irrealizable de
desarmar un objeto macizo de forma esférica,
sólo posible para un infante bendecido con el don
de la destrucción.
desbrevado. Arcaísmo empleado para referirse
a un individuo obsesionado con el estudio.
descachalandrado. Individuo descuidado en el
vestir.
descachar. Equivocar un cálculo. Errar el blanco.
Desacertar a la hora de atrapar un objeto o de
realizar un determinado lance en una competen-
cia de habilidad.
descaderado. Tipo de pantalón cuya parte supe-
rior linda con las zonas pudendas.
descalzos. En tiempos de la Conquista, gente del
común.
(82)
descalzurriao. Dícese de quien lleva sus panta-
lones descolgados, por debajo de la cintura. Véase
descanzurriao.
descambiar.
1. En el lenguaje vulgar de individuos poco cultiva-
dos, cambiar dinero en billetes o monedas de alta
denominación por la misma cantidad en unidades
de baja.
2. Intercambiar caramelos, cartas, postales o es-
tampitas.
descanzurriao. Desarreglado.
descarachado. Objeto metálico al que se le ha
caído parte de su pintura.
descarachar. Perder por voluntad propia o sin
ella, una costra de sangre.
descarapelar. Mudar de piel después de haber-
se expuesto al sol.
descaspar. Proceso de renovación de la piel que-
mada por el sol.
deschavetado. Desequilibrado mental. Falto de
cordura y de razón.
descochinflar. Desajustar.
descocorotar. Romper. Quebrar. Estropear.
desconchiflar. Véase desconchinflar.
desconchinflar. Desgonzar.
descorchar. Desflorar a una dama.
descorche. Tarifa cobrada por algunos estable-
cimientos para permitir el consumo de bebidas
alcohólicas no expendidas dentro de sus instala-
ciones.
descremarse. En lengua de baja estofa, despo-
jarse del flujo seminal.
descrestar calentanos. Sorprender a alguien
de provincia con alguna insignificancia citadina.
descrestar. Sorprender a alguien en forma favo-
rable. Contrario a lo que la mayor parte de diccio-
narios parece indicar, el descreste no es necesa-
riamente una forma de engaño.
descuadrarse. Sufrir un desajuste económico.
descuerar. Murmurar en contra de un individuo
o poner sus defectos en evidencia. Levantar testi-
monios falsos que perjudican a alguien.
descularse. Caer de manera estrepitosa.
desechable. Aborrecible y fascista sustantivo uti-
lizado por algunos para aludir a los que padecen
condiciones de indigencia.
desenchiparse. Enojarse.
desenculebrarse. Salir de deudas.
desenguayabe. Proceso bioquímico de cura
posterior a una ingesta etílica, cuya piedra angular
es aquella de“el guayabo es para los pobres”, en
la que –se supone– toda resaca es susceptible de
curarse consumiendo aún más alcohol.
desentejado. Caballero fligido por la calvicie
frontocoronaria.
desgalamido. Véase esgalamido.
desgaretado. Objeto, prenda o individuo en con-
diciones de desgaste.
desgonzarse. Quedar exánime por causa del
cansancio o la enfermedad.
desgualetado. Desarreglado. Mal acicalado.
desguarambilado. Extenuado. Desarreglado.
deshorizontado. Sin horizontes ni destino in-
mediato alguno. Desubicado. Desorientado.
desinflado. Individuo desencantado y defraudado.
desjaretado. Cerrado de manera incorrecta.
Medio abierto.
(descuerar)
(83)
*bogotálogo
desjetado.
1. Sin boca.
2. Prenda de vestir con el cuello ancho por la ac-
ción de la gravedad.
desjetar. Despojar a alguien de su boca.
desjetarse. Apurarse en exceso por la ejecución
de una tarea o deber. Véase cepillero, lambón, la-
garto.
desmechuzado. Despeinado. De pelo achilado.
desmierdado. Dícese de aquello que se mueve a
muy alta velocidad.
desmoñar. Proceso artesanal de separación de
las semillas y las hojas de marihuana antes de su
consumo.
desmueletado. Desprovisto de dientes.
desnucadero. Motel. Reducto apropiado para la
cópula subrepticia.
desorejado. Individuo despojado de oído o de
virtudes musicales.
despalomado. Individuo ensimismado y distraí-
do.
desparchado. Aburrido. Despojado de planes o
de actividades por realizar en compañía de otros.
desparche. Inactividad. Soledad. Abandono. Abu-
rrimiento.
despelucado. Despeinado.
despeluque. Desorden festivo.
despepado. De forma veloz y nerviosa.
despepar. Extraer las semillas de la marihuana
con el fin de optimizar la combustión de la hierba.
En la creencia popular de los consumidores habi-
tuales de THC, el obviar esta práctica favorece la
formación de acné facial.
despepitado. Salir con velocidad.
despicar. Quitar el pico a un recipiente.
desporrondigarse. Caer al piso en posición
extendida. Despedazarse.
después de ojo afuera, no hay santa Lucía
que valga. Llamado a la razón para indicar que,
más allá de los poderes atribuidos a los grandes
santos de la madre Iglesia católica y romana, hay
situaciones dramáticas e irresolubles.
despulgar. Retirar las pulgas de una superficie
o criatura.
destrabe. Distracción, por lo general posterior a
la ingesta de algún estupefaciente.
destutanarse. Acción y efecto de caer con brus-
quedad y hacerse daño.
desvare.
1. Acción y efecto de poner en marcha un vehículo
automotor.
2. Oficio informal o negocio desfavorable empren-
didos con el objeto de sobrevivir.
Véase peña, rebusque.
desvirolado. Individuo desorientado o carente de
raciocinio.
detroit. En la jerga callejera, detrás.
diagonal. Extraña categorización de la nomen-
clatura bogotana utilizada para aludir a aquellas
calles que, aun siendo transversales a los cerros,
no son llamadas en esa forma, sino diagonales.
Aunque ello resulta difícil de comprobar, es bas-
tante probable que en el momento de realizar el
caótico trazado urbano local y de bautizar aveni-
das, carreras y calles con cifras, algún descuidado
haya omitido una de las últimas, por lo que, en un
recurso de emergencia típicamente colombiano,
se haya inventado las diagonales para cubrir el
error. Dos sectores famosos por la proliferación
de diagonales y transversales son Palermo y
Teusaquillo. Véase transversal.
dietético. Autobús de gran calado y bajo pre-
supuesto. Comenzó a llamársele así dado que,
debido al exceso de pasajeros, el reducido espacio
dificultaba el viaje de quienes padecían de sobre-
peso.
dijes, a los. Expresión propia de la jerga balom-
pédica callejera. Es empleada en los encuentros
futbolísticos cuando uno de los jugadores pide a
su compañero el suministro del esférico por vía
(84)
(desparche) Trabajadores frente a la fábrica de maltina, se observa el paso del tranvía, 1940. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
(85)
*bogotálogo
aérea, para que éste, a su propia vez, lo detenga
con el pecho. ¡Venga, Chucho!: a los dijes.
direct tv. Dícese de quien se encuentra pertur-
bado por causa de una aflicción diarreica.
disco. Canción. Durante los años en los que la
banda de Amplitud Modulada –AM– dominaba las
ondas hertzianas de la ciudad, en los que además
el formato de disco sencillo de dos caras seguía
teniendo relevancia, los bogotanos solían referirse
a una canción determinada que sonaba en el tran-
sistor como‘disco’o –de tratarse de su favorita
entre las favoritas– como‘mi disco’.
discos de la torre. Denominación cariñosa y un
tanto caricaturesca con la que algunos comprado-
res de discos compactos y libros suelen aludir a la
agonizante tienda de música Tower Records.
disculpemen (sic) su educación. Fórmula
de afabilidad propia de vendedores ambulantes
de autobús y mendigos, que suele preceder a la
oferta de un producto (por lo general bolígrafos,
golosinas o cuadernillos didácticos) o a la solicitud
de dádivas económicas voluntarias.
distrave. Distracción. Pasatiempo de emergencia.
Sus orígenes tempranos se remontan al término
‘destrabe’, empleado por los consumidores de es-
tupefacientes en los 60 para referirse a los rituales
de recuperación posteriores a la culminación del
efecto de las sustancias psicoactivas en su orga-
nismo. El término parece aludir al nombre de una
firma distribuidora de aves crudas y asadas.
¡divino!. Expresión típicamente femenina para
aludir a la ternura o a la gracia física de algún
miembro del sexo opuesto. También se constituye
en una forma descarada de lambonería con el
propósito de ejercer el muy femenino arte del ma-
rraneo y la explotación, amparado en los encantos
del mal llamado sexo débil.
doctor. Inexplicable formalismo empleado por
los capitalinos y el resto de colombianos para
aludir a quien, sin ostentar un título de doctorado
(dietético)
(86)
ni haberse recibido como galeno, es considerado
por el hablante como superior en jerarquía.
dolarete. En palabras vulgares y de gusto dudo-
so, dólar.
don. Prefijo un tanto servil, cuyo significado (ba-
sado en las siglas del término‘de origen noble’)
es desconocido por la mayoría de quienes lo em-
plean para aludir a un superior.
donde comen dos, comen tres. Prueba legible
y audible de la generosidad bogotana y de la capa-
cidad de resignación de los habitantes del altipla-
no cundiboyacense a la hora de tasar los comesti-
bles o recursos económicos. Es utilizada, además,
tal como ocurrió en el largometraje‘La gente de
La Universal’, para ilustrar la posibilidad de repar-
tir los sobornos de manera justa e igualitaria.
donde comen tres, comen cuatro. Variante
del clásico‘donde comen dos, comen tres’, basada
en un algoritmo aún mayor.
¿dónde estufo? Exclamación humorística, cuya
risibilidad ya ha ido perdiéndose por cuenta del
uso excesivo, empleada en sus orígenes para in-
dicar al interlocutor las emanaciones pestilentes
de su aliento etilizado, tras una faena de copiosas
libaciones alcohólicas.
¿dónde hago la raya? Vulgarismo empleado
para demostrar sorpresa ante lo inusual de una
situación.
doña Blanca. Taza del excretorio. Por lo gene-
ral la expresión suele emplearse en el momento
de trasbocar, en medio de un molesto episodio
de náuseas provocado por la excesiva ingesta de
licor, enmarcada en la clásica frase“Voy a hacer
un depósito en doña Blanca a la cuenta del río
Bogotá”.
¿dormimos juntos, que no saluda? Fórmula
de reclamo utilizada para quien –tras presentarse
en un lugar determinado– olvida decir hola a los
presentes. Está basada en la creencia popular de
que aquellos que pernoctan en un mismo espacio
no ven necesario saludar en las mañanas.
draconiano. Miembro de una de las dos subdi-
visiones del liberalismo durante la segunda mitad
del siglo XIX. Los draconianos defendían el inter-
vencionismo del Estado y una economía proteccio-
nista con la que se pretendía frenar el crecimiento
de los grandes comerciantes, lo que los hizo me-
recedores del apoyo de artesanos y de militares.
Los draconianos tuvieron en los gólgotas a sus
mejores adversarios.
drogo. Consumidor inveterado de estupefacien-
tes. Véase drulo, sollado.
drulo.
1. Asiduo consumidor de píldoras sicotrópicas. La
expresión se deriva de una pastilla conocida con el
nombre de drula o‘lemon 714’. Véase drogo, pepo,
sollado.
2. El término se emplea también para aludir a
quien se encuentra bajo los visibles efectos de
alguna droga recreativa consumida por vía oral.
dulce.
1. Bebida carbonatada y azucarada. Gaseosa.
2. Ser dulce para. Resultar atractivo para cierto
tipo de individuos o de situaciones.
dulces, tenga pa' los. Expresión que antecede
al momento de entregar una dádiva monetaria a
un determinado individuo.
duro. Jefe. Mandamás.
(87)
*bogotálogo
echar. Verbo común de brusca sonoridad y uso
generalizado como anteposición a algún vocablo
o expresión burda. Véase echar bala, echar bueno,
echar el pato, echar globos, echar la madre, echar
los perros, echar números, echar pata, echar pes-
tes, echar piches, echar pistero, echar pupila, echar
quimba, echar rulo, echar vainas, echarle el cuento.
echar bala. Atacar a alguien mediante disparos.
echar bueno. Modismo común de origen in-
comprensible, alusivo a cierto tipo de inactividad
placentera.
echar el pato. Acusar a un inocente de un cri-
men propio para desviar el castigo. El término tie-
ne su origen en el ya anticuado uso de mingitorios
portátiles llamados 'patos' y se fundamenta en la
imaginería de lo que habría de suceder si alguien
dejara un pato ya contaminado con efluvios bajo
un lecho ajeno.
echar globos. Fantasear.
echar la madre. Injuriar a alguien haciendo
mención deshonrosa de su progenitora.
echar los perros. Esgrimir todo el arsenal dis-
ponible para conquistar a un individuo con fines
amorosos.
echar números. Aventurar cálculos y guaris-
mos.
echar pata. Caminar.
echar pestes. Injuriar de algún individuo.
echar piches. Lanzar comentarios no francos
con contenido malintencionado implícito.
echar pistero. Mirar con detenimiento.
echar pupila. Observar, espiar, fisgonear.
echar quimba. Caminar.
echar rulo. Expresión extraída de la jerga de sa-
lón de belleza y empleada para aludir a la especie
de areópago criollo de chismorreo que son dichos
espacios dedicados a tinturas, cortes y arreglos
de uñas.
echar vainas. Reprender mediante indirectas.
echarle el cuento. Acometer a alguien con es-
tratagemas verbales de conquista.
eche pa’ la pieza. Voz popular empleada en si-
tuaciones de castigo o –más comúnmente– en la
antesala de un abrupto acto copulatorio.
¡échele maíz al gallo! Exclamación burlona em-
pleada para poner en evidencia a quien, en medio
de una alocución pública o de una jornada de can-
to hace sonar un voluntario y desafinado falsete.
ejecutivo. Expresión de sorprendente e inusual
polisemia, aplicada a todo cuanto se supone hace
gala de una categoría y unas características cuali-
tativas superiores a las corrientes. En dicho senti-
do, un bus ejecutivo presta en teoría, mas no en la
praxis, un servicio más confortable y ergonómico
a sus usuarios. De manera similar, un almuerzo
e
(ejecutivo)
(88)
ejecutivo debería supuestamente gozar de unas
propiedades gastronómicas y nutricionales supe-
riores, cuando en realidad no suele ser más que
la mescolanza indiscriminada y malsana de tres o
cuatro farináceas (por lo general yuca, papa, plá-
tano, arroz y pastas comestibles de baja estofa),
cuyo consumo potencial obstruye las vías corona-
rias. Como si tales ejemplos no fueran suficientes,
hay también un programa radial llamado‘Noticias
para ejecutivos’, cuyo contenido parece ser más el
de una selección de música brillante que el de un
informativo.
ejero. En la jerga de la construcción, obrero en-
cargado de verificar que las medidas de las cons-
trucciones se acojan a las indicadas en los planos.
el. Artículo determinado de uso generalizado
entre ciertas clases sociales fáciles de detectar
para anteceder nombres propios; también muy
empleado por los vendedores ambulantes con el
fin de realzar la trascendencia de los productos
ofertados, con menciones en número de tres. Son
las 5 y el Wilson no ha llegado. El Deiber no volvió
por aquí. ¡El cuaderno!, ¡el cuaderno!, ¡el de moda!
el 31 de agosto, de un año que no diré, suce-
sivos terremotos hundirán a Santafé. Anti-
gua profecía atribuída a Francisco Margallo y Du-
quesne, clérigo católico nacido en Bogotá en 1765,
y fallecido en la misma ciudad, en 1837. El piadoso
es recordado, entre otras cosas, por sus virtudes
ejemplares y por la elaboración de prédicas es-
critas tituladas 'El gallo de san Pedro', 'El perro
de santo Domingo', 'La espada de Holofernes', 'El
arca salutífera' y el folleto 'Dirección cristiana de
las acciones cristianas'. Además de ello escribió
'La ballena', texto en contra de la Sociedad Bíbli-
ca protestante. Diez años antes de su deceso, el
padre Margallo y Duquesne lanzó su apocalíptico
vaticinio, aún no cumplido.
el agua es pa´ las matas y pa´ los enfermos.
Típico mantra proferido por un beodo inveterado
al verse ofendido por una ofrenda hídrica distinta
a la del licor.
¡el de p’irnos! Fórmula a cuyo dudoso gusto se
añade el defecto de la falsedad. Es empleada por
las congregaciones de consumidores de mesa, ya
diezmados por la copiosa libación etílica, pero aun
así ansiosos de una sola dosis más, cantidad que
termina por incrementarse a cada sorbo.
el diablo es puerco. Amonestación puritana a
guardar recato y a abstenerse de aproximarse a
las tentaciones mundanas. El dicho se hizo popu-
lar gracias a haber sido puesto en boca de uno de
los personajes de la telenovela de finales del siglo
XX‘Yo soy Betty la fea’.
el fútbol es así. Frase de cajón esgrimida por los
comentaristas y narradores deportivos con el pro-
pósito de justificar una inesperada eventualidad
en el marco de un encuentro balompédico.
el palo no está pa' cucharas. Clásica frase a
la que se apela para referirse a una lamentable
situación pecuniaria o a una carencia de recursos
tal que impide incurrir en gastos excesivos o in-
versiones riesgosas.
el que fía no está. Mala fórmula para excusar la
ausencia de políticas crediticias en una cigarrería,
cantina, tenderete o mercado de barrio.
el que fía se fue a cobrar. Aleccionadora fra-
se de tienda y mercado de barriada en la que se
manifiesta el triste destino de quienes tienen por
costumbre otorgar amplias opciones de crédito a
su clientela informal, convertidos por el infortunio
en cobradores espontáneos.
el que no hace los goles los ve hacer. Adagio
extraído de la cultura futbolística, en donde se
afirma que quien no se apreste a la inmediata
ejecución de una acción verá como otros la llevan
a cabo antes que él, con toda la carga de aconteci-
mientos negativos y dolorosos que ello acarrea.
el que nunca ha tenido ganado hasta la
mierda lo embiste. Triste y certera frase en la
(89)
*bogotálogo
que se alude a lo sorpresiva y extraña que puede
resultar una situación no familiar para quien la
desconoce.
el que se quedó se quedó. Fórmula empleada
preferencialmente por conductores de buses in-
termunicipales o por padres de familias numero-
sas para indicar la inminencia de un último llama-
do a quienes se apresten a abordar un medio de
transporte determinado. Véase busetero, cebollero,
dietético, flota.
el que se va para Barranquilla, pierde su
silla. Variable bogotana del clásico“el que se va
para Sevilla pierde su silla”. El hecho de que ésta
haga alusión a una ciudad caribeña resalta las
diferencias irreconciliables entre el cachaco puro
y el conocido‘costeño’.
el que tiene para el whisky, tiene para el
hielo. Fórmula discreta de invitar al interlocutor
a la generosidad y a la supresión de cualquier
conato de tacañería o apocamiento. Véase michi-
cato, whiskéy.
el teléfono no es para hacer visita. Clásica
enseñanza de padre de familia tacaño, empleada
para indicar a sus vástagos la inmediata nece-
sidad de dar por suspendida una conferencia
telefónica. La llegada de cargos fijos y el hecho de
que la creencia popular de que después de algún
tiempo de charla ambos abonados tenían que co-
rrer con los gastos de la comunicación, han dado
al traste con el argumento.
¡el trencito! ¡el trencito! Costumbre danzatoria
de gusto dudoso, por lo general acontecida en los
estertores finales de una fiesta –cuando ya los
asistentes han renunciado al pudor– y consistente
en que los bailantes se alinean a la manera de
una locomotora con sus vagones, tomándose unos
a otros de la cintura. Hay quienes, de manera un
tanto más osada y acaso orgiástica, han llevado
dicha práctica al ámbito sexual.
el último y nos vamos. De acuerdo con los más
célebres bogotanólogos, una de las tres mentiras
utilizadas en el contexto de bares, tabernas, can-
tinas y chicherías para solicitar una ración final de
alcohol. Quien emplea tal expresión subestima el
poder seductor de la bebida, suponiendo que su
voluntad le permitirá ser capaz de no ceder ante
una oferta más. Tal frase también es usada para
disuadir al extenuado‘barman’o cantinero de
cerrar a tan tempranas horas, bajo la promesa de
marcharse tras el consumo del licor final.
elevar cometa. Expresión alegórica relativa al
acto onanístico. Compara la erección con el vuelo
de un papalote.
embajadores. Apelativo con el que la afición
balompédica suele referirse a los seguidores y
jugadores del club Millonarios, según algunos
debido a sus victorias de tiempos pretéritos en
tierras extranjeras; y según otros inspirado en el
nombre de un hotel en cuyo bar sus fundadores
solían congregarse. Otros sostienen que el café
fue bautizado así en homenaje al equipo, y no a la
inversa.
embalado. Véase embale.
embale. Premura, prisa, afán. Reacción de hiper-
quinetismo debida al consumo de algún estupefa-
ciente, por lo general del tipo alcaloide.
embarrarla. Cometer un evidente error.
embejucado. Enojado.
embejucar. Provocar cólera en alguien.
embellecedor. Bebida espirituosa empleada
para atenuar las molestias y prevenciones gene-
radas por el próximo ayuntamiento físico con un
individuo poco agraciado.
emberracado. Colérico.
emberracar. Suscitar enojo en alguien.
embocholar. Acertar en el intento de insertar un
objeto dentro de un determinado agujero. Introdu-
cir con tino. Véase aflojachochas, bagre, chapeto.
(90)
embolado. En materias amorosas dícese de
quien, ya habiendo sido pareja o compañero
sexual de un individuo anterior en un plazo in-
usualmente cercano, termina por ser considerado
plato de segunda mano.
embolador. Lustrabotas.
embolatar.
1. Extraviar.
2. Timar.
3. Perder
embollado. Atareado.
embuchado.
1. Saturado debido a la profusa ingesta de un
líquido gaseoso, por lo general una bebida carbo-
natada o cerveza.
2. Individuo al que debe atenderse, alojarse o
contratarse en forma obligatoria por presiones de
alguna personalidad influyente.
emburundangado. Bajo el efecto de la escopo-
lamina.
embutir.
1. Obligar a alguien a consumir algún alimento,
bebida o sustancia.
2. Forzar a alguien a obrar en contra de su voluntad.
3. Anotar un número de tantos en contra del con-
tendor en una gesta deportiva.
emo. Especie de gueto urbano conformado por
jóvenes sensibleros con pretensiones suicidas. Tal
grupo no es, por fortuna, exclusivamente bogotano.
empanada bailable. A mediados del siglo XX,
especie de ceremonial festivo por lo general ame-
nizado por masas de maíz rellenas de algún otro
comestible.
empapelar. Llenar a alguien de cargos o de obli-
gaciones burocráticas.
emparamarse. Mojarse profusamente.
empastelado. Enredado. Saturado de dificultades.
empelicularse. Autoconvencerse de hechos
fantásticos e improbables. Véase envidearse.
empelota. Véase empeloto.
empeloto. Desnudo.
empeparse. Saturarse de drogas, bien sea medi-
cadas o estupefacientes.
empericarse. Consumir cocaína.
empuercar. Ensuciar.
emputado. Colérico.
emputador. Cómico juego de palabras para alu-
dir a un ordenador, resultante de unir los térmi-
nos‘emputado’y‘computador’.
emputante. Dícese de aquello que provoca enojo.
emputarse. Enfadarse.
en la buena. Expresión informal y un tanto burda
para aludir al arte diplomático de sostener buenas
relaciones entre individuos, con el fin ulterior de
evitar el conflicto.
en la mala.
1. Por oposición, dícese de quien sostiene una
deficiente relación con sus semejantes.
2. Úsase para referirse a una condición de infor-
tunio.
en par patadas. Fórmula popular para aludir a
un hecho de simple y rápida ejecución.
en pura. De manera veloz y angustiante. Véase
desmierdado, despepado, despepitado.
(embolador) Mi hermanito, 1973. Donante: Ruth Martínez, Álbum Familiar /
Colección MDB - IDPC
(91)
*bogotálogo
¿en qué familia íbamos? Expresión común
entre individuos dados a la habladuría infundada.
Se utiliza para retomar, tras un forzoso receso, la
senda de la calumnia, la injuria y el chismorreo
recreativo.
en tiempo de guerra, cualquier hueco es
trinchera. Símil castrense en el que se equiparan
los extensos periodos de abstinencia sexual a la
angustia experimentada por un soldado a la hora
de eludir una lluvia de municiones, en el marco de
una confrontación bélica. Su uso es común entre
individuos ávidos de saciar sus apetencias de dicho
tipo y sumidos en una preocupante sequía afectiva,
para excusar su poca selectividad a la hora de pro-
curarse una pareja. Véase arrechera, bagre, a esa
vieja no se la come ni el óxido, embellecedor.
en un dos por tres. De manera veloz. Con la
llegada de la comunidad libanesa y hebrea a la
capital durante las décadas de los 30 y 40 del si-
glo XX, se hizo común la estrategia de ventas tipo
bazar con la consigna‘pague dos, lleve tres’. De-
bido al flujo y a la forma con que la mercancía se
evaporaba de los anaqueles, se afincó la creencia
popular de que un‘dos por tres’era sinónimo de
velocidad. La popularidad del concepto dio lugar al
surgimiento, en la década de los 80, de una cade-
na de minimercados denominada Rapidtiendas 2 x
3. Véase avivato, en par patadas, turco.
en veremos… La eterna expectativa por eso que
nunca llegará es quizá la mayor virtud del colom-
biano promedio. Nace de la candidez, de aquellos
anhelos que a fuerza de desesperanza se convier-
ten en frustraciones y que a fuerza de frustracio-
nes se convierten en espejismos.
enantes. Arcaísmo empleado para indicar un
hecho anterior.
encachorrado. Enojado.
encacorrado. Dícese del individuo en estado
de completa y dolorosa obsesión por causa de un
apasionamiento amoroso.
encaletado. Escondido. Véase caleto.
encanado. Encarcelado.
encargar bebé. Ramplón eufemismo para aludir
a la decisión biológica e instintiva de procrear, tra-
tando a la vez de ocultar la evidente connotación
sexual que el acto mismo lleva consigo.
encarnizado. Apasionado hasta el delirio por algo.
Obsesionado. Embriagado de ira hacia alguien.
encarretado. Del todo interesado por alguna
determinada actividad, ser o empresa.
encartado. Dícese de quien se encuentra en
severo estado de complicación o involucrado en
una obligación difícil de cumplir.
(encartado) Voceador de periódicos de Bogotá, 1939. Daniel Rodríguez /
Colección MDB - IDPC
(92)
enchapador. En la jerga de la construcción,
obrero especializado en la postura de paredes,
pisos y enchapes.
enchichado. Véase encochinar.
enchipar. Enrollar.
enchoclar. Véase embocholar. 	
enchocolar. Véase enchoclar.
enchonche. Estado de sumo sopor y modorra,
por lo general precedido de la cuantiosa inges-
ta de bebidas espirituosas o de sustancias‘non
sanctas’.
enchuspado. Resguardado. Aislado por propia
voluntad.
encime. Mercancía adicional entregada en forma
gratuita en el marco de una negociación.
enclochar.
1. Accionar el embrague de un automóvil. Es una
deformación del anglicismo‘clutching’.
2. Insertar el miembro viril en otro individuo.
encochinar. Ensuciar la honra y el buen nombre
de alguien.
encoñado. Individuo obsesionado hasta lo enfer-
mizo con los encantos y las destrezas copulativas
de alguna avezada amante.
encoñe. Vulgarismo para aludir a cierto estado
de enceguecimiento sexual adictivo y limitado a un
solo individuo objeto de la obsesión, comúnmente
confundido con el amor.
enculebrarse. Endeudarse.
ene veces. Número incalculable de oportunida-
des.
enemil. Cantidad exorbitante.
engallado. Artefacto electrónico o mecánico
ornado por florituras y dotado de aditamentos
tecnológicos varios.
engalletado. Involucrado en una actividad o
compromiso de difícil resolución.
(enchichados) Reportaje sobre la chicha en Bogotá, 1938. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
(93)
*bogotálogo
engañabobos.
1. Individuo especializado en timar incautos.
2. Dispositivo tecnológico empleado con el propó-
sito de asaltar al consumidor en su buena fe.
engargolado. Ensartado.
engerido. Individuo enfermo de frío.
englobado. Ensimismado. Distraído.
engocholar. Véase embocholar.
engomado. Obsesionado por una actividad, pa-
satiempo o hábito determinado.
engome. Véase engomado.
engrampar. Adjudicar algún objeto, compañía o
lugar no deseados. Véase chantar, chutar.
enguachinarse. Mojarse en forma excesiva.
enguayabado. Sumido en una resaca galopante
y pertinaz.
enhebrar.
1. Perjudicar a alguien con cierta medida severa.
2. Penetrar a alguien sodomíticamente.
3. Copular.
enhuesado. Atareado.
enjauladas. Dícese de las meretrices que –al
estilo del Barrio Rojo en Amsterdam– exhiben sus
zonas pudendas a los potenciales clientes ávidos
de experiencias copulatorias, desplazándose en
forma deliberada por el vecindario bogotano de
Santa Fe con el propósito de despertar apetitos
venéreos. Es de anotar el altísimo grado de riesgo
que representa para los libidinosos caballeros en
cuestión, el trabar ayuntamiento, por error, con un
macho funcional. Véase antena, crespa, presa.
enlagunarse. Olvidar algún episodio de la exis-
tencia propia, debido a haberlo vivido bajo el efec-
to del alcohol. Véase aflojachochas, borrar casete,
embellecedor.
enmelocotar. Mancharse de forma superficial
con alguna sustancia pegajosa.
enmozado. Dícese del individuo involucrado en
algún tipo de amancebamiento carnal ilícito.
enmugrar. Ensuciar.
enredar la pita. Complicar el transcurso de una
determinada situación.
ensaladillas. Especie de publicaciones satíricas
y anónimas en formato de volantes, de amplia
circulación en tiempos de las guerras de inde-
pendencia. Según Le Moyne, cronista extranjero
radicado en la Nueva Granada de entonces, tales
textos también denunciaban actos bochornosos de
la intimidad de los habitantes de la ciudad. Uno de
los grandes creadores de ensaladillas fue Fran-
cisco Javier Caro, abuelo de José Eusebio Caro.
Las ensaladillas esparcían injurias y diseminaban
informaciones falsas que atentaban contra la inte-
gridad de algunos inocentes ciudadanos.
ensartar. Penetrar por vía sexual.
ensayadero. En la jerga de músicos y ejecutores
de artes interpretativas, lugar destinado a ensayos
y prácticas.
ensopado. Muy mojado. Emparamado.
entecar. Basados en una creencia popular, su-
persticiosa, agorera y sin fundamento alguno,
restar lustre y pureza a un objeto o animal por el
constante roce con él. El término es de utilización
generalizada entre ciertos pequeñuelos desde
cuya juventud ya se adivinan ribetes de arribismo,
clasismo, egoísmo e inmamabilidad. ¡No me to-
ques el hámster porque me lo entecas!
entelerido. Revejido. Enclenque.
entenado. Hijastro.
entonces qué. Saludo antioqueño hoy adoptado
por las mentes de los bogotanos con complejo de
paisas.
entrador. Individuo habilidoso en las artes de las
relaciones públicas.
entre chiste y chanza. Dados,–como siempre
lo hemos estado– a hacer de cualquier situación,
por dolorosa que sea, una especie de comedia
del absurdo, nos hemos hecho a la idea de vivir
nuestras vidas entre chiste y chanza, más allá de
lo poco jocosa que nos resulte la situación vivida.
(94)
Entre chiste y chanza se nos acomodan verdades
históricas que duelen.
entre picha y picha. Dícese de aquello a lo que
se tiene en la mira, entre ojos o que obsesiona.
entrecasa. Tipo de prenda únicamente apta para
ser usada dentro del propio domicilio.
entroncarse. Experimentar una erección.
entutelar. Entablar una acción de tutela en con-
tra de alguien.
envainado. Individuo abatido por dificultades u
obligaciones.
envidearse. Dejarse perturbar por imaginerías
infundadas.
envueltos. Bollos de harina de maíz con sabor
dulzón y consistencia blanda.
enzorre. Perder el control en medio de una
determinada actividad. Dejarse agobiar por una
carga de oficios.
Equidad, La. Club balompédico de muy reciente
aparición en el torneo rentado de primera división,
con nombre y patrocinio de aseguradora. Sus no-
torios éxitos ha provocado la humillación frecuen-
te de sus adversarios de patio
equipo. En la jerga de los técnicos en sistemas,
computador. Por lo general, la palabra es emplea-
da por los desdeñosos trabajadores de Unilago, el
Centro de Alta Tecnología y Lago Centro al aludir
con desprecio o en tono halagüeño a un ordena-
dor, según su conveniencia.
equis. Individuo u objeto insignificante y anónimo.
es acto de cobardía dañar la cojinería. Man-
tra de súplica y recriminación institucionalizado
por los tapiceros de los automóviles de servicio
público. Se emplea para disuadir a la caterva de
vándalos que suele desplazarse en estos auto-
motores de no estropearlos mediante cortes con
bisturí o la escritura de mensajes, grafismos o
consignas obscenas, políticas o románticas.
es más macho un timbre. Fórmula directa
para poner en tela de juicio la virilidad de un in-
dividuo. Se fundamenta en la equiparación del
dulce y agudo resonar de una bocina o campana
instauradas en la puerta de un hogar, al alcance
de quien quiera accionarla, a la masculinidad del
personaje en cuestión. Véase cacorro.
es mejor que digan que uno es un hijueputa a
que uno es un huevón. Adagio popular en el que
se privilegia la sagacidad, acompañada del posible
mal concepto que ésta pueda acarrear en el indivi-
duo, sobre la bondad a su vez acompañada de la idea
de que el sujeto en cuestión obra con ingenuidad.
¿es tan amable y me colabora? Fórmula poco
cordial empleada por vigilantes y miembros de la
fuerza policial para ordenar a un conductor retirar
su vehículo o abandonar un determinado espacio.
Su espíritu, aunque en apariencia disuasivo, suele
ser de amenaza y coerción.
esa platica se perdió. Es la forma local del des-
prendimiento y la renunciación al bien material
aderezada con cierto ingrediente resignado. Hay
en la frase un componente de tristeza por las in-
famias del sistema financiero, la poca viabilidad a
la que el microempresario colombiano está some-
tido y la baja capacidad de pago-endeudamiento
propia de nuestros compatriotas.
escachalandrado. Véase descachalandrado.
escalabrar. Descalabrar.
escandola. Algarabía. Ruido. Escándalo.
escarapela. Especie de acreditación en forma
de carné indispensable para el ingreso a ciertas
entidades burocráticas o eventos exclusivos. Es
costumbre de los bogotanos rapárselas cual aves
carroñeras en el momento de hacerse a una de
las escasas emitidas por la Orquesta Filarmónica
de Bogotá en el marco del festival anual Rock al
Parque.
escarapelar. Descamarse en las postrimerías de
una visita a tierra caliente.
escóndase, que llegó la basura. Fórmula
humillativa para despedazar sin compasión la
(95)
*bogotálogo
autoestima de un individuo al compararlo con los
desechos a diario recogidos por los recolectores
de desperdicios.
ese huevito quiere sal. Expresión de gusto
dudoso con la que algunos miembros de la co-
munidad masculina suelen señalar a una dama a
la que suponen ávida de amancebamiento. Véase
gala, garra, guayigol.
esfero. Bolígrafo. Cosa extraña, este bogota-
nismo de uso tan común y cotidiano en la ciudad
resulta chocante en muchos lugares del país.
esfondado. Barbarismo de 'desfondado'.
esgalamido. ���������������������������������Revejido. Enjuto. En extremo del-
gado.
esmechuzao. Despeinado. De pelo achilado.
esmeraldero. Individuo dedicado al comercio de
esmeraldas.
eso le prende empujado. Clásico diagnóstico
propio de un mecánico empírico o de algún ciuda-
dano que de buena voluntad desea cooperar con la
reparación de un vehículo que no enciende. Véase
desvare.
eso me suena a paseo. Desobligante y odiosa
expresión empleada cuando un individuo intuye
estar siendo incluido en una tarea o en una co-
lectividad que no le corresponde o a la que no
pertenece.
eso no da plata. Consigna típicamente mate-
rialista empleada por individuos descreídos de la
importancia de los saberes humanistas, en con-
traposición a las ciencias exactas y económicas.
Es usada, sobre todo, por padres en procura de
disuadir a sus descendientes de la tentativa de
formarse profesionalmente en una disciplina ar-
tística.
eso no lo hace ni Mandrake. Fulminante y
desobligante forma de eludir una tarea o respon-
sabilidad por considerarla imposible.
eso se le demora. De la misma rama genealó-
gica del pensamiento budista zen, esta doctrina,
erigida desde montallantas, talleres de mecánica
(escarapela)
(esfero)
(96)
automotriz y centros de servicio técnico en com-
putadores, es un llamado a la paciencia y a la ca-
pacidad de espera, como un valor infaltable dentro
del tejido social en el marco de nuestra atropella-
da patria. Ante un‘se le demora’, el decepcionado
cliente no puede hacer más que mirar hacia el
suelo en un gesto de triste aceptación.
¿eso sí quién lo manda? Fórmula recrimina-
toria empleada para castigar en forma verbal a
quien por su propia voluntad se haya visto involu-
crado en una situación en donde su bienestar ha
sido comprometido.
eso va en gustos, como el que come mocos.
Escatológica e irónica expresión con la que se
acoge la diversidad de criterios, basada en un sin-
gular ejemplo gastronómico al que la comunidad
científica denominan‘piofagia’.
eso ya se fue así. Preferida por oficinistas o con-
tadores mediocres, correctores de estilo frustra-
dos, malos diseñadores gráficos o industriales, y
maestros de obra sin vocación, es la más adecua-
da de las excusas a la hora de justificar las entre-
gas inacabadas y contrahechas. Amparados en el
escaso tiempo, cada vez son más quienes siguen
esta escuela entre estoica y antiprofesional.
– Esa cuenta no cuadra, señor Useche.
– Qué pena jefe, pero eso ya se fue así.
espantabobos. Hecho insignificante que, no
obstante, consigue provocar intimidación entre los
ingenuos.
espantaflojos. Dícese por lo general de una llo-
vizna irrelevante que, pese a su insignificancia, es
capaz de incomodar a los más asustadizos. Véase
aculillarse.
especialidad en damas y hombres nervio-
sos. Clásica consigna de guía telefónica, emplea-
da para anunciar los servicios de una academia
de conducción. Es cosa común que los aprendices
bogotanos del género masculino, en medio de su
entrenamiento y en el momento de emprender la
marcha –una vez el semáforo cambia a verde–, se
encuentren justamente con aquella dama a la que
pretenden conquistar, incurriendo en la conse-
cuente y ridícula torpeza de apresurarse demasia-
do a liberar el embrague, lo que a su vez ocasiona
una desagradable vibración del motor o –aun
peor– un súbito apagamiento del mismo. Una vez
ello ocurre, volverlo a encender resulta más que
imposible. Véase buñuelada, hacer el oso, güevón.
espernancado. Individuo abierto de piernas. El
término, en plural, también se utiliza para aludir a
un juego consistente en lanzar un cuchillo contra
la grama, para que éste, al ser clavado, marque
un límite que debe ser alcanzado por el compás
de las extremidades inferiores al extenderse de
uno y otro lado.
espichar. Oprimir hasta destrozar.
esporrondingarse. Esparcirse. Explayarse.
Excederse en el desarrollo de una tarea.
esso, móbil y texaco. Expresión de dudoso gus-
to para indicar la precisión de algo. 'Eso'.
está haciendo como hambre. Expresión inco-
rrecta en la que una condición interna y personal
como el hambre, es equiparada en origen y sínto-
mas a la de una externa, como el clima.
estallar. En la jerga de los consumidores de
estupefacientes, el término alude al momento
justo en que la droga consumida comienza a surtir
efecto en el cuerpo de un individuo.
estarte. Bogotanización del anglicismo‘starter’,
de uso generalizado en el gremio de mecánicos
automotrices.
este pechito. Vulgarismo para aludir a uno
mismo. Expresión muy empleada por Josefa,
empleada del servicio doméstico de la familia
Vargas (personajes principales del desaparecido
seriado televisivo‘Dejémonos de vainas’de la
década de los 80 del siglo XX). Una de las más
sabias premisas filosóficas de Josefa era aquella
de“a lo hecho, pecho”, consistente en señalar la
(97)
*bogotálogo
relevancia de lactar a su hija, María Josefa. Véase
pechonalidad.
estilacho. Especie de donaire innato del que
algunos individuos privilegiados hacen gala.
esto es cuestión de pandebono. Verso extrac-
tado de una bella canción vallecaucana, original
del grupo‘Nietzsche’, cuya traducción literal al
idioma germánico sería "das ist pandebonen fra-
ge". Según algunos filósofos bogotanólogos, las
implicaciones de la adición de bocadillo al clásico
pandebono de dicha zona del país no han sido a la
fecha medidas por nadie.
esto no es un hotel. Odiosa exclamación propia
de madres o padres de familia enojados por los
consuetudinarios arribos de sus retoños al hogar
a imprudentes horas de la madrugada, o por las
horas imprudentes en que éstos se despiertan.
estómago, daño de. Afección estomacal carac-
terizada por indigestión y dolores.
estrato. Medida de diferenciación social estable-
cida por los entes reguladores.
estrolín. Antioqueñismo de uso restringido en
nuestra capital, al parecer fruto del ingenio de la
entrañable Nena Jiménez, creado con el propósito
de aludir al asta viril.
estrongarse. Alusión al acto de elongación
experimentado por el asta viril al recibir algún
estímulo sensorial, visual o táctil. Se deriva del
anglicismo‘stronging’.
excusado. Retrete. Mingitorio. Deformación de
‘escusado’.
fa ri fa fá, zapato blanco, tacón bebé. Voz
exclamatoria durante los 60 empleada en la ciu-
dad con el fin de aludir a un caballero de dudosa
sexualidad.
fac. En lengua chibcha, equivalente a 'afuera'.
fagua. Chibchismo. Estrella.
fajarse. Superar las expectativas generales con
la realización de un trabajo de considerable cali-
dad.
faltaron cinco pa'l peso. Es el clásico co-
mentario, infaltable, en el marco de cualquier
certamen, gesta o competencia internacional en
que, como suele ocurrir, los representantes co-
lombianos terminan por defraudar incluso al más
pesimista de sus seguidores. El grado de deca-
dencia es tal que esa costumbre de segundones
de reinado de belleza, competencias ciclísticas o
campeonatos de fútbol, tan frecuente en los 80 y
90, ya es un recuerdo lejano e imposible. Ahora
con dificultad alcanzamos algún grado de figura-
ción balompédica o estética, y hace mucho que
una señorita o una Selección Colombia no llegan
siquiera a la categoría de chaperonas o terceras
princesas. Siempre“faltan cinco pa’l peso”.
faltón. Incumplido. Dícese de quien abandona
una responsabilidad o un compromiso sin mayor
pudor ni recato. Véase mamarse.
faltonear. Incumplir. Traicionar.
fama. Expendio de productos cárnicos. Algunas
de las famas más famosas se encuentran en la
plaza del barrio Siete de Agosto, fragante plazole-
.f.
(98)
ta techada donde se venden verduras, comestibles
y víveres varios bajo la regencia de verduleras,
carniceros y tenderas.
familia Miranda. Clan familiar ficticio arquetí-
pico. Representa la típica estirpe de colombianos
que, sin poseer los fondos para adquirir un bien
exhibido en una vitrina, se conforman con mirarlo,
mientras se dibuja en sus rostros cierta mueca de
hambrienta frustración.
familia Peláez. Parientes de consanguinidad y
desgracia de los Miranda, los miembros de este
grupo familiar son adeptos a la iliquidez y la au-
sencia permanente de fondos.
fara. Zarigüeya didelphis marsupialis. Especie de
marsupial didelfimorfo, también conocido como
chucha. Véase chucha.
farolear. Presumir a partir de un hecho falso.
fatuto.
1. Réplica exacta.
2. Individuo raizal. Yo soy cachaco fatuto.
féferes. Chucherías. Cachivaches. Objetos sin
valor.
feo. En la jerga delincuencial, policía. ¡Mosca, que
allá viene un feo! Véase mario, polocho, tombo.
fercho. Conductor. El término invierte las sílabas
del vocablo‘chofer’.
feriar. Malbaratar. Vender a precio muy módico.
Como ando mal de billete, me tocó feriar mis discos
de Led Zeppelin en la 19. Véase arrancado, líchigo,
peña, vaciado.
feroz. Rudo. De mal aspecto.
festival de la vida. Recital organizado en 1970,
cuya sede fue el Parque Nacional de Bogotá.
fetecuar. Atraer la mala suerte mediante algún
extraño ardid agorero y mágico. Hay quienes en
forma equivocada, aunque no del todo absurda,
asocian la expresión al apellido de un legendario
urbanizador sin licencia de fama nacional. Véase
bulto de sal, joder, rata, tumbe.
fetecuazo. Impacto con arma de fuego propinado
en forma traicionera.
feúra. Fealdad. Aplícase para aludir a un indivi-
duo desemejado y de mal ver. La feúra de Ingrid no
tiene nombre. Véase bagre, churrasco.
fiambre.
1. Alimento cocinado y frío que suele llevarse
como dotación a excursiones y paseos campes-
tres.
2. Individuo de pronunciada libidinosidad al que,
según la creencia popular,“se comen en todos los
paseos”.
fiar es cosa ingrata: se pierde el amigo, se
pierde la plata. Sabio adagio con el que se in-
vita a los comerciantes naturalmente generosos
a reconsiderar las desventajas de una política de
créditos abiertos.
ficha, mala. Individuo de bajas calidades huma-
nas.
ficti. Adjetivo de reciente cuño empleado por la
juventud para referirse a un individuo u objeto
falso o hechizo. Apócope de ficticio.
fiera.
1. Individuo de destacables capacidades en una
actividad u oficio determinado.
2. Esposa intransigente, dominante y propensa al
enojo.
fierita. Individuo habilidoso, diestro y conocedor
de un oficio u actividad. El doctor Ardila es una
fierita para los negocios. Véase avión, avispado.
fierro. Arma de fuego.
figuró. Sentencia un tanto triste para aceptar la
necesidad de obrar, por lo general en contra de lo
deseado.
fihisca. En lengua chibcha, alma, espíritu o alien-
to.
fijo, pero. Voz empleada para corroborar la se-
guridad de un hecho. Úsase también con sentido
irónico.
filimisca. Dama osada en el vestir.
(99)
*bogotálogo
filimisco. Individuo arrogante y presumido. Ese
filimisco ni me dirige la palabra. Véase picado.
filipichín. Caballero esmerado en el vestir. De-
licado. Afeminado. Tal concepto dio lugar a una
entrañable composición de Emma Perea de la
Cruz, titulada‘Los filipichines’.
filipichín colorado. Especie de tela gruesa de
engaripola comúnmente utilizada en la Colonia para
servir como revestimiento al mobiliario doméstico.
filipichines, Los. Pasillo compuesto por Ema
Perea de la Cruz. Fue el tema musical de identifi-
cación del célebre seriado de televisión‘Don Chin-
che’a lo largo de toda su historia.
filo. Hambre extrema.
fina chiffón. Dama de altos vuelos y gustos re-
finado. El término alude a una clásica marca de
productos grasos.
finca.
1. Hacienda.
2. Depósito pecuniario dejado en calidad de garan-
tía en las arcas de algún establecimiento, por lo
general con el propósito de asegurar la oportuna
devolución de los envases retornables de alguna
bebida gaseosa o etílica (casi siempre cerveza).
fincho. Véase finde.
finde. Forma cariñosa con la que la clase trabaja-
dora suele referirse al fin de semana.
firigüelo. Ave cuculiforme, cuyo principal ali-
mento son las garrapatas del ganado vacuno.
¡flaca: tírame un hueso! Fórmula de halago
callejero empleada por miembros de la clase
obrera para halagar las virtudes físicas de una
dama delgada. Véase ruso.
flecha. Teléfono móvil de regular calidad y precio
accesible. El término es el resultado de asociar el
hecho de que todo‘indio’tiene acceso a una. Véa-
se indiazo, indio, panela.
flojera. Decaimiento. Indisposición para cual-
quier actividad en la que trabajo, lucha o movi-
miento estén implicados.
(filipichín) Hombre con cigarrillo en el Capitolio, 1930.
Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
(finca) Hombre a la entrada de Shangri-la, 1930.
Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
(100)
flojo del estómago. Enfermo de diarrea.
flor. Homosexual.
florero de Llorente. Detonante para la genera-
ción de un conflicto o disputa. El nombre se debe
a los acontecimientos del 20 de julio de 1810, des-
pués de que el comerciante José González Lloren-
te se negara a prestar un florero de su almacén
para la recepción en honor del comisario Antonio
Villavicencio.
floriado. Objeto de forma cilíndrica estropeado
en su boquilla.
flota. Autobús de servicio intermunicipal cuya
conducción suele ser dejada en manos de indivi-
duos burdos y desentendidos de la responsabili-
dad que su actividad exige. Véase atarbán, busete-
ro, gala, garbancear.
flotantizar. Barbarismo en desuso alusivo al
acto de sacar a flote un determinado emprendi-
miento.
flumáster. Resaltador. Marcador.
flux. Tipo de atavío masculino conformado por
saco, pantalón y chaleco.
Fo. Véase fu, Nencatacoa.
Fó. Expresión onomatopéyica de repudio.
foco. Somnolencia.
foco, echarse un. Expresión un tanto burda de
origen difícil de determinar con la que se alude al
acto de dormitar.
foforro. Festividad. Jarana. Jacaranda.
folclórico. Según una nueva estirpe de elitis-
tas, convencidos de ser depositarios de un saber
superior, el término está relacionado con todo
cuanto sea rudimentario, falto de elaboración y de
gusto refinado.
fondazo. Golpe fuerte propinado en medio de la
desprevención del agredido.Véase calvazo, coscorrón.
Fontibón. Antigua municipalidad cercana al
perímetro urbano de la ciudad. Hoy ha sido ab-
(flota) Paseo en bus, 1945. Donantes: Elsa y Jesús Sarmiento Sáenz, Álbum Familiar / Colección MDB - IDPC
(101)
*bogotálogo
sorbida por la metrópoli, aunque sigue siendo, sin
duda, distante.
fontibronx. Remoquete cómico con el que
ciertos nativos aluden a la localidad de Fontibón.
Andar por Fontibronx a las 3 de la mañana es muy
peligroso.
foquear. Dormitar. Sus orígenes son inciertos,
aunque algunos teóricos suelen relacionarla con
‘foco de luz’.
Ford tres patadas. Modelo de automóvil fabri-
cado por la firma norteamericana Ford. Comenzó
a circular en los años 10 del siglo XX y se mantuvo
en el mercado hasta bien entrada la década de los
30. Mi bisabuelo fue uno de los primeros taxistas que
hubo en la ciudad y manejaba un Ford Tres Patadas.
formal. Amigable. De buenas maneras. El novio
de Clarita me pareció muy decente y formalito.
forrado en plata. Eufemismo para aludir, por lo
general en tono envidioso, a un individuo acauda-
lado.
fosfa.
1. Dama núbil ataviada de manera atrevida e im-
propia para su corta edad.
2. Mujer elegante y presumida.
fosforofó. Voz de repudio hacia alguna fragancia
fétida. ¡Fosforofó! ¡Ese es el río Bogotá!
fote. Flatulencia.
fotógrafo de agüita. Especie de profesiona-
les de la fotografía, en franca vía de extinción,
dedicados a la toma y procesamiento de fotos
instantáneas en blanco y negro. Los fotógrafos de
agüita estaban por lo general ubicados en plazas
públicas. Sus fotografías eran reveladas mediante
un sencillo sistema basado en el uso de agua y
platón. La primera foto de mi vida me la tomó un
fotógrafo de agüita en el parque Santander.
franela. Especie de camiseta interior sin man-
gas, de tela ligera.
freak. Innecesario adjetivo de procedencia an-
glosajona (‘freak’) empleado para aludir a quien
actúa con poca cordura.
freelancero. En el gremio del diseño, la publici-
dad y ciertas artes, por lo general subestimadas
y mal remuneradas, individuo dedicado a prestar
sus servicios sin la mediación de un convenio con-
tractual. El freelancero es el marginado por exce-
lencia del mundo de las cuentas de cobro.
freskola.
1. Bebida carbonatada de inmensa popularidad
durante buena parte del siglo XX. El producto ha
sido relanzado y descontinuado en diversas opor-
tunidades.
2. Voz de llamado a la calma de considerable po-
pularidad en los años 70 del siglo XX.
fregado.
1. Individuo de difícil temperamento, exigente y
severo. Ten cuidado al hacer negocios con el señor
Barón, porque es un fregado. Véase jodido.
2. Hecho o situación difícil de llevar a cabo.
3. Condición adversa.
fregar. Perturbar. Incomodar. Molestar.
fresas. Véase fresco.
fresco. Voz juvenil de invitación a la tranquilidad.
fresco, que usted sabe cómo soy yo. Demos-
tración verbal de complicidad utilizada entre com-
pinches para denotar absoluta entrega y fidelidad
a prueba de fallas. Su uso es común entre colegas
a la hora de cubrir una falta u omisión menor.
Véase fresas, pa’ las que sean.
fresquearse. Tranquilizarse.
(ford tres patadas)
(102)
frikis. Demente.
frikis mortis. Fusión entre el latinajo‘mortis’,
cuyo significado es el de muerte, y‘frikis’, estado
de postración resultante de la inexistencia.
friqueado. Paranoico. Perturbado.
fritanga. Condumio hipergraso elaborado a par-
tir de diversos productos farináceos y cárnicos,
cuya presencia ha venido deleitando los paladares
bogotanos desde tiempos remotos.
fritera. Arcaísmo empleado para aludir a un asun-
to engorroso y aburrido. No hay peor fritera que ver
el Canal Institucional. Véase jartera, inmamable.
fritez. Expresión propia de las generaciones jóve-
nes del final del siglo XX y comienzos del XXI. Alu-
de a un estado crónico de demencia. ¡Cómo será
de tenaz la fritez de Villegas que se cree la reencar-
nación de Gonzalo Jiménez de Quesada!
frito. Dícese de quien ha perdido el juicio o de
quien se halla en una situación de extremo riesgo.
El vocablo fue popularizado por el anverso de las
bolsas de los productos Del Chiras, de Ramo.
fritolay. Variación de‘frito’, en alusión a la em-
presa del mismo nombre.
frondio. Ramplón. Ordinario. Burdo.
Fu. Dios chibcha, amigable y festivo, patrono de la
chicha los tejedores y los artesanos. También se
le conoce como Fo y como Nencatacoa. Se acos-
tumbraba a representarlo con formas de zorro o
de oso. Según sus discípulos gustaba de mezclar-
se con ellos para darse a la profusa bebida del
fermento. Sólo consideraba propicias las ofrendas
de dicho brebaje. Como puede notarse, Fu era una
deidad polifacética y laboriosa. Véase fo.
fucha.
1. Afluente hídrico cuyo nacimiento se localiza en
el páramo de Cruz Verde y cuya desembocadura
se ubica en el río Bogotá.
2. Sarna.
3. Pelea.
fuchi. Expresión de repudio.
fucú. Agente desencadenador de mala suerte.
fucusear. Contagiar un emprendimiento en cur-
so con mala suerte.
fue por canela y le dieron clavo. Curioso
juego de palabras basado en una triste paradoja.
El término alude a la curiosa polisemia del tér-
mino clavo, que bien puede significar un popular
condimento, que en efecto suele acompañar a la
canela en el popular chocolate santafereño, pero
que a la vez puede referirse a una jodienda sexual
forzada. Por tanto la figura señala a un caballero o
dama que, yendo en busca del popular comestible,
termina recibiendo una severa tanda de embates
fálicos.
fuente de soda. Especie de bar y centro de re-
unión para jóvenes, muy popular durante las dé-
cadas de los 60 y 70 del siglo XX.
fuerzudo. Individuo de fortaleza y tesón desta-
cables. Pambelé era bruto, pero fuerzudo. Véase
camaján, macancán.
fuetera. Véase juetera.
fuetazo. Vulgarismo para aludir a una dosis de
cocaína.
fufurufa. Meretriz.
fulca. Faena de excreción profusa.
fulero.
1. Burdo. Ramplón.
(fritanga)
(103)
*bogotálogo
2. Dícese de quien se vanagloria sin motivo.
full.
1. Anglicismo un tanto ramplón para aludir a algo
de calidades destacables.
2. Dicho de un escenario u hospedaje, ocupado al
máximo de su capacidad.
full, a.
Vulgarismo de origen anglosajón. Intensamente.
Al máximo de potencia. Véase a todo full.
fumigar. En la jerga paramilitar, asesinar me-
diante ráfagas de ametralladora.
fundas, ni de. Negación rotunda. Dícese de una
determinada tarea o actividad para la que no se
está dispuesto a efectuar bajo ninguna condición.
fundido. Extenuado.
fundillo. Zona glútea.
fundillón. Dícese de un emprendimiento de ex-
trema envergadura y difícil realización por parte
del responsable. Véase jodido.
funza.
1. Chibchismo. Papa de corteza negra.
2. Municipio cundinamarqués ubicado al occidente
de Bogotá. Según algunos cronistas, los dominios
del zipa tenían su sede tres kilómetros al sudeste
de la moderna Funza, en un punto denominado La
Ramada o Catama. Véase zipa.
fura. En lengua chibcha, mujer.
Furachogue. Otro de los nombres dados a Ba-
chué, madre del pueblo chibcha. Su significado es
el de 'buena mujer'. Véase Bachué.
furibista. Seguidor de Álvaro Uribe Vélez.
furrusca. Gresca. Riña.
gadejo. Unión de los grafemas iniciales de la
expresión“ganas de joder”. Se emplea cuando
alguien manifiesta una sintomatología irritable y
propensa al enojo sin justificación aparente.
gaejo. Véase gadejo.
gagá. Estado de senescencia y avejentamiento
caracterizado por la desconexión e incomunica-
ción con el mundo y por la imposibilidad de expre-
sarse o de comprender lo que los demás intentan
expresar.
gaitanista. Partidario del fallecido caudillo libe-
ral Jorge Eliécer Gaitán.
gala. Individuo de mal gusto en el vestir.
gala, uniforme de. Traje escolar para ocasiones
formales, por lo general de aspecto aun peor que
el de aquel de uso regular, y casi siempre confor-
mado por zapatos colegiales, pantalón de paño
color gris ratón y buzo verde, azul o rojo de cuello
en V.
galanista. Partidario del fallecido líder liberal
Luis Carlos Galán Sarmiento, fundador del Nuevo
Liberalismo, asesinado en Soacha a mediados de
1989.
galembas. Vulgarismo de muy dudoso gusto,
empleado para aludir al actual sector de Galerías,
conocido por los puristas como Sears. Galerías es,
de hecho, el mismo antiguo vecindario de Sears,
rebautizado en esa forma a causa de la partida del
país de la cadena Sears Roebuck de Colombia, a
mediados de la década de los 80 del siglo XX. Es
G
(104)
posible que el nuevo nombre conferido al antiguo
centro comercial se deba en parte a la presencia
cercana de algunas galerías de arte. Camine, nos
comemos un chorizo en Galembas. Véase gala, ga-
ñán, perratear.
gallada. Pandilla juvenil. Véase biyis.
galleta.
1. Homosexual.
2. Agujero en un calcetín.
3. Situación difícil de resolver.
gallinacear. Flirtear.
gallina radioactiva. Ave doméstica comestible,
muy común en restaurantes y asaderos de carre-
tera, exhibida en vitrinas, para cuya elaboración se
emplean pigmentos de color amarillo, y cuya tem-
peratura se mantiene gracias al empleo constante
de una bombilla convencional de 100 vatios.
gallinazo. Individuo coqueto y galante.
gallineto. Tipo de prenda con cuadros pequeños
a dos tonos, entre claros y oscuros.
gallito. Individuo arrogante y envalentonado. Los
primíparos salen muy gallitos del colegio, pero cuan-
do entran a la universidad les bajan los humos.
gallo.
1. Obstáculo técnico. Dificultad. Complicación.
Según algunos se deriva de un mal uso del angli-
cismo‘gadget’. Véase chinomatic, engallar.
2. Cavidad vaginal.
3. Falsete involuntario emitido al hablar o cantar.
Véase ¡échele maíz al gallo!.
gamba. Hampón. Individuo de malos modales.
gamín. Pilluelo. Joven indigente. Por extensión
el término se emplea para aludir a un adolescente
cuyos modales burdos, groseros y descuidados
desdicen de su supuesto origen y educación.
ganado. Alusión en extremo burda para aludir
a lo que los machistas entienden por surtido dis-
ponible de mujeres. La expresión‘¿Cómo está el
ganado?’pretende inquirir acerca de las cualida-
des estéticas de las damas presentes en un deter-
minado espacio. Véase hembraje.
gancho, andar de. Expresión empleada para
aludir a dos o más individuos que se desplazan
tomados del brazo, o que aparentan ser cómplices
en una empresa dudosa
gañán. Hombre ordinario y poco caballeroso.
garatec. Tipificación ficticia de la clásica uni-
versidad de garaje, a saber, entidad universitaria
generada de manera informal, cuyo campus se
circunscribe al aparcadero de una vieja casa o a
un edificio de vivienda adaptado para tales fines, y
cuyo pénsum académico es a todas luces medio-
cre.
garbancear. Vomitar.
garbimba. Individuo ramplón.
garete, al. En abundancia.
gargajo. Esputo.
gárgaras, haciendo. Figura empleada para
aludir a la molesta sensación provocada al retener
por la fuerza el líquido urinario. Si no me dejas ba-
jar del carro a miccionar voy a durar todo el resto del
viaje haciendo gárgaras. Véase aguantada, haciendo
buches, miar.
garlancha. Especie de pala destinada a la reco-
lección de escombros.
(gamín) La pobreza y los niños, 1942. Daniel Rodríguez /
Colección MDB - IDPC
(105)
*bogotálogo
garlar. Vulgarismo para perorar. Dialogar. Voci-
ferar.
garlero. Individuo hablador.
garoso. Comelón. Angurriento. En extremo am-
bicioso.
garpufia. Individuo andrajoso y despreciable.
garra. Individuo ramplón y ordinario.
garra, darse. Obsesionarse o encarnizarse con
una determinada actividad.
garrapata. Individuo pegajoso del que es difícil
deshacerse. Su conducta se equipara a la del fa-
moso ácaro. Véase pegachento.
garrotera. Gresca. Riña.
garulla.
1. Especie de panecillo azucarado, típicamente
bogotano.
2. De escasos modales. Ordinario. Burdo. Véase
gala, garpufia, guayigol.
¡gas! Expresión de fastidio.
gas fuchi fo. Expresión de asco, un tanto más
afeminada que el clásico‘gas’.
gasimba. Bebida dulce carbonatada.
gasofia. Expresión resultante de unir los términos
‘gasolina’y‘bazofia’, alusiva a la cualidad altamen-
te contaminante del mencionado combustible.
gasolinera. Especie peculiar de mujeres ca-
racterizadas por su marcada tendencia a dejarse
atraer por hombres con automóviles.
gastar. Invitar a alguien a un alimento. Cancelar
un bien o servicio del que otro es detentor. El tér-
mino delata el inmenso dolor que suele provocar
a los bolsillos del bogotano promedio el tener que
incurrir en gastos en los que otro es el beneficia-
rio.
gastar pólvora en gallinazos. Desperdiciar
energías o insumos materiales en causas que no
los ameritan.
gastarse. Hacer gala de alguna virtud o bien. Ese
tipo se gasta una pinta la berraca.
gastón. Individuo inclinado al derroche y la dadi-
vosidad extrema. Véase marrano.
gata.
1. Mujer de maneras coquetas y formas exhibi-
cionistas.
2. En lengua chibcha, fuego.
(gasimba) Tomando gaseosa, 1950. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
(gasofia) Pasando la bomba, 1960. Donante: Ana Rosa Sánchez, Álbum
Familiar / Colección MDB - IDPC
(106)
Gata Golosa, La.
1. Fundada a finales del siglo XIX, La Gata Golosa
fue una de las más afamadas chicherías de la
Bogotá de entonces. Estaba ubicada en cercanías
de la actual Universidad Externado de Colombia.
El nombre se debe a su curiosa vecindad con una
pastelería francesa en cuya puerta resaltaba un
aviso en el que se destacaba un primoroso letrero
con las palabras Gateau Golusine (pasteles-golo-
sinas). Si bien uno y otro negocio tenían clientelas
opuestas (el uno frecuentado por la plebe y el otro
por la aristocracia), ambos cohabitaron sin pro-
blema, dado que uno funcionaba de día y el otro
de noche. Para simplificar las cosas, los visitantes
de los dos negocios castellanizaron la razón social
cambiándola a La Gata Golosa.
2. Composición del maestro Fulgencio García alta-
mente representativa de la bogotaneidad, aunque
sobreutilizada por su uso excesivo en noticieros y
documentales para representar la ciudad. Véase
caspear, entecar, perratear,
gatear. Desplazarse sutilmente en dirección al
lecho de alguien, por lo general con fines sexuales
y durante horas nocturnas.
gato. Golpe seco a manera de puño, propinado en
alguna extremidad.
gato de zorra. En la jerga de mecánicos auto-
motrices, dispositivo hidráulico empleado para
levantar del suelo los automotores.
gato, marca. Objeto de marca desconocida.
gaver. Asta viril. El término proviene de invertir
las dos sílabas que conforman la palabra verga.
gemelas.
1. Verijas. Fórmula burda para aludir a los testí-
culos.
2. Turgencias pectorales femeninas.
genio parejo. Temperamento calmo y poco dado
a la cólera. Hay quienes en forma irónica aluden al
concepto como si hablase de lo contrario. Mi novia
es de genio parejo: Anda emputada todo el día.
gente bien. Categorización arbitraria y exclu-
yente de uso generalizado entre las clases hege-
mónicas y endogámicas de la ciudad para aludir a
quienes a su juicio también pertenecen a ellas.
gente divinamente. Individuo o grupo de indi-
viduos linajudos y de probas costumbres. Véase
gente bien, gentecita bien de tierra caliente.
gentecita bien de tierra caliente. Categori-
zación ligeramente despectiva emprendida por
las clases hegemónicas y endogámicas de la urbe
para aludir a quienes, a su vez, hacen parte de
éstas, pero en el contexto de menor valía de la
provincia.
Germania. Desaparecida fábrica de cerveza
fundada por Rudolph Kohn, ex empleado disidente
de Bavaria.
getearse. Embriagarse hasta perder el sentido.
geto. Individuo sumido en un profundo grado de
inconsciencia por causa de la excesiva ingesta de
alcoholes.
glaxo. Petimetre. Lechuguino. Individuo esmera-
do en el vestir.
glostora. Especie de aceite empleado a manera
de tónico capilar, entre los años 40 y 70 del siglo
XX, antecesor lejano de los actuales geles.
godarria. Conservatismo. Grupo conformado por
quienes profesan dicha ideología.
godo.
1. Miembro del Partido Conservador colombiano.
2. Individuo de ideas anticuadas.
El origen del término se remonta a la llamada
‘guerra de independencia’, al ser el mote utilizado
para referirse a los realistas (defensores nativos
de la monarquía española, dado que la expresión
‘chapetones’era empleada tan sólo para aludir
a los nacidos en Europa). Tal concepto procedía
de una asociación libre con los visigodos y con el
oscurantismo que se suele atribuir al tiempo en
el que dicho pueblo gobernó la península ibérica.
La expresión revivió con la aparición de los parti-
(107)
*bogotálogo
dos tradicionales, al argumentar los liberales que
los conservadores querían regresar el país a la
Colonia. En la actualidad la expresión se usa, por
extensión, para referirse a cualquier personaje de
ideas retardatarias en lo político e incluso tradi-
cionalistas en lo privado, sin que necesariamente
milite en el partido de Caro y Ospina.
gólgota. Expresión resultante de la división del li-
beralismo nacional acontecida en la segunda mitad
del siglo XIX y derivada en dos corrientes. La llama-
da‘gólgota’fue la más radical de las dos y estaba
conformada por jóvenes egresados universitarios
rebosantes de ideales, pero del todo despojados de
experiencia política. Defendían una economía del li-
bre cambio. Su participación en la revuelta de 1854
fue determinante para arrebatar el poder al gene-
ral José María Melo. Los opositores de los gólgotas
fueron los draconianos. Véase draconiano.
golosa. Juego de rayuela consistente en saltar
una serie de cuadros y en remover una tiza con las
extremidades inferiores.
goma. Afición. Apasionamiento por una determi-
nada causa o hábito.
gomelia. Remoquete cariñoso con el que algunos
lugareños suelen referirse al vecindario de Mode-
lia, una de las famosas urbanizaciones lideradas
por la organización Fernando Mazuera e Hijos.
gomelo. Jovencito de clase alta y hábitos costo-
sos. Algunos han rastreado una posible relación
del vocablo con la gomina, empleada por sus an-
cestros de años atrás. La utilización del término,
que ha venido entrando en cierto desuso entre los
estratos altos, ahora parece haber permeado a los
bajos.
gomelo de vereda. Individuo de provincia con
pretensiones de clase alta.
gomín. Acrónimo de‘gomelo’y‘gamín’. Individuo
dado a la utilización de atavíos a los que considera
elegantes y de buen gusto –tales como lentes de
sol propios de comandante de aeronave y chaque-
tones en cuero–. En ocasiones consigue engañar
a los demás con su aspecto, aunque –al momento
de hablar– todos sus encantos se vean ensombre-
cidos por su léxico y maneras soeces, y por sus
gustos de truhán. Véase gamín, gomelo.
gomoso. Aficionado.
gonorrea.
1. Individuo despreciable.
2. Blenorragia, blenorrea y uretritis gonocócica.
Gonzalo Jiménez de Quesada. Uno de los más
importantes descubridores y conquistadores de lo
que más adelante sería llamado Nuevo Reino de
Granada.
Su lugar exacto de nacimiento es un enigma, aun-
que la mayor parte de los historiadores coincide
en ubicarlo en Córdoba o Granada (España), tierra
a la que su imaginación alucinada encontró seme-
jante a lo que hoy correspondería al actual territo-
rio central colombiano.
Su llegada al mundo ha sido fechada, sin posibilida-
des de exactitud, entre 1496 y 1500. Combatió como
(golosa)
(108)
soldado en lo que hoy es Italia hasta 1530. Retornó a
España, en donde se recibió como licenciado.
Se radicó desde 1536 en América, y lideró una ex-
pedición iniciada el 6 de abril del mismo año, cuyo
punto culminante tuvo lugar en 1538.
Por entre tierras agrestes e inhóspitas, las hues-
tes del ejército a su cargo se vieron diezmadas
por el paludismo, las serpientes y las dolencias
tropicales.
Después de meses enteros de viaje, don Gonzalo
y los suyos arribaron a un territorio singular, en
aquel tiempo circundado por abundantes aguas y
bosques imponentes.
Gracias a la proliferación de árboles de la especie
en cuestión a la tierra –ya habitada por aldeanos
muiscas, en su mayoría débiles y apacibles– la
denominó Valle de los Alcázares.
En homenaje a su ancestro nativo don Gonzalo
fundó la ciudad de Santa Fe de Bogotá, más ade-
lante capital del reino. Cuenta la leyenda que las
primeras edificaciones fueron 12 ranchos pajizos
y una iglesia, y que la liturgia fue oficiada por Fray
Domingo de las Casas, parte de cuyo hábito de ese
día se conserva, presuntamente en el Museo Na-
cional de Bogotá.
El asentamiento español en la actual ciudad fue
un proceso pacífico, si se le compara con otros
similares. No debe soslayarse sin embargo, la
muerte propinada por órdenes suyas a Tisquesusa
(cacique muisca), acontecida según se cree en las
Piedras de Tunja, y cuya tumba habría sido profa-
nada por él mismo en busca de oro.
Quiso la suerte que en 1539 arribaran a la ciudad
dos conquistadores más (don Sebastián de Belalcá-
zar, desde Perú, y Nicolás Federmann –alemán–).
Los tres estuvieron muy cerca de alzarse en ar-
mas en su afán de poder, aunque al final su dis-
puta por la gobernación del Reino fue dirimida en
un tribunal ibérico. La decisión fue que ninguno de
los tres ocuparía la alta magistratura.
De consuelo Jiménez de Quesada fue nombrado
mariscal, cargo que en la práctica no le otorgaba
poder alguno sobre las tierras por él conquista-
das.
(Gonzalo Jiménez de Quesada) Homenaje en el mausoleo a don Gonzalo Jiménez de Quesada dentro de la Catedral Primada, 1945. Daniel Rodríguez /
Colección MDB - IDPC
(109)
*bogotálogo
En 1550, ya avejentado, Jiménez de Quesada inició
una nueva expedición en busca del esquivo‘do-
rado’, hacia los Llanos. La fuerza del río Orinoco
dio al traste con las intenciones de su tropa, y la
aventura se tornó en fracaso.
Se retiró, para vivir sus años finales en Suesca
(Cundinamarca), en donde falleció el 16 de febrero
de 1579, sumido en la más ignominiosa ingratitud.
Los expertos coinciden en creer que antes de mo-
rir padeció una larga agonía, debido a los crueles
efectos de la lepra.
Gracias a don Gonzalo, Bogotá goza de su esplén-
dida ubicación, si bien estratégicamente alejada de
las costas, según doña Amalasunta Ponce de Alfa-
neque enmarcada en un“altiplano saludable y frío
que es como un alcázar inexpugnable que nos aísla
de la tierra caliente con sus caimanes, mosquitos,
arañas y serpientes, y su guacherna de piel tiznada
que apesta a catinga, suda y habla a gritos”.
Don Gonzalo Jiménez de Quesada fue autor de
varias obras escritas, de las que sólo sobrevive el
‘Antijovio (Apuntamientos y anotaciones sobre la
historia de Paulo Jovio),’y entre las que se extra-
ñan la‘Relación de la conquista del Nuevo Reino de
Granada’,‘Compendio historial de las conquistas
del Nuevo Reino’y‘Ratos de Suesca’.
Hoy el monumento a su nombre –ubicado frente
a la avenida que a su vez lleva su apellido, y en la
plazoleta del Rosario– es víctima del vandalismo y
de la indiferencia de una estirpe de rufianes igno-
rantes, quienes se sientan o se duermen sobre su
pedestal sin tener idea acerca de quién demonios
fue él.
goñero. Curiosa especie híbrida conformada por
quien combina las maneras finas del gomelo con
las burdas del ñero.
gordelio. Medianamente obeso.
gorra, de. Dícese de aquel bien o servicio del que
se usufructúa de manera gratuita e inmerecida,
sacando provecho de los demás.
gorrear. Consumir alimentos o bebidas a cuenta
ajena.
gorrero. Dícese de quien acostumbra a alimen-
tarse con fondos no propios. Véase marranear.
gorriones. Durante varios años y a partir de la
muerte accidental de un menor de edad colado
en el estadio Pascual Guerrero de Cali, se llamó
‘gorriones’a la más modesta de las tribunas,
destinada a albergar a niños de escasos recursos
durante encuentros balompédicos de importancia.
El título surgió a partir de un clamor de la prensa
de los 50, indignada con el fallecimiento del pe-
queño, a quien equiparó a una pequeña ave con el
único sueño de cantar para su equipo. El empleo
de dicha tribuna se extendió a otros escenarios,
incluido El Campín. La zona fue suprimida en las
recientes remodelaciones del estadio a partir de
los años 90 del siglo XX.
gorronea. Distorsión del original gonorrea.
gorsofia. Lumpen. Individuo despreciable.
goterear. Aprovechar haberes etílicos ajenos
para la embriaguez propia.
goterero. Beodo habituado a sacar provecho gra-
tuito de las reservas ajenas de alcohol sin hacer
aporte económico alguno.
gozque.
1. Perro callejero de raza indeterminada.
2. Individuo primario, poco cultivado y sin instruc-
ción.
Gracielas Torres y su lavadero. Expresión de
gratitud creada en honor a una afamada presenta-
dora de televisión, cuyo éxito se debe –sin duda– a
su objetividad, a su compromiso periodístico y a su
afán sincero por hacer el bien.
granitodeoro. Voz de exclamación. Reemplaza
el‘gran hijueputa’.
gratiniano. Gratuito. Véase marranear.
grilles. Establecimiento varietal dedicado al ex-
pendio de bebidas alcohólicas y alimentos, y a la
presentación de diversos espectáculos. Diversos
(110)
griles fueron reconocidos en la historia de la ciu-
dad. Entre estos se recuerdan:
1. As de copas. Legendario establecimiento de la
Bogotá de los 50, 60 y 70 del siglo XX. Decorado a
la usanza española, este gril restaurante se ca-
racterizó por la presentación frecuente de bandas
en vivo procedentes de Colombia y el exterior, y
por los estupendos platos allí elaborados. El As de
Copas estuvo ubicado en la carrera 13 No. 59-24.
2. La pampa. Céntrico lugar de entretenimiento
de los años 60 y 70 del siglo XX, localizado en la
carrera 13 No. 58-63, propiedad de Plinio Córdoba
y Alberto Navarro. También hizo parte de su nó-
mina Fernando Mosquera , chef desertor del gril
La Pampa. Aunque al principio el lugar se dedicó
a la elaboración de platos argentinos y a la cocina
gaucha, con el tiempo y gracias a la vinculación de
Navarro (quien también era dueño del gril As de
Copas) con la Tropibomba, se fueron incluyendo
piezas de jazz y música tropical. El lugar des-
apareció tras la muerte de Navarro, su principal
accionista.
3. Miramar. El más famoso de los centros noc-
turnos de la Bogotá de los 60 y 70 del siglo XX. El
Miramar, localizado en la calle 24 No. 8-43, fue
propiedad de Alberto Balaguera y se hizo famoso
por su decoración estilo art noveau, su estupenda
orquesta y su música en vivo. Algunos de los artis-
tas de planta fueron Alfredo Linares, Mondragón
y su grupo, Cuarta Generación, y Jimmy Salcedo y
su Onda Tres. El lugar desapareció a mediados de
los 70.
gua.
1. En lengua chibcha, montaña.
2. En lengua chibcha, pescado.
guachada. Acto burdo y falto de donaire y seño-
río.
guachafita. Desorden. Indisciplina generalizada.
Ánimo festivo impropio.
guachanfita. Véase guachafita.
guachapanda, a la. Obra llevada a cabo sin
esmero y sin técnica, cuyos resultados, por lo
general, son mediocres. Sin planeación, cuidado
o raciocinio alguno. Úsase con regularidad para
aludir al mal desempeño de operarios tales como
carpinteros, zapateros, ebanistas, electricistas,
técnicos en computación y demás. Durante mu-
chos años el trazado urbano de la ciudad se hizo a la
guachapanda.
guacharaca.
1. Instrumento musical idiófono, conformado por
una caña con ranuras, que suena al frotarse con
un tridente de alambre. La mayor parte de sus
ejecutores aficionados suelen ser objeto de burla
debido a la pobreza y escasa técnica en su desem-
peño artístico. Véase chocoloco, tropipop.
2. En el argot delincuencial, ametralladora.
guache. Ordinario. Ramplón. Paradójicamente,
el término era empleado en chibcha para aludir
a un guerrero de la frontera, en lo que constituye
una muestra más del neorracismo rampante en la
ciudad.
guacherna. Plebe. Populacho. El término fue in-
mortalizado por la canción‘La guacherna en car-
naval’, de Milli y Joselyn, escrita para el carnaval
de la hermana ciudad caribeña de Barranquilla.
guachimán. Burda derivación, al parecer antio-
queña, del anglicismo‘watchman’, empleado de
manera acaso ofensiva para aludir a un vigilante.
(guachimán)
(111)
*bogotálogo
guachipanda, a la. Véase a la guachapanda.
guaimarón. Jovencito ya crecido. Dícese de un
adolescente a quien la mala suerte comienza a
dotar de un incipiente y antiestético bozo.
guama. Fruto del árbol mimosáceo del guamo.
Hace ya algunas décadas, en Bogotá, se utilizaba
la expresión“echar guamas”como sinónimo de
“echar vainas”.
guama, qué. Voz de exaltación empleada para
señalar la gravedad de un problema.
guamazo. Golpe fuerte. Véase hablar por la Voz
del Guamo.
guámbito. Impúber. Pequeñuelo.
guamos. Insultos lanzados de manera indirecta a
un interlocutor, en medio de un grupo de individuos.
guanabanazo. Caída brusca.
guandoca. Presidio. Reclusión. Las más famosas
penitenciarías en Bogotá son la cárcel La Picota y
la cárcel Modelo. La superpoblación carcelaria de
Colombia es indicio de cuán prolífica ha sido esta
bella ciudad en materia de delincuencia común.
guandolo. Remoquete afectuoso con el que sus
habituales consumidores suelen aludir al guarapo.
guantón. Golpe propinado en el rostro.
guapachoso. Música o individuo de carácter
festivo y tropical.
guarapazo. Impacto fuerte, por lo general acon-
tecido en medio de una caída.
guarapo. Bebida fermentada a base de miel de
caña o de panela.
guardaescobas. Franja de madera empleada
para proteger las esquinas que unen las paredes
con los pisos. Es curioso, por cierto, que en éstos
no se almacene ninguna escoba.
guaricha. Término despectivo aplicado desde
tiempos coloniales para aludir a una nativa. Indí-
(guandoca) Patio interior del Panóptico, 1940. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
(112)
gena. Ramera. En chibcha la expresión era em-
pleada al referirse a una dama hermosa.
guarilaque. Aguardiente.
guarneta. Mujer inmoral.
guarnición. En la jerga policial, mujer generosa
en eso de ayuntarse con varios agentes.
guaro.
1. Aguardiente.
2. Individuo burdo.
guasamalleta. Tolete masculino. El término fue
importado de la cultura caribeña.
guasca. Hierba aromática de uso generalizado en
la preparación de ajiacos. Su denominación cientí-
fica es galisonga parviflora.
guascazo. Golpe súbito.
guasquearse. Vomitar, por lo general a causa de
una intoxicación alcohólica.
guasquiladiado. Embriagado.
guatoc. En lengua chibcha, quebrada, riachuelo.
guayabo.
1. Resaca.
2. Sensación de tristeza o nostalgia.
guayabo puntudo. Véase guayola.
guayarola. Véase guayola.
guayigol. Curioso adjetivo inspirado en la marca
tolimense de calzado deportivo del mismo nom-
bre. Al ser comparados con los guayos impor-
tados, los guayigol hacían gala de una extrema
ordinariez, que no obstante se veía compensada
por su bajo precio, accesible a los bolsillos de la
mayoría de familias bogotanas. Guayigol es sinó-
nimo de ordinario, barato y burdo. El remoquete
‘guayigol’, no obstante, no debe ser tomado como
sinónimo de ñero o ñampiro, sino más bien como
una forma amigable de referirse a nuestra barata
idiosincrasia. El término fue impuesto en determi-
nados círculos por el legendario programa radial
‘La silla eléctrica’, transmitido a través de la fre-
cuencia joven de la Radio Nacional de Colombia,
ubicada en los 99.1 de FM, y hoy conocida como
Radiónica.
guayo.
1. Zapato deportivo empleado para la práctica del
balompié.
2. Mujer de mal aspecto.
guayola. Inexplicable reacción común a la ma-
yoría de los hombres en las postrimerías de una
ingesta etílica, por lo general acontecida durante
la mañana siguiente y caracterizada por la mezcla
de la consabida y pertinaz resaca con un levanta-
miento inatajable y obstinado del asta viril, sólo
detenible mediante la consumación de un acto
coital.
gue.
1. En lengua chibcha, casa.
2. En lengua chibcha, equivalente a 'es', del verbo
'ser'.
Dado que los testimonios escritos a tal respecto
no dieron cuenta de su fonética, se desconoce si
se pronunciaba 'güe' con diéresis, o tan sólo 'gue',
omitiéndola.
gue bosa. En lengua chibcha, unidad de medida
equivalente a cuarenta. Dado que los testimonios
escritos a tal respecto no dieron cuenta de su
fonética, se desconoce si se pronunciaba 'güe' con
diéresis, o tan sólo 'gue', omitiendo la diéresis.
gue hisca. En lengua chibcha, unidad de medi-
da equivalente a cien. Dado que los testimonios
escritos a tal respecto no dieron cuenta de su
fonética, se desconoce si se pronunciaba 'güe' con
diéresis, o tan sólo 'gue', omitiendo la diéresis.
gue mica. En lengua chibcha, unidad de medida
equivalente a sesenta. Dado que los testimonios
escritos a tal respecto no dieron cuenta de su
fonética, se desconoce si se pronunciaba 'güe' con
diéresis, o tan sólo 'gue', omitiendo la diéresis.
guecha. En la lengua chibcha, guerrero, tercer
escalafón en el orden jerárquico de la comunidad.
Véase milico, tropelero, zipa.
(113)
*bogotálogo
guerebe. Automóvil.
guerrillo. En la jerga militar, miembro de algún
grupo armado al margen de la ley.
gueta. En lengua chibcha, unidad de medida
equivalente a veinte. Dado que los testimonios
escritos a tal respecto no dieron cuenta de su fo-
nética, se desconoce si se pronunciaba 'güeta' con
diéresis, o tan sólo 'gueta', omitiendo la diéresis.
gueta asaqui ata. En lengua chibcha, unidad de
medida equivalente a veintiuno. Dado que los tes-
timonios escritos a tal respecto no dieron cuenta
de su fonética, se desconoce si se pronunciaba
'güeta' con diéresis, o tan sólo 'gueta', omitiendo
la udiéresis
gueta asaqui bosa. En lengua chibcha, unidad
de medida equivalente a 22. Dado que los testi-
monios escritos a tal fenómeno no dieron cuenta
de su fonética, se desconoce si se pronunciaba
'güeta' con diéresis, o tan sólo 'gueta', ignorando
la diéresis.
gueta asaqui ubchihica. En lengua chibcha,
unidad de medida equivalente a treinta. Dado que
los testimonios escritos a tal respecto no dieron
cuenta de su fonética, se desconoce si se pronun-
ciaba 'güeta' con diéresis, o tan sólo 'gueta', omi-
tiendo la diéresis.
güeva. Individuo torpe. Se utiliza también como
muestra de camaradería.
güevetas. Fórmula amigable para referirse a un
amigo torpe. Véase güevón.
güevón. Torpe. Tardo en el entendimiento. Véase
guón.
guisa. Reprochable calificativo con el que algunos
arribistas suelen referirse a quienes no corres-
ponden a sus estándares sociales por no ajustarse
a su supuesto repertorio de buenas costumbres
en el vestir, el hablar o el comer. Se entiende por
guiso a quien ejerce profesionalmente las labores
del servicio doméstico. Pero también a quien obra
con ordinariez y poco refinamiento. Sin duda al-
guna no hay nadie más guiso que quien osa hacer
uso de semejante despropósito lingüístico.
guitarro. En la jerga de músicos, guitarrista.
guón. Chilenismo de reciente cuño entre las juven-
tudes bogotanas que remplaza a güevón. Denota
compinchería, más allá de si los hablantes tengan o
no testículos en su haber. Por tal razón, las mujeres
mismas han optado por llamarse huevonas entre sí.
gurbia. Hambre.
gurre. Individuo de mal aspecto y desprovisto de
gracia.
Gurropín. Acrónimo de uso generalizado en la
Bogotá del siglo XX para aludir al general Gustavo
Rojas Pinilla.
gusanear. Incurrir en el deplorable acto de suma
deslealtad de arrebatar su pareja a un buen ami-
go.
gusano. Dícese de quien acostumbra flirtear con
damas comprometidas.
(gurbia)
(114)
habano. Al decir de algunos vendedores de plaza
de mercado, banana.
habla hasta por los codos. Fórmula despectiva
para aludir a un individuo cuya costumbre es la
de hablar en demasía hasta hartar o aturdir a sus
interlocutores, quienes claman por que guarde
silencio.
habladera. Parloteo. Murmuración.
hablamierda. Mitómano. Farsante. Véase pajudo.
hablar por La Voz del Guamo. Alusión obs-
cena a la práctica de una disciplina felatoria, en
curiosa analogía con una presunta desaparecida
estación de radio con sede en El Guamo (Tolima).
Tal vez la expresión tiene su origen entre la simili-
tud del tolete viril con la guama (inga edulis), fruti-
lla algodonada de consumo relativamente popular
en la ciudad. Véase chupada.
hacer el expreso.
1. Conducir a un individuo de forma directa a la
puerta de su destino.
2. Acometer a un individuo con fines copulatorios y
resultados prontos y eficaces.
hacer el favor.
1. Acceder a ayuntarse con un individuo.
2. Provocar un embarazo no deseado.
hacer el mandado.
1. En la jerga sicarial, ultimar.
2. Copular con un determinado y preseleccionado
individuo.
hacer fieros. Forma de gesticulación empleada
para provocar envidia en uno o varios individuos.
hacer mercado. En la jerga de consumidores de
estupefacientes, aprovisionarse de víveres narcó-
ticos.
hacerle. Obrar con entusiasmo y decisión frente
a algo.
hacerle cuarto. Colaborar en complicidad para
que alguien obtenga un determinado fin, por lo
general romántico.
hacerle ojos. Gesticular haciendo uso de ojos y
cejas, con fines coquetos o de reclamación.
hacerse el bikini. Depilación del vello que cir-
cunda las zonas pudendas, con miras al próximo
empleo de un pequeño traje de baño.
hacerse las uñas. Extraña manera de aludir al
acto de someterse a un tratamiento manicurístico.
hágale. Voz aprobatoria que antecede a una acción.
¡hágame el favor! Fórmula empleada para re-
saltar las cualidades de un determinado individuo
u objeto. Hágamen (sic) el favor y prueben (sic) la
delicia de bofe.
hagámonos pasito. Vulgarismo empleado como
llamado a la tregua o a la agresión controlada
entre dos contendores.
hágase el marica, que así se queda. Hostil ex-
presión cuyo fin principal es disuadir al interlocu-
tor de fingir ingenuidad ante un hecho o situación
patente. La expresión‘hacerse el marica’equivale
a la menos agresiva“hacerse el loco”, la que a su
vez puede equipararse con“hacerse el inocente”.
¡hágate la güeva! Invitación al interlocutor a
abandonar la idea de seguir timando al hablante.
(h)
(hablar por La Voz del Guamo) Hernando Vega en una grabación radial,
1946. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
(115)
*bogotálogo
hambrerón. Véase filo, hambronón.
hambriento. Tacaño. Angurriento. Véase líchigo,
tenido.
hambronón. Condición de hambre voraz y des-
aforada. Véase filo.
Handel, el Mesías de la. Sonada polémica
desatada a raíz de cierta decisión del gobierno
de Alfonso López Pumarejo, cuyo propósito era
reintegrar los bienes incautados a los alemanes
residentes en Colombia durante la segunda gue-
rra mundial y en custodia del Estado, a cambio
del pago de una multa. Hay quienes afirman que
el gran beneficiario en este tipo de transacciones
fue su hijo, Alfonso López Michelsen, y que buena
parte de la fortuna de la familia López tuvo como
origen tal determinación. También se dice que
dicha disposición habría podido obrar en benefi-
cio del pueblo colombiano, si no se hubiera dado
prelación a los intereses de ciertos inversionistas
extranjeros. La más importante de todas las ne-
gociaciones llevadas a cabo durante tal periodo
involucró los bienes convertidos en fideicomiso de
guerra y correspondientes a la Handel, empresa
holandesa dueña de la mayor parte de acciones de
la cervecería Bavaria. El‘Mesías de la Handel’fue
el sobrenombre con que se motejó a López Mi-
chelsen por entonces, en un juego de palabras con
el nombre de la conocida obra musical‘El Mesías’
de Händel.
harvardtín. Mote con el que algunos educandos
de la afamada Universidad San Martín, a su vez
derivada de lo que antes fuera una fotocopiadora,
se refieren a ésta, dados los altos estipendios que
deben ser pagados por concepto de matrículas
semestrales.
hasta. Preposición de frecuente utilización inco-
rrecta en lugar de 'desde'. Por cierta curiosa ra-
zón, muchos comerciantes bogotanos lo emplean
con sentido contrario.
Abrimos hasta las 10 de la mañana.
Para decir...
Abrimos desde las 10 de la mañana.
hasta las tetas. Úsase para aludir a un espacio
hacinado, sobreocupado o saturado de individuos.
(hasta las tetas) Paseo de domingo. Donantes: Elsa y Jesús Sarmiento Sáenz, Álbum Familiar / Colección MDB - IDPC
(116)
El concierto de Wendy Sulca estaba hasta las tetas.
Véase transmilleno. Véase tetiado.
hasta pa' vender, hacer. Incurrir en toda suer-
te de desmanes, muchas veces en contra de la
moralidad, el respeto y las nobles costumbres.
Anoche el patrón llegó todo borracho e hizo hasta
para vender conmigo.
hasta que ya. Hasta el final. A más no poder. A
cabalidad. Anoche tomamos whisky hasta que ya.
hasta raro. Úsase para ilustrar la singularidad
de una situación. ¡Tengo un susto hasta raro!
hawaiana.
1. Remoquete surgido a partir de la distorsión del
clásico‘javeriana’en cómica alusión a la Pontificia
Universidad del mismo nombre. Véase la Ponti.
2. Extraña variable de pizza en la que la piña es su
ingrediente principal. Véase pizza cartulina.
hayuelo. Dodanea viscosa. Árbol de hojas simples
oblongo-lanceoladas y flores unisexuales y ama-
rillentas.
hebra. En la jerga del proletariado bogotano, cor-
bata. Hay quienes equivocadamente han comen-
zado a utilizar el término para aludir a un vestido
de paño completo, una verdadera distorsión de los
alcances originales de la expresión.
helaje. Temperatura en extremo baja.
hembra. Vulgarismo para aludir a una fémina de
figura curvilínea y generosa voluptuosidad, objeto
de miradas libidinosas y deseos poco castos.
hembraje. Proliferación de damas. Úsase por
lo general de manera positiva para aludir a su
belleza.
hembro. En la burda lengua de ciertas jovenzue-
las, caballero atractivo, bien dotado físicamente.
herpo. Curiosa galleta rellena de arequipe y bo-
cadillo. Pese a la no muy provocativa sonoridad
del término, el buen sabor del bizcochuelo en
mención permite que sus ventas se mantengan
estables. Véase bocadillo.
hibia. Tubérculo de raigambre indígena propio de
la meseta cundiboyacense y de los países andinos,
llamado por los científicos oxalis tuberosa y cono-
cido por los quechuas como‘oca’. De color rojizo y
forma redondeada, aún en el siglo XXI hay quienes
discuten si las hibias son o no un comestible.
hica.
1. En lengua chibcha, maíz.
2. En lengua chibcha, piedra.
hielorama. Legendaria pista de hielo ubicada en
el sector de Quinta Paredes, justo en la avenida 26
con carrera 42 B.
higo tuno. Cactus opuntia. Higo de tuna o chumbo.
hijo calavera. Expresión empleada por ciertos
padres descontentos al aludir a un vástago cas-
quivano, rebelde y disoluto.
hijo de papi. Individuo remilgado y consentido.
Descendiente de las clases hegemónicas que de
antaño han gobernado el país y, por tanto, herede-
ro por derecho propio de todos los beneficios ve-
dados al populacho. Véase gomelo, jai, jailoso, play.
hijo de papi-cultor. Expresión humorística em-
pleada para aludir a un pequeño de relativo poder
adquisitivo procedente de las actividades agrope-
cuarias de su señor padre.
hijuemaca. Voz de exclamación, por lo general
empleada para expresar sorpresa desagradable.
Véase juemaca.
hijuemíchica. Voz de pánico o dolor.
hijuemil. En enorme cantidad.
(herpo)
(117)
*bogotálogo
hijuemínchica. Véase hijuemíchica.
hijuepucha. Voz exclamatoria usada en lugar del
soez‘hijueputa’.
hijuepuerca. Voz exclamatoria. Indica grandeza
y relevancia. Un dolor ni el hijuepuerca.
hijueputa. Fórmula nacional de insulto por ex-
celencia, derivada del clásico‘hijo de puta’ibérico.
Téngase en cuenta que no todo 'hijueputa' es
necesariamente el vástago de una meretriz. La
exclamación es polisémica y goza de muy diversos
significados, dependientes del contexto. Un ham-
bre la hijueputa. Ni por el hijueputa.
hijueputivo. Remoquete de uso popular emplea-
do para aludir a un autobús de servicio ejecutivo.
hipermegaplay. Anacronismo de dudoso gusto
originado a comienzos de la década de los 80 del
siglo XX. Usábase para aludir a un individuo de
altos vuelos. Hoy algunos individuos avejentados
siguen empleándolo, convencidos de estar ha-
blando 'a la moda'. Véase gomelo, jai, jailoso, play.
hisca. En lengua chibcha, unidad de medida equi-
valente a cinco. Brebaje. Pócima.
hit. Hecho grandioso. Jugada afortunada. Em-
prendimiento acertado.
hogo. Suculento aderezo elaborado a partir de
tomate, cebolla, ajos, mantequilla, aceite, sal y
color, por lo general consumido con patatas, are-
puelas o patacones. Su consumo puede llegar a
provocar serios cuadros de halitosis, por lo que
se recomienda mantener cuarentena una vez éste
sea ingerido.
hongo, como un. Expresión descriptiva para
indicar soledad.
hongo, peinado. Corte de pelo masculino de
dudoso gusto y utilización generalizada entre cier-
tos individuos durante los 80 y 90.
honguearse. Consagrarse al consumo de psi-
locibina con su mal sabor matizado por el de la
leche condensada.
honguiza. Conjunto de experiencias alucinato-
rias sucesivas, experimentadas por quien ha con-
sumido psilocibina.
hora Gaviria. Disposición del gobierno de César
Gaviria Trujillo, quien, debido al racionamiento
eléctrico de 1992, decretó que todos los relojes del
país por el racionamiento eléctrico de 1992. Por
decreto, todos los relojes del país fueron adelan-
tados una hora, lo que perjudicó en particular al
sufrido estudiantado bogotano, que se vio abocado
a aguardar por los autobuses de servicio escolar
y copiar las tareas a última hora en medio de las
tinieblas.
horchata de ajonjolí. Popular refresco de uso
generalizado en las clases altas de la Bogotá
republicana, dispuesto en grandes botellones de
vidrio y servido en las fiestas con el propósito de
calmar el calor de los danzarines.
hortencio. Orto.
hoy no fío, mañana sí. Consigna de común
utilización en pegatinas adheridas a las vitrinas de
tiendas de barrio y expendios de cerveza. La afir-
(honguearse)
(118)
mación –que en sí misma reviste una permanente
contradicción– es sin duda antipática.
hoy no fío ni presto envase. Firme indicación
con respecto a las políticas crediticias y de tenen-
cia y arrendamiento de inventario de recipientes
empleados para el transporte de las bebidas etíli-
cas y gaseosas.
hoyo del venado. Según la leyenda, en tiempos
de la Conquista, un soldado español huyó hacia
los cerros después de haber cometido un homici-
dio en Santafé. Allí encontró una cueva en la que
había un venado de oro macizo. Aunque su pro-
pósito era quedarse con él, regresar a la ciudad
era muy riesgoso, por lo que prefirió llevarse sus
cuernos y clavar su espada frente a él, con el pro-
pósito de poder encontrarlo trazando un cuadran-
te imaginario, cuya localización debía coincidir
con el ojo de la cerradura de la capilla de Jesús
Nazareno, en la iglesia de San Agustín, o con Gua-
dalupe, según otras versiones. Tiempo después, el
soldado regresó en busca de su tesoro, tropezán-
dose con la triste sorpresa de que la espada ya no
estaba. Muchos habitantes de la ciudad desperdi-
ciaron sus vidas al acecho del botín, hasta la fecha
jamás encontrado.
hp. Abreviatura con la que se pretende ofender a
un individuo poniendo en tela de juicio el recato de
su progenitora.
hueco. Entidad de educación de baja calaña y
nivel académico desdeñable. Antro.
huesada. Diligencia incómoda y aburrida. Activi-
dad tediosa.
hueso. Obra de arte tediosa, extensa y aburrida.
Suele aplicarse a audiovisuales y a libros.
hueva.
1. Atolondrado. Torpe. Estúpido.
2. Gónada masculina.
huevas, las. Exclamación despectiva para hacer
manifiesta la negativa ante una determinada pro-
puesta.
huevis. Forma afeminada de hueva, únicamente
admisible en damas, pequeñuelas y señoritas,
pero del todo censurable en varones. Véase mari-
quis putis.
huevito diario. Obscena expresión de doble
sentido con la que se alude a faenas copulatorias
ejecutadas a intervalos máximos de 24 horas. La
expresión fue usurpada como lema por una firma
vendedora de huevos de gallina.
huevo, tener. Demanda ilógica y excesiva alre-
dedor de una actividad, bien o suma de dinero.
huevón. Torpe. De cuestionable inteligencia.
Estúpido. Tarado. El término relaciona, en forma
gratuita, la estupidez y la hipertrofia gonádica
masculina.
Huitaca. De acuerdo con la historia sagrada
muisca, mujer de impresionante hermosura y
libidinosos procederes. Tras la partida de Bochica,
gran maestro de los chibchas, Huitaca encauzó
al ingenuo pueblo por senderos concupiscentes y
pecaminosos, lo que condujo al indignado Chib-
chacum a desatar una tormenta mortífera que por
poco acaba con la humanidad. Hoy, para deshonra
de su memoria, Huitaca es nombre utilizado para
bautizar restaurantes de baja estofa y centros de
alojamiento y turismo piscinero que a todas luces
desdicen del personaje. Véase arrecho, Bochica,
chancletero, chapeto, Chibchacum, Chiminigagua,
piscinear, zorra.
huón. Véase huevón.
(119)
*bogotálogo
(hoy no fío ni presto envase) Lo va a pensar, 1966. Donante: Leonor Moyano de Sánchez, Álbum Familiar / Colección MDB - IDPC
(120)
ibiris. Ridículo sufijo sin significado alguno em-
pleado con el equivocado propósito de adornar
una palabra.
icopor. Por antonomasia, tela gomosa y porosa
fabricada en el país por la Industria Colombiana
de Porosos. Por extraño que parezca, la variable
del poliestireno expansible conocida en el país
como icopor, no es una denominación genérica,
sino el nombre de la empresa manufacturera del
producto, dueña, también, del monopolio de éste
en el territorio nacional. Es conocido como telgo-
por en Argentina, como estereofón en Costa Rica,
como tecnopor en Perú, como plumavit o aislopol
en Chile, y como unicel en México.
icteria. Vulgarismo arcaico para ictericia. Pig-
mentación amarillenta en la piel humana o en las
plantas.
igualado. Dícese de quien, en un franco y cons-
ciente desconocimiento de las jerarquías, tiende a
tratar a sus superiores con excesiva confianza.
iguazo. Individuo burdo, falto de refinamiento y
francamente ramplón. El término fue populari-
zado por la desaparecida serie de televisión‘El
siguiente programa’.
impajaritable. Inexorable. Imposible de evadir.
importaculismo. Postura filosófica de corte
ataráxico cuya proclama principal es el abandono
de toda preocupación y la supresión de cualquier
actividad vital en donde esté implicado algún tipo
de esfuerzo tendiente a alterar el equilibrio y la
tranquilidad corporal o espiritual. Se trata de una
de las doctrinas más difundidas entre los ciuda-
danos bogotanos del promedio, quienes, ante el
temor de ser fagocitados por los leviatanes pro-
pios de la cotidianidad, prefieren replegarse sobre
sí mismos, dando lugar a una actitud que suele
ser confundida con el egoísmo (véase malparidez
crónica y cósmica), pero que en realidad sólo busca
sustentar la paz interior. El importaculismo, es
uno de los rasgos que marcan al bogotano moder-
no, en tanto sujeto, a merced de los improperios
vitales de que lo hace víctima su entorno agresivo.
indiazo. Individuo ramplón, maleducado y en
extremo lobo.
indormia. Artilugio. Ardid. Jugarreta. Marrulla.
El abogado defensor se valió de toda suerte de in-
dormias para salvar a su cliente.
indormiarse. Barbarismo para ingeniarse.
Buscar la forma de solucionar alguna situación
desafortunada.
inflingir. Barbarismo para‘infringir’. A los que se
atrevan a inflingir la norma les caeremos con todo el
peso de la ley.
íngrimo. En completo estado de abandono y
soledad. El‘íngrimo solo’de los bogotanos tiende
a ser redundante o inoficioso, de manera similar
a como lo es, de algún modo el‘libre albedrío’o el
‘currículo vitae’.
inmamable. Intolerable. Imposible de soportar.
inmancable. Ineludible. De obligatoria ejecu-
ción.
inmarcesible. Expresión de uso común entre
los bogotanos gracias a los oficios poéticos de
Rafael Núñez, coautor del himno nacional de la
República. Pese a que su significado es el de‘in-
marchitable’hay quienes la emplean en lugar de
‘inmamable’.
inmunda, estar en la. Expresión de reciente
cuño empleada para indicar una condición deses-
perada de extrema mala suerte y abandono.
(121)
*bogotálogo
indio comido, indio ido. Fórmula de excusa
empleada para emprender la retirada de una fae-
na gastronómica a la que se asiste como convida-
do, tan pronto los alimentos han sido consumidos
en su totalidad, desconociendo los preceptos de
urbanidad y buenas maneras impartidos por Ma-
nuel Antonio Carreño en su célebre tratado.
intenso. Acosador. Insoportable.
interperie. Común y aleve barbarismo para in-
temperie.
invivible. Úsase para aludir a un espacio o situa-
ción insoportables. En los 70 Bogotá tenía fama de
ser una ciudad invivible. Véase inmamable.
Iron speed. Desaparecido bar, fundado en 1987
y pionero de lo que más adelante sería conocido
como 'escena alterna noventera'. Véase alterno,
alternocrazy.
izar bandera. Levantamiento involuntario del
asta viril por causa de la excitación venérea, por lo
general acontecida en horas de la mañana. Véase
guayarola, guayola.
ize. En lengua chibcha, hormiga.
jabón. En la jerga delincuencial, ladrón.
jabón chiquito. Pasta soluble para aseo per-
sonal de tamaño reducido que, según la creencia
popular, se ubica en duchas y lavabos de moteles,
residencias y demás establecimientos destinados
al ayuntamiento carnal clandestino.
jai. Deformación del anglicismo‘high life’, em-
pleada en forma un tanto burda para aludir a la
‘alta’sociedad y a individuos de altos vuelos. Gon-
zalito es de la jai.
jailoso. Miembro de las clases altas. Véase jai.
jairo. Castellanización abreviada del anglicismo‘I
don’t know’.
jala. Embriaguez.
jala más pelo de cuca que cable de buque.
Contundente comparación en la que el inmenso
poderío encerrado por las pilosidades genitales
de una dama, deviene mucho mayor que el de un
remolque marino. Es utilizado para referirse a un
individuo cuya voluntad –por causa de sus ímpetus
amorosos– ha sido reblandecida y sometida por
los encantos de una dama.
jalado.
1. Embriagado.
2. Alusión a la calidad de la manufactura o de una
obra terminada. Al sastre de la esquina, el vestido
de Julianita le quedó muy bien jalado.
jalador. Individuo que ha hecho del hurto de ve-
hículos automotores su profesión.
jalarle. Estar dispuesto a realizar una actividad
cualquiera. La frase fue inmortalizada por el
J
(122)
personaje protagónico de la legendaria cinta‘El
taxista millonario’, quien afirmaba‘haberle jalado
a todo, menos a eso’, aludiendo al homoerotismo.
Yo le jalo a todo, menos a la mecánica.
jalarse. Embriagarse.
¡jálele al respetico! Voz firme de llamado a
guardar la debida consideración a un individuo,
por lo general desairado por su interlocutor.
jartar.
1. Consumir alcohol.
2. Ingerir alimentos en forma desmesurada.
3. Hartar. Aburrir. Desesperar.
jartera. Aburrimiento. Borrachera.
jarto.
1. Incómodo. Aburrido.
2. Dícese de quien se encuentra embriagado.
3. Individuo insoportable.
jaula. En la jerga policial, camioneta acondiciona-
da con rejas, destinada al transporte de los reos.
Véase aguacate, choro, tombo.
javeriano. Alumno de la Pontifica Universidad
Javeriana.
jayanazo. Jovenzuelo atlético de estatura promi-
nente y semblante fortachón.
(jartar) Hombre bebiendo chicha en una enorme taza esmaltada, 1938. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
(123)
*bogotálogo
jecho. Anciano.
jediondo.
1. Desagradable.
2. Poco estético.
3. Repugnante.
4. Maloliente.
jeringuear. Perturbar a un individuo con el fin de
provocarle enojo.
jermu. Mujer.
jeróstico. Véase jeroz.
jeroz. Distorsión del término‘feroz’, de uso ge-
neralizado en las municipalidades y veredas de la
meseta cundiboyacense.
jeta. Fórmula ramplona para aludir a la boca
humana.
jeta, dar en la.
1. Golpear a otro individuo.
2. Humillar al contendor en medio de una compe-
tencia.
jetabulario. Socorrida y manida expresión em-
pleada para referirse a un vocabulario inadecuado
y soez.
jeteado. Muy dormido. Desmayado, hecho debido
casi siempre a la ingesta excesiva de bebidas em-
briagantes.
jetear.
1. Dormitar.
2. Sintomatología mandibular provocada por el
consumo de cocaína, consistente en un movimien-
to involuntario del maxilar inferior.
jetearse. Embriagarse.
jincho de la perra. Dícese de quien se encuen-
tra al borde de la inconsciencia por causa de una
desmesurada ingesta etílica.
jipa. Sombrero de jipijapa.
joche, quedar.
1. Sumirse en una situación insalvable de confu-
sión.
2. En la jerga castrense, encontrarse retrasado en
la realización de una actividad determinada.
joda.
1. Perturbación incisiva e incesante.
2. Úsase en forma vulgar para aludir a un objeto
cualquiera, del que no se sabe o no se quiere
mencionar el nombre. Tráigame esa joda.
joda más, joda menos, ¡pero no joda tanto!
Contrasentido dialéctico empleado para implorar
al interlocutor ser menos insistente en sus cons-
tantes molestias al hablante.
jodencia. Acción y efecto de joder.
jodencio. Individuo insoportable y remilgado.
joder. Perturbar.
jodido.
1. Individuo en condiciones de infortunio extremo
e irreversible.
2. Dicho de un proceder, de muy complicada eje-
cución.
3. Dicho de un individuo, complicado o marrullero.
jodón. Individuo insoportable que deriva compla-
cencia en perturbar a sus semejantes.
Johnson (severo Johnson). Alusión a quien
manifiesta destreza en las artes amatorias. Se
fundamenta en la presentación en polvo del afa-
mado talco Johnsons.
jonjoliar. Secundar en caprichos, berrinches y
remilgos.
jopo. Región glútea o anal.
Jorge Paseo Lozano. Cálido remoquete con
el que la ciudad suele referirse a la entrañable
Universidad Jorge Tadeo Lozano. Una variable,
mucho más ambiciosa, modifica el‘Lozano’por
‘Lochano’.
jorobar. Véase joder.
joto. Paquete, bolso, maletín, maleta o carga
abultada y prominente.
joyita. Expresión irónica para aludir a un indivi-
duo peligroso cuya conducta es reprochable.
juagado. Individuo u objeto muy mojado.
juagar. Reprender. Imprecar.
(124)
juagarse de risa. Carcajearse de manera histé-
rica, a mandíbula batiente.
juanchón. Dicho de una prenda o vestido, ancho
y holgado.
Juanito. Por antonomasia, personaje infantil
empleado en chistes e historias cómicas trans-
mitidas por vía oral. Es cosa curiosa que todos
los ‘juanitos’ –más allá de si el humorista que
los encarna sea santandereano, vallecaucano
o de cualquier otro lugar del país– siempre ha-
blarán con acento antioqueño, costumbre pre-
suntamente atribuible al humorista bumangués
José Ordóñez. En aras de la justicia histórica
sería más razonable remitirse al legendario
programa radial ‘La simpática escuelita que
dirige doña Rita’ o al humorista antioqueño
Montecristo.
juemaca. Véase hijuemaca.
juemácara. Véase juemadre.
juemáchica. Véase juemadre.
juemadre. Expresión de uso común, por todos
reconocida como menos agresiva que el clásico
‘jueputa’.
juemíchica. Exclamación de sorpresa.
juemínchica. Véase juemíchica.
jueplátano. Véase juepucha.
juepucha. Pequeña variante para suavizar la
carga de obscenidad acarreada por el clásico‘jue-
puta’.
juepúchica. Véase juepucha.
juepuente. Véase juepucha.
juepuerca. Véase juepucha.
juepulga. Véase juepucha.
juepunta. Véase juepucha.
jueputa. Obscenidad colombiana por excelencia.
Goza de muy diversas connotaciones, dependiendo
del contexto.
juernes. Aborrecible noventerismo con preten-
siones cómicas derivado de la expresión‘hoy es
juernes’con la que se pretendía insinuar que ya
desde las tempranas horas del penúltimo día de
la semana laboral comenzaba a respirarse el am-
biente previo a las celebraciones subsiguientes
del antiguo‘viernes cultural’.
juetazo. Latigazo. Azote brusco. Cuando tenía
cinco años quemé la alfombra de la casa y mis papás
me dieron un juetazo de padre y señor mío. Véase
juete.
juete. Azote. Deformación del vocablo original
fuete.
juetera. Tanda de sucesivos azotes.
jugo de tubo. Vulgarismo para aludir a agua
del grifo destinada a ser bebida. No tengo nada de
tomar. Pero –si no le incomoda– le ofrezco jugo de
tubo.
juicioso. Obediente. Que se acoge a las reglas y
normas sin chistar.
jumento. Fórmula caricaturesca y despectiva de
equiparar a un individuo de tamaño prominente
con un asno, pollino o bestia.
jurgo. Indicativo de abundancia.
jurgonón. Sobreabundancia.
(125)
*bogotálogo
(jurgo) Gaseosas Colombianas, 1952. Saúl Orduz / Colección MDB - IDPC
(126)
kepa. Apócope resultante de la unión de las si-
glas iniciales de la expresión‘qué pasó’, y a la
vez homenaje al honorable director y actor Kepa
Amuchastegui.
kikuyo. Especie de pasto, conocida científica-
mente como pennisetum clandestinum y originaria
de Kenia. Sus primeros estolones fueron intro-
ducidos en el país por José Félix Restrepo, quien
después de leer un artículo en el Times londinese
acerca de la planta , solicitó al autor de la nota
le enviara algunas muestras. Desde entonces el
kikuyo se ha diseminado como la más común va-
riedad gramínea en Bogotá.
Konga. Fallido intento de bebida carbonatada
elaborado por la también fallida división de gaseo-
sas de Bavaria, ineficaz tentativa de hacer contra-
peso a los tradicionales productos Postobón. Los
malos augurios por su pobre enfoque publicitario
y de posicionamiento de marca se pusieron de
manifiesto con el torpe uso de la letra K inicial, de
dudosísimo gusto.
la. Artículo determinado femenino, por lo general
antepuesto por los estratos populares al nombre
propio.
la de adentro. Fórmula despectiva con la que en
tiempos antiguos se solía aludir a una empleada
de servicio doméstico interna. Hoy domingo me
tocó cocinar porque 'la de adentro' está de licencia.
Véase guisa, muchacha.
la llorona. Estado de nostalgia y depresión oca-
sionado por el consumo de algún estupefaciente o
etil, caracterizado por llanto pertinaz, por episo-
dios de autocompasión o por la legendaria exal-
tación de la amistad propia de muchos borrachos
o de individuos en circunstancias alteradas de
conciencia.
¡la macha! Expresión empleada para subrayar lo
desesperado de una condición. ¡Tengo un hambre
la macha!
¡la madre!. Exclamación de inconformidad o
descontento para con una situación determinada.
¡la madre que sí! Fórmula de juramento.
la peor diligencia es la que no se hace. Falsa
fórmula de consolación preventiva utilizada por
quien, pese al mucho temor que le presupone el
llevar a cabo una determinada gestión, se encuen-
tra decidido a ejecutarla.
la Ponti. Fórmula cariñosa, aunque algo afectada,
para aludir a la Pontificia Universidad Javeriana.
la puntica no más. Al lado de‘el último y nos
vamos’y de‘mañana le pago’, otra de las clásicas
mentiras estampadas en cartelones de cantina.
(k) L
(127)
*bogotálogo
Alude a la intención de contenerse en el momento
del ayuntamiento carnal, insertando el aparato
fálico del caballero en la cavidad vaginal tan sólo
con el propósito de mantener una falsa castidad
en la presunta doncella o de evitar una posible
concepción indeseada. El recurso, aunque conoci-
do de sobra, sigue siendo repuesto indistintamen-
te por adolescentes y adultos a la hora de obtener
sus propósitos sexuales.
la verga. Maravilloso. Divertido. Excepcional-
mente agradable.
ladrina, echar. Almorzar. Consumir un alimento
con el propósito de reparar fuerzas. El término
está basado en una reconocida marca de alimen-
tos caninos.
lagaña de mico, no es cualquier. Figura retó-
rica empleada para aludir a lo que goza de cierta
relevancia.
lagartear. Véase lagarto.
lagarto. Espécimen común en la fauna social co-
lombiana caracterizado por su natural tendencia a
reptar y a procurarse el ascenso social y laboral a
partir del lambetazo debidamente calculado.
lama. Especie de capa de aspecto vegetal que se
forma en la superficie de los objetos. Musgo.
lambeculos. Individuo servil y tendiente a satis-
facer los caprichos de los poderosos. Véase chu-
pamedias, lagarto, lambón.
lamber. Véase lambón.
lamberico. Véase chupamedias, lagarto, lambón.
lambón. Adulador. Dícese de quien halaga a los
demás para procurarse sus favores. Véase chupa-
medias, lagarto.
lámina. Individuo de buen ver.
lámparas. Voz de alerta para indicar la necesi-
dad de mantenerse vigilante. ¡Huy! ¡Lámparas! Me-
jor pisémonos, que vienen los tombos. Véase pilas.
lamparazo. Trago de alcohol.
langaruto. Individuo famélico y desnutrido.
lanza. En la jerga castrense, compañero.
lapo, darse el. Afincar todas las esperanzas y
esfuerzos en una causa determinada.
las cuentas claras y el chocolate espeso.
Voz manida utilizada para llamar al interlocutor
a llevar un recuento contable y pormenorizado de
cada uno de los compromisos, ingresos y egresos
de una sociedad.
¡las güevas! Véase las huevas.
¡las güevas de don Simón! Variable, un tanto
más creativa, de‘las huevas’.
¡las huevas! Vulgarismo tajante de negación
empleado para manifestar el absoluto desacuerdo
con un planteamiento determinado.
lata, a la. En abundancia. Sin mucho cuidado.
laureanismo. Progresista e innovadora fuerza
política conformada por conservadores partidarios
de Laureano Gómez.
lavaperros. Lacayo o sirviente de bajo rango, por
lo general bajo las órdenes de algún gamonal o
capo. Véase sacamicas.
laxo. Relajado, sosegado y tranquilo.
¿le anotó placas? Forma de interrogación propia
de la década de los 90 del siglo XX, empleada para
equiparar el acto de obtener los datos de contacto
de una potencial manceba con la que pueda con-
certarse una cita, con el de los policías de tránsito
al tomar atenta nota de la identidad de un infrac-
tor. Véase cotice, levante.
¿le colaboro? Fórmula de aparente cordialidad
empleada por vendedores informales, botones,
camareros, impulsadores de telefonía celular,
cuidanderos de automóviles y demás individuos
dedicados al muy bogotano arte del rebusque, con
el propósito de convencer al interlocutor de hacer
uso de sus servicios.
le dijo hasta de qué se iba a morir. Úsase
para aludir a una seguidilla de reprensiones, in-
jurias, improperios, denuestos y abominaciones
recibidos por un individuo.
(128)
le dijo hasta mico. Úsase para aludir a una
jornada de profusos y floridos insultos.
le falta mucho pelo pa’ moño. Expresión am-
parada en la jerga de salón de belleza y empleada
para hacer referencia a quien aún no goza de la
madurez necesaria para la ejecución de un deter-
minado oficio.
¿le gusto?, ¿le debo? ¿o se le perdió uno igua-
lito? Expresión amenazante empleada por quien se
siente imprudentemente observado por alguien.
le hache achí. Expresión un tanto odiosa para
aludir a la cobardía de un individuo. Suele estar
acompañada por un movimiento palpitante de
los dedos, imitando las palpitaciones del sistema
cardiovascular humano.
le llenaron la barriga de huesos. Expresión ra-
yana en la obscenidad, empleada para aludir a quien
se encuentra, quizá contra su voluntad y por su ac-
tuar ingenuo o descuidado, en estado de gravidez.
¿le parece pescado? Vulgarismo empleado con
el propósito de hacer manifiesta la molestia ante
un acto de subestimación por parte del interlocu-
tor. ¡El tipo fue presidente de Concasa! ¿Le parece
pescado?
¿le va a enseñar a su papá a hacer hijos?
Especie de cuestionamiento usado para evidenciar
y sopesar la inexperiencia de quien presume de
ser avezado en una lid determinada, en contra-
posición al verdadero conocimiento empírico de
quien está convencido de ser mucho más experto
que su interlocutor.
le vieron la cara. Úsase para aludir a quien,
debido a su aspecto cándido, ha sido objeto de una
estafa. Es una forma abreviada y suavizada que
encierra un concepto similar a“le vieron la cara
de huevón”.
leche de mípalo. Vulgarismo empleado para
aludir a los flujos vitales. Véase hablar por la Voz
del Guamo.
lechero.
1. Fórmula justificadamente despectiva con la
que se alude a los autobuses que, en una abso-
(legal) Licencia de ciclista, 1934.
Donantes: Elsa y Jesús Sarmiento
Sáenz, Álbum Familiar / Colección
MDB - IDPC
(129)
*bogotálogo
luta anarquía alentada por la llamada‘guerra del
centavo’, tienen el odioso hábito de detenerse en
cualquier parte para recoger pasajeros.
2. Individuo suertudo.
lechuguino. Joven gentil y elegante en el vestir.
Al parecer se denominó así a los de este tipo por
su costumbre de emplear el afamado fijador Le-
chuga, especie de tónico para amansar cabelleras
rebeldes.
legal. Dicho de un individuo, de maneras probas.
Honesto.
lejuras. Lejanías. No entiendo por qué hicieron
la Universidad de la Sabana en semejantes lejuras.
Véase bosa, cerditos, chía, Fontibronx, gomelia.
legüinski. Alusión a un acto felatorio, inspirada en
la famosa becaria de la Casa Blanca, íntima conoci-
da del ex presidente norteamericano Bill Clinton.
lenguón. Hablador. Lenguaraz.
lentejo. Lento. Tardo en la reacción.
leña. Crítica descarnada a una determinada obra.
Tan pronto salió el Bogotálogo, los críticos se dedi-
caron a darle leña.
leñero. Deportista profesional de alta compe-
tencia especializado en sacar de combate a sus
contendores golpeándolos sin que el juez a cargo
lo note.
les da uno la mano y le cogen el codo. Fór-
mula de corte anatómico para aludir al descarado
acto de sacar excesivo provecho de una colabora-
ción desinteresada, perjudicando en forma directa
a quien de manera voluntaria intenta cumplir con
la premisa humanitaria de socorrer al desvalido.
ley. En la jerga policial, miembro de dicho cuerpo
de seguridad. Véase tombo.
levantado. Individuo de clase emergente, colado
de súbito en los estratos altos, por lo general de
modales arrogantes y afectados.
levantar.
1. Acto de conquistar los favores amorosos de
alguien.
2. Golpear o atentar físicamente contra un indivi-
duo.
3. Obtener un determinado bien o servicio.
ley de Charles (machete). Principio básico de
acción derivado de la ley de Charles y Gay-Lussac,
al que suele apelarse cuando un trabajo supera
las capacidades del ejecutor o cuando la prisa a
última hora apremia. Consiste en llevar a cabo las
actividades de manera descuidada y veloz, por lo
general con muy mediocres resultados.
ley zanahoria. Medida sancionada durante
la primera administración de Antanas Mockus,
consistente en establecer una hora determinada
en la que todos los establecimientos de la ciudad
dedicados a la jacaranda y al expendio de bebidas
embriagantes estaban obligados a cerrar sus
puertas y a expulsar a los clientes de sus instala-
ciones. Para justificarlo, el líder echó mano de una
zanahoria como emblema de su intención de ino-
cular supuestos hábitos sanos en los habitantes
de la ciudad. Véase zanahorio.
lgbt. Denominación oficial de nuevo cuño para
aludir a los grupos conformados por lesbianas,
gays, bisexuales y transgeneristas.
liberal.
1. Una de las dos colectividades políticas tradicio-
nales en Colombia, fundada en 1848 e inspirada
en el ideario del general Francisco de Paula San-
tander. El Partido Liberal colombiano se declara a
sí mismo de centro izquierda y social demócrata.
Surgió a partir de los postulados de Ezequiel Ro-
jas, uno de cuyos bastiones era cierta postura anti
radical.
2. Bizcochuelo de harina recubierto con azúcar
debidamente tinturada con anilina roja. Es uno
de los manjares privilegiados en la clásica repos-
tería del proletariado bogotano. Debe su nombre
a la similitud del color de su superficie con el de
la colectividad del mismo nombre. Viene en pre-
sentación de rollos y su medida estándar alcanza
(130)
los 25 centímetros de largo. Según los expertos
catadores de liberales, hacen buen maridaje con la
Colombiana Postobón. Por alguna extraña razón, la
existencia de liberales no ha sido aún compensada
con la de conservadores, hecho que refleja la clara
polarización antidemocrática afincada en el mundo
de las golosinas de tienda. Apelando al sentido co-
mún, la dirección nacional del Partido Conservador
debería elevar una queja a instancias superiores
para que, en aras de la democracia, el gremio de
reposteros, bizcocheros y panaderos iniciara tam-
bién la fabricación masiva de conservadores.
líchigo.
1. Amarrete. Avaro.
2. Especulador. Usurero. Hay quienes sostienen
que la expresión se deriva del vocablo anglosajón
‘leech’, con el que se alude a la criatura hemató-
faga conocida en castellano como‘sanguijuela’.
3. En su acepción más antigua, conjunto de pro-
ductos expendidos en una verdulería.
líchigo, la del. Llamada perdida a un abonado
de telefonía celular con el objeto de que éste a su
vez llame de vuelta, para ahorrarse el cargo de
los honorarios correspondientes a la tarifa por
minuto.
lichiguiar.
1. Recolectar monedas de manera mendicante,
con el fin de solventar las afugias de índole eco-
nómica.
2. Obrar con extremada mesura en los gastos.
liguita. Limosna. Donación voluntaria para soco-
rrer a indigentes y vagabundos de profesión.
limpieza. Abominable práctica consistente en
asesinar indigentes y habitantes de la calle por
considerárseles indeseables.
limpio.
1. Individuo despojado de dinero.
2. En la jerga policial, delincuencial y jurídica,
individuo despojado de máculas o faltas que ensu-
cien su historial.
liquira . En lengua chibcha, especie de manta de
pequeño tamaño, similar a un chal y destinada a
cubrir los hombros.
liso. Amigo del latrocinio. Delincuente, por lo
general dedicado al carterismo.
listerine. Voz indicativa de disposición y prepa-
ración para una actividad que se ha de realizar.
Alude al popular enjuague bucal de esa marca y a
la expresión‘listo’.
llanta. Concentración grasosa de mal aspecto
localizada en la región ventral humana.
llave, mi. Amigo íntimo y buen cómplice.
llavecita. Variable cariñosa de‘mi llave’.
llavería. Véase llave, mí.
llavero.
1. Hombre de dimensiones considerablemente
reducidas, al comparárselas con la de su pareja.
El término se emplea al comparar su presencia
con la insignificancia de un portallaves.
2. Baraja de vacantes y de candidatos para una
determinada posición, por lo general en la mente
de quien detenta poder suficiente como para defi-
nir quién habrá de ocuparla.
llenador.
1. Dicho de un alimento, propicio para saciar el
hambre.
2. Dicho de un individuo, insoportable.
lleva. Véase yeba.
llevado.
1. Dícese de quien atraviesa una difícil situación,
bien sea en el ámbito sentimental, económico,
físico o laboral.
2. Individuo sumido en la adicción a algún estupe-
faciente.
llevado del bulto. Véase llevado, tenga pa’ que
lleve.
llevar con la doble. Tratar a un individuo deter-
minado de manera hipócrita.
lo malo de la rosca es no estar en ella. Ex-
presión quejumbrosa en la que se resaltan las
(131)
*bogotálogo
desventajas de no pertenecer a las clases do-
minantes ni a los círculos de poder. Si bien los
orígenes de esta muy antigua premisa deben re-
montarse a los tiempos de José y sus hermanos,
cuando el bueno de Jacob decidió darle a su hijo
menor preeminencia por encima del resto de su
progenie, muy a disgusto de la misma, dudo que
haya lugar alguno en el mundo en donde el ami-
guismo, el nepotismo y todos esos odiosos ismos
se encuentren más afincados. De ello pueden
hablar con propiedad representantes de todas las
esferas del saber humano. Desde futbolistas has-
ta sacerdotes, pasando por actores, presentadoras
de televisión y senadores.
lo perdimos. Fórmula lastimera para aludir a
quien, debido a sus nuevas costumbres, se aleja de
manera radical de su grupo ancestral de amigos.
lo que, a. Tan pronto. En la medida en que algo
ocurra. A lo que yo te avise, tú inmediatamente vienes.
lo que es la abundancia de escasez. Paradó-
jica manera de referirse con ironía a una extrema
condición de carencias pecuniarias.
lo que le diga es mentira. Aceptación por ade-
lantado de que todo cuanto vendrá no será más
que ardides baratos y pamplinas con la fantasía y
la especulación como único soporte. Frase favori-
ta de quienes, desprevenidos, son abordados por
algún conductor desorientado en alguna esquina
para ser socorridos en materia de direcciones y
vías.
lo último en guarachas. Vulgarismo empleado
para aludir a aquello que luce revestido por la
fugaz apariencia de la novedad.
lo veo grave. Diagnóstico apocalíptico pronun-
ciado con el fin de suscitar preocupación en el
interlocutor y para señalarle lo incorrecto de su
proceder. Un reconocido bar de la mal llamada
‘escena alternativa’de la década final del siglo XX,
fue bautizado TVG, como una variación, un tanto
más amigable, de la frase en cuestión.
lobo. Clásica especie de la fauna social colombia-
na. Puede detectarse fácilmente por sus atuendos
exhibicionistas, su tendencia a fanfarronear a voz en
cuello acerca de sus muchas posesiones materiales
y a su dificultad para obrar sin escándalo. Suele
llevar anteojos oscuros y ropas brillantes y vistosas.
locha. Modorra. Pereza. Indisposición para la
acción.
locho. Ocioso. Poco adepto al trabajo.
Lochandes. Cariñoso mote espetado por los
estudiantes de la prestigiosa Universidad de los
Andes a su noble alma máter.
lombriciento. Dícese de aquel cuyo sistema
digestivo se encuentra habitado por nematodos.
loquitos bogotanos. Por antonomasia, persona-
jes ya fallecidos, de comportamientos singulares y
disparatados, y fama considerable, cuyos nombres
e historias difusas siguen almacenados en la me-
moria de los bogotanos de diversas generaciones y
siglos. Algunos de los más destacados son:
1. Aljure, Tufi. Típico personaje capitalino de ciudad
durante la primera mitad del siglo XX. Tufi Aljure
era un caballero libanés nacido en 1875. En 1901
arribó al puerto de Buenaventura con el propósito de
iniciar una próspera carrera como comerciante de
telas y prendas de vestir. Sin embargo, la tendencia
típica de los nativos del Pacífico de entonces de des-
perdiciar su dinero en orgías y en bebetas –en lugar
de utilizarlas para adquirir ropas y ornamentos– lo
condujo a mudarse a Bogotá. Abrió un puesto am-
bulante en el Parque de Las Nieves y sus destrezas
comerciales lo hicieron rico, ya por los años 40.
Después de enterarse de que su esposa estaba
contagiada de lepra y de que debía ser recluida
en Agua de Dios, intentó sin éxito inocularse el
bacilo de Hansen, para poder ir con ella. Tras una
reacción violenta al serle negada la entrada al
leprosorio, por no estar infectado, fue recluido en
Sibaté, de donde consiguió escapar, quizá con el
consentimiento de las autoridades, hartas de él.
(132)
(locha) Personaje durmiendo en salones del capitolio, 1940. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
(133)
*bogotálogo
Regresó a Bogotá, lugar en donde se hizo famoso
por sus tristes actos autodestructivos, apoyados
en su fortaleza física. Solía romper las piedras de
la calle y atemorizar a las damas con serpientes
de juguete. Uno de sus hijos, el mayor Dumar
Aljure, militó junto a Guadalupe Salcedo en las
guerrillas liberales de los Llanos.
2. Artista Colombiano, El. Nacido en 1902 y lla-
mado Jesús María Torres Quevedo, el Artista
Colombiano era un hombre de la calle, dotado de
notables cualidades histriónicas, de las que hacía
ostentación en las calles de la ciudad. Durante su
juventud fue agricultor, pero luego emigró a Bo-
gotá para dedicarse a la albañilería, oficio del que
se retiró para hacerse mecánico. Era prolijo en su
discurso y solía ir acompañado de ayudantes. Gus-
taba de emitir arengas políticas. Murió en agosto
de 1978, en el Hospital de La Hortúa.
3. Bobo del tranvía, El. Afamada figura de la Bogotá
del siglo XX, cuyo apellido y verdadero nombre
son desconocidos. Se le solía llamar Antoñín. Al
parecer era el hermano de una agraciada dama,
muy cortejada por los jóvenes capitalinos de en-
tonces. Según reza la leyenda, dado el temor que
a ésta le provocaba la posibilidad de ahuyentar
a sus admiradores una vez se percataran de las
deficiencias mentales de su cercano pariente,
optó por pedirle que cuando ambos tuviesen que
ir al centro, no abordara junto a ella el tranvía. Y
para convencerlo, arguyó que los cinco centavos
correspondientes al importe del tiquete de viaje
habrían de servirle para consumir suculentas co-
laciones. Con el tiempo ella se fugaría con uno de
sus pretendientes, hundiendo al futuro Antoñín en
una patológica tristeza. Desde entonces, éste em-
prendió una persecución demencial a cuanta ne-
mesia o lorencita se le apareciera de frente con la
esperanza de hallar a su amada hermana, quien
tiempo después regresaría ya con hijos y desaira-
da por su esposo. Vivía en las calles, sumido en la
indigencia, pero aun así consiguió hacerse a apre-
ciables destrezas físicas debidas a su costumbre
de perseguir los tranvías. Los estudiantes de la
ciudad le nombraron presidente honorario de la
Circulación, y le consiguieron –para tales efectos–
un uniforme de policía, vestido por él con orgullo y
dignidad. Gustaba de competir contra los tranvías
para ver quién conseguía alcanzar mayores velo-
cidades, gesta en la que algunas veces resultaba
vencedor. Con la desaparición del servicio de tran-
vías al comienzo de la década de los 50 del siglo
XX, Antoñín sintió que no había lugar para él en el
mundo, lo que le provocó un fuerte estado depre-
sivo. Hay quienes dicen que murió atropellado por
un bus. Otros sostienen que falleció de un ataque
cardiaco en 1955. Al parecer había nacido en 1914.
4. Cuchuco. Véase cuchuco.
5. El doctor Goyeneche (Gabriel Antonio Goyeneche
Corredor). Entrañable personaje de la Bogotá del
siglo XX, oriundo de Socha (Boyacá) y tal vez na-
cido en 1886. Ya entrado en años, hacia los 50 de
la mencionada centuria, Goyeneche, quien había
intentado ser profesor en su Socha natal, inició
una carrera política con miras a convertirse en
primer mandatario de la capital. Entre sus mu-
chos planes progresistas estaba la pavimentación
del río Magdalena, el fumigar las nubes bogotanas
con aviones del ejército para evitar el invierno y el
entechamiento de la ciudad entera para guarecer-
la del clima. Gracias a la simpatía despertada por
su carácter y su ideario entre el estudiantado de
la Universidad Nacional de Colombia, Goyeneche
consiguió alojamiento en uno de sus edificios.
Solía salir a perorar por las calles del centro de la
ciudad llevando consigo un buen número de volan-
tes impresos en litografías. Se presentó en diver-
sas oportunidades como candidato a la primera
magistratura, obteniendo en 1966 la apreciable
cifra de 2.652 sufragios a su favor. Ya muy anciano,
falleció a principios de 1978.
(134)
6. La loca Margarita. Mote con el que la ciudad
entera llegó a conocer a doña Margarita Villaqui-
rá Aya, legendario personaje capitalino durante
los años 20, 30 y 40 del siglo XX. Según cuenta la
leyenda, la señora Villaquirá perdió la razón en
1902 siendo maestra rural en la vereda El Alto,
de su natal municipio de Fusagasugá, después de
habérsele comunicado el deceso de su marido, el
suboficial Nemesio Gutiérrez, en la Guerra de los
Mil Días. Tiempo después, ella y su hijo Miguel
Gutiérrez fueron capturados como sospechosos
de insurrección. Aunque Margarita fue indultada,
su hijo resultó condenado a muerte. Años más
tarde y ya del todo falta de razón, se radicó en
Bogotá, ciudad en la que vivió hasta el día de su
muerte gritando arengas contra el“tiránico Parti-
do Conservador”.
7. Pomponio. Remoquete conferido por los habi-
tantes de la capital a Manuel Quijano y Guzmán,
uno de los más populares personajes de Bogotá.
Vástago de una ilustre familia y al parecer afec-
tado por alguna patología mental, se convirtió en
estafeta informal, encargado de repartir recados y
tarjetas de invitación entre los ciudadanos de en-
tonces. Antes de convertirse en‘Pomponio’(nom-
bre quizá inspirado en su tendencia a vestirse
con pompa y elegancia), fue un inteligente y dulce
alumno del Colegio de San Bartolomé. Según se
dice, la extrema disciplina de la que fue objeto por
sus padres y su posterior orfandad lo condujeron,
ya en la adolescencia, a una depresión crónica,
agravada por el rechazo del que fue objeto por
parte de una dama de la aristocracia de la que se
vio prendado después de haberla visto una sola
vez. Con la razón extraviada, pero aun así dueño
de una prodigiosa capacidad para memorizar
direcciones y nombres, se dedicó al simple oficio
por el que toda la ciudad le conoció. Su rasgo más
característico era la tendencia extraña a perder
la cordura ante la simple insinuación de“¿quiere
queso?”pronunciada con morboso entusiasmo
por los niños que se regodeaban al verlo enojado.
8. Otros dementes importantes de la Bogotá de
los siglos XIX y XX fueron Chepecillo, el Conde de
Cuchicute, Gonzalón, Manrique, Zuzumaga (o Su-
sunaga) y Rafael Lasso de la Vega.
lora. Radio. Reproductor de cintas magnetofó-
nicas. Grabadora. Algunos jóvenes de extracción
media baja acuñaron la expresión durante la dé-
cada de los 80.
lora, dar. Hablar de más. Reprender.
lorencita. Tranvía aerodinámico unidireccional
importado a Bogotá en 1938, con puerta central,
techo pintado de color plateado y carrocería mar-
ca Brill. Se le llamó‘Lorencita’dada su similitud
cromática con el pelo platinado de la entonces
primera dama de la nación, Lorencita Villegas de
Santos.
lorudo. Dícese de quien tiende a hablar de ma-
nera excesiva y escandalosa.
los de atrás son los que recochan. Cristali-
zación verbal de un concepto aferrado en nuestra
cultura popular de colegio, en donde se suele
pensar que –por regla– siempre son los alumnos
apostados en las filas traseras de salones de cla-
se y autobuses escolares quienes en mayor grado
promueven brotes de desobediencia, vandalismo e
indisciplina.
lucas. Dinero, por lo general expresado en uni-
dades. En algún momento un peso fue una luca.
Dada la galopante devaluación de la que nuestra
moneda ha sido objeto, hoy una luca corresponde
con mil pesos.
lulo. Dama destacablemente atractiva.
lulo, como un. Inexplicable expresión empleada
para hacer referencia a un individuo en óptimas
condiciones físicas, económicas o médicas.
luqueado. Dícese de quien cuenta, de manera
transitoria, con abundantes reservas de dinero.
(135)
*bogotálogo
(locha) Tumulto alrededor del tranvía,1945. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
continúa
tomo II>
Bogotalogo version-digital
Bogotalogo version-digital
(137)
*bogotálogo
(chito) Fórmula onomatopéyica con la que se indica a un auditorio o individuo, de manera no muy gentil y
nada discreta, la necesidad de guardar silencio o confidencialidad. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
(138)
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del Patrimonio Cultural
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Patrimonio Cultural
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Director del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural
Gabriel Pardo García-Peña
(139)
*bogotálogo
b
ogotálogoUSOS, DESUSOS Y ABUSOS DEL
ESPAÑOL HABLADO EN bogotá
Andrés Ospina
tomo II-(MACANCÁN-ZUTE)
(140)
viene de
tomo I
>
(141)
*bogotálogo
macancán. Individuo acuerpado y fortachón. Du-
rante algún tiempo, a finales de la primera década
del siglo XXI, Macancán fue un personaje institu-
cional de cortos animados, destinados a educar
a la clase trabajadora colombiana en materia de
salud y seguridad ocupacional.
macareno. Habitante o miembro de la frecuente
población flotante del tradicional sector de La
Macarena, en cercanías de las Torres del Parque
o Bosque Izquierdo. Los macarenos tradicionales
hacen parte de la llamada ‘farándula intelectual’
bogotana. Por lo general son gestores culturales,
fotógrafos, realizadores de video. Véase candela-
rio, chocoloco, socialbacán.
macha, la.
1. Dícese de una situación compleja, insoportable
o destacable. Tengo una gripa la macha.
2. Antañona marca de calzado industrial especia-
lizada en la fabricación de botas empleadas por
nuestra clase obrera. Durante los 80 hubo una
variable infantil del producto denominada ‘Machi-
ta’ y descontinuada a mediados de la década.
machaca, la. Fábula popular capitalina en la
que se alude a la existencia de un insecto fantás-
tico provisto de un aguijón con el que pica a las
jovencitas. Según la creencia popular, su mordida
tenía consecuencias mortales, solamente contra-
rrestables mediante un inmediato coito. Muchos
varones se valieron de esta creencia para acceder
a los favores carnales de ciertas desdichadas
adolescentes, quienes, persuadidas por el pánico
de fallecer, accedían a copular sin chistar y con
inusitada prontitud.
machera. Hecho o situación agradable y plausi-
ble. Este diccionario es una machera.
machimbre. En la jerga de la construcción, lis-
tón de madera al que se le hace una ranura para
que empate con el siguiente. Suele ser utilizado
en techos interiores. Cámbieme ese machimbre,
que se gorgojeó.
machín machón. Juego de sube y baja. Balan-
cín.
macho. Tremendo. Intenso. Persistente.Está
haciendo un frío el macho.
machucante. Mancebo encargado de saciar los
ímpetus eróticos de su hembra ansiosa.
machuque. Véase machucante.
maciar. Laborar en forma ardua.
macuenco. Expresión en desuso empleada para
aludir a la suculencia de un platillo determinado.
madrazo. Pronunciación espontánea y cotidiana
del vocablo ‘hijueputa’, clásico improperio bogo-
tano por excelencia, empleado en situaciones de
crisis para denotar preocupación, alegría o ansie-
dad. La expresión tiende a abreviarse mediante la
sigla hp.
madre, ser una. Más allá de su género, dícese
de un individuo dadivoso, indulgente y amigable.
madrear. Poner en entredicho el señorío de la
progenitora del interlocutor.
madrugón. Feria callejera en la que se expen-
den prendas de deficiente calidad, por lo general
promovidas por vía radial o televisiva con la ayuda
de payasos o de actores o personalidades públicas
venidas a menos.
maduro.
1.Plátano en su condición de apogeo nutricional.
2. En la jerga de consumidores y expendedores de
drogas recreativas, cigarrillo de marihuana, mez-
clado con alguna otra sustancia.
(m)
(142)
(macancán) Enfrentamiento de lucha libre ante el público callejero, 1941. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
(143)
*bogotálogo
maestro. Obrero de alto rango encargado de la
difícil y desagradecida tarea de organizar a los
diferentes oficiales y capataces en las construc-
ciones.
mafio. Apócope de ‘mafioso’.
maicero. Expresión antaño empleada para aludir
a los habitantes del departamento de Antioquia,
según la creencia popular, grandes consumidores
de arepas de maíz.
maistro. Degradación del vocablo ‘maestro’ en
alusión a un oficial de albañilería.
mal que bien. También dotada de ese amargo
aunque confortable sabor a resignación, es la va-
riable colombiana del Ying y el Yang. “Mal que bien
el arriendo se pudo pagar”. “Mal que bien tene-
mos trabajito”. “Mal que bien nos alcanzó para el
mercado”. “Mal que bien tenemos regalitos para
diciembre”. Y así la vida se va, mal que bien. Hay,
como se ve y mal que bien, cierta piedad lastimera
en el discurso.
mala, estar en la. Encontrarse en una situación
de desvalimiento y desgracia.
malacaroso. Individuo cuyo gesto delata antipa-
tía o disgusto.
malencarado. Véase malacaroso.
malaleche. Individuo de carácter agrio y hostil,
cuyas intenciones suelen ser malas.
maldinga sea. Incorrección derivada de la excla-
mación ‘mandinga sea’.
maletearse. Estropearse. Deteriorarse. Véase
caspearse, perratearse.
mal joteado. Arcaísmo empleado para aludir a
un individuo descuidado en su vestir.
malpajorro. Deformación del vulgarismo ‘mal-
parido’.
maluco.
1. Dícese de quien padece cierto tipo de malestar.
2. De mal sabor.
maluquear. Generar un malestar, por lo general
de índole digestiva o respiratoria.
maluquera. Condición de malestar, por lo gene-
ral caracterizada por mareos o por indisposición
estomacal.
mamá esta presa. Vulgarismo polisémico en
el que se refiere el aparente hecho trágico de la
progenitora reducida a calidad de reclusa, cuan-
do en realidad se hace alusión a una insinuación
felatoria.
mamador. Felador.
mamadora. Felatriz. Dicen que Amparito es una
estupenda mamadora.
mamagallista. Individuo habituado a mofarse de
sus semejantes.
mamar gallo. Mofarse de alguien o evadir una
responsabilidad impuesta por éste.
mamar ron. Caribeñismo importado a la jerga
cachaca alusivo al consumo del famoso destilado.
mamarse. Abdicar, por cansancio o desespe-
ración, en el cumplimiento de una determinada
asignación o tarea. Algunos filósofos bogotólogos
sostienen que el derecho a ‘mamarse’ es sagrado
e inalienable. Yo traté de trabajar como vendedor de
puerta a puerta, pero a los tres días me mamé.
mamerto.
1. Comunista.
2. Defensor o militante de doctrinas izquierdistas.
3. Crítico del establecimiento.
4. Intelectualoide. En su acepción original el tér-
mino fue empleado para aludir a los miembros del
Partido Comunista Colombiano, PCC. La tradición
oral se remite a Francisco Garnica, joven dirigente
del Partido Comunista de Colombia (colectividad
diferente al PCC), quien se mostró públicamente
inconforme al haber sido incluido, de manera
equivocada, entre los miembros del PCC. Con
cierto humor, en alusión a Filiberto Barrero y Gil-
berto Vieira, Garnica exigió no ser "confundido con
Filibertos, Gilbertos y demás 'Mamertos'". Por ex-
tensión, la palabra se utilizó para referirse a cual-
quier individuo de ideas izquierdistas. El estereo-
(144)
tipo de mamerto (simbiosis elaborada de la nada),
hacia la década de los 70, apuntaba a un individuo
de fijaciones comunistoides anacrónicas, por lo
general seguidor de los cantantes Silvio Rodrí-
guez, Mercedes Sosa y Pablo Milanés, y fanático
de mochilas arhuacas, palos de santo, sahumerios
e indumentarias artesanales diversas. A los ojos
de muchos, el mamerto podría ser un estudiante
radicalizado de universidad pública o un profesor
de sociología o antropología, experto en lanzar
arengas contra Estados Unidos, el capitalismo, los
monopolios y el gobierno de turno. Lector acérri-
mo de Marx y a la vez comprador compulsivo de
tratados comunistas, el tradicional mamerto lle-
vaba barba hirsuta y fumaba cigarrillos sin filtro y
marihuana, más por convicción que por gusto. Su
mayor desahogo consistía en escribir consignas
con aerosol en las paredes de entidades univer-
sitarias o en lanzar piedras contra miembros de
la fuerza pública. Se vestía de manera simplista
y no solía ser del todo adepto al aseo o al baño
diario. Sus pertenencias incluían prendas de vestir
o afiches de deficiente calidad estampados con la
figura de Ernesto Guevara de la Serna.
Es justo tener en cuenta la deformación de la
que el vocablo ha sido objeto, al usarse para
desacreditar a cualquier crítico acérrimo del
establecimiento; o a quien –dados sus intereses
académicos, intelectuales o humanitarios– tiende
a ser visto con desprecio por los neoliberales, mi-
litantes de derecha y demás. Aunque la expresión
suele ser utilizada en tono ofensivo, hay quienes
se autodeclaran orgullosos mamertos.
mamera.
Estado de extenuación, indisposición, aburrimien-
to o hartazgo en lo concerniente a una actividad
determinada. Usase también como sustantivo. La
clase de química es una mamera.
mamey. Dícese de una actividad sencilla y fácil
de ejecutar. Subir al alto de Patios en bicicleta no es
tan mamey.
mami. Fórmula de alusión cariñosa a la mance-
ba, mozuela, esposa, novia o prometida por parte
de su pareja. Su gusto exageradamente dudoso y
su utilización es muy popular entre individuos de
baja estofa.
mamón. Individuo insoportable.
man. Anglicismo para hombre. Píllese las zapati-
llas de ese man.
mandado. Asignación. Orden. Pedido. Encargo.
mandado, hacer el.
1. Despojar a una jovencita de su doncellez.
2. Acceder a un individuo con propósitos copula-
torios. Si usted no se avispa yo le hago el mandado
a Nancy.
Véase bajar el motor, pringar.
mandar cáscara. Término empleado para indi-
car una orden o solicitud de difícil ejecución propi-
nada, por lo general, por un superior.
mandarse. Expresión acaso machista con la que
se alude a la consumación de un acto coital propi-
nado por un hombre a una dama.
mandarse a la muela. Variable aun más burda
de ‘mandarse’.
mandril. Barbarismo derivado del anglicismo
‘man’.
manduquearse. Comerse.
manga.
1. Extensión baldía y reducida de tierra, por lo
general en un terreno empinado.
2. Individuo corpulento y fortachón.
mangarria. Arcaísmo empleado para aludir a
cierta cualidad particular para propinar puñetazos
certeros.
mangazo. Puñetazo.
mango. Corazón humano. Al vecino, de tanto fu-
mar, se le jodió el mango.
(145)
*bogotálogo
manguala. Concierto contubérnico con fines
corruptos y malintencionados.
manguiancho. Individuo dadivoso o permisivo.
manicagado. Expresión en desuso empleada
para aludir a quien es zurdo.
maniculichimbiteteo. Faena de caricias ge-
nitales en las que se involucran aun más zonas
pudendas que en el ‘maniculiteteo’.
maniculichochiteteo. Véase maniculichimbiteteo.
maniculiteteo. Faena de caricias genitales en las
que se involucran diversas zonas pudendas, por lo
general como antesala a un ayuntamiento venéreo.
maniflojo. Individuo de escasas destrezas en
materia de motricidad fina y por tanto propenso a
dejar caer los objetos sostenidos por sus manos.
maniquebrado. Homosexual.
manitronchado. Véase maniquebrado.
mano, dar una.
1. Fórmula empleada con el propósito de aludir a
una derrota sonada en una determinada situación.
2. Prestar colaboración.
mano, meter la. Intervenir de manera subrep-
ticia y corrupta en un determinado hecho para
alterar su normal transcurso.
mano, sacar la. Dicho de un individuo, perecer
o cejar en un empeño determinado. Dicho de un
objeto o dispositivo, estropearse por completo.
manquesea. Barbarismo aleve derivado de la
expresión ‘aunque sea’.
manteca. Fórmula aborrecible y despectiva de
aludir a una empleada del servicio doméstico.
manteco.
1. Individuo de piel y pelo grasosos, condiciones
en muchos casos imposibles de evitar, más allá
del uso frecuente de astringentes, rinses y trata-
mientos capilares de alto impacto.
2. Individuo de origen cuestionable, aunque con
ínfulas de pertenecer a las altas esferas socia-
les. ¿Ese manteco? ¡Que ni sueñe con ser socio
del club!
mantequear. Desempeñar a regañadientes ofi-
cios domésticos. La empleada se me enfermó, no
vino, y me tocó ponerme a mantequear.
manuela. Onanismo.
manzanillo. Político corrupto y clientelista.
maña, hacer. Dilatar el tiempo para la ejecución
de una acción determinada.
mañana le pago. Clásica promesa propia de
quien, confiado tal vez en la pronta llegada de un
dinero del que no dispone en el momento de so-
licitar un préstamo, asegura a su benefactor que
éste le será revertido al día siguiente. Los escépti-
cos suelen considerar –más bien– que la mencio-
nada promesa es formulada a sabiendas de que
no será cumplida.
mañas, darse. Valerse de habilidosos artilugios
para desarrollar una actividad dificultosa.
mañé. Antioqueñismo equivalente al ñuco o ñero
bogotano, antes inadmisible en la ciudad, pero
ahora incorporado en el acervo de términos em-
pleados en la urbe.
mapa. Acumulación profusa de sudor ubicada en
la zona axilar de batas, mangas, suéteres, cami-
setas y camisas, cuyo contorno semeja el relieve
exterior de un croquis geográfico.
mapear. Véase mapa.
maquetas. Individuo poco esmerado o no muy
pulido en la ejecución de sus tareas.
mara. Canica de color blanco con aspecto de
porcelana brillante.
maracachafa. Fórmula cariñosa, un tanto ana-
crónica, para aludir al cannabis.
marca gado. Gracejo vulgar derivado de la ex-
presión ‘marca gato’.
marca gato. Producto cuya originalidad y calidad
están en entredicho.
marca pajarito. Véase marca gato, marca pollito.
marca pollito. Véase marca gato.
marchanta. Expendedora de víveres en una pla-
za de mercado.
(146)
marearse. Reaccionar con enojo, perturbación o
confusión ante un estímulo determinado.
maría. Marihuana.
marica.
1. Expresión de camaradería que en modo alguno
pone en tela de juicio la virilidad de los interlocu-
tores y que, de hecho, es utilizada indistintamente
por caballeros y damas.
2. En modo ofensivo el término se emplea para alu-
dir a un individuo de seso escaso, ingenuo o torpe.
marimacho. Mujer de ademanes y actitudes
impropias de la feminidad y en extremo varoniles.
Véase arepera.
marimba.
1. Marihuana.
2. En el célebre largometraje de factura nacio-
nal ‘Colombian Connection’, protagonizado por
Carlos‘El Gordo’ Benjumea y Franky Linero, la Ha-
cienda La Marimba era el cuartel secreto y el la-
boratorio de producción de unos narcotraficantes,
antagonistas en esta legendaria obra del séptimo
arte. Debe anotarse que la mencionada película
no tiene relación alguna con ‘Delta Force II: The
Colombian Connection’, dado que la norteameri-
cana es sólo un plagio de la nacional. También es
oportuno dejar claro que la escena del combate
entre detectives y narcoráficantes del mencionado
filmograma nacional llevado a cabo en la Hacien-
da La Marimba no se asemeja a la realidad, pues
los efectos presentados por los bandos rivales,
una vez las municiones se acabaron y fue necesa-
rio enfrentarse con lo que había a la mano, distan
de parecerse a los de las drogas que fueron usa-
das como arsenal.
marimbero. Concerniente al cannabis. Individuo
adepto a su consumo.
mario. En la jerga de vendedores ambulantes
o de traficantes callejeros de mercancía, voz de
alerta que anuncia la inminente llegada de un
policía con intenciones de decomiso. Véase feo,
polocho, tombo.
mariquear. Obrar de manera afeminada y acaso
homosexual. Perder el tiempo o concentrarse en
una actividad improductiva.
mariquis. Fórmula caricaturesca y afectada de
camaradería. Véase amiguis, marica.
mariquis putis. Hiperbólica fórmula de camara-
dería entre jóvenes alambicados.
mariscos. Voz exclamativa de gusto muy dudoso,
empleada para sustituir el término ‘marica’. ¡Huy,
mariscos! ¡Se me dañó el carro del patrón!
marmaja. Vocablo cundiboyacense popularizado
por el personaje de Trino Epaminondas Tuta, uno
de los zares del transporte público bogotano, en la
desaparecida serie televisiva ‘Romeo y buseta’ de
finales de la década de los 80 y principios de la de
los 90. Dinero.
maromas. Piruetas y ardides de compleja eje-
cución realizados con el propósito de resolver una
situación difícil.
marrana, partir la. Repartir el botín o las ga-
nancias, por lo general fruto de una negociación
ilícita.
marranazo. Caída brusca, cuyas consecuencias
para la salud suelen ser de gravedad.
marranear.
1. Explotar a alguien sin pudor ni miramientos.
2. Entre hombres, juguetear en forma brusca y
agresiva.
marranero, pantalón. Pantalón de bota alta,
hecho por lo general debido a su desgaste, a los
múltiples lavados de los que ha sido objeto o a
haber pertenecido a otro individuo.
marranito de tierra. Armadillidium vulgare.
Suborden de crustáceos isópodos, conocidos en
otros lugares como cochinillas, chanchitos de
tierra o chanchitos de bola. Muy comunes en la
sabana bogotana, se caracterizan por la peculiar
forma esférica que toman al encogerse.
(147)
*bogotálogo
marrano. Dícese de aquel incauto que por omi-
sión o por decisión consciente permite que uno o
varios individuos saquen provecho económico de
su propia fortuna.
marrones. Rizos.
más aburrido que mico en un bonsái. Triste
tipificación de una desesperada situación de tedio,
equiparable a la de un antropoide a quien el esca-
so tamaño del árbol en el que juguetea le impide
ejecutar las piruetas adecuadas.
más caliente que un negro en un baile. Ex-
presión con la que se pretende equiparar la tem-
peratura ambiental o de una sustancia, o el estado
de ánimo de uno o varios individuos, con el nivel
de alegría experimentado por un individuo de raza
negra en medio de una danza festiva.
más cansón que una tostada en un brasier.
Alusión despectiva a un individuo o circunstancia
insoportables, al compararlos con la presencia
molesta y con la sensación de picor provocada por
las migas de un panecillo tostado en la piel íntima
de una dama.
más cerrado que culo de muñeca. Figura
despectiva a la que se acude al momento de cri-
ticar a un individuo hermético y poco abierto a la
interacción, comparándolo con las formas trase-
ras de un juguete.
más colgado que salchichón de tienda.
Símil que equipara un embutido guindante en
un expendio de víveres de barrio a una situación
comprometida y apurada, experimentada por un
determinado individuo.
más contento que policía estrenando bo-
lillo. Comparación humorística de un estado de
absoluta complacencia con aquel experimentado
por un miembro de la Fuerza Pública al recibir
una nueva pieza de su clásica herramienta de
dotación.
más feo(a) que un carro por debajo. Odiosa y
despectiva figura para ejemplificar la horripilancia
de un individuo al comparársele con la estructura
mecánica de un vehículo automotor.
más largo que una semana sin carne. For-
ma ilustrativa de aludir a una medida excesiva
de tiempo, cuyo trasfondo esconde una suerte de
proclama antivegetariana.
más malo que pegarle a la mamá. Hipérbole
empleada para describir a un individuo caracteri-
zado por sus malos procederes inveterados, equi-
parables a un matricidio.
más mamado que chupo de guardería. Ex-
presión que denota agotamiento máximo, a partir
de la comparación entre el estado de extenuación
experimentado por el individuo en cuestión, y el
nivel de magullamiento y deterioro del que es
objeto un biberón, después de haber sido aprove-
chado por la totalidad de párvulos alojados en un
pabellón de lactantes.
más mejor. Barbarismo típicamente bogotano,
por lo general seguido del también errado ‘menos
pior (sic)’.
más ordinario que marrano comiendo pon-
qué. Fórmula cómica para aludir a la ramplonería
de un individuo, equiparándola con un cerdo ali-
mentándose con alguna fina pieza de repostería.
más ordinario que un entierro en volqueta.
Cómica expresión en la que se equipara la ram-
plonería de un individuo, situación, objeto o hecho
determinado, con la de un hipotético cortejo fúne-
bre llevado a cabo en tan prosaico vehículo.
más ordinario que un yogurt de yuca. Ex-
presión peyorativa para aludir a las maneras
burdas de un individuo o a la escasa calidad de
un producto determinado, al compararlo con una
hipotética bebida láctea extraída del típico tubér-
culo tropical.
más perdido que Adán el día de la madre.
Alusión bíblica a la condición de orfandad expe-
rimentada por quien, de manera paradójica, es
considerado el padre de la humanidad.
(148)
(más perdido que el hijo de Límber) Mundo al Día. Archivo particular.
(149)
*bogotálogo
más perdido que cachaco en playa. Certero
símil en el que se compara un estado de extrema
desubicación con la extraña presencia de un clá-
sico bogotano raizal en inmediaciones de algún
predio costero, afectado por las veleidades del
clima, la ausencia de prendas adecuadas para tal
espacio y sus nulas habilidades en los deportes
acuáticos.
más perdido que el hijo de Límber. Vul-
garismo con el que se alude a un individuo u
objeto extraviado, al equiparar su condición a
la misteriosa desaparición del hijo del pionero
de la aeronáutica Charles Lindbergh. La pésima
pronunciación del apellido ha contribuido a que,
para muchos, los orígenes del concepto sean
dudosos. El primogénito de Charles Lindbergh,
Charles A. Lindbergh, fue secuestrado el 1 de
marzo de 1932 de su lugar de residencia en East
Amwell, Nueva Jersey, Estados Unidos. Su cadá-
ver fue encontrado más de un año después con
una severa fractura en el cráneo.
más perdido que embolatado. Vulgarismo
hiperbólico empleado para aludir a un individuo
en obvias condiciones de desorientación.
más perdido que un piojo en una rodilla.
Expresión burlona con la que se señala un estado
de absoluta desubicación padecido por un deter-
minado individuo.
más picado que muela de gamín. Eufemismo
empleado para referirse a un individuo orgulloso y
arrogante. El término ‘picado’ (léase ‘picao’) alude
a un hombre o mujer pretenciosos. El ingrediente
adicional de ‘muela de gamín’ se refiere al dete-
riorado estado de salud periodontal de los habi-
tantes de las calles citadinas.
más raro que un perro a cuadros. Coloquial
y cómica fórmula para aludir a la extrañeza o sin-
gularidad de un ser al compararlo con un repre-
sentante de la especie canis lupus familiaris de piel
ajedrezada.
más recostado que la pobreza. Realista y
cruda frase en la que se ilustra la directa relación
entre el grado de descaro de un individuo y el nivel
de desesperación económica en el que éste se
encuentre.
más se perdió en el diluvio y nada era mío.
Débil fórmula de consuelo empleada para minimi-
zar las consecuencias de una evidente y apocalíp-
tica tragedia.
más sentido que un bambuco. Dícese de
quien padece de excesivos sentimentalismos o de
una marcada tendencia a la irritabilidad, actitud
equiparable al alto grado de emotividad del ritmo
en cuestión.
más tragado que calzoncillo de ciclista.
Fórmula análoga a ‘más tragado que media de
torero’, en la que se utiliza como base el recono-
cido deporte nacional cuyo periodo de esplendor
para el país tuvo lugar en los ya lejanos años 80
del siglo XX.
más tragado que media de torero. Expresión
extraída del diario acontecer de la tauromaquia,
empleada para aludir a la condición de embele-
samiento experimentada por quien se encuentra
prendado de un determinado individuo.
más viejo que el hambre. Figura con la que se
equipara la longevidad de un individuo a la de exis-
tencia de la mencionada sensación en los individuos.
masato. Refresco dulzón, pesado y levemente
fermentado a base de maíz o de arroz en cuya
superficie suele espolvorearse canela.
másimo. Distorsión del vocablo original máximo,
popularizada por el personaje protagónico de la tele-
novela Pedro el Escamoso. Es infortunado, por decir
lo menos, que la mayor fuente de abastecimiento
para nuevos modismos sea impuesta por el capricho
de los guionistas de televisión y por la actitud de
borregos de la mayor parte de nuestro pueblo.
masquesea. Véase manquesea.
(150)
(masato)
(151)
*bogotálogo
mata y come del muerto. Úsase para aludir a
quien –al haber sido desairado o haberse entera-
do de que uno de los suyos ha sufrido un abomi-
nable ataque– está dispuesto a ejercer una cruel y
desmedida venganza contra el agresor.
matacán. Arcaísmo para aludir a un asesino. Matón.
matachín. Véase matacho.
matacho. Grafismo en representación de una
figura antropomorfa.
matamos un diablo. Expresión empleada cuan-
do dos individuos dicen una misma cosa en forma
simultánea sin haberse puesto de acuerdo. Se
basa en la creencia supersticiosa de que los de-
monios mueren cuando esto ocurre.
matar.
1. Gustar o agradar en grado extremo. Me gusta
Pasaporte, pero no me mata. Prefiero Hora Local.
2. Dar fin a algo. Por lo general y dado el carác-
ter beodo del bogotano del promedio, suele alu-
dir al acto de consumir el sorbo final de alguna
bebida alcohólica alojado en cierta botella.
matar caviar. Expresión cómica empleada
para aludir al desconocimiento desplegado por
algunos individuos cuyo alto poder adquisitivo
parece proceder de labores ilícitas. Con ésta se
pretende ilustrar la ignorancia gastronómica
con respecto a ciertos platillos exquisitos, al
suponer que el caviar es una criatura a la que
debe sacrificarse para proceder a consumirla.
matatigres. Leyenda surgida en el sur de la
capital. Según ésta, uno de los habitantes de
cierto sector, propietario de una chichería,
rentaba uno de sus terrenos a los circos que
visitaban la ciudad. En cierta oportunidad, uno
de sus inquilinos cirqueros dejó de cancelar el
canon de arrendamiento, por lo que se vio obli-
gado a dejar una de sus tigresas como prenda.
Algunos meses después, harto de los altos cos-
tos que acarreaba la alimentación del felino (el
que con facilidad podría devorar varias cabezas
de ganado, gallinas, reses y demás criaturas
vivas), decidió sacrificarlo e invitar a sus vecinos
a un asado en el que éste fue el plato fuerte. Al
culminar la faena, los viandantes mostraron su
satisfacción por el festín cárnico, por lo que el
tigricida decidió mostrarles el cuero de su pre-
sa. Invadidos por la indignación y la repugnan-
cia, los comensales le apodaron ‘Matatigres’,
remoquete que a su vez sirvió para bautizar el
lugar, ubicado en el sector del Cemeterio del
Sur.
materia. Líquido espeso de color verdoso o ama-
rillento, producto de una infección y segregado
por algún tejido inflamado del organismo humano.
Está conformado por leucocitos, células muertas y
algunas otras sustancias.
materilerileró. Especie de retruécano románti-
co empleado para aludir a la inminente derrota o
deceso de alguien.
matinal. Desaparecida franja de funciones ci-
nematográficas llevadas a cabo en horas de la
mañana. Durante los años 60 del siglo XX, muchas
de éstas solían iniciarse con conciertos de rock
and roll en cabeza de bandas como Los Flippers,
Los Speakers, Los Wallflower Complextion, Time
Machine, Los Ampex o Los Young Beats, para
continuar con la proyección de algún largometraje
musical.
matiné. Función matutina de cine, costumbre
hoy caduca ante el advenimiento de los poderosos,
fríos e impersonales múltiplex.
matones, saltar. Realizar toda suerte de pirue-
tas y artilugios con el propósito de rebasar los
obstáculos en un determinado propósito.
matroz. Expresión en desuso que significaba
descomunal.Gigantesco.
maturranga. Marrullería. El término, empleado
como apelativo, comenzó a ser aplicado a Francis-
co Maturana, a quien el país debe la clasificación a
dos copas mundiales de fútbol, pero quien a la vez
es el responsable de la eliminación de dos más,
lamentable consecuencia de su tendencia a man-
tenerse en su solio balompédico, costumbre con
la que consiguió perjudicar, deportiva y económi-
camente, a varios clubes internacionales.
maure. En lengua chibcha, faja amplia. Véase
chumbe.
mazamorrero. Consumidor de mazamorra.
mazamorrero, bigote. Mostacho largo e incó-
modamente grueso, de textura y longitud adecua-
das para retener los líquidos y sedimentos que
suelen escaparse de la cuchara al consumir una
colada, crema, sopa o caldo espeso. Miguel Ángel
tiene bigote mazamorrero.
¿me compras un detallito? Eufemismo uti-
lizado por la comunidad de vendedores pseudo
hippies de artesanías, manillas, inciensos y ma-
nufacturas varias para ofrecer en venta un objeto
cualquiera.
me cortaron los servicios por exceso de
pago. Irónica justificación para la suspensión
súbita de un determinado servicio público, a causa
de mora o insuficiencia monetaria en el momento
de cancelarlo. Véase arrancado, vaciado.
¡me extraña! Expresión de desasosiego y de-
fraudación resultante de una actitud inesperada
por parte de alguien a quien se consideraba digno
de confianza. Es usado también para amonestar
a quien pone en tela de juicio la honorabilidad o
idoneidad del hablante.
me hace el favor y le baja al tonito. Llamado
firme y severo al respeto a un interlocutor cuyas
palabras o tono de voz comienzan a cruzar los
linderos de la decencia.Un error gramatical y un
contrasentido típicamente bogotano es reempla-
zar el ‘de’ por el ‘y’ en frases del tipo “hágame el
favor y”.
me hace el favor y me colabora. Vease es tan
amable y me colabora.
me hace el favor y me da sencillito. Solici-
tud un tanto descortés –por lo general proceden-
te de un transportador público, de un vendedor
de cigarrería o de un comerciante informal– cuyo
propósito es exigir papel moneda de baja deno-
minación, en el marco de una transacción co-
mercial de bajo cuño. Véase busetero, cebollero,
dietético, ejecutivo.
me hace el favor y me da sueltito. Véase me
hace el favor y me da sencillito.
me han mirado feo y con ojos más lindos.
Expresión de desdén empleada para menoscabar
un gesto hostil procedente de un individuo al que
se considera insignificante.
me importa un soberano culo. Soez y profa-
na exclamación extraída del saber popular, y pre-
misa fundamental de la doctrina conocida como
importaculismo. Al agregar el término ‘soberano’
se añade un carácter transgresor, herético y pro-
fano a la expresión. Véase importaculismo.
me pateó el sereno. Expresión de angustia
para denotar el malestar consecuente de una
salida al gélido clima capitalino tras una copiosa
bebeta.
me trae alguito. Clásica fórmula de mendicidad
empleada por quien, a las puertas de un viaje o
salida de su interlocutor, le espeta algún tipo de
solicitud incómoda de un encargo, por lo general
comestible. Véase garoso.
miar. Forma vulgar para ‘miccionar’, derivada de
‘mear’.
mecato. Golosina. Comida rápida de muy escaso
valor nutritivo. Tras haber sido empleada de for-
ma espontánea por los bogotanos, la expresión
resultó legitimada por la creación de las fugaces
ventas de comida Mecatto Fast Food, con diversos
puestos en el estadio Nemesio Camacho El Cam-
pín, en los que se expendían distintos condumios
grasos de alto riesgo para la salud coronaria de
los viandantes.
(153)
*bogotálogo
melcocha, volverse una. Ensuciarse, en par-
ticular con alguna sustancia pegajosa y dulce.
Enredarse.
melcochudo. Individuo molesto del que es difícil
deshacerse, y acostumbrado a presentarse en
ágapes, festividades, viajes y otros eventos socia-
les sin haber sido invitado.
melodía, volverse una. Véase volverse una
melcocha.
membrana. Escatológico nombre de un desapa-
recido bar de la mal llamada ‘escena alternativa’,
localizado en la calle 46 con carrera Séptima. Fue
fundado en 1992. Véase alterno, alternocrazy.
men. Extraño extranjerismo en el que se desco-
noce la condición plural del término para aludir a
un solo hombre.
menchis. Eufemismo femenino con el que cier-
tas adolescentes aluden al ciclo menstrual. Ami-
guis: me llegó la menchis.
mentar la madre. Injuriar a alguien, poniendo
en entredicho la honorabilidad de su progenitora,
tildándola de meretriz.
meo, echarse un. Desbeber.
mepa. Acrónimo conformado por la unión de las
palabras ‘me parece’, por lo general como res-
puesta a un anterior ‘¿te pa?’, que a su vez equiva-
le a ¿te parece? Véase kepa, tepa.
mechonear. Tomar a un individuo del pelo con
brusquedad. La costumbre es más propia de da-
mas que de caballeros, y suele tener lugar en co-
rredores de oficinas, burdeles y salones de clase.
mediacuchara. Ayudante de construcción dota-
do de algunos conocimientos elementales acerca
del arte del pañete, levantamiento de paredes,
amarre de acero y demás actividades propias del
oficio.
medias nueves. Alimento ligero consumido en
horas distintas a la del desayuno, a media maña-
na. Derivan su nombre de la hora exacta en la que
se supone deben ser consumidas (9:30 a.m.).
medio palo, a. Medianamente borracho.
Meicuchuca. Primer zipa de Bacatá del que
se tiene noticia. Se hizo famoso por su proclivi-
dad a ayuntarse con mujeres ajenas a su linaje,
dinámica promiscua ejercida en tiempo récord,
pues sólo vivió entre los años 1450 y 1470. Fue
sucedido por Saguamanchica. Véase Nemeque-
ne, Sagipa, Saguamanchica, Tisquesusa, zipa.
mejor cinco minutos colorado que toda
la vida morado. Se supone que quien guía
sus días y sus procederes por esta frase, más
de viejo archivador que de cajón, es alguien dis-
puesto a la franqueza y blindado contra afecta-
ciones innecesarias de tipo protocolario. Seguir,
empero, la lección encerrada por esta célebre
máxima con todo y su pose de franqueza es una
de las cosas que menos estamos dispuestos
a hacer, porque en el fondo somos en nuestra
gran mayoría una camada de cobardes, con poca
o ninguna disposición a dar la cara.
melcocha. Pegajosa golosina en forma de
cilindro trenzado elaborada a base de panela.
Su uso requiere de una singular pericia y de
una óptima condición de las piezas dentales
del comensal. Su alto contenido de sacarosa la
convierte en un riesgo potencial para la salud
pancreática.
(melcocha, volverse una)
(154)
merca. En el argot de los narcotraficantes, mer-
cancía conformada por estupefacientes.
mercar.
1. Aprovisionarse de víveres para el sostenimiento
del hogar.
2. En la jerga de ciertos consumidores de drogas,
adquirir un buen inventario de sustancias ilegales.
mercado. Órgano sexual masculino.
mercedes rojo. Fórmula cómica con la que los
usuarios frecuentes del servicio Transmilenio
suelen aludir a dicho sistema de transporte con el
fin de fanfarronear ante los desorientados acerca
del supuesto vehículo de lujo en el que los prime-
ros se desplazan. Cabe aclarar que los autobuses
de la flotilla de Transmilenio son en efecto elabo-
rados por la casa Mercedes Benz y que además
están pintados de rojo.
mercho. Denominativo cariñoso y un tanto preten-
cioso por parte de quienes aluden, con cierta afec-
tación reverencial, a un automóvil Mercedes Benz.
merengón de guanábana. Producto de repos-
tería. Representante por excelencia de la reposte-
ría criolla posmoderna, por lo general expendido
en vehículos automotores estacionados en las
carreteras que comunican a la ciudad con los
municipios vecinos. La selección de la guanábana
como el fruto base para tal platillo sigue siendo
un enigma incomprensible, al tener en cuenta que
sin duda habría sido una escogencia mucho más
sabia el escoger la pera, el durazno o la manza-
na en lugar de ésta. Por fortuna ya existen otras
variables frutales para el mencionado platillo. El
consumo excesivo de merengón de guanábana
puede provocar episodios incómodos de meteoris-
mo y flatulencias. Los puristas de la gastronomía
saben bien que el merengón de buena calidad sólo
se consigue en las cajuelas de automóviles Ren-
ault 4, 6 y 12.
Mañana lunes no voy a poder ir al colegio porque me
comí un merengón de guanábana y no he salido del
(metacho) Rock al Parque, 1997. Rayuela / Colección MDB - IDPC
(155)
*bogotálogo
baño. Véase Cajicá, Chía, churrias, direct tv, endulza
tu paseo, postre de natas, Subachoque, Zipaquirá.
merequetengue. Desorden.
mérmele. Voz en desuso empleada para ordenar
a un individuo el disminuir la velocidad, volumen
o intensidad en el desarrollo de una determinada
actividad.
mesió. En la jerga de los emboladores de antaño,
fórmula para dirigirse a un caballero, derivada sin
duda del galicismo ‘monsieur’.
metacho. Entre sus adeptos, alusión al género
musical conocido como ‘metal’.
metálica, música. Expresión errónea, fruto de
la rampante desinformación en materia musical
de la que los bogotanos solemos ser objeto. Pro-
viene de la creencia errónea de que Metallica es
un género musical y no una banda, por lo menos
tan absurda como aquella de que Rolling Stones
es una revista de ‘fans’ de la popular banda britá-
nica o de que los integrantes de Kiss son asesinos
de polluelos.
métamelo, pero con vaselina. Vulgarismo
empleado para solicitar a un agresor o acosador
laboral o a un cobrador, algo más de delicadeza a
la hora de plantear sus exigencias o de cometer
sus abusos, equiparando tal acto al de una vio-
lación suavizada por algún aceite o preparación
lubricante.
metedero.
1. Lugar de higiene cuestionable e insalubre, por
lo general dedicado a la ejecución de tareas ilíci-
tas o inmorales. Véase hueco, olla.
2. Atajo.
metegol tapa. Curioso juego de pelota de espí-
ritu similar al del balompié, consistente en que
aquel que anote un tanto relevará de inmediato al
arquero, quien a su vez hará las veces de jugador
de campo.
metelón.
1. Individuo laborioso y recursivo.
2. Consumidor inveterado de narcóticos.
meter. Vulgarismo para aludir al acto de consu-
mir estupefacientes.
meter las patas. Desconocer las normas de pro-
filaxis en el marco de una faena sexual, derivando
en un indeseado estado de gravidez.
metido. Dícese de quien tiene por hábito el aden-
trarse en lugares o situaciones a las que no ha
sido convocado.
meto. Expresión aprobatoria ante la oferta del
consumo o de la realización de una actividad de-
terminada.
mexsana. Pareja monógama y tradicional, lo que,
según algunos, constituye ‘una costumbre fresca
y sana’.
mi amor. Fórmula utilizada por impulsadoras
confianzudas o vendedoras de baja estofa, con el
fin de que el potencial cliente se sienta familia-
rizado para acercarse a la mercancía ofertada.
¡Buena tarde, mi amor! ¡A la orden! ¿Qué se le ofre-
ce? ¿Qué está buscando? ¡Siga! ¡Sin compromiso!
mi pez. En la jerga callejera, amigo íntimo.
mi vida. Fórmula cariñosa empleada por secre-
tarias de mediano rango para dirigirse a sus com-
pañeros de trabajo.
miadera. Frecuencia anormal en la regularidad
de las micciones diarias.
miadero. Mingitorio.
miados. Acumulación de orina, por lo general
proveniente de distintos individuos.
miando fuera del tiesto. Particular y odiosa
figura retórica con que se alude a un estado de
ignorancia, desconocimiento o ingenuidad de
un individuo con respecto a una determinada
situación o saber. En ella se equipara la poca
precisión con el hecho de dirigir el flujo urinario
lejos de la boca del recipiente destinado para
tales fines.
miar. Desbeber. Forma vulgar y, por lo mismo,
mucho más popular para miccionar.
(156)
mica.
1. Bacinilla. Instrumento metálico esmaltado y
portátil, antaño utilizado para depositar los eflu-
vios renales durante las noches, sin necesidad de
abandonar el lecho para dirigirse al retrete.
2. Cobertura transparente de un reloj.
3. En lengua chibcha, unidad de medida equivalen-
te a tres. Distinto. Escogido.
michicato. Tacaño. De escasas aspiraciones y
pobres resultados.
michico.
1. Interjección utilizada para aludir a los felinos.
2. Cobertura vítrea de un reloj.
mico. Inciso, parágrafo o pequeño fragmento de
una ley que, aunque poco visible, suele acarrear
consecuencias decisivas con respecto a la misma.
Los micos aparecen, por lo general, en exenciones
tributarias, indultos, rebajas de penas o amnistías
generales.
mielmesabe. Tradicional postre elaborado a
base de leche cortada, panela o azúcar y canela.
miércoles. Fórmula de sorpresa empleada para
ablandar un tanto la fuerte expresión de 'mierda’.
mierda. Excreta. Dependiendo del contexto,
la expresión adquiere matices diversos, hecho
coreado hasta la náusea por algunas aborreci-
bles cadenas y mensajes reenviados de correo
electrónico. No obstante, dada la importancia del
término, aquí se citan algunas acepciones muy
bogotanas:
1. Coma mierda. Expresión de los peores deseos
para con alguien.
2. En la mierda. Distancia considerable.
3. Ni mierda. Escasez.
4. No se ve ni mierda. Imposibilidad para divisar
algo.
5. No le creo ni mierda. Incredulidad.
6. ¿Qué es esa mierda? Imagen o hecho indefini-
bles, dada su mediocridad.
7. Sabe a mierda. Gusto repugnante.
8. Una mierda. Mezquindad. Mala calidad.
9. Va a toda mierda. Velocidad excesiva.
11. Voló mierda al zarzo. Situación caótica y con-
flictiva.
12. Vuelto mierda. Condición decadente, depresiva
o denigrante.
13. Mucha mierda. Crueldad.
mierdero. Entramado caótico, conflictivo y difícil
de desenmarañar. Riña o problema de compleja
resolución.
mierdoso. Individuo cruel y mezquino.
migas, hacer buenas. Trabar buena y espontá-
nea amistad con otro individuo.
mijo, a.
1. Fórmula recurrente para dirigirse a la pareja,
de categoría dudosa, y preferencialmente emplea-
da entre ciertos individuos. Mijo… ¿Usted me puede
dar 50.000 pesos pa’l mercado?
2. Expresión cuyo espíritu, si bien en principio ca-
riñoso y paternal, termina por hacerse despectiva
cuando se emplea de un contemporáneo a otro.
¡No, mijo… usted no me va a venir a enseñar a mí!
milico. En la jerga de los grupos alzados en ar-
mas al margen de la ley, miembro de las Fuerzas
Militares.
millos. Cariñoso apócope utilizado por los sufri-
dos seguidores del Club Deportivo Los Millona-
rios, quienes, pese a los deplorables resultados
de las administraciones de la entidad al menos
desde 1990, han mantenido una lealtad a prueba
de derrotas y vergüenzas deportivas. El equipo,
uno de los dos más tradicionales de la capital, fue
fundado en 1937.
milqui. Voz empleada para aludir a la suma
exacta de 1.500 pesos oro.
mincha. Cantidad ínfima.
miné. Hábito de propinar satisfacción erótica a
una dama haciendo uso del aparato lingual.
minetero. Dicése de quien acostumbra a llevar a
cabo el llamado ‘cunilingus’.
(157)
*bogotálogo
miniteca. Especie de festín adolescente ameni-
zado por las luces y la musicalización de disco-
tecas móviles especializadas en ritmos propios
de los años 80 tales como el ‘dance’ o el ‘house
music’, en la mayoría de los casos llevado a cabo
en salones comunales de conjuntos residenciales
por cuyos vidrios empañados suele deslizarse la
transpiración condensada de la muchachada en
fragorosa danza.
miquear. Juguetear de manera inquieta e hiper-
quinética.
miquería. Monería.
miriñaque. Curioso antioqueñismo implantado
por la entrañable Nena Jiménez, quien con su su-
til, ingenioso y refinado humor optó por emplear
el término para referirse al acto coital.
misiá. Fórmula arcaica para aludir en forma res-
petuosa a una dama entrada en años.
misiá escopeta. Historieta original de Adolfo
Samper, publicada en el semanario Sábado du-
rante 1943.
mita. Sistema de trabajo implantado en tiempos
de la Conquista. Con la mita se asignaban turnos
obligatorios de trabajo comunitario que debían
cumplir los nativos a cambio de una precaria re-
muneración.
mitaca. Correspondiente a la mitad de un año
gregoriano.
miti-miti. Repartición equitativa de un bien o
ingreso, por lo general fraguada en el marco de
alguna negociación corrupta y mal avenida.
mitos urbanos. Creencias populares, sin nin-
gún fundamento ni sostenimiento en la realidad,
afincadas en el ideario colectivo de varias genera-
ciones de bogotanos sin que hayan sido compro-
badas. A diferencia de los mitos y leyendas del tipo
‘mula herrada’, los mencionados mitos urbanos
involucran situaciones menos supersticiosas y
más anecdóticas. Entre ellos, del todo infunda-
dos y nada comprobables, podemos contar las
siguientes:
(millos) Estadio El Campín en El Dorado. De izquierda a derecha: Antonio Báez, Alfredo Di Stefano y Adolfo Pedernera, 1952. Carlos y Guillermo Cubillos /
Colección MDB - IDPC
(158)
1. El presidente castrado
Consiste en endilgar cargos de homicidio invo-
luntario a un ex presidente de la República, a su
vez hijo de otro ex presidente, y tiempo atrás ex
alcalde de la capital, por haber atropellado a una
anciana a finales de la década de los 60. Tal vez
creada por los detractores de quien a mediados
de los 90 fuera candidato al cargo de primer man-
datario, la historia se remonta a los tiempos de
las carreras a go-go (antecesoras directas de los
posteriores ‘piques’), una suerte de competencias
automovilísticas ilegales entre los jóvenes acomo-
dados de la época por la de momento despoblada
116 como pista. El relato cuenta acerca del delfín
adolescente perdiendo por completo el control del
volante, y acelerando hasta el punto de colisionar
con una desdichada abuela cuyo consecuente
deceso fue instantáneo. Se dice que para prote-
ger la reputación del púber y para no truncar sus
aspiraciones presidenciales, su progenitor hizo
cuanto pudo por ocultar el asunto. Una extensión
del mito se refiere al atropello de una joven cerca
al palacio presidencial que habitaba el padre del
dichoso púber. Los esfuerzos de ocultamiento se
encaminaron a evitar el escándalo , no a proteger
la reputación ya muy disminuida de un joven que
no poseía aspiración presidencial alguna, según
certifican aún sus amigos de la época y compañe-
ros de bachillerato.
2. El mismo ex presidente carece de un testículo
La ‘petit histoire’, narrada por los detractores del
mismo ex mandatario, habla sobre la donjuanes-
ca historia de dos de los vástagos del veterano
ex presidente en cuestión (uno de ellos futuro
presidente y el otro, futuro director de un desapa-
recido diario), flirteando con la hija de uno de los
propietarios de una afamada clínica oftalmológica.
Luego relata acerca de un violento acceso carnal
por parte de la pareja de traviesos hermanos para
con la heredera del emporio óptico. Al terminar
alude a la consecuente retaliación ejecutada por
el desairado padre, quien, presa de la cólera y
gracias a su experiencia en lides quirúrgicas, de-
cidió convertir a uno de los jovenzuelos en semi
eunuco, deshonra esta que de nuevo fue ocultada
para no truncar las brillantes carreras de padre e
hijo (ambos, en algún momento, máximos digna-
tarios del país).
3. Una difunta presentadora de nuestra televisión
y un ex director de la Policía fueron propietarios de
sendos burdeles
Estas leyendas tienen la peculiaridad de cuestio-
nar una de las más brillantes y donairosas carre-
ras en la historia de nuestra televisión y nuestra
radio, y de poner en tela de juicio el currículo de
uno de nuestros hombres del orden. La primera
calumnia consiste en enrostrar sobre la inocente e
inmolada diva, deshonrosos y del todo falsos car-
gos por proxenetismo. Para más señales, se suele
decir que el establecimiento está ubicado en in-
mediaciones de la calle 100. Una suerte semejan-
te ha corrido en años recientes un ex comandante
de la Policía,
4. El Vikingo
La historia se remite a la avenida Caracas, en el
extenso círculo de establecimientos que dentro
de horarios ilegales aún siguen operando, en un
franco desacato a la ley. Se trata de un bar que,
para ser exactos, se localizaba en donde hoy está
Galerías y en donde alguna vez estuviera Sears.
Según los voceadores de la nunca comprobada
situación, había en la zona un club de billares en
donde los clientes que acertaban en sus distintos
embates con el taco, recibían como premio ayun-
tamientos carnales con bellas damas dispuestas
para tal fin. El problema estaba en el excesivo y
poco ejemplarizante castigo recibido por quienes,
tras sucesivos yerros, salían derrotados de la par-
tida, pues dado tal caso, ‘El vikingo’ –un hombre
de raza negra ataviado con un casco y a su vez
(159)
*bogotálogo
provisto con cuernos, a lo Olafo– hacía su siniestra
aparición, atacando con su despiadada y mons-
truosa asta viril a los infelices clientes derrotados.
5. Restaurante caníbal en La Calera
Se rumoraba, por allá en los 80 del siglo XX, acer-
ca de la existencia de un establecimiento en don-
de, a puerta cerrada y con secretas recetas jamás
reveladas a la engañada aunque satisfecha clien-
tela, se elaboraban platillos en que los cuerpos
humanos cocidos eran el ingrediente principal. Se
supone que la verdad salió a flote cuando uno de
los comensales encontró en su bandeja un frag-
mento de una falange. Dicho mito es una actuali-
zación de otro –mucho más antiguo– en donde se
afirmaba que la mencionada falange habría sido
hallada en una rebanada de humilde salchichón
cervecero fabricado por una pequeña y desconoci-
da salsamentaría bogotana.
6. Los tatuajes temporales incluidos en la presen-
tación ‘vasito’ de cierta marca de helados contenían
drogas
Otro de aquellos inventillos inverosímiles de los
años 80 del siglo XX, fue difundido por ciertos pár-
vulos que se encargaron de diseminar la creencia
de que los tatuajes autoadhesivos contenidos a
manera de promoción por los pequeños envases
de la codiciada golosina, habían sido envenenados
con tóxicas y adictivas sustancias que eran inocu-
ladas por vía epidérmica. A esto se añadió que tal
delito formaba parte de las estrategias ideadas
por los narcos para enviciar con sus productos a
la juventud.
7. Cierta popular marca de hamburguesas era ela-
borada a base de lombrices
Durante los 80, cierto sector de opositores de
una pujante cadena de comidas rápidas esparció
la infundada creencia de que ésta incluía como
ingrediente principal para sus hamburguesas
algunas criaturas invertebradas del género de los
anélidos.
8. Iggy Pop tiene una novia en Cedritos
Hay quienes siguen afirmando que tal hecho es
verídico. Para tal efecto aseveran haber sido tes-
tigos presenciales al oír a una mujer –cuya iden-
tidad no ha podido ser precisada– afirmar acerca
de su compromiso con la estrella del pop mundial,
famosa en principio al lado de la banda The Stoo-
ges. No obstante, la ausencia de pruebas al res-
pecto lo mantiene hasta la fecha como una suerte
de mito urbano en entredicho. No hay bogotano
del círculo subterráneo quien no tenga entre sus
conocidos a alguien que diga saber quién es la
misteriosa dama.
9. Vicky es hombre
Algo menos famosa que Iggy Pop, una persis-
tente compositora e intérprete salida de ese
crisol de talentos que fue El Club del Clan,
fue objeto de odiosos rumores alrededor de
su sexualidad, que la obligaron, según ella, a
retirarse de su profesión por un tiempo. Hubo
quienes imputaron sobre ella infundados cargos
por travestismo.
10. El mariachi embalsamado
Un no comprobado relato reza que en tormento-
sos años de ‘vendetta’, abuso de poder y mafia, un
omnipotente narcotraficante estaba agasajando
a los invitados a su estancia con una sentida se-
renata. Fue tan de su agrado la presentación del
mariachi vocalista que el narco decidió asesinarlo
y embalsamarlo en actitud histriónica.
11. Noel Gallagher fue visto en un afamado bar chapi-
neruno, localizado en la carrera Séptima con calle 59
Hay quienes afirman haberse encontrado con el
creativo imitador de The Beatles, y a su vez miem-
bro fundador de Oasis, pavoneándose de incógnito
por los pasillos de cierto bar capitalino, hoy muy
famoso por su vinculación con las artes audiovi-
suales.
(160)
12. Los riñones extirpados
Este rumor trasciende las fronteras locales
mediante un correo electrónico. Es la historia
de un hombre que, tras flirtear con una de sus
compañeras de barra en una discoteca, la lleva
a su domicilio para el consabido ayuntamiento.
Luego de unas horas, del todo desconcertado, el
espontáneo paciente de cirugía casera despierta
en su tina, atiborrada de hielo, con un mensaje en
el que se le informa acaba de ser despojado de la
totalidad de su equipo nefrítico y cuenta con pocas
horas para salvarse. Tal vez sea una ficción creada
por padres represivos o por esposas celosas para
evitar que sus hijos y cónyuges osen hurgar en las
solitarias damas de tabernas en busca de aventu-
ras casuales.
mix, echarse un. Miccionar. El tema está inspi-
rado en la jerga de ‘disc jockey’.
mochar. Mutilar. Recortar.
mochilas. Testículos aún no desarrollados de un
pequeñuelo.
mocho. Individuo despojado de una de sus extre-
midades o de parte de ellas.
mockusiano. Actitud o proceder propio del dos
veces burgomaestre y candidato presidencial An-
tanas Mockus Zivickas.
modelar. Pagar una condena por algún acto
criminal en las celdas de la Cárcel Modelo de
Bogotá.
mogolla.
1. Suculento panecillo elaborado a base de harina,
margarina, agua, sal y azúcar.
2. … chicharrona. Panecillo típico, derivado de la
mogolla, cuyo aspecto virginal oculta la presencia
interna de cierta empella frita de origen porcino.
A una masa tradicional, destinada a convertirse
en una mogolla dotada de sus bondades conven-
cionales, se le inserta una ración considerable de
chicharrón, a veces aún rodeado de cerdas. Todo
ello se funde en un cuerpo uniforme con gusto a
fritura de puerco, manteca y pan. Suele ser acom-
pañado por cualquier bebida cola. Inexplicable-
mente hay una horda de fanáticos aficionados a
semejante curiosidad gastronómica.
mogollo. Al aludir a una tarea, dícese de algo
sencillo y de simple ejecución.
mojar cuco. Reacción femenina producto de
algún estímulo erótico consistente en la lubri-
cación femenina que antecede a la cópula. Por
asociación, el término alude a cualquier súbito
arranque de entusiasmo y alegría como reacción a
una situación agradable.
mojar tena. Véase mojar cuco. 	
mojicón.
1. Panecillo blando de superficie azucarada.
2. Personaje de tira cómica creada por Adolfo
Samper. Apareció publicada por primera vez en
1924, en Mundo al Día, diario de circulación ves-
pertina. Estaba inspirado en Smithy, quien a su
vez aparecía en las páginas del diario norteameri-
cano Daily News. Mojicón salió de circulación con
la crisis de los años 30.
moler. En la jerga del proletariado, trabajar en
forma ardua.
molestadera. Incómodo hábito de perturbar a
los semejantes de manera constante.
molestarse.
1. Hurgar una herida propia.
(mogolla)
(161)
*bogotálogo
2. Onanizarse.
3. Flirtear.
molido. Dícese de quien por causa del intenso
ejercicio físico se halla extenuado.
mona.
1. Caramelo o estampita procedente de algún
álbum de colección.
2. Extraña forma empleada por hombres y mu-
jeres de la calle para aludir de manera cariñosa
a un individuo, sin que éste necesariamente sea
rubio.
3. Fórmula utilizada por las trabajadoras de la ca-
fetería o de los servicios de aseo de la Universidad
de Los Andes para referirse a los estudiantes, la
que a su vez es empleada por éstos de la misma
forma, en reciprocidad.
4. Jovenzuela, por lo general tendera o depen-
dienta de un negocio informal.
5. En la jerga de los jóvenes de los años 60 del
siglo XX, tetrahidrocannabinol.
monchis. Sensación de hambre ansiosa, común
a los consumidores habituales de marihuana,
quienes, por lo general y en forma equivocada,
suelen suponer que tal sustancia sube de peso,
cuando en realidad es la ingesta desmesurada
de alimentos tras su consumo la que provoca ese
efecto, nefasto para quienes desean mantener
su peso ideal. Aunque no lo parece, el término se
deriva del anglicismo ‘munchies’.
mondá. Caribeñismo importado desde el litoral
hasta nuestra ciudad. Alude al miembro viril.
monitor de ruta. Extraña forma de micropoder
tiránico, omnímodo y totalitario, establecida en
las entidades educativas dotadas con servicio de
transporte. Los monitores de ruta, por lo general,
son alumnos de grados avanzados con vocación
tiránica, cruel y dictatorial, encargados de mante-
ner el supuesto orden en los autobuses escolares.
Expertos en el arte de decomisar reproductores
estereofónicos portátiles y juguetes costosos, y de
ajusticiar a sus súbditos mediante impunes tan-
das de calvazos, pastorejos y gatos, los monitores
son uno de los cánceres del mundo escolar. Véase
chuzo, hueco.
mono.
1. Individuo de pelo rubio.
2. Jovencito.
3. En cierta jerga de gusto dudoso, propia de beo-
dos y amanecidos, sol.
monpirry. Legado popular de la telenovela
‘Pedro el escamoso’ emitida a finales de los años
90 del siglo XX. Muchos bogotanos con ánimos
puramente imitativos, decidieron adoptar esta
expresión, propia del repertorio de Pedro Coral,
protagonista de la mencionada producción. Monpi-
rry es una expresión de camaradería con visos de
muletilla, empleada por un individuo cualquiera al
dirigirse a sus amigos más entrañables.
montador. Clásico representante del micropo-
der ejercido con tiranía y mezquindad desde diver-
sos círculos laborales o académicos.
montar la película. Urdir una mentira acom-
pañada por una ambientación y una historia com-
pleja.
montarla. Dedicarse sistemática e insistente-
mente a perturbar a alguien sin fin justificado.
moña. Pequeña fracción de marihuana.
moqueadera. Flujo nasal constante e indetenible.
moquear. Acción de llorar, por lo general acom-
pañada de considerables cantidades de flujos
nasales harto repugnantes para quien intenta dar
consuelo al plañidor de ocasión.
morgan records. Denominación genérica con la
que se alude a cualquier grabación en formato cd
o dvd de alguna pieza fonográfica o videográfica
manufacturada de manera clandestina por una
indeterminada fábrica pirata. La expresión hace
referencia a sir Henry John Morgan, tal vez el más
famoso de los bucaneros que atacaron las costas
iberoamericanas durante la Colonia.
(162)
morisquetas. Gesticulación. Muecas.
morraco. Fórmula cariñosa para aludir a un ca-
dáver, por lo general perteneciente a un individuo
fallecido en circunstancias violentas o en acciden-
tes dramáticos.
morrongo. Dícese de quien obra de forma tai-
mada e hipócrita.
mortadelo. Areola de un seno femenino cuyo
diámetro se asimila al del tradicional embutido en
su presentación de rodajas.
mortal pa’l pecho. Anacrónica expresión –pro-
pia de los años 80 del siglo XX– empleada para
aludir a una situación fatal o desagradable.
mosaico. Véase mozo.
mosama. Véase mozo.
mosca. Voz de llamado para invitar a prestar
atención y a mantenerse en alerta.
mosca de cementerio. Moscardón.
moscorrofio. Individuo desemejado y de mal ver.
mosquearse. Reaccionar con presteza ante al-
gún estímulo.
mostrona. Mujer exhibicionista con sus turgen-
cias femeninas.
motel. Particular tipo de alojamiento, rentado por
horas y especializado en la atención a parejas ansio-
sas de saciar sus fragores eróticos cobijados por el
sagrado manto de la intimidad y el secreto. Los mo-
teles son remanso de confidencialidad para infieles,
y suelen incluir servicios especiales de esterilización
de retretes, batas de baño, pantuflas y jabones de
liviano tamaño. Las bebidas suelen ser entregadas
a los huéspedes mediante una muy pequeña com-
puerta por la que tan sólo se asoman las manos
de los amantes extendiendo el dinero hacia las de
los camareros. Los hay en abundancia en cerca-
nías de los barrios periféricos de la ciudad y suelen
contar con un hermético sistema de aparcaderos
comunicados en forma directa con las habitaciones,
separadas unas de otras. En los moteles es común
encontrar una cinta que atraviesa las tapas de los
‘excusados’. Véase mozo, jabón chiquito.
moteliar. Abandonarse a las artes amatorias en
un alojamiento destinado para tales fines.
moteling. Anglicismo empleado para aludir al
uso de los servicios de algún establecimiento
dedicado al ayuntamiento carnal clandestino. Mis
papás estaban en el apartamento y me tocó irme de
moteling con la hembra.
motola. Expresión un tanto burda para aludir a la
cabeza humana.
motoso. Vulgarismo para ‘siesta’.
mover la aguja. Despertar sentimientos de
atracción en alguien. La profe de química me mue-
ve la aguja.
mozo. Mancebo o manceba que, en el marco de
una infidelidad marital, hace las veces de amante
de un hombre o mujer casados.
muchacha. Despectivo término utilizado por
algunos miembros de la burguesía bogotana para
referirse a las sufridas y mal remuneradas em-
pleadas del servicio doméstico. Hoy toca dejar las
camas tendidas porque no viene la muchacha.
muchacho. Segmento de carne alargada, redon-
da y cilíndrica, ubicada entre la tapa y la contra de
la zona trasera de la res. El muchacho es expen-
dido de forma masiva en casi todas las carnicerías
de Bogotá y sobrevolado con permanente avidez
por las moscas vecinas.
muchilas. Véase mochilas.
mucho tilín tilín y nada de paletas. Fórmula
despectiva para referirse a quien –pese a los mu-(mosca de cementerio)
(163)
*bogotálogo
chos aspavientos por él ejecutados– suele obtener
resultados desafortunados, pobres o nulos en la
comisión de un objetivo determinado.
mue. En lengua chibcha, parte más alta de la
cabeza.
mueca, la. Vagina. La expresión, de gusto muy
dudoso, tiene como fundamento la realidad ana-
tómica de los labios vaginales, desprovistos de
dentadura.
mueco. Puño asestado en la dentadura.
muenda. Golpiza. Tunda de azotes. Contundente
y humillativo resultado al término de una justa
deportiva o de una competencia cualquiera.
Muequetá. En chibcha, 'extensión plana de tie-
rra'. Hay quienes sostienen que tal vocablo pudo
dar origen al nombre de la ciudad. Véase Bacatá,
bogote, muyquy
muérgano. Individuo hostil, cruel e insignificante.
muerto de hambre. Individuo en condiciones
económicas y laborales angustiosas.
muestre a ver. La desconfianza y la duda metó-
dica hacen parte del diario sentir colombiano. Es el
sentimiento de nula confiabilidad hecho palabra. Es
la criollización patente del pensamiento santoto-
masino. Ningún colombiano que merezca ser deno-
minado como tal aceptará razón o argucia alguna
sin un protocolario y dubitativo ‘muestre a ver’.
mugre. Individuo de escasas calidades humanas,
afín a la crueldad.
mugre que no mata, engorda. Sabio adagio
empleado para tranquilizar a quien se halla inde-
ciso a la hora de consumir un comestible conta-
minado o indebidamente aseado. Ante las altas
posibilidades de padecer disenterías, amebiasis,
deshidrataciones y otras dolencias más por cuenta
del desaseo, no queda más que hacer de la alimen-
tación un acto de fe. Así, aunque exista la certeza
inapelable de una futura intoxicación, ésta vendrá
acompañada por la atenuante de una satisfacción
inmediata del ímpetu de la sed o el hambre.
mugroso. Individuo cruel, falto de ética, miserable.
muisca. Próspera firma dedicada a la elaboración
de carrocerías y chasises destinados a servir de
coraza a buses, busetas, ejecutivos y algunos otros
especímenes más del transporte público local, por
lo general conducidos por legítimos descendientes
venidos a menos del pueblo muisca original.
muiscas.
1. En lengua chibcha, individuos.
2. Etnia nativa pobladora del altiplano cundiboya-
cense entre los siglos VI antes de Cristo y el XVI.
Antiguos pobladores de la región correspondiente
a la actual Bogotá y sus contornos, a saber, los te-
rrenos correspondientes a la capital de hoy, Tunja,
Iraca (hoy conocida como Sogamoso), Guanentá y
Tundama. Algunos de sus descendientes habitan
en barrios o poblaciones cercanas tales como
Suba, Bosa, Cota, Chía o Sesquilé.
En términos políticos, los muiscas estaban organiza-
dos mediante un sistema de cacicazgos regidos por
los líderes correspondientes de Bacatá, Chía, Tunja,
Ramiriquí o Duitama y Tobasia. La población total
del pueblo rozaba el millón de habitantes esparcidos
a lo largo y ancho de toda la meseta. Fueron estu-
pendos orfebres y buenos cultivadores de diversos
productos –tubérculos como la papa, quinua, al-
godón, cubios, hibias, etc.– hoy erradicados de las
costumbres mayoritarias del bogotano actual.
El chibchano, 'muysca cubun' o ' muisk kubun',
hace parte de la familia lingüística chibcha. Su
radio de extensión abarcó gran parte del norte de
América del Sur y Centroamérica. Algunos pueblos,
tales como los tayronas y los u’wa se comunicaban
en un lenguaje similar, hecho que propició la gene-
ración de fuertes nexos con ellos.
El origen de la denominación 'muisca' es, sin duda,
harto extraño. La expresión proviene del chicbha
'muexca', cuyo significado es el de 'hombre'. Se-
gún Juan Rodríguez Freyle y fray Pedro Simón, al
arribar a la sabana bogotana, Gonzalo Jiménez de
(164)
Quesada y su ejército preguntaron mediante señas
a los nativos qué tan grande era la población de la
zona. Su respuesta fue, según Rodríguez Freyle,
la de 'muisca puemunga', y según Simón, 'muexca
bien agen'. El significado de la frase era el de 'hay
muchos hombres'. De forma un tanto cómica los
españoles dedujeron que los nativos pululaban
como 'moscas', lo que generó la deformación del
gentilicio original.
El máximo nivel jerárquico de la estructura pira-
midal muisca lo ocupaba el zipa, seguido, en un
segundo plano, por los jechas y mohanes, quienes
a su vez alcanzaban la dignidad sacerdotal. En el
tercer escalón estaban los guerreros o 'guechas'.
Estos últimos tenían fundamental importancia
dado el permanente estado de contienda en el que
la nación se encontraba. Aparte del gran zipa, cada
región contaba con caciques que, a su vez, debían
obedecer sus órdenes. Ninguno de los anteriores
estratos era productor de recursos, dado que tal
actividad correspondía, en su orden, a los artesa-
nos, tejedores, alfareros y orfebres, mercaderes,
trabajadores de minas de sal y esmeraldas, y agri-
cultores, todos ellos en obligación de tributar.
En el pueblo muisca la poligamia era permitida y
el mayor beneficiario de tal práctica era, como es
de suponerse, el zipa. La peor parte la llevaban
los esclavos, por lo general enemigos cautivados
en combate.
mujer que no joda es hombre, o tiene mozo.
Misógina y sexista expresión en la que, de mane-
ra arbitraria y no comprobada, se generaliza con
respecto al temperamento femenino y su supuesto
talante incisivo e irritante. Véase moteliar, musinga.
mula.
1. Forma burda para aludir a la cabeza.
2. Individuo torpe.
3. Dícese de quien presta sus vías digestivas para
el transporte de estupefacientes hacia otros paí-
ses del orbe.
4. Dama o caballero de considerable resistencia a
arduas labores físicas.
mula herrada, la. Leyenda popular de la Bo-
gotá colonial. Cuenta esta historia que en las
noches era común encontrar una mula herrada
y ensillada que vagaba solitaria por las calles,
haciendo chispear el piso. Se decía que la mula
había pertenecido a don Álvaro Sánchez, ludó-
pata que en las noches se dirigía en su mula
hacia la casa de juegos de don Juan de Guevara
para comer y jugar hasta la madrugada. Alguna
vez su sirviente llevó la mula a beber agua al río
San Agustín, pero ésta huyó y se fue corriendo
hasta su amo, a quien se acercó para hablarle
en palabras que no eran de animal. Desde ese
día, don Álvaro decidió ir caminando hasta lo de
don Juan de Guevara y ordenar a su sirviente
enviarle la mula a medianoche, pues ella ya co-
nocía el camino. Don Álvaro murió en la ruina
y su mula lo siguió poco después. No obstante,
muchos aseguraban haber oído el galopar del
espíritu del híbrido en las noches. Quienes vivían
en inmediaciones de la ermita de Belén dijeron
haber encontrado un cadáver en una enramada,
perteneciente a una bruja en cuyas manos y pies
había herraduras clavadas. Algunos comenzaron
a decir desde entonces que la hechicera era la
misma mula, transformada.
mundial. Destacable. Único en el mundo.
muñeco. Cadáver, por lo general producto de un
accidente o un atentado a mano armada.
muñeco, darle vueltas al. Copular.
murió. Voz de lamento empleada para aludir a
una actividad, empresa o menester caduco, o a
alguna tarea a la que se ha puesto fin. Llegó el
tombo y la fiesta murió en su mejor momento.
murió y fue horrible. Execrable voz lastimera
con pretensiones cómicas para aludir al funesto
desenlace de una situación determinada.
(165)
*bogotálogo
(muñeco) Joven muerto por una piedra que cayó de la Catedral, 1940. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
(166)
murraco. Cadáver resultante de un accidente. El
que limpia las ventanas se cayó desde el sexto piso y
quedó murraco.
murrio. En la jerga proletaria y campesina, al-
muerzo.
musca puenunga. En lengua chibcha ‘mucho
gentío’. Según algunos cronistas españoles, la
distorsión del primer vocablo derivó en el surgi-
miento de la denominación muisca, aunque hay
quienes apoyan la teoría de que el término pro-
viene de la comparación realizada entre la abun-
dancia de nativos con las moscas que, de manera
similar, proliferan por doquier. Véase muiscas.
musinga. Concubina.
musiteca. Legendaria tienda especializada en la
venta de álbumes en formatos lp y cd y pertenecien-
tes al género rock en todas sus múltiples vertientes.
Fue fundada por Saúl Álvarez en 1980 e hizo parte
del circuito de almacenes musicales independientes
de la avenida 19. Álvarez falleció en 2008.
¿muy machito? Fórmula retadora empleada
para calibrar la valentía de alguien en la antesala
de lo que promete ser una riña.
muyhica. En lengua chibcha, unidad de medida
equivalente a cuatro. Objeto de color negro. Tren-
za. Ramificación. Extremo de un objeto.
muyquy. En lengua chibcha, extensión de terre-
no. Véase muequetá.
naco. Puré de patatas.
naco, quedar hecho. Dícese de un objeto, indi-
viduo o sustancia reducidos a ruinas o desechos.
Nacho, la. Remoquete cariñoso empleado para
aludir a la Universidad Nacional de Colombia.
Véase mamerto.
nada de nervios. Forma poco convicente y menos
efectiva de llamado a la tranquilidad, por lo general
empleada en medio de circunstancias críticas.
nada que ver.
1. Odiosa expresión empleada con el propósito de
manifestar desprecio o absoluta desvinculación
de un determinado ser o de una causa cualquiera.
Después de su excesivo uso caricaturesco, ante-
cedido por el ya anacrónico ‘o sea’, el término ha
perdido validez.
2. Una orquesta de los 70 y 80 hizo uso de tal ex-
presión para darse nombre.
nadadito de perro. Actitud disimulada, imper-
ceptible, astuta y eficaz.
nálgaras. Véase nalgas.
nalgas. Remedo de la expresión nada.
¡nanay cucas! Expresión de negatividad de ori-
gen y procedencia incierta. Según algunos, alude
al momento en que se agotan de una alacena o
mostrador las galletas de color negruzco y forma
redonda, de común utilización en buena parte del
gran Caldas. Otras mentes, más suspicaces, su-
ponen que la palabra ‘cuca’ en este contexto tiene
una acepción distinta, alusiva al genital femenino.
n
(167)
*bogotálogo
(la nacho)
(168)
naranjas. Fórmula de negación equivalente a ‘no’.
narco. Apócope de ‘narcotraficante’.
narcotoyota. Voluminoso vehículo Toyota tipo
burbuja, según la creencia popular adquirido en
la mayoría de los casos mediante el uso de fondos
mal avenidos.
narizona, tanga. Especie de calzón de baño
cuya forma parece resaltar la zona posterior del
glande masculino, remedando el aspecto de una
nariz larga y curvilínea.
narra, qué se. Distorsión con cierto grado de
comicidad, análoga al clásico ¿qué se cuenta?
nave. Vulgarismo para aludir a un automóvil de
lujo.
nea. Apócope de gorronea.
necio.
1. Jovenzuelo insoportable.
2. Adulto díscolo y proclive al desorden.
3. En un contexto sexual, individuo avezado en las
lides amatorias.
negar la paja es como negar a la mamá. Vul-
gar adagio en el que se equipara el onanismo al
acto de desconocer la relevancia y la naturalidad
de la progenitora en la existencia humana.
negrear.
1. Traicionar.
2. Explotar a un subalterno mediante la imposi-
ción de cargas laborales injustas y excesivas. Véa-
se marranear.
negrero. Patrón o jefe explotador.
negro: ni el teléfono. Abominable frase de
corte racista, empleada para indicar el repudio
de un individuo para con los miembros de la raza
predominante en el continente africano.
Nemequene. Según los cronistas, tercer zipa
de Bacatá, autor del código legislativo que lleva
su nombre. Era sobrino de su antecesor, Sagua-
manchica, muerto en combate al término de la
llamada 'Guerra de los 16 años', de la que salió
victorioso.
Nemequene se apoyó en su sobrino Tisquesusa.
Desde el inicio de su mandato combatió contra el
nuevo zaque de Hunza (Tunja), Quemuenchato-
cha, y se dedicó a contener las rebeliones de los
caciques de Ubaté, Zipaquirá, Guatavita y Ubaque
(a quien perdonó la vida, después de verlo arrojar
sus riquezas en la laguna a su mando). Pese a un
intento más del cacique zipaquireño por rebelarse,
fue reprimido en forma oportuna por Tisquesusa.
De nuevo tuvo lugar una confrontación entre los
ejércitos de Tunja y Bacatá, una vez más librada
en Chocontá. Aunque el triunfo parecía inclinarse
del lado del zipa, una flecha se clavó en su cora-
zón y falleció antes de ver su victoria. De acuerdo
con la costumbre de aquellos tiempos, Nemeque-
me se fue junto a sus amadas favoritas a sumirse
en la alucinación del borrachero. Véase meicuchu-
ca, código de Nemequene, Sagita, Tisquesusa, zipa.
Nemequene, código de. Conjunto de norma-
tividades propias de los indígenas habitantes del
territorio correspondiente a la actual Bogotá en
tiempos precolombinos, al parecer implementa-
das por el zipa Nemequene.
El código de Nemequene establecía una serie de
actos punibles y de formas de castigo, de acuerdo
con la gravedad de las faltas cometidas. Entre las
prácticas penalizadas estaba el adulterio de mu-
jeres. Quien fuese tenida como sospechosa de tan
abominable hecho, era obligada a consumir mor-
tíferas dosis de ají. Si la desdichada confesaba su
crimen –desesperada por la ingesta del pimiento–
de inmediato era aliviada con agua y abluciones,
y luego ejecutada. Si, por el contrario, la presunta
delincuente se mantenía en silencio hasta el final
del suplicio, recibía la indulgencia y una dádiva,
a manera de compensación por el daño causado.
Lo anterior deja claro el fundamental papel del ají
como elemento ajusticiador.
Con todo y este severo sistema de control, muchos
caciques desconfiaban de si sus hijos habían sido
(169)
*bogotálogo
(narizona, tanga) En Melgar, 1980. Donante: Martha Arévalo, Álbum Familiar / Colección MDB - IDPC
(170)
en verdad engendrados por ellos, y debido a lo
anterior el cacicazgo se transmitía por la vía de
tío a sobrino (matrilinealmente). Así las cosas, el
heredero del cacique debía ser hijo de una de sus
hermanas.
Actos como la violación eran severamente castiga-
dos. La crueldad de la reprimenda dependía de si el
violador era soltero o casado. En el primer caso, se
daba muerte inmediata al infractor. En el segundo,
tan solo se le afrentaba con el ostracismo.
Actos como el incesto eran penalizados sumer-
giendo a los pecadores hasta el cuello en hoyos
llenos de agua infestada de sabandijas y serpien-
tes. La sodomía era abominada, empalando a
quienes la cometieran en un asta debidamente
provista de espinas, cuya punta, al final del mar-
tirio, debía atravesar la espalda, ojos o cráneo.
La virginidad era tenida entre los chibchas como
deshonrosa, y tan sólo propia de mujeres despro-
vistas de atractivos. En materia de herencias, en
caso de no contarse con herederos naturales, el
estado reclamaba para sí los bienes del difunto.
Quien siendo combatiente mostrara alguna forma
de cobardía ante la batalla era vestido con atavíos
femeninos y se le asignaban menesteres propios
de un ama de casa. Aquel que, además de ser
timorato, se decidiera a desertar, era cazado y
aniquilado en forma inmediata. Estaba prohibido
mirar a los ojos del zipa o a los de cualquiera de
los caciques en forma directa y por ello, al encon-
trarse con tales jerarcas, era obligatorio bajar la
vista o volver las espaldas.
Pese a que los zipas y caciques estaban exonera-
dos de los castigos, ante la comisión de cualquie-
ra de los delitos anteriormente tipificados, eran
sus mujeres quienes gozaban de la potestad de
azotarlos. Por tal razón, en la medida en que se
incrementara el número de cónyuges del gober-
nante, los padecimientos aumentaban de manera
equitativa.
Los viudos debían guardar celibato durante el
lapso indicado por la principal de sus mujeres en
el momento de morir. No obstante, tal periodo no
podía exceder los cinco años, y existía la posibi-
lidad de negociar tal situación con la agonizante
dama. Si la muerte de la esposa tenía lugar en
medio de un parto, el doliente debía entregar la
mitad de su hacienda o, en caso de pobreza, los
bienes requeridos por la familia de su compañera,
la que a su vez estaba facultada para castigar con
la muerte al caballero en caso de que ésta lo de-
mandase. Véase Nemequene.
nemesia. Modelo de tranvía fabricado por la casa
Brill y traído a Colombia durante los años 20. Se le
llamó así en honor a Nemesio Camacho, gerente
de la empresa correspondiente por esos años.
nemterequeteba. Otro de los nombres conferi-
dos a Bochica, gran maestro de los chibchas, en
cierta forma análogo al Quetzalcoatl azteca o al
Manco Capac de los Incas. Véase Bachué, Bochica,
Chía, Furachogue, Huitaca, río Funza, salto de Te-
quendama, Xue.
Nencatacoa. Dios chibcha amigable y festivo,
patrono de la chicha y de los tejedores y artesa-
nos. También se le conoce como Fo y como Fu.
Se acostumbraba a representarlo con formas de
zorro o de oso. Según sus discípulos, gustaba de
mezclarse con ellos para darse a la profusa be-
bida del fermento. Sólo consideraba propicias las
ofrendas de dicho brebaje. Véase Fo, Fu.
nenorra. Jovenzuela pubescente. El término fue
popularizado por Fulgencio Cabeza Manotas Ce-
peda y Silva, entrañable personaje del legendario
espacio radial ‘El zoológico de la mañana’, pre-
sentado durante años por la desaparecida Súper
Stereo (más adelante Súper Estación) 88.9 FM.
nerdo. Individuo de escasas cualidades físicas
y absoluta dedicación a los menesteres intelec-
tuales, en particular orientado hacia disciplinas
computacionales, científicas y matemáticas. Suele
(171)
*bogotálogo
llevar anteojos, es limitado en las lides deportivas
y su capacidad intelectual va en proporción inver-
sa a la física.
nga. En lengua chibcha, pues.
ni cagando. Extraño vulgarismo de tenor similar
a ‘ni de fundas’ y a ‘ni de vainas’.
ni cinco. Indicativo de carencia o de negación
hacia una acción determinada. No tengo ni cinco y
no me gusta ni cinco.
ni de fundas. Dícese de aquello que no se está
dispuesto a hacer bajo ninguna condición ni cir-
cunstancia.
ni de vainas. Véase ni de fundas.
ni que estuviéramos bravos. Amigable aunque
ramplona fórmula de aceptación a una petición
determinada. Véase pa’ las que sean.
ni raja ni presta el hacha. Expresión des-
pectiva comúnmente atribuida al individuo que,
además de poco colaborador, hace gala de un
fastidioso egoísmo.
nieblunos. En los tempranos tiempos republica-
nos, vecinos del ‘tenebroso arrabal’ de Las Nieves.
nies. En los caballeros, región correspondiente al
piso de la pelvis. Véase ñe.
niña. Odiosa muletilla empleada por quienes,
sintiéndose superiores en jerarquía, suelen diri-
girse a telefonistas, dependientas, secretarias o
cualquier otro tipo de empleadas encargadas de
atención al público.
niquelado. Ron. No debe confundirse con la
marca Aguardiente Niquelado, cuyo uso, generali-
zado en el departamento de Boyacá, presenta sin
duda altos riesgos para la salud hepática.
niquelera. Arcaísmo empleado para aludir a una
monedera.
¡no alcanzo! Fórmula de excusa, por lo general
falsa, esgrimida por los vendedores informales de
establecimientos tipo Sanandresito o en expendios
de bienes de contrabando, para indicar al poten-
cial comprador que el margen de negociación y de
descuentos ya ha alcanzado el límite mínimo posi-
ble. Véase chimbo, chiviado, líchigo, retacar, tumbe.
no busque lo que no se le ha perdido. Amena-
zante insinuación con respecto a la inconveniencia
de entrometerse en honduras investigativas.
no comerle. No permitir que alguien, por pode-
roso o superior en jerarquía que parezca, provo-
que tipo alguno de intimidación en un individuo
determinado.
no es cualquier lagaña de mico. Dícese de
aquello que, aunque en apariencia insignificante,
reviste una considerable relevancia. Véase pichas.
no está ni tibio, papito. Burda voz, por lo ge-
neral empleada por representantes del género
femenino, para indicar al interlocutor lo equivo-
cado de su concepto con respecto a una situación
determinada.
no hablo inglés, pero lo entiendo. Despro-
pósito conceptual con el que algunos individuos
pretenden esconder su absoluta ignorancia con
respecto al dominio de la lengua anglosajona.
Suele verse acompañado, en las hojas de vida,
de especificaciones porcentuales con respecto
al conocimiento del idioma en cuestión del tipo:
Inglés, 54%, como si el manejo de un lenguaje
pudiera cuantificarse de manera tan precisa, en lo
que constituye una paradójica escala de medir lo
que no es mesurable.
no haga bizcos, que se queda así. Advertencia
severa en cuanto al peligro que para la salud física
puede representar el incurrir en muecas antipáti-
cas para con el interlocutor, quien por lo general
está a las puertas de arremeter contra el espontá-
neo gesticulador.
no joda. Voz imperativa cuyo fin es solicitar al
interlocutor comportarse con respeto, tranquili-
dad y decoro.
no jodás. Expresión de incredulidad. Es una de
las pocas formas de voceo permitidas por el códi-
go cachaco.
(172)
no le cabe ni un tinto. Típica descripción de un
estado crítico de hacinamiento, en que se acude a
la figura simbólica de la bebida cafeínica nacional
por excelencia. Véase cebollero, dietético, ejecutivo,
transmilleno.
no levanta un polvero. Forma despreciativa
de referirse a un caballero o dama cuyo éxito para
con el género opuesto es escaso o inexistente.
Véase levante.
no lo hay. Extraña expresión propia de comer-
ciante informal empleada para indicar la ausencia
de un producto en su inventario.
no me abra los ojos, que no le voy a echar
gotas. Advertencia cuyo aparente tono oftalmoló-
gico tiene propósitos similares a la clásica “no me
haga bizcos que se queda así”.
no me alegro, ¡pero sí me da un fresqui-
to…! Manifestación de júbilo vergonzante por la
desgracia de un enemigo o de un individuo, que
otrora hubiese afectado al hablante.
no me crea tan pendejo. Expresión de sorpre-
sa utilizada para aludir a una situación o hecho
sorprendente.
¡no me cuelgue! Fórmula de súplica empleada
con mucha frecuencia por los seguidores de un
gran zar de la radio bogotana, especializado en
cortar las llamadas al aire de sus oyentes sin el
menor atisbo de vergüenza o culpa.
no me dio ni la hora. Aceptación estoica y re-
signada del rechazo propinado por un individuo
(generalmente del sexo opuesto) a una insinua-
ción amorosa. Véase no levanta un polvero.
no pregunte, que entre menos sepa, mucho
mejor. Exhortación a mantenerse ignorante con
respecto a ciertos hechos que pueden comprome-
ter la integridad física, la tranquilidad, la honra o
la vida del interlocutor.
no pueden ver a un pobre acomodado. Ex-
clamación en la que se hace visible la lucha de
clases: las fuerzas encontradas de la superación
por parte de los oprimidos y el deseo de las castas
hegemónicas de mantenerse en su lugar de privi-
legio. Véase todo lo del pobre es robado.
no saca un perro a miar. Úsase para aludir a
un individuo poco proactivo.
no se la(o) come ni el óxido. Figura despectiva
para ilustrar la condición poco apetecible en ma-
teria sexual de una dama o caballero, desprovistos
de gracia. El término ‘comer’ se equipara al acto
copulatorio. Véase bagre, gurre.
no se busque una muerte pendeja. Llamado
a la cautela o fórmula de advertencia casi siem-
pre lanzada a quien –por causa de sus acciones
descaradas o imprudentes– está haciéndose a la
antipatía o a la enemistad de otro individuo.
no se pierde ni la corrida de un catre. Frase
con la que se ejemplifica el carácter curioso, in-
vestigativo e inquisitivo de un individuo en ejercicio
de su legítimo derecho a la información.
no se vaya, que esto se compone. Súplica por
lo general empleada en el marco de una fiesta en
donde la deserción de los invitados es inminente
y amenaza ruina, o cuando una empresa determi-
nada se halla al borde del naufragio.
nocas. Forma curiosa de no.
noche de coronación. Vulgarismo empleado para
aludir al culmen de una larga labor de conquista,
con la consabida inversión económica, física y espiri-
tual que tal empresa suele acarrear, cristalizada por
fin en el acto de ayuntamiento copulatorio.
nochero. Cachaquísima forma de aludir a una
mesa de noche.
nogal.
1. Especie de árbol conocido por el nombre genérico
de ‘junglans neotropica diels'. En el siglo XVI Juan
de Castellanos decretó la tala de todas las especies
nativas, incluido el nogal, árbol sagrado del pueblo
muisca. Para expiar las culpas e indemnizar los
daños, en 2002 la Alcaldía Mayor lo declaró especie
arbórea insignia de la ciudad.
(173)
*bogotálogo
2. Tradicional vecindario ubicado en las cercanías
de la avenida Séptima entre las calles 76 y 80, cuya
más representativa edificación puede ser, quizá, el
conjunto residencial que lleva su nombre. El barrio
debe el suyo al árbol allí ubicado. Las Residencias El
Nogal son el primer conjunto de vivienda multifami-
liar moderno construido en Bogotá. Inaugurado en
1948, el majestuoso par de edificios aglutinó servi-
cios de lavandería, guardería y seguridad privada,
constituyéndose en foco de desarrollo de un norte
aún despoblado. Pese a la depredación arquitectó-
nica de la que han sido víctimas las viviendas a su
alrededor, su estado de conservación, teniendo en
cuenta la tendencia típicamente bogotana a pisotear
la historia y el patrimonio propios, es destacable. En
(nogal)
(174)
frente hay dos altivos árboles bicentenarios, ajenos
al tiempo y a los apuros de la cotidianidad urbana.
noimportismo. Doctrina profesada por René
Segura en los incunables textos sacros y profanos
del Señor Plátano.
nokias. Adverbio de negación inspirado en la repu-
tada fábrica de dispositivos de comunicación digital.
norberto. Adverbio de negación acuñado en ho-
menaje a uno de los salones de belleza insignia de
la ciudad y empleado durante las décadas finales
del siglo XX.
normal. Adjetivo de frecuente utilización errónea
al aludir a una bebida o alimento en su presenta-
ción corriente, en contraposición a otras variables.
– Una botella de agua, por favor.
– ¿Normal o con gas?
– Una Manzana Postobón.
– ¿Normal o light?
norte. Delimitación cardinal de características in-
ciertas, dada su dependencia de los determinantes
geográficos, cronológicos o prejuiciosos del hablan-
te. Según los más ortodoxos, el norte de Bogotá se
inicia justo después de la calle 72. No obstante, hay
quienes, basados en el concepto de Centro Histó-
rico y Centro Internacional, lo ubican en la calle 26.
El primer límite norte de la ciudad fue la plazoleta
ubicada en la actual carrera séptima (antigua calle
Real) con la calle 14, conocida en tiempos previos a
la República como Plaza de San Francisco y como
Plaza de las Yerbas. Más adelante, tal delimitación
se trasladaría a San Diego. Algunos, un tanto más
osados, limitan su rango de acción a las calles y dia-
gonales subsiguientes a la 100. Véase Burburata, la.
nos belmont. Especie de despedida derivada del
tradicional ‘nos vemos’, e inspirada en la popular
marca producida por cierta tabacalera.
nos bemoles. Véase nos belmont.
nos bistec. Véase nos belmont.
nos pillamos. Convención informal de despedida.
nos vemos las carátulas. Burda voz de despe-
dida empleada para dejar abierta la posibilidad de
un nuevo encuentro.
nos vidrios. Véase nos belmont.
novelear. Desperdiciar el tiempo viendo teleno-
velas. Husmear.
noxpirín. Nos pillamos.
nudo de cobrador. Cómica alusión en desuso
a una corbata mal anudada, basada en su equipa-
ramiento con la de un ayudante de conductor de
tranvía encargado de recolectar el dinero de los
viajantes.
nuevón. Despectiva fórmula con la que los educan-
dos y maestros antiguos suelen referirse a los estu-
diantes neófitos que año tras año tienen la desgracia
de engrosar las filas de las entidades dedicadas a la
educación de bogotanos de bien. El término suele ser
empleado con sentido similar en empresas, por par-
te de empleados veteranos para con los debutantes.
numerito. Dama poco aplomada y libidinosa,
adepta a la jacaranda y el desorden.
nymy. En lengua chibcha, gato montés. Leoncillo.
ñampira. Véase ñampiro.
ñampiro. Ordinario. De mal gusto. Inculto.
ñanga. Vocablo resultante de invertir las dos
sílabas que conforman el término gañán, sin que
su significado varíe.
ñapa.
1. Miembro viril en el cuerpo engañoso de un tra-
vesti. Uno se va todo confiado a Santa Fe a buscar
guarichas, y le salen con ñapa. Véase antena, presa.
2. Dícese de aquello que viene por añadidura.
Véase vendaje.
ñato.
1. Individuo despojado de nariz.
2. Dícese de quien resalta el fonema ‘n’ al hablar.
ñe. Periné.
ñerada. Ordinariez. Acto ramplón, sin refina-
miento, ostentoso y burdo.
(175)
*bogotálogo
ñerengue. Cómica alusión al merengue, recono-
cido ritmo originario de tierras dominicanas.
ñero.
1. Durante las décadas de los 70 y 80 del siglo
XX, término derivado del clásico ‘montañero’, en
alusión a un individuo de maneras burdas y ordi-
narias. Véase guayigol.
2. En las postrimerías del siglo XX el término,
quizá relacionado con ‘compañero’, se comenzó a
emplear para referirse a un gamín o indigente.
ñervo. Desagradable tubo de apariencia venosa
de apariciones ocasionales en las pilas de carne
de res molida.
ñoco. Individuo despojado de una de sus extremi-
dades.
ñoma. Herida notoria e impresionante. Cortada
inmensa. Cicatriz de proporciones notables.
ñoña. Hez.
ñoño. Individuo consagrado de manera desmesu-
rada a sus deberes, adicto a sus tareas estudianti-
les o laborales.
npp. Abreviatura de negación taxativa e inobje-
table. Es el resultado de unir las iniciales de la
procaz expresión “ni por el putas”.
ñuco. De escasa instrucción, poco refinamiento
y gusto dudoso. Tengo unos vecinos muy ñucos que
usan abrigos de piel de tigre. Véase guayigol, mañé,
montañero, ñero.
ñufla. Molesto y deslucido residuo alimentario
alojado en las encías, cuyo repugnante aspecto
genera repudio entre quienes tienen la desgracia
de contemplarlo.
o sea. Expresión en vía de desuso, según la
creencia popular empleada como muletilla por
parte de chicuelos vacíos y despojados de seso.
o sea que le salí a deber. Fórmula de protesta
en la que, tras haberse prestado para servir a uno
de sus semejantes, la situación sufre un paradó-
jico giro, poniendo al benefactor en situación de
desventaja y convirtiendo al menesteroso en su
verdugo.
o todos en la cama, o todos en el suelo. Con-
signa democrática de corte igualitario con la que
se convoca a todos los miembros de una colectivi-
dad a ser objeto de beneficios o perjuicios equita-
tivos. Véase mamerto.
ocasa. En lengua chibcha, verdad.
occidente. Según la sabiduría popular actual,
zona localizada a partir de la avenida Boyacá, al
oeste. A lo largo de la historia los límites occiden-
tales de Bogotá han cambiado de lugar. Durante
buena parte del tiempo estuvieron ubicados en la
zona lo que aún se conoce como Puente Aranda,
lugar que debe su nombre al puente situado en
los terrenos cenagosos hoy ocupados por el actual
vecindario. En principio, hacia 1573, allí estuvo
emplazada la hacienda de don Jorge Aranda.
San Victorino, punto de llegada de viajeros, tam-
bién fue considerado extremo occidental de la ciu-
dad. La parroquia de San Victorino, con su plaza
alrededor, fue erigida en 1578. En 1792 fue dotada
de una pila y de baños públicos, y de hogares para
niños, contiguos al llamado Camino de Occidente.
o
(176)
San Victorino fue durante muchos años la única
zona de la ciudad provista de dos puentes sobre
el río San Francisco (Puente de Micos o Filarmó-
nica y Puente de San Victorino). Ello propició la
concentración del comercio en esta zona, óptima
para el intercambio de mercancías entre viajeros y
habitantes de la ciudad.
Por decisión del gobernador de Bogotá de en-
tonces, Alfonso Acevedo, se prohibió el ingreso
de coches de mulas y de carruajes a la ciudad, lo
que a su vez derivó en el establecimiento de una
terminal de transportes, en donde comenzaron
a congregarse los viajantes de manera masiva.
La iglesia desapareció en 1827, lo que a su vez
favoreció el surgimiento un tanto indiscriminado
de locales comerciales y el emplazamiento de
aguateros, carrozas, miel, maderas, vendedores y
compradores, y la presencia de carruajes, mulas,
bueyes y caballos.
En 1910 la plaza de San Victorino empezó a rendir
homenaje a Antonio Nariño, y en 1946 fue objeto
de una remodelación que terminó por convertirla
en una suerte de parqueadero público, ligada a su
vez a la ampliación de la calle 13, vía que se con-
virtió, por un tiempo, en avenida Colón, en home-
naje a un héroe cuya estatua, erigida ahí, sería
retirada dos años después.
La demolición del mercado del centro a finales de
los 50 trajo como consecuencia el desplazamiento
masivo de los comerciantes expropiados al sector
de la plaza de San Victorino, lo que impulsó al
alcalde Jorge Gaitán Cortés a crear las Galerías
Antonio Nariño en 1962. ‘Unicentro de los pobres’
y ‘Agáchese’ fueron algunos de los nombres con-
feridos al sector, dada la necesidad de hincarse
para observar los productos en venta. Finalmente,
en la antesala del comienzo del siglo XXI, durante
la administración de Enrique Peñalosa, la plaza
fue sometida a un proceso de cambio. Los ven-
dedores ambulantes fueron reubicados y el lugar
vivió cierto remozamiento peculiar, reforzado por
la presencia del sistema de buses Transmilenio en
el sector.
ochas y panochas, hacer. Excederse de mane-
ra abusiva en el uso de algún bien o en el acceso
carnal a otro individuo.
oe. Voz de exclamación para oye, al parecer im-
portada de latitudes antioqueñas.
oidor. Véase real audiencia.
¡oigan a este! Antioqueñismo importado a la
capital con el que se pone en tela de juicio la ve-
racidad o la cordura de un individuo después de
haberle oído proferir algún desaguisado. Véase
¡cómo ño moñito!
¡oigan a mi tío! Extraña expresión de origen an-
tioqueño para señalar lo equivocado del concepto
emitido por uno de los presentes en una determi-
nada conversación.
ojibrotado. Individuo de mirada saltona.
ojo al ojo, que es de vidrio. Vulgarismo para
indicar a los presentes la necesidad de prestar
particular atención a un concepto determinado.
oler. En la jerga de consumidores de estupefa-
cientes, consumir drogas por vía nasal.
olla.
1. Expendio de estupefacientes.
2. Lugar peligroso y deprimente.
Véase hueco.
olla, estar en la. Encontrarse en situación de-
cadente, desesperanzadora y de muy malos pro-
nósticos.
olleta. Especie de olla en cierta forma similar a
un jarro de boca ancha, usada con frecuencia para
hervir el agua que servirá en la elaboración de
tisanas, chocolates, cafés y algunas otras bebidas.
olleta, estar en la. Véase estar en la olla.
onces. Especie de merienda servida en la tarde,
por lo general conformada por panecillos, bizco-
chuelos, bebidas calientes y, en algunos casos,
arepas y almojábanas. Algunos investigadores
(177)
*bogotálogo
imaginativos, sin mayor fundamento, han sugerido
la existencia de cierta relación cabalística entre el
término y las once letras que conforman la pala-
bra ‘aguardiente’.
ore. Voz exclamatoria subsiguiente a la pro-
nunciación de alguna ramplonería, imitando el
estereotipado ‘ora sí jué’, al que alguna gente de
ciudad considera típico del campesinado local.
oreja, parar. Prestar atención.
orejón. En tiempos republicanos, campesino
habitante de la sabana de Bogotá.
orgipiñata. Festividad entre individuos pubes-
centes cuyo propósito, en apariencia ingenuo,
puede estar motivado por el deseo desenfrenado
de plácido ayuntamiento carnal entre los invita-
dos.
orine feliz, orine contento, pero orine por
dentro. Refranil llamado a la higiene y la coordi-
nación psicomotora por parte de quien se apresta
a hacer uso de los servicios sanitarios de un esta-
blecimiento, con el fin de indicarle la necesidad de
no manchar el aro del retrete o el piso del lugar
con su amarilloso líquido urinario. Véase miando
fuera del tiesto.
orines. Conjunto de materias líquidas de color
entre transparente y amarillento, secretado por
los riñones con destino a la vejiga, y expulsado por
la uretra, cuyo olor por lo general se asimila al del
amoníaco.
oso, hacer el. Obrar de manera ridícula en pú-
blico.
oviedo. Obvio.
(onces)
(178)
pa´ antier es tarde. Diacrónica expresión con
la que se pretende indicar la urgencia en la ejecu-
ción de una determinada tarea.
pa´trás, ni pa’ coger impulso. Frase refranil
empleada por bogotanos optimistas, muy popular
entre reinas de belleza en medio de las gestas
previas a las jornadas de elección y coronación.
¿pa’ dónde va?: Pa´viejo. Afirmación irónica,
para responder a una pregunta con respecto al
destino de un individuo, basada en la realidad
inexorable de que el de casi toda vida humana (si
no hay un deceso prematuro involucrado) será el
avejentamiento.
¿pa’ dónde va? Odiosa y desconsiderada fór-
mula de interrogación empleada por taxistas
despojados de profesionalismo y gentileza con el
propósito de indagar si el destino del potencial pa-
sajero se acomoda o no a su caprichoso itinerario.
pa’lante es pa’llá. Piedra angular del progreso
y el optimismo mal entendidos. Esperemos que la
historia algún día devuelva a tamaña apreciación
filosófica el lugar de privilegio que por derecho
merece junto a los más sabios decires de virreinas
de belleza y motivadores de colectivos sin funda-
mento.
pa’ las que sean. Es el monumento vivo a la
incondicionalidad, semejante en espíritu y alma
a la filosofía de Alejandro Dumas y sus Tres Mos-
queteros, con aquella apología a la amistad de
‘Uno para todos y todos para uno’. Al final, en la
misma forma en que san Pedro osó negar a su
maestro en tres oportunidades, es cosa casi segu-
ra que quien sostenga estar dispuesto “pa’ las que
sean” se constituya en el primero y más rastrero
de los traidores. Por cierto, alguna vez –en un no
muy afortunado momento de sus carreras– Sting,
Brian Adams y Rod Stewart intentaron musicali-
zarla con motivo del largometraje homónimo de la
obra de Dumas.
pa’ que lo lleve. Fórmula de disuasión empleada
por vendedores informales para reforzar la idea
de que el descuento concedido por éstos a su po-
tencial comprador es suficiente motivo para que el
negocio sea sellado sin titubeos. Véase tumbe.
pa’ sus tres mierdas. Tríptica fórmula de ma-
ledicencia proferida para con un individuo, en el
marco de una situación tensa.
paba. En lengua chibcha, padre.
pachas. Hipocorístico empleado en alusión a las
alumnas del colegio Santa Francisca Romana, a
su vez conocido como Santa Pacha.
pachorras, hacer. Obrar de manera delibera-
damente lenta. Hacer un esfuerzo consciente por
perder el tiempo.
pachuco. Aburrido. Poco interesante. Ordinario.
De mal gusto. Por alguna indeterminada y curio-
sa razón, el término se despoja de su significado
original, procedente, según se cree de México, de
la palabra náhuatl 'pachoacán', cuyo significado es
el de ‘lugar en donde se gobierna’.
pachulí. Según una infundada creencia popular,
fragancia de perfume barato. El ‘patchoulí’ es en
realidad una planta aromática de uso común en
India.
paciente. En la jerga delincuencial, víctima.
paga. Voz un tanto burda empleada para ilustrar
lo mucho que se justifica llevar a cabo una deter-
minada actividad. ¡Paga ir a Ciudad Tunal porque
están repartiendo Milo caliente!
pagan justos por pecadores. Clásica tipifica-
ción de las injusticias a diario cometidas para con
P
(179)
*bogotálogo
una vasta mayoría de seres buenos, por una mino-
ría involucrada en la comisión de faltas castigadas
por la ley divina.
pagar escondedero a peso. Úsase para aludir
a una situación de desesperación extrema en la
que la víctima está dispuesta a esconderse en
cualquier lugar, toda vez que ello la exima de un
sufrimiento o incomodidad ulterior.
¡páguele pieza! Exclamación propia de taxistas,
conductores de autobús y transeúntes en general,
al sorprender a un par de amantes en medio de
un franco intercambio de caricias en la vía pública,
previo al amancebamiento, y empleada con el ob-
jeto de invitarlos a hacer uso de los servicios hote-
leros especializados en tales faenas, en cambio de
andar exhibiéndose. Véase arrecho, busque motel.
pailander. Acrónimo resultante de la conjunción
entre el término ‘pailas’ y el título del largometra-
je y serie televisiva ‘Highlander, el inmortal’, pro-
ducida en sus dos formatos durante las décadas
de los 80 y 90 del siglo XX, respectivamente.
pailas. Voz de preocupación empleada para ilus-
trar la gravedad de una situación determinada.
El término se deriva de la antañona expresión
“en la paila mocha” utilizado para aludir a quien,
por alguna razón, se encontraba padeciendo una
situación infernal, dada la popular creencia de
que el infierno es administrado por huestes de
pequeños demonios encargados de someter a los
impenitentes a suplicios en grandes recipientes,
abastecidos con hirviente aceite.
paja. Mentira.
paja, hacerse la. Procurarse la autosatisfacción
erótica, a la manera del legendario Onán.
pajarilla. Pese a la aparente delicadeza sugerida
por el término, la pajarilla no guarda relación al-
guna con el romántico mundo de las aves, pues no
es otra cosa que el pulmón de una res. Hay quie-
nes tienen la repugnante costumbre de servirla en
un pestilente caldo aderezado con sangre bovina.
pajazo. Faena de autosatisfacción erótica mas-
culina.
pajearse. En los hombres procurarse satisfac-
ción mediante mecanismos onanismos y autoeró-
ticos.
pajudo. Individuo proclive a proferir mentiras.
Mitómano.
pajuelo. Discípulo contumaz y leal de Onán.
palanca. Influencia necesaria para obtener un fin
político, laboral o comercial determinado. La 'pa-
lanca' es una oscura fuerza oligopólica y burócra-
ta encargada de favorecer a determinados indivi-
duos laboral o contractualmente. Puede tratarse
del individuo encargado de traficar las influencias
o de las influencias como tales.
pálida. Malestar súbito cuyo síntoma más evi-
dente es la lividez.
palito. Especie de don indefinible y propicio que
deriva en una consecuencia determinada, por lo
general negativa. Yo tengo el palito para los mari-
cas. Yo tengo palito para caerles mal a los policías.
palo. En la jerga de la clase obrera, canasta de
cerveza.
palo de agua.
1. Expresión tradicional con la que se alude a una
lluvia copiosa.
2. Instrumento idiófono de forma cilíndrica confor-
mada por un tubo de madera relleno con piedreci-
llas, cuyo sonido simula el de la lluvia.
3. Intérprete del posmoderno y polémico género
del tropipop.
palo seco, a. Soportar un determinado trance sin
la anestésica ayuda del alcohol.
palo, dar. En el caso de una obra artística de
cultura popular, tal como una canción, un libro, un
largometraje o una serie de televisión, ponerse de
moda.
palo, ser el. Recibir un resultado triunfal, sor-
presivo y contrario a los pronósticos y las expecta-
tivas, en el marco de la entrega de algún galardón.
(180)
palo, ser un. Ser poco diestro en la danza o en
la práctica de un deporte. Véase primera acepción
de tronco.
palo, un. Un millón de pesos.
pana. Amigo íntimo y entrañable. La expresión se
deriva del anglicismo 'partner'.
pandebono con bocadillo. Variable criolla del
pandebono. Al decir de los puristas oriundos del
departamento vallecaucano, toda una aberración
de la típica repostería colombiana, pues, de acuer-
do con sus estándares gastronómicos, incluir pas-
ta de guayaba en dicho alimento se constituye en
un irrespeto al tradicional amasijo.
pandeyuca. Producto de panadería con forma de
media luna o bumerán, elaborado a base de almi-
dón de yuca, queso blando, mantequila y huevos.
Las bondades del pandeyuca fresco tienen una
durabilidad limitada, puesto que al día siguiente a
su manufactura éste tiende a tomar una molesta
consistencia pétrea y riesgosa incluso para las
más sólidas dentaduras.
panel. Camioneta de la Policía Metropolitana de
Bogotá.
panela.
1. Frente humana.
2. Artificio tecnológico aparatoso. El término se
utiliza con frecuencia para aludir a dispositivos de
telefonía celular o radios portátiles de gran tama-
ño. Véase flecha.
panelazo. Golpe seco espetado de forma cruel
con la palma de la mano en la frente del despre-
venido contendor.
paniqueado. Individuo atemorizado y paranoico,
estado por lo general provocado por la ingesta de
bazuco.
paniquear. Suscitar episodios de pánico en un
determinado individuo.
panocha. Vagina.
pañete. Capa de estuco o yeso empleada para
dar acabado a las paredes, inmortalizada por Fé-
lix San Jordi y su Banda Sonora en su legendaria
canción ‘El rey del pañete’.
pantallero. Individuo exhibicionista y ávido de
figuración.
pantalón marranero. Pantalón con perneras
altas.
pantera. Compañera o cónyuge en extremo celo-
sa y propensa al enojo.
panticondón. Obra magna de la creatividad
colombiana en la que se conjugan el diseño de
modas, la ingeniería, la profilaxis y la ciencia, para
dar lugar a una suerte de prenda íntima provista
de un preservativo, ideal para amantes fogosos y
apresurados que requieren de un inmediato inicio
de la jodienda sin despojarse de la totalidad de
sus ropas.
Pantyficia Universidad Javeriana. Alusión
irónica a las gran cantidad beldades que estudian
en dicha universidad, con injusta reputación de
homologar el examen de admisión a sus alumnas
con un ‘casting’.
panucha. Especie de dulce de leche de forma
similar a la de una empanada, rellena de arequipe
y recubierta por azúcar pulverizada.
papa. Uno de los alimentos base de la dieta bo-
gotana, rico en contenido farináceo y escaso en el
proteínico.
papa explosiva. Material bélico de fabricación
casera y uso generalizado en protestas estudianti-
les. Véase mamerto, nacho, la, piedragógica.
papa en chupe. Típico platillo elaborado con papas
dispuestas en gajos y bañadas en una emulsión
compuesta por cebolla, tomates rojos y leche.
papa, buena. Individuo amigable, generoso y
bonachón.
papasote. Fórmula de halago un tanto burda
empleada para exaltar las virtudes estéticas de un
caballero.
papaya, dar. Ubicarse en una posición de blanco
fácil para el enemigo. Actuar con poca precaución.
(181)
*bogotálogo
Ponerse en evidencia ante un potencial agresor
o rival. Según algunos el término tiene su origen
en una donación de helicópteros efectuada por
Rusia al Ejército colombiano. Cuenta la historia
que tales vehículos fueron entregados a la res-
petable entidad castrense pintados con el color
naranja-papaya del anticorrosivo y que, de forma
muy ingenua, los pilotos anduvieron volando por
el cielo con sus naves de guerra pintadas en ese
tono, exageradamente vistoso y fácil blanco para
el enemigo.
La sabiduría popular colombiana, siempre pro-
pugnando por la ley del nulo esfuerzo y del camino
fácil, ha incorporado en su doctrinario dos premi-
sas fundamentales en la conducta de todo hombre
que se precie de ser inteligente:
Premisa 1: No dar papaya.
Premisa 2: ‘Papaya ponida (sic), papaya partida’.
papayazo. Oportunidad de fácil aprovechamien-
to. Circunstancia excepcionalmente favorable.
papayo, pasar al. Condenar a muerte. Asesinar.
papeluchos. En tiempos independentistas, pan-
fletos de publicación semanal cuyo contenido en
su mayoría era político, satírico y de tono burlón.
papero. Cultivador de patatas. Úsase también
para aludir a un individuo de modales burdos y
faltos de refinamiento.
papi. Fórmula de alusión cariñosa al esposo,
novio, pareja o mancebo, de gusto y categoría
exageradamente dudosos.
papiarse.
1. Ingerir un determinado alimento.
2. Hacer uso de un individuo mediante un ayunta-
miento erótico.
3. Derrotar o demostrar una superioridad ostensi-
ble con respecto a otro individuo en una determi-
nada competencia.
4. Convertir a un incauto en víctima de un timo.
papicultor. Individuo dedicado al cultivo de pa-
tatas.
papita, echar. En cierta jerga ramplona y de
dudoso gusto, almorzar.
papito rico. Fórmula ramplona para exaltar las
virtudes estéticas de un representante del género
masculino.
paquete.
1. Contratación, fichaje o negociación enmarcados
en el engaño y en la decepción por no cumplir con
las expectativas generadas. Úsase por lo general
para aludir a un supuesto refuerzo extranjero
llamado a fortificar las huestes de alguno de los
oncenos balompédicos de la capital.
2. Miembro viril, por lo general en su estado de
flacidez y sobresaliente de entre las prendas inte-
riores.
3. Unidad de medida correspondiente a un millón
de pesos.
para.
1. Vulgarismo empleado en conferencias telefó-
nicas cuando, en lugar de saludar al interlocutor
telefónico o al dependiente de determinado es-
tablecimiento, el hablante pretende abreviar los
protocolos con una inexistente capacidad de sín-
tesis. Así, en lugar de optar por un razonable “Se-
ñorita, ¿podría usted enviarme un taxi, por favor?”
o por un “Señorita, quisiera pedir una pizza, por
(papaya, dar)
(182)
favor”, terminan por decir: “Para pedir un taxi” o
“Para una pizza”.
2. Abreviatura de paramilitar.
para que no le cueste, no se recueste. Con-
signa de vitrina de droguería, dulcería o cigarrería,
por lo general manuscrita y adherida con cinta
pegante a la superficie del cristal de la estantería,
para advertir a quien se pose sobre ella acerca
de los peligros físicos y pecuniarios que le puede
representar una eventual ruptura de los vidrios.
paraco. Apócope despectivo de paramilitar.
paralóbicas. Expresión resultante de invertir el
orden de la cuarta y la tercera sílabas del término
‘parabólicas’, alusivo a las antenas receptoras
ilegales de televisión satelital, cuya proliferación,
desde mediados de los 80, modificó el paisaje
urbano en forma considerable. Véase casa del
satélite.
paramosa.
1. Temporada lluviosa.
2. Gracias a la curiosa sonoridad del término, dí-
cese también de un período ideal para iniciar una
relación extramarital. ‘Paramosa’ se transforma
en ‘para-moza’.
parca. Patrulla policial. Véase choro, tombo.
parce. Apócope de parcero.
parcero. Amigo entrañable. La expresión se deri-
va del vocablo portugués parceiro.
parchar.
1. Compartir un determinado tiempo junto a uno o
varios individuos.
2. Antioqueñismo equivalente al bogotano ‘rum-
bearse’.
parche. Colectividad conformada por amigos
cercanos.
parchudo. Temperamental. De ánimo y disposi-
ción inestables.
parkermétrico. Estilógrafo o bolígrafo de defi-
ciente calidad y marca dudosa.
paro. Remedo o simulacro de algo real.
parola. Levantamiento súbito e inocultable del
tolete viril. Véase arrecho, guecha, izar bandera.
parrandear.
1. Festejar.
2. Estropear.
particular, de. En la jerga escolar y corporativa,
sin uniforme.
parte. Multa o comparendo recibido como conse-
cuencia de una infracción de tránsito.
partir. Alusión coloquial a ser castigado con
un comparendo o ‘parte’ por causa de una in-
fracción al código de tránsito. Quizás el verbo
debiera ser ‘partear’ y no ‘partir’. Me crucé un
semáforo en rojo y me partieron. Véase chupa,
tombo, untar.
partir el bizcocho. Alusión obscena con preten-
siones cómicas, en la que se pretende jugar con
la similitud encerrada por el concepto de rebanar
una tarta y el de hacer menester de las zonas
pudendas de un individuo.
pasacintas. Arcaísmo, típico de los 70 y 80,
empleado para aludir a un reproductor de cintas
magnetofónicas, por lo general destinado a auto-
móviles.
pasado.
1. Dícese de un individuo visiblemente afectado
por el excesivo consumo de alcohol o estupefa-
cientes.
2. Producto de calidad destacable.
3. Exagerado.
pasar al papayo.
1. Fusilar.
2. Conducir a un individuo al tálamo copulatorio.
(pasacintas)
(183)
*bogotálogo
pasar derecho. Soportar, por causa de los me-
nesteres académicos, laborales o festivos, una
noche de insomnio.
pasar por la galleta. Curiosa expresión cuyos
orígenes suelen ser ignorados por la mayoría de
quienes la emplean. Alude al hecho de desconocer
la autoridad o el concepto de alguien con respecto
a una decisión cualquiera. ‘Galleta’ es una expre-
sión coloquial con la que se hace referencia a un
orificio visible en alguna prenda de vestir, por lo
general un calcetín.
pasar por la manteca. Desconocer en forma
deliberada el trámite regular de un asunto, omi-
tiendo una o varias de las instancias.
pase. Dosis de cocaína.
paseo millonario. Ingeniosa modalidad delictiva
consistente en forzar, mediante el uso de armas,
maltrato verbal y demás medidas coercitivas, al
infortunado usuario de un servicio de taxis para
que extraiga y entregue el dinero almacenado en
sus cuentas bancarias a los malhechores, a través
de cajeros electrónicos.
Para tales efectos –dado que el cupo admitido por
cada retiro es limitado– la víctima es transportada
por diversas sedes de bancos y corporaciones de
la ciudad, hasta agotar el saldo total de su cuenta.
Durante el recorrido, los bandidos suelen castigar
al desdichado viajante con toda suerte de impro-
perios e injurias, muchas veces acompañados de
golpizas y torturas, con el fin de incrementar su
nerviosismo y obligarlo a suministrar la contrase-
ña de sus tarjetas de crédito o débito.
El paseo millonario se inicia en el momento en
que el incauto pasajero aborda el taxi convencido
de que quien lo conduce es un laborioso hombre
de bien, y continúa con la triste decepción de notar
que éste es en realidad miembro de una nefasta
jauría de delincuentes, quienes en un callejón
oscuro se suman a la tripulación del vehículo para
iniciar la enriquecedora faena. Véase burundanga,
cascado, choro, tumbe.
pasillo. Género musical interpretado a ritmo de
¾. Su instrumentación incluye guitarras, tiple,
bandola y requinto. Es una de las herencias sim-
bióticas de Américal.
pasmada. Desagradable sintomatología oca-
sionada por la abrupta y larga suspensión en la
ingesta de una bebida alcohólica.
pasmado. Individuo de carácter flemático y poco
dado a la acción.
paso de parihuelero, a. Avance lento, si bien
seguro. Un parihuelero era el encargado de llevar
las cargas en hombros mediante un sistema de
dos patas que servían como sustento.
pastal. Minifundio en peligro de extinción, dado el
excesivo uso del asfalto en la ciudad. En tiempos
antañones los pastales sirvieron de lugar para el
recreo, el retozo, el jugueteo, la práctica espontá-
nea de deportes a campo abierto o la elevación de
cometas, en compañía de burros, vacas, cabras,
chivas y caballos –y en algunos desgraciados ca-
sos, también de ratones y ratas–.
pastillaje. Cobertura sólida o cremosa en exceso
dulzona empleada en repostería.
pasto, dar. Dar cierta ventaja al contendor en
medio de una competencia, para convencerlo de
una inexistente superioridad de su parte.
pastorejo. Molesto golpe resultante de la pro-
pulsión del dedo índice contra el pulgar, por lo
(paseo millonario)
(184)
general propinado en los órganos externos de la
audición. Véase monitor, ruta.
pata. Extremidad inferior. Úsase de forma burda
para aludir a los pies.
pata, a. Caminando.
pata al suelo. Úsase para aludir a un individuo
desprovisto de calzado.
pat’e caucho. En la jerga policial, automóvil.
pat’e cumbia. Frecuente y ofensivo remoquete
con el que algunos individuos irrespetuosos sue-
len referirse a quien padece de alguna afección o
impedimento para caminar, bien sea permanente
o transitoriamente, y sólo en una de sus piernas.
pat’e perro. Viajero consuetudinario. Aventurero.
Aficionado a viajar o a discurrir en el exterior del
fuero hogareño.
pata pelada, a. Descalzo.
patacón.
1. En tiempos coloniales, unidad de medida expre-
sada en monedas.
2. Rodaja frita de plátano.
patadas, a las. Descuidadamente. Sin atención.
Con prisa.
patanear. Gandulear. Juguetear con brusquedad.
patas, el. Demonio. Personificación de las fuer-
zas siniestras y crueles del mal. El patas suele
ser convocado cuando no parece haber alrededor
nadie capaz de resolver un interrogante o de solu-
cionar una situación.
pateador. Denominación despectiva con la que se
conoció a los centralistas en tiempos de la llamada
‘Patria boba’. El nombre se originó cuando, presa
de la ira, José María Carbonell, partidario de esa
forma de organización política, arrojó al suelo, pa-
teó o pisoteó un ejemplar de ‘El Carraco’, publica-
ción originada por sus opositores. El hecho ocurrió
durante la guerra entre Cundinamarca y Tunja.
patear la lonchera. Desaconsejable costumbre,
consistente en defenestrar del empleador, po-
niendo en riesgo el futuro laboral.
patearse. Ser testigo encubierto e indiscreto
de una situación a la que no se ha sido invitado,
muchas veces en contra de la propia voluntad. Me
tocó patearme una discusión entre mi hermano y su
novia.
patecabra. Puñal.
pateperro. Andariego. Véase pat’e perro.
patialegre. Individuo de espíritu aventurero pres-
to a desplazarse a cualquier lugar.
patiapartado. Véase patiapartao, rodillijunto.
patiapartao. Dícese de quien padece de una se-
paración anormal de sus piernas bajo las rodillas.
Cascorvo. Patizambo, zancajoso.
Patiasao. Legendario expendio de frituras y pla-
tillos típicos ubicado en inmediaciones de la actual
calle 82 con carrera Séptima. Fue la inspiración
para una célebre obra musical del maestro Juan
Carlos Tobar.
paticontento. Amigo de los viajes y las faenas
vacacionales.
patinchao, Véase patihinchado.
patihinchado. Individuo insignificante, de es-
caso poder y relevancia. Úsase por lo general en
contraposición a quien goza de prestancia y poder
de decisión. ¿Qué va a decir un pobre patihinchado
como Juan al lado del señor Suárez, que tiene maes-
trías, especializaciones y doctorados?
patico, mujer. En cierta oscura jerga machista,
curiosa mezcla femenina en que se conjugan los
atributos de la pantera, el tigre y el cocodrilo; a
saber: atrevida, hábil y poco agraciada.
paticortico. Individuo de extremidades inferiores
cortas.
patirrajado. Vocablo propio de la meseta cundi-
boyacense empleado para aludir a un individuo de
muy poca relevancia.
Patiobonito. Tradicional sector ubicado en el
sur de la ciudad, reconocido por sus críticos y
detractores como ‘el barrio de las dos mentiras’
(185)
*bogotálogo
dado que, a su parecer, Patiobonito no es un patio
ni es bonito.
pato. Dícese de quien concurre a una determi-
nada festividad, jarana, jolgorio o ceremonia sin
haber sido objeto de invitación alguna. Según
sostienen algunos investigadores, el término se
originó en homenaje a un bogotano adepto a dicha
práctica a quien en el siglo XIX llamaban, precisa-
mente, ‘el pato’.
pato, pagar el. Pagar un castigo o condena por
un crimen, delito, falla o error no cometidos.
patojo. Chicuelo.
patoneada. Caminata extensa.
patonear. Recorrer una distancia extensa cami-
nando.
patrasearse. Retroceder en un dictamen, deci-
sión u opinión. Recular.
paturro. Individuo de corta estatura o cuyo largor
de extremidades es inferior al normal
pcua. En lengua chibcha, lengua.
pcuahasa. En lengua chibcha, relámpago.
pcuapcua. En lengua chibcha, sombrero.
pechi. Remoquete cariñoso con el que los invete-
rados consumidores de cierto tradicional cigarrillo
sin filtro suelen aludir a quien a la postre habrá de
convertirse en el agente provocador de su doloro-
sa y lenta agonía por causa de alguna enfermedad
respiratoria.
pechiblanca. En la jerga de los beodos de profe-
sión, cerveza Águila.
pechonalidad. Unidad de medida alusiva a las
dimensiones de las turgencias mamarias de una
dama. El vocablo es una deformación del término
‘personalidad’. De acuerdo con cierta premisa
parafílica, “lo más importante en una mujer es la
pechonalidad”.
pecosa. En la jerga de los practicantes de balom-
pié, balón.
pecueca. Fragancia fétida emanada desde las
extremidades inferiores de un individuo, cuyo
aroma, según algunos catadores, semeja el de las
galletas de sal.
pecueco. De escaso valor y poca virtud. Carente
de atractivo.
pedir cacao. Suplicar por compasión.
pedirlo. Solicitud de una o más relaciones
sexuales, por lo general adornada de protocolos y
ardides de seducción.
pega.
1. Residuo quemado del arroz, por lo general alo-
jado en el fondo del recipiente en el que ha sido
cocido.(patirajado) Voceador de prensa, 1920. Luis Alberto Acuña / Colección
MDB - IDPC
(186)
2. Mofa, chascarrillo o broma, casi siempre pro-
pinados por vía telefónica. El advenimiento en
los años 90 del siglo XX de los sistemas identifi-
cadores de llamadas promovidos por la ETB, dio
al traste con esta tradicional costumbre a la que
muchos chicuelos bogotanos eran adeptos.
pegachento.
1. Individuo que, en virtud de su no deseada omni-
presencia, causa fastidio.
2. Pegajoso.
pegar.
1. Dirigirse hacia un determinado lugar.
A esta hora, con contraflujo, yo no pego pa’l norte ni
por el chiras.
2. Coincidir.
3. Combinar.
4. Tener éxito en una determinada empresa.
El hombre pegó duro con esa nueva línea de perros
calientes que lanzó.
pegarle. Contagiar a alguien de alguna dolencia
o hábito. Tener éxito en un determinado empren-
dimiento.
pegarle al perro. Contar con buena e inusitada
fortuna en una empresa cuyos alcances en prin-
cipio parecieron inciertos. La variable ‘no me le
pegue al perro’ es un llamado a no causar daño a
parientes o allegados.
pegarle su afinada. Alusión al acto de ajustar
cuentas con un individuo o de acceder erótica-
mente al mismo.
pegarle su alineada. Reprender a un individuo
con el objeto de enderezar sus conductas.
pegarlo. En la jerga de los consumidores habitua-
les de tetrahidrocanabinol, rodear de saliva el papel
de arroz que recubre un cigarrillo de marihuana,
con el propósito de que sus extremos se adhieran,
para así conferirle su característica forma de cilin-
dro, ergonómica e ideal para el consumo humano.
pegostre.
1. Mancha pegajosa de muy difícil remoción.
2. Véase pegachento.
pegote. Pequeñuelo.
pegote, caer como un. Provocar disgusto o
desagrado en alguien.
péguele. Voz estimulatoria para invitar a alguien
a decidirse a ejecutar una determinada acción.
pela. Fórmula de castigo físico empleada por los
padres, con supuestos propósitos aleccionadores y
–por lo general– sucedida de una justificación del
tipo “esto me duele más a mí que a ti”.
peladero, subirse en un. Acudir –en busca de
socorro económico– a un posible prestamista cuya
situación es de iliquidez o de ausencia de posibles
insumos económicos. El término hace alusión a la
situación de desvalimiento a la que se ve abocado
quien decide ubicarse en un lugar desprovisto de
vegetación.
peladez. Situación de extrema y preocupante
ilíquidez. Véase peña, vaciado.
pelado.
1. Jovencito.
2. Individuo falto de recursos pecuniarios.
peladura. Raspadura resultante de un accidente.
pelanga. Condumio de alto contenido graso y
aroma notorio, conformado por diversas vísceras
procedentes del ganado vacuno o porcino.
pelar el cobre. Expresión tomada de la bisutería
y del arte joyero, y empleada para tipificar el mo-
mento en que un individuo delata sus verdaderas
intenciones, defraudando la confianza del hablan-
te. Está basada en la prueba química consistente
en determinar la pureza áurea de un supuesto
metal precioso, cuyo resultado en ocasiones deri-
va en el descubrimiento de que el mayor porcen-
taje es en realidad cuproso.
pelarse el cable. Alusión burda, aunque cómica,
al acto onanístico.
peli. Poco masculino apócope de ‘película’ im-
portado desde tierras ibéricas. Primo hermano de
‘celu’, ‘deli’, ‘depre’ y de otras afeminaciones más
(187)
*bogotálogo
por desgracia adoptadas como propias por las
nuevas generaciones de bogotanos.
pelo, a. Úsase para aludir a una relación sexual
llevada a cabo sin el uso de un preservativo. No
tenía condón y me tocó comerme a esa hembrita a
pelo.
pelota. Individuo ingenuo, torpe o de escasa inte-
ligencia.
pelotera. Reyerta. Algarabía. Confusión.
penco. Mujer atractiva. Individuo burdo.
pendejada. Hecho irrelevante.
pendejear. Cometer alguna estupidez. Desperdi-
ciar el tiempo.
pendejo. Individuo ingenuo y poco inteligente.
A diferencia de lo que ocurre con la mayoría de
países latinoamericanos, en Bogotá y en Colombia
el término parece despojarse de su connotación
sexual.
pendiolo. Individuo falto de valor, iniciativa y
ánimo.
peña. Casa de empeño. Clásico epicentro de
quienes a causa de las aciagas y adversas cir-
cunstancias económicas se ven obligados a hi-
potecar sus planchas, equipos estereofónicos,
cámaras de video o fotografía y demás artefactos
que, por supuesto, nunca recuperan. Las peñas
generalmente son atendidas por individuos intran-
sigentes, humillativos y adustos, y suelen ser fre-
cuentadas por músicos en ciernes con el propósi-
to de obtener instrumentos musicales de segunda
mano. Véase desvare, rebusque, tumbe, varado.
peo.
1. Dificultad.
2. Lío. Contratiempo.
3. Gas expelido por vía anal.
peonada. Proceder ordinario e incivil.
pepa.
1. Droga en presentación de grajeas o píldoras.
2. Dícese de un individuo destacable por sus nota-
bles capacidades cognitivas.
pepazo. Impacto con arma de fuego.
Pepita Mendieta. Miembro ficticio del elenco
del seriado televisivo ‘Dejémonos de vainas’, cuya
presencia real se limitó a menciones casuales por
parte de los demás miembros del reparto, sin que
jamás ella hiciera una real aparición en medio de
la serie. En teoría, Pepita Mendieta era una dama
de alta sociedad, íntima amiga de la tía Loli, a su
vez encarnada por Érika Krum.
pepito. A principios del siglo XX, jovencito alam-
bicado de maneras refinadas y atavíos ostentosos.
Véase cachaco, cocacolo, gomelo, pepito, play.
pepo.
1. Consumidor inveterado de drogas. Véase drogo,
drulo.
2. Dícese también de quien se encuentra bajo el
efecto de algún estupefaciente.
pepos, ojos. Estado de inflamación e irritación
ocasionada por el consumo recurrente de canna-
bis.
peque. Apócope de pequeño.
percanta. Individuo aborrecible. El término, al
parecer extraído del repertorio de lunfardo argen-
tino, no guarda relación alguna con su significado
original (mujer considerada desde el punto de
vista amatorio).
perder es ganar un poco. Demagógica justi-
ficación expresada por el antaño director técnico
del seleccionado futbolístico nacional para expli-
car sus salidas en falso, en el marco del torneo
mundial del deporte en cuestión correspondiente
al año 1994.
perendengue. Remilgo. Embeleco. Accesorio
innecesario.
pereque. Impertinencia, imposición u obstáculo
fastidiosos.
pérez. Apócope de ‘perico’, en alusión a la cocaí-
na.
perica. Forma anacrónica, en femenino, para
referirse a la cocaína.
(188)
pericada.
1. Candidad apreciable de huevos pericos para ser
compartida entre varios individuos.
2. Faena gastronómica con huevos pericos como
plato central.
pericazo. Dosis de cocaína. Véase fuetazo.
perico.
1. De conformidad con una inexplicable costumbre
bogotana difícil de asimilar para el resto del país,
un perico es un pequeño café con leche. Para el
resto del país la expresión resulta razonablemente
absurda.
2. Huevo perico. Platillo elaborado a partir del
líquido embrionario de la gallina, sal, tomates
picados y, en algunos casos, cebolla.
3. Cocaína. Según los entendidos en tan perni-
ciosas lides, el término comenzó a ser utilizado a
comienzos de los 70 a causa de la similitud entre
el parloteo imparable de quienes se encuentran
bajo el efecto del alcaloide, y el de las delicadas
avecillas que canturreaban sin tregua, muchas
veces confinadas a una cruel jaula hasta el día de
su deceso.
periquearse. Consumir cocaína.
periquera. Cuadro de sintomatologías propias de
quien ha consumido cocaína.
pero disimule. Voz de alerta lanzada a quien
está poniéndose en evidencia en la comisión de
algún hecho imprudente o ilícito.
perra.
1. Embriaguez.
2. Dama promiscua y casquivana.
perrada.
1. Movimiento desleal.
2. Traición.
3. Proceder habilidoso y marrullero.
perrata.
1. De mala calidad.
2. Ser u objeto de muy bajas calidades físicas o
espirituales.
perratear. Estropear. Restar calidad o categoría.
perratearse. Denigrarse. Disminuir en categoría
hasta frisar las bajas esferas.
perratec. Universidad de discutibles calidades
académicas. El término resulta de la unión del
coloquialismo ‘garatec’ y la expresión ‘perrata’.
perrear. Impúdica y antiestética forma de ce-
remonial rítmico consistente en la unión de dos
cuerpos, contoneándose eróticamente con erotis-
mo al ritmo del igualmente insinuante reguetón.
perrenque. Intrepidez. Fortaleza. Vigor.
perro.
1. Individuo casquivano, libidinoso y promiscuo.
2. Individuo de calidades humanas cuestionables.
3. Individuo experimentado y habilidoso en una
determinada lid.
perro canequero. Dícese de aquel hombre cuya
promiscuidad se ve aunada al evidente mal gusto.
perro minetero. Mámifero cánido adepto al ex-
traño hábito de estimular los genitales femeninos
con su aparato lingual.
perros, echar los. Esgrimir, sin demasiada
discreción, todas las armas posibles de conquista
para ganarse los favores amorosos de alguien.
perruncho. Dicho de un individuo, polígamo
y promiscuo. En lo que es un claro reflejo de la
visión machista del pueblo capitalino, el término
resulta ofensivo al aludir a una dama, mientras
que parece tomar tintes halagüeños si se trata de
un caballero.
Perse, La. Apócope de La Perseverancia, sector
antaño conocido como Unión Obrera, y hoy epicen-
tro del afamado Festival de la Chicha, el Maíz y la
Dicha.
perubólica. En los 80 y 90 el término fue una
fórmula genérica para aludir a los canales televi-
sivos procedentes del país incaico y recibidos por
la vía satelital (Frecuencia 2 Satélite y América
TV, entre ellos). Pese al infundado sentimiento de
superioridad que invade a los colombianos frente
(189)
*bogotálogo
a los demás países andinos, sigue siendo una ver-
güenza el que para aquel entonces ninguna de las
estaciones de televisión colombiana fuera abona-
da de alguno de los servicios de satélite en boga
en ese momento (tales como el Galaxy I, líder del
mercado en aquel tiempo). Una de las cadenas de
la desaparecida Inravisión conseguía con mucha
dificultad emitir sin señal de audio por vía Intelsat,
tal como puede comprobarse en las revistas TvÓr-
bita, editadas durante aquel dorado periodo de los
receptores ilegales de televisión internacional.
peruchas. Turgencias mamarias de una dama.
pesado. Individuo insoportable y poco delicado.
pesarse. Visitar una mancebía con el objeto de
que una meretriz calibre las aptitudes sexuales
del individuo.
pesares. En palabras de individuos amarretes y
poco solventes, pesos.
pesca milagrosa. Modalidad delictiva de uso
generalizado en grupos armados al margen de
la ley, consistente en salir a las carreteras en
busca de viajeros para convertirlos en víctimas
de secuestro. Su nombre –inspirado en un relato
bíblico consignado en los evangelios– se debe a la
incertidumbre que constituye en principio el des-
conocer las condiciones económicas y, por tanto,
el posible monto de la recompensa que se ha de
cobrar por la potencial víctima.
pescar. Hurgar entre los bolsillos con el propó-
sito de calmar la sensación de prurito en la zona
testicular, forma de tratamiento que en ocasiones
suele derivar en una faena onanística, a la que
también se llama ‘pesca milagrosa’.
pescucia. Individuo abominable y digno de des-
precio.
peste. Afección gripal. Catarro.
petacas, echarse a las. Bajar la guardia o con-
fiarse en demasía en cuanto a una tarea determi-
nada.
petaco. Canasta de cerveza.
petaquear.
1. Descomponer o deteriorar un objeto. Estropear
una situación.
2. Véase tirarse.
peto. Maíz blanco en su estado más crudo.
peye. Despreciable, repugnante, de mal aspecto o
pésima calidad.
picada. Conjunto de alimentos cortados y dis-
puestos en bandejas para el consumo espontáneo
de los comensales.
picadito. Encuentro balompédico improvisado,
despojado de reglas, condiciones o tiempos rigu-
rosos.
picado. En palabras de gusto dudoso, individuo
pretencioso y engreído.
picar el ojo. Acción de cerrar uno de los párpa-
dos en forma voluntaria para comunicar alguna
situación al interlocutor de manera no verbal. Tal
tipo de guiño es el gesto predilecto de los timado-
res en busca de complicidad a la hora de proferir
una mentira o de quienes desean ejercer el flirt o
galanteo de manera directa y poco pudorosa.
picárselas. Darse inmerecidas ínfulas.
picha. Costra de lágrima, moco, agua y grasa,
procedente de las glándulas y la mucosa de los
párpados, solidificada en cercanías de las cuencas
oculares.
pichal. Lodazal pestilente, estancado y fétido.
(perubólica)
(190)
(peste) Hombre con pañuelo en las escaleras del Capitolio, 1940. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
(191)
*bogotálogo
(picado) Cochise se retoca en el retrovisor para recibir el premio de la Vuelta a Colombia, 1963. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
(192)
pichanguear. Véase pichar.
pichar. Chibchismo para referirse al acto copulato-
rio. En tiempos modernos el término suele ser toma-
do como burdo.
pichirilo. En jerga popular y harto ramplona,
automóvil.
picho.
1. Materia orgánica en estado putrescente.
2. Úsase para aludir a un individuo en estado críti-
co de enfermedad.
3. Estropeado.
picho en plata. Envidiosa manera de referirse a
quien –a diferencia del hablante– ha sido bende-
cido por la fortuna. Úsase, sobre todo, de manera
despectiva.
pichón. Adepto a la cópula.
pichonear.
1. Hallar. Encontrar. Localizar.
2. Buscar con la vista y sorprender en un ilícito.
pichurria. Individuo o cosa aborrecible.
pichurrio. Decepcionante y de poca relevancia.
pico.
1. Fórmula empleada para aludir a cifras inexac-
tas. Esa vieja debe tener treinta y pico años. Nos
vemos a las 5 y pico.
2. Ósculo discreto en la mejilla.
pico y placa. Estricta medida oficial derivada
del hacinamiento del que la malla vial capitalina
es objeto por causa de la sobreabundancia de
parque automotor y de la negligencia de quienes,
sin haber presupuestado el desmedido crecimien-
to experimentado por la ciudad y su número de
habitantes, trazaron unas vías precarias e insu-
ficientes. La disposición consiste en sancionar
la circulación de los vehículos cuya placa tenga
como dígito final un determinado número, durante
ciertas horas y días de la semana hábil.
pide más que deme. Utilizase para aludir a un
individuo o institución en extremo exigente y pedi-
güeña. Véase garoso.
piedra. Rabia. Ira. Ánimo enfadado.
piedra, sacar la. Provocar enojo a algún individuo.
piedragógica. Mote con el que algunos ciudada-
nos suelen generalizar al aludir a la Universidad
Pedagógica, inspirado en la costumbre ejercida
por una minoría vandálica de su estudiantado, de
responder a las agresiones de los representantes
de la Fuerza Pública con pedreas y petardos.
piedro. Dícese de quien se encuentra en un esta-
do de irascibilidad.
piedronón. Enojo excesivo al enterarse de un
asunto desagradable en forma súbita.
Pierrot. Desaparecida marca de cigarrillos ela-
borada por la Compañía Colombiana de Tabaco. A
éstos les sobrevive una tradicional línea de ciga-
rrillos sin filtro con nombre de nativo americano.
Pese a que los asentamientos poblados por los
indígenas pielrrojas se encuentran en su totalidad
ubicados en suelo de Norteamérica, algún crea-
tivo falto de patriotismo supuso que tal nombre
resultaría sin duda más atractivo a los potenciales
adictos a la nicotina durante los lejanos años 30
del siglo XX. Nadie, por ejemplo, pensó en la opor-
tuna y muy nacionalista utilización del indio pijao
Calarcá, con su cabeza revestida de penachos y su
nariz angulosa y desafiante.
pieza. Habitación.
¡pilas! Voz de alerta para invitar a un individuo a
mantenerse en guardia frente a alguna situación
determinada. Es la lógica derivación del más an-
tiguo modismo de ‘ponerse las pilas’. La analogía
entre la energía humana y las baterías eléctricas
fue debidamente tipificada por la desaparecida
agrupación puertorriqueña Menudo, con su mag-
na obra ‘Cámbiale las pilas’.
pilera. Sagacidad. Inteligencia. Disposición para
el trabajo y la acción.
pillarse. Voz de invitación para fijar la atención
o la vista en algo. Píllese las nuevas zapatillas que
están vendiendo en Sanandresito.
(193)
*bogotálogo
pilo. Individuo brillante y destacable por su alta e
incansable capacidad de trabajo.
piloso. Véase pilo.
pinchado. De maneras y gustos refinados.
pincharse.
1. Dicho de un automotor o de su conductor, sufrir
un pinchazo. Es curioso el contraste entre el uso
de tal expresión en Bogotá y el resto del país, des-
pojado de los pronombres personales ‘se’ o ‘me’,
un tanto diferente al ‘pinchar’, de otros países , en
el que se prescinde de estos últimos, aludiendo
tan sólo a ‘pinché’.
2. Adoptar maneras o hábitos elegantes.
pinche. Insignificante. Sin valor.
pingua. Canica de diminuto tamaño.
pingüiñoño. Antioqueñismo popularizado por
la afamada y entrañable Nena Jiménez, refinada
comediante oriunda del Valle de Aburrá. Empero
su sonoridad, que en principio sugiere ingenuidad,
alude de manera franca y directa al miembro viril.
pinitos, hacer. Aborrecible fórmula cliché para
aludir a los primeros atisbos en el desarrollo de
alguna actividad profesional.
pinta.
1. Aspecto físico.
2. Atavío.
3. Vulgarismo para aludir a un individuo del sexo
masculino.
4. Dicho de un caballero, atractivo.
pintoso. Individuo de buen ver.
píntela. Voz que antecede a la ejecución de una
tarea. Tiene por objetivo solicitar al interlocutor
una descripción pormenorizada de las labores
por ejecutar. También es utilizada, en una clara
manifestación de vulgaridad y pésimo gusto, en la
antesala de una riña: “¡Píntela como quiera!”
píntela, que yo se la coloreo. Expresión be-
licosa empleada para convocar al interlocutor
a dar inicio a una contienda callejera. Téngase
en cuenta que –pese a que la expresión indica
lo contrario– en realidad los términos ‘pintar’ y
‘colorear’ son sinónimos, por lo que sería más
correcto y menos burdo optar por un ‘dibújemela,
que yo se la coloreo’. Cabe aclarar que tal llamado
no es, precisamente, una invitación a la creación
pictórica colectiva.
pintorreteada. Dicho de una dama, maquillada
en forma excesiva.
pintoso. Individuo bien plantado.
pión. Barbarismo despectivo para aludir a un in-
dividuo burdo, derivado del vocablo original ‘peón’.
pipa. Vientre prominente, por lo general resul-
tado de la ingesta profusa y crónica de cerveza.
Véase pola.
pipí.
1. Orina.
2. Miembro viril.
3. Voz onomatopéyica para remedar el sonido de
la bocina de un automóvil.
pipiciego. Individuo de notables deficiencias
optométricas. Corto de vista.
pipiloco. Caballero libidinoso y promiscuo, uno
de cuyos mayores deleites consiste en amance-
barse con cuanta dama esté disponible, descono-
ciendo muchas veces los mínimos preceptos de
la profilaxis, la fidelidad de pareja, el control de
natalidad y la paternidad responsable.
pipiripao, de. Linajudo. De abolengo y alcurnia.
pique.
1. Pugna de velocidad atlética o automovilística.
Capacidad de un individuo para alcanzar ligereza o
prontitud en el movimiento.
2. Molestia ocasionada por la envidia.
pique de celador. Velocidad al correr propia de
vigilantes, necesariamente inferior a la del rapo-
nero. Las persecuciones por parte de éstos suelen
por lo general ser llevadas a cabo en condiciones
de desventaja, en tanto el sufrido guardián suele ir
tras los malhechores provisto de ruana, radiorre-
ceptor con baterías tipo A, bolillo y gorra tipo vi-
(194)
sera en constante peligro de venirse al suelo o de
obstruir su visibilidad. Véase cela, celacho, choro.
pique de choro. Velocidad al correr, tan sólo
posible a quienes tienen el hurto como profesión y
rivalizada únicamente por los que, a su vez, hacen
parte de los cuerpos de seguridad privada de la
ciudad. Véase cela, celacho, celoso, rata.
piquete santafereño. Comilona campestre a la
que se suele llegar provisto de ollas y refrescos,
en automóvil privado, y generalmente llevada a
cabo en las estribaciones del perímetro urbano de
la ciudad.
piqueteadero. Asadero, casi siempre localizado
al aire libre y especializado en la elaboración de
condumios cárnicos y frituras de alto riesgo para
la salud cardiovascular, hepática y coronaria. Los
más respetables piqueteaderos están dotados
usualmente con diversas atracciones, tales como
juegos de rana, minitejos y, en los más refinados
casos, canchas de microfútbol o banquitas. La be-
bida insignia de los piqueteaderos suele ser, como
lógico es suponerlo, la cerveza.
piquis. Juego de canicas altamente popular entre
infantes y preadolescentes. Es regla general que
en el piquis, los triunfos de los más jóvenes sean
sistemáticamente desconocidos por los mayo-
res, quienes, pese a verse derrotados en franca
e indiscutible lid, suelen rehusarse a entregar su
arsenal de canicas a quien los haya vencido, en lo
que constituye otra de las agresiones de la tiranía
de los más grandes a la vulnerabilidad de los más
pequeños.
piratear.
1. Sacar provecho de la propiedad física o intelec-
tual ajena.
2. Hurtar.
pirinola.
1. Deformación del original perinola.
2. Forma suave de aludir al tolete viril.
pirobo. En la jerga del hampa de los 80 y los 90
del siglo XX, homosexual. En la actualidad los al-
cances del término ‘pirobo’ se han incrementado,
el uso de la expresión se ha generalizado y es una
forma de insulto con significado incierto, pero con
propósitos francamente ofensivos.
pisarse. Marcharse. Retirarse. Emprender la
graciosa huida.
pisca. Fórmula en desuso empleada para aludir a
una meretriz.
piscinear. Folclórica y atávica costumbre culti-
vada por los bogotanos en temporada vacacional
o durante puentes festivos, consistente en acudir
en masa y en grupos familiares a algún balneario
cercano de tierra caliente, armados de flotadores,
chancletas, chingues, fragantes bronceadores y
demás artículos propios de la indumentaria tropi-
cal, con el único propósito de atiborrar centros de
recreación y de regresar diezmados por cuenta de
las múltiples picaduras de insectos hematófagos,
(piscinear) En la piscina, 1963. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
(195)
*bogotálogo
por la sobreexposición a los malsanos y pestilen-
tes aromas provenientes de los demás turistas
de ocasión o, en algunos casos, por la indigestión
originada en el consumo de raspaos, aguas con-
taminadas u otras sustancias comestibles, igual-
mente tóxicas y perniciosas.
pisco. En tono un tanto despectivo, individuo del
común.
piso. Fórmula simbólica para indicar la pertenen-
cia a un grupo generacional dividodo por décadas.
Cumplí 30 años. ¡Llegué al tercer piso!
piso, dar. Asesinar.
pisos. En jerga de discutible gusto, calzado.
pispireto. Véase pispo.
pispo. Individuo de buen ver y atavíos elegantes.
pistero. Ojo. Inflamación ocular resultante de un
golpe.
pistola, hacer.
1. Obsceno ademán en el que los dedos índice y
anular son flexionados, mientras que el del cora-
zón se mantiene recto, simulando el aspecto de
un asta viril espigada.
2. Úsase para aludir al acto de incumplir un com-
promiso.
pita, sobar la. Hostigar. Perturbar.
pite.
1. Párvulo. Individuo de escasa estatura.
2. Ínfima cantidad de una sustancia.
pitico. Véase pite.
pitituya. Objeto o individuo de diminuto tamaño.
pito. Explosivo ornamental de la familia de los
voladores. Al ser encendido realiza movimientos
aleatorios e impredecibles, provocando un chillido
ensordecedor y, en algunos casos, persecuciones
y quemaduras letales. Su uso fue prohibido al
comienzo de los 90.
piyama de madera. Burda expresión de corte
cómico y a la vez macabro para aludir a un féretro.
La principal y más antigua necrópolis de la ciudad
es el Cementerio Central, fundado en 1831. Su
creación tuvo como fin erradicar la costumbre de
enterrar a los muertos en los jardines de los ho-
gares o en los atrios de las iglesias.
placas, anotar. En jerga de dudoso gusto, tomar
nota del número telefónico o de las coordenadas
geográficas de un individuo para asegurar la posi-
bilidad de un futuro encuentro, por lo general con
fines románticos.
placero.
1. Expendedor y voceador de víveres en una plaza
de mercado.
2. Individuo escandaloso y soez.
plante. Coloquialismo para aludir a un capital
inicial de inversión destinado a una empresa
determinada. Durante los 90 un programa presi-
dencial institucionalizó el término con el objeto
de motivar a los colombianos dedicados a culti-
vos ilícitos a sustituir tales productos por alimen-
tos corrientes.
plata en mano, culo en tierra. Fórmula estric-
ta de exigencia del uso de papel moneda en efecti-
vo, en el marco de una transacción comercial o de
algún convenio laboral.
platado. Cantidad considerable de alimento,
dispuesta en un tazón o plato de dimensiones
gigantistas.
plato, ser un. Inexplicable término para aludir a
quien suele adoptar procederes cómicos o diver-
tidos.
platudo. Individuo adinerado.
play. Individuo o costumbre propios de estratos
altos, con alto refinamiento y poder adquisitivo
considerable. Su uso comenzó a generalizarse en
la juventud a partir de los 80.
plei. Véase play.
pley. Véase play.
plomera.. Abaleo.
plon. Chupada corta de tabaco, marihuana, bazu-
co o cualquier otra droga inhalada por vía oral.
(196)
pluff. Barbarismo para ‘plug’ (en inglés, terminal
de una conexión, por lo general de audio). Su uti-
lización se ha generalizado en minitecas de cues-
tionable idoneidad.
plumas, botar. Condición experimentada por
quien de súbito delata su homosexualidad con
algún acto involuntario.
pochola. Melifluo néctar de cebada. El término
se deriva de la expresión ‘pola’.
pocicles. Denominación genérica con la que se
solía denominar los helados de fruta durante los
30 y 40. Es una distorsión del anglicismo original
‘popcicles’.
pocillo. Remoquete despectivo conferido a quie-
nes carecen de una de sus orejas.
poconón. Enorme cantidad de alguna sustancia
o de determinados objetos.
pocotón. Véase poconón.
Pola, la.
1. Remoquete de Policarpa Salavarrieta, heroína de
la gesta previa a la independencia, de lugar nativo
incierto (pese a que muchos sostienen que su sitio
natal fue la población de Guaduas, Cundinamarca).
La Pola fue decapitada en 1817 por su vinculación
como infiltrada de las fuerzas de la insurrección en
la Bogotá de principios del siglo XIX.
2. Línea de fermento de cebada lanzada por Bavaria
con motivo del primer centenario de la mal llamada
independencia nacional. Por antonomasia, y con el
tiempo, una ‘pola’ es hoy una cerveza cualquiera.
polaco. Denominación genérica de nacionalidad
empleada a principios del siglo XX para aludir a
cualquier judío procedente de Europa. Véase turco.
polares. Desaparecida marca de helados recono-
cida entre la infancia de los años 30, 40 y 50 de la
ciudad.
polichar. Dar lustre a la pintura de un vehículo
automotor. El término procede del anglicismo
‘polish’.
polinchar. Deformación aborrecible del término
‘polichar’.
polla. Apuesta, casi siempre llevada a cabo en
medio de una pugna balompédica, en la que desde
los 80, por regla general, los equipos bogotanos
tradicionales han dejado como saldo desastrosos
resultados.
pollero. Individuo de avanzada edad y predilección
por jovenzuelas pubescentes, cuya edad él triplica.
pollo. Jovencito. Adolescente.
polocho. Agente de la honorable, recta e inco-
rruptible Policía Nacional.
polvazo.
1. Jodienda memorable.
2. Individuo afamado por sus virtudes copulatorias.
poner cuadro. Hábito femenino de mal gusto
consistente en abrir el compás de las extremida-
des inferiores en forma insinuante.
(play) Fidelito Cano Isaza en el Gimnasio Moderno, 1940. Daniel Rodríguez /
Colección MDB - IDPC
(197)
*bogotálogo
ponerse de ruana. Perder el respeto y la so-
lemnidad debidos ante una determinada condi-
ción o contexto. Los papás de Juan Pablo salieron
de viaje, y él y sus amigos se pusieron de ruana la
casa.
ponerse salsa. Enojarse. Atemorizarse. Aler-
tarse.
póngase mosca. En esta selva plagada de lagar-
tos, ratas, conejos, micos, lobos y sobrevolada por
gavilanes, buitres, gallinazos y especímenes de
todas las naturalezas debidamente clasificados y
pormenorizados en la ‘Fauna social colombiana’
de Antonio Montaña Cuéllar, el invitar a alguien a
‘ponerse mosca’ es un hábito más de superviven-
cia que de perspicacia.
(pola, la) Escultura de Policarpa Salavarrieta, en cercanías de la actual
Universidad de Los Andes, 1940. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
(pola) Periodistas de El Liberal, 1948. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
(198)
Si alguien, por rebeldía, obstinación o dignidad
se rehúsa a ‘ponerse mosca’, el precio que debe
pagar por tan suicida ímpetu es en extremo alto.
¿Quién puede andar por la avenida Caracas a eso
de las tres de la mañana sin ponerse mosca?
¿Quién puede pagar una deuda con un billete de
50 mil y esperar los vueltos sin ponerse mosca?
¿Quién puede comprar un par de zapatillas de-
portivas o una memoria USB en Sanandresito o
Unilago sin ponerse mosca?
ponqué. Tarta de harina aderezada con diversos
componentes, tales como chocolate o vainilla, y en
algunos casos recubierta por alguna decoración o
pastillaje sólido o cremoso. Se deriva del mal uso
del anglicismo ‘pound cake’.
poñoñóing. Alusión onomatopéyica extraída del
mundo del cómic a la elongación fálica. El sonido,
originalmente, era empleado para aludir al es-
tallido de un resorte almacenado en una caja de
sorpresas.
popcicle. Anglicismo arcaico para ‘mantecado’.
Véase pocicles
popero. En la jerga radial de finales de los 80,
estilo de música pop bailable, mejor conocido
como ‘dance music’ o ‘house music’.
poperó. A diferencia del vocablo anterior, el tér-
mino es una alusión directa, aunque imprecisa, al
viejo éxito de la banda belga Technotronic ‘Pump
up the jam’ y su verso ‘pump it up’. Por extensión,
el término se aplicó a todos los ritmos ‘house’ y
‘high energy’, en boga durante los tardíos 80 y los
iniciales 90 del siglo XX, y emitidos en los progra-
mas ‘Megafiesta’ y ‘Disco Nice’ de dos afamadas
estaciones de radio ubicadas en los 102.9 y en los
88.9 de la FM.
popocho. Individuo u objeto relleno.
por ahí no se dieron las cosas. Expresión
clásica de la jerga balompédica para endilgar la
culpa de un resultado desafortunado al azar.
por días, la de. Fórmula despectiva con la que
se alude a una empleada de servicio doméstico no
residente en el hogar.
por eso estamos como estamos. Clásica fór-
mula de acusación de un ciudadano a otro, consis-
(ponqué) Con ganas de comer ponqué, 1981. Donante: Ana Rosa Sánchez, Álbum Familiar / Colección MDB - IDPC
(199)
*bogotálogo
tente en inculpar al interlocutor de una conducta
endémica, y en responsabilizar a dicha conducta
de todos los problemas del entorno.
por eso le digo. Inmortalizada por ‘La gente de
La Universal’, esta máxima se constituye en la
reiteración de la colombianidad por excelencia.
Es cosa común de quien la pronuncia el consi-
derar a su interlocutor sordomudo, impedido
mental o estúpido. Cuando alguien se atreva a
espetarle las cuatro contundentes palabras, es
sensato dar por entendido que quien se las dice
lo cree imbécil.
por la plata baila el perro. Certera afirmación
en la que se hace visible la casi absoluta devoción
de la humanidad para con el dinero.
¡por la sombrita! Solicitud encarecida de mo-
verse con cuidado en un determinado espacio o
contexto. “Aunque te haga canción, debes ir por el
sol”, decía el respetado filósofo ibérico Julio Igle-
sias, en una contraposición a tal concepto.
por las tiendas. Faena lúdica consistente en ir
de visita por diversas cigarrerías, minimercados,
cantinas y expendios de cerveza de barriada, con-
sumiendo una dosis de la bebida en cada una. Tan
entretenida y saludable forma de esparcimiento
no ha sido del todo aprovechada por las empresas
promotoras del turismo distrital.
por plata no se preocupe, que plata no hay.
Prueba viva de la capacidad humorística del bogo-
tano para contraponerse a las adversidades mo-
netarias mediante el uso cáustico de la ironía.
¿por qué no va y mira si ya puso la ma-
rrana? Burda fórmula para solicitar de manera
acaso cómica a un individuo el abandonar un de-
terminado lugar, en aras de la privacidad propia.
Debido a su excesivo uso, la expresión, de origen
campesino, ha ido perdiendo gracia.
pordebajear. Denigrar. Descalificar. Subestimar
o desestimar la categoría o las calidades de un
ser, objeto o entidad más allá de lo real.
porfa. Apócope de “por favor”.
porfilis. Derivación aun más suplicante y mendi-
cante del más clásico ‘porfis’.
porfis. Apócope lastimero en busca de piedad,
para “por favor”.
porfuerear.
1. Suspender el ayuntamiento erótico a la manera
de Onán.
2. Realizar una actividad determinada al margen
de las obligaciones laborales oficiales.
3. Incurrir en actos de infidelidad marital.
por mayor, al. Venta y distribución en grandes
cantidades. Véase al detal.
porra. Vulgarismo para cabeza.
porra, en la. Expresión hiperbólica para indicar
la extrema distancia de un lugar.
porrazo. Golpe brusco y doloroso recibido en la
cabeza.
porsupollo. En jerga de muy dudoso gusto, por
supuesto.
porta un culo. Apócope de “me importa un
culo”.
portacomidas. Especie de fiambrera de uso
generalizado dentro de los miembros del proleta-
riado y la clase media trabajadora capitalina.
postre de natas. Suculento platillo de la repos-
tería bogotana elaborado a base de natas de leche
y azúcar.
(portacomidas)
(200)
Postre de notas. Sección final de la revista Ca-
rrusel, suplemento de fin de semana del diario El
Tiempo, a cargo del célebre periodista, escritor y
lutier emérito Daniel Samper Pizano.
postre de ñatas. Escatológica, aunque aun así
cómica, forma de aludir al humor nasal, de con-
sistencia pegajosa y en algún modo similar al
postre en el que tal expresión está inspirada.
pota. Variedad de canica de cristal de tamaño
considerable y color vistoso.
pote. Expresión amigable para aludir a un hom-
bre rollizo.
poteca.
1. Curiosa papilla de color naranja, objeto de odios
y amores a granel, elaborada a base de calabaza
en puré.
2. Individuo voluminoso.
potrerear. Faena copulatoria llevada a cabo con
la naturaleza como escenario.
prendado. Obnubilado por el ímpetu amoroso
hacia un determinado ser.
prendas. Dinámica lúdica consistente en que los
perdedores de un determinado juego deben irse
despojando de sus ropas a cada nuevo error. Es
de gusto generalizado entre jóvenes ansiosos de
soltar las riendas de sus ímpetus furiosos en los
albores de su despertar sexual.
prendedizo. Dicho de un padecimiento, conta-
gioso.
prendido. Ligeramente entusiasmado a causa
de la ingesta de bebidas etílicas.
prendo. Véase prendido.
preñata. Festividad adolescente con pretensio-
nes inocentes y desenlaces fatídicos para dos o
más de los presentes.
prepago. Expresión acuñada en la década ini-
cial del siglo XXI, en principio empleada para
aludir a las tarjetas telefónicas con un crédito
determinado que –en un acto de usura paulati-
na, consentida y descarada– solía ser descon-
tado a cuentagotas por los operadores en cues-
tión, en unidades correspondientes a minutos,
en lugar de a segundos. Con el tiempo y gracias
a los nobles oficios de Graciela Torres, más
conocida en la esfera pública como la ‘Negra
Candela’, el término comenzó a emplearse para
aludir a cierta nueva estirpe de meretrices finas
que medran en las altas esferas del narcotráfico
buscando dádivas por parte de sus capos a cam-
bio de favores sexuales. Resulta fundamental
dejar en claro que no toda meretriz puede ser
tildada de prepago ni toda prepago puede ser
tildada de meretriz.
presa. Miembro viril, por lo general guindante del
cuerpo de un travesti. Véase ñapa.
preste para acá. Grosera y egoísta voz empleada
en forma imperativa para pedir a alguien que haga
entrega de un objeto o bien determinado.
présteme. Solicitud informal de un objeto para
que éste sea alcanzado o llevado hasta las manos
del hablante.
pretendo. Aspirante al noviazgo, matrimonio o
ayuntamiento carnal con alguien.
primero fue lunes que martes. Especie de
comparación escalada y jerárquica acerca de la
prominencia y experiencia de un individuo en un
determinado círculo.
primiparada.
1. Novatada propia de quien es neófito en medio
de alguna comunidad, oficio o disciplina.
2. Chascarrillo, broma o mofa de la que los neófi-
tos son víctimas.
primíparo. Debutante. Estudiante o trabajador
neófito. Novato en un saber determinado.
principio. En los restaurantes de baja estofa,
entrada. Por lo general está conformado por dos
opciones diferentes de verdura que bien pueden
permutarse, mezclarse o cambiarse por algún
otro comestible.
(201)
*bogotálogo
pringar.
1. Esterilizar un recipiente o herramienta deter-
minada.
2. Transmitir a alguien una dolencia infectocon-
tagiosa de tipo venéreo. Véase gonorrea, putear,
virulea.
pro. Apócope de ‘profesional’ de cuño reciente. Es
empleada por la juventud para aludir a un lugar,
personaje u objeto de altas calidades.
prom. Costumbre foránea de reciente cuño adop-
tada por las generaciones más jóvenes. Consiste
en una ceremonia de gala posterior al recibimien-
to del título de bachiller. Para ésta suele ser ne-
cesario incurrir en toda suerte de gastos innece-
sarios (el alquiler de un vestido, la elaboración de
un peinado complejo, lecciones de baile de última
hora, y el consabido desfile por las escalinatas
del local alquilado para tales fines). Los ‘proms’
suelen además involucrar una aburrida excursión
a San Andrés o a algún destino caribeño, y la con-
fección de una chaqueta en la que se consigna el
año del grado (prenda que por lo general se deco-
lora con la primera lavada).
prontico. Insinuación sutil con la que se preten-
de indicar la urgencia de una orden o solicitud.
propio, el.
1. Dícese de quien goza de la idoneidad necesaria
para desempeñar una tarea determinada.
2. Narcotraficante.
3. Mancebo oportuno para una determinada dama.
4. Úsase también como adjetivo para indicar la
calidad de un producto.
provocar. Incitar apetito o deseo en un individuo.
Antojar.
pruebita.
1. En la jerga informal del mercadeo gastronómi-
co, degustación.
2. Vulgarismo para aludir a una relación premarital.
puchecas. Turgencias mamarias de una dama.
puchero santafereño. Sopa típicamente bo-
gotana elaborada a base de productos cárnicos,
papa, plátano y mazorca, bañados en un guiso con
base de tomate y cebolla y decorado con hojas de
repollo.
puercada. Suciedad. Porquería. Proceder inde-
coroso y malintencionado.
puestazo. Plaza de trabajo privilegiada, cómoda,
envidiable y bien remunerada.
punketo. Descendiente indirecto y un tanto bas-
tardo del genuino ‘punk’ británico. En la mayoría
de los casos, los ‘punks’ criollos consiguen de
alguna manera copiar los atavíos de sus similares
ingleses. No obstante, muchas de sus maneras,
su desconocimiento general de la lengua inglesa y
sus problemáticas, más propias del tercer mundo
pauperizado que del primero industrializado, los
alejan un tanto en sus predicamentos del espíritu
original de la tribu a la que creen representar.
punta, dar. En las más bajas esferas delincuen-
ciales, herir con arma blanca.
puntudo. Afilado. Terminado en punta.
puñalada de carne. Fórmula en extremo burda
con la que se alude a la penetración fálica.
pupitrazo limpio. Modalidad parlamentaria
de aprobación antidemocrática a una iniciativa,
consistente en escoger la iniciativa de quien dé un
golpe más fuerte sobre el escritorio.
puppy. Individuo extractado de las más altas
esferas locales, por lo general abundante en dine-
ro y adepto al refinamiento en el comer, el vestir y
el hablar.
pura, en. A muy alta velocidad.
purgante. Individuo atorrante y desagradable.
putas. Individuo inigualable y singular, de poderío
y virtudes destacables. El término se emplea, entre
otros, en los modos subsiguientes:
1. Como un putas. De manera intensa y persistente.
2. Creerse el putas. Para aludir a quien se caracte-
riza por su arrogancia y orgullo.
(202)
3. Del putas. Magnífico. Maravilloso. Dícese de un
ser o situación cercanos a la excelencia.
4. El divino putas. De manera profana, para referir-
se a un individuo de jerarquía superior.
5. Ni por el putas. Rotunda y taxativa forma de ne-
gación. Situación o hecho de ejecución dificultosa
o improbable.
6. Sabrá el putas. Con el propósito de ilustrar un
hecho misterioso, desconocido o de imposible
dilucidación.
puteadero. Mancebía.
putearse. Deteriorarse. Popularizarse de mane-
ra indiscriminada y sin tamiz alguno. Véase cas-
pear, perratear.
putérico. Acrónimo resultante de unificar los
términos puto e histérico. Se emplea para referir-
se a quien se encuentra en un considerable estado
de cólera.
putis. Afeminada e inadmisible forma de referirse
a un compañero, amigo o camarada. Véase deli,
huevis, mariquis, peli.
puto. Enojado. Molesto.
puyar el burro. Expresión caribeña empleada
para indicar la urgente necesidad de solicitar a
alguien la inmediata realización de alguna tarea.
puyón. Caballero consagrado a la satisfacción
esmerada y constante de los apetitos sexuales de
una dama en particular.
¡qué cosita! Fórmula de reprensión empleada
para referirse al mal comportamiento de un indi-
viduo.
¡qué emoción tan amarilla! Voz exclamatoria
un tanto inexplicable con la que se denota ale-
gría. De más está decir que el maestro Jorge Luis
Borges se quejaba de la sonoridad del término
‘amarillo’.
¡qué falla! Exclamación de queja ante el mal
desarrollo de un determinado asunto o proyecto.
que gracias. Expresión irónica de gratitud, un
tanto manoseada en años recientes por teleno-
velas y actores de ‘stand-up comedy’. Es curioso
anotar que el término ‘gracias’ no figura en el
diccionario de la Real Academia Española.
¿qué hacemos? ¡Pues empanadas, que es lo que
más se vende! Expresión odiosa con pretensiones
cómicas, empleada como fórmula de respuesta
para satirizar a quien pregunta cómo proceder en
una determinada situación.
¿qué hay pa´ hacer? Clásica pregunta de vier-
nes en la tarde o de sábado, provocada por la des-
ocupación de los hablantes, en busca de alguna
actividad entretenida por desarrollar en el marco
de un fin de semana. Véase desparche.
qué más. Fórmula colombiana de saludo por
excelencia que, aunque aparece muy común y
cotidiana para cualquier habitante del país, es sin
duda un tanto incoherente, pues se constituye en
un constante interrogante sin explicación a la es-
pera de mayor información por parte del descon-
q
(203)
*bogotálogo
certado interlocutor, si es que éste es extranjero y
desconoce tan local código.
¿qué max, betamax? ¡Nada, empanada! Fór-
mula de pregunta y contestación fundamentada en
versos simples, rezago de aquellos lejanos años
80 en los que Colombia se ufanaba de ser uno de
los pocos territorios en donde el uso del sistema
de videocintas tipo ‘beta’ era generalizado. Véase
tembleque.
¡qué nota! Anacronismo propio de los 70 y 80,
empleado por una juventud hoy ya avejentada,
para halagar las virtudes de algún ser, hecho u
objeto determinado. Es frecuente que muchos
individuos entrados en años sigan empleándolo,
ingenuamente, convencidos de su total vigencia.
¿qué? ¿Me va a llevar hasta su casa, o a la
de su madre? Para algunos transportadores
bogotanos no existe diferencia alguna en la na-
turaleza de la carga que sus desvencijados vehí-
culos movilizan. Bien puede ser un contenedor
de huevos de codorniz, de raquetas elaboradas
en aleación de titanio y grafito, o de guijarros de
acero; bien puede ser una bandada de gallinazos,
como también puede ser un grupo de indefensos
pequeñuelos de algún jardín infantil. Todos re-
cibirán, invariablemente, el mismo trato rudo y
desalmado.
Cuando por alguna razón justa, legítima y decente,
uno de los pasajeros decide avisar con la racional
antelación su deseo de bajar de la nave, hacien-
do sonar el timbre dispuesto para tal efecto, y el
cruel tirano de las vías citadinas parece no querer
oírlo, al desvalido viajero no le queda más que
lanzar ese irónico “¿Qué? ¿me va a llevar hasta su
casa?”, a lo que el conductor suele responder con
un no menos cáustico “Yo a mi casa no llevo mari-
cas ni putas”.
¿qué onda? Fórmula de salutación de origen
mexicano, extrañamente diseminada en la juven-
tud de comienzos del siglo XXI.
¿qué pitos toca? Como Josué y su ejército de
vencedores en las murallas de Jericó, la mencio-
nada pregunta es la expresión de duda y temor
ante el arribo de algún visitante advenedizo y sos-
pechoso. ¿Y este novio nuevo de Marcela qué pitos
toca? ¿Y esta ‘zona de encuentro’ qué pitos toca?
¿qué vale? Molesta incorrección típica de cual-
quier circunstancia comercial de tienda o super-
mercado, y utilizada en indiscriminado reemplazo
del legítimo ‘¿cuánto vale?’.
quebrar. Asesinar. Hacer daño. Derrotar a al-
guien en una determinada competencia.
queda sirviendo pa’ tres cosas. El absurdo
“queda sirviendo pa’ tres cosas”, seguido de un
más odioso “pa’nada, pa’ nada y pa’ nada”, es un
contrasentido discursivo que, además de inútil,
insulta. Decirlo es lo mismo que demostrar la
ausencia íntegra del más mínimo atisbo de creati-
vidad. Hay quienes incluso lo dicen creyendo estar
haciendo un aporte jocoso al diálogo cuando la
integridad física de algún utensilio mecánico está
en juego por la inminente posibilidad de caer en
manos inexpertas.
quedado. Dícese de quien está atrasado en el
cumplimiento de una determinada tarea. Véase
colgado.
quedar mal. Incumplir. Dada la proverbial im-
puntualidad del bogotano promedio, quedar mal
es parte de la naturaleza intrínseca de los nativos.
quedé más lleno que el hijo de la sirvien-
ta. Arribista fórmula para aludir a un estado de
absoluto hartazgo, de acuerdo con algunos, sólo
posible a quien por su relación de consanguinidad
con una cocinera suele recibir de ella el mayor
número posible de alimentos.
quemado.
1. Almacenamiento digital en formato de disco
compacto o DVD grabado en forma casera por
medio de la unidad llamada ‘quemador’. Véase
chamuscar.
(204)
2. En la jerga política, candidato marginado de
algún cuerpo legislativo o de determinada entidad
gubernamental, en virtud del bajo nivel de sufra-
gios obtenidos a su nombre.
quereme. Suerte de preparación mágica para
atraer, mediante mecanismos truculentos y forzo-
sos, al ser deseado. Según reza el credo genera-
lizado, suele administrarse en conjunto con algún
alimento o bebida. Véase encoñe.
querube. Expresión irónica con la que se alude a
un pequeñuelo travieso y cruel en el que los ins-
tintos asesinos y destructivos comienzan a plantar
sus fértiles y duraderas semillas.
querubín.
1. Pequeñuelo inocente y despojado de culpas.
Úsase por lo general en forma irónica. Véase
querube.
2. Fallida tira cómica de aventuras cuya produc-
ción se limitó a un fascículo, cuyos autores fue-
ron Quiriam Javier Pinilla y Grosso. Relataba las
aventuras de un jovencito bogotano de pelo rubio y
aspecto protopunk.
queso, dar. Besar a un individuo con desaforada
e impúdica pasión.
queso, rayar. Onanizarse. Cuando yo era ado-
lescente y veía a las Hinojosa, siempre terminaba
rayando queso.
quiay. Deformación de la fórmula clásica de sa-
ludo “qué hay”.
quica. En la lengua chibcha, extensión de territo-
rio o región.
quiche. Planta bromilácea empleada en tiempos
menos ecológicos para la ornamentación de pe-
sebres.
¿quién pidió pollo? Manifestación de incon-
formidad y desconcierto por el alto monto de una
cuenta. Data de aquellos días en que el consumo
de aquella ave era un lujo. Hoy, gracias a sus
demostradas repercusiones negativas en los or-
ganismos saludables de niños y adolescentes, tal
consumo ha descendido a nivel crítico, dado el
grado aberrante de hormonas que son adminis-
tradas a los pollos, para efectos de crecimiento y
engorde acelerados, en las inescrupulosas gran-
jas de donde salen ya muertos para convertirse en
comida de supermercado. Pero aun así, el pollo
sigue siendo un emblema de poder.
El comentario se repite idéntico a la hora de can-
celar deudas compartidas por concepto de comi-
lonas y bebetas. Aún para muchos no han cesado
los tiempos en que las pollerías eran (óigase y
créase bien) lugares en donde nuestra sufrida
clase media solazaba su angurria dominical en-
gullendo piernas, muslos, patas y demás miem-
bros de la mutilada anatomía aviar, remojados
en abundantes dosis de bebidas carbonatadas o
champús mal preparado. El tema fue banalizado
gracias a un espectáculo reciente de ‘stand-up
comedy’.
quién quita. Expresión empleada para aludir a
la remota, aunque no por ello descartable posi-
bilidad de que algo ocurra. ¿Quién quita que en 50
años nos ganemos el Baloto?
quihicha. En lengua chibcha, pie.
quihicha ata. En lengua chibcha, unidad de me-
dida equivalente a once.
quihicha bosa. En lengua chibcha, unidad de
medida equivalente a doce.
quihicha ubchihica. En la lengua chibcha, uni-
dad de medida que equivale a veinte.
quimba. Calzado, por lo general deteriorado y de
regular calidad.
quimbas, meter las. Cometer un error.
quinceneado. Curiosa condición efímera ex-
perimentada por los asalariados al principio y
en la mitad de cada mes, una vez sus honorarios
les son cancelados mediante un depósito en su
cuenta de ahorros. Es costumbre del individuo
‘quinceneado’ malgastar sus fondos, arduamente
obtenidos, en la desmesurada ingesta de bebidas
(205)
*bogotálogo
embriagantes, en la contratación de mancebas a
sueldo o en algún divertimiento transitorio del que
suele salir con sus reservas diezmadas, justo en
los días finales de cada período.
quinta. Vivienda campestre de lujo con amplios
jardines exteriores.
quiubo. Fórmula común de salutación. Simplifi-
cación del clásico ‘qué hubo’.
quiubos. Fórmula de salutación a colectivos, de
gusto evidentemente dudoso.
quye. En lengua chibcha, palo.
quyhyca. En lengua chibcha, boca.
quyne. En lengua chibcha, hueso.
rabón.
1. Individuo mezquino y dado a proceder de mane-
ra incorrecta.
2. Poseído por la ira o el deseo de venganza.
rabonada. Jugada sucia. Proceder traicionero.
radiola. En los años 20, 30 y 40 del siglo XX, radio
de tubos con gramófono incorporado y de tamaño
prominente.
(quiubo) Saludando desde las escalerillas del avión, 1940. Daniel
Rodríguez / Colección MDB - IDPC
r
(radiola)
(206)
raja. Línea divisoria del conducto genital fibro-
muscular elástico femenino.
rajadera. Faena consagrada al ancestral oficio
de levantar chismorreos alrededor del desvalido
prójimo.
rajar. En la jerga estudiantil, calificar a un edu-
cando por debajo del rango tolerable.
rajar de alguien. Hablar negativa e hipócrita-
mente de algún individuo amparándose usual-
mente en infundios, chismorreos y calumnias.
rancharse. Obstinarse de manera irracional en
una posición o punto de vista determinado.
rancho y licores. Local dedicado al expendio de
comestibles, víveres, productos de salsamentaría,
‘delicatesen’ y bebidas espirituosas.
rancho, meterse al. Entrometerse con indeli-
cadeza en honduras íntimas. Rasgar el velo del
respeto y la discreción al vulnerar los más caros
afectos de un individuo.
rancio. Anquilosado. Retardatario. Arcaico.
ranear. Delatar. Véase sapear.
ranga. Individuo torpe, lento y perezoso en el
desarrollo de una determinada tarea.
raponazo. Brusca y súbita forma de hurto, ejer-
cida con profesionalismo y esmero por una buena
parte del hampa informal bogotana. Véase caco,
choro, liso.
raponero. Ladrón especializado en la compleja
función del raponazo.
rarófono. Dícese de un individuo u objeto de
comportamientos o características extraños.
rasca. Embriaguez.
rascado. Embriagado.
rasquin-ball. Supuesta disciplina deportiva
practicada por los ociosos y haraganes, consisten-
te en rascarse la zona testicular.
raspa. Instrumento idiófono cilíndrico cuyo so-
nido procede del roce de un dispositivo dentado
sobre su superficie irregular. Véase guacharaca.
raspachín. Oficio consistente en recolectar y
procesar la hoja de coca en su estado más puro
para que, una vez se encuentre lista, sea llevada
a un laboratorio, en donde se transforma en co-
caína.
raspado. Refresco saborizado y granizado, tin-
turado de colores tornasoles y bañado en leche
condensada. Pese a que algunos comerciantes
inescrupulosos y desentendidos de la importancia
de preservar la lengua castellana, intentaron, du-
rante los 80, cambiar su nombre por el de ‘snow-
biz shaved ice’ (a la manera norteamericana), el
poco éxito del negocio los llevó a desistir de tan
desaguisada empresa.
raspada de fiesta. Congregación de individuos
embriagados en las postrimerías de una festividad
de bar o discoteca. En la mayoría de los casos, las
‘raspadas de fiesta’ tienen lugar en el hogar de
algún desafortunado participante en el jolgorio. El
anfitrión de una raspada de fiesta suele verse obli-
gado a preparar consomés, arroces con huevos y
comestibles para los presentes. A tal desgracia
se suma la del día siguiente cuando, presa de la
resaca y del malestar matutino, el anfitrión termi-
na por verse obligado a remover los desechos de
la jacaranda pasada y acaso a limpiar los rezagos
del fétido vómito procedente de las fauces de los
ebrios contertulios, ya petrificado en mesas, tapi-
ces y sanitarios.
rata.
1. Individuo diestro en las artes del latrocinio pro-
fesional.
2. Individuo abominable.
rayado. Individuo desequilibrado, con frecuencia
a causa de la sobreexposición a un estímulo exter-
no negativo.
rayado, mirar. Contemplar a alguien de sosla-
yo, con desdén, desprecio o desconfianza.
raye. Compulsión obsesiva por una determinada
causa. Demencia.
(207)
*bogotálogo
rayo, tirar. Convertir a alguien en el foco de una
perturbación u hostigamiento.
rea. Sufijo empleado en forma caricaturesca para
aludir a un apellido linajudo tipo Urrea. Véase
uricoechea.
rebotarse.
1. Sufrir de un repentino malestar digestivo.
2. Entrar en ánimo colérico.
rebote. Desagradable sensación de malestar
digestivo acompañado por pesadez o mareos.
Suele ser consecuencia del consumo excesivo de
golosinas. Véase acpm, corrientazo, picho.
rebullir. Mezclar una sustancia.
rebusque. Clásica dinámica de supervivencia
propia de las economías emergentes, consistente
en el desarrollo de oficios informales mal remu-
nerados y dificultosos. Véase varado.
recado. Sustrato de residuos sólidos de una
sopa, potaje o colada, ubicado en el fondo de un
plato.
rechoncho. Individuo considerablemente obeso.
recocha. Batiboleo. Batahola. Algazara. Desor-
den.
recochero. Individuo aficionado al jolgorio, la
mofa y la entretención.
reducidor. Dícese de quien comercia con objetos
(por lo general repuestos automotrices o equipos
estereofónicos para automóviles) obtenidos como
botín de un hurto.
refajo. Refresco resultante de la mezcla entre
cerveza y cierta bebida carbonatada nacional de
color naranja rojizo y sabor dulzón.
reforzadores. En la jerga del gremio de cons-
tructores y obreros, trabajadores encargados de
manipular, moldear y cortar el acero.
refrigerio. Alimento un tanto rancio que suele
ser provisto por los camareros a los comensales
presentes en una convención, conferencia o gra-
bación de alguna producción cinematográfica o
televisiva. Casi siempre consiste en algún refresco
en polvo acompañado por galletas Saltinas o por
un ‘croissant’ con cuero de pollo. Resulta suma-
mente desagradable cuando el maestro de cere-
monias o ponente del seminario al que se asiste
anuncia como refrigerio una bebida caliente.
refundido. Objeto extraviado de manera tempo-
ral.
regalado. Individuo servil, cuya mayor virtud
es la de valerse de artimañas lisonjeras para
ganarse las gracias de los demás, por lo general
superiores en jerarquía. Véase lagarto, lamberico,
lambón.
regalado hasta un puño. Paupérrima y men-
dicante consigna que justifica la típica tendencia
de los bogotanos a hacer largas filas, siempre y
cuando el premio final sea un objeto gratuito.
regalar. Extraña expresión que acaso permite
entrever el carácter del colombiano mendicante
y proclive a solicitar dádivas gratuitas, aunque la
intención sea la de comprar. De cuño reciente,
la expresión ‘regalar’ ha ido suplantando al más
contundente y real ‘vender’, y se usa indistinta-
mente en tal sentido. Señor… ¿Me ‘regala’ una
pizza con gaseosa?
regarse. Extenderse en un alegato o perorata,
por lo general en tono de reprimenda. Véase mu-
jer que no joda es hombre.
regio. Dícese de aquel individuo u objeto provisto
de donaire, belleza y distinción.
regluda.
1. Dícese de aquella mujer en estado de menstruo.
2. Úsase, además, para aludir a un individuo (no
necesariamente mujer) cuyo ánimo parece irasci-
ble en forma transitoria.
reguero. Desorden de sustancias u objetos dis-
persos en una superficie.
regular, tres cuartos. Úsase como respuesta a
un interrogante acerca del bienestar del interlocu-
tor. Se fundamenta en los códigos utilizados para
describir el nivel de cocción de un producto cárni-
(208)
co. –¿Qué tal estuvo tu fiesta de grado?. –Regular,
tres cuartos.
reina, mi. Fórmula amigable de camaradería,
aunque de gusto dudoso, para dirigirse a una
dama.
rejo, dar. Castigar a un individuo valiéndose de
un cinturón o de improperios.
rellena. Especie de embutido tradicional de origen
europeo, equivocadamente considerado por mu-
chos como autóctono. Se elabora a base de sangre
de ganado bovino o porcino, vegetales, especias
y granos, todo ello debidamente revestido por la
membrana intestinal de un animal sacrificado.
remontadora. Establecimiento dedicado a la
refacción y mantenimiento de zapatos. Véase Cha-
pinero, embolador, quimbas.
rendido. Extenuado. Agotado por el mucho tra-
bajar.
rendir. Aumentar el volumen de una sustancia
pura con otra.
repelar. Raspar el contenido final de una olla,
con frecuencia en las postrimerías de una fes-
tividad, con el propósito de calmar el malestar
provocado por la excesiva ingesta de bebidas alco-
hólicas. Véase guayabo, gurbia, monchis.
repelente. Individuo insoportable y perturbador.
repetir el año. Reincidir en una determinada
conducta o retornar a una costumbre atávica, en
teoría abandonada.
reposar.
1. Curiosa variable del significado original del
término. Es utilizada por los padres asustadizos
para disuadir a sus hijos de ingresar a una pileta
después de haber consumido algún alimento.
2. Dejar un líquido o sustancia por un tiempo.
repuestico. Eufemismo empleado para menguar
la carga de culpa al referirse a la evidente obesi-
dad de alguien.
reque. Jamelgo. Caballo famélico y escaso de
carnes.
resguardo. Forma de organización social indíge-
na propia de la Conquista y aún vigente en algunos
lugares, enclavada en territorios poblados por
nativos, con títulos de propiedad comunitaria o
colectiva y regidos por sus propios estatutos.
residencias. Variable menos costosa y más
simple del tradicional motel, en donde, según la
categoría y precio del establecimiento, también se
suelen disponer batas, avisos de esterilización en
los excusados y jabones de pequeño tamaño, pero
que, a diferencia de sus hermanos mayores, los
moteles, tiene la forma de un edificio de aparta-
mentos. La zona más prolija en residencias de la
ciudad se encuentra localizada en cercanías del
costado oriental de la calle 58 con avenida Cara-
cas.
resolana. Intenso sol.
resto. En jerga juvenil, cantidad considerable.
retacar.
1. Recolectar dinero de manera informal, median-
te procederes mendicantes, aunque amigables.
2. Propinar un severo engaño.
retrato de la víctima. Antiguo caballo de bata-
lla de los voceadores de diarios matutinos y ves-
pertinos. El anunciar una edición con el ‘retrato de
la víctima’ se constituía, sin duda, en el más serio
gancho a la hora de vender un ejemplar.
reventado. Por completo extenuado. Véase ma-
mado, más mamado que chupo de guardería.
reverbero. Recipiente para calentar o hacer
hervir líquidos.
retén. Caseta o emplazamiento policial de con-
trol, cuyo objetivo es realizar inspecciones pe-
riódicas en torno a la circulación de automóviles,
vigilar su velocidad o detectar individuos sospe-
chosos en las vías. Los retenes se constituyen en
la mayor fuente de pánico entre los beodos cuya
esperanza es la de salir impunes e indemnes de
las periódicas pruebas de alcoholemia.
(209)
*bogotálogo
rey, mi. Fórmula amigable de camaradería para
referirse a un caballero.
ríase. Véase ríete.
ríete. Fórmula común para destacar la singulari-
dad de un acontecimiento, por lo general positivo.
Ríete los precios tan buenos de las verduras en Pa-
loquemao.
rila. Heces de gallina o de gallo doméstico.
ringlete. Individuo hiperactivo.
roba más que el gobierno. Cómica expresión
empleada para aludir a un individuo de probada
deshonestidad. Surge en virtud del triste halo de
corrupción atribuido por muchos bogotanos a las
entidades públicas.
robar.
1. En la jerga de periodistas y personajes de me-
dios de comunicación, sacar provecho del conoci-
miento, el trabajo o la imagen de algún colega.
2. Figurar injustificada o excesivamente en algún
medio de comunicación, sin méritos reales. Véase
chiva, pantallero.
rochela. Jacaranda. Batiboleo. Escándalo. Des-
orden.
rodillijunto. Patizambo.
rodillón.
1. Individuo entrado en años.
2. Dícese de quien, por sus constantes ruegos y
por su frecuente posición genuflexa, ha visto cre-
cer el volumen de sus rodillas.
rolada. Conducta o proceder propios del rolo.
Úsase por lo general en forma despectiva para
caricaturizar el mal vestir de un típico bogotano
cuando es trasplantado a tierras caribeñas o
a las estribaciones del mar. Un buen rolo ja-
más renuncia al uso de calcetines, camisas o
chalecos, por más que la alta temperatura le
apremie. Por otro lado, la dermis del bogotano
es genéticamente opuesta al sol, lo que suele
ocasionarle episodios de quemaduras en primer
grado, insolaciones y excesivos enrojecimientos
de piel cuando es sometido a baños forzados de
sol.
(rochela) Rompiendo la piñata, 1968. Donante: Beatriz de Valencia, Álbum
Familiar / Colección MDB - IDPC
(210)
rolamenta. Fórmula despreciativa para agrupar
a un contingente de bogotanos, por lo general de
visita en otro lugar del país.
rolandia. Expresión genérica para aludir a Bo-
gotá, basada en la denominación ‘rolo’, levemente
despectiva, empleada para aludir a quienes son
oriundos de la capital colombiana. Véase rolo.
rolo. Gentilicio de tinte despectivo con el que el
resto del país suele referirse a quienes deben su
origen a la bella ciudad de Bogotá. En el pasado,
un ‘rolo’ era un bogotano descendiente de gen-
tes de provincia. Hoy, equivocadamente, algunos
bogotanos se autoproclaman rolos, en lugar de
optar por un más consecuente y bello ‘cachaco’.
Es usual que las gentes de otras regiones, parti-
cularmente de Antioquia, dibujen cierta mueca y
adopten cierto tono de desprecio al pronunciar el
vocablo ‘rolo’.
ronboi. Aborrecible vulgarismo, procedente de
la deformación del anglicismo ‘round point’, fácil-
mente sustituible por el hispánico ‘glorieta’.
roña. Actividad ociosa que se lleva a cabo para
dar espera al inicio de una actividad concreta.
rosca. Odiosa forma de amiguismo con tintes
nepotistas, consistente en cerrar y blindar deter-
minados círculos de poder con el propósito de que
estos se mantengan en manos de un solo grupo
endogámico y oligopólico.
roscas, hacer. Grosera y burda fórmula gestual
de salutación consistente en imitar la forma de un
cilindro con las manos, abriendo y cerrando las
falanges, e insertando entre éstas la nariz.
roscón.
1. Bizcocho de harina en forma de rosca, relleno
de pasta de guayaba o de dulce de leche, y recu-
bierto por azúcar espolvoreada en su superficie.
2. Homosexual. Amante del redondel.
rosconear. Ejercer la homosexualidad de mane-
ra plena y con largueza.
rosquero. Individuo propenso a privilegiar a sus
amigos, familiares y miembros de su círculo por
encima del resto de los seres humanos. Nepotista.
rosqueto. Individuo caracterizado por sus incli-
naciones homoeróticas.
rotar. En la jerga de los beodos, circular una
botella para que el licor sea libado de manera
equitativa entre la concurrencia.(ronboi)
(211)
*bogotálogo
rotativa. Función de cine continua, de común
utilización en el ámbito del género porno.
roto.
1. Recinto de mal aspecto y condiciones insalubres.
2. Plantel escolar de baja estofa.
Véase chuzo, hueco.
ruana, los de. Representantes de los estratos
medios y del proletariado bogotano, por lo gene-
ral grandes marginados del sistema, y una de las
esferas sociales más susceptibles y vulnerables
al castigo o a la injusticia de cuantas conforman
nuestro descompuesto tejido humano.
ruanetas. Individuo de muy limitados haberes
económicos. Los fallecidos humoristas de ‘Sábados
felices’ Carlos ‘El Mocho’ Sánchez, Jaime ‘El Flaco’
Agudelo y Humberto Martínez Salcedo (progenitor
de un célebre líder político conservador de pelo
lacio y peinado en mitades equivalentes) crearon un
trio musical-humorístico con ese nombre.
rucanos. Papel moneda.
rucio. Burdo. Ordinario. De baja calidad o carente
de instrucción.
ruidaje. Ruido anormal, por lo general prove-
niente de un dispositivo descompuesto.
ruidajo. Véase ruidaje.
ruler. Latinización de una expresión anglosajona
cuya traducción literal sería la de ‘regla’, en la
acepción de “instrumento para medir”. También
se emplea para aludir al ciclo menstrual femeni-
no. Véase menchis, regluda.
rumba. Festividad. Ánimo desordenado propio de
ésta.
rumba criolla. Curioso género musical de áni-
mo festivo generado como contrapeso a la avalan-
cha de sonidos caribeños que, a partir de los años
50 del siglo XX, comenzó a invadir de manera sú-
bita los salones de baile y las estaciones de radio
de música popular. Pese a que su prevalencia fue
reducida, dejó tras de sí importantes clásicos aún
presentes en la memoria.
rumbeadero. Espacio empleado para ceremo-
niales festivos y danzatorios, y para la ingestión de
bebidas fermentadas.
rumbearse. Frotar mediante un movimiento
mandibular los labios de dos individuos en señal
de impulso libidinoso.
rumbero. Individuo proclive al eterno festejo.
rumboso. Abundante. Grandioso. Dadivoso.
runcho. Individuo esquivo. En cierta jerga campi-
rana y cundiboyacense, rata.
runfla. Cúmulo notorio de objetos.
ruñir. Mordisquear y succionar la médula de un
hueso, acto abominado y prohibido por las páginas
del tratado de urbanidad y buenas maneras del
venezolano Manuel Antonio Carreño.
(rumbearse) La fiesta, 1926. Donante: Leonardo Hurtado Guzmán, Álbum
Familiar / Colección MDB - IDPC
(212)
rusa. Categoría laboral que engloba a todos los
honorables y sufridos miembros del gremio de la
construcción colombiana, quienes, a lo largo de
dolorosos años de explotación, han terminado por
levantar las viviendas del país entero para que
otros las ocupen. La rusa incluye a contratistas,
maestros de obra, guachimanes, ayudantes, con-
tramaestros, mediacucharas, oficiales, electri-
cistas, plomeros, aseadoras, reforzadores, ejero,
almacenista, carpinteros, ventaneros, cocineros
(fabricantes de cocinas), pintores, jardineros, ce-
rrajeros, llaveros, impermeabilizadores, vidrieros.
ruso. Albañil. Hay quienes creen que el término
guarda alguna relación con el surgimiento del
proletariado en la antigua Rusia.
ruta. En la jerga escolar, autobús encargado de
realizar el costoso, y en ocasiones inexistente,
servicio de transporte puerta a puerta de los edu-
candos.
(rusos) Instalación rieles del tranvía, 1912. Luis Alberto Acuña / Colección MDB - IDPC
(213)
*bogotálogo
sabajón. Insalubre revoltura elaborada a base
de aguardiente, yemas de huevo, leche, azúcar y
canela. Esta degeneración del zabaione italiano
suele ser consumida en los bajos mundos como
emblema de categoría y refinamiento. Su popula-
ridad se ha extendido al grado de haber propicia-
do la producción industrial de sabajones embote-
llados. El más popular de los que se expenden en
Bogotá es sin duda aquel que lleva el nombre de
una profanada deidad griega, ser que de ningún
modo debe haber consumido licor, tal como lo
muestra la contraposición entre lo apolíneo y lo
dionisíaco.
sabatina. Tiránica forma de castigo perpetrada
por ciertos rectores y prefectos de disciplina de
planteles académicos consistente en obligar a los
educandos a concurrir a las instalaciones escola-
res durante los días sábados.
saca. En lengua chibcha, nariz.
sacamicas. Individuo servil y dado por gusto a
menesteres denigrantes. En el sentido literal, la
expresión aludiría al encargado de remover las
bacinillas de las habitaciones de su patrón, como
cualquier camarero, ayuda de cámara, chambelán
o camarlengo. Véase lagarto, lamberico, lambón,
lavaperros.
sacar el culo. Cejar en una determinada em-
presa. Incumplir un compromiso adquirido con
antelación.
sacar la leche. Someter a un individuo, casi
siempre subalterno, a una tarea extenuante y di-
ficultosa.
Sagipa. Según los cronistas, cuarto zipa de Baca-
tá. Su periodo tuvo lugar entre 1514 y 1537. Era
sobrino de Nemequene, de quien fue fiel colabo-
rador en diversas batallas.
Su primera ejecutoria consistió en reunir a sus caci-
ques y a 70 mil soldados, para emprender venganza
contra Quemuenchatocha (zaque enemigo, quién
con una lanza puso fin a la vida de su tío) e invadir
sus dominios. En el combate, librado en Cajicá, y
dada la extenuación de los ejércitos, se firmó la paz.
La paz persistió por diez años más, hasta la llegada
de las huestes españolas. Sagipa enfrentó a Gon-
zalo Jiménez de Quesada en dos oportunidades,
la primera en Zipaquirá y la segunda en cercanías
de lo que actualmente se conoce como río Bogotá.
Aunque consiguió escapar a la zona hoy denomina-
da Piedras del Tunjo, allí fue encontrado y ultimado
por un impacto de lanza propinado por Alonso
Domínguez. Véase Gonzalo Jiménez de Quesada,
Nemequene, Saguamanchica, Tisquesusa, zipa.
sagrado. Dícese de un acto o ritual cualquiera
que debe ser llevado a cabo con disciplina y pun-
tualidad. Se usa por lo general para aludir a una
costumbre alimentaria o al pago de alguna deuda
de mayor o menor cuño.
Saguamanchica. Segundo zipa de Bacatá, se-
gún cuentan los cronistas. Nació en cercanías de
la actual Chocontá, en fecha desconocida, y reinó
por dos décadas. Fue feroz guerrero y amplió sus
dominios gracias a un ejército conformado por 30
mil guechas. En su gobierno –iniciado hacia 1470–
combatió a los panches, sutagaos y fusagasugaes,
y venció a los caciques Tibacuy y Uzatama.
Poco menos de un lustro después, se inició la
‘Guerra de los 16 años’, en la que se pugnó por
las zonas esmeraldíferas de Muzo y Somondo-
co –en poder del zipa de Bacatá–, y las salinas
s
(214)
(sacar la leche) Militares en entrenamiento, ca.1940. Daniel Rodriguez / Colección MDB - IDPC
(215)
*bogotálogo
(216)
de Zipaquirá y Nemocón –en poder del zaque de
Tunja–. Saguamanchica combatió por el norte con
Michúa y por el occidente se enfrentó de nuevo
con los fusagasugaes, panches y sutagaos en
Zipacón y Tena. El combate definitivo se efectuó
precisamente en Chocontá, lugar que hoy marca
los límites entre Boyacá y Cundinamarca. En me-
dio de la refriega ambos contendores murieron,
aunque Saguamanchica y sus hombres resultaron
vencedores. Fue reemplazado por su sobrino Ne-
mequene. Véase Meicuchuca, Nemequene, Sagipa,
Tisquesusa, zipa.
salado. Individuo cubierto por el manto de la
mala fortuna.
salar. De acuerdo con cierta superstición local,
atraer la mala suerte hacia un espacio tras haber
copulado en él.
salchichón cervecero. Cu-
rioso embutido de gran calado,
destacable por su alto contenido
graso y conformado por la mez-
cla de diversas carnes de cerdo.
Muy apetecido dentro de la clase
obrera bogotana, suele venderse
en pequeños cortes ya fijados por
un moderno sistema de notación
métrica impreso en sus envol-
turas. Es común verlo colgar en
diversos tenderetes, charcuterías
y almacenes de la ciudad.
salchipapas. Criolla combina-
ción entre el más popular de los
embutidos, la salchicha, y las
patatas fritas. Hubo, frente a la
sobreviviente sede de un popular
expendio de perros calientes, un
negocio con tal nombre, cuyo em-
blema era una suerte de can con
una bolsa rebosante de grasosas
papas en sus manos.
sale pa’ pintura. Voz coloquial y un tanto vulgar
indicativa de la culminación satisfactoria de un
trabajo.
salir pitado. Abandonar un espacio con extrema
velocidad, por lo general con el propósito de em-
prender la fuga. Véase embalado, pique de celador,
pique de choro, pisarse.
salpicón. Mescolanza de frutas picadas servidas
a manera de refresco y combinadas con cierta be-
bida cola, de generalizada aunque poco higiénica
consecución en parques, semáforos y esquinas.
saltar el bloque. Dícese del instante aquel en
que, presa del enojo, un individuo pierde las rien-
das de su accionar, transformándose en un peli-
groso monstruo de agresividad.
saltacharcos, pantalón. Pantalones de bota
alta, llamados de tal manera porque su diseño
dificulta que éstos se mojen al atravesar una su-
perficie húmeda.
saltatapias. Malhechor dedicado al saqueo pro-
fesional de viviendas. Véase apartamentero, choro,
liso.
Sanandresito. Paraíso bogotano del contra-
bando o del expendio de productos ingresados al
territorio nacional sin licencia, en principio locali-
zado en las inmediaciones del Hospital San José y
en la carrera 38 y luego diseminado por diversos
lugares del norte, sur y occidente de la ciudad.
Hasta el advenimiento de la apertura económica
promovida por el gobierno de César Gaviria Truji-
llo, Sanandresito hizo las delicias de los amantes
de la alta tecnología, comerciando con videorepro-
ductores, equipos estereofónicos, televisores y al-
gunos otros dispositivos domésticos de avanzada.
Pese a las altas ventas de los mencionados pro-
ductos, no hay entre todas las mercancías de los
Sanandresitos unas más representativas que las
clásicas galletas rellenas de higo marca Fig Rolls
o las galletas venezolanas tipo wafer de marca
Cocosete. Aún hoy resulta extraño que a ningún
(217)
*bogotálogo
fabricante nacional de golosinas y galletería se le
haya ocurrido remedar tan populares productos.
El nombre se deriva de la asociación del lugar con
un ‘pequeño San Andrés’, en alusión al archipiéla-
go caribeño.
San Victorino, luz de. Superstición popular de
la Bogotá colonial consistente en creer que du-
rante las noches una misteriosa aparición hacía
presencia en el sector del mismo nombre, ocasio-
nando la muerte a quienes la desafiaban con un
silbido.
San Vituco. Remoquete cariñoso con el que
algunos capitalinos de rancia estirpe suelen aludir
al sector de San Victorino.
sánchez. Véase sano.
sancochado. Dícese de quien soporta un intenso
calor.
saneti. Sano. Intacto. En buenas condiciones.
Indemne. El término se apoya en la ramplona
expresión “Déjeme Saneti que ando Happy Lora. Y
si me enrosca me pongo Nino Bravo”.
sano. Indemne. Tranquilo. Callado. Domesticado.
Manso.
santafecito lindo. Fórmula cariñosa, un tanto
lastimera, con la que sus seguidores suelen refe-
rirse a Santa Fe, uno de los dos combinados ba-
lompédicos más tradicionales de la ciudad.
sapito. En la jerga informal, herpes bucal.
sapear. Ejercer la fea costumbre de la delación.
sapo. Delator. Acusetas. Denunciador. Sobra decir
que los sapos pueden dividirse en dos categorías:
la de quienes lo son por convicción y de la quienes
lo son por conveniencia. De entre ambas, la peor
sin duda es la segunda.
sáquemelo. Voz vulgar de protesta con la que el
hablante exige o suplica a su interlocutor dejar de
importunarlo.
sarampión. Pederasta. Dícese de quien suele
acometer a individuos mucho más jóvenes que él
con fines amorosos. La analogía se fundamenta
en que tal enfermedad eruptiva sólo ataca a joven-
citos.
sardinear. Ir en pos o frecuentar la compañía de
miembros del sexo opuesto mucho más jóvenes
que uno.
sardinel. Galicismo para aludir al borde externo
de una acera.
sardinerío. Fórmula de dudoso gusto empleada
por ancianas o ancianos libidinosos para aludir a
una congregación de jovenzuelas o jovenzuelos.
sardinero. Individuo proclive a sentirse atraído a
las lides amorosas con quienes son mucho meno-
res que él.
(santafecito lindo) De la mano de los grandes, 1983. Donante:
Nadia Bernal, Álbum Familiar / Colección MDB - IDPC
(218)
sardino. Fórmula anacrónica y de muy dudoso
gusto para referirse a un jovenzuelo, adolescente,
jovencita o mozalbete.
sarita. Véase sarampión.
se acabó el año y no hicimos nada. La con-
tundencia y veracidad de la frase, sumadas al
cansancio por haber escrito cerca de ocho páginas
seguidas de texto, me hacen pensar que ésta ya
goza de la necesaria elocuencia y que cualquier
explicación sería redundar. Ahora bien… ¿Hay algo
más cierto que eso de que ‘se acabó el año y no
hicimos nada’ cada 31 de diciembre?
se armó un 9 de abril. Alusión a una situación
caótica cualquiera, análoga a los luctuosos acon-
tecimientos del 9 de abril de 1948. Véase bogotazo.
se cree la última Coca-Cola del desierto.
Expresión de corte extranjerista que da cuenta
de la creencia generalizada del pueblo bogotano
en cuanto a que el refresco por excelencia es la
bebida carbonatada en cuestión. Se emplea para
aludir a un individuo arrogante.
se despide más que circo pobre. Dícese de
aquel individuo que –al no tener una genuina vo-
luntad de marcharse– suele decir adiós con el fin
de que sus contertulios o anfitriones lo disuadan
de una inexistente intención de emprender la re-
tirada. Un afamado circo nacional ha sido claro ex-
ponente de esta doctrina al acuñar el lema comer-
cial de “y después no digas que no te avisamos”.
se la fumó verde. Frase de utilización común
para aludir a quien expone un concepto alocado.
Equipara la demencia al estado de turbación ge-
nerado por el consumo de cannabis.
se las pisa y pregunta de quién son. Fórmula
en extremo tosca para aludir a un individuo dis-
traído o desprovisto de habilidades intelectuales o
cognitivas. Véase huevón.
se le apareció la virgen. Úsase para aludir a
quien sin explicación ha sido bendecido por la
fortuna. La expresión es una muestra clara de la
fe católica, arraigada en la mayor parte del pueblo
bogotano.
se le corrió el champú. Expresión que bien
puede aludir a un individuo afligido por una pa-
tología psiquiátrica o convertido por alguna si-
tuación fortuita o por el efrecto del alcohol o las
drogas, en espontáneo homosexual.
¡se le dijo! ¡se le advirtió! Entrañable expre-
sión de reprimenda empleada para recriminar
a quien desoyó un consejo. Fue empleada y po-
pularizada por el excelente humorista uruguayo
Hebert Castro.
se le moja la canoa. Expresión de origen cari-
beño utilizada para aludir a quien –en el marco de
una faena etílica– da un vuelco abrupto y transito-
rio a su orientación sexual, incurriendo en actos
públicos de homoerotismo.
se le salen las plumas. Dícese de quien en
forma abrupta comienza a desplegar maneras y
ademanes afeminados.
se le salta el cambio. Véase se le corrió el cham-
pú, se le moja la canoa, se le salen las plumas.
¡se le tiene! Expresión propia de comerciante
informal habilidoso o de vendedor de repuestos
para confirmar a su potencial cliente la existencia
en bodega de un bien por el que éste haya indaga-
do. Véase reducidor, tumbe.
se le tiene en cuenta pa’l día del gamín.
Expresión de muy dudoso gusto usada para recri-
minar a un individuo determinado por su tacañería
a la hora de entregar al hablante una dádiva o
limosna.
¡se les quiere! Expresión de afecto, un tanto
venida a menos, popularizada al comienzo del
siglo XXI por Mario Muñoz, vocalista de la banda
capitalina de ska Doctor Krápula.
se lo quedo debiendo. Esta prima hermana del
pensamiento jesucristiano y altruista de no espe-
rar nada a cambio, nos convoca a soportar resig-
nados la ausencia absoluta de regalos en fiestas
(219)
*bogotálogo
(sardino) Ula-ula, 1976. Donante: Jorge Ardila, Álbum Familiar / Colección MDB - IDPC
(220)
de cumpleaños, de una puntual recepción de pa-
gos por parte de nuestros deudores o patronos, y
de cualquier compromiso derivado de acreencias
adquiridas en el marco de bebetas y almuerzos
entre compañeros de trabajo. Opositores de esta
escuela intelectual son los escarmentados ten-
deros, quienes a su vez han hecho populares me-
diante pegatinas, avisos y manuscritos los sabios
mantras de “Fiar es cosa ingrata”, “Solicite su
crédito que nosotros con gusto se lo negamos”,
“Hoy no fío, mañana sí”, y aquella muestra icono-
gráfica sin par de “Yo vendí a crédito. Yo vendí de
contado”. Véase líchigo, retacar.
se me cuida. Cariñosa fórmula para invitar al
interlocutor a ser prudente y cauto. Se utiliza con
mucha frecuencia como voz cliché de despedida.
se pierde, pero se goza. Prueba hablada del
optimismo del bogotano, quien aun viéndose en-
frentado a situaciones apocalípticas e imposibles
de resolver, antepone una sonrisa a la desgracia
galopante.
se roban un mojado. Tipificación certera y pre-
ocupante acerca de la tendencia al latrocinio y la
corrupción de algunos habitantes del bello suelo
bogotano. Véase choro, liso, rata.
se tiraron al chino. Expresión lastimera y
quejumbrosa empleada cuando un individuo –por
lo general en sus días de preadolescencia o ado-
lescencia– es inducido por alguien de más edad
a comportamientos sexuales promiscuos o a
conductas delictivas o drogodependientes. Véase
asaltacunas, cacorro.
se toma la sopita. Fórmula cómica para aludir
al evidente sobrepeso de un individuo, fundamen-
tada en la creencia de que el consumo de tal tipo
de alimentos incrementa el volumen graso del
cuerpo.
Sears. Desaparecido centro comercial con es-
tructura de tienda por departamentos, cuya sede y
alrededores han cambiado en forma sustancial.
La compañía norteamericana Sears Roebuck es-
tableció a finales de 1952 su primera sede de Bo-
gotá, en la calle 53 con carrera 24. El almacén dio
nombre al barrio aledaño y permaneció así hasta
finales de los 80, momento en que, en una irres-
petuosa afrenta histórica, comenzó a ser llamado
‘Galerías’ por medida oficial. Hoy, lo que fue un
amigable sector familiar, ha venido perdiendo lus-
tre hasta transformarse en una barriada en franca
decadencia. Antes de su fundación, en el mismo
lugar había funcionado el Hipódromo de Bogotá.
Véase Galembas.
seca, la. Sintomatología de resequedad en la ca-
vidad bucal, por lo general debida a resaca, calor o
a extenuante actividad física.
seco. Parte sólida de la comida.
segundillas. Alimentos ligeros que suelen ser
consumidos en medio de las comidas más grandes.
sejuela. Forma eufemística para aludir a la se-
nectud a partir de la frase “se jue la juventud”.
sembrarle la yuca. Vulgarismo con el que se
hace referencia a una penetración copulatoria.
señor: ¿me lleva por 500? Fórmula de súplica
muy común entre los desempleados bogotanos,
quienes, para satisfacer su necesidad de trans-
portarse por la intrincada topografía citadina, se
ven abocados a apelar a la generosidad de los
conductores de autobuses de servicio público para
obtener un sustancial descuento en el importe del
tiquete de viaje.
señoritero. Delicado. Sustancia, costumbre u
objeto propios de señoritas.
señorito. En tiempos coloniales y previos a la
Independencia, joven de clase alta.
septimazo. Famosa costumbre, de uso genera-
lizado entre los años 10 y 50 del siglo XX, consis-
tente en recorrer la populosa carrera Séptima,
con el objeto de procurarse cierta entretención
contemplando las vitrinas y a los demás transeún-
tes. Aunque la contaminación, la delincuencia y
(221)
*bogotálogo
(septimazo) En camino al septimazo, 1929. Donante: Vicky López, Álbum Familiar/ Colección MDB - IDPC
(222)
(septimazo) Vía en el centro de Bogotá, 1945. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
el masivo desplazamiento a otras zonas residen-
ciales de la ciudad habían alcanzado a erradicar
ese sano hábito, a finales de los 90 del siglo XX ha
vuelto a hacerse común por políticas de la admi-
nistración distrital. Véase echar rulo, familia Miran-
da, sapo, vitrinear.
ser un hacha. Gozar de una habilidad especial
para un determinado oficio o disciplina, por lo
general numérica o comercial.
serenatear. Regañar de manera reiterativa. Can-
taletear.
serrucho. Habitual costumbre consistente en ob-
tener ilícito provecho de bienes públicos, divididos
como botín entre funcionarios corruptos .
sevedol. Individuo insoportable. Tal denomina-
ción está inspirada en el reconocido analgésico
promovido como posible alivio “contra severos
dolores de cabeza”.
severo. Que goza de preeminencia, notoriedad y
grandeza.
show. Escena innecesaria y exhibicionista de
enojo, celos o disgusto.
si como camina cocina, me le como hasta
el pegao. Vulgar forma de halago empleada –en
teoría– para resaltar la elegancia seductora en el
contoneo de una dama al desplazarse. El efecto
provocado por el supuesto coqueteo suele ser
contrario al esperado y deriva en una mirada de
desprecio y fastidio.
¡sí, cómo no! Clásica frase en la que, de manera
irónica y descreída, un individuo intenta poner de
manifiesto su poca fe en las afirmaciones de su
interlocutor.
si es ya, es ya. Voz con la que se pretende seña-
lar la imperiosa urgencia de ejecutar una determi-
nada acción.
sí hay. Curiosa expresión comercial empleada
con frecuencia a la entrada o en las vitrinas de
ciertos negocios informales, con el extraño objeto
de reafirmar la disponibilidad de un determinado
(223)
*bogotálogo
bien de consumo en el establecimiento. Véase
aguene gue.
si más. Por poco. Expresión empleada para in-
dicar la inminencia de una circunstancia que, no
obstante, terminó por no ocurrir. Si más me estre-
llo con esa buseta y me caen todos los amigos del
chofer a darme varilla.
si no la caga a la entrada, la caga a la salida.
Escatológica expresión empleada para aludir a
quien no es de fiar.
si sigue timbrando lo sigo llevando. Cruel
expresión propia de conductor de autobús, usada
para desalentar el empleo del timbre dispuesto en
su vehículo para indicarle la necesidad de hacer
una parada. Véase busetero, cebollero, dietético.
si su hija sufre y llora, es por un chofer, se-
ñora. Consigna propia de pegatina de autobuses,
empleada para resaltar las virtudes donjuanescas
de algunos de nuestros transportadores.
si tiene afán, madrugue. En su defensa natu-
ral, quien de manera descarada abusa de servi-
cios como teléfonos públicos, ventanillas de ban-
cos o cualquier otro bien de uso común, hace de
esta frase su caballo de batalla. Ese ser incons-
ciente, aferrado con su fervor de mal ciudadano
al auricular y ajeno del todo a las elementales
formas de respeto, sigue hablando sin detenerse.
Cuando cada determinada cantidad de tiempo
alguien le reclama por su excesiva permanencia
en la cabina, él lo mira con desdén y le clava una
odiosa mirada acompañada de un “si tiene afán,
madrugue”.
¿sí pilla? Voz interrogatoria para indagar al in-
terlocutor acerca de si se ha percatado o no de un
determinado suceso, o de si ha entendido o no una
explicación.
siberiana. Especie femenina híbrida de costum-
bres reprochables, en el que se fusiona el aspecto
amenazante y vistoso de la loba, con la presunta
promiscuidad de la perra.
sica. En lengua chibcha, dientes.
sicas. Afirmación lanzada en oposición a ‘nocas’.
Según algunos estudiosos, el término tiene su
origen en una alusión curiosa al clásico álbum
musical ‘Seek and destroy’, de la banda Metallica.
sie. En lengua chibcha, agua.
sien con 15. Barbarismo cómico empleado para
aludir a las zonas laterales de la cabeza (sienes),
involucrando a la vez la conocida glorieta de la
carrera 15 con calle cien (tradicional lugar de la
ciudad en donde alguna vez se ubicó la sede del
café concierto La Gata Caliente).
siempre. Extraña forma de afirmación equivalen-
te a “un poco”, “sin duda” o “de alguna forma”. P:
¿Ya se mamó de leer el Bogotálogo? S: Siempre.
siéntese… que parados sólo trabajan los
peluqueros y el pipí de los hombres. Fórmu-
la poco cordial para invitar a un empleado a tomar
asiento, equiparando la posición contraria a la
elongación del miembro viril y sus cuerpos caver-
nosos, o al oficio de un estilista.
Siete de agosto. Tradicional vecindario bogotano
ubicado en inmediaciones de la calle 66 y la carre-
ra 24. Debe su nombre a la antigua existencia de
una hacienda llamada en esa forma.
sifón. Barril dispensador de cerveza. Cerveza
extraída de tal tipo de recipientes.
siga ud. Amable abreviatura empleada en res-
taurantes de dudosa categoría para invitar a los
clientes a ingresar de manera libre y confiada.
simasito. Forma, un tanto más servil, de ‘si más’.
Casi.
sin agüero. De manera audaz.
sin cinco. Úsase para aludir a una situación de
absoluta iliquidez.
sinvergüenza. Individuo en cuyo cuerpo y alma
la promiscuidad ha fijado su lugar de habitación.
sisas. Afirmación expresa, con distintas variables
locales: cinderella, simphonys, cilantros, simpson,
sífilis y simcard, entre ellas.
(224)
situa. Apócope de ‘situación’, por lo general em-
pleado en condiciones de emergencia.
soachington. Cálido y caricaturesco apelativo
con el que se suele aludir al municipio de Soacha.
sobadera. Perturbación constante y muy moles-
ta.
sobandero. Masajista especializado en terapias
de sanación muscular u ósea.
sobar. Importunar.
sobarse. Invitación al estoicismo, a la vez acom-
pañada de la indicación del imposible desarrollo
de una solución a un determinado problema.
sóbese, que no hay pomada. Agresivo llamado
al estoicismo y la resignación, para con quien –por
su propia voluntad o por el destino mismo– se ve
comprometido en una situación desfavorable.
sobijo. Masaje.
sobrado.
1. Individuo cuyas capacidades desbordan el pro-
medio.
2. Arrogante. Soberbio.
sobrado de lote. Expresión propia de la década
de los 80 del siglo XX para aludir a una situación
de holgura de un individuo en un determinado
contexto.
sobrador. Individuo presumido cuya excesiva
confianza, en ocasiones, puede conducirlo al error.
sobrados. Restos de un alimento. Véase corrien-
tazo.
sobre. Vulgarismo para aludir al lecho. El tér-
mino se ampara en la analogía existente entre
descansar resguardado por las frazadas y hacerlo
resguardado por una envoltura de papel. Ayer te-
nía tanta gripa que tuve que durar todo el día metido
en el sobre.
sobremesa. Postre.
socialbacán. Individuo moderno de ideas iz-
quierdistas, despojado de las maneras hostiles y
rudas de sus antecesores. El socialbacán se man-
tiene fiel a dichos ideales, pero su actitud es sin
duda más sofisticada, moderna y afín a la cultura,
y menos antipática que la de los izquierdistas de
viejo cuño.
soda, qué. Anacronismo muy propio de los 70 y
80, empleado por la juventud bogotana con pre-
tensiones modernizadoras en aquellos ya lejanos
tiempos para aludir a algo agradable y sorpren-
dente.
solar. Jardín y patio trasero de las casas. La
inexistencia de parques públicos en la Bogotá
republicana propició la existencia de una buena
cantidad de solares en los barrios centrales de la
ciudad.
solicite su crédito, que nosotros con gusto
se lo negamos. Ingeniosa, cómica y muy cortés
fórmula para indicar a alguien las políticas de un
negocio con respecto a las facilidades crediticias.
sollado. Dícese de quien se halla sumido en un
plácido sopor por causa del consumo de cierta
sustancia estupefaciente.
sollarse. Alcanzar un estado de laxo bienestar,
por lo general bajo los efectos de algún estupefa-
ciente.
solle. Estado de locura e ispiración, en la mayor
parte de los casos provocado por la ingesta de
estimulantes.
(sobremesa)
(225)
*bogotálogo
soltura. Afección diarreica.
sonarse. Remover las mucosidades de la nariz
mediante un enérgico y ruidoso soplido cuya sono-
ridad suele resultar molesta para quienes tienen
la desgracia de ser testigos de tan íntimo acto.
sonido. Expresión de discutible gusto empleada
por los encargados de probar micrófonos en el
marco de conferencias, recitales o de cualquier
otro evento en el que se requiera de amplificación.
Es empleada también para alertar a los presentes
del peligro de ser oídos profiriendo alguna infor-
mación impropia en voz alta.
sopa de colí. Suculento brebaje líquido elabora-
do a base de agua, sal, condimentos y plátano.
sopa y seco, dar. Demostrar la absoluta supe-
rioridad en un determinado conocimiento o acti-
vidad.
sopas. Voz de alerta para advertir de alguna pre-
sencia amenazante.
sopita, echar. Expresión de baja ralea para alu-
dir al acto de alimentarse.
soplado, salir. Abandonar un proyecto o una
actividad con inusitada velocidad.
soplar. Aspirar una droga por vía oral o nasal.
soplarse. Enojarse. Hurtar un determinado bien.
soplete. Ayuda nemotécnica ilícita empleada en
forma generalizada por los estudiantes de cole-
gios y entidades universitarias, consistente en
un micropapel con los contenidos cifrados de los
eventuales datos que pueden ser preguntados en
el marco de alguna evaluación.
sorbete de curuba. Suculenta bebida típica de
nuestra capital. Se elabora con leche, crema de
leche, agua, azúcar y –como es lógico– pulpa de
curuba vaciada de su cáscara con una pequeña
cuchara. Los ingredientes son mezclados en li-
cuadora. Luego, el líquido es filtrado por un tamiz
al que se denomina colador. Se sirve frío y es un
excelente acompañante de un variado tipo de co-
mestibles.
sorrostricar. Perturbar, incomodar.
sostener la caña. Mantener una mentira o una
situación insostenible. No tengo plata para seguir
pagando la cuota del apartamento, pero voy a tratar
de seguir sosteniendo la caña a como dé lugar.
sosténgamelo en la cara. Vigoroso y amena-
zante llamado a la franqueza dirigido a un indivi-
duo de cuya sinceridad se sospecha y a quien se
acusa de hipócrita.
soy pobre y vivo lejos. Lastimera expresión,
por lo regular empleada en sentido irónico para
autovictimizarse ante el interlocutor.
sport, ropa. Anglicismo anacrónico empleado
para aludir a atavíos deportivos o informales.
sticker. Afectado anglicismo acuñado en los 90
por parte de quienes encontraron en éste una for-
ma de mostrarse más solventes en el manejo de
la lengua inglesa, dictaminando a la vez la muerte
lenta de la tradicional calcomanía, mucho más
cercana a los afectos de los colombianos desde
lejanos tiempos.
su educación, permítamen. Fórmula servil de
saludo empleada de manera recurrente y automá-
tica por los vendedores ambulantes de autobuses
o por los menesterosos acostumbrados a derivar
sus fondos de la mendicación de buseta.
sua.
1. En lengua chibcha, día.
2. En lengua chibcha, sol. Tal vez variable de 'xue'.
sua meca. En lengua chibcha, periodo del día
comprendido entre el comienzo de la tarde y el
inicio de la noche.
sua mena. En lengua chibcha, periodo compren-
dido entre el comienzo de la mañana y el medio-
día.
suavena, con. Expresión de dudoso gusto para
indicar la delicadeza con la que debe de ejecutar-
se una determinada acción. ¡Wilson! Ese repuesto
es delicado. Si va a montarlo, hágalo con suavena.
Véase con mañita.
(226)
suba.
1. Chibchismo. Puede traducirse como ‘en frente’.
2. Vecindario.
subido. Individuo afligido por un atípico estado de
arrogancia. Véase más picado que muela de gamín,
picado.
subienda. Periodo transitorio en el que la densi-
dad de peces en un río se incrementa.
subir. Dada la conformación del suelo bogotano,
en el imaginario de los habitantes de la ciudad
subir es desplazarse hacia el oriente.
sucia. Mujer de execrable reputación sexual.
sucursal. Amante. Dícese de quien prodiga favo-
res sexuales a un individuo al margen del sagrado
tálamo conyugal.
sudado. Comestible casero de alto contenido
farináceo, conformado por carnes, arroz, papa,
yuca y plátano elaborados al vapor y bañados en
un suculento guiso a base de tomate y cebolla.
Pese a lo repugnante de su nombre, el sudado es
de hecho uno de los más apetecidos comestibles
de la cocina criolla.
sue. En lengua chibcha, pájaro.
suelazo. Caída brusca.
suelto.
1. Dinero en billetes o en monedas de baja deno-
minación.
2. Individuo afligido por alguna dolencia diarreica.
suerte, es que les digo. Fórmula de despedida
de corte irónico y desobligante.
suerte y muerte. Vulgarismo de gusto dudoso
utilizado como fórmula de despedida. Su uso se
generalizó a finales de la década de los 80 del
siglo XX, pero ya ha ido cediendo su lugar a otras
expresiones más contemporáneas.
suéter. Fórmula típica de despedida, derivada de
‘suerte’.
suéter de lana vírgen. Véase suéter.
suhuza. En chibcha, unidad de medida equivalen-
te a ocho.
sumercé. Pronombre personal un tanto servil y
en franco proceso de desaparición, empleado para
dirigirse con modestia a los superiores.
supcua. En lengua chibcha, cangrejo.
súper. Prefijo un tanto anacrónico utilizado para
denotar superlatividad o superioridad. En su afán
por sonar juveniles, algunos vejetes lo emplean un
tanto equivocadamente en expresiones ya anticua-
das tales como ‘súper bien’ o ‘súper bueno’.
supervisapo. En la jerga corporativa informal,
individuo encargado de monitorear el desempeño
laboral de los empleados a su cargo. El término es
el resultado de unificar los términos ‘supervisor’
y ‘sapo’. Con frecuencia, un supervisapo deriva un
gusto morboso al señalar las fallas de los opera-
rios bajo su jurisdicción para, a su vez, ganarse
los favores de los superiores.
sureño. Residente de la zona sur de la ciudad.
sutián. Sostén.
sysqui. En lengua chibcha, cabeza.
(supervisapo) El poeta Carranza y dos periodistas, todos atentos a la
máquina de escribir, 1943. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
(227)
*bogotálogo
ta. En lengua chibcha, unidad de medida equiva-
lente a seis. Labrantío.
tabogo. Remoquete cariñoso y simpático con el
que algunos suelen aludir a la capital. Aunque
obvio es decirlo, surge de trastocar el orden silá-
bico del nombre.
tacar. Cometer un error o incurrir en una impre-
cisión en medio de un juego de billar, al golpear
las esferas con el taco.
tacar burro. Errar de manera vergonzosa.
tacho remacho. Mantra lúdico de los chicuelos
empleado para solicitar un extemporáneo tiempo
de distensión o una zona de neutralidad en medio
del juego.
tai. En la jerga de los pequeños, voz de llama-
do para solicitar un tiempo de gracia durante
el trámite de algún juego. Aunque ello no se ha
comprobado, y para vergüenza de los bogotanos,
hay quienes lo relacionan con cierta distorsión del
anglicismo time.
taita.
1. Progenitor.
2. Chamán, dedicado a guiar a los participantes en
tomas de yagé y demás rituales ancestrales.
talco, peinado. Burda y manoseada fórmula có-
mica para aludir a quien no suele peinarse una vez
se despierta. El término, ya anacrónico, procede
de la abreviación del término ‘tal como se levantó’.
Talcual. Entrañable personaje de cuerpo peque-
ño y voz áspera, creado a principios del siglo XXI
como figura principal de una campaña contra la
especulación y en defensa de los derechos del
comprador promedio, a través del reconocido
espacio televisivo ‘El boletín del consumidor’,
fundado por Ariel Armel.
talcualear. En la jerga de universitario burdo,
fotocopiar.
tamal bogotano. Especie de hayaca elaborada
con una masa blanda de harina de maíz, en al-
gunos casos aderezada con manteca de cerdo y
caldo de carnes de res, gallina y puerco bañadas
en guiso de arroz, garbanzos y cabezas de ajo. El
conjunto se presenta envuelto en hojas de plátano.
tamborear. Despedir o expulsar a alguien de un
determinado ambiente.
tanquear.
1. Abastecerse de combustible.
2. Vulgarismo para aludir al acto de alimentarse,
equiparando el sistema digestivo de un humano al
sistema de abastecimiento de combustible de un
vehículo.
¡tantas curvas y yo sin frenos! Vulgar fórmula
de halago empleada para referirse a las turgen-
cias femeninas y al estado de lubricidad experi-
mentado por el hablante a causa de ellas. Véase
arrecho.
tapada, a la. En la jerga de los jugadores de
cartas, escogencia dejada al azar, confiada a la
suerte propia.
tapado. Taimado. Hipócrita. El término se utiliza
para aludir a quien actúa de manera subrepticia,
desleal, deshonesta y silenciosa.
tapado en plata. Dícese de un individuo adine-
rado.
tap’e tusa. Término en desuso para aludir a una
bebida alcohólica de destilación casera. Se le
llamó así dado que, en la mayoría de los casos,
dichos brebajes eran tapados con los restos de
una mazorca.
tapitas. Véase yermis.
t
(228)
taponazo.
1. Brusco e involuntario golpe, casi siempre ases-
tado con un balón de fútbol.
2. Alusión a un acto de penetración fálica.
taqueada. Reprimenda.
taqueado. Recinto o espacio sobresaturado de
gentes u objetos. Individuo en condiciones de har-
tazgo debidas al excesivo consumo de alimentos.
taquear. Imprecar. Regañar.
tarambana. Individuo desprovisto de cordura y
juicio.
tarilas. Individuo torpe y falto de inteligencia.
tarrado, cómase un. Invitación descortés con
la que se impreca y denuesta a un interlocutor al
conminarlo a ejercer la coprofagia, consumiendo
las excretas en una repugnante presentación de
lata.
tarrear. Expresión empleada por los adolescen-
tes de clases medias y altas de la ciudad –por lo
general procedentes del sector de Chapinero– en
la década de los 60 del siglo XX, para aludir al
oportunista y libidinoso acto de palpar, con o sin
su anuencia, las zonas pudendas de una empleada
dedicada a oficios domésticos. Véase bluyinear,
maniculichimbiteteo, maniculichochiteteo, manicu-
liteteo.
tarro, voz de. Voz atonal, molesta y desafinada.
tarros. Expresión un tanto vulgar para aludir a
las piernas femeninas.
tatabra. Individuo propenso al enojo.
tatabrón. Jovenzuelo de considerable estatura.
tatarapizca. Ancestro femenino presente en el
árbol genealógico familiar, cuya reputación, no
obstante, se encuentra en entredicho.
tatareto. Tartamudo. El término se utiliza tam-
bién para aludir a quienes, por causa de la ingesta
desmesurada de algún destilado o añejo, se en-
cuentran en dificultad para comunicarse con sus
semejantes.
tatequieto, poner el. Manida expresión em-
pleada por los tituladores de diarios e informati-
vos radiales y televisivos. Se deriva de la expresión
‘estate quieto’ e indica el acto de dar término a
una situación o hecho anormal.
té de Bogotá. Alstonia theaiformis. Una de las
muchas especies vegetales descubiertas por
José Celestino Mutis durante su expedición
botánica. La planta crece en la sabana y es
también conocida con el nombre vulgar de ‘palo
blanco’.
¡te vi! Fórmula poco cordial de despedida, em-
pleada para indicar, sin ninguna discreción, el
deseo de evitar la futura presencia de un determi-
nado individuo.
tebas, ser el. Ser el más calificado, dotado o
capacitado para la ejecución de una determinada
tarea.
(tebas, ser el) Primer campeón de atletismo de 5.000 y 10.000 metros
planos, Jorge Nava, a la llegada a la meta en Bogotá, 1944. Daniel Rodrí-
guez / Colección MDB - IDPC
(229)
*bogotálogo
(tejo) El alcalde de Bogotá Carlos Sanz de Santamaría jugando con sus allegados, 1944. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
(230)
teclas. Turgencias pectorales de una dama.
tegua. Dícese de quien, sin haberse recibido
como profesional en el ramo de la medicina, ofre-
ce sus servicios informales como doctor. Curan-
dero.
tejo. Deporte nacional, originado en el altiplano
cundiboyacense. Consiste en el lanzamiento de
una pieza de piedra o metal de forma redonda
(tejo) hacia una plataforma inclinada de arcilla
húmeda, en la que hay dispuestas cuatro peque-
ñas láminas triangulares debidamente equipadas
con pólvora y prestas a estallar al contacto del
misil. El equipo o individuo que acierte en mayor
número de oportunidades es el ganador. No obs-
tante, más allá de las exigencias y reglamentos
que regulan el tejo, el más inviolable y sacro de
sus predicamentos es el consumo copioso de
cerveza, obligación ineludible para todos sus
cultores.
telebobela. Expresión popularizada en los
años 80 del siglo XX por el legendario sema-
nario cómico de televisión ‘Sábados felices’,
en alusión caricaturesca a la deplorable cali-
dad argumental de muchas de las telenovelas
emitidas por los canales nacionales en aquel
entonces.
tema. En la lengua vulgar, burda, inescrupulosa
y sobornable de algunos operadores, programa-
dores corruptos de radio y promotores de casas
disqueras, canción.
temazo. Véase tema.
tembo. Apócope de ‘atembado’.
temblar. Dicho de un videograma preservado en
el muy bogotano formato de Betamax, presentar
fallas en el sistema de ‘tracking’ por desgaste
de las cabezas o deterioro de la cinta. Bogotá, al
igual que toda Colombia, se ufanó de ser territorio
Betamax durante la década de los 80. Véase ¿qué
máx, betamax?
tembleque. En alusión a una cinta de Betamax,
acción y efecto de temblar.
templado.
1. Enojado.
2. De carácter sólido. Con temple.
templar. Arribar a algún lugar.
templar carpa. Experimentar una incómoda
erección, difícil de ocultar.
tenaz. Increible. Destacable. Maravilloso. Exage-
rado. Tengo un hambre ni la tenaz.
tener de las huevas. Enfrentar una situación
de suma presión y cargas laborales, económi-
cas o académicas excesivas. Estoy pagándoles
la universidad a mis tres hijos, y me tienen de las
huevas.
tenga, pa’ los dulces. Eufemismo empleado
como anticipación a la entrega de alguna dádiva
monetaria, que suele proporcionarse como con-
traprestación a una actividad realizada en forma
voluntaria, como gratificación motivada por un
soborno o como obsequio espontáneo a un pe-
queñuelo, en muchos casos por parte de algún
pariente cercano o amigo de la familia.
tenga pa’ que lleve. Si bien el origen de la ex-
presión debió cimentarse en la generosidad y en
el deseo de compartir, su fin es más bien irónico,
pues no alude en su contenido a un elemento de
bienestar, sino más bien a un perjuicio ocasionado
al incauto o al débil.
tengo un filo, que si me agacho me corto.
Vulgarismo bastante común para ilustrar una
situación desesperada de hambre o de ansiedad
por alimentos. Se fundamenta en el significado
coloquial del término ‘filo’.
tengo una miada, que me sabe la boca a
champaña. Alusión a una condición de sobrecar-
ga y de continencia forzada del líquido urinario,
debida por lo regular a la ausencia de un mingito-
rio cercano; su mayor síntoma, aparte de fuertes
(231)
*bogotálogo
punzadas en el bajo vientre, es un extraño sabor
ácido en el paladar.
tenido. Ruin. Tacaño. Egoísta. Poco dado a la
generosidad.
tepa. Abreviatura ligeramente afeminada para
‘¿te parece?’. Suele ser respondido con un ‘mepa’
aprobatorio. Véase kepa, mepa.
tercer puente. Frecuente aunque anacrónica
forma de aludir al puente vehicular localizado
en la calle 170 con autopista Norte. Es una he-
rencia ancestral de los tiempos en que, en efec-
to, este era el tercero y último en la corta lista
de enlaces levadizos que permitían atravesar la
incipiente vía sin afectar su tránsito de automó-
viles.
terronera. Sensación de pánico o de temor exa-
gerado que antecede a un hecho riesgoso o com-
prometedor.
teso. Individuo impresionante por su fortaleza o
sus habilidades en el ejercicio de una determinada
actividad.
tetero. Recipiente para la lactancia artificial o
contenido lácteo del mismo.
teteros. Vulgarismo para aludir a la prominencia
de las glándulas mamarias de una dama.
tetiado. Lleno. Saturado. Atiborrado.
tetiar. Atestar un determinado local con la pre-
sencia excesiva de seres humanos.
teto. Úsase para aludir a las condiciones de ha-
cinamiento que caracterizan a un determinado
lugar.
tetrahijueputa. Variable cuadrangular de la
reconocida fórmula de denuesto.
tibieza. Molesta sensación de calor presente
en los cuerpos de los individuos que por alguna
razón, voluntaria e involuntaria, se han visto
impedidos de dar cumplimiento al saludable y
sagrado menester del baño diario.
tiempos del ruido. Fórmula afincada en la
memoria colectiva de los bogotanos desde el
siglo XVII. Alude a un extraño e inexplicable
fenómeno acústico acontecido en la madru-
gada del 9 de marzo de 1687, cuando por toda
la ciudad y sus confines se sintió un estrépito
misterioso que se prolongó por unos minutos.
Su causa continúa siendo un enigma, aunque es
interpretada, de acuerdo con las creencias de
cada individuo, como un prodigio celestial, como
un fenómeno meteorológico, como una mentira
histórica o como producto de un sismo lejano.
Decir que algo pertenece a ‘los tiempos del rui-
do’ es remontarlo a épocas pretéritas.
tienda. Expendio misceláneo de víveres, be-
bidas y bienes varios. La tienda del barrio es
al bogotano lo que el pub al británico, lo que el
bar al norteamericano, lo que el café al parisino
o al porteño, y lo que la tasca al ibérico. En la
tienda, además de oírse entrañables tonadas
populares que emanan de las bocinas de radios
y videorockolas, pueden consumirse toda suerte
de alimentos, además de espíritus alcohólicos
que van desde el aguardiente hasta el refres-
cante néctar de cebada. A esto debe añadirse la
existencia de ciertos tenderos generosos, y de la
posibilidad de alimentarse a crédito. En las tien-
das pueden entablarse magníficas amistades
con el obrero, el vigilante, el alcohólico o el ten-
dero del vecindario, individuos de cuyo ejemplo
hay mucho que aprender. Quienes logran un alto
nivel de confianza con los propietarios de las
tiendas, podrán inclusive abrir ‘cuentas’ y gozar
de los excepcionales beneficios crediticios que
los clientes predilectos disfrutan a granel. Véa-
se el que fía no está, hoy no fío, mañana sí.
tiene huevo. Voz de reproche hacia la conduc-
ta de un individuo, por lo general descarado,
equivocado o abusivo. ¡Tienes huevo si me vas a
pedir prestado sin haberme pagado lo que ya me
debías! Véase mandar cáscara.
(232)
(tienda)
(233)
*bogotálogo
tiene los servicios cortados. Figura retórica
empleada con frecuencia para aludir al momento
en que –debido a una conducta inapropiada o des-
leal– la pareja de un individuo cualquiera decide
negarse a recompensarlo con el débito conyugal.
Se emplea además para referirse al momento en
que alguien pierde, de manera temporal, el favor
de otro individuo.
tiene más entradas que Santodomingo.
Fórmula cómica e ilustrativa para aludir a una
pronunciada calvicie frontocoronaria, equipara-
ble, por el volumen de la frente, a los ingresos de
uno de los famosos magnates nacionales. Úsase
también con Ardila Lulle o con cualquier otro mul-
timillonario.
tiene más entradas que Unicentro. Fór-
mula cómica análoga a ‘tiene más entradas que
Santodomingo’, pero en este caso ambientada
en uno de los más grandes centros comerciales
de la ciudad, localizado en el populoso sector de
Santa Bárbara, entre las calles 120 y 127, y las
carreras 13 A y 15. Véase tiene más entradas que
Santodomingo.
tiene más frente que las Farc. Fórmula có-
mica análoga a ‘tiene más entradas que Santo-
domingo’ y a ‘tiene más entradas que Unicentro’,
en la que se apela a los muchos contingentes de
los que dispone el grupo armado ilegal Fuerzas
Armadas Revolucionarias de Colombia.
tiene más ojos que una piña. Vulgarismo
empleado para alabar la belleza ocular de un in-
dividuo.
tiene más patas que una mesa de billar.
Burda y machista expresión de galantería, em-
pleada con el objeto de poner de relieve la belleza
de las piernas de una dama.
tiene más plata que un cura con dos parro-
quias. Alusión a la incalculable fortuna de un
individuo, consistente en insinuar que ésta supera
a la de un prelado cuyos ingresos proceden de las
cuantiosas contribuciones de los feligreses de una
dupla de iglesias.
tiene más presencia un moco en una
corbata. Gráfica y despectiva alusión al mal
aspecto de un individuo, equiparable al de una
secreción mucosa sólida adherida a la prenda
en cuestión.
tiene más reversa un avión. Voz indicativa
de intransigencia o de la imposibilidad de rever-
tir un asunto, comparada con la inexistencia de
un mecanismo aeronáutico de reversa.
tiene unos ojos como para chuparle las
tetas. Vulgarismo masculino por excelencia,
empleado para señalar las intenciones lúbricas
que una dama despierta entre sus admiradores
debido a la belleza de sus ojos sumada a la per-
fección de sus turgencias mamarias.
tierra caliente. Dada su condición de país sin
estaciones, tal expresión se emplea en las re-
giones centrales de Colombia para aludir a las
zonas de climas cálidos. Por oposición, la tierra
fría es aquella de temperaturas bajas.
tierrero. Situación conflictiva y enmarañada.
Pugna. Riña.
tieso y parejo. Con fuerza y persistencia.
tiestazo. Golpe severo, producto generalmente
de una caída.
tigre. Individuo experimentado en una lid deter-
minada, que bien puede ser deportiva, amatoria,
administrativa o laboral.
timbrarse. Enojarse o sobrecogerse ante un
estimulo determinado.
tinieblo. Amante. Dícese de quien sostiene en-
cuentros libertinos e incastos con mujeres casa-
das o núbiles, usualmente consumados en mote-
les, tabernas y lugares crípticos, todo con el fin de
guardar la debida confidencialidad.
tinterillo. Dícese de aquel que –sin haberse reci-
bido de abogado– funge como tal.
(234)
tinto. Café negro. En el resto del mundo la expre-
sión causa desconcierto, pues los demás países
hispánicos entienden por ‘tinto’ un vino de color
oscuro.
tiple. Curioso instrumento musical exclusiva-
mente colombiano, conformado por cuatro órde-
nes de cuerdas de afinación idéntica a la de una
guitarra.
tira la piedra y esconde la mano. Úsase para
aludir a un individuo incapaz de responsabilizarse
por sus actos y, además, sumido en una suerte de
hipocresía combinada con falta de valentía para
afrontar las consecuencias de sus actos de agre-
sión vedada.
tiradera. Jodienda.
tiradera, hacer la. Perturbar o incomodar a un
individuo.
tiraderas. Denominación conferida por los cro-
nistas al tipo particular de lanzas empleadas por
el pueblo chibcha.
tirando pólvora en gallinazos. Expresión
propia de Antioquia y el gran Caldas, con la que se
hace referencia al acto de desperdiciar energías o
recursos en causas o individuos que no los ame-
ritan.
tirantas. Calzonarias.
tirar. Copular. Amancebarse.
tirarle seriedad. Comportarse en forma seria y
adusta.
tirarse. Estropear.
tirárselas. Darse inmerecidas ínfulas.
tiro de as, a. Expresión muy propia de comenta-
ristas y periodistas deportivos. Se usa para aludir
a un hecho inminente, que está a punto de cum-
plirse. Por lo general alude a un acontecimiento
positivo.
tiro de buñuelo, a. De inmediato. Hacer tiros.
Instante en que una determinada sustancia o ac-
ción surte efecto.
Tisquesusa. Según los cronistas, cuarto zipa
de Bacatá. Sucedió a su tío Nemequene. Su pri-
mera ejecutoria consistió en alinear un ejército
de 70 mil hombres para vengar la muerte de su
pariente, quien había perecido a manos de Que-
muenchatocha, zaque de Tunja. Tras el inicio de
una cruel batalla por el dominio de esta población
y debido a la extenuación de los combatientes, se
firmó la paz. Luego, Tisquesusa procedió a una
ofensiva contra los sublevados caciques de Ubaté
y Susa, de la que salió vencedor. La tranquilidad
persistió por diez años, hasta la llegada de las
huestes españolas.
El célebre zipa combatió en dos oportunidades a
los hombres de Gonzalo Jiménez de Quesada: la
primera en Zipaquirá y la segunda en estribacio-
nes del actual río Bogotá. De ambas salió derrota-
do. Al término de la segunda huyó a cercanías de
lo que hoy se conoce como Piedras del Tunjo, en
donde fue cazado y ultimado a manos de Alonso
Domínguez. Tisquesusa fue sucedido por Sagipa.
Véase Meicuchuca, Nemequene, Sagipa, Saguaman-
chica, zaque, zipa.
tithua. En lengua chibcha, jefe de tribu.
toalla. Expresión cariñosa y cómica con la que los
fanáticos del mondongo suelen aludir a la natura-
(tinto)
(235)
*bogotálogo
leza de la carne servida en el mencionado platillo,
dada la semejanza de la textura de su epidermis
con la del tejido de un paño para secar.
tobia. Chibchismo que significa canasta.
toche. Expresión importada del Tolima grande y/o
Santander empleada para aludir a la torpeza de
un individuo.
¡todo bien, todo bien! Mantra optimista y
minimalista impuesto por el afamado futbolista
profesional Carlos ‘El Pibe’ Valderrama en el mar-
co de los desastrosos resultados del combinado
balompédico patrio durante el mundial de Esta-
dos Unidos en 1994. Úsase indistintamente como
pregunta o como afirmación. Úsase también en
sentido irónico. Véase el que no hace los goles los
ve hacer, por ahí no se dieron las cosas.
todo full, a.
1. A cabalidad. Anglicismo redundante y absurdo.
Véase a full.
2. Con absoluta velocidad.
todo lo del pobre es robado. Franca alusión a
la triste creencia tendiente a restar méritos a los
logros de quien no pertenece a las clases hege-
mónicas o a atribuir sus logros y sus éxitos pecu-
niarios a actividades delictivas.
todo niño nace con un pan debajo del bra-
zo. Falsa creencia difundida por padres y familias
irresponsables, fundamentada en la idea de que el
simple nacimiento de una criatura es garantía de
que ésta jamás habrá de padecer hambre.
toes qué. Burda forma de saludo derivada del
también un tanto burdo ‘¿entonces qué?’.
togua. Chibchismo: copo para hilar.
tolempo. Torpe.
tomáis. En la jerga de la construcción, expresión
resultante de invertir y distorsionar las sílabas
que componen el vocablo ‘maestro’.
tomate chonto. Lycopersicum esculentum. Es-
pecie de tomate de uso común en la sabana bogo-
tana, popularizada por las jornadas pedagógicas
contra la inflación bajo la batuta del filantrópico
Ariel Armel.
tomatrago. Individuo dionisíaco y propenso a la
beodez.
tomba. Úsase para aludir de manera genérica
a quienes hacen parte de la fuerza policial de la
ciudad.
tombo. Voz de desprecio con la que se descalifica
a cualquier miembro de la Policía.
tome, pa’ que se entretenga. Fórmula en
apariencia amable, pero un tanto amenazante, de
asignar a un individuo una determinada tarea.
tomín. Vulgarismo para aludir al órgano copula-
torio y urinario de un caballero.
tons. Burdo apócope de ‘entonces’. Véase toes qué.
tontarrón. Individuo torpe y pretencioso.
tontoniel. Úsase para aludir a un individuo de
limitadas capacidades intelectuales.
topa tolondra, a la. Actividad realizada sin es-
mero ni técnica. Una obra tan importante como la
de Transmilenio no debe hacerse a la topa tolondra.
topcito. Extraña forma diminutiva y generalizada
con la que se alude a aquella prenda de vestir
femenina encargada de cubrir el pecho y de des-
cubrir la cintura.
topo. Especie de alfiler de oro empleado para
sostener las mantas sobre el pecho. Su cabeza
suele tener forma de cascabel. Curiosamente,
otros pueblos nativos americanos emplean la
expresión para aludir a un pendiente o arete.
toque. Unidad de medida empleada para referir-
se a una cantidad pequeña.
torcido. Ardid deshonesto. Negocio sucio.
tota. Chibchismo: reflejo del cielo.
totazo. Golpe involuntario en el cuerpo, con fre-
cuencia debido a la impericia de quien lo experi-
menta.
tote.
1. De acuerdo con una inexacta creencia popular,
precursor infantil de las 'papas explosivas', cuyo
(236)
auge tuvo lugar entre los años 60 y 80 del siglo XX.
El clásico tote consiste en dos secciones de pólvo-
ra en forma de macropastillas envueltas en pape-
lillos de colores, cuyo contacto con el piso provoca
una estrepitosa explosión. Muchos pequeñuelos
con precoces instintos homicidas o pirómanos
hicieron uso de éstos para agredir a sus condis-
cípulos. Por lo general los totes eran distribuidos
preferencialmente por los zapateros de barriada.
La confusión está legitimada por el DRAE, al iden-
tificar los ‘totes’ con lo que en Bogotá se llamaba
‘torpedos’.
Los torpedos, en efecto, eran pequeñas ‘papas
explosivas’ del tamaño de una falange que estalla-
ban al arrojarse con fuerza contra una superficie
dura, produciendo un ruido similar al de un dis-
paro con arma de poco calibre. Estos son los que
describe el texto.
Pero los totes eran otra cosa: gotas solidificadas
de una materia fosfórica altamente tóxica, pega-
das en un papel corriente. El usuario arrancaba
una de estas pastas azulosas y la raspaba contra
el asfalto para “prenderla”, soltándola luego por-
que lo podía quemar. El tote se consumía durante
pocos segundos en una ruidosa e ininterrumpida
serie de minúsculas explosiones que, sumadas,
constituían un sonido muy característico.
Los verdaderos totes fueron la “pólvora decem-
brina” más económica y popular por largo tiempo,
pero sus propiedades tóxicas irreversibles hicie-
ron de ellos una de las herramientas predilectas
de los suicidas. Así mismo, innumerables niños
quemados murieron por los efectos del fósforo
blanco que se empleaba en su composición. Su
prohibición fue bastante anterior a la del resto de
productos explosivos ornamentales.
(tombos) La muerte de un árbol, 1950. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
(237)
*bogotálogo
2. En la jerga delincuencial, arma de fuego.
tote, estar como un. Encontrarse en extremo
enojado.
totear. Estallar. Tiene su origen en el antiguo
término chibcha tohoty, cuyo significado es el de
‘reventazón’.
totearse de la risa. Ser víctima de un intenso e
histérico ataque risueño.
totumada. Unidad de medida correspondiente a
la capacidad de una totuma.
totumazo. Golpe propinado con la palma en la
frente de otro individuo.
Tpb. Siglas identificativas del desaparecido Tea-
tro Popular de Bogotá, uno de los más importan-
tes centros de producción y divulgación del teatro,
fundado a comienzos de los 70 y desaparecido en
los 90 del siglo XX.
traba. Condición experimentada por quien se en-
cuentra bajo los efectos de algún estupefaciente.
trabaja más que gorgojo en un riel. Úsase
para ilustrar la poca vocación de un individuo por
la laboriosidad, equiparable, según la frase, a lo
poco que puede hacer uno de los coleópteros en
cuestión al tratar de alimentarse de un carril fé-
rreo.
¡trabajar, trabajar y trabajar! Polémico
mantra vital esgrimido durante los ocho años de
gobierno de uno de los más populares presidentes
de la República en la historia moderna de Colom-
bia.
traga. Estado de embelesamiento y estupidez
padecido por quien se haya prendado de otro in-
dividuo.
tragado. Prendado.
tragantina.
1. Vulgarismo con el que se alude a los alimentos.
2. Faena de ingesta profusa de comidas.
tragueado. Individuo transformado por los efec-
tos del etil.
trajeado. Expresión empleada para aludir a la
forma de vestir de un individuo determinado que,
según el caso, puede estar bien o mal trajeado.
tranca. Aparato fálico.
tramacazo. Golpe fuerte producido en la mayoría
de los casos por un accidente o caída.
tramar.
1. Mentir.
2. Despertar interés.
3. Engatusar.
trancado. Voz angurrienta utilizada por indi-
viduos necesitados de saciar sus gaznates con
copiosas dosis de alimentos al sentarse a mante-
les. La expresión “un almuerzo bien trancado” es
también empleada como estrategia de seducción
por parte de los expendios de comidas de dudoso
perfil.
trancón. Congestión de tránsito (junto a Monse-
rrate, a la Plaza de Bolívar y al tamal con chocola-
te, uno de los emblemas identificativos de nuestra
capital ciudad). La fama nacional de Bogotá, como
la ciudad de los atascamientos del tráfico vehicu-
lar no ha podido ser contrarrestada por medida
alguna.Véase busetero, fercho, pico y placa, tetiado.
tranquil(o) a, que yo le respondo. Frase
campeona entre quienes desean huir impunes de
un accidente de tránsito o anticoncepción fallida
sin tener que acudir a instancias oficiales o sufrir
intervenciones por parte de la fuerza pública.
“¿Pa’ qué nos vamos a enredar la vida con cro-
quis y citaciones y cosas? Mejor venga, le doy mi
teléfono, que yo conozco un taller bueno en donde
me hacen las cosas bien y baratas. Llámeme esta
tarde. Tranquilo que yo le respondo”. También es
común su uso en escenarios en los que se comu-
nican paternidades solteras indeseadas por venir.
“No se preocupe, mami, que yo no la voy a dejar
engrampada. Déjeme, voy a solucionar un asunto
en los Llanos y cuando vuelva hablamos con sus
papás y nos vamos a vivir juntos. ¡Tranquila, que
(238)
yo le respondo! ¡No se preocupe por médicos, ni por
pañales, ni por nada!”
transmi. Fórmula cariñosa para aludir al siste-
ma de transportes masivos de mayor cubrimiento
en la Bogotá de comienzos del siglo XXI.
transmierdero. Fórmula, para nada cariñosa,
con la que se hace alusión de manera crítica al
sistema de buses articulados Transmilenio.
transmilento. Término desligado de la realidad
en el que se atribuye al sistema de transportes de
la ciudad una inexistente lentitud.
transmilleno. Juego acrónimo de palabras con
el que se pretende criticar el alto flujo de viajeros
en el sistema de transportes Transmilenio durante
determinadas horas del día. Véase chucha, tetiado.
transversal. Vía paralela a los cerros, con carac-
terísticas casi idénticas a la de carrera, pero, de
manera arbitraria y del todo inexplicable, llamada
en forma distinta. Véase diagonal.
tranvía. Sistema de transporte por rieles cuya
operación en la ciudad, entre 1884 y 1952, cum-
plió de manera eficaz con las necesidades de
desplazamiento de los bogotanos. Al principio fue
remolcado por mulas y conocido como ‘tranvía de
sangre’, pero a partir de 1910 el sistema eléctrico
comenzó a ser implantado en forma paulatina.
El responsable de su eliminiación fue Fernando
Mazuera Villegas, quien hasta el final de sus días
manifestó su orgullo por haber adoptado tan poco
romántica medida.
trapear el piso. Propinar a un individuo, sub-
alterno o en condiciones de indefensión, un trato
humillativo y esclavista.
trapero. Artefacto empleado en la limpieza de
pisos.
traqueado. Envejecido. Desgastado.
traqueto. Individuo dedicado al narcotráfico
como profesión. En el imaginario colectivo del
(239)
*bogotálogo
bogotano, el traqueto se caracteriza por el innece-
sario exhibicionismo de su poder adquisitivo, por
la ostentación de los bienes y por la fastuosidad
de todo cuanto le rodea, incluidas sus mujeres,
quienes por lo general han sido sometidas a
exahustivas cirugías estéticas.
trasteo. Mudanza. El término alude a la expre-
sión ‘trasto’.
tribiyi. En los años 80 del siglo XX, el término se
utilizaba para aludir a quien gustaba de exagerar
una moda.
tricorner. Barbarismo derivado de las palabras
inglesas ‘three’ y ‘corner’. Se emplea para aludir a
una popular marca de ron.
trigo. Apócope de trigonometría.
(trasteo) Desalojo, 1942. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
(240)
tripichín. Faena sexual simultánea en la que
están involucrados tres individuos.
triplehijueputa. Manera certera de reforzar el
insulto hacia la vejada progenitora del interlocu-
tor.
triplepapito. Protomacho. Hombre que por su
talla, musculatura y vestimenta atrae las miradas
libidinosas de cuanta mujer encuentre a su paso.
Expresión imitada por cierta horda de televiden-
tes, quienes a su vez la aprendieron de un perso-
naje interpretado a finales de la década de los 90
del siglo XX por el destacado dramaturgo Fabio
Rubiano, en el seriado cómico dominical ‘Vuelo
secreto’.
troilo. Individuo alelado y poco despierto. El tér-
mino está inspirado en uno de los personajes de
la novela ‘El divino’, de autoría de Gustavo Álvarez
Gardeazábal y adaptada para televisión a media-
dos de la década de los 80 del siglo XX.
trolley. Sistema oficial de trolebuses de la ciu-
dad. Operó entre finales de los años 50 del siglo
XX y 1990.
trompearse. Besarse de manera impúdica y
descarada. Imagínate el asco y la tristeza que me
dio ver a mi marido trompeándose con esa guaricha.
trompiliso. En la jerga delincuencial, revólver.
Mejor que se quede callado, papito, porque aquí
detrás suyo tengo un trompiliso.
tronchar. Doblarse intempestivamente una
articulación de los miembros inferiores o superio-
res en medio de una situación accidentada, cuya
consecuencia máxima puede ser, incluso, su dis-
locación. Por andar escapándome de la tomba me
tronché el pie.
troncho. Individuo afectado por los efectos se-
dantes del tetrahidrocanabinol. Después de tres
plones el man quedó troncho.
tronco.
1. Individuo poco habilidoso y con serias disca-
pacidades motrices que le dificultan el ejercicio
competitivo del balompié o de cualquier otra
disciplina deportiva. Por desgracia hay una consi-
derable cantidad de troncos vinculados de forma
profesional a los clubes de fútbol capitalinos. Si
Millonarios y Santa Fe siguen contratando tanto
tronco no sería raro que terminaran en la B.
2. Caribeñismo, de uso ya generalizado en Bogotá,
para destacar las virtudes de algo. ¡El baboso de
Santiago se casó con tronco de mujer y tiene tronco
de carro!
trono. Vulgarismo para aludir a un retrete o ex-
cusado.
tropel. Zafarrancho que deviene en altercado
callejero entre un número considerable de indi-
viduos, generalmente circunscritos a pandillas o
a grupos de adolescentes o de postadolescentes
envalentonados. En la época de los biyis se arma-
ban tropeles en Unicentro casi todos los días.
tropelero. Individuo entusiasta a la hora de
casar camorras, peleas y pleitos. No hay honor
más grande para un verdadero tropelero que salir
airoso de su gestas, en la misma forma en que no
hay peor deshonor que el de saberse derrotado.
De todos los tropeleros de Multicentro, el peor era
Araque. Véase alzado, biyi, guecha, rabón.
tropelia. Remoquete caricaturesco con el que en
algún tiempo ciertos bogotanos solían referirse al
vecindario occidental de Modelia, según algunos,
terreno fértil para el desarrollo de camorras, lu-
chas y pugnas de todo jaez. Mis cuchos se cansaron
de vivir en Fontibón y compraron casa en Tropelia.
tropipop. Género musical de creación reciente,
con frecuencia interpretado por músicos oriun-
dos de la meseta cundiboyacense, invadidos de
un fuerte deseo de lucir tropicales. Pese a haber
sido vendido como la gran innovación de la música
colombiana contemporánea, bandas como Man-
duco y artistas del tipo Nano Cabrera o Yordano
habían venido trabajando una propuesta similar
de tiempo atrás. El tropipop está sin duda ligado a
(241)
*bogotálogo
una nueva estirpe de individuos, provistos de ma-
nillas, sombreros vueltiaos y algunos otros em-
blemas más que ellos consideran suficientes para
cambiar el país. Gracias a lo anterior, el tropipop
ha trascendido los límites de su condición como
vertiente sonora y ya comienza a perfilarse como
un estilo de vida. Hoy se entiende por ‘tropipops’ a
quienes gustan de visitar los establecimientos y de
seguir las estaciones de radio dedicadas al men-
cionado género, por lo general jóvenes de clase
media alta con fe ciega en la institucionalidad y
con una visión optimista del país. El tropipop es un
ritmo muy nuestro, del que debemos sentirnos or-
gullosos. ‘Colombia es pasión’ constituye la marca
tropipop por excelencia.
trozudo. Individuo de estructura corporal rolliza.
trucha. Invitación vulgar a mantener la guardia y
a permanecer alerto, cauto y atento. Bueno, viejo:
se me pone trucha a camellar o me busco a otro.
tú frescavena, que yo chocolisto. Vulgarismo
aleve con el que –apelando a dos bebidas lácteas
en polvo de uso popular en nuestro país, pero una
de ellas descontinuada– se invita al interlocutor
a permanecer calmo, a la vez que se indica la
presteza del hablante a la hora de lanzarse a un
determinado proyecto.
tubazo. Vulgarismo para aludir a la inserción
del aparato fálico en las zonas pudendas de una
dama.
tumbada. Acción y efecto de tumbar.
tumbar. Hurtar un objeto determinado. Estafar.
Llevar a cabo un negocio en extremo favorable
para sí y del todo desfavorable para la contrapar-
te. Deja que el gamín te tumbe un poco de lo que
traes. Esa es la única forma que tienen para ganar.
tumbe. Acción de estafar o robar. Severo tumbe el
que me metieron en Sanandresito.
túmbilis. En la jerga escolar, acción de hurtar
la propiedad de algún condiscípulo. ¡Huy: mire la
cartuchera de Matallana! ¡Túmbilis!
túmbilo. De poca memoria. Desubicado.
tupirle. Llevar a cabo una acción con denuedo.
(tupirle)
(242)
túpale. Fórmula de exhortación para invitar a un
individuo a trabajar con disciplina y entrega o a
ejecutar una acción ante la que éste se encuentra
dubitativo.
tuqui tuqui lulú. Expresión popularizada por el
personaje de William Guillermo (conductor antio-
queño de bus en las series ‘Don Chinche’ y ‘Ro-
meo y Buseta’). Indica la gravedad de un asunto o
el inminente peligro de muerte y suele acompa-
ñarse por una suerte de movimiento dáctilo-yu-
gular que semeja un cuchillo, con lo que se hace
hincapié en lo riesgoso de la situación. Si este man
sigue envalentonado: ¡tuqui tuqui lulú!
tuquio. Saturado. Hacinado. Véase hasta las te-
tas, tetiado, transmilleno.
turco. Gentilicio equivocado empleado por los bo-
gotanos desde los años 30 para aludir a cualquier
árabe residente en Bogotá. Se refiere al imperio
turco otomano.
turmas. Testículos.
turmequé. Tejo, también conocido en la región
cundiboyacense como ‘bolo aéreo’. La partida de
turmequé se resolvió rápidamente a favor del local.
Véase alto turmequé, de.
turra. Estado de sopor y confusión que sigue al
consumo del canabis. Juego de perinolas.
turrera. Sintomatología risueña, adormilada o
delirante padecida por quien se encuentra bajo los
efectos del tetrahidrocanabinol. Con esta turrera
no soy capaz ni de sumar.
turro. Individuo afectado por los efectos del con-
sumo del tetrahidrocanabinol. El pisco estaba todo
turro y ni se dio cuenta.
turupe. Montículo sobresaliente que resalta en
alguna zona de la epidermis. Voy a tener que ir al
dermatólogo porque ese turupe que me salió en la
frente no me gusta nada.
tusa.
1. Despecho. Padecimiento amoroso difícil de
curar. No hay nada peor que una tusa.
2. Residuo de la mazorca una vez desgranada.
tuste. Cabeza.
tuta, a. Desplazarse a cuestas de otro individuo,
imitando el cabalgar un semoviente. Algunos bo-
gotanos creativos llevan a cabo actividades lúdicas
grupales o de pareja en la mencionada posición,
(tuta, a)
(243)
*bogotálogo
tales como carreras de caballos o jugueteos eró-
ticos que además de indefinibles resultarían in-
mencionables. Si te sientes cansada puedo llevarte
a tuta.
tutelazo. Acción de tutela. El más popular e im-
pactante de los legados de la Asamblea Nacional
Constituyente. El cabrón ese al que echamos nos
metió un tutelazo.
Tuto Barrios. Misterioso personaje proceden-
te del elenco del legendario seriado televisivo
cómico-costumbrista ‘Dejémonos de vainas’. Sin
que jamás hiciera presencia, el Tuto Barrios era
en teoría el galán más apetecido por las adoles-
centes de la serie, al grado de despertar la curio-
sidad de casi todos los miembros de su elenco.
Con frecuencia el Tuto era invitado a festividades
y encuentros familiares, a los que al final no podía
concurrir o a los que llegaba con la cara cubierta
por causa de alguna afección cutánea. Tras una
única, lenta y muy codiciada aparición, el Tuto
mostró ser, contrario a la expectativa del país
entero, un individuo afrentado por la estética y en
extremo horripilante.
ubchihica. En la lengua chibcha, unidad de me-
dida equivalente a diez.
ulluco. Véase chugua.
un arrocito en bajo. Vulgarismo empleado
para aludir a quien, de manera calma y sin prisa,
aguarda el desarrollo de una situación, por lo ge-
neral de ‘flirt’ o galanteo, o espera por un ascenso
o una contratación laboral en silencio.
un gana-gana. En muchas oportunidades es el
retruécano que sigue al consabido y ya mentado
‘¿Cómo vamos ahí?’. Hay, en la mayor parte de
los casos, dos formas de estar involucrado en un
gana-gana. La primera es siendo víctima de éste,
en alguna estafa de las muchas y muy originales
que se fraguan en el fértil suelo colombiano. La
segunda es siendo su beneficiario, en el marco de
alguna de aquellas comisiones de las que tanto
saben curadores urbanos, senadores, notarios y
otros servidores públicos más.
un reguero de pinzas. Fórmula extraída de los
gabinetes de un salón de belleza, alusiva a los
actos de histerismo o amaneramiento propios de
uno o varios homosexuales en medio de una tertu-
lia plagada de chismorreos.
una cosa es una cosa y otra cosa es otra
cosa. Silogismo complejo cuya obviedad no ame-
rita definición, empleado para diferenciar dos
conceptos de manera tajante.
una limonadita de mango. Fórmula cómica
para indicar al hablante lo excesivo o imposible
de sus requerimientos. Gracias a la llegada de la
(u)
(244)
cocina fusión, a los injertos y a los zumos de fru-
tas de dos sabores, la expresión ha ido entrando
en desuso.
una verga en salsa. Expresión en extremo vulgar
para aludir a un individuo arrogante y presumido.
Uniplay. Desaparecido local del centro comercial
Unicentro, dedicado a los juegos de video electró-
nicos que operaban mediante fichas o monedas,
entre los que se contaban máquinas de ‘marcia-
nitos’, automóviles de carreras y máquinas de
boxeo. En Uniplay, durante los 80, se daban cita
gran parte de los gamberros del sector de aquel
entonces, pertenecientes a pandillas del tipo Las
Pirañas o Los Piratas.
untado. Dícese de quien se encuentra involucra-
do en la comisión de algún ilícito, en el que con
frecuencia hay involucrados malversación o desvío
de fondos.
untar. Ensuciar a alguien en la comisión de un
delito. Hacer entrega a alguien de una dádiva
impropia en el marco de alguna gestión corrupta.
Véase lagartear, sapo, serrucho.
upa, año de. Expresión empleada para aludir a
un momento lejano en el tiempo.
úpale. Voz exclamatoria para señalar un hecho
sopresivo. Úsase también para ilustrar una caída
o accidente.
upac. Unidad de poder Adquisitivo Constante. For-
ma de agiotismo consentida legalmente, con la que
en teoría se pretendía favorecer los intereses de
quienes tenían entre sus sueños el de contar con
una vivienda propia. A finales de 90 gran parte de
los usuarios de este sistema perdió sus propieda-
des, experimentando dolorosos periodos de ruina.
upcua. En lengua chibcha, ojo.
upcuaga. En lengua chibcha, pestañas.
Uricoechea. Linajudo apellido propio del más
rancio abolengo capitalino. Entre los bogotanos
prevalece la creencia de que los apellidos poco
comunes, por lo general de origen vasco, italiano,
francés o británico, dotan de inmediato a sus po-
seedores de una categoría superior.
uste. Véase ústele.
usted no me ha visto bravo. Amonestación no
muy amigable en relación con la inconveniencia de
provocar el enojo del interlocutor.
usted no sabe con quién se está metiendo.
Fórmula de amenaza análoga a ‘usted no sabe
quién soy’, aunque no siempre esgrimida por
quien presume de su abolengo, linaje o poderío
económico, sino por un representante del bajo
mundo o la clase sicarial. Véase usted no sabe
quién soy.
¡usted no sabe de quién soy hijo(a)! Fórmula
de amenaza fundamentada en los presuntos lazos
genéticos del hablante con algún individuo influ-
yente.
¡usted no sabe quién soy! Fórmula amenazan-
te con la que un individuo –convencido de su abo-
lengo, jerarquía o de su categoría de personalidad
pública– indica a su interlocutor el peligro que
constituye el no acogerse a sus órdenes. Véase
picado.
ústele. Voz utilizada para demostrar sorpresa
ante un evento o comentario inesperado.
¡ututui! Expresión onomatopéyica de galanteo
por excelencia de recurrente uso por parte de
conductores de autobús y obreros de la construc-
ción durante sus muy pocas y cortas jornadas de
descanso, en las que, contrario a la costumbre
de jugar fútbol en calles transitadas del sector,
se deciden a contemplar el andar desprevenido
y coquetón de las vecinas del momento. ¡Ututui!
¡Con esa pierna, para qué la otra!
uvito de páramo. Gaultheria anastomosans. Ar-
busto de hojas pequeñas y dorsiventrales, bastante
común en la sabana y en los cerros de la ciudad.
uvr. Sistema de revaluación constante de la mo-
neda y la propiedad. Reemplazo al UPAC, con re-
sultados muy similares a los de su antecesor.
(245)
*bogotálogo
va a llovió. Expresión extemporánea para indicar
el inminente advenimiento de un aguacero que
antes parecía lejano.
va pa’l cielo y va llorando. Por lo general los
ricachones suelen ser una estirpe de plañideras,
un rebaño de llorones, una bandada de quejum-
brosos y un rimero de lamentaciones. No importa
cuán holgado y grato sea su mantenerse satisfe-
cho. Debido a ello, la mencionada frase es en su
esencia más pura el grito de batalla de toda una
jauría de quejones de profesión, supuestamente
desfavorecidos por los miserables aumentos al
salario mínimo o por las políticas gubernamenta-
les que muy difícilmente llegan a desfavorecer sus
intereses.
vaca, hacer. Reunir determinada cantidad de
dinero entre varios individuos con el fin de adquirir
un bien común o de saldar una acreencia pendien-
te, por lo general de índole etílica. Muchos bogo-
tanos, justo al momento de hacer su correspon-
diente aporte a este tipo de causas, suelen evadir-
se, fingiendo que su billetera está atascada en sus
bolsillos o que olvidaron traer dinero, dirigiéndose
a los servicios sanitarios o simulando una absolu-
ta inconsciencia fruto de la embriaguez, de la que
suelen despertarse, súbita y milagrosamente, una
vez el estipendio ha sido desembolsado.
vaca pa’ el guaro. Voz de invitación que, sin es-
tar relacionada con el ganado vacuno en mención,
estimula a recolectar fondos con el noble fin de
adquirir una o varias botellas de la bebida anisada
en cuestión. Difícilmente se suele convocar a una
vaca para la adquisición de un bien distinto a un
producto alcohólico.
vacaloca. Situación caótica e inmanejable. Véase
mierdero, tierrero.
vacamuerta. Mujer parca en las lides coitales.
vaciado. Individuo con escasas o nulas capacida-
des adquisitivas.
vaciado a, ser. Guardar una estrecha y excep-
cional similitud con otro individuo. El término se
relaciona con la técnica escultórica de reproducir
las facciones de alguien mediante la utilización de
un molde. Andrés salió vaciado a Misael.
vaciar. Reprender. Imprecar.
vagonio. Fórmula derivada de ‘vago’. Holgazán.
vaina. Término empleado para aludir a un objeto
o situación cualquiera cuyo nombre no se recuer-
da o se desconoce. Problema de difícil resolución.
Conflicto.
v
(vagonio) Gabriel Trillas, periodista español radicado en Colombia,
1947. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
(246)
vale hongo. Expresión propia de adolescentes
acomodados para restar importancia a algún he-
cho determinado.
vale huevo. Expresión de la que se hace uso con
el objeto de enfatizar en la escasa trascendencia
de un hecho.
vale verga. Voz indicativa de desinterés ante una
circunstancia en apariencia preocupante. Véase
importaculismo.
valeverguismo. Doctrina de corte estoico y pré-
dicas similares a las del importaculismo.
Valle de los alcázares. Nombre otorgado por
el adelantado don Gonzalo Jiménez de Quesada
al encontrarse con la bella sabana de Bogotá,
lugar que sin duda debió sorprenderlo debido a su
benigno clima, desprovisto de alimañas y de las
crueldades propias del trópico. Ahí, el inspirado
e inteligente aventurero hispánico decidió fundar
esta villa, distanciada más de 300 leguas de los
puertos. Véase Bacatá.
vallejarto. Expresión de desprecio con la que
sus detractores suelen aludir al vallenato román-
tico que desde hace cuanto menos veinte años
ha invadido nuestras tiendas de barrio y nuestra
cultura festiva.
vallenato. Aire musical originario de la costa
caribe colombiana, en principio interpretado por
talentosos juglares que sin duda escribieron al-
gunas de las más esplendorosas páginas de la
historia de nuestras artes, y hoy heredado por una
nueva raza de músicos que, en su mayoría, han
alterado las estructuras originales de tal ritmo,
convirtiéndolo, según sus detractores, en un ade-
fesio estético, de excesiva popularidad entre los
nuestros.
vara. Dícese de un individuo de estatura promi-
nente.
varejón. Véase vara.
varillo. Canuto o cigarrillo de marihuana.
varo. Véase bareto, varillo.
vaselino. Véase gomelo.
vaya a jugar con lo que mi Dios le dio. Cómi-
co llamado para exhortar a un individuo a mante-
ner sus manos quietas o a ocuparlas en meneste-
res onanísticos, menos peligrosos que los ejecuta-
dos en el momento en que ello es solicitado.
¡vaya a quejarse al mono de la pila! Expre-
sión equivalente a ‘vaya a quejarse delante de
quien no puede oírlo’. Está inspirada en la estatua
inicialmente erigida en la Plaza de Bolívar como
parte de la ornamentación de la segunda fuente
de agua pública en la ciudad, levantada en reem-
plazo de la original. La primera pila había sido
construida en 1584 a petición de los habitantes
de la ciudad, quienes aún se veían obligados a
lavar sus cuerpos y ropas en los ríos Manzanares
y San Francisco. Para tales efectos, la Real Au-
diencia estableció un impuesto a carnes y vinos,
removió la picota que antes había en la plaza –en
la que se ajusticiaba a presuntos infractores de la
ley, muchas veces indígenas inocentes– y ubicó
allí la estatua y la fuente. Se cree que en 1861 la
base fue reemplazada por una más vistosa, esta
vez provista con una estatua un poco tosca de un
párvulo, a quien se apodó desde entonces como
‘El mono de la pila’. A partir de ese momento se
hizo común la frase ‘váya a quejarse al mono de la
pila’, indicación que se daba a quien se lamentaba
de algo sin recibir respuesta. Según el reciente li-
bro de las investigadoras Clara Inés Ángel y Clara
Isabel Mz Recamán, Instituto Distrital de Patrimo-
nio Cultural, la segunda fuente la segunda fuente,
con su estatua, fue construida en 1775. Represen-
ta a un niño vestido con una tela, que bien puede
ser Juan Bautista o Neptuno, de acuerdo con
distintas versiones. Al parecer la expresión tiene
como fundamento la costumbre de dirigirse a la
escultura para ponerla al tanto de las pesadum-
bres políticas y sociales del pueblo bogotano, a
sabiendas de que éstas no van a ser atendidas por
(247)
*bogotálogo
las autoridades. La mencionada estatua fue reem-
plazada en 1846 por la de Simón Bolívar. Tuvo una
larga itinerancia por distintos lugares, incluidos
la Plazuela de San Carlos, el Museo Nacional y
el Museo de Arte Colonial (a donde aún podemos
ir a quejarnos frente a ella de los problemas sin
solución de la ciudad). Ante la imposibilidad de
que nuestros clamores sean atendidos por algún
organismo público, nos queda –de consuelo– 'El
mono’, o, o, en su defecto, la tumba de Leo Kopp.
váyase con ese manto a misa y verá que lo
canonizan. Expresión de corte monacal emplea-
da para indicar al interlocutor su ingenuidad con
respecto a un determinado concepto.
veintejuliero. Alusivo al 20 de julio de 1810, fe-
cha del primer grito independentista. Un discurso
veintejuliero es una perorata excesiva, grandilo-
cuente y demagógica.
velada, tenérsela. Hacer a un determinado indi-
viduo objeto de constantes acosos, perturbaciones
o mofas.
velar. Perturbar a otro individuo.
velón. Expresión empleada para aludir a aquel
animal que gusta de merodear las mesas en don-
de los humanos consumen sus alimentos, en bus-
ca de algún obsequio o de hacerse a alguna de las
migajas que desde los platos de los comensales
caen a la superficie terrestre.
vendaje. Mercancía adicional que los comercian-
tes, en particular los panaderos, suelen obsequiar
a sus clientes por compras considerables.
vende hasta un hueco. Clásica alusión a un
individuo con destrezas especiales en el arte del
comercio. De acuerdo con la creencia popular, el
bogotano del promedio no es poseedor de dichas
habilidades, mucho más propias –según se suele
pensar– del antioqueño.
vendido. Individuo presto a acogerse a predi-
camentos, causas o decisiones ajenas siempre y
cuando vengan acompañados de un pago en papel
moneda.
veneco. Nacional de la República Bolivariana de
Venezuela. Úsase de forma despectiva para aludir
a quienes han nacido en el paraíso chavista.
venenoso. En extremo costoso. La expresión tie-
ne su origen en la posibilidad de que el comprador
fallezca al enterarse del precio del producto que
pensaba adquirir.
venga y le digo cuántos pares son tres mos-
cas. Curiosa fórmula empleada para indicar la
experticia o sabiduría del hablante con respecto a
determinado hecho o disciplina.
venida, a la. Al regresar. Durante el viaje de
vuelta.
venirse. Vulgarismo para aludir al clímax erótico.
ventanear. Desdeñable hábito de husmear vidas
ajenas a través de los cristales de la ventana.
ventorrillo, el. Chichería.
verde. Dícese de un gracejo obsceno.
vergajo. Infante hiperactivo, travieso y amante de
las pilatunas. Hombre de conducta reprochable.
vergaminol intrapiernoso. Dosis fálica fun-
damentada en la creencia popular de que la pe-
netración por parte del miembro viril en la vagina
femenina es cura para todos los males y mágica
solución en eventuales casos de salud con diag-
nóstico y pronóstico complicados.
verguero. Situación compleja de difícil resolu-
ción.
verijiseco. Individuo avejentado cuya potencia
sexual se ha visto diezmada por los años.
verraco de guacas. Fórmula extraída de la
cultura guaquera del antiguo Caldas, alusiva a
un hombre valiente, habilidoso e inteligente. Se
basa en la natural destreza atribuida a quienes se
dedicaban al fascinante oficio de la búsqueda de
tesoros indígenas escondidos. El término guaca
recobró relevancia en el contexto nacional a raíz
(248)
(ventanear) Paseo en taxi, 1950. Donante: Esperanza González, Álbum Familiar / Colección MDB - IDPC
(249)
*bogotálogo
(250)
del hallazgo de un tesoro selvático, cuya proce-
dencia no era, exactamente, ancestral.
verraquillo. Bebida de presuntas cualidades
afrodisíacas, elaborada en fragantes cevicherías
y conformada por Kola Granulada JGB (en la ac-
tualidad rebautizada como Tarrito Rojo), cangrejos
licuados, vino, borojó y algunos otros aditamentos
jamás sometidos a las pruebas fitosanitarias de
rigor.
vestidorcito. Dicho de un atavío, que a pesar de
su simpleza alcanza a adornar a quien lo luce.
veterana. Dama entrada en años y atractiva.
viajado.
1. Acometida. Ataque.
2. Unidad de medida correspondiente al cupo de
un vehículo de carga.
3. Hacer el viajado. Consagrar todos los esfuerzos
para agenciarse una faena copulatoria.
viaticar. En la jerga laboral, en particular del
sector público, viajar con gastos pagados por la
entidad.
vicario. Individuo de avanzada edad. Veterano.
vicio. Vulgarismo para aludir a un estupefaciente.
video. Aborrecible expresión propia de los años
90 del siglo XX, alusiva a una situación que en la
mente de quien la experimenta parece rozar los
límites de la ficción.
videoso. Individuo de imaginación desbordada,
paranoica y excesiva, rayana en la mitomanía.
vieja. Vocablo empleado para aludir a una dama,
más allá de lo temprano o avanzado de su edad, y
no necesariamente senescente.
viejo. Voz utilizada con camaradería entre amigos
cercanos. Suele emplearse en diminutivo o acom-
pañado del término ‘querido’.
viejomán. Anacronismo resultante de la unión
del término ‘viejo’ y el anglicismo ‘man’. Véase
viejotal.
viejota. Dama dotada de considerables cualida-
des estéticas.
viejotal. Anacronismo propio de los 70 con el que
se pretendía indicar camaradería. ¿Entonces qué,
viejotal?
viejoteca.
1. Especie de creación colectiva surgida desde
las entrañas de los departamentos comerciales
de periódicos y revistas, con el propósito de sacar
un último provecho a la agonizante industria dis-
cográfica al obsequiar a sus suscriptores malas
compilaciones musicales en formato CD como
suplemento a sus publicaciones.
2. Taberna, discoteca o bar dedicados a la infati-
gable reproducción de éxitos de artistas veteranos
–Óscar Golden, Palito Ortega, Los Hispanos, Los
Melódicos y Los Graduados, entre ellos–.
¿vientos o maletines? Voz de saludo resultante
de la evidente similitud sonora entre las dos pala-
bras en mención y los términos ‘bien’ y ‘mal’.
¿vientos o mareas? Fórmula de salutación, de
gusto muy dudoso, basada en la similitud del fo-
nema inicial de la palabra ‘bien’ con ‘vientos’.
¿vientos o paquetes? Saludo, de tenor similar
al de ‘vientos o mareas’, con el sensible agravante
de equiparar el pa’quetes a la clásica interroga-
ción ‘¿pa’ qué?’.
viernes cultural. Ancestral costumbre impues-
ta en los años 40 del siglo XX por el inmolado
líder político Jorge Eliécer Gaitán, consistente en
tertulias y encuentros masivos de fin de semana
llevados a cabo en las instalaciones del entonces
llamado Teatro Colombia, años más adelante re-
bautizado en honor del candidato. La saludable
costumbre fue degenerándose hasta transformar-
se en pretexto para indecorosas festividades, por
lo general ambientadas con reguetón o vallenato.
Véase juernes.
viernes chiquito. Fórmula cariñosa, aunque
levemente burda, empleada a manera de premio
de consolación para aludir a la escasa similitud
existente entre un jueves y un viernes, dado que,
(251)
*bogotálogo
para muchos, este último se inicia al comienzo del
primero.
villa del Bronx. Remoquete cómico con el que
algunos bogotanos suelen aludir a la populosa
urbanización Villa del Prado, ubicada en estriba-
ciones de la autopista norte.
villegas. Expresión algo vulgar para aludir al di-
nero. Se fundamenta en la similitud sonora entre
el apellido y el término ‘billete’.
vino de durazno. Brebaje embriagante de na-
turaleza espumosa, al decir de sus fabricantes,
extraído del más puro néctar de la fruta, y, al decir
de quienes se han visto intoxicados por su consu-
mo, preparado con alguna indecible sustancia. El
vino de durazno ha hecho las delicias de jovenzue-
los impúberes, ansiosos de iniciarse en el mun-
dillo de la beodez. Es empleado por las amas de
casa para dar gusto alcohólico a tartas, pasteles y
carnes aliñadas. La sola presencia de una botella
de esta sustancia en la cava de un hogar bogotano
es motivo suficiente para poner en entredicho la
categoría del mismo.
vino de manzana. Melifluo e hiperglicemiante
aperitivo carbonatado de fruta. El vino de manzana
es una bebida de escaso presupuesto, cuya cir-
culación debería ser puesta en entredicho por el
Ministerio de Salud y por las agremiaciones loca-
les de enólogos y ‘sommeliers’. A su sombra han
aparecido algunas otras imitaciones profanas del
producto, aun más letales que éste. La de durazno
es, quizá, la más destacada.
violento. Suceso sorprendente, generalmente
agradable.
viringo. Desnudo. Véase almendra.
vironcha. En la jerga delincuencial homosexual,
afín al ejercicio del rol pasivo. Por lo general es
utilizado como improperio entre indigentes.
virreinato. Jurisdicción a cargo de un virrey.
Desde 1718, año en que se creó el virreinato de la
Nueva Granada, Santafé fue la sede de éste.
virrey. En tiempos de la dominación española,
los virreyes fueron los representantes oficiales del
Rey en América. Sus periodos de gobierno dura-
ban de tres a cinco años.
virulea. Más bajo que gonorrea.
viruña. Individuo de mal aspecto y presumibles
conductas delincuenciales.
viruñas. Demonio, diablo. Uno de los innumera-
bles nombres por los que el señor de los infiernos
es reconocido.
virutear. Pulir el piso de madera mediante una
lija o esponja alambrada.
visaje.
1. Sobreexposición.
2. Acto de espiar u observar con atención.
Véase boleta, choro, tombo.
visajoso. Individuo poco discreto y exhibicionista
en el momento de ejecutar actos indebidos.
vitrinear. Costumbre típicamente bogotana de
husmear las vitrinas de centros comerciales, aun
cuando no se disponga de fondos para adquirir
alguno de los artículos en ellas exhibidos.
vividero. Lugar de vivienda. Aunque la gente se
viva quejando, Bogotá es buen vividero.
volantón. Joven cuya mayoría de edad ya le im-
pone la obligación de independizarse de la casa
paterna.
volarse. Emprender la fuga. Huir.
volear.
1. Trabajar.
(villegas)
(252)
2. Luchar de manera disciplinada para obtener un
fin determinado.
3. Esforzarse en demasía.
voleo. Actividad u ocupación frenética.
voltear. En la jerga militar, faena gimnástica re-
sultante de un castigo impartido por un superior.
voltearse. Volverse a favor de una idea o costum-
bre contraria a la usual. Empléase, en particular,
para aludir a quien se muda de partido político, de
onceno balompédico o de predilección sexual.
voltiarepas. Traidor. Dícese de quien sin ver-
güenza ni recato suele cambiarse de bando en
busca del propio beneficio, en un franco descono-
cimiento de la importancia de mantenerse leal a
las creencias e ideales propios.
voucher. Aborrecible e innecesario anglicismo
empleado por los dependientes encargados del
manejo de datafonos para aludir al tradicional y
antañón recibo.
vuelta. En la jerga del hampa, gestión ilegal.
vuelta, hacer la. Vocablo de dudoso gusto para
aludir a la serie de rituales protocolarios que
preceden al coito. A esa hembrita yo sí le haría la
vuelta.
vueltas.
1. Trámites. Diligencias. Gestiones.
2. Cambio en papel moneda resultante de una
transacción. Por alguna indeterminada razón, en
Bogotá y en Colombia entera, al término se le ha
conferido género femenino.
vueltica. Voz vulgar con la que se suele solicitar
a una dama el dar una giro completo a su cuerpo
con el propósito de mostrar su atavío o su huma-
nidad a los presentes.
wafer, galleta. Homosexual.
wannabe. Anglicismo acuñado para aludir a
quien, sin gozar de las cualidades necesarias,
intenta sin éxito parecerse a alguien.
whiskacho. Fórmula cariñosa, aunque de muy
dudoso gusto, para aludir al whisky.
whiskéy. Fórmula cariñosa, de gusto similar al
de ‘whiskacho’, en la que se añade un inexistente
acento en el penúltimo fonema.
wón. Véase guón.
w
(whiskacho) Recepción en el Banco de la Republica, 1952. Saúl Orduz /
Colección MDB - IDPC
(253)
*bogotálogo
x yx. Denominación empleada para hacer referencia
a un individuo cualquiera, anónimo e irrelevante.
No te preocupes por lo que Déiber dijo de ti. Él es un
‘x’.
xie. En lengua chibcha, río. Véase sie.
xl. Dama o caballero afectados por la obesidad.
Xue.
1. En lengua chibcha, sol.
2. Edificio ubicado en la carrera 8 No. 99-54. Se-
gún se deducía del cabezote del seriado televisivo
de los ochenta 'Contravía', protagonizado por
Bruno Díaz, Fernando Sáenz, Guillermo 'El Chato'
Latorre hijo, Carlos Vives y algunos otros actores,
los protagonistas del programa residían ahí. Véase
Chía, Chiminigagua.
¿y cómo es la vuelta? Úsase para indagar al
interlocutor acerca de las condiciones acarreadas
por un determinado oficio o actividad.
¿y cuánto es lo mínimo, pa’ llevarlo? Fór-
mula de súplica, por lo general empleada en el
contexto del comercio informal con el propósito de
implorar al vendedor un último descuento. Véase
chichipato, líchigo.
¿y ese milagrazo? Expresión interrogatoria, por
lo general hipócrita, utilizada en el marco de un
encuentro poco frecuente con un individuo, em-
pleada con el fin de indicar sorpresa.
y tal y pascual. Voz informal equivalente a ‘et-
cétera’.
ya vino a dárselas de mucho café con leche.
Alusión despectiva a quien presume de abolengos,
alcurnia o poderío económico. Hay quienes sostie-
nen que la expresión tiene su origen en el hecho
de que el consumo de tal bebida –en tiempos leja-
nos– era propio de la aristocracia. Otros teorizan
que un individuo “café con leche” es un mestizo
con pretensiones de blanco.
yba. En lengua chibcha, sangre.
yeba. Inocente entretención infantil basada en
un juego de velocidad en el que uno solo de los
participantes da inicio al juego al ser infectado
por cierto tipo de virus, al que se denomina en esa
forma. Quien padece el virus imaginario sólo pue-
de deshacerse de él transmitiéndolo a alguno de
sus amigos al tocarlo. En caso de que alguno de
(254)
los que huyen sea atrapado por el virulento chi-
quitín, automáticamente se transfiere la enferme-
dad a éste, quien sale a su vez tras otras víctimas.
El infecto, por tanto, debe dar alcance a alguno de
sus compañeros y tocarlo para contagiarlo. Mien-
tras ello ocurre, los competidores sanos hacen
alardes de sus destrezas escapistas, ubicándose
a escasos centímetros de quien esté enfermo
de ‘yeba’. Hay quienes discuten la ortografía del
término, argumentando que éste se deriva de la
expresión ‘la lleva’.
yermis. Dinámica lúdica y callejera de baja estofa
consistente en formar una torre a base de tapas
de refrescos embotellados. Después de formar
dos equipos, uno de los participantes toma una
tapa de caucho e intenta derribar la estructura
previamente conformada. Tras conseguir su ob-
jetivo, los miembros de la escuadra contrincante
intentan reacomodar el tinglado con velocidad,
mientras que uno de sus contendores toma la
pelota y arremete contra sus rivales, quienes a
su vez corren asustados hacia bases previamente
establecidos, a manera de zonas de distensión.
yesenias. Sí, afirmativo. Es una alusión al angli-
cismo ‘yes’.
yeyo. Malestar previo a un desmayo.
yo le digo el milagro, pero no el santo. Fór-
mula un poco hostil y provocadora para ocultar la
identidad de quien ha cometido una fechoría o un
acto ilegal, o de quien ha pronunciado palabras
injuriosas acerca del interlocutor, no dignas de
ser contadas. Regularmente, quien la emplea
acude a ella con el fin de parecer más interesante
y enigmático.
yo lo visto, pero no lo alimento (manten-
go). Desobligante expresión usada para indicar
las limitaciones en las dádivas económicas de las
que un individuo determinado puede ser benefi-
ciario por parte de otro, a causa de los altos cos-
tos acarreados por éstas.
yo manejo la parte de. Fórmula de reciente
cuño e inexplicable origen utilizada por emplea-
dos de rango medio bajo para aludir al oficio que
desempeñan o a las funciones que pueden llegar
a cumplir.Yo manejo la parte de ventas y de atención
al cliente.
yo no nací ayer. Voz exclamatoria para disipar
cualquier sospecha de ingenuidad por parte del
interlocutor.
yo soy de lavar y de planchar. Alusión a la
supuesta descomplicación, llaneza y simplicidad
del hablante, equiparada a una prenda cuyo pro-
ceso de aseo y manutención es sencillo. Úsase por
quien, de manera paradójica, alardea de su humil-
dad o sencillez. Viene bien cuando es pronunciada
por un tercero, pero no cuando es utilizada por el
hablante para referirse a sí mismo.
yomsa. En lengua chibcha, papas. Véase yomuy.
yomuy. En lengua chibcha, papas. Véase yomsa.
yta. En lengua chibcha, mano.
yuca.
1. Sonido resultante de hacer crujir voluntaria o
involuntariamente las articulaciones de los dedos.
2. Tolete viril.
3. Mujer apetecible. El término fue popularizado
por el burdo concurso emprendido por la estación
de radio juvenil ‘La Mega’.
yucazo. Jodienda. Faena copulatoria. Véase ver-
gaminol intrapiernoso.
(yuca)
(255)
*bogotálogo
za. En lengua chibcha, noche.
zafa jirafa. Anacrónico término correspondien-
te a la cultura hippie tardía de comienzos de los
80, popularizado por el joven Andresito, hijo del
entrañable doctor Pardito, ambos personajes del
seriado cómico-costumbrista ‘Don Chinche’. Equi-
vocadamente hay quienes aún lo relacionan con
la juventud contemporánea. (El estupendo actor
Diego Álvarez, quien encarnó a Andresito Pardo,
falleció en 1993 en medio de tristes y oscuras
circunstancias) .
zampado. Individuo entrometido e impertinente.
zampar. Golpear. Arremeter en forma violenta
contra algún individuo o propinarle algún daño.
zanahoria, hora. Medida emprendida durante
la administración de Antanas Mockus. Ordena-
ba dar por cerrados bares y establecimientos
festivos una vez el reloj marcara las 2 de la ma-
drugada.
zanahorio. Individuo de costumbres saludables
y acaso monásticas. El término alude al adjetivo
‘sano’.
zapatones. Estilo descontinuado de calzado
impermeable para hombres, indicado para tempo-
radas lluviosas. Los zapatones tenían un tamaño
mayor que el de los zapatos convencionales, lo
que permitía llevarlos sobre éstos a manera de
cubierta protectora.
zaque. En lengua chibcha, gran señor. El zaque
era el equivalente tunjano del zipa bogotano. Véa-
se zipa.
zarrapastroso. De aspecto desmirriado y mise-
rable.
zarzo. Desván.
zarzo, caído del. Individuo afligido por desequi-
librios mentales o emocionales. Dícese de quien
tiene ideas desaguisadas o emprende proyectos
alocados.
zasca. En lengua chibcha, periodo del día com-
prendido entre el ocultamiento del sol y el co-
mienzo de la medianoche.
zipa.
1. En las jerarquías del pueblo muisca, máximo
soberano, a quien sus súbditos debían incues-
tionable acatamiento. Una traducción literal
para el término sería la de 'gran señor'. La con-
dición de zipa se heredaba por la línea matrili-
neal, para evitar que el heredero fuera el fruto
de alguna infidelidad oculta. Esto significa que
el heredero del zipa era en realidad su sobrino.
Si el zipa carecía de herederos, debía efectuarse
un peculiar proceso de selección. Según Juan
de Castellanos y Lucas Fernández de Piedra-
híta, los candidatos a zipas tenían que ser dos
guechas de entre los más fornidos, a los que
se sometía a una rigurosa prueba, consistente
en ubicarlos frente a una grácil doncella, a su
vez también seleccionada entre las más hermo-
sas del pueblo. Los tres debían presentarse en
completa desnudez ante un tribunal conformado
por jueces atentos y prestos a detectar cual-
quier reacción fálica debida a los atributos de
la jovencita. Aquellos individuos cuyo tolete viril
sucumbiera a tales encantos eran de inmediato
descartados, por considerar tal situación como
un inequívoco signo de debilidad. Quien soporta-
ra impasible tan compleja prueba era entonces
reclutado como miembro de las honorables
fuerzas armadas del pueblo muisca. Dado que
no existe un conocimiento preciso en relación
con la fonética del término, en la actualidad na-
z
(256)
die puede aseverar si la palabra tenía en cuenta
la diéresis –güecha– o si se omitía –guecha–).
Véase arrecho, bogote, chibchas, guaricha, gue-
cha, muiscas, parola, zaque.
2. Remoquete conferido a Efraín Forero Triviño,
primer campeón de la Vuelta a Colombia, en
1951. El apelativo hace alusión a la Zipaquirá
natal de Forero, quien a su vez nació el 4 de
marzo de 1930.
zocam. En lengua chibcha, unidad de medida
corrrespondiente a un año lunar. Es curioso
anotar la semejanza entre el calendario chib-
cha y el europeo. Los tiempos estaban divididos
en años, meses y días. Los meses se contaban
por lunas y los días, por soles. Tales categorías
fueron esenciales en el correcto trámite de las
cosechas periódicas.
zona bananera. Cómica –aunque un tanto
manida– forma de aludir a una acumulación
liposa en la zona del abdomen, equiparándola
a la región productora de bananos de nuestra
fértil nación.
zona rosa. Denominación conferida desde
mediados de los años 80 del siglo XX al circuito
de bares aledaño a la calle 82, entre carreras
11 y 15, hoy un tanto venido a menos. A lo largo
de su historia, la Zona Rosa ha sido epicentro
de legendarios lugares tales como Charlie's
Roastbeef, Sello Negro, Trafalgar Square, el
Café Imperial, el City Rock Café (versión pirata
del internacional Hard Rock Café) y Cassis, en-
tre otros.
¡zonas! Voz de alerta para mantenerse cauto en
medio de una determinada situación riesgosa.
zoroco. Individuo torpe, crédulo, bisoño e ingenuo.
zorra.
1. Mujeruca.
2. Especie de carroza de carga tirada por un caba-
llo y dedicada al acarreo de mercancías, cartones,
bienes muebles o desechos.
zorrero. Auriga de zorra.
zuás. Voz onomatopéyica con la que se indica un
acontecimiento inesperado o una caída.
zuáquete. Interjección onomatopéyica para indi-
car un golpe o accidente.
zuco. En la jerga de consumidores de estupefa-
cientes, abreviatura de ‘bazuco’.
zumbambico. Pequeñuelo insoportable.
zurrón. Jovencito travieso.
zute. Infante.
(zorrero)
(257)
*bogotálogo
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publicaciones periódicas
Antena
Bogotá Cómico
Boletín de Historia y Antigüedades
Boletín Industrial
Constitucional de Cundinamarca
Correo Curioso
Correo de la Ciudad de Bogotá
Credencial Historia
Diario de Avisos
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Ximénez de Quesada - Órgano del Instituto Colom-
biano de Cultura
(262)
(brasier) Sostén. Por extraño que ello parezca, el término aún se mantiene al margen del Diccionario de la Real Academia Española.
(263)
*bogotálogo
(encanados) Encarcelado. Celdas del Panoptico, Ca.1940. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
(264)
(agüita pa' mi gente) Variable posmoderna y criolla del lema romano aquel de ‘al pueblo pan y circo (panem et circenses)’, creada durante la década
de los 90 del siglo XX por el magnate tolimense de la televisión Jorge Eliécer Barón Ortiz. . Entrenamiento de bomberos, Ca. 1940. Daniel Rodríguez /
Colección MDB - IDPC
(265)
*bogotálogo
(cachetoso) Elegante. Prolijo en alcurnia. Se deriva del galicismo ‘caché’, a su vez procedente de ‘cachet’. ??????????????????????????. Daniel Rodrí-
guez, 1968 / Colección MDB - IDPC
Bogotálogo Post Scriptum*
* espacio para escribir palabras faltantes; sus aportes, reproches y
correcciones pueden ser enviados a:
www.bogotalogo.com
contribuciones@bogotalogo.com
Bogotalogo version-digital
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(270)
(seca, la) Sintomatología de resequedad en la cavidad bucal, por lo general debida a resaca, calor o a extenuante actividad física. Obreros tomando cerveza y refajo.
Daniel Rodríguez, 1938 / Colección MDB - IDPC
(271)
*bogotálogo
EL BOGOTÁLOGO FUE POSIBLE GRACIAS
AL INGENIO DE LOS HABITANTES DE LA
MESETA CUNDIBOYACENSE, DESDE TIEMPOS
PRECOLOMBINOS HASTA 2011.
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  • 5. (2) Subdiretora de Divulgación de los Valores del Patrimonio Cultural Instituto Distrital de Patrimonio Cultural Ilona Murcia Ijjasz Coordinación de publicaciones y coordinación editorial Instituto Distrital de Patrimonio Cultural Ximena Bernal Castillo Investigación y textos Andrés Ospina Asistencia editorial Paula Moya Ilustraciones Laura Peralta Fotografía Instituto Distrital de Patrimonio Cultural Carlos Hernández Llamas Comunicaciones Instituto Distrital de Patrimonio Cultural Freddy Díaz Sarmiento Diseño y diagramación Instituto Distrital de Patrimonio Cultural Yessica Acosta Molina Corrección de estilo María Angélica Ospina Revisión Juan Manuel Acosta, Ivón Hernández Web Vladimir Mosquera Bautista Agradecimiento especial Mauricio Uribe, Fredy Ávila Molina Impresión Subdirección Imprenta Distrital DDDI Encuadernación Milenio Editores Impreso en Colombia ISBN 978-958-99705-1-5 © 2011 Instituto Distrital de Patrimonio Cultural ALCALDÍA MAYOR DE BOGOTÁ CULTURA, RECREACIÓN Y DEPORTE Instituto Distrital de Patrimonio Cultural Alcaldesa Encargada Clara López Secretaria de Cultura, Recreación y Deporte Catalina Ramírez Vallejo Director del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural Gabriel Pardo García-Peña www.bogotalogo.com
  • 6. (3) *bogotálogo b ogotálogoUSOS, DESUSOS Y ABUSOS DEL ESPAÑOL HABLADO EN bogotá Andrés Ospina tomo I-(A-LUQUEADO)
  • 7. (4) Pocos testimonios tan interesantes y dicientes acerca de la forma de pensar de un grupo humano como su propio lenguaje. Tal y como lo expresa la ley de cultura de nuestro país, la lengua es parte constitutiva del patrimonio cultural, al ser representación de la cultura y expresión de la nacionalidad colombiana. Desde tiempos antiguos hasta el día de hoy, las palabras, refranes, términos y manifestaciones de la comunicación oral o escrita han sido una vía acertada y apasionante para descifrar el mundo y sus habitantes. El célebre lingüista, filósofo y analista político Noam Chomsky se refiere a las palabras como “un espejo de la mente”. Y no hay duda de que, analizada desde esa presentación lógica, Bogotá y sus gentes bien pueden sentirse orgullosas de su ingenio y creatividad. En el marco de la Convocatoria ciudad y patrimonio 2009, organizada por el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural, entidad adscrita a la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte de la Alcaldía Mayor de Bogotá, se invitó a la ciudadanía en general a realizar una propuesta cuyo resultado final fuera un diccionario acerca del español hablado en Bogotá. El proyecto ganador, presentado por Andrés Ospina y hoy publicado bajo el título Bogotálogo: usos, desusos y abusos del español hablado en Bogotá, busca, más allá de ser un inventario de términos exclusivamente cachacos,
  • 8. (5) *bogotálogo con ejemplos entretenidos y muy nuestros, entender a Bogotá en su diversidad, en su heterogeneidad y en su dimensión histórica, como pretexto para develar la ciudad a través de sus palabras y para motivar un diálogo entre generaciones. El Bogotálogo invita a dar una lectura desprevenida, organizada alfabéticamente y abundante en ejemplos e ilustraciones. Pero además nos presenta un destacable número de ejemplos de uso que, sin descuidar el rigor que una investigación como esta exige, no es necesariamente un documento para eruditos ni para especialistas, lo cual confirma la intención de democratizar el acceso al conocimiento y de no privilegiar los saberes cultos en el sentido tradicional de la expresión. Gracias a esta nueva publicación, el Gobierno de la ciudad continúa su avance en el desarrollo de políticas culturales tendientes a consolidar y a dejar testimonio de nuestra identidad, esta vez mediante las palabras y expresiones surgidas en la capital o adoptadas por ella, y empleadas por sus habitantes. Por medio de obras como la que se encuentra hoy en sus manos, la Alcaldía Mayor de Bogotá continúa mostrando su compromiso con la divulgación y la preservación de nuestro patrimonio, y con su permanente deseo de resguardar del olvido la memoria de la ciudad, estrechando lazos de pertenencia, apropiación e identificación. Así continuamos nuestro proceso de reafirmación como capital del arte, facilitando a todos los ciudadanos el acceso a los bienes culturales, a través de textos como éste, y convirtiendo en realidad nuestro sueño de una Bogotá Positiva para Vivir Mejor. Gabriel Pardo García Peña.
  • 9. (6) Alguna vez un grupo de alumnos del Liceo Francés de Bogotá visitó París y cuentan ellos que, a pesar de sus hondos conocimientos de la lengua de Molière, Flaubert y Proust, tenían grandes dificultades para hacerse entender con los jóvenes de la ciudad. Estos, a su vez, entre asombrados y divertidos, les decían: “¡Ustedes hablan como Voltaire!”. Lo anterior viene a cuento porque una cosa es el lenguaje que se aprende en los cursos de idiomas y por el que velan las academias de la lengua y otra cosa muy distinta el idioma que se oye en las calles, los mercados, los buses e, incluso, ciertos programas de la radio y la televisión orientados a públicos jóvenes. ¿Cuántos viajeros que toman juiciosos sus prólogo cursos de una lengua extranjera y se sienten muy orgullosos de sus progresos en esa lengua no materna quedan locos cuando intentan entender una película sin mirar los subtítulos? ¿O cuando viajan a una ciudad donde el idioma que aprendieron sólo les sirve para poco más que identificar nombres de calles y de estaciones de metro? Bogotá no es la excepción. ¿Cómo interpretaría un inglés estudioso del castellano recién aterrizado en Bogotá la expresión “necesito que me haga un 14”? O, si decidiera jugar fútbol en un parque bogotano, ¿qué haría con el balón si un compañero de equipo le grita “reconózcame el bailado”? Por ser una ciudad con al menos siete millones de habitantes, en Bogotá se hablan y se cruzan
  • 10. (7) *bogotálogo entre sí diversas jergas. Por un lado está la tradicional jerga cachaca, que caracteriza a los bogotanos de buena familia educados antes del 9 de abril y a algunos de sus descendientes que intentan de manera desesperada mantener esa tradición como dialecto único (y excluyente) de la ciudad. Por el otro, las sucesivas jergas que se han generado en una ciudad que a partir de la segunda mitad del siglo XX comenzó a recibir gran cantidad de migrantes del campo y de otras ciudades del país. Además, los medios de comunicación y ahora el Internet y las redes sociales han permitido que entren voces provenientes de otros países e idiomas. Cada grupo (tribus urbanas, se les dice ahora) adopta lenguajes propios. Estas distintas jergas a veces resultan excluyentes y complican una comunicación fluida entre, digamos, un cachaco del barrio Quinta Paredes y un punk de Pablo VI, a menos que ambos entren en el terreno neutro del castellano que se escucha en un noticiero de televisión o de radio, salvo el que utilizan en las secciones deportivas, que son un aterrador caldo de cultivo de barbarismos y usos incorrectos del vocabulario, la sintaxis y la morfología del idioma. Pero también estas voces propias de una tribu urbana o un sector de la ciudad permean en otros sectores. Se genera entonces un rico intercambio y de esa manera algunas expresiones terminan siendo de uso generalizado. El lenguaje de las ciudades es cada vez más dinámico, así que libros como el ‘Bogotálogo’* son de gran utilidad para entender términos y giros idiomáticos que se escuchan y que a veces uno repite sin conocer su significado y muchas veces sin conocer su origen. Andrés Ospina, autor de esta antología, ha estudiado la historia y las costumbres de Bogotá y, como parte de esa
  • 11. (8) tarea, los sonidos de la ciudad. Los ha anotado y también los ha aireado a través de su blog El Blogotazo (www.elblogotazo. com) y en su Twitter (@ elblogotazo). Como no se trata de un trabajo académico, en estas páginas encontramos toda suerte de definiciones. Desde unas muy escuetas, exactas y desapasionadas, que evocan el lenguaje de los diccionarios, hasta otras cargadas de ironía y humor, así como de cierta nostalgia por tiempos idos de la ciudad en la que él ha vivido y a la que le ha consagrado tantas horas de su trabajo. Ospina no sólo acude al lenguaje contemporáneo que utilizan los ciudadanos del siglo XXI, sino que también recopila voces del pasado de la ciudad que se han ido perdiendo, así como expresiones tomadas del idioma muisca. A estas se agregan, como se anotó antes, caleñismos, antioqueñismos, costeñismos, anglicismos y galicismos que se han popularizado, por no hablar de las jergas corporativas de los cultores de esa nueva religión que se llama ‘coaching’ y que han inundado el lenguaje cotidiano con términos macarrónicos sacados directamente de los manuales de instrucciones de impresoras, computadores y videobeams. Esto hace que el Bogotálogo cumpla varias funciones. Una de ellas es informar. Otra, divertir. Y, de pronto la más importante de todas, poner al lector en la tarea de medirle el aceite a Ospina y ver si aquí aparece o no alguna definición, o alguna acepción. Y, por qué no, generar debates alrededor del origen o significado de algunas de las palabras y expresiones que aquí se definen y explican. Qué tan bogotanas son y qué tan extendido es su uso en la ciudad o si, por el contrario, son voces que recién comienzan a oírse y sólo en círculos muy cerrados.
  • 12. (9) *bogotálogo Este libro invita a una mirada activa, crítica y reflexiva en un ambiente de humor y nostalgia que hacen muy estimulante su lectura. Esta no es una Biblia que deba reverenciarse y tomarse al pie de la letra. Es un libro para rayar, señalar, agregarle anotaciones. Es un libro que nos invita a sonreír, a estar en desacuerdo con el autor, a consultar otro tipo de fuentes. En síntesis, un libro vivo, palpitante, de esos que ameritan un número indeterminado de ediciones aumentadas y corregidas. Eduardo Arias proyecto ganador de la convocatoria Ciudad y Patrimonio 2010, organizada por la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte y el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural de Bogotá *
  • 13. (10) Las palabras vienen a parar a los diccionarios para escaparse del viento. Para hacerle trampas al olvido. Para no morir de inanición. De desatención. Para que algún día cierto grupo de exploradores con vocación de rescatar náufragos venga a acordarse de ellas y se atreva a escribirlas y a pronunciarlas, sin ese pudor que suele invadir a quienes se rehúsan a ser tildados de extraños por hablar raro. Para reírse de quienes procuran estandarizar su discurso para no correr el peligro de terminar malentendidos o considerados diferentes. ¿Hasta qué monto ascenderá el número de palabras que por no haber sido registradas, escritas o grabadas hoy hacen parte de la lista de muertos, de desaparecidos o de grandes interrogantes sin resolver? ¿Qué tanto podemos decir acerca del acento, del tono y del espíritu de aquellas palabras pronunciadas por quienes nos antecedieron en la historia y la prehistoria? ¿Cuántas expresiones, refranes y términos no se fueron perdiendo, sin que nadie intentara rescatarlos? Para contrarrestar tal olvido. Para anticiparnos a ese futuro amnésico, seguimos hablando en pasado. El presente texto tiene por tanto el pretencioso objetivo de propiciar un diálogo entre generaciones. De permitir que, en estos tiempos de Wikipedias, de conceptos fáciles y perecederos y de digitalizaciones atropelladas, tatarabuelos, bisnietos, nietos, hijos y padres alcancen a descifrar las pistas de aquella ciudad en la que hoy vivimos. Quienes se acerquen a las presentes páginas con el propósito de encontrar un diccionario del habla cachaca o de bogotanismos, en los más estrictos sentidos de la descripción, tal vez terminen por cerrarlo con cierta mueca de decepción. Porque el ex pli ca ción no pedi da *
  • 14. (11) *bogotálogo Bogotálogo trasciende ese lindero. Ello se debe a la naturaleza diversa e incluyente por la que nuestra ciudad tiene sin duda un amplio derecho a ufanarse. También a que, a lo largo de sus días, esta sabana y sus contornos ha venido nutriéndose de la presencia de infinidad de saberes, de maneras de describir el mundo y de la riqueza migratoria de expresiones que, por sí solas, terminaron por penetrar en nuestras conciencias. Por eso, de alguna manera, este es también un diccionario conformado por la simbiosis maravillosa de ese castellano, que nos vino por la fuerza desde España. De esa lengua muisca, que a su vez nos fue arrebatada por las mismas manos, y del componente africano y mestizo, cuya presencia en nuestra ciudad, contrario a lo que muchos suponen, es decisiva. También de una buena cantidad de expresiones, giros verbales y construcciones idiomáticas procedentes de Asia y del resto de Europa. La intención de que este no sea otro libro de anaquel al que sólo se acude con el propósito de cumplir con una aburrida asignación escolar, de culminar un crucigrama o de corroborar un abolengo dudoso, nos ha llevado, así mismo, en la dirección de la hipertextualidad. Fácil será, por tanto, saltar de un término a otro. De un siglo a otro. Del sur al norte. Quienes tengan la suficiente curiosidad y el suficiente tiempo como para intentarlo sabrán encontrarse con una buena cantidad de pistas acerca de nuestro pasado, de lo que hemos sido, de lo que aspiraríamos a ser y de lo que hemos pretendido que somos. De nuestras organizaciones y desorganizaciones. De nuestros prejuicios y nuestras intenciones vedadas de clase. Las palabras y conceptos estarán, en muchos casos, soportados por la visión de una joven estudiante de Bellas Artes, quien, desde su propia posición (subjetiva, como todas) quiso rendir un tributo pictográfico, a veces caricaturesco, a aquella ciudad en la que ha crecido. La promesa de que esta investigación no termina en este momento, queda consignada en la existencia de un sitio en la red, en donde, esperamos, sus alcances sean sometidos al juicio y a la intervención pública. Los lectores se encontrarán por tanto con unas definiciones cuya naturaleza excede lo enciclopédico o lo referencial. Se trata de una enunciación casi narrativa de distintos lugares, sabores, sentimientos, espacios e individuos cuya presencia a lo largo de la historia ha ido convirtiéndonos en la ciudad que, bien o mal, somos. Y, sobre todo, una motivación para que nuestro espíritu se mantenga con vida, transubstanciado en forma de letras articuladas.
  • 15. (a)a. Preposición de frecuente y erróneo uso en di- versas frases con el fin de expresar cuantía. Yo le pagué en billetes de a 5.000. ¿a cómo, y por qué tan caro? Expresión de recurrente uso empleada por los potenciales com- pradores en el comercio informal, a fin de blindar- se contra una posible estafa y a la vez anticiparse a la necesaria negociación de una rebaja. Véase líchigo, retacar. ¿a cuánto jode la hora? Clásica fórmula des- pectiva utilizada por hermanos mayores para hacer referencia a la hiperactividad de los más pequeños, o por quienes son víctimas de los cons- tantes embates de un jefe perturbador o demasia- do exigente. a dormir donde lo trasnocharon. Odiosa expresión de reproche usada para amonestar a quien, por causa de un bostezo delator o de un inevitable cabeceo, da muestras de extenuación o cansancio. a lo bien. 1. Honestamente. De buena voluntad. Con fran- queza. Este diccionario hay que leerlo a lo bien. 2. Al ser empleada como pregunta, la expresión tiene como fin corroborar la veracidad de una afirmación. a lo Vietnam. Vulgarismo expresado en una si- tuación de súplica o incredulidad. Véase a lo bien. a mí lo que me toca es morirme. Hay tal vez pocas experiencias tan odiosas como ser objeto de alguna suerte de imposición, de imperatividad o de obligaciones no adquiridas por nuestra propia voluntad.“A mí lo que me toca es morirme”es un llamado a regresar las cosas a su justa y lógica dimensión. Bien fácil habría sido imaginar a algún violador de derechos humanos y su corte ante los posibles“ahora sí les tocó liberar a los secuestra- dos”o“ahora sí les va a tocar dejar de mamarle gallo a la comunidad internacional”, para terminar con un taxativo“a mí lo que me toca es morirme”. Al final, la gran realidad es que a todos nos toca es (sic) morirnos. a mí me emborrachan o me dejan como estaba. Exigencia propia de quien, sintiéndose entusiasmado por los efectos del alcohol –en el marco de una jornada de libación etílica no fina- lizada– solicita a sus contertulios la adquisición y administración de una mayor dosis, con el objeto de preservar el estado eufórico. Véase chapeto, copetón, guaro, niquelado, prendo, whiskéy. aba. En lengua chibcha, maíz. abacentro. Abreviatura para‘centro de abasteci- miento’. Expresión utilizada a manera de recurso tipográfico por parte de ciertos empresarios des- esperados y faltos de creatividad, con el objeto de figurar en las primeras páginas de avisos cla- sificados y directorios de proveedores de bienes y servicios. Pese a que nadie hasta la fecha ha podido definir qué es en realidad un abacentro, los hay por montones en las páginas amarillas y los apartados comerciales de periódicos. abalear. Atacar a un individuo mediante impactos de arma explosiva, acto frecuentemente celebrado por uno de los diarios de mayor venta en el terri- torio local. abaleo. Tiroteo. Escandaloso intercambio de mu- niciones, por lo general acontecido en un contexto barrial. abandera. Véase abacentro. abarrotes. Víveres y utensilios varios. abastos. Alimentos y provisiones de la canasta familiar, por lo general surtidos en volúmenes grandes. Por antonomasia, la expresión suele utilizarse para aludir a la Central de Abastos,
  • 16. (13) *bogotálogo expendio principal de alimentos y utensilios de la ciudad, antaño conocida como Corabastos, cuya sede norteña lleva por nombre Codabas. abejorrear. Obrar de manera afeminada y tai- mada. Proferir zumbidos con la voz. Véase cacorro. abierto. Individuo proclive a abandonar amigos o proyectos. Dícese de aquel que suele traicionar a los de su propia estirpe. aborlonado. Acanillado. Superficie de una tela cuya textura forma canillas. abotagado. Véase abutagado. abotonadura. Botonadura. Abraham Lincoln, me. Emprender la retirada. Si este parche sigue así de ajizoso, mejor me Abra- ham Lincoln. Véase abrirse. ábrase. Amonestación violenta a abandonar un espacio o situación. ábrase, como la yuca. Coloquialismo –de dudosa ralea– usado para ordenar a alguien la retirada de un determinado recinto o espacio. La figura retórica se basa en el momento en el que el tubérculo en cuestión comienza a quebrarse, tras llegar al punto de cocción. ábrase, que huele a pescado. Despectiva forma de solicitar a un individuo la inmediata retirada, al acusarle de despedir desagradables emanaciones olfativas, molestas para todos los presentes. abrebocas. Antesala. Aperitivo. Como abrebocas, antes del concierto de Kiss, les tenemos la excelente la banda colombiana de tropipop Memento. abrelatas. Indiscreto modismo para solicitar a alguien el retirarse de un lugar determinado. Hace velada referencia a‘abrirse’. ¿Por qué no se abrelatas, como el atún? abrirse. Marcharse. Abandonar un lugar o com- promiso. abrirse de piernas. Condescender de forma ingenua o demasiado fácil. abrochar. Afectar de manera directa a algún subalterno mediante la orden de ejecutar una
  • 17. (14) tarea onerosa o un oficio gravoso. Castigar. Mi jefe me puso trabajo para el fin de semana y me dejó abrochado. Véase clavar, marranear, negrero. absoputamente. Conjunción acrónima entre ‘absoluta’y‘putamente’. Del todo. En proporción extrema. ¡Estoy absoputamente ebrio! abutagado. Hinchado. Inflamado. Estómago repleto de alimentos. aca. En la lengua chibcha, unidad de medida equi- valente a nueve. acabarropa. Hombre inútil, de modales poco delicados y tamaño prominente. acaramelados. Úsase para aludir a una pareja abandonada a las artes amatorias. ¡A Robin y a Sari los vieron muy acaramelados por la calle! acas, por si. Apócope, un tanto cursi, de‘por si acaso’. Por si acas, financiemos a los dos candida- tos. Con eso en todo caso salimos ganando. acatar. Caer en la cuenta. ¡No acaté a advertirles que los del supermercado son unos ladrones! acatarrado. Enfermo de alguna afección gripal. Con lo fumador que es, Rincón siempre suena acata- rrado. Véase agripado, apestado. accidentado. Lleno de contratiempos. Irregular. ¡Después de un accidentado proceso, la Corte Cons- titucional declaró inexequible el proyecto de ley! aceite de comer. Aceite comestible. Úsase en contraposición al aceite combustible. El mejor aceite de comer es el de soya. aceite, medir el. 1. Burda expresión alusiva al acto de propinar una puñalada a cierta desdichada víctima. 2. Vulgarismo para aludir al acto de estimular las zonas venusinas de una dama o el orificio anal de un caballero. aceite, pasar. Expresión empleada para aludir a quienes, dada su avanzada edad, comienzan a manifestar serias complicaciones de salud. El término proviene de una analogía con lo sucedido a los motores desgastados, cuyo lamentable es- tado (somatizado por el aceite, que se riega en el asfalto) exige un inmediato reemplazo o una ina- plazable reparación. El pobre viejo cacreco ese ya está pasando aceite desde hace como veinte años. acelere. Prisa. Estado de hiperquinetismo debido al consumo de algún estimulante. Véase embale. acerbía. Rigor. Severidad. La normatividad crediti- cia en Colombia tiene una acerbía exagerada. achajuanado. Fatigado, sofocado y diezmado por el efecto del calor. Después de dos días en Melgar, uno ya se siente achajuanado. achantado. Deprimido. Bajo de ánimos. Las primeras referencias documentadas al término se refieren a éste como propio de pilletes y gamines. El veredicto de la Corte dejó achantados al Presiden- te y a los suyos. achicopalado. Decaído. Abatido. Después de la vergonzosa salida del mundial de fútbol del 94 el país entero quedó achicopalado. achicuysa. Vocablo de origen chibcha. Denota soledad. achilado. Deteriorado. Descocido. Avejentado. Para el pelo achilado no hay nada mejor que la clara de huevo. achiquitar. Reducir. Empequeñecer. achiras. Bizcochuelos salados elaborados a base de harina de achira y propios de los departamen- tos de Huila y Tolima. En un loable esfuerzo por mantener nuestras tradiciones gastronómicas, una afamada firma dedicada a la elaboración de alimentos tipo repostería, lanzó una variante del producto bajo el sugestivo lema de‘Gol-o-cines’, según algunos una clara insinuación de su doble uso al servir como alimento para quienes concu- rren a un encuentro balompédico o a una función cinematográfica. achucharrar. Aplastarse. El término puede guardar alguna relación con el chibchismo‘achu- zansuca’, alusivo a los frutos dañados antes de llegar a su punto. Véase achuzansuca.
  • 18. (15) *bogotálogo achuntar. Acertar. Dar en el blanco. En Colombia las empresas encuestadoras no achuntan ni un solo resultado. achuzansuca. Vocablo de origen chibcha em- pleado para aludir a un fruto estropeado. Véase achucharrar, picho. acolitar. Servir de cómplice o dar aprobación tácita a una determinada acción incorrecta. acomedido. Compasivo. Amigable. Servicial. Ese muchacho, Juan Carlos, ¡cómo es de acomedido! acordeón. Soplete empleado como ayuda ilícita de memoria en entidades académicas y debi- damente plegado. Véase comprimido, copialina, soplete. acosa más que novia fea. Voz despectiva para aludir a un individuo ansioso y falto de paciencia. acostar. En la jerga delincuencial, asesinar. El pirobo ese se puso de alzado y me tocó acostarlo. acotejar. 1. Estimular. Elogiar. Favorecer. 2. Hacer caber objetos en un espacio limitado. acpm. Base alimentaria de la dieta bogotana, conformada, en dosis equivalentes por cuatro componentes (arroz, carne, papa y maduro), todos ellos igualmente nutritivos, saludables y balan- ceados, mescolanza que sin duda despertaría la envidia del más avezado experto en alimentación. Para mí, almuerzo sin acpm no es almuerzo. Véase bofe, corrientazo, ejecutivo, principio. acudiente. Empléase en la jerga escolar para referirse al pobre infeliz a quien la suerte ha cas- tigado con la desgracia de tener que afrontar la lluvia de quejas, llamados, observadores y casti- gos varios recibidos por un alumno indisciplinado a su cargo. Si van a viajar en una ruta distinta a la de siempre, deben traer el permiso firmado por sus padres o acudientes. Véase chuzo, monitor, sapo. acuellar. Asir con violencia por el cuello. acuerpado. Musculoso. Fortachón. De músculos prominentes. Véase jayanazo, macancán. aculillarse. Acobardarse. Asustarse. ¡Ahora no se me vaya a aculillar con la vuelta, güevón! Véase le hache achí. acuscambado. Véase acuscambao. acuscambao. Timorato. Diezmado. Atemorizado. ¿Y usted qué hace en ese rincón por allá, todo acus- cambao? Véase ahuevado, atembado. acusetas. Se emplea para referirse a quien hace de la delación una costumbre o a quien pretende ganarse favores con sus maestros, jefes o supe- riores, informándoles acerca de las fallas de cole- gas o condiscípulos. La expresión suele aparecer enmarcada en el refrán "acusetas, panderetas, calzoncillos de bayetas", y fue empleada por el di- funto ex alcalde de Bogotá Alfonso Palacio Rudas en la Asamblea Nacional Constituyente de 1991. Al verse perdido, el derrotado candidato se convirtió en acusetas. Véase cepillero, chupamedias, lamberico, lambón, metido, sapo. adelantar cuaderno. En jerga informal, poner- se al tanto de los acontecimientos recientes en vidas propias y ajenas. Mañana nos vemos y adelan- tamos cuaderno. Véase rajar de alguien. ¡adelante!, ¡mire!, ¡sin compromiso! Lema estratégico de seducción usado por los vendedo- res de establecimientos informales y de locales tipo‘sanandresito’. Su fin principal es cortejar al potencial cliente para que –una vez éste decida probarse alguna prenda de vestir o pieza de calza- do– se le obligue –mediante toda suerte de meca- nismos coercitivos, muchos de ellos violentos– a adquirirlo. Véase chimbo, chiviado, Sanandresito, tumbe. adentro, viejitos. Exclamación de camaradería dirigida a los compañeros con el fin de animarlos. afancho, de. Con prisa. De afán. afiebrado. Fanático de una determinada afición, hábito, causa, oficio o figura pública. Véase engo- mado, engome, gomoso.
  • 19. (16) afinar. Ajusticiar de manera violenta, causando daño al castigado. ¡Venga y lo afino, pirobo! Véase medir el aceite. aflojachochas. Licor fuerte de supuestas pro- piedades afrodisiacas entre el género femenino. Si quiere que nos vaya bien con esas hembras, tenemos que aprovisionarnos de cuatro botellas de aflojachochas. Véase arrechera. aflojar. 1. Ceder en lo tocante a un asunto determinado. 2. Despojarse de un estipendio. afrijolar. Ajustarse una determinada cantidad de una sustancia u objeto medible en cifras. ¿Se acuerda del Preolímpico en el que Brasil le afrijoló nueve goles a la Selección? after. Abreviatura del conocido anglicismo 'after party'. Tal tipo de ceremoniales festivos se hizo común a finales de los 90, con la institución de la llamada ley zanahoria. La polémica medida, que ordenaba a los bares y discotecas citadinas cerrar a la una de la madrugada, inspiró la realización de un largometraje del mismo nombre dirigido por Julio César Luna y protagonizado, en parte, por miembros del elenco estelar del desapare- cido seriado televisivo‘Padres e hijos’. Véase ley zanahoria, mockusiano, partido visionario, raspada de fiesta. afugia. Apuro económico. Véase arrancado, va- ciado. agáchese. Variable criolla del mercado tipo per- sa, en la que se exhiben productos dispuestos en el suelo, y por lo general protegidos tan sólo por una base de material plástico. Su nombre se debe a la necesidad de hincarse para tener acceso a la mercancía. agalla. Codicia. agalludo. Atrevido. Ambicioso. Codicioso. El maestro de obra me salió agalludo y me quería co- brar el doble. agarrado. Tacaño. Avaro. Miserable. Véase ama- rrado, tenido. agarrarse. 1. Trenzar una discusión. Después de exponer sus posiciones encontradas los dos parlamentarios se agarraron. Véase agarrón. 2. Contender físicamente. Ahí estaban los dos ga- ñanes agarrándose. Véase biyi, tropelero. 3. Parapetarse en una situación para excusarse. La gente vaga se agarra de la falta de puesto para no trabajar. Véase eso ya fue así. agárreme ese trompo en la uña. Voz de aler- ta para aludir a una actividad difícil de ejecutar, equiparada a la ardua pirueta de sostener el acce- sorio en cuestión en un espacio tan reducido. agarrón. Trifulca. ¡Si vieras el agarrón que se armó entre Ernestico y Andresito! agria. Cerveza. Véase amarga, pochola, pola. agrieras. Sintomatología asociada a la acidez es- tomacal. Lo malo de la chicha es que produce unas agrieras tenaces. Véase daño de estómago. agrio. Individuo desagradable, hostil y de mal humor. El profe de trigonometría es de lo más agrio que conozco. Véase áspero, inmamable. agripado. Individuo afligido por algún virus gri- pal. En abril muchos bogotanos andan mocosos y agripados. Véase apestado, maluco. agropecuario. Expresión elitista empleada para aludir a las características burdas, de escasa dis- tinción o poco elaboradas de algún objeto o indivi- duo. Con lo chambón que soy esa maqueta me va a quedar toda agropecuaria. agua de moras. Según refiere José María Cor- dovez Moure en sus‘Reminiscencias de Santafé y Bogotá’, popular refresco no alcohólico a base de moras, servido en las fiestas bogotanas decimo- nónicas. agua de panela. Bebida dulzona elaborada a base de panela diluida en agua caliente. Fuente de energía para varias generaciones de ciclistas au-
  • 20. (17) *bogotálogo (agáchese) Campesinas exponiendo en la calle las artesanías, 1938. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
  • 21. (18) todidactas. En una anticipación visionaria a la era de las bebidas energizantes, desde hace algunas décadas ciertos miembros de empresas privadas de seguridad han cultivado la ya ancestral cos- tumbre de mezclarla con café y Coca-Cola, con el propósito de mantenerse despiertos en sus largas noches de vigilia. Según la creencia popular, el agua de panela con limón es remedio milagroso para las afecciones gripales. Yo las gripas me las curo a punta de agua de panela. aguacata. En la jerga de los gemólogos, esme- ralda de tamaño y valor considerables. aguacate. Despectiva forma de aludir a un miem- bro de la Policía Metropolitana, en virtud del color verde de su uniforme de dotación. Véase polocho, tombo. aguachento. Aguado. Insípido. Sin sustancia. Ala, Conchita: ¡Ese ajiaco te quedó como aguachento! aguachinarse. Mojarse. Humedecerse. Salí cinco minutos y, como estaba lloviendo, volví todo agua- chinado. aguamasa. Mezcla de sobras de comidas, gene- ralmente empleada para alimentar a las bestias. Véase agropecuario. aguanta. Dícese de aquellos individuos o situa- ciones que, sin acercarse al ideal, son dignos de ser tomados en cuenta. Por lo general se emplea al referirse a un miembro del género opuesto quien, sin ser muy agraciado, amerita un par de revolcones furtivos. ¡La hembra no será una reina de belleza, pero aguanta! Véase ahí, pa’l gasto. aguantada. Acción de soportar el hambre o de retener los esfínteres. Con tantas aguantadas ya me está dando úlcera ¡Con semejante aguantada yo ya estaba haciendo buches! Véase churrias, fulca, miar. aguantado. Contenido. Reprimido. Desde que se puso a dieta, el gordo anda totalmente aguantado. aguapucha. Dipsómano. Consumidor compulsivo de bebidas fermentadas. aguaraparse. En una fruta o verdura, efecto y acción de aguarse y fermentarse. Dejé las curubas en una bolsa toda la noche y se me aguaraparon. aguene gue. En lengua chibcha, expresión equi- valente a 'sí hay'. La costumbre de emplearla pa- rece haber sido heredada por nuestros tenderos y comerciantes, quienes con frecuencia suelen fijar avisos sugestivos en los portales de sus respec- tivos negocios y tiendas con mensajes del tipo 'sí hay huevos' o 'sí hay empanadas'. Véase sí hay. agüepanela. Véase agua de panela. agüevado. Véase ahuevado. agüita. 1. aromática. Tisana fragante a base de hierbas. Entre las más populares de cuantas se cultivan y preparan en la sabana de Bogotá están las de cidrón, mejorana, hierbabuena, canela y sauco. ¡Para los nervios, mijo, no hay como una agüita aro- mática! 2. pa’ mi gente. Variable posmoderna y criolla del lema romano aquel de‘al pueblo pan y circo (panem et circenses)’, creada durante la década de los 90 del siglo XX por el magnate tolimense de la televisión Jorge Eliécer Barón Ortiz. agujetero. Almohadilla para clavar agujas utili- zada en labores de costura. (ajiaco)
  • 22. (19) *bogotálogo ahí. Regular. Dícese de aquello que no despierta grandes pasiones. 1. – ¿Y qué tal estuvo la vieja que le presentaron? – Pues... ¡ahí! 2. – ¿Le gustó el partido de Millos? – Ahí… Véase aguanta, pa’l gasto. ahí perdió el año. Triste verbalización de un grave error cometido por un individuo determinado, con reminiscencias de la catástrofe escolar constituida por la reprobación de un periodo lectivo anual. ¡ahí sos, camisón rosado! Grito de batalla para estimular el arrojo, coraje y valentía. ahogo. Asfixia. ahora el hijueputa es uno. Voz quejumbrosa con la que el interlocutor –habiendo sido en prin- cipio víctima– termina convertido en supuesto verdugo en virtud de los ardides ejercidos por su habilidoso enemigo. ahorita. En un breve lapso. ahoritica. En un lapso muy, muy breve. ahuchar. Voz elevada con el fin de espantar me- diante el onomatopéyico clamor de‘uche’. Véase chanda, chandoso, uste. ahuevado. Individuo tardo en el entender y el ac- tuar. Cuando desayuno tamal con chocolate quedo ahuevado toda la mañana. Véase ahuevado, ahuevar- do, atarantado, atembado, tontoniel, troilo. ahuevardo. Véase ahuevado, tontoniel, troilo. ahunche. Sobras de los alimentos. ahuyama. Planta cucurbitácea. Fruto de la mis- ma, también conocido como zapallo o calabaza. ají. Individuo malgeniado. ¡Ese pisco sí es mucho ají! ajiacazo. Festín en donde el ajiaco es la comida principal. Véase ajiaco, garoso, ¿quién pidió pollo?, trancado. ajiaco. Sopa elaborada a base de pollo, guascas, papa criolla, papa sabanera y mazorca. Hay quie- nes –profana y heréticamente– suelen añadirle además habichuelas y arracacha, en un franco atentado contra la culinaria tradicional bogota- na. El tradicional platillo suele ser acompañado, además, con crema de leche y alcaparras. Véase ajiacazo. ajisozo. Peligroso. Extremo. Incómodo. Picante. Que genera roces y molestias. Ese tipo se mete en unos videos todos ajisozos. ajonjoliar. Véase jonjoliar. ajustar. Ajusticiar. Disciplinar. al cien. Burda expresión. Denota completitud e intensidad. Esta noche tenemos que oír reguetón al cien. Véase al soco. al clima. Bebida sin refrigerar. A temperatura ambiente. Pese a que el saludable clima de la ciudad es suficiente para mantener los alimentos fríos, algunos establecimientos de discutible ca- lidad suelen cobrar un estipendio adicional por el enfriamiento de cervezas y refrescos, por lo que el carácter de la pregunta‘¿frío o al clima?’se hace vital y obligatorio. – Don Luis: ¿Nos ‘regala’ dos polas? – ¿Frías o al clima, calidad? Véase agria, amarga, chuzo, gasimba, pola, tienda. al contado. De contado. En un solo pago. Yo le hago la rebajita, doña Miriam. ¡Pero me paga al contado! (al detal)
  • 23. (20) al detal. Por menor. Dícese de aquello que se vende por unidades, en contraposición a lo que se expende al por mayor. ¡Aproveche! ¡Botones! ¡Boto- nes! ¡Ventas al por mayor y al detal! al pelo. Úsase para aludir a aquello que opera en forma correcta y apropiada, o que se ajusta a la perfección a las necesidades del implicado. Aunque el término venía empléandose desde los 70 del siglo XX, a finales de los 80 los creativos de publicidad de cierta firma de productos para el aseo personal emplearon tal expresión como lema de la campaña orientada a salvar las ventas del ya desaparecido Champú Glemo, con la cono- cida consigna“Al pelo con Glemo”. El‘jingle’de la campaña se valió del conocido éxito musical de los 80‘Gloria’, originalmente escrito por el italiano Umberto Tozzi y lanzado al mercado norteame- ricano por Laura Branigan, a quien, ya en deca- dencia, Fernando Pava Camelo intentó contratar para una fallida segunda versión del Concierto de Conciertos, que terminó realizándose meses des- pués sin ella. La letra y la temática de la versión de Branigan difieren ligeramente de las de Tozzi. ¿Cómo va la causa? ¿Al pelo? Véase al peluche, al peluchín. al peluche. Véase al pelo. al piso. Úsase para aludir a una actividad realiza- da en forma intensa y consagrada. En los 90 yo era un man alterno al piso. al que escupe para arriba en la cara le cae. Sabio llamado a la modestia. Se fundamenta en la ley universal de la gravedad y en el hipotético caso de un individuo lanzando un esputo hacia la estra- tósfera, para que éste luego retorne, atomizado, a su lugar de origen, bañando con sus finas gotas al emisor. Por lo general quienes más escupen son los más babosos. Véase arribista, gargajo, gomelo. al que le van a dar, le guardan. Razonable máxima cuyo principal objetivo es desmentir a quienes –después de haber repartido un determi- nado bien o dádiva– se excusan ante aquel que no lo recibió, arguyendo que éste no se encontraba presente en el momento de entregarlo. al rompe. De improviso. Sorpresivamente. En forma agresiva. El delantero le tiró al rompe. al soco. 1. Intensa y velozmente. 2. En considerable cantidad. El man venía al soco, en moto, por toda la 100. Véase embalado. ala. Interjección típicamente bogotana, cada vez menos común. La expresión es tal vez la muletilla y la marca registrada por excelencia del cachaco de antaño. ¡Ala, chinito! Francamente la fiesta está frondia. Véase cachaco, filipichín. alborotado. Individuo impaciente, vehemente y precipitado en la acción. alborotar el avispero. Generar el caos en el interior de una colectividad. Provocar enojo dentro de un ambiente calmo. René Higuita se fue a visitar a Pablo a La Catedral y alborotó el avispero. alcachurete. Individuo entrometido e imperti- nente. Ese Andresito sí es mucho alcachurete. Véa- se lambón, metido. alcagüeta. Alcahuete. Acólito. Áulico. Encubridor. Compinche. Véase alcagüete. alcagüete. Acolitador. alebrestarse. Alborotarse. Enojarse. Perturbar- se particularmente por causa de algún estímulo externo. ¡Apenas le dije que tenía que pagarme horas extras, el patrón se alebrestó! Véase ponerse salsa, timbrarse. alegar. Discutir. Contender. alegón. Individuo proclive a trenzar disputas ver- bales. alegrona. Dicho de una mujer, casquivana. alentado. 1. Saludable. 2. En buenas condiciones.
  • 24. (21) *bogotálogo 3. Atractivo. Guapo. 4. Rozagante. aletoso. Buscapleitos. ��������������������������Propenso al enojo. El tér- mino surgió de las entrañas de los departamentos de Cauca y Valle del Cauca, para afincarse en los corazones bogotanos. Véase alebrestarse, ajisozo, tropelero, pa’l gasto. algotro. Barbarismo resultante de conjugar los dos vocablos presentes en la expresión“algún otro”. ¿Se le ofrece algotra cosita, patrón? alicaído. En decadencia. De bajo ánimo. De sem- blante triste. Millonarios anda alicaído desde 1988. Véase en la mala. alimentador. Tipo de autobús encargado de abastecer a las estaciones terminales del sistema Transmilenio. El solo hecho de pensar en un au- tobús caníbal alimentándose de seres humanos resulta un tanto aterrador para las mentes mi- sántropas. Véase mercedes rojo, tetiado, transmi, transmilenio, transmilleno, transmilento. alimentadora. Dama de turgencias pectorales prominentes. La hembrita esa está alimentadorcita. Véase bizcocho, gemelas, hembra, viejota. almártago. Inútil. Haragán. Ingenuo. Novato. Véase maquetas, nuevón, vagonio. almendra. Desnudez. Para que mi esposa no me descubriera con la otra me tocó salir en almendra. almorzadero. Restaurante de baja estofa dedi- cado al expendio de almuerzos. Cuando ande mal de plata, dígamelo, para llevarlo a un almorzadero de lo más barato que hay aquí cerca a la oficina. Véase acpm, almuerzo casero, ejecutivo. almorzarse. Alcanzar ayuntamiento sexual con alguien. La gerente se está almorzando al chofer. Véase comerse, papiarse. aloe vera. Variable moderna de la clásica fórmu- la de contestación telefónica‘aló’, a su vez basada en el nombre científico del aloe vera, planta sucu- lenta de la familia xanthorrhoeaceae. aloja. Tipo de cerveza dulce de consumo genera- lizado entre las clases altas bogotanas durante el siglo XIX, aromatizada con nuez moscada y clavo. alpargata. Especie de sandalia artesanal cam- pesina elaborada a base de cabuya y suela blanda. Véase alpargatudo. alpargatón. Véase alpargatudo. alpargatudo. Fórmula despectiva para aludir al campesinado colombiano, dada su ya casi extinta costumbre de llevar alpargatas. alterno. Adjetivo impropio, empleado en los años 90 del siglo XX para aludir a un género musical que –pese a su inmensa popularidad y a sus altas ventas– se suponía ajeno a las corrientes de la cultura de masas. Englobaba a las agrupacio- nes‘grunge’, originarias de Seattle, y a algunas bandas británicas, procedentes en su mayoría de Manchester. Entre éstas podemos recordar a Pixies, Porno for Pyros, Nirvana, REM, The Cure, Happy Mondays, Janes Addiction, Jesus & Mary Chain y otras más. Tal música era utilizada con entusiasta prolijidad en ciertos bares de la épo- ca, entre los que se recuerda a Barbie, Barbarie, Florhisteria, Vértigo Campoelías, Membrana, TVG, Kalimán y algunos otros más. Con el tiempo el género comenzó a ser abrazado por el sistema al punto que incluso‘Papuchis’llegó a autoprocla- marse como abanderado del fenómeno. alternocrazy. Tribu de seguidores de la mal llamada‘movida alternativa de los 90’, precurso- (alpargata)
  • 25. (22) res de la‘chocolocura’de años posteriores. Véase alterno, chocoloco. altiplano. Por antonomasia, altiplanicie cundi- boyacense. Véase boyaco. alto turmequé, de. Linajudo. De categoría prominente o clase superior. La sección de infi- dencias sociales del hoy semanario El Espectador optó por esta expresión a la hora de buscarse un título. Sarita Uricoechea me invitó a una fiesta de alto turmequé. Véase jai, jailoso, play. altozano. Atrio de la Catedral Primada. alzado. Pendenciero. Propenso a la cólera. Bus- capleitos. Si ese man sigue así de alzado le van a terminar midiendo el aceite. Véase biyi, tropelero. alzar a santos. En la jerga de los tradicionales fieles católicos, momento de consagración de la hostia. alzar de obra. En la jerga de albañiles, dejar de trabajar al término de la jornada. ama de brazos. Haya. Niñera. amachinado. Dícese de quien habita en ilícito y carnal concubinato. El Wilson anda amachinado con la Leidy. Véase enmozado, mozo, musinga. amacizar. Abrazar a una pareja con notable fuerza, por lo general en el marco de una libidi- nosa pulsión erótica. Esa forma de amacizarse no tiene nombre. Véase bluyinear, brillar chapa, brillar hebilla. Una historieta original de Adolfo Samper, publicada en el semanario Sábado durante 1943, llevó el nombre de Don Amacise. En 1952 se pu- blicó una exitosa edición independiente de sus aventuras que, no obstante, no tuvo continuidad alguna. amague. Falso ademán o movimiento ejecutado con el propósito de confundir a otros individuos en la acción, o para aparentar una intención inexis- tente. amanecido. Que no ha dormido durante la no- che. Vimos a Juancho todo amanecido por ahí. amangualado. Dícese de quien entabla una relación de complicidad para obrar de manera corrupta y subrepticia. amañador. Lugar acogedor que propicia el solaz y la permanencia. Para la gente de la Costa, Bogotá suele ser una ciudad muy poco amañadora. amañarse. Habituarse a un entorno. Encariñar- se. Después de ocho años sentado en la misma silla, el hombre se nos iba amañando. amarga. Cerveza. Don Luis... ¿Me vende dos amar- gas, me hace el favor? Véase agria, pochola, pola. amaricado. Amanerado. Presunto homosexual. Oiga, viejo. Nuestro jefe es como amaricado... ¿No? Véase cacorro. amarrado. Tacaño. Egoísta en cosas de dinero. amarrársela. Embriagarse. En la fiesta de fin de año de la empresa, Dorita la secretaria, que es tan recatada, se la amarró y comenzó a repartirlo. Véase chapeto, jincho, perra. ambicia. Ambición. Egoísmo. ¡No ambicie, Careti- gre! Véase amarrado, garoso, líchigo. ambiente, de. En la jerga homoerótica, estable- cimiento o individuo de predilecciones sexuales alternativas. ¿Tú sabes de algún sitio de ambiente en Bogotá? Véase abejorrear, amaricado, cacorro, gatear. amero. Conjunto de hojas que cubren una ma- zorca. Véase envueltos, tusa. amigazo. Camarada entrañable. Compinche. Véase calidad, calidoso, parce. (amanecido)
  • 26. (23) *bogotálogo (amero) amigo de lo ajeno. Eufemismo liviano para aludir a un completo ladrón o a quien padece de cleptomanía. Véase choro, rata, ratero. ¿amigo? ¡El ratón del queso! Voz de descon- fianza utilizada por los descreídos para dar realce a su mantra vital de nula confianza en la humani- dad. amigovio. Aborrecible conjunción entre los tér- minos‘amigo’y‘novio’. Relación entre amigos con ciertos ribetes, generalmente sexuales, de noviazgo. La figura guarda cierta semejanza con la de los‘amigos con derechos’, también de dudoso gusto. Véase machuque. amiguis. Fórmula afeminada equivalente a ami- go. Por regla general su uso suele ser más común entre jovencitas. Véase mariquis. amoblado. 1. Dotado de muebles. 2. Motel. En Colombia dicho tipo de alojamientos, por antonomasia, tienen por vocación principal el servir de sede a eventuales ayuntamientos eróti- cos. Papi: aquí en la casa de sus papás me da pena. ¡Camine pa' un motel! Véase bluyinear, jabón chiqui- to, moteliar, moteling, tirar. amort. Caprichosa distorsión del vocablo original ‘amor’, empleada de manera cómica por ciertas parejas. ampárame Grisales. Solicitud piadosa de com- pasión divina, inspirada en la popular actriz y can- tante manizaleña Amparo Grisales. ¡Huy! ¡Me tiré el año! ¡Ampárame Grisales! (amort)
  • 27. (24) ampeto. Remoquete cariñoso con el que ciertos músicos aluden a un amplificador de sonido. Lo único bueno de esos tropipoperos son los ampetos que tienen. Véase, bandola, guitarro. anatoles. Copas. Tragos. Yo a su edad también me tomaba mis anatoles. Véase chapeto, copetón, gua- rilaque, guaro, jincho, niquelado, perra, prendido, prendo, whiskéy, whiskacho. ancheta. Típica cesta navideña de contenido variopinto entregada como dádiva a amigos, fami- liares, colegas, clientes y subalternos en el marco de las festividades de fin de año. Según los diver- sos condumios contenidos por la ancheta puede establecerse la clase social del oferente y del destinatario, así como también el poder adquisi- tivo del primero y del segundo. Así las cosas, una ancheta abastecida con vinos dulzones, galletas, masa para buñuelos y alguna crema de whisky de dudosa marca, da cuenta de una preocupante parvedad. Por el contrario, la presencia de whisky 18 años,‘prosciutto’y quesos de compleja ma- duración, entre otras delicias, denota categoría y refinamiento. Otros indicadores infaltables de la procedencia de la ancheta es el recipiente conte- nedor, que bien puede ser un balde plástico, que luego habrá de fungir de platón para lavar; o una delicada canastilla de madera con finos acabados. En la empresa en la que trabajo son tan tacaños que ni anchetas de fin de año dan. ancianato. Albergue geriátrico. Como los des- graciados querían quedarse con su casa mandaron al viejito para un ancianato, dizque porque ahí iba a estar mejor. Véase cucho, vicario. andareguear. Discurrir por la tierra. Ir de un lado a otro. Voy a seguir andaregueando por ahí a ver si me desaburro. Véase desparchado, desparche, distrave, vagonio. andeniado. 1. Automóvil estacionado en cercanías al sardinel. El término fue empleado para una campaña insti- tucional popular con la que se pretendía inculcar buenos hábitos de seguridad en los peatones al descender o al subir a un vehículo. 2. Beso propinado en una mejilla, en inmediaciones de los labios. Imagínate que el descarado del Wilson me trató de dar un andeniado. Véase guayigol. angarrio. Flacucho. Dícese de quien manifiesta una delgadez enfermiza o de un objeto en malas condiciones o avejentado. No creo que semejante angarrio de boxeador sea capaz de ganarle a nadie. Véase acabado, entelerido, esgalamido, jailoso, play. ¡ánimas benditas! Expresión fervorosa de an- gustia y temor piadoso, para advertir y prevenir un posible peligro. Ánimas benditas del purgatorio: ¡Que a este país no se lo lleve el patas! aniquilado. 1. En extremo estado de enfermedad. 2. Sometido por la derrota. Las deudas me tienen aniquilado. Véase en la mala, jodido. ante eso. Frente a alguna circunstancia. ¿Y ante eso yo qué hacía? antena. 1. Artillería viril. Por el barrio Santa Fe las mujeres le salen a uno con antena. Véase presa, verga. 2. Afamada revista de farándula, cuya circulación se mantuvo entre 1975 y 1981. antesitos. Poco antes. El hipócrita de mi jefe, antesitos de echarme, me había dicho que no lo iba a hacer. año de upa. Expresión empleada con el objeto de fechar objetos o hechos cuyos tiempos, por remo- tos, resultan imprecisos. apague y vámonos. Manoseada expresión utili- zada –por lo general de manera irónica– al referir- se a una situación en la que no existe perspectiva alguna de avance o evolución, dado lo desespera- do del hecho en curso. aparatejo. Utensilio eléctrico de rudimentaria elaboración y escasa utilidad. Ese aparatejo está tan viejo que ya no sirve para nada. Véase cosiaco.
  • 28. (25) *bogotálogo aparecido. Advenedizo. Ahora este aparecido viene a creerse estrella de reality. apartacho. Mote cariñoso con el que algunos individuos se refieren a su apartamento. Lo que soy yo, me voy a quedar echado en el apartacho todo el fin de semana. Véase bacán. apartamentero. En la jerga delincuencial, mal- hechor especializado en la vulneración de apar- tamentos y en el hurto de los bienes albergados en éstos. Gracias a las hordas de apartamenteros que en masa han emigrado hasta suelo ibérico, los expertos en tal oficio se han convertido en uno de los principales productos de exportación de nuestro honorable país. Gracias a éstos nuestra buena reputación va 'in crescendo'. Este barrio fue muy tranquilo hasta que se llenó de estudiantes y de apartamenteros. Véase choro, liso, rata. apelotardado. Imbécil. Ese arquero apelotardado que tenemos cada vez la embarra más. Véase ahue- vado, ahuevardo, atarantado, atembado. apenado. Avergonzado. Afectado por un conato súbito de timidez. Me siento apenado por todo lo que te dije anoche bajo el efecto del licor. Véase aculillarse, culillo. apeñuscado. Apiñado. Atiborrado. Saturado. Lo peor de Transmilenio es tener que subirse a esos buses apeñuscados. Véase tetiado, transmilleno. apercollado. Apiñado. Arrinconado por la fuerza. El violento galán tomó a la dama por su cinto y la apercolló contra la mesa. Véase arrecho, bluyinear. apertrechado. Abastecido de armas y muni- ciones. No se preocupe, jefe, que mis hombres y yo estamos aquí apertrechados. Véase cela, celacho, celoso, guachimán, guerrillo, milico, paraco. apestado. Enfermo, por lo general a causa de un virus gripal. Con la temporada invernal y la falta de plata pa’ comprar paraguas, todos terminamos apestados. Véase agripado. apiar. Matar. Si el paciente se alebresta de a mu- cho, entre todos lo apiamos. Véase acostar. apicharse. Podrirse. Caer en estado de putres- cencia. Dejé las moras fuera de la nevera dos días y se apicharon. Véase picho. apilonarse. Congregarse. Reunirse. Los estu- diantes de la universidad comenzaron a apilonarse para protestar. aplanchado. Decaído de ánimo. Juanito: Te veo como aplanchado. ¿Qué te aflige? Véase achantado, alicaído. aplastarse. Tumbarse a dormir. Abandonarse a la inactividad y el ocio. Véase locha. (apeñuscado)
  • 29. (26) aplicación. Erróneo anglicismo de nuevo cuño. Alude a los formularios de ingreso a una institu- ción determinada. Voy a aplicar a London School of Echonomics a ver si me admiten y al regresar me dan un ministerio. Véase jai, jailoso, play. aplicar. 1. Copular. El tipo de la panadería terminó aplicando con la mesera. Véase arrecho. 2. Expresión de peluquería usualmente caricatu- rizada para aludir a la administración de un un- güento tópico, pigmento capilar, champú, bálsamo o demás, sobre la epidermis, por lo general con fines cosméticos. Véase guayigol. 3. Consumir algún licor por vía oral. Déjate que termine de hacer este trabajo y nos aplicamos unos whiskachos. Véase whiskacho. apretujado. Apiñado. Hacinado. Saturado de cuerpos humanos. Estrecho. Véase apeñuscado, cebollero, dietético, tetiado, transmilleno. apuntar. Abotonar. Oiga, Erik. ¡Apúntese la cami- sa, que si su papá lo ve así se pone bravo! apuntarse. Mostrar disposición para llevar a cabo una determinada actividad. Si piensan ir a la piscina de olas de Melgar yo me le apunto. apunte. 1. Salida cómica e ingeniosa. Calambur. Los apun- tes de López son de lo peor. 2. Opinión. apuñalear. Barbarismo para apuñalar. ¡apúrele, que estoy botao! Clásico lema pu- blicitario empleado por el comerciante y mago José Simhón durante las décadas de los 80 y 90 del siglo XX, con el objeto de promocionar por vía televisiva y periódicamente algunos de los tapices, alfombras o papeles de colgadura expendidos en el desaparecido almacén Konker, de su propiedad. ¡aquí estoy y aquí me quedo! Célebre y anta- ñona frase de la que un antiguo primer mandata- rio de la nación echó mano, en el marco de una de las peores crisis gubernamentales en la historia del país. Su trascendencia fue tal que sirvió como título para un conmovedor libro en el que se resu- miría el viacrucis experimentado por él y los suyos durante tal periodo. aquí, ¡jodido pero contento! Fórmula de con- testación de muy recurrente uso entre los bogo- tanos para señalar su sorprendente capacidad de sobreponerse con alegría a la desdicha, el desem- pleo y las veleidades económicas. aquí no se gana, pero se goza. Acostumbrado a orbitar en torno a promesas incumplidas, a ofi- cios mal remunerados y a iniciativas empresaria- les fallidas, el colombiano promedio suele acudir a esta suerte de mantras consolatorios para ocultar el inmenso dolor que ocasiona la sarta de expec- tativas no satisfechas que representa el vivir en el país.“Aquí no se gana, pero se goza”es el sin- cretismo de ese pensamiento entre estoico y bien- humorado, con una cierta dosis de falsa alegría. Por lo mucho que contraríe a la realidad, muchos corresponsales sostienen todavía ante sus respec- tivas agencias de noticias que Colombia es el más feliz o el segundo más feliz país del mundo. arañón. Arañazo. Metí el niño al jardín y el primer día me le pegaron un arañón. ardido. 1. Enojado. En busca de retaliación. Ese man lo que está es ardido porque perdió el torneo de banquitas. Véase piedro. 2. Quemado. Me comí un pastel gloria, el bocadillo estaba caliente y me ardí. arepa. 1. Individuo torpe. ¡Mucha arepa! Compré una cosa en la tienda y se me olvidó pedir las vueltas. Véase atembado, huevón. 2. De arepa. Dícese de quien es bendecido por la suerte sin merecérserlo. Véase arepazo, chepa, chiripa. 3. Voz vulgar con la que se alude al genital feme- nino.
  • 30. (27) *bogotálogo arepazo. Situación afortunada debida al azar. Éxito fortuito y pasajero. Individuo torpe. Si no per- dió el semestre fue por puro arepazo. Véase chepa, chepudo, chiripa. arepear. Ayuntamiento sexual entre dos o más damas. Me late que a mi jefa le gusta arepear. Véase marimacho. arepearse. Entre mujeres, volcar las pulsiones eróticas hacia individuos del mismo género. Ayer en la discoteca vi dos viejas arepeándose. Véase marimacho. arepera. Mujer de predilecciones sexuales lés- bicas. Esas dos, que siempre andan juntas, parecen areperas. Véase marimacho. arepizza. Aborrecible producto de la‘cocina fu- sión’en el que convergen algunas características de la arepa criolla con las de la pizza itálica. arepudo. Suertudo. En toda la historia de Co- lombia no ha habido futbolista más arepudo que Aristizábal. Véase arepa, arepazo, chepa, chepazo, chepudo, chiripa. arequipe. Golosina de consistencia espesa ela- borada a base de leche y azúcar. No hay quién haya conseguido determinar con precisión la extraña similitud entre el término y la provincia peruana. ariquipe. Deformación del original‘arequipe’. argollarse. Comprometerse en matrimonio. A los jóvenes de hoy en día no les gusta argollarse. Véase amigovio, encoñe, machuque. armatroste. Barbarismo para 'armatoste'. Véase aparatejo, cosiaco. aromática. Infusión. ¿Qué le provoca, jefe? ¿Un tintico o una aromática? Véase agüita. arracacha. 1. Raíz comestible, conocida por la comunidad científica como arracacia xanthorriza. 2. Dama entrada en años. arracachas. Pies de descomunal tamaño. arracachuelo. Maleza conocida genéricamente como rumex crispus. arrancado. De escasos recursos. En permanen- te iliquidez. Me da pereza encontrarme con Mario, porque siempre vive arrancado y termina pidiéndo- me plata. Véase arrastrado. arrancar. Esputar. arrastraderas. Pantuflas. arrastrado. Individuo capaz de humillarse. In- digno. De muy escasos haberes económicos. ¿Y a ti por qué te preocupa lo que digan ellos, si no son sino unos arrastrados? Véase arrancado. arrastrar. Conducir en un vehículo hasta un de- terminado lugar. Patrón: ¿Qué hace caminando por la carretera? ¡Camine lo arrastro! Véase echar dedo. arrastrar el ala. Coquetear. Ejercer el flirt o ga- lanteo. El término parece originarse en la costum- bre de ciertas aves de mostrar su plumaje para despertar el interés sexual de una potencial pare- ja. A mí me late que el Wilmer le está arrastrando el ala a la Maryori. Véase amigovio, machuque. arrechera. Fuerte apetito venéreo. Véase arrecho. arrecho. Individuo poseído por intensos apetitos venéreos. Doña Gladys es muy calmada, pero si le dan trago se arrecha. Véase arrechera. arreglar. Hacer daño. Afectar. Perjudicar. Por lo general se usa en sentido irónico, como contra- posición a 'tirarse'. ¡Si siguen mamándole gallo al cucho, el hombre viene y los arregla! Véase tirarse. arreglar matrimonio. Concertar esponsales. Véase argollarse. arremuesco. Objeto o individuo indeseable y estorboso. Véase arrastrado. arretranco. Tranca empleada en equitación y caballería para impedir la caída de la silla. arrevolverado. Individuo en pie de guerra. Véa- se emputado, piedro, tropelero. arriado. Individuo afanado, apresurado o veloz. El corredor iba arriado por toda la pista. Véase ace- lere, embalado. arriar la madre. Poner en franca tela de juicio la honra de la inocente progenitora del interlocu-
  • 31. (28) tor. Cuesta trabajo entender qué lleva a las gentes a molestarse ante tal insulto, si se tiene en cuenta que las bases para éste son irreales. ¡arriba, abajo, al centro y pa’ dentro! Mantra común, susceptible de dos interpretaciones. La primera parece una instrucción simple para la ingestión de un trago corto y de sabor fuerte, tipo aguardiente. La segunda pareciera aludir a una faena copulatoria. arrimar la canoa. Brindar colaboración. Prestar ayuda. Véase cruce. arriscar. 1. Estar en capacidad de desempeñar una labor. 2. Arriscar las narices. Amenazar con enfadarse. arroz con pollo. Peligroso platillo elaborado a base del ave y el grano oval en cuestión, culpable de la mayor parte de intoxicaciones masivas en paseos de colegio y de visitas a dispensarios en batallones del Ejército, pero aun así elaborado con frecuencia por los habitantes de la ciudad. arrozudo, ponerse. Fórmula levemente burda para aludir a la manifestación dermatológica de frío o de temor, debida al fenómeno pilomotor. De sólo pensar en la Leidy, me pongo arrozudo. arrumar. Apilar objetos unos sobre otros. arrume. Acumulación de objetos, por lo general desordenada. Tengo la oficina hecha un solo arru- me. Véase arrumar. arrunchar. Actividad de ocio, usualmente lle- vada a cabo en pareja y consistente en tumbarse muy unidos en un mismo lecho, bajo el amparo benefactor de las frazadas y almohadas. El domin- (armatoste) Avión D.C. 4-136, Techo, 1950. Saúl Orduz / Colección MDB - IDPC
  • 32. (29) *bogotálogo go mi novio y yo nos arrunchamos a ver el partido de Alemania y Corea. Véase amacizar, bluyinear, locha. arrunche. Véase arrunchar, bluyinear, locha. arrunchis. Fórmula moderna y un tanto afemi- nada para aludir al clásico arrunche. Véase arrun- che, bluyinear, locha. articulado. Denominación genérica empleada por los usuarios del sistema Transmilenio para aludir a su flotilla de autobuses rojos. Un articu- lado colisionó hoy en horas de la mañana con un particular, dejando como saldo un muerto y cuatro heridos. Véase apeñuscado, tetiado, transmilenio, transmilento, transmilleno. artón. Plátano de gran tamaño, ideal para fritu- ras y sopas. Véase frijolada, fritanga. asaltacunas. Hombre o mujer propensos a sentirse atraídos por individuos de generaciones mucho más jóvenes que la propia, sin que ello, por supuesto, implique pederastia alguna. Véase cucho. ¿así o más? Fórmula irónica de reciente cuño para indicar lo exagerado de un hecho, procuran- do parecer cómico. ¿Así o más difícil? asoleado. Perturbado por causa del acoso o la presión. Mi jefe me tiene asoleado con tanto trabajo. Véase montarla. asolear. Perturbar mediante la insistencia. Véase asoleado, balsear, montarla. áspero. De alta calidad. Con severidad. Véase agrio, severo. ata. En lengua chibcha, unidad de medida equiva- lente a uno. atabanza. Adjetivo chibcha equivalente a‘dadivo- so’. El término sigue vigente gracias a la erección de un conjunto de vivienda multifamiliar, ubicado en estribaciones de la Autopista Norte y la calle 127, oficialmente llamada Avenida Rodrigo Lara Bonilla. Véase botado, botaratas, niza. atado. Unidad de medida utilizada para determi- nadas porciones de legumbres, frutas o leña. La expresión tiene su origen en la forma en que éstas eran llevadas, amarradas por una cuerda. Véase abastos. atanainas. Expresión condicional resultante de la combinación de los vocablos 'tan' y 'ainas'. Fun- ge de‘¿qué tal?’Atanainas y hubiera sido usted el que hubiera tenido que ir a trabajar el domingo. atarantado. Estúpido. Distraído. El indio ataran- tado ese me atravesó la bicicleta y casi lo atropello. Véase ahuevado, ahuevardo, atembado, huevón. atarbán. Individuo de modales y maneras exe- crables. Véase indiazo, gala, gañán. atarzanar. Obligar mediante acoso a ejecutar una determinada acción. Véase asolear. atembado. Tarado. Idiota. Tardo en el entender. Véase ahuevado, ahuevardo, huevón. Atenas suramericana. Remoquete de tintes irónicos conferido a la Bogotá del siglo XIX, en virtud de su aristocracia afectada y del hábito de sus habitantes de perorar alrededor de temas elevados, sin contar con el suficiente desarrollo como para ser equiparada en realidad al epicentro griego de tiempos clásicos. Aunque la mayor parte de los historiadores ha atribuido esta expresión al escritor y diplomático argentino Miguel Cané, existen otras alusiones más antiguas que aquella escrita por él. La primera de ellas fue obra del poeta santafereño Francisco Antonio Vélez Ladrón (articulado)
  • 33. (30) de Guevara, quien en el siglo XVIII se refería a la ciudad en una de las décimas por él escritas, re- comendando“traer a Santafé oradores, Atenas de tantos sabios”. En 1898, Pierre d’Espagnat habló también de la ciudad como la‘atenas del sur’. Lo cierto es que desde hace mucho, tal referente desapareció de las mentes de los demás países latinos, y Bogotá tiene, sin duda, poco de Atenas. Véase chimbada, chimbo, mitos urbanos, paja. atender. 1. Hacer daño. Véase tropelero. 2. Dar su merecido. Si el man se pone muy alebres- tado, no se preocupe, que yo aquí lo atiendo. 3. Copular. A mí tráiganme las hembritas que les sobren, que yo se las voy atendiendo a todas, una por una. Véase arrecho. atiende por las dos ventanillas. Cómica ex- presión empleada para aludir a un individuo de predilecciones sexuales heterogéneas y variopin- tas. Se utiliza para equiparar su labor a la de una entidad financiera o crediticia destacada por su multiplicidad de servicios. Véase cacorro, come de res y de marrano. atortolado. Abrumado. Pasmado. Asustado. Véase ahuevado, ahuevardo, atembado. atravesado. 1. Individuo, situación o compromiso impertinente. Véase lambón, metido. 2. Propenso a las riñas. atraviesa. En la jerga de agricultores, sembradío que se ubica entre especies de más lento desarro- llo. Véase arracacha, chucuas , hibias, nabios. atugue. En lengua chibcha, expresión equivalen- te a 'es uno solo'. Dado que no existen registros fonéticos acerca de su pronunciación, en la ac- tualidad se ignora si se pronunciaba 'atugüe', con diéreis, o 'atugue', omitiendo la ü. a tuntún. En hombros. Véase tuta, a. audiencias. Cuerpos colegiados organizados por la corona española para servir de mecanismo de control en lo tocante a los actos de gobierno. Los oidores gobernaron el Nuevo Reino de Granada hasta 1564, año en que se instituyó la figura del Presidente. La Real Audiencia de Santafé fue fun- dada en 1549. aulagas. Poquedad, cortedad o parvedad de re- cursos. ausentismo parlamentario. Costumbre carac- terística de buena parte de los políticos escogidos por la democracia como representantes de la ciu- dadanía en los cuerpos colegiados. Consiste en no concurrir a las sesiones y deliberaciones que en los sacros recintos del parlamento tienen lugar. auxilios parlamentarios. Generosos montos pecuniarios, también conocidos como‘fondos graciables’, destinados a auxiliar proyectos gestio- nados en forma directa entre los representantes de los honorables cuerpos colegiados de nuestro país y presidentes o ministros. Su noble origen se remonta a la reforma constitucional de 1968. La figura quedó extinta en 1991, debido al rampante clientelismo. avenida de Cundinamarca. Viejo nombre dado a la actual avenida 30 antes de su ampliación y reinauguración. aventajado. Entrado en años. El término es una deformación de‘avejentado’. aventar. Delatar. avichucho. Avechucho. Alimaña. Pajarraco. (atado)
  • 34. (31) *bogotálogo avión. Sagaz. Astuto. Aventajado y deshonesto en materia de negocios. avioneto. Distraído. Ensimismado. avispado. Individuo aventajado y listo, muchas veces en forma inescrupulosa. avivato. Dícese de quien saca ventaja de sus semejantes mediante estrategias poco éticas. ¡ay papayai! Sonora e indefinible fórmula infantil para recriminar a algún contemporáneo por la comisión de algún acto indebido o la desobedien- cia a una orden expresa de sus mayores, padres o maestros. Durante finales de la década de los 70 y comienzos de la de los 80 del siglo XX, en home- naje a quien por entonces era primer mandatario de la nación, a ésta fue agregado el verso octosíla- bo“los calzoncillos de Turbay”. azarar. Véase azorar. azorar. Véase azorarse. azorarse. Asustarse. azotar baldosa. Danzar. babascaidas. Individuo torpe, en franca desventaja intelectual frente a la mayoría de sus semejantes. babosa. Tandonia bogotensis chuguilla. Planta mucilaginosa común en la sabana. babosada. Imbecilidad. Estupidez. Comentario desaguisado. bacán. Hombre bueno, sociable y generoso. La expresión suele usarse para cubrir de lisonjas lambisconas a quien necesita agenciarse un ser- vicio o favor por parte del interlocutor. ¡Bacán!: regáleme ahí la liguita. Véase pana, parce, play. bacaneado. Dícese de quien experimenta cierta sensación de bienestar ocasionada por el efecto de sedantes, bebidas alcohólicas y drogas psico- activas. bacanéis. Aborrecible derivación de‘bacano’, cuyo uso arroja certeros indicios de vulgaridad por parte del hablante. bacano. Agradable. Bacatá. Vocablo chibcha, según las especulacio- nes de algunos relacionado en forma directa con el nombre de Bogotá. Los opositores de tal teoría se fundamentan en que el término sólo llegó a popularizarse hasta bien entrado el siglo XIX. Se- gún Juan de Castellanos, Bacatá significaba 'lugar en donde terminan los campos'. Véase Bogotá, Muequetá, Santafé de Bogotá. Bachué. 1. Diosa de la mitología muisca. Madre creadora del mundo entero. Según la historia sagrada, B
  • 35. (32) Bachué llegó con un niño de brazos desde la la- guna de Iguaque, edificó una casa sobre la tierra, esperó a que su vástago se hiciera adulto y juntos iniciaron la extensa y prolífica labor de poblar la tierra. Una vez ejecutada su misión ambos re- gresaron a la laguna y se transformaron en dos ofidios. Véase Bochica, Chía, Chiminigagua, Fura- chogue, Huitaca, Nemterequeteba, río Funza, salto del Tequendama, Xue. 2. Populoso sector ubicado en la zona norocciden- tal de la ciudad, justo en la localidad de Engativá. Su peculiar arquitectura consta de edificios de va- rios pisos con escaleras independientes, a manera de entrada, ubicadas en las fachadas exteriores de los mismos. bagre. Mujer afrentada por la naturaleza, dadas sus escasas cualidades estéticas, las que a su vez agreden a quienes son castigados por la fortuna con la eventualidad de encontrárselas por las calles capitalinas. bahareque. Material elaborado a base de cortes de madera entrelazados y barro, de uso genera- lizado para la elaboración de muros en tiempos coloniales. Algunos teorizan que su procedencia es caribe y que está emparentada con el vocablo bajareque. bailado. Puñetazo. Sosquín. bajados con espejo. Según la creencia popular, muchos nativos fueron timados por los conquista- dores españoles, pues éstos les entregaban es- pejos y baratijas a cambio de grandes cantidades de oro puro.‘Bajados con espejo’es una forma burlesca, eurocéntrica y acomplejada para aludir a un indígena ingenuo e ignorante. bajar. 1. Ir de oriente a occidente. En Bogotá, dada la vi- sible pendiente que va desde las estribaciones de los cerros orientales hasta las carreras subyacen- tes, la palabra bajar engloba todo desplazamiento llevado a cabo en tal dirección. 2. Dar de baja. Disminuir la intensidad de una determinada acción. 3. Hurtar una determinada posesión. bajar al pozo. Vulgarismo para aludir a la prác- tica del sexo oral por parte de un caballero a una dama. bajar bandera. En la jerga de los comerciantes, realizar la primera venta del día. Por lo general, en mercados de pulgas y ventas ambulantes, la rebaja en los precios al bajar bandera obra en pro- porción directa a la hora en la que la transacción tiene lugar. bajar el motor. Abortar. Interrumpir el desarro- llo de una criatura durante el embarazo. bajarse de. Desapegarse de un determinado bien material. bajarse del bus. 1. Decepcionarse. 2. Desprenderse de una considerable suma mo- netaria. 3. Abandonar una idea o proyecto. bajo de punto. Desanimado. balaca. Tira de plástico, tela elástica o carey para sujetar el pelo largo. baldado. Unidad de medida correspondiente a la cantidad de una sustancia determinada contenida en un balde. ballet azul. Alusión a la nómina estelar del once- no balompédico del club Los Millonarios durante los años 50, conformada entre otros por Néstor Raúl Rossi, Julio Humberto Cozzi, Francisco Zu- luaga, Adolfo Pedernera y Alfredo Di Stefano. balseador. Individuo que se mofa de otro, a par- tir de algún gazapo o alguna falla de su parte en el hablar o el actuar, en presencia de una colectivi- dad de reidores que celebran su ánimo burlón. balsear. Perturbar a un individuo mediante agre- siones o mofas. balsiao. En la jerga del hampa, potencial robo.
  • 36. (33) *bogotálogo bamba. Especie de resorte recubierto de tela, empleado para recoger cabelleras largas. bambuco. Género musical propio de las zonas montañosas colombianas interpretado a ritmo de 6/8, cuya instrumentación suele apoyarse en guitarras, tiples, requintos, bandolas y, en algunos casos, en flautas. Desaparecida tienda de discos con sucursales en diversos sectores de la ciudad. Durante algún tiempo, en particular en los 60 y 70, la firma Bambuco también fue casa disquera. banana. Dulce. Golosina. banano. Acumulación lípida en la zona abdomi- nal, cuyo aspecto se asimila al de un plátano o fruto similar. bandear. Sobrellevar la existencia con destreza y sabiduría en medio de circunstancias difíciles. bandera. Ridículo y de mal gusto. banderear. Poner en evidencia a otro individuo. bandola. En el argot de los músicos, banda de rock. banquitas. Disciplina deportiva no profesional derivada del microfútbol en la que participan dos equipos, cada uno conformado por un número de jugadores que oscila entre uno y cinco miem- bros. Dependiendo del grosor de la nómina de voluntarios, puede o no haber un arquero, aunque por regla general se suele esperar que éste no pretenda obrar de líbero y hacer salidas a lo René Higuita. Los tiempos también varían de acuerdo con un número de tantos acordado de antemano o con la capacidad física, por lo general precaria, de los participantes. baquelita. Expresión en desuso para aludir a un material en extremo frágil. ¡No se recueste sobre esa varilla, que es pura baquelita! barajar. Echar a perder un asunto, plan o nego- cio. barato (está barato). Expresión retórica ten- diente a restarle trascendencia a determinada hora del día, en particular cuando se ha hecho muy tarde. Es el recurso predilecto de los joven- zuelos que, ya de madrugada, después de varias horas de galanteo e insistencia sin haber conse- guido dádiva alguna por parte de su manceba de turno, intentan hacer parecer como si aún fuera temprano. – ¿Qué hora es?– Las 5:40. – Está barato. barbichona. Acrónimo. Mujer de aspecto am- biguo, en tanto a lo lejos luce como una Barbie, aunque de cerca se asemeje a una lechona. barbuchas. Caballero de barbas abundantes. baretero. Consumidor consuetudinario de te- trahidrocanabinol. bareto. Cigarrillo de marihuana. barro. Expresión importada de la costa caribe. Se emplea para referirse a un individuo cruel, intran- sigente o traidor. bartolazo. En el deporte, jugada sin inteligencia o técnica alguna, con la que no obstante se espera un resultado positivo. (bandola) Grupo de niños en la Radio Nacional, 1946. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
  • 37. (34) bartolo. En el deporte, jugador poco habilidoso, pero suertudo. bastantoso. Abundante. basto. Burdo. batero. En el argot de los músicos, baterista. batir. Perturbar a alguien convirtiéndolo en blan- co de mofas. bazuco. Droga de bajo perfil conformada por pas- ta de cocaína y algunos otros aditivos, de consumo generalizado en los sectores más deprimidos de la sociedad, así como también por parte de ciertos miembros de sectores altos con ínfulas de poetas malditos deprimidos que, sin contar con los ta- lentos de Baudelaire o de Rimbaud, y sin vivir en la Francia del siglo XIX, creen parecérseles. Es la versión criolla del‘crack’norteamericano. Con la nueva oferta de tribus urbanas, gran parte de esta raza de poetas, comunes durante la segunda mitad del siglo XX, ha terminado enlistándose en una más acorde con el nuevo milenio. No obstante algunos se resisten a abandonar tales filas. bebeco. 1. De corta edad. Bebé. Individuo inmaduro. 2. Albino. bejuco. Enojado. belisario. Durante los 80, cómica expresión de saludo, cuyo propósito doble era el de parodiar el tradicional‘feliz año’y a la vez rendir homenaje al ilustre presidente de la República Belisario Betan- cur Cuartas, poeta de Amagá. bellecera. Expresión irónica para aludir a un individuo de connotaciones funestas. bellezura. Véase bellecera. berraco. Osado. Trabajador. Luchador. Con una particular habilidad en determinada lid. 1. Enojado. 2. Difícil. 3. Esforzado. berraquera. Osadía. Aptitud particular para afrontar la adversidad. Enojo. Ira. berraquillo. Véase verraquillo. berriondera. Véase berriondo. berriondo. Luchador. Intenso. Grande. bestial. Maravilloso. Monstruoso. bicha. Papeleta de bazuco. biche. Fruto sin madurar. Individuo bisoño, sin práctica e inexperto. bien cuidadito, monita. Fórmula de despedida empleada por vigilantes informales de automo- tores con el propósito de exigir con sutileza una remuneración a quien haya estacionado su vehí- culo en la calle. Cabe aclarar que la pigmentación capilar de la dama no siempre guarda relación con el consabido‘monita’. bien jalado. Manufacturado o realizado en forma correcta. bien, para no preocuparlo. Frase lastimera empleada con frecuencia como fórmula de res- puesta ante una pregunta acerca del estado del interlocutor. bien pueda. Incorrección de uso muy común con la que se pretende autorizar al interlocutor dubi- tativo para llevar a cabo una acción determinada sin restricción alguna. La forma correcta sería “bien puede”. bienestarina. Especie de fécula elaborada ofi- cialmente por el Instituto Colombiano de Bienes- tar Familiar, con el propósito de servir de alimento a los pequeñuelos desfavorecidos. billamarquín. Especie de taladro manual a ma- nera de manubrio semicircular. billetal. Monto considerable de dinero. billetón. Cantidad exorbitante de dinero. billetudo. Individuo adinerado. billullo. Remoquete cariñoso, aunque no por ello poco vulgar, con el que los codiciosos suelen referirse al dinero. Hay quienes lo escriben y pro- nuncian‘biyuyo’, aunque los más ortodoxos ape- lan a su relación directa con la palabra‘billete’, al escribirlo.
  • 38. (35) *bogotálogo (bitute) Grupo de señores compartiendo una comida en el campo, 1946. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
  • 39. (36) birra. Italianismo de reciente cuño para cerveza. bis. Añadidura arbitraria que suele adjuntarse a la nomenclatura de calles y carreras, de seguro surgida en el seno del clásico y muy bogotano arte de la improvisación, cuando algún encargado de bautizar alguna calle con su correspondiente número, cometió el error involuntario, aunque condenable, de repetirlo. bístec, échele un. Invitación, un tanto burda, a dar un vistazo a un objetivo determinado. Échele un bístec al carro. bitute. Vulgarismo para‘alimento’, aunque la sonoridad pareciera aludir al papel moneda. biyi. Miembro de alguna de las desaparecidas pandillas enclavadas en sectores de clase me- dia alta de la ciudad, cuyo auge tuvo lugar desde mediados de los 80 hasta el principio de los 90 del siglo XX. Los biyis solían vestirse a la moda y buscar camorra con sus similares de vecindades enemigas. Los más famosos epicentros de la cul- tura biyi tuvieron origen en los sectores de Pablo VI, Unicentro y Niza. Según reza la leyenda, nunca comprobada, uno de sus representantes, Esteban Araque, fue apuñaleado en los baños del desapa- recido Charlie’s Roastbeef de la calle 82. Entre algunas de las pandillas más reconocidas del momento se encontraban Las Pirañas, Los Pira- tas y Las Garzas. Véase alzado, montador, tribiyi, tropelero. bizcocho. Dama o caballeros apetecibles y gra- tos a la vista. bizcorneto. Forma despectiva con la que se alu- de a un individuo estrábico. bluyín. Pantalón en tela de‘jean’que, contrario a lo que sugiere la expresión, no necesariamente tiene que ser azul. bluyinazo. Refriega copulatoria no consumada. bluyinear. Ayuntamiento erótico mediado por la presencia de pantalones. bobear. Desperdiciar el tiempo en actividades ociosas. Cometer boberías. bobolitro. Individuo de considerable estatura y reducidas capacidades cognitivas. bocadillo. 1. Golosina compacta, de color rojizo y sabor azucarado elaborada a partir de cierta pasta de guayaba. 2. Combinación errónea de colores en el vestir. 3. En el argot de los periodistas, nota breve en formato de gacetilla. bochado. Sencillo. Simple. Fácil de hacer. Bochica. Gran maestro del pueblo chibcha, quien –según relata la historia sacra perpetuada a través de la oralidad– descendió del cielo con sus barbas blancas, su aspecto extranjero y su bastón de mando, para enseñar a las gentes las bases de las artes de la orfebrería, el manejo de textiles y la agricultura, entre muchos otros saberes. Una vez cumplida su misión de sumo pedagogo, Bochica regresó por donde había venido, utili- zando el arco iris como trampolín. Después de su partida, bajo el maligno influjo de la bella Huitaca, los discípulos olvidaron sus enseñan- zas y se consagraron a la excesiva ingesta de chicha, al fornicio y a la vida disoluta, por lo que Bochica decidió castigarlos. Como sanción envió un gran diluvio que luego suspendió gracias a los clamores que ascendieron hasta la bóveda celestial. El blog www.elblogotazo.com ha bautizado como ‘complejo Bochica’a la tendencia típicamente colombiana a beatificar lo foráneo por el básico y fortuito hecho de serlo. Algunos estudiosos han encontrado semejanzas entre Bochica, el Manco Capac inca y el Quetzal- coatl azteca. Véase Bachué, complejo Bochica, Chía, Furachogue, Huitaca, Nemterequeteba, salto de Tequendama, Xue.
  • 40. (37) *bogotálogo bocho. Véase bochado. bodygay. Apelativo cariñoso con el que su más selecta y fiel clientela –conformada sobre todo por efebos atléticos y fortachones– suele referirse a la sede chapineruna de cierto afamado gimnasio. Di- cen las estadísticas que las mayores entradas a las arcas del lugar provienen de clientes en sus tempra- nos 30 o 40, quienes, en un desesperado intento por escapar de los embates de la alopecia y el vientre en aumento, pagan por su membresía por seis meses y sólo concurren durante la primera semana. bofe. Grasoso condumio elaborado a partir de la fritura del pulmón de la res, consumido con avidez en las inmediaciones del Estadio Neme- sio Camacho El Campín para calmar la ansiedad anterior o la frustración posterior a un encuentro balompédico. El bofe, además, está disponible en casi todos los‘piqueteaderos’de la ciudad aunque –según los entendidos– nunca habrá uno igual al del desaparecido Palacio del Colesterol. Véase piquete, piqueteadero. Bogotá. Nombre de la ciudad capital de Co- lombia. Al parecer se deriva del vocablo chibcha Bacatá (lugar donde termina el arado), aunque, de acuerdo con los más meticulosos estudios a tal respecto, tal teoría carece de soporte. Juan de Castellanos afirma que el término Bacatá significa 'lugar donde terminan los campos'. Por su parte, Fray Pedro Simón sostiene que la voz está relacio- nada con la expresión‘bogote’, uno de los títulos conferidos al zipa. Véase bacatá, bogote, zipa. Bogotá, río. Principal corriente fluvial de la ciu- dad, hoy diezmada y transformada en una sentina putrefacta y apestosa, por cuenta de las inescru- pulosas fábricas de curtiembres aledañas. Tiene una longitud aproximada de 380 infectos kilóme- tros y en las estribaciones de su cuenca habitan cerca de nueve millones de seres humanos. Si bien en su cuenca alta, ubicada en el Páramo de Guacheneque, sus aguas son relativamente puras, ya a la altura de su cuenca media, en inmedia- ciones de Bosa y Soacha, el río comienza a abas- (bogotá)
  • 41. (38) tecerse con los detritos purulentos procedentes de las factorías aledañas. A pesar de los ingentes esfuerzos de algunos ciudadanos y entidades de bien por restablecer su buena salud, los intereses de gran parte del empresariado circundante han imposibilitado el desarrollo de una verdadera iniciativa tendiente a su recuperación. bogotazo. Úsase para aludir a los eventos subsi- guientes al asesinato del candidato liberal Jorge Eliécer Gaitán, el 9 de abril de 1948, acontecidos en Bogotá. Si bien el uso de la expresión es gene- ralizado, su perspectiva resulta un tanto reduc- cionista, pues limita el alcance de lo ocurrido al contexto capitalino. bogote. Según Fray Pedro Simón, vocablo origi- nal que dio lugar al nombre Bogotá. Originalmen- te, de acuerdo con el clérigo, el término aludía al zipa. Es llamativa la semejanza entre la expresión y la palabra 'bojote', uno de cuyos significados es el de 'individuo de contextura gruesa'. Véase Baca- tá, Bogotá, zipa. bojote. Individuo obeso. Rollizo. De mejillas pro- minentes. bola. 1. Caja para embolar. El uso del término se remi- te al año de 1868, cuando un francés de apellido Deutienes comenzó a hacer uso de una caja de bo- cadillos para que sirviera como apoyo al calzado de los clientes, brillado con un betún elaborado por él mismo a base de ceniza de papel quemado, mante- ca y trementina. A esta sustancia la llamó bola. 2. Individuo torpe y tardo para razonar. 3. Testículo. bolabotín. Embolador. bolas, parar. Prestar atención. Algunos sugieren que el término procede de cierta alusión curiosa a la erección del tolete viril, aunque resulta más fundada la teoría de que echa mano de la jerga de billarista. bolas, pararle. Prestar la debida atención a algo o a alguien. bolate. Ajetreo. bolates. Ajetreos. Obligaciones. bolear. Lanzar. Arrojar. Blandir. Hacer uso inten- sivo de una determinada herramienta, artículo o utensilio. bolear braga. Comportarse con largueza y gene- rosidad en la repartición de favores sexuales. bolear canilla. Valerse de patadas para salir airoso en una competencia futbolística. boleta. Exhibicionista. Barroco. De mal gusto. boletear. Exhibirse innecesaria y peligrosamen- te. Ponerse a sí mismo o a los demás en ridículo. boletearse. Ponerse en evidencia. Sobreexpo- nerse. boleteo. Modalidad extorsiva tristemente fre- cuente en nuestra otrora bienaventurada capital. boletoso. Situación o individuo propenso a exhi- birse de más. bolillo. Clásico y ya desaparecido elemento de do- tación característico de la Policía Metropolitana de la ciudad, consistente en un tubo cilíndrico de ma- dera, con 50 centímetros aproximados de longitud. Su propósito es el de amedrentar a los malhecho- res. Su aspecto es similar al de un bate de béisbol. bolis. Bebida saborizada a base de agua y colo- rantes artificiales de indeterminada procedencia, caracterizada por su exorbitante contenido de azúcar, y envasada en bolsas plásticas de forma cilíndrica. Durante los 70 y 80 sació la sed de los escolares capitalinos bollada. Complicación. Enredo. Apuro. Afán. Aprieto. bollo. Hez. Excreta. Problema de difícil resolución. boló. Betún. Apócope de“¡embolo!”, expresión utilizada por los lustrabotas bogotanos para atraer la atención de sus potenciales clientes. bolo aéreo. Tejo o turmequé. Disciplina deporti- va practicada en el territorio correspondiente a la meseta cundiboyacense.
  • 42. (39) *bogotálogo bolo, tumbar. Tener éxito en un determinado emprendimiento. bolsudo. Camisa, suéter o camiseta con su parte inferior descomunalmente grande por el desgaste. bom. Famosa triada balompédica perteneciente al club Los Millonarios durante los años 70 del siglo XX. La expresión es el resultado de unir las iniciales de los apellidos de Alejandro Brand, Wi- llington Ortíz y Jaime Morón. bomba. En la jerga de vendedores y consumido- res de bazuco, bolsa con 60 papeletas del estupe- faciente. bombas, en. De manera veloz. Úsase para aludir a la presteza con la que una determinada actividad debe ser llevada a cabo. Voy quince minutos tarde y tengo que llegar en bombas. bonche. 1. Riña. Conflicto. Problema. 2. Gresca. Algarabía. Escándalo. bono de apoyo. Especie de donativo solicitado por artistas en condiciones económicas dificulto- sas, para asistir a un recital o a una exposición. boqueto. Individuo afectado por un hablar gan- goso. Véase boquinche. boquinche. Forma despectiva para aludir a un individuo a quien, debido a una imperfección en su aparato fónico, habla con dificultad. Véase boqueto. boquineto. Véase boquinche. boroló. Enredo. Sucesión de hechos complejos. borrachero. Nombre vulgar para la planta co- nocida como datura stramonium. Es depresor del cerebro y de las terminaciones nerviosas. Más de 500 años antes de convertirse en elemento de uso común por delincuentes, su consumo era genera- lizado entre el pueblo chibcha. Véase burundanga. borrar casete. Estado de amnesia, por lo general provocado por la excesiva ingesta de bebidas alco- hólicas, inspirado en aquellos tiempos en los que las cintas magnetofónicas eran el‘standard’por- tátil del sonido grabado. Hay quienes se escudan tras el pretexto de‘borrar casete’con el objeto de justificar actos libidinosos, violentos, imprudentes o ridículos llevados a cabo bajo el efecto de algún brebaje espirituoso, sin que el mencionado olvido haya en realidad existido. Véase aflojachochas, cha- peto, embellecedor, enlagunarse, se le moja la canoa. bosa. Chibchismo. Indica espacialidad. A la re- donda. En contorno. botado. 1. Dícese de quien, por alguna sospechosa razón, está obrando con mayor generosidad de la acos- tumbrada. El término fue inmortalizado por el mago Pedro Simón en un legendario comercial de televisión para los almacenes Konker, de los que él era propietario. 2. De fácil resolución. botaratas. Dadivoso. Derrochador. botella papel. Grito de batalla en desuso, em- pleado por recolectores de material reciclable. Por razones indeterminadas, al comenzar el siglo XXI la expresión ha ido desapareciendo. botello. Bebida alcohólica embotellada. botija verde, zurrondigón pintado. Fórmula cómica de denuesto. boyaco. Forma despectiva y burlesca con la que se suele tratar a quienes son oriundos del bello departamento de Boyacá. (borrachero)
  • 43. (40) brasier. Sostén. Por extraño que ello parezca, el término aún se mantiene al margen del Dicciona- rio de la Real Academia Española. breva. Fruto del brevo, empleado con frecuencia en la elaboración de dulces, panecillos, elemen- tos de repostería y demás. Una de las golosinas típicas de la gastronomía bogotana son las brevas con arequipe, por lo general dispuestas sobre una suerte de base en papel, tendiente a adherirse a su superficie, ocasionando un considerable dete- rioro en la calidad del comestible. brevas. Véase breve. breve. Dícese de algo que puede realizarse de manera fácil y expedita. brevo. Árbol perteneciente a la familia de las moráceas, conocido científicamente como ficus carica. Su presencia era común en los patios tra- seros de las residencias bogotanas de antaño. brillar chapa. Manera burda de aludir al acto de bailar muy de cerca. brillar hebilla. Véase brillar chapa. brinco, no dar un. Dícese de aquello que por su escasez se agota con prontitud. brincona. Dama de hábitos desordenados y pro- miscuos. brindis spears. Brindis, en la jerga de los ba- res de rock duro de la avenida Primero de Mayo, con referencia al nombre de la cantante Britney Spears. briqué. Arcaísmo para encendedor. brocha. Burdo. Indelicado. Poco cuidadoso en el detalle. Ese individuo es un brocha. brocha, colgado de la. Comprometido en una situación difícil. brocho. Véase brocha. bruja, el doctor. Clérigo famoso en la Bogotá de comienzos del siglo XIX. bruto. De escasa inteligencia. Incapaz. Contrario a lo que sucede en muchos países de habla hispa- na, en Bogotá y el territorio colombiano la expre- sión pierde su connotación sexual. bu rogers. Consumidor de marihuana. El térmi- no se deriva de la tira cómica y de la popular serie televisiva de los 70 y 80 tituladas‘Buck Rogers’. bucéfalo. Remoquete a guisa de mofa empleado para aludir a un autobús de servicio público. buches, haciendo. Véase aguantada, haciendo gárgaras, miar. buen catre. Dícese de quien goza de admirable reputación acrobática y de resistencia en materia de lides amatorias. buena muela. Úsase para aludir a un individuo de apetito respetable. buena papa. Bonachón. Amigable. buenas. Voz de saludo, resultante de omitir el subsiguiente término, alusivo a la hora del día en la que éste sea proferido. Por lo general es empleado cuando se intenta verificar si hay o no alguien en un lugar. buhonero. Vendedor ambulante de baratijas, común en los años y siglos previos al advenimien- to de la revolución industrial. buñuelada. 1. Festín gastronómico en donde los buñuelos son el platillo principal. 2. Proceder falto de pericia, propio de un novato. buñuelo. 1. Especie de panecillo horneado, a base de harina y queso. Suele consumirse en temporadas navide- ñas acompañado de natilla. 2. Novato. Aprendiz de una actividad u oficio. Burburata, La. En tiempos coloniales, límite norte de la ciudad, ubicado en predios cercanos al actual sector de San Diego, a la altura de la calle 26, zona en donde la orden franciscana levantó la iglesia de ese nombre. burletero. Individuo habituado a ridiculizar a sus semejantes. burreado. Apurado.
  • 44. (41) *bogotálogo burro. 1. Ignorante. 2. Consumidor recurrente de marihuana. De acuerdo con algunos, el término alude al natural afecto profesado por la criatura en cuestión para con las hierbas. burundanga. Escopolamina. Alcaloide tropánico extraído de las hojas de diversas plantas. La más común de éstas en la sabana de Bogotá es el borra- chero o burladora (datura stramonium). Es depresor del cerebro y de las terminaciones nerviosas. Su uso es generalizado por parte de quienes profesan cierta particular modalidad de hurto consistente en intoxi- car a la víctima para privarla de su voluntad y uso de razón. En dosis excesivas los efectos de la burun- danga pueden ser irreversibles e incluso letales. Véase cascado, choro, paseo millonario, tumbe. bus. Vehículo masivo de transporte público de gran calado. bus, bajarse del. Cancelar una determinada deuda. Ser excluido o excluirse de un determinado gremio o actividad. Entrar en razón. buseta. Vehículo de mediano calado para trans- porte público masivo. busetero. Conductor de buseta o bus. Úsase – por lo general– en forma despectiva y de alguna forma justificada, dados los escasos modelos de la mayoría de quienes ejercen este noble y necesario,aunque hoy desacreditado oficio. buseto. Apelativo cariñoso, vagamente irónico, con el que algunos sacrificados bogotanos suelen referirse al bus. busque motel. Véase arrecho, páguele pieza. búsqueme y verá que me encuentra. Fórmu- la de amenaza utilizada para disuadir a alguien de seguir perturbando a su interlocutor. Es una derivación del clásico refrán aquel de‘el que bus- ca encuentra’, expresión que durante años daría nombre a una de las secciones del clásico seriado cómico‘Sábados felices’. caballo. Mujer u hombre de estatura y tamaño considerable. caballuda. Mujer alta y voluminosa. cabello. Pelo. Pese a que el uso de la expresión es del todo correcto y generalizado a lo largo y ancho de los países hispanohablantes, en Colom- bia suele verse ligado a una suerte de afectación, dado su amplio uso por parte de individuos poco cultivados con el propósito de darse pisto. cabeza, darse en la. Consumir estupefacientes. cabezazo. Ocurrencia inteligente y oportuna. cabezón. 1. Obsesionado. Pensativo. Dícese de quien ha alcanzado la desesperación gracias a la molesta insistencia de alguien relacionada con algún asun- to o temática. 2. Término cariñoso acuñado por el entrañable Fulgencio Cabeza Manotas de la desaparecida estación Súper Stereo 88.9, en los días del inolvi- dable‘Zoológico de la mañana’. cabildo. Ente encargado de administrar zonas, cuerpos de policía y bienes, además de realizar el reconocimiento de cargos durante la etapa previa a la independencia nacional. cabildo abierto. Solicitud por parte del pueblo santafereño durante los tiempos independentistas encaminada a buscar mecanismos de gobierno más participativos por parte de la corona española. cabrearse. 1. Enojarse.
  • 45. (42) 2. Asustarse. cabrero. Individuo poco dado a ejercer la con- fianza en sus semejantes. cabrilla. Vulgarismo con el que se alude al vo- lante de un automóvil o al manubrio de una bici- cleta. cacanea. Vulgarismo alusivo a locura, alienación mental, o a una actividad estúpida y riesgosa para la salud. cacao. 1. Heredero de las clases hegemónicas y oligo- pólicas nacionales que, por la fuerza endogámica ancestral de la que es beneficiario, tiende a pre- valecer en el poder y a preservar en él a los de su estirpe. 2. Miembro viril. cacaseno. Homosexual. cacha. Gran amigo. Ser humano que encaja de manera perfecta con otro. cachaco. 1. Bogotano de la más rancia estirpe. Para la población oriunda de la costa caribe, cachaco es todo aquel que provenga del interior. 2. Individuo encantador, de buen vestir, maneras amigable y gentiles, fino humor, sociable, discre- to, caballeroso, bien hablado, provisto de agudo ingenio y visitante de cafés y salones de baile. Hay quienes dicen que el término tiene su origen en el uso cotidiano de la prenda conocida como‘cachet coat’entre los bogotanos de antaño. Otros con- sideran que puede haber una relación entre éste y la palabra‘casaca’, o con el quechua‘k'acha’, alusivo a un individuo bonachón y de trato ami- gable. Al parecer, y según lo reza el periódico‘El cachaco’, en principio se llamaba de esta manera a quien, paradójicamente, era joven y se vestía en forma descuidada. A partir de 1830, debido a la participación de muchos estudiantes en ciertas manifestaciones libertarias, comenzó a llamarse así a jóvenes de ideas liberales y progresistas. El término es empleado en Perú para aludir a un miembro de las fuerzas militares. Una teoría más apunta a su relación directa con el galicismo‘ca- ché’. Aunque hacia los años 60 del siglo XX mu- chos textos académicos documentaron el desuso de la expresión, en los albores del XXI, ésta se ha mantenido, contra muchos pronósticos desafortu- nados. cacharrear. Experimentar alrededor de algo a partir del empirismo. cacharro. Complicación. Objeto sin valor. cachetoso. Elegante. Prolijo en alcurnia. Se de- riva del galicismo‘caché’, a su vez procedente de ‘cachet’. cachetudo. Modalidad aún más vulgar que‘ca- chetoso’para aludir a la elegancia de un individuo. cachifo. Apelativo dado a un joven durante los años finales de su adolescencia. Según José María Samper, el término comenzó a hacerse popular hacia 1843, con cierta especie de pilluelos uni- versitarios, nacidos en el seno del Colegio de San Bartolomé, a quienes se denominó‘cachifos’. cachiporros. En tiempos de la violencia, los miembros de la colectividad opuesta usaron dicha expresión para referirse a un individuo afín al Par- tido Liberal colombiano. cachito. Véase cacho. (cachaco) Reconocido periodista vinculado a las revistas Cromos y Semana, 1944. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
  • 46. (43) *bogotálogo cacho. Cigarrillo de marihuana. cachucha, dar. Practicar la usura. Estafar a alguien en el marco de una determinada negocia- ción. cachumbo. Rizo de pelo. cachupe. Pestilente combinación olfativa mez- clada por la congregación de la seborrea, la soba- quina y la pecueca. cacorro. Homosexual que se avergüenza de serlo y lo esconde. cacreco. Avejentado. cada nada, a. Con suma frecuencia. A cada nada los desgraciados de mi operador de cable llaman a cobrarme. caerle. 1. Esgrimir todo el arsenal amoroso propio para procurarse la conquista deseada. 2. Visitar o acometer a un individuo en forma ines- perada. caerse. 1. Decepcionar la confianza de otro individuo. Des- de que usted me quedó mal se cayó conmigo. 2. En la jerga de artes intepretativas, titubear en el habla. café con leche, dárselas de. Presumir. El tér- mino se origina, al parecer, en la condición de bien de consumo exclusivo, hace algunos años, de la que hoy es una de las más populares bebidas calientes de la ciudad. Algunos afirman que la expresión‘café con leche’aludía más bien a quie- nes, pese a su raza mestiza (entre morena y blan- ca), pretendían exhibir destacables abolengos. cafés de intelectuales. Hasta los años 50 del siglo XX, centros de reunión de la élite bohemia de Bogotá, esparcidos a lo largo y ancho de su cen- tro. Muchos tenían nombres europeos. La mayoría contaba con horarios acomodados al capricho o a la resaca pertinaz de sus propietarios. Los cafés literarios cachacos eran frecuentados por personajes como Alberto Ángel Montoya, Fran- cisco Samper Madrid, Luis Tejada, César Uribe Piedrahita, Ramón Barba, Abelardo Forero Bena- vides, Arturo Abella, José Umaña Bernal, Víctor Amaya González, Jorge Zalamea, Luis López de Mesa, Jorge Rojas, Eduardo Carranza, Arturo Camacho Ramírez, Rafael Maya y Jaime Barrera Parra. Muchas secciones periodísticos del tipo ‘Alka Notas’,‘La canasta familiar de Klim’,‘La danza de las horas’y‘La ciencia amena’fueron escritas en sus mesas. En uno de ellos, llamado La Gran Vía, Ricardo Rendón, gloria de la carica- tura en el país, se quitó la vida el 28 de octubre de 1931. En el número 7-18 de la calle 14 estaba La Cigarra, propiedad de Santiago Páez, enterado como el que más de todas las minucias del discu- rrir político. Eran épocas distintas, pues el señor Páez, además, fungía de pagador de la Cámara de Representantes. A menos de cien metros de dis- tancia, en el 7-14 de la calle 13 estuvo el Windsor, ambientado por la música triste de un violín cuyas cuerdas, reemplazadas cada vez que se podía, se lamentaban de la suerte de su dueño. Allí tenían su despacho aquellos poetas a quienes se bautizó como Los Nuevos. Muy cerca, La Riviere. En La Plaza de Bolívar estaba La Botella de Oro. El más famoso de ellos, quizá, fue el legendario Automá- tico, localizado durante su época más esplendoro- sa en el edificio Sotomayor de la avenida Jiménez, (cafés de intelectuales)
  • 47. (44) y desaparecido de su ubicación original poco des- pués del fallecimiento del maestro León de Greiff. Durante algunos años sobrevivieron dos presuntos herederos de El Automático, uno con su nombre, y otro con el de El Aromático. Dignos de mención, también, son ciertos restau- rantes frecuentados por las clases aristocráticas del país tales como el Temel, lugar obligado de tertulia para la clase dirigente y acomodada del país, en cuyas mesas se decidió gran parte del destino de nuestra nación. En sus primeros años tuvo su sede en la carrera quinta con calle 17. Luego fue trasladado a la carrera Octava entre calles 15 y 16. Años después de su desaparición, el edificio ocupado por el Temel fue reacondicio- nado para albergar el ya conocido Centro Cultural del Libro. De la misma categoría fue el legendario Gran Vatel, famoso por su decoración barroca y excesiva, sus ampulosas obras de arte exhibidas por salones, sus finos juegos de cubiertos y va- jillas, y su salón presidencial. Fue fundado por Marcel Goerres y su esposa, Elisabeth Estella Held de Goerres, quienes llegaron al país en 1948. En sus diversas etapas estuvo ubicado en la calle 18 con carrera Quinta, en la calle 24 con Sexta, en la carrera Séptima con calle 82, y en la bella man- sión Villa Adelaida de la carrera Séptima con calle 70, en principio propiedad de don Agustín Nieto Caballero. Entre las muchas delicias servidas en El Gran Vatel se cuentan el bouillabaisse a la mar- seillaise, el pato a la naranja, la langosta termidor, y el steak bearnaise. Cócteles como el gin fizz y el whisky sour también hicieron época.Digno de men- ción también resulta el restaurante Salinas, del español Fernando Salinas, desaparecido al inicio del tercer milenio. cafuche. 1. Contrabandista. Vendedor de mercancías piratas. 2. Chibchismo empleado para aludir al tayassu pecari, peculiar especie de cerdo. cagada. Error. Equivocación. Falla. cagado. 1. Dícese de quien se encuentra en malas con- diciones o de aquel para con quien la suerte es adversa. 2. Asustado. cagadón. 1. Expresión escatológica para aludir a una nece- sidad imperativa de excretar. 2. Falla prominente. cagarla. Vulgarismo para errar. cagón. Niño. Joven inmaduro. cagui. En lengua chibcha, periodo del día com- prendido entre la medianoche y el amanecer. caído de la hamaca. Curiosa expresión emplea- da para aludir a un individuo cuyo comportamiento da evidentes manifestaciones de desequilibrio mental, de desorientación, de desconexión del mundo circundante o de razonamientos ilógicos. caído del papayo. Individuo torpe y de tardo entendimiento. caído del zarzo. Ingenuo. Falto de cordura. caifás. Invitación poco gentil proferida por parte de un malhechor a su víctima con el objeto de exigirle el despojarse de sus pertenencias cuanto antes y sin chistar. caifás con el villegas. Deformación bibliogre- cocaldense de‘caiga con el billete’. Véase afloje. cajas destempladas, salir con. Abandonar un recinto o emprendimiento con semblante de de- cepción y aburrimiento. cajón. Féretro. Ataúd. cajón, hacer. Planear una estratagema subrep- ticia con el propósito de despojar a alguien de su empleo o cargo para a su vez apoderarse del mismo. cajonear. Perjudicar. Hacer las gestiones nece- sarias para que alguien pierda su posición, trabajo o pareja.
  • 48. (45) *bogotálogo calambre llanero. Elongación involuntaria por excitación sexual del miembro viril. calambur. Chascarrillo. calanchín. Cómplice en la comisión de un delito. calandraco. Individuo andrajoso, harapiento o descuidado en el vestir. calao. Especie de tostada elaborada con harina, agua y sal, cuya ingesta produce un acceso inme- diato e insoportable de sed. calavera. Individuo de conducta indebida y repro- chable. Véase hijo calavera. calavera, el. Composición típica de autoría de Fulgencio García. Sirvió como música incidental para el seriado‘Don Chinche’. calavero. Entrañable personaje radial de los 90, encarnado por Memo Orozco, y miembro de la agrupación Zangre Coagulada, a la que los bo- gotanos recuerdan por éxitos como‘Me gusta tu mamá’y‘No quiero ir al colegio’. cálcelo, sin compromiso. Véase ¡adelante! ¡Mire! ¡Sin compromiso!, chiviado, gala, guayigol, Sanandresito. calcetearse. Acción y efecto de incumplir un compromiso. Véase faltonear. calceto. Incumplido. Impuntual. Dícese de quien evade un compromiso ya adquirido. calcetose. 1. Célebre nutrimento en polvo que se preparaba como una bebida. 2. Individuo impuntual. Véase calceto. caldo de mico. Ficticio potaje al que se le atribu- ye la propiedad de provocar un enojo inusitado en quien lo haya consumido. caldo de papa. Milagroso potaje a base de pata- tas, cilantro y sal, de comprobadas bondades a la hora de afrontar una pertinaz resaca posterior a una prolongada noche de jacaranda. caldorrea. Diarrea de aspecto muy aguado. calentahuevos. Dícese de cierto tipo de mujer conformado por quienes, sacando provecho de sus excepcionales virtudes físicas, procuran excitar los bestiales ímpetus libidinosos de algunos caba- lleros incautos, haciéndoles suponer –ilusamen- te– que algún día habrán de disfrutar de sus bon- dades sexuales. Mediante tal proceder, las damas pertenecientes a esta despreciable cofradía se procuran un determinado y utilitarista fin econó- mico, académico, laboral o social. Por lo general las calentahuevos suelen tener la odiosa costum- bre de dejar a sus víctimas desoladas, humilladas, semidesnudas y con su artillería viril en innecesa- ria posición de guerra, después de haberlas hecho pensar que al fin sus intenciones habrían de ser consumadas. Véase caramelear. calentano. 1. Oriundo de tierra caliente. 2. Variable en gran formato de las tradicionales achiras. caleta. Escondite. caleto. Oculto. caliche. Hipocorístico de Carlos. calidad. Expresión de camaradería y gusto dudoso empleada sobre todo por miembros del proletariado local, por comerciantes informales, taxistas, mensajeros y demás. calidoso. Individuo virtuoso y amigable. El tér- mino fue definitivamente inmortalizado con el advenimiento de Empanadas El Calidoso, negocio ubicado en cercanías de la calle 122 con carrera Séptima. caliente. 1. Individuo disgustado. 2. Situación de conflicto en su peor punto. 3. Individuo lujurioso. calle. Vía perpendicular a los cerros orientales. calle esos ojos. Úsase para indicar la necesidad de no especular con respecto a una situación o hecho determinado, o de guardar prudencia en relación con éstos.
  • 49. (46) calle real. Vía principal de Bogotá en tiempos coloniales y republicanos. Corresponde a la actual carrera séptima, entre calles 11 y 16. callejear. Permanecer durante largos lapsos en las calles. calvazo. Golpe seco y veloz, propinado con la palma de la mano abierta sobre la cabeza de al- gún desprevenido ubicado de espaldas al agresor. Costumbre predilecta de los compañeros mayores de colegio, quienes, con el aval de los monitores de ruta que están en su mismo curso, gustan de golpear impunemente a los pequeñuelos de pri- maria y preescolar. calzados. Expresión utilizada para aludir a quie- nes hasta comienzos del siglo XX y dadas sus precarias condiciones económicas, no podían per- mitirse el uso de zapatos para aquel entonces. calzonarias. Tirantes. camaján. Fortachón. Individuo de tamaño promi- nente. cambio de luces, hacer. Expresión de muy dudoso gusto empleada para aludir al intercambio de gesticulaciones coquetas entre dos individuos. Hoy vi al Wilson haciéndole cambio de luces a la Paola. cambuche. Tipo de vivienda improvisada, preca- ria y frágil, por lo general fabricada por individuos menesterosos y desfavorecidos por el dios de la fortuna, para resguardarse de los profusos agua- ceros capitalinos. Para su manufactura se suelen utilizar papel periódico, bolsas plásticas, cartones y algunos otros materiales de muy limitada resis- tencia al uso. camellador. Trabajador incansable. camello. Trabajo. Empresa complicada. camellón. Vía terrestre. caminandito. Diminutivo un tanto burdo para aludir a un acontecimiento en pleno desarrollo. caminarle. Estar de acuerdo. Coquetear con un individuo determinado. campanazo. Advertencia. campanero. En las bandas de delincuentes dí- cese de quien se ubica de manera estratégica en un lugar desde donde pueda advertirles sobre la presencia de alguna víctima o sospechoso. campechano. Campesino. campeche. Aborrecible fórmula despectiva y elitista para aludir a un individuo procedente de zonas rurales. cana. Presidio. canalear. Costumbre frenética de accionar los botones de un control remoto con el objeto de diversificar la oferta de entretenimiento. Forma criolla del popular‘zapping’anglosajón. canar. Dicho del pelo, ir pintándose de canas. (calvazo) (camello) Instalación rieles del tranvía, 1912. Luis Alberto Acuña / Colección MDB - IDPC
  • 50. (47) *bogotálogo canastero. Expresión en desuso empleada para aludir a los amos de casa propensos a interrela- cionarse sexualmente con sus empleadas de ser- vicio doméstico. canchero. Avezado. canchoso. Perro saturado de pulgas. candela. 1. Fuego. Encendedor. 2. Hecho crítico y complejo. candela, dar. Agredir a un individuo mediante impactos con arma de fuego. candelario. Habitante arquetípico o miembro de la población flotante posmoderna del vecindario conocido como La Candelaria. El poder adquisi- tivo de un candelario suele ser menor que el de un macareno, hecho reflejado en las ropas y en las costumbres un tanto menos ostentosas. Ello se debe –sobre todo– a que la mayor parte del ejército de candelarios está conformada por uni- versitarios de las entidades de educación superior aledañas al sector, dependientes de una mesada recibida de manos de sus padres. El candelario es visitante asiduo de lugares como el Café Pasaje, el San Moritz o el bar de Homero, y bebedor frecuen- te de vinos de caja o de chicha embotellada en el Chorro de Quevedo. También se destaca por sus cualidades de cantor y guitarrista espontáneo de tonadas de Sui Géneris o León Gieco. Comprador de inciensos, palos de santo, charangos, quenas, instrumentos andinos y prendas artesanales, su periodo de actividad suele ser corto, pues por lo general equivale a sus años de permanencia uni- versitaria. Sobra agregar que no todos los vecinos del sector denominado La Candelaria cumplen con las anteriores características. Véase macare- no. candy. Grupo de jovenzuelos surgido a mediados de los 90 y –según algunos– precursor del futuro movimiento‘emo’. Los‘candies’se vestían en forma infantil, parecían negar los compromisos y actos propios de la adultez, utilizaban muñecos, juguetes articulados y ropa de colores alegres. caneca. Bote de basura. Tinaco. Unidad de medi- da para ciertos licores. canelazo. Calórica bebida caliente empleada para amenizar diversas actividades sociales bogo- tanas, tales como caminatas nocturnas, novenas de aguinaldo y eventos nocturnos al aire libre. Se elabora con agua de panela mezclada con una idéntica proporción de aguardiente y astillas de canela. Dos o tres canelazos bastan para provocar un considerable estado de intoxicación alcohólica al festejante. La Casa de Poesía Silva y algunas otras entidades, entre culturales y bohemias, han institucionalizado el canelazo como la bebida oficial en cócteles, conversatorios, simposios y lanzamientos de publicaciones. canequero. Véase perro canequero canillazo. Golpe en las canillas, por lo general propinado en medio de un encuentro futbolístico. cano. Canoso. cantaleta. Alegato. Discurso repetido e insopor- table en tono, por lo general, de reprimenda. cantaletoso. Dícese de quien regaña en forma pertinaz y reiterada. (caneca)
  • 51. (48) cantar. En el argot criminal y policial, ejercer la delación. Revelar algún secreto o decir la verdad. canto. Figura en forma de L que producen las faldas de las mujeres al estar sentadas. cañar. Timar. Engañar. Convencer a alguien de algo mediante una mentira o argucia falsa. cañero. Mentiroso. capar. 1. Recibir un golpe en la zona testicular, por lo general mediante un puntapié. 2. Capar clase. Dejar de concurrir a las lecciones escolares en forma deliberada y premeditada. 3. Capar texto. En el argot de editores, diseñado- res, diagramadores, correctores de estilo y perio- distas, reducir el tamaño de un escrito para que se acomode al número de caracteres posibles o al espacio disponible. cáqueza. Chibchismo. Estado de paz. Sin pelea. caracha. Costra de sangre. Superficie epitelial con aspecto de costra de tejido blando con- formada por la unión de células muertas, que aparece durante el proceso de cicatrización de una herida. carachas. Expresión de sorpresa. ¡Ah carachas! caracoles. Expresión de admiración ante una circunstancia inusual. carajada. 1. Hecho molesto. 2. Asunto irrelevante. carajear. Desperdiciar el tiempo. carajito. Pequeñuelo. carajo. Expresión de disgusto o sorpresa. Lugar distante. Según teorías nunca comprobadas, el término carajo es una distorsión del‘cazzo’italia- no, zona más lejana de los barcos. Pedir a alguien que se vaya al carajo es invitarlo a irse lejos. caramelear. Dar contentillo. Ilusionar a alguien con dádivas o promesas insignificantes. caramelo, dar. Véase caramelear. carate. Falla dermatológica consistente en la aparición de manchas oscuras o rosadas, muy visibles, en la piel. caratejo. Individuo afectado por una vistosa afec- ción cutánea pigmentaria, en la que la piel suele llenarse de manchas demasiado claras u oscuras. caray. Expresión de sorpresa. carcacha. Automóvil viejo y deteriorado. cardenales. Fórmula con la que se alude a los jugadores y simpatizantes del club de fútbol Inde- pendiente Santa Fe, dada la similitud cromática de su uniforme con la de un alto prelado de la fe católica. carechimba. Fuerte improperio empleado en la jerga delincuencial para aludir a un individuo abominable. careculo. Mueca de disgusto y aflicción que su- cede a la comunicación de una noticia funesta, a un retorcijón estomacal o a la permanencia obli- gada en un entorno o situación hostil. carenovio. Candidato a novio. Pretendiente. Dí- cese de aquel que, sin serlo, cumple con las obli- gaciones propias del prometido de una dama. caribe. Caro. Costoso. caribean. Véase caribe. carichupao. De rostro enjuto y mejillas delga- das. cariñoso. Caro. Oneroso. Costoso. carirredondo. De rostro redondo. carisellazo. Situación azarosa, dejada en manos de un lance de moneda. La medida es propia, so- bre todo, de individuos indecisos. carmelito. Color café claro. carracos. Denominación despectiva con la que se conoció a los partidarios del federalismo en tiempos de la llamada‘Patria Boba’. El nombre se debió a un periódico a favor de tales ideas, cuyo título era El Carraco. Los opositores de los carra- cos fueron los pateadores. carramplón. Fusil.
  • 52. (49) *bogotálogo carranchil. Escabiosis. Sarna. Afección cutánea producida por el desaseo, uno de cuyos síntomas es el prurito. carreras ye ye. Competencias automovilísticas informales entre jóvenes llevadas a cabo, durante los años 60 y 70 del siglo XX, en los baldíos te- rrenos de la actual calle 116. Por lo general sus competidores eran clientes asiduos de discotecas juveniles tipo La Bomba o El Diábolo. Véase mitos urbanos. carreta. Falsedad. Infundio. Mentira. carretudo. Mentiroso. Mitómano. carrobomba. Auto provisto de una carga de ex- plosivos. cartón. Diploma universitario o escolar. cartulina, pizza. Modalidad de pizza expendida en las calles y sostenida por pequeños cartones triangulares, y de discutibles condiciones higiéni- cas y nutricionales. cascada, voz. Voz enronquecida y agotada. cascado. Desgastado. Averiado. Golpeado. cascar. Golpear. Véase tropelero, zampar. cáscara. Obstáculo. Trampa. cascarero. 1. Dícese del educador acostumbrado a poner pe- queñas trampas en las evaluaciones a su alumna- do para poner a prueba su capacidad de detectar posibles errores. 2. Ladrón de objetos de mínima valía. casero, almuerzo. Variable de almuerzo elabo- rada en restaurantes económicos, sin platos a la carta, por lo general conformada por ingredien- tes de simple y nada costosa elaboración. Véase acpm, corrientazo, ejecutivo. caspa. Delincuente. Individuo de conducta exe- crable. caspear. Deteriorarse. Popularizarse. Convertir- se en saber del dominio común. casposo. Mentiroso. Véase pajudo. casquifloja. Dama de entrepierna blanda. castigar baldosa. Expresión de gusto discutible para aludir al baile. catano. Anciano. catorce, hacer un. Hacer un favor. Llevar a cabo un encargo. catre, ser buen. Especie de categorización que avala las cualidades de un individuo en las lides eróticas. catrehijueputa. Exagerado denuesto de uso impropio entre individuos probos y cultivados. cauchera. Dispositivo artesanal consistente en una base en forma de Y, y una banda elástica, empleada a manera de mortero. cauchito. Fórmula cariñosa para aludir a un profiláctico. cayetano. Intimidante llamado a permanecer en silencio. Véase chancuco, chito. ceba, qué. Expresión de repudio y asco, forma moderna de los antañones‘¡gas!’y‘¡fote!’. cebarse. Vomitar. cebo. Forma reciente del popular ceboso. cebollero. Bus de servicio público de mediano precio. Se cree que fue llamado así en virtud del fuerte olor acebollado procedente de las axilas de los viajantes. ceboso. Asqueroso. Obeso. cela. Apócope para celador. celacho. Alusión informal a un miembro de las huestes de una empresa de seguridad privada. celoso. En la jerga del hampa, celador. Tal rela- ción, aunque en apariencia infundada, encuentra algo de soporte en el hecho de que las raíces la- tinas para‘celos’(zelus) y‘celador’(celator), sean similares; en latín el verbo zelare significa cuidar, vigilar, y el verbo celare, ocultar, cubrir. celu. Apócope de teléfono celular. centavero. Individuo minucioso en las cuentas y acreencias. Tacaño. centavo, guerra del. Pugna diaria por la mayor recolección de pasajeros posible, ejercida por los
  • 53. (50) conductores de buses de servicio público, con la aprobación tácita de las administraciones de turno, dada la no existencia de paraderos y la des- articulación en las firmas prestadoras del servi- cio. Aún hoy el conductor que recolecte la mayor cantidad de dinero por concepto de tarifas, será el que recibirá un mejor pago. centro, el. Zona medular de la ciudad, en su mayoría ocupada por sedes de entidades oficiales, universidades y locales comerciales. Se ubica, aproximadamente, entre la calle primera y la 32, y entre la avenida Circunvalar y la carrera 30. Su eje fundamental es la Plaza de Bolívar, epicentro de la ciudad, de modesto e irregular aspecto, con- formado por edificaciones asimétricas de arqui- tectura disforme y desigual. Desde su fundación, la Plaza de Bolívar ha visto erigirse y derribarse edificaciones tales como las grandes Galerías Arrubla, primer centro de comercio de la ciudad, o el antiguo Palacio de Justicia (cuya ausencia fue suplida por uno nuevo, tal vez el más atroz sobre la Tierra). Antes de estos dos hubo uno más, des- truido en el marco de los eventos del 9 de abril. La Plaza tiene la peculiaridad de estar inclinada hacia el occidente y de haber visto girar la mirada del libertador Simón Bolívar hacia distintos luga- res, de acuerdo con el capricho del presidente de turno. Antes de la gesta independentista, dicho lugar se conoció como Plaza Mayor, nombre que conservó hasta 1846. cepillar. Adular a alguien para ganarse sus fa- vores. cepillero. Lambiscón. Adulador. Dícese de quien exalta las cualidades de sus superiores para conseguir un fin ulterior. Véase lambón, lagarto, trepador. cerditos. Deformación caricaturesca empleada para aludir al vecindario norteño de Cedritos, a su vez bautizado así en recuerdo de la Hacienda Los Cedros, propiedad solariega de Francisco de Pau- la Santander en tiempos decimonónicos y cercana al actual barrio en mención. cerdada. Acto burdo, desmedido, desleal o anti- higiénico. Úsase también para aludir a un desme- surada ingesta de alimentos. cerdo. 1. Policía. 2. Individuo habilidoso o despojado de reato algu- no en la ejecución de una tarea determinada. 3. Individuo de modales burdos e higiene cuestio- nable. cerdo, a lo. De forma burda. Exageradamente. Sin cuidado o modales. cerrado. Individuo hermético, poco generoso o en extremo celoso de su privacidad y haberes. cha. En lengua chibcha, varón. Véase chibcha. chaca chaca. Voz onomatopéyica y polisémica aplicable a cualquier situación de la vida. Cierta campaña del desaparecido detergente Inextra Activado de Hugo Gómez, con tal vocablo como eslogan, constituyó un segundo aliento para la carrera del actor. chácara. Monedero. chacho, el. Darse ínfulas de ser el más grande y destacado en un determinado arte u oficio. (a lo cerdo) Lechona tolimense. Aparece Daniel Rodríguez, autor de la foto, 1940 / Colección MDB - IDPC
  • 54. (51) *bogotálogo chafarote. Dictador. Monarca. Militar doblado de primer mandatario. Véase gurropín. chaguala. Herida provocada por una intervención quirúrgica. chagualo. Zapato viejo y deslucido. chagüeto. Objeto burdo y mal acabado. chalequear. Requisar. Robar. chamba. Cicatriz o herida considerable, por lo general provocada con arma cortopunzante. chambón. Individuo ordinario y poco esmerado en la perfección de sus obras. chamizo. Rama delgada de común utilización en la decoración de pesebres en fiestas navideñas. champiñón (peinado). Corte de pelo cuyo as- pecto semejaba al de un hongo. champiñón, estar como un. Encontrarse en un estado de soledad, abandono y aburrimiento. chamuscar. 1. Carbonizar. Quemar. 2. …un CD o DVD. Grabar información en un disco compacto virgen. chan con chan. Pago de contado. chance. Juego de azar fundamentado en el mis- mo principio de la lotería, pero de dimensiones más informales y simples. chancera. Vendedora de chance. chanchar. Alimentarse o consumir una bebida, por lo general de manera excesiva. chánchiras. Voz de invocación al demonio. chanchito. Revista infantil publicada en Bogota entre 1933 y 1936. chancho. Individuo obeso. Comedor compulsivo. chanchullo. Jugada sucia y corrupta, por lo general perpetrada por políticos, funcionarios y contratistas del Estado. chancla, turismo de. Véase chancletero. chancletear. 1. Accionar el pedal de un automóvil en forma continua. 2. Hacer sonar las suelas de las chancletas contra el piso, provocando un aborrecible y constante sonido. chancletero. Especie muy común de individuos conformada por turistas que en festividades, tem- poradas vacacionales, pero sobre todo en semana santa suelen atiborrar los balnearios cercanos a la capital con sus flotadores, sus bronceadores baratos y sus automóviles deteriorados y escan- dalosos. Su radio de acción se circunscribe a municipios ubicados en el triángulo conformado por Girardot, Melgar, Carmen de Apicalá y otras ciudades de características semejantes. Sus puntos de reunión suelen ser las pollerías en las plazas centrales de dichas poblaciones, las ventas callejeras de‘raspaos’o cierto legendario asadero de pollos, pizzas y carnes en Melgar. Puntos obli- gados de visita son la piscina de olas y los toboga- nes. Existe, por asociación, un tipo de turismo al que también se denomina de dicha forma. chancuco. Jugada sucia y corrupta llevada a cabo en forma deshonesta y subrepticia. chanda. 1. Perro de raza indeterminable y aspecto desmi- rriado. 2. Dícese de algo muy desagradable. chanderman. Fórmula cómica empleada para equiparar las calidades de un perro de la calle a las de un linajudo dóberman. chandoso. Véase chanda. chanfa. Trabajo. Empleo. (chan con chan) Recibo de máquina de bordar, 1954. Donante: Elsa y Jesús Sarmiento Sáenz, Álbum familiar / Colección MDB - IDPC
  • 55. (52) chanfaina. 1. Peculiar receta nacional elaborada a base de algunos ingredientes procedentes de la asadura de la res, tales como el hígado, el corazón, los riñones, la pajarilla y el bofe. 2. Trabajo. Ocupación. changua. Curioso y aromático caldo elaborado con leche, agua, huevos, cilantro y cebolla. En cuanto a la changua no hay puntos medios: o causa absoluto repudio o es objeto de religiosa veneración. changüita. Individuo peligroso y de mal actuar. chantar. Acomodar a alguien en una situación, compromiso u oficio no deseado. chaos. Vulgar fórmula de despedida empleada para simplificar y pluralizar el adiós ante un grupo de individuos. Véase gomín, goñero, quiubos. chapeado. Individuo de mejillas sonrosadas. Es fácil detectar a un bogotano en cualquier otro lugar del país por este peculiar tipo de pigmenta- ción cutánea. chapete. Uno de los más importantes caricatu- ristas en la historia del país, famoso por su cáusti- co humor político y por sus críticas a los mandata- rios del momento. chapeto. Embriagado. chapetón. En tiempos de la Conquista y la Colo- nia, español. chapetonada. Durante los años de la domi- nación hispánica, enfermedad venérea eruptiva propia de los españoles residentes en suelo ame- ricano. chapigay. Reciente remoquete con el que a bien se ha tenido el bautizar al sector de Chapinero Alto, dada la abundancia de representantes de la comunidad LGBT que vive y ronda el vecindario. chapín. Tipo de zapato fabricado y vendido por don Antón Hero de Cepeda en su zapatería, ubicada justo en donde, desde los años 40 del siglo XX, se erige la estación de gasolina de la calle 60 con ca- rrera Séptima, en el punto antaño conocido como El Triángulo. Algunos teorizan que el nombre se debió a la asociación onomatopéyica derivada del ruido que dichos zapatos hacían al chocar contra el piso húmedo y el barro. Otros suponen que es una derivación del árabe chipín, cuyo significado a su vez es el de alcornoque. Los chipines, de hecho, eran zapatos con suelas elaboradas a partir de la madera o el corcho del mencionado árbol. chapinerear. Desplazarse por el populoso sec- tor de Chapinero, localidad comprendida entre la avenida Circunvalar y la avenida Caracas, y entre la calle 39 y la calle 100. El lugar debe su nombre al fabricante y reparador de calzado Antón Hero de Cepeda, oriundo de Cádiz y casado con la hija de un rico cacique de Usaquén. Cuenta la historia que poco después de la fundación de Bogotá, don Antón estableció su fábrica de calzado en un lote de 150 héctareas, con su núcleo en el centro de la actual estación de gasolina de El Tríángulo, ubicada en la carrera Séptima con calle 59. El modelo de calzado más popular de cuantos fueron desarrollados por él fue el llamado chapín, por lo que sus más asiduos clientes le llamaron‘el cha- pinero’, en la misma forma en que un fabricante de botas habría sido llamado‘el botero’. El chapín (chapeto) Planta Eléctrica Anchicaya, 1953. Saúl Orduz / Colección MDB - IDPC
  • 56. (53) *bogotálogo era un zapato destinado a proteger a su usuario del barro y la lluvia, mediante un sistema de sue- las de cuero y correas. Algunos se inclinan por pensar que tal denominación se debió en realidad a la marca del calzado, a saber, El Chapín Hero. El 17 de diciembre de 1885, por acuerdo municipal, se dispuso que el caserío llevara tal título. Parte del crecimiento del sector se debió a la construc- ción de la red del tranvía, cuya existencia favoreció la construcción de residencias campestres tales como la Quinta Camacho. Dicha edificación era una solariega mansión localizada en la actual ca- rrera 13 con calle 68, de propiedad de don Eduar- do Camacho. Cuenta la leyenda que el 29 de junio de 1914, el afamado matador colombiano Leandro Sánchez de León, apodado‘Cacheta’y alojado en ella, falleció en medio de circunstancias nunca resueltas. Aún hoy el sector aledaño conserva el nombre de la vivienda y resalta por su buena cantidad de viviendas de estilo Tudor, excepcional- mente bien conservadas. Chapinero alto. Imprecisa denominación con la que los facilistas han decidido referirse al sector correspondiente al barrio Granada, según muchos epicentro de la colonia de estudiantes caleños que reside en la ciudad. Cierto sector equivocado de la pequeñoburguesía bogotana suele incluso aludir a éste como Rosales. chapiyorker. Curiosa especie de individuos nacidos en Bogotá como producto de las hibrida- ciones posmodernas. Especie de‘yuppie’contem- poráneo de hábitos refinados y gustos complejos, es la más frecuente variable local del anglosajón ‘hipster’. Sus representantes son individuos de hábitos bohemios, con ciertos intereses por las artes y la creatividad, e inclinaciones tímidas e insuficientemente revolucionarias. El chapiyorker más ortodoxo es –en el sentido riguroso del tér- mino– un habitante de Chapinero por lo general con pretensiones de artista plástico, diseñador, realizador de cine, escritor, realizador audiovisual o fotógrafo, convencido de vivir en Brooklyn. Hay quienes critican el imposible imaginario del chapi- yorker de equiparar Nueva York a Bogotá, tenien- do en cuenta los visos de tercermundismo que tan pretencioso acto trae consigo. Visitante asiduo y gratuito de cuanta fiesta‘fashion’y‘stilish’haya en la ciudad, buena parte de los chapiyorkers se conoce y admira entre sí, aun cuando sea por las vías de Facebook o Twitter, tablones públicos en los que esta nueva tribu suele dejar testimonio de sus incursiones en la creatividad gráfica o escrita. chapol. Vieja fórmula despectiva para dirigirse a los miembros de la honorable Policía Metropolita- na de la ciudad. chapotear. Llevar a cabo una actividad sin la debida pericia y sin técnica o arte alguno, aunque con cierta medida de decoro y buena voluntad. chaquén. Dios chibcha, patrono de los grandes rituales. chaques, en. Llevar a cabo una actividad deter- minada bajo algún pretexto. charco. Pequeño pantano. charol. 1. Véase charola. 2. Material brillante empleado para la elaboración de zapatos con el objeto de dar un falso aire de (chapinero alto)
  • 57. (54) elegancia a ocasiones tales como primeras comu- niones, bautizos o matrimonios. charola. Bandeja de metal. charrera. Hecho desagradable y digno de burla y desprecio. charro. Desagradable. De mal gusto. Contrario al antioqueñismo homónimo, charro, en Bogotá no alude a algo cómico o gracioso. No hay nada más charro que las fiestas de integración empresarial. chasis. Dama destacable por su curvilínea soli- dez. chasquear. Voz onomatopéyica con la que se alude al incivil acto de hacer sonar la boca mien- tras se mastica algún comestible, en particular una goma de mascar. chato. 1. Muletilla empleada por los cachacos de antaño para referirse a un amigo entrañable. ¡Ala, chato, lo mejor es que te vayas de aquí pa’ un sitio tranqui- lo! 2. Individuo de nariz pequeña. chaveta. Navaja. Si el tipo se le pone muy salsa, no se preocupe; ¡sáquele la chaveta! chéchere. Objeto estorboso, inútil y sin impor- tancia. Durante mucho tiempo, uno de los más célebres expendios de chécheres fue la Plaza España, tradicional plazoleta de la ciudad ocupada de tiempo atrás por ropavejeros y rodeada en su conjunto por diversas edificaciones, entre éstas la misteriosa fábrica de Pastas El Gallo, producto al que, quienes por su avanzada edad alcanzaron a probar, solían comparar con el engrudo. Me da pereza irme a vivir con mi novio porque su casa está llena de chécheres. chepa. Extraña situación en la que el destino se confabula de manera extraña e inexplicable con las circunstancias para favorecer a alguien en un hecho afortunado e inmerecido. Con esta ciudad tan peligrosa uno vive de chepa. chepazo. Hecho afortunado debido a la suerte. chepito. Antiguo y pintoresco empleado de em- presa de cobranzas. Su atavío consistía en un ves- tido tipo sacoleva, y su única dotación constaba de un maletín en el que –vergonzosamente visibles– estaba estampado un texto en grandes mayúsculas que rezaba‘cobranzas’. Su principal objetivo, des- pojado de agresividad física, pero a la vez cargado de presión sicológica, era el de poner en evidencia al moroso frente a sus vecinos y conocidos para así obligarlo a cancelar las deudas tan largamente pospuestas. Por desgracia y debido a una lamenta- ble ley, el oficio de chepito fue declarado ilegal, tan sólo para dar paso a una nueva especie de odiosos cobradores de‘call center’, casi siempre estudian- tes de segundo semestre de derecho, quienes en tono solemne y antipático suelen llamar los días domingos a las 8 de la mañana para mortificar al pobre deudor con la consabida amenaza del‘cobro jurídico’. Los cobradores telefónicos son los chepitos del mundo contemporáneo. chepudo. Individuo bendecido por el dios de la suerte. Ángel fue muy chepudo haciendo ese gol de última hora que dejó a Nacional campeón y a Millos de segundo. chequera. Fuente informal de ingresos. La emi- sora es la chequera de los programadores de radio. Chesman. Una de las muchas pandillas de jo- venzuelos rebeldes, cuya presencia en Bogotá comenzó a hacerse común a principios de los 60 del siglo XX. La Chesman fue, de alguna forma, antecesora indirecta de los biyis que aparecerían un poco más de 20 años después. Es casi seguro que su nombre se deba a Caryl Chesman, famoso criminal ajusticiado al comienzo de dicha década. La Chesman era más miedosa que esas pandillas de biyis ochenteros. chévere. Vocablo caribeño de uso generalizado en gran parte de América Latina y de inexplicable exclusión aún hoy en el Diccionario de la Real Academia Española. Su utilización en Bogotá es
  • 58. (55) *bogotálogo considerablemente común y su procedencia, al parecer, guarda alguna cercanía con el‘chevalier’ francés. Lo más chévere de Bogotá es que no tiene bichos de tierra caliente. cheveridad. Caribeñismo colado dentro del lenguaje bogotano. Lo más importante de un ser humano, al fin de cuentas, es la cheveridad. Chía. 1. Según la creencia chibcha, luna. 2. Municipio colindante con el extremo norte de Bogotá, famoso por la proliferación de restauran- tes y reposterías sabaneras, por la existencia de un centro comercial de considerables dimensio- nes y por su reticencia a quererse anexar a la ca- pital, hecho que sin duda sería de sumo beneficio para los empleados de los locales en mención y para el estudiantado y profesorado de la Universi- dad de la Sabana. Véase flota, lejuras, merengón de guanábana, postre de natas. chib. En lengua chibcha, báculo. Véase chibchas. Chibafruime. Deidad menor del pueblo chibcha, dedicada a la guerra. Chibchacum. Divinidad chibcha. Furibundo y sumo regente de la sabana que, indignado por el mal proceder del pueblo muisca al desconocer los preceptos impartidos con amor por su maestro Bochica, decidió castigarlos con un diluvio univer- sal. Véase Bachué, Bochica, Chía, Furachogue, Hui- taca, Nemterequeteba, , salto de Tequendama, Xue. chibchas. Familia lingüística cuyas dimensiones demográficas, en su máximo periodo de esplen- dor, son objeto de controversia. Las distintas hipótesis apuntan a un grueso que va desde los 300.000 hasta los dos millones de habitantes. De sur a norte, los dominios de los chibchas se iniciaban en inmediaciones de Fusagasugá y cul- minaban hacia los territorios correspondientes del actual San Gil, en el departamento de Santander. Toda la extensión del territorio chibcha debió comprender alrededor de 30.000 kilómetros cuadrados. Como si se tratara de un anticipo a la futura historia del pueblo bogotano, la etnia chib- cha no dejó construcción alguna en piedra (hecho que sí ocurrió con buena parte de los pueblos prehispánicos). Sus ambiciones arquitectónicas se limitaron a la edificación de casas en madera y ba- hareque. Tal vez ello explique el desinterés de sus descendientes por la perpetuación de su memoria a través de obras monumentales y su natural in- clinación por el execrable oficio de la demolición. Chibchombia. Fórmula despectiva a manera de parodia cómica, inspirada en la colombianidad, creada por las mentes responsables del legen- dario seriadio televisivo de dibujos animados‘El siguiente programa’. Según el ideario de dicho espacio, el hecho de ser chibchombianos era la base genética y social del tercermundismo ram- pante a lo largo y ancho del territorio nacional. Véase guayigol. chibchombiano. En el mundo de fantasía del desaparecido seriado‘El siguiente programa’, individuo oriundo de Chibchombia. chicanear. Ufanarse. Sobreexponer un deter- minado objeto o virtud propia con el propósito de aparecer como superior a los ojos de los demás. chicanero. Dícese de aquel que tiene por cos- tumbre el exhibir sus propiedades o virtudes en demasía. El término parece derivarse del chi- bchismo‘chicana’, cuyo significado equivale a ‘aquello que está en lo alto’. chicareto. Individuo despojado de una o de varias piezas dentales. chicas del Can. Remoquete cariñoso con el que se solía agrupar a las burócratas empleadas del extinto Instituto Nacional de Radio y Televisión Inravisión, vinculadas al sindicato de Acotv, pre- sidido en sus últimos años por Enrique Urrea, de quien se cree fue enviado a vivir a Costa Rica en mansión de lujo. Durante muchos años las Chicas del CAN castigaron con su pertinaz desprecio a los
  • 59. (56) inocentes contratistas de la burocrática entidad. El término es el resultado de la inteligente asocia- ción entre éstas y la famosa agrupación dominica- na de merengue, apadrinada por Wilfrido Vargas, y llamada de la misma forma. ¡chicas, chicas, chicas! Grito de batalla de los voceadores y tarjeteros de los lupanares capitali- nos, en donde por lo general suele aparecer una breve pormenorización explícita acerca de los servicios ofertados, junto con falsas imágenes de bellas damas que en modo alguno corresponden a la realidad del surtido femenino allí disponible. Según afirman tales volantes, el presentarlos a los jayanes apostados en las entradas es garantía de sustanciales descuentos, al menos tan poco parecidos en la realidad al verdadero aspecto de las jovenzuelas que figuran en tan despreciable material publicitario. chicha. 1. Bebida fermentada a base de maíz. Su historia tiene orígenes ancestrales y su elaboración fue perseguida frenéticamente durante la primera mitad del siglo XX, so pretexto de las malas condi- ciones higiénicas en las que ésta se preparaba, y tal vez con el propósito de favorecer los intereses de la familia Kopp, propietarios de Bavaria, primer gran emporio de cerveza del país, hoy en manos surafricanas. Véase chicherías. 2. En la lengua del asiduo visitante de clubes como el Gun o el Jockey, whisky. chicha ni limoná, ni. Individuo tibio, sin com- promiso ni filiación ideológica alguna. El tema fue inmortalizado por el tema homónimo interpretado por Ana y Jaime y compuesto por Osvaldo Puglie- se. chicha, calma. Estado letárgico de aparente tranquilidad, en medio de una situación tempes- tuosa. chicharro. Pequeño cigarrillo de marihuana, por lo general en forma de colilla. chicharrón. 1. Empella frita de la res. 2. Problema de difícil resolución. chicharrón blandito. Problema imposible de resolver. chichazo. Golpe brusco. Algunos argumentan que su origen se remonta a los tiempos en que los consumidores ebrios de chicha solían perder el equilibrio. chichazo, de un. Tarea realizada con destacable velocidad. chichería. Expendio de chicha. Su proliferación fue desapareciendo a medida que el gobierno de la municipalidad, a principios de los 40 del siglo XX, comenzó a perseguirlas al tildarlas de insa- lubres y malsanas. Durante varios siglos la aris- tocracia bogotana tendió a considerar la chicha un flagelo propio de sociedades bárbaras y poco instruidas. Ya para los 50 eran escasas las chiche- rías que aún funcionaban en Bogotá. No obstante, en los 90, algunos antropólogos, sociólogos y estudiantes de universidades públicas y privadas con inclinaciones mamertoides han procurado reivindicar el lugar de la bebida y sus expendios como uno de los patrimonios propios de la ciudad de Bogotá. Véase chocoloco, la Nacho, Lochandes, mamerto. chichí. 1. Micción. Orina. 2. Asta viril, por lo general de ínfimo tamaño. chichigua. Chibchismo. Cantidad mínima de dinero. Estipendio reducido. chichipato. 1. Individuo pretencioso cuyas acciones por lo general siempre derivan en monumentales decep- ciones. 2.‘Chichipatos super uff’fue una extraña empresa de finales de los 80 dedicada a la organización de eventos de entretenimiento y a la fabricación de parafernalia destinada a los estudiantes de último
  • 60. (57) *bogotálogo grado de bachillerato. Entre sus logros se encuen- tra el de haber servido de promotores a la hoy olvidada banda bogotana Hangar 27. El nombre de la agrupación se debe a que ésta solía ensayar en una bodega de aviones de propiedad del dueño de la firma, lo que suscitó en las mentes más des- confiadas la sospecha de que los fondos de dicho propietario quizá procedían de fuentes oscuras. chicho. Enojado. chichonera. Hacinamiento. Aglomeración exce- siva de seres humanos, muy común a la hora de hacer fila para ingresar a cierta crepería popular; para recibir alguna degustación; para entrar al estadio a ser testigo del deplorable fútbol de los combinados capitalinos; para presenciar la des- gracia ajena en un accidente automovilístico; para solicitar el visado de entrada a Estados Unidos; para cancelar los recibos de servicios públicos después de la fecha límite; para pedir autógrafos a un artista de mediano perfil o para recibir cual- quier dádiva o premio gratuito. chicle. 1. Individuo propenso a permanecer con los de- más durante un rango de tiempo superior al de- seado y cuya presencia constante y difícil de evadir produce incomodidad y fastidio. Véase intenso, pegachento. 2. Tonada pegajosa. 3. Pantalón asido a las piernas. chico. Partida de billar. Chicó, guerrilla del. Grupeto de jovenzuelos procedentes de linajudas y adineradas familias, cuyo interés pareció volcarse hacia una revolu- ción realizada desde escritorios, salas de redac- ción de revistas y periódicos, y clubes. El Chicó es un vecindario ubicado en los antiguos terrenos de la hacienda de Mercedes Sierra de Pérez, quien la recibió de manos de José Sierra, su pa- dre, en 1921. Durante mucho tiempo los terrenos correspondientes al actual barrio fueron baldíos. A su muerte –en 1953–y por su propia voluntad, la Hacienda fue entregada a la Sociedad de Mejo- ras y Ornato de Bogotá y puesta al servicio de la ciudadanía en diciembre de 1964. A partir de en- tonces, más cerca del modelo norteamericano de vivienda que del británico, el barrio toma el lugar de La Cabrera como el sector exclusivo del norte de la ciudad con residencias de lujo. Muchas de ellas en la actualidad han sido desfiguradas y adaptadas a oficinas de mediano perfil, por lo que el vecindario, en parte, parece haber perdido la vocación que en algún momento lo caracterizó. Hoy la casa de la Hacienda se conserva en bue- nas condiciones en un parque que aloja un mu- seo, un restaurante y un salón para eventos en el que tienen lugar matrimonios y fiestas de clase media. La Hacienda no reducía sus dominios a los actuales terrenos del mencionado parque. Recuérdese que, entre los lotes donados, estaba el del Seminario Mayor y la gran extensión del antiguo“Pre Seminario”fundado en 1960 en la carrera séptima con calle cien. chicoria. Mujer pequeña. chicuca. Despojo. Destrozo. Condición en la que se encuentra algo después de haber sido someti- do al desgaste o el maltrato. chiflamicas. Pobre diablo. El epíteto suele ser otorgado a músicos o artistas empíricos y pobres. chiflar. 1. Fascinar. Gustar. 2. Silbar en forma estridente, práctica generaliza- da entre obreros de construcción para halagar las gracias físicas de una dama, y entre seguidores del balompié, para abuchear a sus árbitros o para cuestionar sus decisiones. chiflis. Forma cariñosa con la que se alude a un demente. chifloreto. Individuo disparatado y de poco juicio. chilindrín. Vello de origen púbico cuya presen- cia, fuera de su zona de origen, desluce.
  • 61. (58) chilinguear. Columpiar. Mecer. Úsase para alu- dir a quien se halla en una situación de peligro o en una posición comprometida. Millonarios está chilingueando en la tabla de posiciones. chillar. Plañir, llorar y sollozar profiriendo gemidos. chimba. 1. Vagina. 2. Ser la chimba. Dícese de algo muy agradable y dotado de magníficas cualidades. chimbada. Tontería. Bagatela. Hecho insignifi- cante. chimbo. 1. De mala calidad. 2. Cheque o documento chimbo. Falso. 3. Falo. chimborrio. Véase chimbo. Chiminigagua. Deidad suprema de los muiscas, primeros habitantes de la sabana de Bogotá y sus cercanías. Según cuenta la historia sagrada, fue Chiminiga- gua quien logró el portento de liberar a la región del imperio de tinieblas que sobre ésta se cernía, al crear millares de aves negras de cuyos picos salió luz. Una vez ejecutado tamaño prodigio, el gran Chiminigagua decidió hacer el sol, al que llamó Xue. Dado que su presencia constante co- menzó a calcinar los campos, Chiminigagua hizo la luna, a la que a su vez nombró Chía, y ordenó a Xue irse a descansar durante las noches. Luego, Chiminigagua se dirigió hacia la laguna de Iguaque, de cuyas aguas salió una mujer de turgencias prominentes llamada Bachué. Con ella venía un niño de tres años. Ambos comenzaron a poblar la tierra con su progenie. Cuando ambos se hicieron viejos, Bachué y su hijo partieron hacia la laguna de la que habían venido y se sumergieron. Luego se transformaron en dos serpientes. Muertos los padres, por los cerros orientales arribó un anciano de barbas blancas y bastón, a quien los muiscas conocieron como Nemterequeteba o Bochica. Bochica enseñó a sus discípulos las bases para hilar, coser, tejer, rea- lizar obras de joyería y orfebrería, y les señaló las bases éticas para un buen vivir. Ya con su misión terminada, Bochica desapareció. A su partida, el pueblo comenzó a consagrarse al consumo irrestricto de chicha, la maldad y el de- sorden, gracias a las insinuaciones seductoras de la bella Huitaca. Chibchacúm, dios de la sabana, envió una hórrida tormenta, el agua comenzó a cubrir toda la superficie terrena. Bochica llegó al occidente y con su bastón azotó las rocas, creando lo que más adelante sería el Salto de Tequendama, lugar por donde las aguas represadas siguieron su cauce. Así se formó el río Funza, la tierra volvió a ser fértil y su pueblo pros- peró. Véase Bachué, Bochica, Chía, Furachogue, Huitaca, Nemterequeteba, Xue. chinamenta. Aglomeración de pequeñuelos. Progenie abundante. chinazo. Apelativo cariñoso, antes propio de cachacos y hoy muletilla en boca del proletariado con la que se antecede o sucede a la petición de un favor. chinche. 1. Jovenzuelo insoportable, quejumbroso, remil- gado e hiperactivo. (chillar)Mujeres llorando desconsoladas, 1940. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
  • 62. (59) *bogotálogo 2. Chinche, Don. Seriado semanal costumbrista de la televisión en la década de los 80 dirigido por Pepe Sánchez. Relataba las vivencias de un grupo de vecinos de clase media baja habitantes del cen- tro de Bogotá. Su protagonista era Régulo Engati- vá, alias‘Don Chinche’, maestro de obra. chin-chin. Vulgarismo onomatopéyico empleado por algunos hombres y mujeres en el momento de efectuar un brindis. chinchorrazo. Véase caído de la hamaca. chinchoso. Desesperante. Hiperactivo. chinelas. Calzado de suela suave y sin talón. chingalé. Especie de madera típicamente colom- biana (astrocaryum malybo) de uso frecuente en los mobiliarios en la Bogotá de tiempos coloniales. chingue. Traje de baño. chino. 1. Niño. Jovenzuelo. Úsase también como muleti- lla de camaradería entre amigos. 2. Jovencito que funge como auxiliar o como em- pleado informal en empresas, residencias u oficios. chino de la calle. Gamín. chinomatic. Sistema artesanal de reorganización de los bolos en el campo de juego en el que un joven es encargado de recogerlos y reacomodarlos. chiqui. Odioso diminutivo empleado por algunas jóvenes de principios del siglo XX para referirse a sus parejas. chiquirriquitico. Véase chirriquitico. chiquito. Cavidad anal. (chinamenta) Salacuna en hospital de Bogotá, 1936. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
  • 63. (60) (chinos) Vendedores de periódicos a la entrada del Capitolio, 1944. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
  • 64. (61) *bogotálogo chiras, del. 1. Anacronismo empleado para aludir a algo ma- ravilloso, excepcional y venturado. La expresión fue inmortalizada por los creativos de la agencia encargada de publicitar ciertos productos comes- tibles tradicionales en presentación de paquete. – ¡Este diccionario es del chiras! – ¿Quién lo escribió? – ¡Sabrá el chiras! – ¡No voy a comprar ese diccionario ni por el chiras! 2. Nombre ficticio con el que se caracteriza a un supuesto desconocido dotado de destrezas o fa- cultades paranormales, probablemente el mismí- simo Satanás – No iría a esa fiesta ni por el Chiras. – A ese ‘man’ se lo llevó el Chiras. 3. Fórmula para caricaturizar a quien se ufana de sus hazañas sin tener los méritos suficientes. ¡Ese tipo se cree el Chiras! Véase berraco de guacas, del putas, el chacho. chircal. Fábrica artesanal de tejas y ladrillo. Los chircales son comunes a lo largo y ancho de la sabana de Bogotá. chircate. En lengua chibcha, manta de forma cuadrada. chirimbolo. Bobalicón. chiripa. Hecho afortunado fortuito. chirle. Individuo propenso a estallar en llanto. chiro. 1. Prenda de vestir deshilachada y vieja. 2. Paño con el que se limpia alguna superficie. chirri. Antioqueñismo importado a la meseta cundiboyacense. Denota falta de estilo al vestirse o modales burdos. chirriado. Elegante. Maravilloso. Óptimo. chirringo. Pequeñuelo. chirriquitico. Muy pequeño. El utilizar mayor número de sílabas‘qui’reduce aún más el tamaño del sujeto referido. chirusa. Marihuana. chisa. Larva de escarabajo. El término se deriva del chibcha‘xisa’. chisga. Oferta inigualable de negocios. Barata de temporada. La expresión es de uso generalizado en falsos avisos clasificados dominicales. chisgonón. Véase chisga. chisguete. Flujo delgado de un líquido disparado con violencia. chismógrafo. Especie de cuaderno de uso co- lectivo en el que un número determinado de indi- viduos, por lo general conformado por estudiantes de colegio, consigna sus pensamientos y predilec- ciones más íntimas con base en un cuestionario escrito con antelación, con el fin de darlos a cono- cer a los demás. El advenimiento de determinadas aplicaciones propias de la web 2.0, tales como Facebook, Twitter y Formspring, ha restado segui- dores a los antañones chismógrafos. chismosa. En la jerga policial, libreta de anota- ciones. chispa, sacar la. Provocar enojo en alguien. chispa, saltar la. Véase sacar la chispa. chispcua. En lengua chibcha, codo. chispero, quedarse viendo un. Estado de frustración posterior al mal transcurso de un pro- yecto o a la no consumación de cierto plan. chisperos. En tiempos previos a la independencia, grupo de agitadores, por lo general conformado por artesanos, al mando de José María Carbonell, cuya responsabilidad consistía en expandir el germen de la revolución por entre sus compatriotas. chispón. Individuo alegre cuyo ánimo suele me- jorar tras haber consumido una considerable do- sis de destilados y añejos. chite. Voz onomatopéyica para ahuyentar. chitiado. En el argot de la metalmecánica, torci- do, sumido, doblado. chito. 1. Fórmula onomatopéyica con la que se indica a un auditorio o individuo, de manera no muy gentil
  • 65. (62) y nada discreta, la necesidad de guardar silencio o confidencialidad. 2. Falo de tamaño ínfimo. El término es de uti- lización mayoritaria entre la población infantil. chitos. Pasabocas en forma de fríjol, cuya base era la hari- na de maíz. Durante muchos años la leyenda urba- na creada para amedrentar a los niños adictos a tal alimento, rezaba que éstos tendían a acumularse en el intestino hasta acabar con la vida de quienes los comían en exceso. Los únicos verdaderos Chi- tos fueron producidos por el cocinerito de Jack’s Snacks. Después aparecieron ciertas imitaciones profanas y apócrifas que, al decir de los puristas, desdicen de la verdadera naturaleza del producto. chiva. 1. Folclórico vehículo equipado con una colorida carrocería montada sobre el chasis de un bus con- vencional, de uso ancestral en municipalidades, pero del todo ajeno a los hábitos capitalinos. Esta costumbre –común en el occidente colombiano– ha venido haciendo escuela en la ciudad, lo que ha dado lugar a ciertos exotismos en sus pasajeros dignos de mención. Entre éstos se encuentran el andar perturbando con sus alaridos a los tran- seúntes que caminan cerca y el hábito de calmar el frío que se cuela por las ventanas, desprovis- tas de vidrios, con danzas frenéticas bañadas de aguardiente. La manufactura de modelos a escala de tan populares y tan ajenos medios de trans- porte, ha servido de recurso de última hora para quienes visitan el país y recuerdan en el instante de la partida comprar un regalo apropiado. Las chivas en miniatura pululan en terminales terres- tres, aeropuertos y tiendas artesanales. 2. Primicia noticiosa. chivato. 1. Jovencito vivaz, lenguaraz y atrevido. 2. Ají chivato. Ají muy picante del tamaño de un grano de maíz. chivato de porras. Pobre diablo. chiviado. Falsificado. Pirata. No original. Véase chimbo, chimborrio, Morgan records, Sanandresito. chiviar. 1. Falsificar cierta prenda u objeto para que luzca como si tuviera una marca determinada. 2. En la jerga periodística, anticiparse a los cole- gas en una primicia noticiosa. cho. En lengua chibcha, y aplicado a una mujer, bondadosa. chocar. Molestar. Perturbar. chocha. Cavidad vaginal. chochal. Casa de copulatrices. chochera. Remilgo propio de quien ha entrado en la senectud. chocho. 1. Cavidad vaginal. 2. Individuo achacoso, remilgado y avejentado. chocolate santafereño. Vigorizante bebida caliente a base de cacao, conocida y preparada en Santafé desde los tiempos de la Colonia. Puede prepararse con agua o con leche, y con o sin azú- car. Para su elaboración suelen emplearse barras de una pasta consistente que bien puede o no es- tar endulzada. Tales barras suelen sumergirse en la base líquida hasta derretirse y alcanzar el punto de ebullición, proceso sucedido por la entusiasta mezcla en la que se hace uso de un adminículo denominado‘molinillo’con el que se pretende dotar la infusión de la característica espuma que se adivina en su superficie. Entre las muchas pro- piedades atribuidas al chocolate santafereño se encuentra la de provocar molestos episodios dia- rreicos entre quienes exceden la dosis razonable. Se consume en desayunos, onces y en las frías noches, acompañado de tamales, colaciones, hue- vos pericos, queso, panes de yuca, almojábanas o cualquier otra golosina o amasijo. chocoloco. Estirpe de jovenzuelos afín a las artes conceptuales, a lo‘kitsch’y al mundo de la
  • 66. (63) *bogotálogo fiesta alternativa. Surgió a partir de los 90 y vive su apogeo a principios del siglo XXI gracias a algu- nas de las implementaciones típicas de la web 2.0 (Flickr, Fotolog, Myspace y Facebook, entre ellas). chocolúdico. Extraña especie de artista concep- tual basada en conceptos no figurativos y excéntri- cos, un tanto tendientes al exhibicionismo. Véase candelario, chocoloco, macareno. chocorazo. Fraude o trampa electoral. Véase Gurropín. choncho. Individuo obeso. choneto. Torcido. Carente de formas rectas. chonqueta. Mujer de maneras y hábitos neoal- ternativos, por lo general agresiva en sus modales y afín a la movida depresiva. chorear. Robar. chorizo (billar). Reunión completa de puntos. chorizo. Fórmula eufemística para indicar dis- tancia. ¿Por qué no nos deja en paz y se va pa’l chorizo? choro. Ladrón. Ratero. chorote. Especie de vasija en barro por lo gene- ral empleada para la elaboración del chocolate. chorriado. Movimiento de dedos, cuyo fin es imitar el sonido de un líquido derramándose. chorro. Trago de licor consumido en forma direc- ta desde la botella. chorro de babas, salir con un. Incumplir una promesa. Corresponder en forma negativa a unas expectativas generadas. chota, la. En la jerga delincuencial de antaño, la Policía. choto. 1. Saturado. Lleno. Abundante. 2. Miembro del cuerpo de Policía. chúcaro. Policía bachiller. chucha. 1. Fétida emanación vaporosa procedente de la zona axilar. Sobaquina. 2. Mal jugador de un deporte. 3. Individuo débil, de escasas destrezas físicas. 4. Hombre dado al acoso de damas ingenuas. 5. Variedad de roedores conocida como zarigüeya didelphis marsupialis. chuchento. Afligido por el mal olor axilar. Chuchito. Cariñoso, aunque a la vez confianzudo remoquete utilizado por algunos para aludir a Je- sucristo, por lo general empleado en el momento de elevar una plegaria o petitorio. chuchumeco. Achacoso. Envejecido. chucnorris. Churriento. chucu-chucu. Voz onomatopéyica para referirse a la música tropical. chucula. Tipo de chocolate en pasta con forma esferoide elaborado con harina. chue. En lengua chibcha, pechos. chueco. 1. Torcido. 2. Corrupto. Deshonesto. chugua. Tubérculo procedente de la planta del género botánico monotípico ullucus tuberosus caldas, conocida en otros países andinos como ‘ulluco’, a su vez procedente del quechua‘ulluku’. Como la mayoría de sus similares, un vasto sector de la población bogotana sigue sin considerar a la chugua un alimento salubre. chulavita. Paramilitar clandestino contratado por el gobierno de Laureano Gómez con el fin de aniquilar liberales. Los chulavitas hacían parte de una suerte de grupo élite procedente de la vere- da del mismo nombre (localizada en Boyacá). Su misión, auspiciada por el gobierno, era la de ma- sacrar a los revolucionarios liberales de entonces. Durante los años 50 del siglo XX, los chulavitas mutaron, hasta convertirse en lo que se conoció como‘pájaros’. chulear. Revisar y dar aprobación a un docu- mento, tarea o propuesta. Cerciorarse de que un número determinado de tareas ha sido ejecutado en su totalidad.
  • 67. (64) chulitos, hacer. Cruzar los dedos en ademán cabalístico con el objeto de convocar la buena suerte. Los bogotanos están haciendo chulito a ver si Millos y Santa Fe clasifican a los cuadrangulares. chulo. 1. Buitre. Gallinazo. 2. Marca de visto bueno, propia de profesores, supervisores y burócratas. chulo, hacer. Cruzar los dedos con el propósito ritual de obtener buena suerte. chumbe. En lengua chibcha, faja amplia. Véase maure. chumbimba, dar. En la jerga sicarial matar a disparos. Apuñalear. Ajusticiar. chunchulla. Véase chunchullo. chunchullo. Fritura elaborada a partir del intes- tino delgado de la res. chunco. Desprovisto de uno o más dedos. chupa. 1. Policía de tránsito. Por lo general se usa en for- ma burlona. Algunos consideran que la expresión es un apócope de chupa-pitos, término despectivo con el que durante algún tiempo se denominó a quienes ejercían tal labor, por su frecuente uso del pito como instrumento de trabajo. 2. Bomba para destapar cañerías, cuyo desem- peño en el mayor número de casos resulta in- suficiente, hecho que se evidencia al comprobar que las estadísticas de llamadas al plomero no disminuyen en los hogares en los que se cuenta con una. 3. Ventosa. chupacobres. En las orquestas, ejecutor de los instrumentos metálicos de viento (aerófonos). chupada. Tanda de sexo oral. chupaflor. 1. Picaflor. 2. Conquistador consuetudinario y promiscuo. chupalina. Faena de ósculos apasionados. chupamedias. Quien se rinde a los caprichos y a las órdenes de sus superiores y los colma de lisonjas y halagos, con el propósito de ganarse sus favores. Véase lagarto, lambón. chupar. 1. Consumir alcohol. 2. Resignarse a una situación desagradable, usualmente provocada por uno mismo. chupar gladiolo. 1. Curiosa expresión empleada para aludir a un difunto. Se fundamenta en la común utilización del gladiolo como la flor que suele ornar las tumbas. 2. Encontrarse muerto o a la espera de morirse. Véase piyama de madera. chupar grueso. Dar motivo de envanecimiento a algún individuo con el fin de hacerse a sus sim- patías. chupar piña. Expresión importada desde el departamento de Valle del Cauca alusiva a una jornada de besos apasionados. El término, en su momento, ameritó la creación de toda una cam- paña publicitaria para la bebida gaseosa Piña Postobón. chupar rueda. En la jerga ciclística y automovi- lística, perseguir al competidor inmediatamente cercano, de manera insistente. (chupacobres) Militar interpretando la trompeta, 1950. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
  • 68. (65) *bogotálogo chupe. Voz odiosa con la que se invita a un indi- viduo a resignarse después de haber tomado una decisión equivocada. ¡chupe! por bobo. Odiosa forma de indicar a un individuo su grado de responsabilidad en un de- terminado hecho trágico, aun cuando ésta tenga como origen la ingenuidad o la buena fe. chupetearse. Besarse. chupo. En la jerga policial, fusil. churrasco. Hombre o mujer cuyo aspecto resulta atractivo al ser visto desde atrás, pero decepcio- nante al hacerlo de frente. Un churrasco: por de- trás es un churro y por delante da asco. churria. Fluido excrementicio, por lo general de color marrón amarilloso de aspecto y consistencia acuosa. churrias. Afección diarreica. churriento. 1. Enfermo de diarrea. 2. Individuo con buena suerte. churrimpample. Según el testimonio de José María Espinosa y Prieto, una de las tonadas más populares a principios del siglo XIX. Se trata de una obra para guitarra de origen español. churro. 1. Individuo bien parecido y de encantos destaca- bles. 2. Especie de fritura azucarada de forma circular y alto contenido graso, cuyo consumo suele derivar en inmediatas manifestaciones cutáneas. churrusco. 1. Individuo de pelo ensortijado. 2. Especie de cepillo de cerdas delgadas destinado a la limpieza de retretes y mingitorios. 3. Tipo de oruga cuyo pelambre provoca un mo- lesto picor, curable, según dictamina la sabiduría popular, miccionando sobre la zona afectada. 4. A comienzos de los años 60, dispositivo intrau- terino. churumbel. Falo. Objeto que cuelga. chusacá. Vecindario del cercano municipio de Soacha. chusco. Bien plantado. chusmero. Grupo de furibundos manifestantes, revoltosos o insurgentes aglomerados en un mis- mo espacio. chuspa. Bolsa. chusque. Chibchismo. Chusquea scandens. Plan- ta gramínea, especie de bambú, de gran altura, tallo nudoso y hojas estrechas. chuta. En lengua chibcha, hijo. Es curiosa la se- mejanza con el término 'chutar', cuyo significado es el de imputar o adjudicar a alguien un determi- nado oficio o la responsabilidad por algo. chutar. En la jerga balompédica, lanzar un tiro al arco. Véase chantar. chutearse. Consumir alguna droga ilegal por vía intravenosa o intramuscular mediante el uso de una jeringa. chuto. Crespo. chuzar. 1. Apuñalar. 2. Intervenir una línea telefónica para espiar las conversaciones entrantes y salientes. chuzo. 1. Establecimiento miserable. 2. Negocio de discreto perfil. 3. Colegio de bajo nivel. 4. Puñal. 5. Pincho. chuzografía. Especie informal de mecanografía autodidacta, ejecutada con los dos dedos índices o, en caso de dolor o desgaste de éstos, con los anulares, índices o dedos del corazón. chyquy. En lengua chibcha, sacerdote. cicla. Arcaísmo de gusto dudoso para‘bicicleta’. cierre de tejado. En la jerga de los constructo- res, finalización de los trabajos de obra negra. Por lo general los cierres de tejado son ruidosamente celebrados por los involucrados en la construc-
  • 69. (66) (chuzografía) Isabelita Pérez Ayala, secretaria de Eduardo Santos, director de El Tiempo, antes de ser presidente, 1933. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
  • 70. (67) *bogotálogo (cicla) Mi primera bicicleta, 1984. Donante: Mauricio Ortiz, Álbum familiar / Colección MDB - IDPC
  • 71. (68) ción, quienes se autoagasajan con navegables dosis de cerveza y condumios cárnicos de alto contenido graso. cimbronazo. Estremecimiento emocional con- siderable. circunvalar. Avenida periférica ubicada en es- tribaciones de los cerros orientales bogotanos. Su construcción comenzó a ser planeada en 1971, pero la oposición de algunos sectores obreros enclava- dos en los predios teóricamente atravesados por la vía retrasó la ejecución de los planes, a los que sólo se dio completa ejecución en 1981, en medio del Piduzob (Plan Integral de Desarrollo Urbanístico de la Zona Oriental de Bogotá). El uso del término, procedente del latín‘circumvallare’, como nombre de una vía, es exclusivo de la ciudad. cirilí. Véase cirirí. cirirí. Cantilena aguda e inacabable, por lo gene- ral en tono de reproche. clasudo. Individuo de tipo distinguido, clase alta y modales refinados. clavado. Dícese de quien se encuentra en extre- mo dedicado a una determinada actividad laboral o académica. clavar. 1. Perjudicar a alguien mediante la imposición de deberes académicos o laborales excesivos. 2. Penetrar por vía sexual. clavar pico. Fórmula en extremo burda para aludir al momento en que un ser humano se que- da dormido. clavija, dar. Perjudicar a alguien en una nego- ciación con el fin de obtener un beneficio propio. Estafar. clavo, dar. Someter a alguien a una extenuante e inacabable jornada de jodienda. clóser. Vulgarismo de clóset (armario). coca. 1. Muela coca. Muela cariada. 2. Juguete compuesto por un palo en el centro y una cazoleta amarrada a éste por una cuerda. La dinámica consiste en insertar el mayor número posible de veces la cazoleta en el palo, después de haberla lanzado al aire. 3. Erythroxylum coca. Planta ancestral de consumo generalizado en los pueblos precolombinos de los Andes y en algunas comunidades actuales. Se le atribuyen propiedades curativas, tranquilizantes y energizantes. 4. Abreviatura de‘cocaína’. coca-cola bailable. Curioso tipo de festividad popularizada durante los años 60 y 70 del siglo XX y enfocada en la población juvenil. Las Coca- Colas bailables solían ser organizadas por padres renuentes al consumo de licores por parte de sus hijos. Su propósito era propiciar ceremoniales rít- micos entretenidos con el popular refresco como única bebida refrescante. Buena parte de las Coca- Colas bailables fueron amenizadas por la música de Los Hispanos, Los Graduados, Los Ocho de Co- lombia y algunas otras orquestas del momento. coca-cola mata tinto. Extranjerista expresión utilizada para indicar la superioridad de un ser o de una situación con respecto a otro. Se fun- damenta en la creencia no comprobada de que los efectos y la valía de la bebida carbonatada en cuestión superan a los del café. (circunvalar)
  • 72. (69) *bogotálogo cocacolo. 1. Joven adinerado y de costumbres refinadas. Con la masificación de la venta de Coca-Cola entre los adolescentes bogotanos de extracción alta, el consumo de ésta comenzó a convertirse en uno de los símbolos de clase de la ciudad de los años 40 y 50 del siglo XX. 2. Tipo de calzado en cuero de color blanco, orna- do por arabescos coloridos. coche, ir en. Verse beneficiado por el talento y el trabajo ajenos, y llevarse parte del reconocimiento correspondiente sin gozar de los méritos para tales efectos. cocinol. Barata y peligrosa sustancia combusti- ble derivada del petróleo, cuyo uso fue generaliza- do hasta los 90 en las cocinas de sectores depri- midos de la ciudad. coco. 1. Caja. 2. Reloj. 3. Cabeza humana. 4. Cerebro. 5. Colegio. cocos, hacer. 1. Gesticular expresando disgusto o advirtiendo sobre algún peligro. 2. Esconderse y asomarse. cocotazo. Molesto golpe recibido en la cabeza a raíz de la voluntad de un agresor o de la caída súbita de un objeto sobre la misma. cocuyo. Luz frontal de los automóviles. Luciér- naga. coger. Abordar un determinado vehículo. coger la caña. Secundar a un individuo en una insinuación o propósito. coima. Empleada de servicio doméstico. Se usa en tono despectivo. coime. Sirviente. coja oficio. Brusca fórmula para indicar a alguien lo ocioso y pernicioso de su actividad cotidiana. colectivo. Microbús de servicio público. Pese a lo estrecho e incómodo de su diseño y al exceso de sillas con las que los colectivos suelen ser dota- dos, aún éstos campean por la ciudad, brindando extensas e insufribles jornadas de incomodidad a sus usuarios. colegio grande. Coloquialismo empleado para aludir a una entidad de educación de dimensiones mayores y alumnos menos jóvenes que los de un jardín infantil. colgado. Retrasado en la ejecución de una deter- minada tarea. colgandejo. Objeto, generalmente ornamental, que pende. colina campestre. Paradójica denominación empleada para aludir a un vecindario rebosante de edificios y levantado sobre terreno llano. colina de la deshonra. Remoquete cariñoso empleado por ciertos bohemios para aludir al vecindario de La Macarena. Véase chapiyorker. colinchado. Colado. Aquel que se encuentra en una posición o lugar sin merecerlo y sin haber hecho méritos suficientes para encontrarse ahí. colinchar. Costumbre antañona de colgarse de las barandas de los tranvías sin cancelar el esti- pendio requerido para desplazarse en ellos. colino. Consumidor habitual de marihuana. (colectivo)
  • 73. (70) coloca. Vacante laboral. colocar. Entre los individuos de escasa instruc- ción, barbarismo empleado indistintamente como sinónimo de‘poner’, aun cuando éste se refiera al cambio en un estado determinado de ánimo. Mi jefe se colocó histérico. ¡No te coloques brava con- migo! ¡Le voy a regalar una chocolatina para que se coloque contento! colombiche. Especie híbrida de colombianos que, dada su cercanía con Miami Beach, han co- menzado a hacer simbiosis con el cubanoameri- cano entorno. colombino, ojo. Hematoma o absceso en la zona de los párpados, generado por un golpe. Var- gas Llosa le dejó un ojo colombino a García Márquez. Colonia. Periodo comprendido entre la creación de la Real Audiencia de Santafé, en 1550, por parte del emperador Carlos V, y la declaración de independencia nacional en 1810. colorearse. Sonrojarse. coma callado. Descortés invitación al interlocu- tor para guardar silencio, motivada por el deseo de indicarle los peligros que puede constituir el hablar en demasía. comba. Ligero desvío de un cuerpo desde su eje central. combate, de. Prenda, instrumento u objeto que, sin gozar de una calidad óptima, se muestra resis- tente al abuso y a las exigencias de las funciones para las que éste es adquirido. come de res y de marrano. Úsase para aludir a quien profesa la bisexualidad. Véase atiende por las dos ventanillas. come más que plata al 20. Cómica fórmula para aludir a la voracidad de un individuo al equi- pararla con las altísimas tasas de interés impues- tas por una entidad o un prestamista usureros. Véase chepito, upac, uvr. comedero. Vulgarismo para aludir a un restau- rante, por lo general en forma despectiva. comer pavo. Alusión a la situación de soledad y abandono vivida por aquella mujer a la que no in- vitan a bailar en el marco de una fiesta o jolgorio. comerse. Ayuntarse carnalmente con algún in- dividuo. cometrapo. Estado de extremo incremento en el apetito, posterior al consumo de tetrahidrocanabi- nol. Véase monchis. cómica. Eufemismo para aludir a una meretriz. Véase crespa. cómico. En tiempos republicanos el oficio de actor era menoscabado por la gente del común; por tanto, el término tomó cierta connotación pe- yorativa. Cuando el sustantivo era empleado para aludir a una mujer, tal connotación lindaba con el concepto de meretriz. comida. Cena. comiso. Alimento de lonchera. Fiambre. como dijo Mickey Mouse: ¡todo el mundo pa’ su ‘house’! Desagradable expresión propia de los años 70, y ya, por el excesivo uso, despojada de comicidad. Se emplea para indicar a los pre- sentes en un determinado ágape o congregación, la necesidad de emprender la inmediata retirada. cómo estamos, a. Incorrección empleada para indagar por la fecha del día en curso. Don Luis: ¿y hoy a cómo estamos? ¿cómo la ve usted, que tiene gafas? Mano- seada fórmula de interrogación para solicitar a alguien su opinión acerca de un determinado asunto. como los perros en misa. Fórmula refranil para aludir a la mala suerte de un individuo. como me la recetó el doctor. Libidinosa ex- presión –por lo general empleada por un anciano calenturiento– para exaltar las cualidades físicas de una dama. Véase guayigol. como mosco en leche. Utilízase para indicar la inoportuna presencia de un individuo descontex- tualizado. De acuerdo con el concepto encerrado
  • 74. (71) *bogotálogo en la frase –equivocado, por cierto– el color blan- co de la leche es símbolo de pureza e higiene. ¡cómo ño, moñito! Expresión odiosa empleada para poner de manifiesto la incredulidad ante el testimonio de un individuo determinado. como pa'l gasto. Dícese de aquello que, sin acercarse a lo ideal, amerita algo de atención. como pepa de guama. Expulsión o salida veloz de un determinado espacio. La expresión tiene su origen en el curioso movimiento de proyectil con el que el hueso del reconocido fruto suele abando- nar su corteza al serle propinado un golpe seco. como quien no quiere la cosa. El llamado colombiano al sigilo. Se trata de una lección pre- cautelativa con pocos símiles en el planeta. Obrar ‘como quien no quiere la cosa’se equipara a ir con cuidado, con disimulo. Por lo general la mayor parte de delitos, peculados, adjudicaciones irregu- lares de contratos, prevaricatos y enriquecimien- tos ilícitos en el país se lleva a cabo‘como quien no quiere la cosa’. como un lulo. Símil un tanto extraño para aludir a la solvencia pecuniaria de un individuo. como un putas. De manera intensa y persistente. ¿cómo vamos ahí? Lema subterráneo de polí- ticos clientelistas y corruptos, es primo hermano del‘donde comen uno comen tres’o del un tanto más burdo‘sacar tajada’. Es una invitación formal a tomar partido igualitario de bienes pertene- cientes a la esfera pública.‘¿Cómo vamos ahí?’ significa, al entender de los más sabios colombia- nólogos:‘en últimas, de este negocito ¿cuánto me queda a mí (sic) y cuánto a usted?’Todo esto su- cedido por un llamado a‘no pisarnos las mangue- ras’. Nada de raro tiene la reunión de dos ladrones tras la consumación de algún acto delincuencial iniciada con las palabras protocolarias de‘¿cómo vamos ahí?’. como vamos, vamos bien. Vivir con la incerti- dumbre a cuestas, acompañados, eso sí, por algo de resignación, es uno de los pasatiempos forza- dos predilectos de cada corazón colombiano que crea ser merecedor de tan honroso gentilicio. El suponer, por ejemplo y desde hace mucho tiempo, despropósitos del tono de“el país va mal, pero la economía va bien”, ha servido para ocultar la proverbial mediocridad de nuestra clase electora y dirigente. Es técnica, espiritual, académica y socialmente imposible que un país y su economía vayan en contravía. como volador sin palo. Expresión en franca vía de extinción utilizada para aludir a una veloz fuga emprendida por un individuo. La desaparición de los expendios de pólvora y la quiebra de industrias tales como Chispitas Mariposa y Estrellitas Torero –por cuenta de una prohibición oficial– hacen que la figura haya perdido vigencia. complejo Bochica. Extraña forma de afección comportamental consistente en considerar supe- rior a todo lo foráneo. El concepto está fundamen- tado en la acogida brindada por el pueblo muisca a su gran señor Bochica, supuesto maestro en las artes de la orfebrería, hilado y agricultura, cuyo fenotipo y origen, según reza la leyenda, denota- ban una procedencia extranjera. componerse. Aliviarse. Mejorarse. Mejorar el aspecto físico. comprimido. Pequeño documento plegable escrito en letra casi microscópica, del que algunos estudiantes suelen valerse como recurso para recordar un dato determinado en medio de alguna rutina de evaluación en colegios y escuelas públi- cas. Puesto que aún muchos siguen creyendo en la educación fundamentada en el aprendizaje de datos, tal medida se mantiene vigente en las prác- ticas corrientes de muchos futuros ciudadanos de bien, aunque el advenimiento del SMS, blackbe- rries y otras ayudas ha terminado por desplazarlo. con esa pierna… ¿pa’ qué la otra? Burda manera de halago en la que, singularizando la
  • 75. (72) alusión a las extremidades inferiores, se pretende lograr un juego de palabras que por lo general – lejos de provocar alegría en quien inspira la frase– suele generarle repudio. con mañita. Cuidadosa, delicada y sutilmente. concha. Véase conchudo. conchudo. Indelicado. Descarado. Se usa para referirse a quien solicita favores incómodos con demasiada frecuencia, a quien abusa de la amabi- lidad de sus conocidos o a quien carece de tacto. concierto de conciertos. Primer gran evento musical llevado a cabo en el Estadio Nemesio Camacho El Campín. Tuvo lugar el 17 de septiem- bre de 1988 y contó con la presencia de Compañía Ilimitada, Océano, Pasaporte, Timbiriche, José Feliciano, Franco de Vita, Toreros Muertos, Prisio- neros y Miguel Mateos. Los más ignorantes, des- conocedores de que la historia del Rock en Cas- tellano no comenzó con este evento ni con el pos- terior Rock al Parque, han cometido la descarada osadía de llamarlo‘El Woodstock colombiano’, sin considerar que años atrás recitales como El Fes- tival de la Vida, en el Parque Nacional de Bogotá, o Ancón, en Antioquia, tuvieron características sin duda más importantes que éste. condenillo. Individuo perverso y mezquino que causa perjuicio. cóndor de los Andes. 1. Especie de ave falconiforme y carroñera de la familia cathartidae. Los nativos quechuas lo llama- ban kúntur. Habita en la cordillera de los Andes y en las costas suramericanas cercanas al Océano Pacífico. Es la más grande ave voladora del mun- do. Hay cóndores en Argentina, Bolivia, Chile, Co- lombia, Ecuador y Perú. 2. Fallida institución balompédica de la que se pensó sería la primera en ganar el torneo de as- censo. conejo, hacer. Marcharse de un establecimiento comercial, por lo general un restaurante, bar o tienda, sin cancelar el emolumento correspon- diente a la cuenta. Ignorar deliberada y deshones- tamente una deuda u obligación comercial. confunda, pero no ofenda. Expresión de disgusto en la que se indica al interlocutor lo desafortunado de una asociación mental o de una equivocación en la que el hablante haya sido invo- lucrado. congresito. Cursi denominación oficial otorgada a la Comisión Especial que durante el periodo de interinidad en el que el Congreso de la República perdió sus facultades (entre 1990 y 1991) suplió su ausencia transitoria. conmigo es diciendo y haciendo. Fórmula de ufanación empleada por quienes desean pa- vonearse a causa de su alto y veloz poder de eje- cución. El lema“diciendo y haciendo”fue inmor- talizado por Andrés Pastrana Arango, durante su campaña a la alcaldía de Bogotá para el período 1988-1990. conservador. Una de las dos colectividades po- líticas históricamente mayoritarias. Su ideología está fundamentada en la exaltación de los valores tradicionales. Fue fundado en 1849 por Mariano Ospina Rodríguez y el escritor y humanista José Eusebio Caro. consiguió la licencia en un tamal. Cómica fórmula empleada para realzar las escasas habi- lidades de un individuo al volante, endilgando a la casualidad el fortuito hecho de que éste posea una licencia de conducción. Véase buñuelo, especiali- dad en damas y hombres nerviosos. contando moneditas delante del pobre. Lastimera figura utilizada por quienes, al experi- mentar cierta especie de envidia cachonda y lúbri- ca después de ver a una pareja abandonada a los escarceos amorosos en un contexto público. Véase páguele motel, páguele pieza. continuismo. Hábito político tipificado a partir de los años 90 del siglo XX, consistente en la pre-
  • 76. (73) *bogotálogo valencia en el poder de una determinada corriente política o de uno de sus dignatarios. contraflujo. Medida de movilidad consistente en cambiar el sentido de una vida doble en una sola dirección, para aligerar el tránsito de vehículos en horas críticas del día. Véase pico y placa. contramaestro. En la construcción, auxiliar del maestro de obra, con la suficiente idoneidad como para supervisar el trabajo de albañiles. conversa. Apócope de conversación, de evidente mal gusto. cooperativa. En la jerga escolar, especie de comisariato dedicado a la venta de comestibles y golosinas. copetón. Típica ave bogotana conocida con el nombre genérico de zonotrichia capensis. Su pre- sencia es común a lo largo de toda la ciudad, más que la de cualquier otro animal, descontando ratas, ratones y cucarachas. Hay quienes dan un carácter más bogotano al mirlo, especie mucho más agresiva de hábitos marrulleros y capacidad de adaptación superior. copetón, estar. Estado eufórico provocado por la ingesta copiosa de destilados y añejos. copialina. En la jerga estudiantil, acción de co- piar el contenido de una evaluación ajena o de un comprimido. Pequeño texto camuflado con la res- puesta a una pregunta determinada. corabastos. Véase abastos. corbata. Cargo burocrático entregado por in- fluencia política sin mérito alguno y por lo general muy fácil de realizar. cordonazo de san Francisco. Aguacero. Según una leyenda popular compartida con otros pue- blos, cuando san Francisco de Asís era atacado por el diablo, contestaba a sus embates golpeán- dolo con el cordón que llevaba atado al cinto, lo que desataba una gran tormenta en Bogotá. La presencia del río San Francisco (llamado por los nativos Viracachá y localizado bajo la actual aveni- da Jiménez, desde los cerros orientales) acentuó tal creencia en los bogotanos. corotos. 1. Posesiones que han de ser transportadas en una mudanza. 2. Propiedades de escaso valor. correrle la butaca. Llevar a cabo gestiones hi- pócritas para despojar a alguien de su trabajo o de su posición con objeto de, a su vez, quedarse con ellos. Véase chupamedias, sapo, lambeculos. correrse. Arrepentirse de una decisión en apa- riencia ya tomada. Adiela me iba a prestar la plata, pero se corrió. Véase mamarse, patrasearse. corrientazo. 1. Platillo económico de baja elaboración, servido a guisa de almuerzo, cuya calidad, no obstante, según su vendedor, goza de apreciable excelencia. El término fue popularizado a comienzos del siglo XXI por la exitosa telenovela‘Yo soy Betty la fea’. (corabastos)
  • 77. (74) Tiene el ingenio de unir tres significados distintos en una sola expresión 2. Descarga de corriente eléctrica. Electrocución. corroncho. 1. Oriundo de la costa caribe. 2. Individuo de maneras burdas y poco refinadas. cortar el chorro. Suspender a un individuo el flujo de dinero o de auspicios. cosa, la. Fórmula burda para aludir al órgano sexual femenino. coscorria. Individuo indeseable. coscorrón. Molesto y peligroso golpe propinado con el puño sobre la superficie craneana. cosiacar. Verbo polisémico empleado por quie- nes desconocen la expresión correcta para refe- rirse a determinada actividad. cosiaco. Barbarismo simplista para aludir a un objeto cualquiera cuyo nombre no es recordado por el hablante. cosiánfiro. Sustantivo versátil utilizado por quienes carecen de recursos dialécticos para re- ferirse a cualquier objeto, en la misma forma en que‘fulano’se emplea para aludir a un individuo cualquiera. cosianfirulo. Véase cosiánfiro. cosiatar. Véase cosiacar. (cosiaco) El linotipista frente a la máquina, 1942. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
  • 78. (75) *bogotálogo cosita seria. Individuo peligroso e impredecible del que hay que cuidarse. costalazo. Caída. costeño. Oriundo de la costa caribe colombiana. costillas, a. Por cuenta de alguien. A costa de al- guien. La clase dirigente colombiana lleva 200 años viviendo a costillas de los pobres. Véase coche, ir en, marranear, tinterillo. cota. Chibchismo. Rizo. Crespo. cotejo. Competencia deportiva. cotice. Conquista amorosa. Acto de conquistar, por lo general revestido de toda suerte de even- tualidades ridículas. Véase boleta, marranear, rumbearse. cotizas. Especie de calzado similar a las alpar- gatas. cotizón. Individuo capaz de cautivar el amor de alguien con facilidad. Dícese de quien se dedica prioritariamente a tal fin. cotudo. Individuo ingenuo. cream. Establecimiento típico de las décadas comprendidas entre los 50 y 70 del siglo XX en el que se expendían helados, hamburguesas y diversos alimentos. Los‘creams’fueron los pri- meros restaurantes tipo‘drive thru’fundados en la ciudad. El más famoso de éstos –el Cream He- lado– era una cadena de heladerías de la Bogotá de los 60 y 70 del siglo XX, y fue la preferida por los jóvenes de clases medias altas de los sectores aledaños a La Soledad y el Antiguo Country. El lugar entró en franca decadencia al comenzar los 80, lo que derivó en su cierre. crema. De alta categoría. Exclusivo. cremoso. Vulgarismo para aludir a un individuo de modales y hábitos en exceso refinados. crespa. Meretriz. criaturo. Pequeñuelo. Se utiliza también para aludir en forma irónica a un jovencito travieso y cruel. criollo. Durante la dominación hispánica, hijo de españoles nacido en América. Parte del afán inde- pendentista por parte de los americanos radicaba en la imposibilidad de los miembros de su élite para acceder a cargos de relevancia. cripa. Variedad de marihuana obtenida mediante diversos procesos de cultivo, caracterizada por su alto contenido de tetrahidrocanabinol. Algunos relacionan su nombre con el de la kriptonita. cruce. Vulgarismo en principio utilizado para aludir al intercambio de favores. En la actualidad representa el favor en sí mismo. ¡cruce esta raya y su madre lo llora! Por regla general esta oración –seguida de un esputo amenazante, a su vez demarcado en el asfalto con el zapato College La Corona de cualquier enojado trashumante de nuestras calles– es una poética muestra de ingenio, bastante más amable y me- nos amenazante que el también muy nacionalista y vengativo‘lo tengo entre ceja y ceja’. El afán fratricida y violento que encierra, de todas formas, es imperdonable. cuadra picha. Distrito de bares del sur de Bogo- tá, ubicado en cercanías a la avenida Primero de Mayo. Si bien su aspecto es más imponente que el de las calles 82 y 93 y sus precios más bajos, la mala costumbre de acosar a los clientes y de no emplear datafonos marca una diferencia con su similar norteña; sus avisos de neón y la variedad musical ofrecida le dan, sin duda, un aspecto más cosmopolita. cuadrar. 1. Ajustar. 2. Formalizar un compromiso sentimental. 3. Dicho de un vehículo automotriz, estacionar. cuadrarse. 1. Formalizar un noviazgo. 2. Solventar un desajuste económico. cuajada. Especie de queso insípido elaborado con leche de vaca, de bajo contenido graso.
  • 79. (76) cuajada con melao. Postre elaborado a partir de la cuajada y cierto tipo de jarabe melifluo y azucarado. cuajado. Individuo grande y de musculatura pro- minente. cuarto, hacer. Propiciar el momento y lugar para que un determinado acontecimiento se desa- rrolle en forma expedita. Se utiliza, por lo general, para aludir a quien sirve de alcahueta en un de- terminado amangualamiento, bien sea laboral o erótico. cuba. Hijo menor. cubio. Tropaeolum tuberosum. Polémico tubér- culo, extraído de una planta herbácea de hábitos rastreros, crecimiento erecto, follaje compacto y alto contenido de ácido ascórbico. Su sabor es agrio y su aspecto accidentado. Es consumido por ciertos habitantes del aliplano cundiboyacense. Los cubios no admiten términos medios. Por tal razón sus amantes o detractores se dividen en dos bandos irreconciliables. En su acepción más generosa y poética es conocido como“camarón de tierra”. cuca. 1. Vagina. 2. Especie de galleta de color oscuro y forma redonda elaborada con panela, harina, azúcar o melaza. Aunque su origen parece ser antioque- ño, la presentación en los paquetes personales para escolares las ha hecho populares en Bo- gotá. cuca patada. Amigable juego de pelota simi- lar al fútbol y consistente en conseguir que la bola atraviese bajo las piernas del rival, hecho que de inmediato le confiere al derrotado el inalienable derecho a recibir una reconfortante y enérgica tanda de patadas por parte de sus contendores. cucarachero. Avecilla insectívora de color pardo rojizo en la parte superior y marrón en el vientre. Su tamaño oscila entre los 10 y los 13 centímetros. Se caracteriza por su nervioso aletear y por sus movimientos veloces. Se le llama así por su costumbre característica de alimentarse de cucarachas. Troglodytes aedon. Tan típica criatura dio lugar a una legendaria composición de Jorge Áñez titulada ‘Los cuca- racheros’, conocida como una de las más típicas de la ciudad. cucarrón. 1. Homosexual. 2. Conversación de fondo, a manera de zumbido, cuyo fin es arrullar a quien trata de dormirse. cucha. 1. Anciana. 2. Maestra, por lo general en un plantel de edu- cación media vocacional. 3. Progenitora. 4. Pez ornamental de agua dulce, conocido con el nombre científico de ancistrus triradiatus. Es costumbre de los vendedores inescrupulosos de las tiendas de mascotas en la ciudad el mezclar sin discriminación distintas especies de peces independientemente de la temperatura o el ph ideal para su óptima supervivencia. Los acuaris- tas suelen referirse a las‘cuchas’como especies no ornamentales, cuyo valor práctico se reduce a cooperar con la limpieza de los tanques. (cuajada con melao)
  • 80. (77) *bogotálogo (cucha) Mujer de la tercera edad arreglando verduras, 1940. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
  • 81. (78) cuchacha. Híbrido entre dama de avanzada edad y jovencita. Cucha y muchacha a la vez. cucharear. Molesta costumbre de individuos golosos y angurrientos consistente en husmear con su cuchara en las ollas o platos de los comen- sales vecinos. cuchas, de. Arcaísmo empleado para aludir a quien llegaba de último en una determinada com- petencia. cuchaviva. Dios chibcha del aire y el arco iris. cuchibarbie. Dama a la que, allende su avanza- da edad, el tiempo sigue tratando con la suficiente generosidad como para ser considerada deseable en forma casi unánime. cuchipanda, a la. Véase a la guachapanda, ley de Charles. cuchis, de. De amores. Afectuosamente. cucho. 1. Anciano. 2. Progenitor. 3. Maestro. cuchubos. Bolsas de cuero amarradas a las si- llas de montar, muy populares antes de la llegada del automóvil a la ciudad. cuchuco. 1. Sopa espesa elaborada a base de maíz, ceba- da o trigo en presentación de grano pelado, en la mayoría de los casos bañada en sustancia de carne vacuna, bovina y porcina, y acompañada de arvejas, zanahoria, patatas picadas y especias tales como cilantro, laurel y guascas. 2. Tradicional personaje de la Bogotá de prin- cipios de siglo XX, cuyo verdadero nombre era Pablo Flórez. Conocedor de letras y filosofía, y dueño de un excepcional sentido del humor, no obstante su casi absoluta indigencia Cuchuco ornó a la ciudad con sus frases sabias y su gracia particular durante buena parte de esta centuria. Véase locos bogotanos. cuchuflí. Objeto cualquiera. Durante los 80 Car- los Antonio Vélez y Hernán Peláez –presentadores del legendario magazín deportivo‘Cromadeportes de Cromavisión’y modelos oficiales de cierta en- tidad bancaria de corte cooperativo– aplicaron el término a un extraño dispositivo de utilería con el que se suponía podían controlar un reproductor de VCR en el que se retransmitían jugadas desta- cadas. También hubo un llavero con resorte al que se adjudicó tal título. cuchumina. Copulatriz. cuco. Tierno. Agraciado. cucos. Calzones. Bragas. cucota. Forma ramplona y vulgar para referirse a una dama en extremo atractiva. cucurucho. Cúspide. Cima. cuenta de cobro. Aborrecible documento exigi- do por ciertas empresas con el fin de dilatar los pagos a sus proveedores y contratistas. cuero. 1. Balón de fútbol. 2. Lámina de papel de arroz destinada a servir de revestimiento a alguna hierba para fumar. cuetiado. Dícese de un objeto estropeado o de un cadáver. cuhuca. En lengua chibcha, oreja. cuhuca chie. En lengua chibcha, oído. cuhupcua. En lengua chibcha, unidad de medida equivalente a siete. cuidandero. Individuo encargado de la vigilancia de una propiedad rural o latifundio, por lo general tan sólo habitada por él mismo y los suyos. culebra. Deuda. Cobrador. Acreencia morosa. ‘El culebro’fue un remoquete cariñoso con el que el país recuerda al fallecido actor televisivo Hernando Casanova. Pocos saben que su apodo de‘culebro’ se debe a un célebre personaje de cobrador por él interpretado en la comedia televisiva‘Yo y tú’. culiar. Tener relaciones sexuales. culicagado. Niño. Jovenzuelo inmaduro e imberbe.
  • 82. (79) *bogotálogo culichupado. De nalgas enjutas. culillo. Cobardía. Temor. Inseguridad. culión. Individuo libidinoso y promiscuo, adicto a las lides amatorias. culipronto. 1. Individuo fogoso y promiscuo, cuya presteza a involucrarse en dinámicas copulatorias (de tipo hetero y homoerótico) suele ser ponderada entre sus conocidos. 2. Individuo que por dar demasiada celeridad a sus acciones –y por lo general de manera ingenua y bondadosa– tiende a obrar de manera poco ra- zonable. culo, importar un. 1. Dícese de algo intrascendente o a lo que se desea restar relevancia. 2. Estúpido. Vano. Superficial. Inmaduro. culo de. Sufijo de origen caribeño empleado para aludir a algo destacable. ¡Culo de apartamento el que me conseguí! culumpio. Barbarismo aleve para‘columpio’. cumbamba. Quijada. cuncho. Residuo líquido de alguna bebida en el fondo de un envase. Cundinamarca. Nombre empleado en 1886 para bautizar la extensión territorial y la sub- división política de la que Bogotá es capital. Al parecer fue el resultado de una deformación del quechua ‘kuntur marqa’, cuya traducción aproximada al castellano sería “nido del cón- dor” o “lugar en donde habita el dios Con (Cón- dor)”. Hay quienes afirman que el verdadero significado del término era “región grande”. De acuerdo con ciertos cronistas, los nativos de los actuales Perú y Ecuador sostenían dinámicas relaciones comerciales con pueblos extranjeros (presumiblemente chibchas), a cuyo país llama- ban Cundirumarca, Cundelumarca y Condelmar- ca. Al final, la expresión fue unificada en un más simple de pronunciar Cundinamarca. Dado que el sufijo ‘marca’ era empleado en el castellano como abreviatura de Cundinamarca, el término en últimas significaría algo así como “comarca del cóndor”. cuquera. Ternura. cura. Aguacate. Banda adhesiva antiséptica em- pleada para cubrir heridas menores. curruncho. Dinámica lúdica consistente en adi- vinar qué mano esconde un objeto determinado. currutaco. Individuo infantil. cursiar. Excretar. cursos. Afección diarreica. curubito. Estado de jerarquía superior en una determinada colectividad. Preeminencia. cusumbosolo. Individuo solitario y de hábitos poco sociales. Hay quienes creen que la expresión está relacionada con un viejo seriado televisivo llamado‘Cusumbo’, del que no es posible conse- guir un solo capítulo, como documento audiovi- sual, y cuyo personaje protagónico era un caris- mático pequeñuelo de la calle. cutre. Hispanismo de reciente cuño alusivo a un individuo u objeto burdo y falto de gusto. cuza. En lengua chibcha, peinilla.
  • 83. (80) dañado. 1. Expresión popular en Antioquia y el Antiguo Caldas para aludir a un homosexual, hoy adoptada por algunos capitalinos. 2. Degenerado. daño de estómago. Afección estomacal carac- terizada por eventuales episodios diarreicos e intensos dolores. dar cachucha. Hacer uso excesivo de un electro- doméstico o maquinaria determinada. dar clavija. Dejar en desventaja al contrario en una negociación. dar garra. Excederse en una determinada acti- vidad. dar piso. En la jerga sicarial, asesinar. darlo. Rendirse a los requerimientos amatorios de un determinado individuo. darse. En la jerga juvenil, besarse. dárselas. Blasonar en torno a un exagerado mé- rito propio. de culos pa’l estanco. Expresión ilustrativa con la que se hace alusión a la trayectoria descenden- te y trágica de un individuo. deje los santos quietos. Solicitud poco piado- sa cuyo objetivo es demostrar al interlocutor la inconveniencia de sumirse en una determinada empresa. de malas, como la piraña mueca. Apocalíp- tico concepto con el que se pretende aludir a un giro macabro de la fortuna, en donde un individuo se ve desprovisto de herramientas y armas para enfrentar el batallar cotidiano de la vida. de mejores casas me han echado. Fórmula de consuelo utilizada por quien, después de ha- ber sido expulsado de un hogar a causa de algún proceder imprudente, decide restar trascenden- cia al hecho, aludiendo a los muchos lugares de mayor abolengo de los que ha sido marginado. La expresión, lejos de dignificar a quien la pronuncia, termina por desacreditarlo todavía más. de pipí cogido. Úsase para aludir a dos indi- viduos envueltos en una estrecha relación de compinchería y amistad que en modo alguno debe confundirse con dinámica homoerótica alguna. decomisar. Odiosa costumbre ejercida por los micropoderes del ámbito escolar, consistente en retener determinadas posesiones de los estudian- tes (bien sea alimentos, balones, prendas, jugue- tes o dispositivos electrónicos para la reproduc- ción de música), con la anuencia de los cuerpos directivos. dedicársela. Convertir a un individuo determina- do en el permanente blanco de mofas o de acosos. dedo, a. 1. Transportarse mediante la modalidad de‘auto- stop’. Como no había buses me tocó irme a dedo. 2. Adjudicación de un cargo mediada por la capri- chosa decisión de un solo individuo influyente. dedo, dar. Satisfacer los ímpetus sexuales feme- ninos mediante el uso dactilar. dedo, echar. Solicitar transporte mediante el clásico sistema de‘autostop’. deje así. Antigua expresión empleada para ter- minar de manera abrupta una charla, discusión o transacción. Por desgracia ésta fue arrebatada del corazón de las clases populares bogotanas por cierto comediante especializado en el arte del ‘stand-up’. dejen de comer pan delante del pobre. Véa- se contando moneditas delante del pobre. d
  • 84. (81) *bogotálogo dejen miar al macho. Expresión propia de la jerga agropecuaria, en principio empleada para indicar a los presentes en una faena reproductiva veterinaria, la necesidad de dar espera al macho para deshacerse de sus efluvios urinarios antes del ayuntamiento. Con el tiempo ésta comenzó a ser utilizada para solicitar al interlocutor tener paciencia o abandonar la excesiva prisa en el de- sarrollo de una actividad determinada. del cuento. En la jerga endogámica homosexual, expresión en clave para aludir a quien comparte tales predilecciones eróticas. dele. Voz aprobatoria que antecede a una acción que ha de ser llevada a cabo por el interlocutor. Véase hágale. ¡dele, dele, que el golpe avisa! Premonitoria voz –por lo general procedente de quien guía a un conductor en un aparcadero– con el macabro pro- pósito de ponerlo en alerta con respecto al inmi- nente peligro de sufrir una colisión con una de las tapias del lugar, uno de sus muros de contención, columnas o –en el más grave de los casos– con otro automóvil, casi siempre de alta gama. La expresión es también un llamado a continuar contra todos los pronósticos. Una convocación sagrada a la aventura. A proseguir con ciega fe, sin miramientos o consideraciones preventivas ni analíticas, sin tener idea alguna de lo que pueda ocurrir. Muchos servidores públicos, contratistas oficiales, reparchadores de vías y demás la siguen con entusiasmo. En ocasiones el golpe avisa… y mata. Véase chitiado. dele pa’delante, que pa’trás asustan. Esta refranil prima hermana de“echao pa’lante”y “pa’trás ni pa’coger impulso”, es sin duda la predilecta de motivadores y positivistas consuma- dos de la estirpe Duque Linares y otros más. El pretexto es que no debemos dar marcha atrás en nuestros ímpetus progresistas. La realidad es que no mirar en retrospectiva es uno de los más co- munes errores del colombiano y que la amnesia, generada a conveniencia de quienes la promulgan, es una de las formas más dañinas de esconder- se del pasado. Aquello de que“pa’trás asustan” parece más bien un llamado a negarnos a las vulgaridades y vergüenzas de un pasado que en definitiva no queremos recordar o que intentamos hacer ver en falsos colores de nostalgia. deli. Aborrecible apócope de delicioso, de cuño reciente. delicarse. En lengua vulgar, enojarse o moles- tarse por causa de alguna indelicadeza. derramarse. Lanzar la simiente masculina en medio de una faena de autoerotismo o copulatoria. desarrollarse. Vulgarismo para aludir al acto eyaculatorio. desayunadero. Peculiar instalación dedicada al expendio de alimentos nocturnos, por lo general consumidos en las postrimerías de algún festejo, con el sano propósito de aplacar una galopante resaca. Entre sus platillos más connotados suelen encontrarse la changua, el caldo de costilla, el calentado y los huevos al gusto. desbarata un balín. Fórmula hiperbólica para aludir a la empresa quimérica e irrealizable de desarmar un objeto macizo de forma esférica, sólo posible para un infante bendecido con el don de la destrucción. desbrevado. Arcaísmo empleado para referirse a un individuo obsesionado con el estudio. descachalandrado. Individuo descuidado en el vestir. descachar. Equivocar un cálculo. Errar el blanco. Desacertar a la hora de atrapar un objeto o de realizar un determinado lance en una competen- cia de habilidad. descaderado. Tipo de pantalón cuya parte supe- rior linda con las zonas pudendas. descalzos. En tiempos de la Conquista, gente del común.
  • 85. (82) descalzurriao. Dícese de quien lleva sus panta- lones descolgados, por debajo de la cintura. Véase descanzurriao. descambiar. 1. En el lenguaje vulgar de individuos poco cultiva- dos, cambiar dinero en billetes o monedas de alta denominación por la misma cantidad en unidades de baja. 2. Intercambiar caramelos, cartas, postales o es- tampitas. descanzurriao. Desarreglado. descarachado. Objeto metálico al que se le ha caído parte de su pintura. descarachar. Perder por voluntad propia o sin ella, una costra de sangre. descarapelar. Mudar de piel después de haber- se expuesto al sol. descaspar. Proceso de renovación de la piel que- mada por el sol. deschavetado. Desequilibrado mental. Falto de cordura y de razón. descochinflar. Desajustar. descocorotar. Romper. Quebrar. Estropear. desconchiflar. Véase desconchinflar. desconchinflar. Desgonzar. descorchar. Desflorar a una dama. descorche. Tarifa cobrada por algunos estable- cimientos para permitir el consumo de bebidas alcohólicas no expendidas dentro de sus instala- ciones. descremarse. En lengua de baja estofa, despo- jarse del flujo seminal. descrestar calentanos. Sorprender a alguien de provincia con alguna insignificancia citadina. descrestar. Sorprender a alguien en forma favo- rable. Contrario a lo que la mayor parte de diccio- narios parece indicar, el descreste no es necesa- riamente una forma de engaño. descuadrarse. Sufrir un desajuste económico. descuerar. Murmurar en contra de un individuo o poner sus defectos en evidencia. Levantar testi- monios falsos que perjudican a alguien. descularse. Caer de manera estrepitosa. desechable. Aborrecible y fascista sustantivo uti- lizado por algunos para aludir a los que padecen condiciones de indigencia. desenchiparse. Enojarse. desenculebrarse. Salir de deudas. desenguayabe. Proceso bioquímico de cura posterior a una ingesta etílica, cuya piedra angular es aquella de“el guayabo es para los pobres”, en la que –se supone– toda resaca es susceptible de curarse consumiendo aún más alcohol. desentejado. Caballero fligido por la calvicie frontocoronaria. desgalamido. Véase esgalamido. desgaretado. Objeto, prenda o individuo en con- diciones de desgaste. desgonzarse. Quedar exánime por causa del cansancio o la enfermedad. desgualetado. Desarreglado. Mal acicalado. desguarambilado. Extenuado. Desarreglado. deshorizontado. Sin horizontes ni destino in- mediato alguno. Desubicado. Desorientado. desinflado. Individuo desencantado y defraudado. desjaretado. Cerrado de manera incorrecta. Medio abierto. (descuerar)
  • 86. (83) *bogotálogo desjetado. 1. Sin boca. 2. Prenda de vestir con el cuello ancho por la ac- ción de la gravedad. desjetar. Despojar a alguien de su boca. desjetarse. Apurarse en exceso por la ejecución de una tarea o deber. Véase cepillero, lambón, la- garto. desmechuzado. Despeinado. De pelo achilado. desmierdado. Dícese de aquello que se mueve a muy alta velocidad. desmoñar. Proceso artesanal de separación de las semillas y las hojas de marihuana antes de su consumo. desmueletado. Desprovisto de dientes. desnucadero. Motel. Reducto apropiado para la cópula subrepticia. desorejado. Individuo despojado de oído o de virtudes musicales. despalomado. Individuo ensimismado y distraí- do. desparchado. Aburrido. Despojado de planes o de actividades por realizar en compañía de otros. desparche. Inactividad. Soledad. Abandono. Abu- rrimiento. despelucado. Despeinado. despeluque. Desorden festivo. despepado. De forma veloz y nerviosa. despepar. Extraer las semillas de la marihuana con el fin de optimizar la combustión de la hierba. En la creencia popular de los consumidores habi- tuales de THC, el obviar esta práctica favorece la formación de acné facial. despepitado. Salir con velocidad. despicar. Quitar el pico a un recipiente. desporrondigarse. Caer al piso en posición extendida. Despedazarse. después de ojo afuera, no hay santa Lucía que valga. Llamado a la razón para indicar que, más allá de los poderes atribuidos a los grandes santos de la madre Iglesia católica y romana, hay situaciones dramáticas e irresolubles. despulgar. Retirar las pulgas de una superficie o criatura. destrabe. Distracción, por lo general posterior a la ingesta de algún estupefaciente. destutanarse. Acción y efecto de caer con brus- quedad y hacerse daño. desvare. 1. Acción y efecto de poner en marcha un vehículo automotor. 2. Oficio informal o negocio desfavorable empren- didos con el objeto de sobrevivir. Véase peña, rebusque. desvirolado. Individuo desorientado o carente de raciocinio. detroit. En la jerga callejera, detrás. diagonal. Extraña categorización de la nomen- clatura bogotana utilizada para aludir a aquellas calles que, aun siendo transversales a los cerros, no son llamadas en esa forma, sino diagonales. Aunque ello resulta difícil de comprobar, es bas- tante probable que en el momento de realizar el caótico trazado urbano local y de bautizar aveni- das, carreras y calles con cifras, algún descuidado haya omitido una de las últimas, por lo que, en un recurso de emergencia típicamente colombiano, se haya inventado las diagonales para cubrir el error. Dos sectores famosos por la proliferación de diagonales y transversales son Palermo y Teusaquillo. Véase transversal. dietético. Autobús de gran calado y bajo pre- supuesto. Comenzó a llamársele así dado que, debido al exceso de pasajeros, el reducido espacio dificultaba el viaje de quienes padecían de sobre- peso. dijes, a los. Expresión propia de la jerga balom- pédica callejera. Es empleada en los encuentros futbolísticos cuando uno de los jugadores pide a su compañero el suministro del esférico por vía
  • 87. (84) (desparche) Trabajadores frente a la fábrica de maltina, se observa el paso del tranvía, 1940. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
  • 88. (85) *bogotálogo aérea, para que éste, a su propia vez, lo detenga con el pecho. ¡Venga, Chucho!: a los dijes. direct tv. Dícese de quien se encuentra pertur- bado por causa de una aflicción diarreica. disco. Canción. Durante los años en los que la banda de Amplitud Modulada –AM– dominaba las ondas hertzianas de la ciudad, en los que además el formato de disco sencillo de dos caras seguía teniendo relevancia, los bogotanos solían referirse a una canción determinada que sonaba en el tran- sistor como‘disco’o –de tratarse de su favorita entre las favoritas– como‘mi disco’. discos de la torre. Denominación cariñosa y un tanto caricaturesca con la que algunos comprado- res de discos compactos y libros suelen aludir a la agonizante tienda de música Tower Records. disculpemen (sic) su educación. Fórmula de afabilidad propia de vendedores ambulantes de autobús y mendigos, que suele preceder a la oferta de un producto (por lo general bolígrafos, golosinas o cuadernillos didácticos) o a la solicitud de dádivas económicas voluntarias. distrave. Distracción. Pasatiempo de emergencia. Sus orígenes tempranos se remontan al término ‘destrabe’, empleado por los consumidores de es- tupefacientes en los 60 para referirse a los rituales de recuperación posteriores a la culminación del efecto de las sustancias psicoactivas en su orga- nismo. El término parece aludir al nombre de una firma distribuidora de aves crudas y asadas. ¡divino!. Expresión típicamente femenina para aludir a la ternura o a la gracia física de algún miembro del sexo opuesto. También se constituye en una forma descarada de lambonería con el propósito de ejercer el muy femenino arte del ma- rraneo y la explotación, amparado en los encantos del mal llamado sexo débil. doctor. Inexplicable formalismo empleado por los capitalinos y el resto de colombianos para aludir a quien, sin ostentar un título de doctorado (dietético)
  • 89. (86) ni haberse recibido como galeno, es considerado por el hablante como superior en jerarquía. dolarete. En palabras vulgares y de gusto dudo- so, dólar. don. Prefijo un tanto servil, cuyo significado (ba- sado en las siglas del término‘de origen noble’) es desconocido por la mayoría de quienes lo em- plean para aludir a un superior. donde comen dos, comen tres. Prueba legible y audible de la generosidad bogotana y de la capa- cidad de resignación de los habitantes del altipla- no cundiboyacense a la hora de tasar los comesti- bles o recursos económicos. Es utilizada, además, tal como ocurrió en el largometraje‘La gente de La Universal’, para ilustrar la posibilidad de repar- tir los sobornos de manera justa e igualitaria. donde comen tres, comen cuatro. Variante del clásico‘donde comen dos, comen tres’, basada en un algoritmo aún mayor. ¿dónde estufo? Exclamación humorística, cuya risibilidad ya ha ido perdiéndose por cuenta del uso excesivo, empleada en sus orígenes para in- dicar al interlocutor las emanaciones pestilentes de su aliento etilizado, tras una faena de copiosas libaciones alcohólicas. ¿dónde hago la raya? Vulgarismo empleado para demostrar sorpresa ante lo inusual de una situación. doña Blanca. Taza del excretorio. Por lo gene- ral la expresión suele emplearse en el momento de trasbocar, en medio de un molesto episodio de náuseas provocado por la excesiva ingesta de licor, enmarcada en la clásica frase“Voy a hacer un depósito en doña Blanca a la cuenta del río Bogotá”. ¿dormimos juntos, que no saluda? Fórmula de reclamo utilizada para quien –tras presentarse en un lugar determinado– olvida decir hola a los presentes. Está basada en la creencia popular de que aquellos que pernoctan en un mismo espacio no ven necesario saludar en las mañanas. draconiano. Miembro de una de las dos subdi- visiones del liberalismo durante la segunda mitad del siglo XIX. Los draconianos defendían el inter- vencionismo del Estado y una economía proteccio- nista con la que se pretendía frenar el crecimiento de los grandes comerciantes, lo que los hizo me- recedores del apoyo de artesanos y de militares. Los draconianos tuvieron en los gólgotas a sus mejores adversarios. drogo. Consumidor inveterado de estupefacien- tes. Véase drulo, sollado. drulo. 1. Asiduo consumidor de píldoras sicotrópicas. La expresión se deriva de una pastilla conocida con el nombre de drula o‘lemon 714’. Véase drogo, pepo, sollado. 2. El término se emplea también para aludir a quien se encuentra bajo los visibles efectos de alguna droga recreativa consumida por vía oral. dulce. 1. Bebida carbonatada y azucarada. Gaseosa. 2. Ser dulce para. Resultar atractivo para cierto tipo de individuos o de situaciones. dulces, tenga pa' los. Expresión que antecede al momento de entregar una dádiva monetaria a un determinado individuo. duro. Jefe. Mandamás.
  • 90. (87) *bogotálogo echar. Verbo común de brusca sonoridad y uso generalizado como anteposición a algún vocablo o expresión burda. Véase echar bala, echar bueno, echar el pato, echar globos, echar la madre, echar los perros, echar números, echar pata, echar pes- tes, echar piches, echar pistero, echar pupila, echar quimba, echar rulo, echar vainas, echarle el cuento. echar bala. Atacar a alguien mediante disparos. echar bueno. Modismo común de origen in- comprensible, alusivo a cierto tipo de inactividad placentera. echar el pato. Acusar a un inocente de un cri- men propio para desviar el castigo. El término tie- ne su origen en el ya anticuado uso de mingitorios portátiles llamados 'patos' y se fundamenta en la imaginería de lo que habría de suceder si alguien dejara un pato ya contaminado con efluvios bajo un lecho ajeno. echar globos. Fantasear. echar la madre. Injuriar a alguien haciendo mención deshonrosa de su progenitora. echar los perros. Esgrimir todo el arsenal dis- ponible para conquistar a un individuo con fines amorosos. echar números. Aventurar cálculos y guaris- mos. echar pata. Caminar. echar pestes. Injuriar de algún individuo. echar piches. Lanzar comentarios no francos con contenido malintencionado implícito. echar pistero. Mirar con detenimiento. echar pupila. Observar, espiar, fisgonear. echar quimba. Caminar. echar rulo. Expresión extraída de la jerga de sa- lón de belleza y empleada para aludir a la especie de areópago criollo de chismorreo que son dichos espacios dedicados a tinturas, cortes y arreglos de uñas. echar vainas. Reprender mediante indirectas. echarle el cuento. Acometer a alguien con es- tratagemas verbales de conquista. eche pa’ la pieza. Voz popular empleada en si- tuaciones de castigo o –más comúnmente– en la antesala de un abrupto acto copulatorio. ¡échele maíz al gallo! Exclamación burlona em- pleada para poner en evidencia a quien, en medio de una alocución pública o de una jornada de can- to hace sonar un voluntario y desafinado falsete. ejecutivo. Expresión de sorprendente e inusual polisemia, aplicada a todo cuanto se supone hace gala de una categoría y unas características cuali- tativas superiores a las corrientes. En dicho senti- do, un bus ejecutivo presta en teoría, mas no en la praxis, un servicio más confortable y ergonómico a sus usuarios. De manera similar, un almuerzo e (ejecutivo)
  • 91. (88) ejecutivo debería supuestamente gozar de unas propiedades gastronómicas y nutricionales supe- riores, cuando en realidad no suele ser más que la mescolanza indiscriminada y malsana de tres o cuatro farináceas (por lo general yuca, papa, plá- tano, arroz y pastas comestibles de baja estofa), cuyo consumo potencial obstruye las vías corona- rias. Como si tales ejemplos no fueran suficientes, hay también un programa radial llamado‘Noticias para ejecutivos’, cuyo contenido parece ser más el de una selección de música brillante que el de un informativo. ejero. En la jerga de la construcción, obrero en- cargado de verificar que las medidas de las cons- trucciones se acojan a las indicadas en los planos. el. Artículo determinado de uso generalizado entre ciertas clases sociales fáciles de detectar para anteceder nombres propios; también muy empleado por los vendedores ambulantes con el fin de realzar la trascendencia de los productos ofertados, con menciones en número de tres. Son las 5 y el Wilson no ha llegado. El Deiber no volvió por aquí. ¡El cuaderno!, ¡el cuaderno!, ¡el de moda! el 31 de agosto, de un año que no diré, suce- sivos terremotos hundirán a Santafé. Anti- gua profecía atribuída a Francisco Margallo y Du- quesne, clérigo católico nacido en Bogotá en 1765, y fallecido en la misma ciudad, en 1837. El piadoso es recordado, entre otras cosas, por sus virtudes ejemplares y por la elaboración de prédicas es- critas tituladas 'El gallo de san Pedro', 'El perro de santo Domingo', 'La espada de Holofernes', 'El arca salutífera' y el folleto 'Dirección cristiana de las acciones cristianas'. Además de ello escribió 'La ballena', texto en contra de la Sociedad Bíbli- ca protestante. Diez años antes de su deceso, el padre Margallo y Duquesne lanzó su apocalíptico vaticinio, aún no cumplido. el agua es pa´ las matas y pa´ los enfermos. Típico mantra proferido por un beodo inveterado al verse ofendido por una ofrenda hídrica distinta a la del licor. ¡el de p’irnos! Fórmula a cuyo dudoso gusto se añade el defecto de la falsedad. Es empleada por las congregaciones de consumidores de mesa, ya diezmados por la copiosa libación etílica, pero aun así ansiosos de una sola dosis más, cantidad que termina por incrementarse a cada sorbo. el diablo es puerco. Amonestación puritana a guardar recato y a abstenerse de aproximarse a las tentaciones mundanas. El dicho se hizo popu- lar gracias a haber sido puesto en boca de uno de los personajes de la telenovela de finales del siglo XX‘Yo soy Betty la fea’. el fútbol es así. Frase de cajón esgrimida por los comentaristas y narradores deportivos con el pro- pósito de justificar una inesperada eventualidad en el marco de un encuentro balompédico. el palo no está pa' cucharas. Clásica frase a la que se apela para referirse a una lamentable situación pecuniaria o a una carencia de recursos tal que impide incurrir en gastos excesivos o in- versiones riesgosas. el que fía no está. Mala fórmula para excusar la ausencia de políticas crediticias en una cigarrería, cantina, tenderete o mercado de barrio. el que fía se fue a cobrar. Aleccionadora fra- se de tienda y mercado de barriada en la que se manifiesta el triste destino de quienes tienen por costumbre otorgar amplias opciones de crédito a su clientela informal, convertidos por el infortunio en cobradores espontáneos. el que no hace los goles los ve hacer. Adagio extraído de la cultura futbolística, en donde se afirma que quien no se apreste a la inmediata ejecución de una acción verá como otros la llevan a cabo antes que él, con toda la carga de aconteci- mientos negativos y dolorosos que ello acarrea. el que nunca ha tenido ganado hasta la mierda lo embiste. Triste y certera frase en la
  • 92. (89) *bogotálogo que se alude a lo sorpresiva y extraña que puede resultar una situación no familiar para quien la desconoce. el que se quedó se quedó. Fórmula empleada preferencialmente por conductores de buses in- termunicipales o por padres de familias numero- sas para indicar la inminencia de un último llama- do a quienes se apresten a abordar un medio de transporte determinado. Véase busetero, cebollero, dietético, flota. el que se va para Barranquilla, pierde su silla. Variable bogotana del clásico“el que se va para Sevilla pierde su silla”. El hecho de que ésta haga alusión a una ciudad caribeña resalta las diferencias irreconciliables entre el cachaco puro y el conocido‘costeño’. el que tiene para el whisky, tiene para el hielo. Fórmula discreta de invitar al interlocutor a la generosidad y a la supresión de cualquier conato de tacañería o apocamiento. Véase michi- cato, whiskéy. el teléfono no es para hacer visita. Clásica enseñanza de padre de familia tacaño, empleada para indicar a sus vástagos la inmediata nece- sidad de dar por suspendida una conferencia telefónica. La llegada de cargos fijos y el hecho de que la creencia popular de que después de algún tiempo de charla ambos abonados tenían que co- rrer con los gastos de la comunicación, han dado al traste con el argumento. ¡el trencito! ¡el trencito! Costumbre danzatoria de gusto dudoso, por lo general acontecida en los estertores finales de una fiesta –cuando ya los asistentes han renunciado al pudor– y consistente en que los bailantes se alinean a la manera de una locomotora con sus vagones, tomándose unos a otros de la cintura. Hay quienes, de manera un tanto más osada y acaso orgiástica, han llevado dicha práctica al ámbito sexual. el último y nos vamos. De acuerdo con los más célebres bogotanólogos, una de las tres mentiras utilizadas en el contexto de bares, tabernas, can- tinas y chicherías para solicitar una ración final de alcohol. Quien emplea tal expresión subestima el poder seductor de la bebida, suponiendo que su voluntad le permitirá ser capaz de no ceder ante una oferta más. Tal frase también es usada para disuadir al extenuado‘barman’o cantinero de cerrar a tan tempranas horas, bajo la promesa de marcharse tras el consumo del licor final. elevar cometa. Expresión alegórica relativa al acto onanístico. Compara la erección con el vuelo de un papalote. embajadores. Apelativo con el que la afición balompédica suele referirse a los seguidores y jugadores del club Millonarios, según algunos debido a sus victorias de tiempos pretéritos en tierras extranjeras; y según otros inspirado en el nombre de un hotel en cuyo bar sus fundadores solían congregarse. Otros sostienen que el café fue bautizado así en homenaje al equipo, y no a la inversa. embalado. Véase embale. embale. Premura, prisa, afán. Reacción de hiper- quinetismo debida al consumo de algún estupefa- ciente, por lo general del tipo alcaloide. embarrarla. Cometer un evidente error. embejucado. Enojado. embejucar. Provocar cólera en alguien. embellecedor. Bebida espirituosa empleada para atenuar las molestias y prevenciones gene- radas por el próximo ayuntamiento físico con un individuo poco agraciado. emberracado. Colérico. emberracar. Suscitar enojo en alguien. embocholar. Acertar en el intento de insertar un objeto dentro de un determinado agujero. Introdu- cir con tino. Véase aflojachochas, bagre, chapeto.
  • 93. (90) embolado. En materias amorosas dícese de quien, ya habiendo sido pareja o compañero sexual de un individuo anterior en un plazo in- usualmente cercano, termina por ser considerado plato de segunda mano. embolador. Lustrabotas. embolatar. 1. Extraviar. 2. Timar. 3. Perder embollado. Atareado. embuchado. 1. Saturado debido a la profusa ingesta de un líquido gaseoso, por lo general una bebida carbo- natada o cerveza. 2. Individuo al que debe atenderse, alojarse o contratarse en forma obligatoria por presiones de alguna personalidad influyente. emburundangado. Bajo el efecto de la escopo- lamina. embutir. 1. Obligar a alguien a consumir algún alimento, bebida o sustancia. 2. Forzar a alguien a obrar en contra de su voluntad. 3. Anotar un número de tantos en contra del con- tendor en una gesta deportiva. emo. Especie de gueto urbano conformado por jóvenes sensibleros con pretensiones suicidas. Tal grupo no es, por fortuna, exclusivamente bogotano. empanada bailable. A mediados del siglo XX, especie de ceremonial festivo por lo general ame- nizado por masas de maíz rellenas de algún otro comestible. empapelar. Llenar a alguien de cargos o de obli- gaciones burocráticas. emparamarse. Mojarse profusamente. empastelado. Enredado. Saturado de dificultades. empelicularse. Autoconvencerse de hechos fantásticos e improbables. Véase envidearse. empelota. Véase empeloto. empeloto. Desnudo. empeparse. Saturarse de drogas, bien sea medi- cadas o estupefacientes. empericarse. Consumir cocaína. empuercar. Ensuciar. emputado. Colérico. emputador. Cómico juego de palabras para alu- dir a un ordenador, resultante de unir los térmi- nos‘emputado’y‘computador’. emputante. Dícese de aquello que provoca enojo. emputarse. Enfadarse. en la buena. Expresión informal y un tanto burda para aludir al arte diplomático de sostener buenas relaciones entre individuos, con el fin ulterior de evitar el conflicto. en la mala. 1. Por oposición, dícese de quien sostiene una deficiente relación con sus semejantes. 2. Úsase para referirse a una condición de infor- tunio. en par patadas. Fórmula popular para aludir a un hecho de simple y rápida ejecución. en pura. De manera veloz y angustiante. Véase desmierdado, despepado, despepitado. (embolador) Mi hermanito, 1973. Donante: Ruth Martínez, Álbum Familiar / Colección MDB - IDPC
  • 94. (91) *bogotálogo ¿en qué familia íbamos? Expresión común entre individuos dados a la habladuría infundada. Se utiliza para retomar, tras un forzoso receso, la senda de la calumnia, la injuria y el chismorreo recreativo. en tiempo de guerra, cualquier hueco es trinchera. Símil castrense en el que se equiparan los extensos periodos de abstinencia sexual a la angustia experimentada por un soldado a la hora de eludir una lluvia de municiones, en el marco de una confrontación bélica. Su uso es común entre individuos ávidos de saciar sus apetencias de dicho tipo y sumidos en una preocupante sequía afectiva, para excusar su poca selectividad a la hora de pro- curarse una pareja. Véase arrechera, bagre, a esa vieja no se la come ni el óxido, embellecedor. en un dos por tres. De manera veloz. Con la llegada de la comunidad libanesa y hebrea a la capital durante las décadas de los 30 y 40 del si- glo XX, se hizo común la estrategia de ventas tipo bazar con la consigna‘pague dos, lleve tres’. De- bido al flujo y a la forma con que la mercancía se evaporaba de los anaqueles, se afincó la creencia popular de que un‘dos por tres’era sinónimo de velocidad. La popularidad del concepto dio lugar al surgimiento, en la década de los 80, de una cade- na de minimercados denominada Rapidtiendas 2 x 3. Véase avivato, en par patadas, turco. en veremos… La eterna expectativa por eso que nunca llegará es quizá la mayor virtud del colom- biano promedio. Nace de la candidez, de aquellos anhelos que a fuerza de desesperanza se convier- ten en frustraciones y que a fuerza de frustracio- nes se convierten en espejismos. enantes. Arcaísmo empleado para indicar un hecho anterior. encachorrado. Enojado. encacorrado. Dícese del individuo en estado de completa y dolorosa obsesión por causa de un apasionamiento amoroso. encaletado. Escondido. Véase caleto. encanado. Encarcelado. encargar bebé. Ramplón eufemismo para aludir a la decisión biológica e instintiva de procrear, tra- tando a la vez de ocultar la evidente connotación sexual que el acto mismo lleva consigo. encarnizado. Apasionado hasta el delirio por algo. Obsesionado. Embriagado de ira hacia alguien. encarretado. Del todo interesado por alguna determinada actividad, ser o empresa. encartado. Dícese de quien se encuentra en severo estado de complicación o involucrado en una obligación difícil de cumplir. (encartado) Voceador de periódicos de Bogotá, 1939. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
  • 95. (92) enchapador. En la jerga de la construcción, obrero especializado en la postura de paredes, pisos y enchapes. enchichado. Véase encochinar. enchipar. Enrollar. enchoclar. Véase embocholar. enchocolar. Véase enchoclar. enchonche. Estado de sumo sopor y modorra, por lo general precedido de la cuantiosa inges- ta de bebidas espirituosas o de sustancias‘non sanctas’. enchuspado. Resguardado. Aislado por propia voluntad. encime. Mercancía adicional entregada en forma gratuita en el marco de una negociación. enclochar. 1. Accionar el embrague de un automóvil. Es una deformación del anglicismo‘clutching’. 2. Insertar el miembro viril en otro individuo. encochinar. Ensuciar la honra y el buen nombre de alguien. encoñado. Individuo obsesionado hasta lo enfer- mizo con los encantos y las destrezas copulativas de alguna avezada amante. encoñe. Vulgarismo para aludir a cierto estado de enceguecimiento sexual adictivo y limitado a un solo individuo objeto de la obsesión, comúnmente confundido con el amor. enculebrarse. Endeudarse. ene veces. Número incalculable de oportunida- des. enemil. Cantidad exorbitante. engallado. Artefacto electrónico o mecánico ornado por florituras y dotado de aditamentos tecnológicos varios. engalletado. Involucrado en una actividad o compromiso de difícil resolución. (enchichados) Reportaje sobre la chicha en Bogotá, 1938. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
  • 96. (93) *bogotálogo engañabobos. 1. Individuo especializado en timar incautos. 2. Dispositivo tecnológico empleado con el propó- sito de asaltar al consumidor en su buena fe. engargolado. Ensartado. engerido. Individuo enfermo de frío. englobado. Ensimismado. Distraído. engocholar. Véase embocholar. engomado. Obsesionado por una actividad, pa- satiempo o hábito determinado. engome. Véase engomado. engrampar. Adjudicar algún objeto, compañía o lugar no deseados. Véase chantar, chutar. enguachinarse. Mojarse en forma excesiva. enguayabado. Sumido en una resaca galopante y pertinaz. enhebrar. 1. Perjudicar a alguien con cierta medida severa. 2. Penetrar a alguien sodomíticamente. 3. Copular. enhuesado. Atareado. enjauladas. Dícese de las meretrices que –al estilo del Barrio Rojo en Amsterdam– exhiben sus zonas pudendas a los potenciales clientes ávidos de experiencias copulatorias, desplazándose en forma deliberada por el vecindario bogotano de Santa Fe con el propósito de despertar apetitos venéreos. Es de anotar el altísimo grado de riesgo que representa para los libidinosos caballeros en cuestión, el trabar ayuntamiento, por error, con un macho funcional. Véase antena, crespa, presa. enlagunarse. Olvidar algún episodio de la exis- tencia propia, debido a haberlo vivido bajo el efec- to del alcohol. Véase aflojachochas, borrar casete, embellecedor. enmelocotar. Mancharse de forma superficial con alguna sustancia pegajosa. enmozado. Dícese del individuo involucrado en algún tipo de amancebamiento carnal ilícito. enmugrar. Ensuciar. enredar la pita. Complicar el transcurso de una determinada situación. ensaladillas. Especie de publicaciones satíricas y anónimas en formato de volantes, de amplia circulación en tiempos de las guerras de inde- pendencia. Según Le Moyne, cronista extranjero radicado en la Nueva Granada de entonces, tales textos también denunciaban actos bochornosos de la intimidad de los habitantes de la ciudad. Uno de los grandes creadores de ensaladillas fue Fran- cisco Javier Caro, abuelo de José Eusebio Caro. Las ensaladillas esparcían injurias y diseminaban informaciones falsas que atentaban contra la inte- gridad de algunos inocentes ciudadanos. ensartar. Penetrar por vía sexual. ensayadero. En la jerga de músicos y ejecutores de artes interpretativas, lugar destinado a ensayos y prácticas. ensopado. Muy mojado. Emparamado. entecar. Basados en una creencia popular, su- persticiosa, agorera y sin fundamento alguno, restar lustre y pureza a un objeto o animal por el constante roce con él. El término es de utilización generalizada entre ciertos pequeñuelos desde cuya juventud ya se adivinan ribetes de arribismo, clasismo, egoísmo e inmamabilidad. ¡No me to- ques el hámster porque me lo entecas! entelerido. Revejido. Enclenque. entenado. Hijastro. entonces qué. Saludo antioqueño hoy adoptado por las mentes de los bogotanos con complejo de paisas. entrador. Individuo habilidoso en las artes de las relaciones públicas. entre chiste y chanza. Dados,–como siempre lo hemos estado– a hacer de cualquier situación, por dolorosa que sea, una especie de comedia del absurdo, nos hemos hecho a la idea de vivir nuestras vidas entre chiste y chanza, más allá de lo poco jocosa que nos resulte la situación vivida.
  • 97. (94) Entre chiste y chanza se nos acomodan verdades históricas que duelen. entre picha y picha. Dícese de aquello a lo que se tiene en la mira, entre ojos o que obsesiona. entrecasa. Tipo de prenda únicamente apta para ser usada dentro del propio domicilio. entroncarse. Experimentar una erección. entutelar. Entablar una acción de tutela en con- tra de alguien. envainado. Individuo abatido por dificultades u obligaciones. envidearse. Dejarse perturbar por imaginerías infundadas. envueltos. Bollos de harina de maíz con sabor dulzón y consistencia blanda. enzorre. Perder el control en medio de una determinada actividad. Dejarse agobiar por una carga de oficios. Equidad, La. Club balompédico de muy reciente aparición en el torneo rentado de primera división, con nombre y patrocinio de aseguradora. Sus no- torios éxitos ha provocado la humillación frecuen- te de sus adversarios de patio equipo. En la jerga de los técnicos en sistemas, computador. Por lo general, la palabra es emplea- da por los desdeñosos trabajadores de Unilago, el Centro de Alta Tecnología y Lago Centro al aludir con desprecio o en tono halagüeño a un ordena- dor, según su conveniencia. equis. Individuo u objeto insignificante y anónimo. es acto de cobardía dañar la cojinería. Man- tra de súplica y recriminación institucionalizado por los tapiceros de los automóviles de servicio público. Se emplea para disuadir a la caterva de vándalos que suele desplazarse en estos auto- motores de no estropearlos mediante cortes con bisturí o la escritura de mensajes, grafismos o consignas obscenas, políticas o románticas. es más macho un timbre. Fórmula directa para poner en tela de juicio la virilidad de un in- dividuo. Se fundamenta en la equiparación del dulce y agudo resonar de una bocina o campana instauradas en la puerta de un hogar, al alcance de quien quiera accionarla, a la masculinidad del personaje en cuestión. Véase cacorro. es mejor que digan que uno es un hijueputa a que uno es un huevón. Adagio popular en el que se privilegia la sagacidad, acompañada del posible mal concepto que ésta pueda acarrear en el indivi- duo, sobre la bondad a su vez acompañada de la idea de que el sujeto en cuestión obra con ingenuidad. ¿es tan amable y me colabora? Fórmula poco cordial empleada por vigilantes y miembros de la fuerza policial para ordenar a un conductor retirar su vehículo o abandonar un determinado espacio. Su espíritu, aunque en apariencia disuasivo, suele ser de amenaza y coerción. esa platica se perdió. Es la forma local del des- prendimiento y la renunciación al bien material aderezada con cierto ingrediente resignado. Hay en la frase un componente de tristeza por las in- famias del sistema financiero, la poca viabilidad a la que el microempresario colombiano está some- tido y la baja capacidad de pago-endeudamiento propia de nuestros compatriotas. escachalandrado. Véase descachalandrado. escalabrar. Descalabrar. escandola. Algarabía. Ruido. Escándalo. escarapela. Especie de acreditación en forma de carné indispensable para el ingreso a ciertas entidades burocráticas o eventos exclusivos. Es costumbre de los bogotanos rapárselas cual aves carroñeras en el momento de hacerse a una de las escasas emitidas por la Orquesta Filarmónica de Bogotá en el marco del festival anual Rock al Parque. escarapelar. Descamarse en las postrimerías de una visita a tierra caliente. escóndase, que llegó la basura. Fórmula humillativa para despedazar sin compasión la
  • 98. (95) *bogotálogo autoestima de un individuo al compararlo con los desechos a diario recogidos por los recolectores de desperdicios. ese huevito quiere sal. Expresión de gusto dudoso con la que algunos miembros de la co- munidad masculina suelen señalar a una dama a la que suponen ávida de amancebamiento. Véase gala, garra, guayigol. esfero. Bolígrafo. Cosa extraña, este bogota- nismo de uso tan común y cotidiano en la ciudad resulta chocante en muchos lugares del país. esfondado. Barbarismo de 'desfondado'. esgalamido. ���������������������������������Revejido. Enjuto. En extremo del- gado. esmechuzao. Despeinado. De pelo achilado. esmeraldero. Individuo dedicado al comercio de esmeraldas. eso le prende empujado. Clásico diagnóstico propio de un mecánico empírico o de algún ciuda- dano que de buena voluntad desea cooperar con la reparación de un vehículo que no enciende. Véase desvare. eso me suena a paseo. Desobligante y odiosa expresión empleada cuando un individuo intuye estar siendo incluido en una tarea o en una co- lectividad que no le corresponde o a la que no pertenece. eso no da plata. Consigna típicamente mate- rialista empleada por individuos descreídos de la importancia de los saberes humanistas, en con- traposición a las ciencias exactas y económicas. Es usada, sobre todo, por padres en procura de disuadir a sus descendientes de la tentativa de formarse profesionalmente en una disciplina ar- tística. eso no lo hace ni Mandrake. Fulminante y desobligante forma de eludir una tarea o respon- sabilidad por considerarla imposible. eso se le demora. De la misma rama genealó- gica del pensamiento budista zen, esta doctrina, erigida desde montallantas, talleres de mecánica (escarapela) (esfero)
  • 99. (96) automotriz y centros de servicio técnico en com- putadores, es un llamado a la paciencia y a la ca- pacidad de espera, como un valor infaltable dentro del tejido social en el marco de nuestra atropella- da patria. Ante un‘se le demora’, el decepcionado cliente no puede hacer más que mirar hacia el suelo en un gesto de triste aceptación. ¿eso sí quién lo manda? Fórmula recrimina- toria empleada para castigar en forma verbal a quien por su propia voluntad se haya visto involu- crado en una situación en donde su bienestar ha sido comprometido. eso va en gustos, como el que come mocos. Escatológica e irónica expresión con la que se acoge la diversidad de criterios, basada en un sin- gular ejemplo gastronómico al que la comunidad científica denominan‘piofagia’. eso ya se fue así. Preferida por oficinistas o con- tadores mediocres, correctores de estilo frustra- dos, malos diseñadores gráficos o industriales, y maestros de obra sin vocación, es la más adecua- da de las excusas a la hora de justificar las entre- gas inacabadas y contrahechas. Amparados en el escaso tiempo, cada vez son más quienes siguen esta escuela entre estoica y antiprofesional. – Esa cuenta no cuadra, señor Useche. – Qué pena jefe, pero eso ya se fue así. espantabobos. Hecho insignificante que, no obstante, consigue provocar intimidación entre los ingenuos. espantaflojos. Dícese por lo general de una llo- vizna irrelevante que, pese a su insignificancia, es capaz de incomodar a los más asustadizos. Véase aculillarse. especialidad en damas y hombres nervio- sos. Clásica consigna de guía telefónica, emplea- da para anunciar los servicios de una academia de conducción. Es cosa común que los aprendices bogotanos del género masculino, en medio de su entrenamiento y en el momento de emprender la marcha –una vez el semáforo cambia a verde–, se encuentren justamente con aquella dama a la que pretenden conquistar, incurriendo en la conse- cuente y ridícula torpeza de apresurarse demasia- do a liberar el embrague, lo que a su vez ocasiona una desagradable vibración del motor o –aun peor– un súbito apagamiento del mismo. Una vez ello ocurre, volverlo a encender resulta más que imposible. Véase buñuelada, hacer el oso, güevón. espernancado. Individuo abierto de piernas. El término, en plural, también se utiliza para aludir a un juego consistente en lanzar un cuchillo contra la grama, para que éste, al ser clavado, marque un límite que debe ser alcanzado por el compás de las extremidades inferiores al extenderse de uno y otro lado. espichar. Oprimir hasta destrozar. esporrondingarse. Esparcirse. Explayarse. Excederse en el desarrollo de una tarea. esso, móbil y texaco. Expresión de dudoso gus- to para indicar la precisión de algo. 'Eso'. está haciendo como hambre. Expresión inco- rrecta en la que una condición interna y personal como el hambre, es equiparada en origen y sínto- mas a la de una externa, como el clima. estallar. En la jerga de los consumidores de estupefacientes, el término alude al momento justo en que la droga consumida comienza a surtir efecto en el cuerpo de un individuo. estarte. Bogotanización del anglicismo‘starter’, de uso generalizado en el gremio de mecánicos automotrices. este pechito. Vulgarismo para aludir a uno mismo. Expresión muy empleada por Josefa, empleada del servicio doméstico de la familia Vargas (personajes principales del desaparecido seriado televisivo‘Dejémonos de vainas’de la década de los 80 del siglo XX). Una de las más sabias premisas filosóficas de Josefa era aquella de“a lo hecho, pecho”, consistente en señalar la
  • 100. (97) *bogotálogo relevancia de lactar a su hija, María Josefa. Véase pechonalidad. estilacho. Especie de donaire innato del que algunos individuos privilegiados hacen gala. esto es cuestión de pandebono. Verso extrac- tado de una bella canción vallecaucana, original del grupo‘Nietzsche’, cuya traducción literal al idioma germánico sería "das ist pandebonen fra- ge". Según algunos filósofos bogotanólogos, las implicaciones de la adición de bocadillo al clásico pandebono de dicha zona del país no han sido a la fecha medidas por nadie. esto no es un hotel. Odiosa exclamación propia de madres o padres de familia enojados por los consuetudinarios arribos de sus retoños al hogar a imprudentes horas de la madrugada, o por las horas imprudentes en que éstos se despiertan. estómago, daño de. Afección estomacal carac- terizada por indigestión y dolores. estrato. Medida de diferenciación social estable- cida por los entes reguladores. estrolín. Antioqueñismo de uso restringido en nuestra capital, al parecer fruto del ingenio de la entrañable Nena Jiménez, creado con el propósito de aludir al asta viril. estrongarse. Alusión al acto de elongación experimentado por el asta viril al recibir algún estímulo sensorial, visual o táctil. Se deriva del anglicismo‘stronging’. excusado. Retrete. Mingitorio. Deformación de ‘escusado’. fa ri fa fá, zapato blanco, tacón bebé. Voz exclamatoria durante los 60 empleada en la ciu- dad con el fin de aludir a un caballero de dudosa sexualidad. fac. En lengua chibcha, equivalente a 'afuera'. fagua. Chibchismo. Estrella. fajarse. Superar las expectativas generales con la realización de un trabajo de considerable cali- dad. faltaron cinco pa'l peso. Es el clásico co- mentario, infaltable, en el marco de cualquier certamen, gesta o competencia internacional en que, como suele ocurrir, los representantes co- lombianos terminan por defraudar incluso al más pesimista de sus seguidores. El grado de deca- dencia es tal que esa costumbre de segundones de reinado de belleza, competencias ciclísticas o campeonatos de fútbol, tan frecuente en los 80 y 90, ya es un recuerdo lejano e imposible. Ahora con dificultad alcanzamos algún grado de figura- ción balompédica o estética, y hace mucho que una señorita o una Selección Colombia no llegan siquiera a la categoría de chaperonas o terceras princesas. Siempre“faltan cinco pa’l peso”. faltón. Incumplido. Dícese de quien abandona una responsabilidad o un compromiso sin mayor pudor ni recato. Véase mamarse. faltonear. Incumplir. Traicionar. fama. Expendio de productos cárnicos. Algunas de las famas más famosas se encuentran en la plaza del barrio Siete de Agosto, fragante plazole- .f.
  • 101. (98) ta techada donde se venden verduras, comestibles y víveres varios bajo la regencia de verduleras, carniceros y tenderas. familia Miranda. Clan familiar ficticio arquetí- pico. Representa la típica estirpe de colombianos que, sin poseer los fondos para adquirir un bien exhibido en una vitrina, se conforman con mirarlo, mientras se dibuja en sus rostros cierta mueca de hambrienta frustración. familia Peláez. Parientes de consanguinidad y desgracia de los Miranda, los miembros de este grupo familiar son adeptos a la iliquidez y la au- sencia permanente de fondos. fara. Zarigüeya didelphis marsupialis. Especie de marsupial didelfimorfo, también conocido como chucha. Véase chucha. farolear. Presumir a partir de un hecho falso. fatuto. 1. Réplica exacta. 2. Individuo raizal. Yo soy cachaco fatuto. féferes. Chucherías. Cachivaches. Objetos sin valor. feo. En la jerga delincuencial, policía. ¡Mosca, que allá viene un feo! Véase mario, polocho, tombo. fercho. Conductor. El término invierte las sílabas del vocablo‘chofer’. feriar. Malbaratar. Vender a precio muy módico. Como ando mal de billete, me tocó feriar mis discos de Led Zeppelin en la 19. Véase arrancado, líchigo, peña, vaciado. feroz. Rudo. De mal aspecto. festival de la vida. Recital organizado en 1970, cuya sede fue el Parque Nacional de Bogotá. fetecuar. Atraer la mala suerte mediante algún extraño ardid agorero y mágico. Hay quienes en forma equivocada, aunque no del todo absurda, asocian la expresión al apellido de un legendario urbanizador sin licencia de fama nacional. Véase bulto de sal, joder, rata, tumbe. fetecuazo. Impacto con arma de fuego propinado en forma traicionera. feúra. Fealdad. Aplícase para aludir a un indivi- duo desemejado y de mal ver. La feúra de Ingrid no tiene nombre. Véase bagre, churrasco. fiambre. 1. Alimento cocinado y frío que suele llevarse como dotación a excursiones y paseos campes- tres. 2. Individuo de pronunciada libidinosidad al que, según la creencia popular,“se comen en todos los paseos”. fiar es cosa ingrata: se pierde el amigo, se pierde la plata. Sabio adagio con el que se in- vita a los comerciantes naturalmente generosos a reconsiderar las desventajas de una política de créditos abiertos. ficha, mala. Individuo de bajas calidades huma- nas. ficti. Adjetivo de reciente cuño empleado por la juventud para referirse a un individuo u objeto falso o hechizo. Apócope de ficticio. fiera. 1. Individuo de destacables capacidades en una actividad u oficio determinado. 2. Esposa intransigente, dominante y propensa al enojo. fierita. Individuo habilidoso, diestro y conocedor de un oficio u actividad. El doctor Ardila es una fierita para los negocios. Véase avión, avispado. fierro. Arma de fuego. figuró. Sentencia un tanto triste para aceptar la necesidad de obrar, por lo general en contra de lo deseado. fihisca. En lengua chibcha, alma, espíritu o alien- to. fijo, pero. Voz empleada para corroborar la se- guridad de un hecho. Úsase también con sentido irónico. filimisca. Dama osada en el vestir.
  • 102. (99) *bogotálogo filimisco. Individuo arrogante y presumido. Ese filimisco ni me dirige la palabra. Véase picado. filipichín. Caballero esmerado en el vestir. De- licado. Afeminado. Tal concepto dio lugar a una entrañable composición de Emma Perea de la Cruz, titulada‘Los filipichines’. filipichín colorado. Especie de tela gruesa de engaripola comúnmente utilizada en la Colonia para servir como revestimiento al mobiliario doméstico. filipichines, Los. Pasillo compuesto por Ema Perea de la Cruz. Fue el tema musical de identifi- cación del célebre seriado de televisión‘Don Chin- che’a lo largo de toda su historia. filo. Hambre extrema. fina chiffón. Dama de altos vuelos y gustos re- finado. El término alude a una clásica marca de productos grasos. finca. 1. Hacienda. 2. Depósito pecuniario dejado en calidad de garan- tía en las arcas de algún establecimiento, por lo general con el propósito de asegurar la oportuna devolución de los envases retornables de alguna bebida gaseosa o etílica (casi siempre cerveza). fincho. Véase finde. finde. Forma cariñosa con la que la clase trabaja- dora suele referirse al fin de semana. firigüelo. Ave cuculiforme, cuyo principal ali- mento son las garrapatas del ganado vacuno. ¡flaca: tírame un hueso! Fórmula de halago callejero empleada por miembros de la clase obrera para halagar las virtudes físicas de una dama delgada. Véase ruso. flecha. Teléfono móvil de regular calidad y precio accesible. El término es el resultado de asociar el hecho de que todo‘indio’tiene acceso a una. Véa- se indiazo, indio, panela. flojera. Decaimiento. Indisposición para cual- quier actividad en la que trabajo, lucha o movi- miento estén implicados. (filipichín) Hombre con cigarrillo en el Capitolio, 1930. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC (finca) Hombre a la entrada de Shangri-la, 1930. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
  • 103. (100) flojo del estómago. Enfermo de diarrea. flor. Homosexual. florero de Llorente. Detonante para la genera- ción de un conflicto o disputa. El nombre se debe a los acontecimientos del 20 de julio de 1810, des- pués de que el comerciante José González Lloren- te se negara a prestar un florero de su almacén para la recepción en honor del comisario Antonio Villavicencio. floriado. Objeto de forma cilíndrica estropeado en su boquilla. flota. Autobús de servicio intermunicipal cuya conducción suele ser dejada en manos de indivi- duos burdos y desentendidos de la responsabili- dad que su actividad exige. Véase atarbán, busete- ro, gala, garbancear. flotantizar. Barbarismo en desuso alusivo al acto de sacar a flote un determinado emprendi- miento. flumáster. Resaltador. Marcador. flux. Tipo de atavío masculino conformado por saco, pantalón y chaleco. Fo. Véase fu, Nencatacoa. Fó. Expresión onomatopéyica de repudio. foco. Somnolencia. foco, echarse un. Expresión un tanto burda de origen difícil de determinar con la que se alude al acto de dormitar. foforro. Festividad. Jarana. Jacaranda. folclórico. Según una nueva estirpe de elitis- tas, convencidos de ser depositarios de un saber superior, el término está relacionado con todo cuanto sea rudimentario, falto de elaboración y de gusto refinado. fondazo. Golpe fuerte propinado en medio de la desprevención del agredido.Véase calvazo, coscorrón. Fontibón. Antigua municipalidad cercana al perímetro urbano de la ciudad. Hoy ha sido ab- (flota) Paseo en bus, 1945. Donantes: Elsa y Jesús Sarmiento Sáenz, Álbum Familiar / Colección MDB - IDPC
  • 104. (101) *bogotálogo sorbida por la metrópoli, aunque sigue siendo, sin duda, distante. fontibronx. Remoquete cómico con el que ciertos nativos aluden a la localidad de Fontibón. Andar por Fontibronx a las 3 de la mañana es muy peligroso. foquear. Dormitar. Sus orígenes son inciertos, aunque algunos teóricos suelen relacionarla con ‘foco de luz’. Ford tres patadas. Modelo de automóvil fabri- cado por la firma norteamericana Ford. Comenzó a circular en los años 10 del siglo XX y se mantuvo en el mercado hasta bien entrada la década de los 30. Mi bisabuelo fue uno de los primeros taxistas que hubo en la ciudad y manejaba un Ford Tres Patadas. formal. Amigable. De buenas maneras. El novio de Clarita me pareció muy decente y formalito. forrado en plata. Eufemismo para aludir, por lo general en tono envidioso, a un individuo acauda- lado. fosfa. 1. Dama núbil ataviada de manera atrevida e im- propia para su corta edad. 2. Mujer elegante y presumida. fosforofó. Voz de repudio hacia alguna fragancia fétida. ¡Fosforofó! ¡Ese es el río Bogotá! fote. Flatulencia. fotógrafo de agüita. Especie de profesiona- les de la fotografía, en franca vía de extinción, dedicados a la toma y procesamiento de fotos instantáneas en blanco y negro. Los fotógrafos de agüita estaban por lo general ubicados en plazas públicas. Sus fotografías eran reveladas mediante un sencillo sistema basado en el uso de agua y platón. La primera foto de mi vida me la tomó un fotógrafo de agüita en el parque Santander. franela. Especie de camiseta interior sin man- gas, de tela ligera. freak. Innecesario adjetivo de procedencia an- glosajona (‘freak’) empleado para aludir a quien actúa con poca cordura. freelancero. En el gremio del diseño, la publici- dad y ciertas artes, por lo general subestimadas y mal remuneradas, individuo dedicado a prestar sus servicios sin la mediación de un convenio con- tractual. El freelancero es el marginado por exce- lencia del mundo de las cuentas de cobro. freskola. 1. Bebida carbonatada de inmensa popularidad durante buena parte del siglo XX. El producto ha sido relanzado y descontinuado en diversas opor- tunidades. 2. Voz de llamado a la calma de considerable po- pularidad en los años 70 del siglo XX. fregado. 1. Individuo de difícil temperamento, exigente y severo. Ten cuidado al hacer negocios con el señor Barón, porque es un fregado. Véase jodido. 2. Hecho o situación difícil de llevar a cabo. 3. Condición adversa. fregar. Perturbar. Incomodar. Molestar. fresas. Véase fresco. fresco. Voz juvenil de invitación a la tranquilidad. fresco, que usted sabe cómo soy yo. Demos- tración verbal de complicidad utilizada entre com- pinches para denotar absoluta entrega y fidelidad a prueba de fallas. Su uso es común entre colegas a la hora de cubrir una falta u omisión menor. Véase fresas, pa’ las que sean. fresquearse. Tranquilizarse. (ford tres patadas)
  • 105. (102) frikis. Demente. frikis mortis. Fusión entre el latinajo‘mortis’, cuyo significado es el de muerte, y‘frikis’, estado de postración resultante de la inexistencia. friqueado. Paranoico. Perturbado. fritanga. Condumio hipergraso elaborado a par- tir de diversos productos farináceos y cárnicos, cuya presencia ha venido deleitando los paladares bogotanos desde tiempos remotos. fritera. Arcaísmo empleado para aludir a un asun- to engorroso y aburrido. No hay peor fritera que ver el Canal Institucional. Véase jartera, inmamable. fritez. Expresión propia de las generaciones jóve- nes del final del siglo XX y comienzos del XXI. Alu- de a un estado crónico de demencia. ¡Cómo será de tenaz la fritez de Villegas que se cree la reencar- nación de Gonzalo Jiménez de Quesada! frito. Dícese de quien ha perdido el juicio o de quien se halla en una situación de extremo riesgo. El vocablo fue popularizado por el anverso de las bolsas de los productos Del Chiras, de Ramo. fritolay. Variación de‘frito’, en alusión a la em- presa del mismo nombre. frondio. Ramplón. Ordinario. Burdo. Fu. Dios chibcha, amigable y festivo, patrono de la chicha los tejedores y los artesanos. También se le conoce como Fo y como Nencatacoa. Se acos- tumbraba a representarlo con formas de zorro o de oso. Según sus discípulos gustaba de mezclar- se con ellos para darse a la profusa bebida del fermento. Sólo consideraba propicias las ofrendas de dicho brebaje. Como puede notarse, Fu era una deidad polifacética y laboriosa. Véase fo. fucha. 1. Afluente hídrico cuyo nacimiento se localiza en el páramo de Cruz Verde y cuya desembocadura se ubica en el río Bogotá. 2. Sarna. 3. Pelea. fuchi. Expresión de repudio. fucú. Agente desencadenador de mala suerte. fucusear. Contagiar un emprendimiento en cur- so con mala suerte. fue por canela y le dieron clavo. Curioso juego de palabras basado en una triste paradoja. El término alude a la curiosa polisemia del tér- mino clavo, que bien puede significar un popular condimento, que en efecto suele acompañar a la canela en el popular chocolate santafereño, pero que a la vez puede referirse a una jodienda sexual forzada. Por tanto la figura señala a un caballero o dama que, yendo en busca del popular comestible, termina recibiendo una severa tanda de embates fálicos. fuente de soda. Especie de bar y centro de re- unión para jóvenes, muy popular durante las dé- cadas de los 60 y 70 del siglo XX. fuerzudo. Individuo de fortaleza y tesón desta- cables. Pambelé era bruto, pero fuerzudo. Véase camaján, macancán. fuetera. Véase juetera. fuetazo. Vulgarismo para aludir a una dosis de cocaína. fufurufa. Meretriz. fulca. Faena de excreción profusa. fulero. 1. Burdo. Ramplón. (fritanga)
  • 106. (103) *bogotálogo 2. Dícese de quien se vanagloria sin motivo. full. 1. Anglicismo un tanto ramplón para aludir a algo de calidades destacables. 2. Dicho de un escenario u hospedaje, ocupado al máximo de su capacidad. full, a. Vulgarismo de origen anglosajón. Intensamente. Al máximo de potencia. Véase a todo full. fumigar. En la jerga paramilitar, asesinar me- diante ráfagas de ametralladora. fundas, ni de. Negación rotunda. Dícese de una determinada tarea o actividad para la que no se está dispuesto a efectuar bajo ninguna condición. fundido. Extenuado. fundillo. Zona glútea. fundillón. Dícese de un emprendimiento de ex- trema envergadura y difícil realización por parte del responsable. Véase jodido. funza. 1. Chibchismo. Papa de corteza negra. 2. Municipio cundinamarqués ubicado al occidente de Bogotá. Según algunos cronistas, los dominios del zipa tenían su sede tres kilómetros al sudeste de la moderna Funza, en un punto denominado La Ramada o Catama. Véase zipa. fura. En lengua chibcha, mujer. Furachogue. Otro de los nombres dados a Ba- chué, madre del pueblo chibcha. Su significado es el de 'buena mujer'. Véase Bachué. furibista. Seguidor de Álvaro Uribe Vélez. furrusca. Gresca. Riña. gadejo. Unión de los grafemas iniciales de la expresión“ganas de joder”. Se emplea cuando alguien manifiesta una sintomatología irritable y propensa al enojo sin justificación aparente. gaejo. Véase gadejo. gagá. Estado de senescencia y avejentamiento caracterizado por la desconexión e incomunica- ción con el mundo y por la imposibilidad de expre- sarse o de comprender lo que los demás intentan expresar. gaitanista. Partidario del fallecido caudillo libe- ral Jorge Eliécer Gaitán. gala. Individuo de mal gusto en el vestir. gala, uniforme de. Traje escolar para ocasiones formales, por lo general de aspecto aun peor que el de aquel de uso regular, y casi siempre confor- mado por zapatos colegiales, pantalón de paño color gris ratón y buzo verde, azul o rojo de cuello en V. galanista. Partidario del fallecido líder liberal Luis Carlos Galán Sarmiento, fundador del Nuevo Liberalismo, asesinado en Soacha a mediados de 1989. galembas. Vulgarismo de muy dudoso gusto, empleado para aludir al actual sector de Galerías, conocido por los puristas como Sears. Galerías es, de hecho, el mismo antiguo vecindario de Sears, rebautizado en esa forma a causa de la partida del país de la cadena Sears Roebuck de Colombia, a mediados de la década de los 80 del siglo XX. Es G
  • 107. (104) posible que el nuevo nombre conferido al antiguo centro comercial se deba en parte a la presencia cercana de algunas galerías de arte. Camine, nos comemos un chorizo en Galembas. Véase gala, ga- ñán, perratear. gallada. Pandilla juvenil. Véase biyis. galleta. 1. Homosexual. 2. Agujero en un calcetín. 3. Situación difícil de resolver. gallinacear. Flirtear. gallina radioactiva. Ave doméstica comestible, muy común en restaurantes y asaderos de carre- tera, exhibida en vitrinas, para cuya elaboración se emplean pigmentos de color amarillo, y cuya tem- peratura se mantiene gracias al empleo constante de una bombilla convencional de 100 vatios. gallinazo. Individuo coqueto y galante. gallineto. Tipo de prenda con cuadros pequeños a dos tonos, entre claros y oscuros. gallito. Individuo arrogante y envalentonado. Los primíparos salen muy gallitos del colegio, pero cuan- do entran a la universidad les bajan los humos. gallo. 1. Obstáculo técnico. Dificultad. Complicación. Según algunos se deriva de un mal uso del angli- cismo‘gadget’. Véase chinomatic, engallar. 2. Cavidad vaginal. 3. Falsete involuntario emitido al hablar o cantar. Véase ¡échele maíz al gallo!. gamba. Hampón. Individuo de malos modales. gamín. Pilluelo. Joven indigente. Por extensión el término se emplea para aludir a un adolescente cuyos modales burdos, groseros y descuidados desdicen de su supuesto origen y educación. ganado. Alusión en extremo burda para aludir a lo que los machistas entienden por surtido dis- ponible de mujeres. La expresión‘¿Cómo está el ganado?’pretende inquirir acerca de las cualida- des estéticas de las damas presentes en un deter- minado espacio. Véase hembraje. gancho, andar de. Expresión empleada para aludir a dos o más individuos que se desplazan tomados del brazo, o que aparentan ser cómplices en una empresa dudosa gañán. Hombre ordinario y poco caballeroso. garatec. Tipificación ficticia de la clásica uni- versidad de garaje, a saber, entidad universitaria generada de manera informal, cuyo campus se circunscribe al aparcadero de una vieja casa o a un edificio de vivienda adaptado para tales fines, y cuyo pénsum académico es a todas luces medio- cre. garbancear. Vomitar. garbimba. Individuo ramplón. garete, al. En abundancia. gargajo. Esputo. gárgaras, haciendo. Figura empleada para aludir a la molesta sensación provocada al retener por la fuerza el líquido urinario. Si no me dejas ba- jar del carro a miccionar voy a durar todo el resto del viaje haciendo gárgaras. Véase aguantada, haciendo buches, miar. garlancha. Especie de pala destinada a la reco- lección de escombros. (gamín) La pobreza y los niños, 1942. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
  • 108. (105) *bogotálogo garlar. Vulgarismo para perorar. Dialogar. Voci- ferar. garlero. Individuo hablador. garoso. Comelón. Angurriento. En extremo am- bicioso. garpufia. Individuo andrajoso y despreciable. garra. Individuo ramplón y ordinario. garra, darse. Obsesionarse o encarnizarse con una determinada actividad. garrapata. Individuo pegajoso del que es difícil deshacerse. Su conducta se equipara a la del fa- moso ácaro. Véase pegachento. garrotera. Gresca. Riña. garulla. 1. Especie de panecillo azucarado, típicamente bogotano. 2. De escasos modales. Ordinario. Burdo. Véase gala, garpufia, guayigol. ¡gas! Expresión de fastidio. gas fuchi fo. Expresión de asco, un tanto más afeminada que el clásico‘gas’. gasimba. Bebida dulce carbonatada. gasofia. Expresión resultante de unir los términos ‘gasolina’y‘bazofia’, alusiva a la cualidad altamen- te contaminante del mencionado combustible. gasolinera. Especie peculiar de mujeres ca- racterizadas por su marcada tendencia a dejarse atraer por hombres con automóviles. gastar. Invitar a alguien a un alimento. Cancelar un bien o servicio del que otro es detentor. El tér- mino delata el inmenso dolor que suele provocar a los bolsillos del bogotano promedio el tener que incurrir en gastos en los que otro es el beneficia- rio. gastar pólvora en gallinazos. Desperdiciar energías o insumos materiales en causas que no los ameritan. gastarse. Hacer gala de alguna virtud o bien. Ese tipo se gasta una pinta la berraca. gastón. Individuo inclinado al derroche y la dadi- vosidad extrema. Véase marrano. gata. 1. Mujer de maneras coquetas y formas exhibi- cionistas. 2. En lengua chibcha, fuego. (gasimba) Tomando gaseosa, 1950. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC (gasofia) Pasando la bomba, 1960. Donante: Ana Rosa Sánchez, Álbum Familiar / Colección MDB - IDPC
  • 109. (106) Gata Golosa, La. 1. Fundada a finales del siglo XIX, La Gata Golosa fue una de las más afamadas chicherías de la Bogotá de entonces. Estaba ubicada en cercanías de la actual Universidad Externado de Colombia. El nombre se debe a su curiosa vecindad con una pastelería francesa en cuya puerta resaltaba un aviso en el que se destacaba un primoroso letrero con las palabras Gateau Golusine (pasteles-golo- sinas). Si bien uno y otro negocio tenían clientelas opuestas (el uno frecuentado por la plebe y el otro por la aristocracia), ambos cohabitaron sin pro- blema, dado que uno funcionaba de día y el otro de noche. Para simplificar las cosas, los visitantes de los dos negocios castellanizaron la razón social cambiándola a La Gata Golosa. 2. Composición del maestro Fulgencio García alta- mente representativa de la bogotaneidad, aunque sobreutilizada por su uso excesivo en noticieros y documentales para representar la ciudad. Véase caspear, entecar, perratear, gatear. Desplazarse sutilmente en dirección al lecho de alguien, por lo general con fines sexuales y durante horas nocturnas. gato. Golpe seco a manera de puño, propinado en alguna extremidad. gato de zorra. En la jerga de mecánicos auto- motrices, dispositivo hidráulico empleado para levantar del suelo los automotores. gato, marca. Objeto de marca desconocida. gaver. Asta viril. El término proviene de invertir las dos sílabas que conforman la palabra verga. gemelas. 1. Verijas. Fórmula burda para aludir a los testí- culos. 2. Turgencias pectorales femeninas. genio parejo. Temperamento calmo y poco dado a la cólera. Hay quienes en forma irónica aluden al concepto como si hablase de lo contrario. Mi novia es de genio parejo: Anda emputada todo el día. gente bien. Categorización arbitraria y exclu- yente de uso generalizado entre las clases hege- mónicas y endogámicas de la ciudad para aludir a quienes a su juicio también pertenecen a ellas. gente divinamente. Individuo o grupo de indi- viduos linajudos y de probas costumbres. Véase gente bien, gentecita bien de tierra caliente. gentecita bien de tierra caliente. Categori- zación ligeramente despectiva emprendida por las clases hegemónicas y endogámicas de la urbe para aludir a quienes, a su vez, hacen parte de éstas, pero en el contexto de menor valía de la provincia. Germania. Desaparecida fábrica de cerveza fundada por Rudolph Kohn, ex empleado disidente de Bavaria. getearse. Embriagarse hasta perder el sentido. geto. Individuo sumido en un profundo grado de inconsciencia por causa de la excesiva ingesta de alcoholes. glaxo. Petimetre. Lechuguino. Individuo esmera- do en el vestir. glostora. Especie de aceite empleado a manera de tónico capilar, entre los años 40 y 70 del siglo XX, antecesor lejano de los actuales geles. godarria. Conservatismo. Grupo conformado por quienes profesan dicha ideología. godo. 1. Miembro del Partido Conservador colombiano. 2. Individuo de ideas anticuadas. El origen del término se remonta a la llamada ‘guerra de independencia’, al ser el mote utilizado para referirse a los realistas (defensores nativos de la monarquía española, dado que la expresión ‘chapetones’era empleada tan sólo para aludir a los nacidos en Europa). Tal concepto procedía de una asociación libre con los visigodos y con el oscurantismo que se suele atribuir al tiempo en el que dicho pueblo gobernó la península ibérica. La expresión revivió con la aparición de los parti-
  • 110. (107) *bogotálogo dos tradicionales, al argumentar los liberales que los conservadores querían regresar el país a la Colonia. En la actualidad la expresión se usa, por extensión, para referirse a cualquier personaje de ideas retardatarias en lo político e incluso tradi- cionalistas en lo privado, sin que necesariamente milite en el partido de Caro y Ospina. gólgota. Expresión resultante de la división del li- beralismo nacional acontecida en la segunda mitad del siglo XIX y derivada en dos corrientes. La llama- da‘gólgota’fue la más radical de las dos y estaba conformada por jóvenes egresados universitarios rebosantes de ideales, pero del todo despojados de experiencia política. Defendían una economía del li- bre cambio. Su participación en la revuelta de 1854 fue determinante para arrebatar el poder al gene- ral José María Melo. Los opositores de los gólgotas fueron los draconianos. Véase draconiano. golosa. Juego de rayuela consistente en saltar una serie de cuadros y en remover una tiza con las extremidades inferiores. goma. Afición. Apasionamiento por una determi- nada causa o hábito. gomelia. Remoquete cariñoso con el que algunos lugareños suelen referirse al vecindario de Mode- lia, una de las famosas urbanizaciones lideradas por la organización Fernando Mazuera e Hijos. gomelo. Jovencito de clase alta y hábitos costo- sos. Algunos han rastreado una posible relación del vocablo con la gomina, empleada por sus an- cestros de años atrás. La utilización del término, que ha venido entrando en cierto desuso entre los estratos altos, ahora parece haber permeado a los bajos. gomelo de vereda. Individuo de provincia con pretensiones de clase alta. gomín. Acrónimo de‘gomelo’y‘gamín’. Individuo dado a la utilización de atavíos a los que considera elegantes y de buen gusto –tales como lentes de sol propios de comandante de aeronave y chaque- tones en cuero–. En ocasiones consigue engañar a los demás con su aspecto, aunque –al momento de hablar– todos sus encantos se vean ensombre- cidos por su léxico y maneras soeces, y por sus gustos de truhán. Véase gamín, gomelo. gomoso. Aficionado. gonorrea. 1. Individuo despreciable. 2. Blenorragia, blenorrea y uretritis gonocócica. Gonzalo Jiménez de Quesada. Uno de los más importantes descubridores y conquistadores de lo que más adelante sería llamado Nuevo Reino de Granada. Su lugar exacto de nacimiento es un enigma, aun- que la mayor parte de los historiadores coincide en ubicarlo en Córdoba o Granada (España), tierra a la que su imaginación alucinada encontró seme- jante a lo que hoy correspondería al actual territo- rio central colombiano. Su llegada al mundo ha sido fechada, sin posibilida- des de exactitud, entre 1496 y 1500. Combatió como (golosa)
  • 111. (108) soldado en lo que hoy es Italia hasta 1530. Retornó a España, en donde se recibió como licenciado. Se radicó desde 1536 en América, y lideró una ex- pedición iniciada el 6 de abril del mismo año, cuyo punto culminante tuvo lugar en 1538. Por entre tierras agrestes e inhóspitas, las hues- tes del ejército a su cargo se vieron diezmadas por el paludismo, las serpientes y las dolencias tropicales. Después de meses enteros de viaje, don Gonzalo y los suyos arribaron a un territorio singular, en aquel tiempo circundado por abundantes aguas y bosques imponentes. Gracias a la proliferación de árboles de la especie en cuestión a la tierra –ya habitada por aldeanos muiscas, en su mayoría débiles y apacibles– la denominó Valle de los Alcázares. En homenaje a su ancestro nativo don Gonzalo fundó la ciudad de Santa Fe de Bogotá, más ade- lante capital del reino. Cuenta la leyenda que las primeras edificaciones fueron 12 ranchos pajizos y una iglesia, y que la liturgia fue oficiada por Fray Domingo de las Casas, parte de cuyo hábito de ese día se conserva, presuntamente en el Museo Na- cional de Bogotá. El asentamiento español en la actual ciudad fue un proceso pacífico, si se le compara con otros similares. No debe soslayarse sin embargo, la muerte propinada por órdenes suyas a Tisquesusa (cacique muisca), acontecida según se cree en las Piedras de Tunja, y cuya tumba habría sido profa- nada por él mismo en busca de oro. Quiso la suerte que en 1539 arribaran a la ciudad dos conquistadores más (don Sebastián de Belalcá- zar, desde Perú, y Nicolás Federmann –alemán–). Los tres estuvieron muy cerca de alzarse en ar- mas en su afán de poder, aunque al final su dis- puta por la gobernación del Reino fue dirimida en un tribunal ibérico. La decisión fue que ninguno de los tres ocuparía la alta magistratura. De consuelo Jiménez de Quesada fue nombrado mariscal, cargo que en la práctica no le otorgaba poder alguno sobre las tierras por él conquista- das. (Gonzalo Jiménez de Quesada) Homenaje en el mausoleo a don Gonzalo Jiménez de Quesada dentro de la Catedral Primada, 1945. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
  • 112. (109) *bogotálogo En 1550, ya avejentado, Jiménez de Quesada inició una nueva expedición en busca del esquivo‘do- rado’, hacia los Llanos. La fuerza del río Orinoco dio al traste con las intenciones de su tropa, y la aventura se tornó en fracaso. Se retiró, para vivir sus años finales en Suesca (Cundinamarca), en donde falleció el 16 de febrero de 1579, sumido en la más ignominiosa ingratitud. Los expertos coinciden en creer que antes de mo- rir padeció una larga agonía, debido a los crueles efectos de la lepra. Gracias a don Gonzalo, Bogotá goza de su esplén- dida ubicación, si bien estratégicamente alejada de las costas, según doña Amalasunta Ponce de Alfa- neque enmarcada en un“altiplano saludable y frío que es como un alcázar inexpugnable que nos aísla de la tierra caliente con sus caimanes, mosquitos, arañas y serpientes, y su guacherna de piel tiznada que apesta a catinga, suda y habla a gritos”. Don Gonzalo Jiménez de Quesada fue autor de varias obras escritas, de las que sólo sobrevive el ‘Antijovio (Apuntamientos y anotaciones sobre la historia de Paulo Jovio),’y entre las que se extra- ñan la‘Relación de la conquista del Nuevo Reino de Granada’,‘Compendio historial de las conquistas del Nuevo Reino’y‘Ratos de Suesca’. Hoy el monumento a su nombre –ubicado frente a la avenida que a su vez lleva su apellido, y en la plazoleta del Rosario– es víctima del vandalismo y de la indiferencia de una estirpe de rufianes igno- rantes, quienes se sientan o se duermen sobre su pedestal sin tener idea acerca de quién demonios fue él. goñero. Curiosa especie híbrida conformada por quien combina las maneras finas del gomelo con las burdas del ñero. gordelio. Medianamente obeso. gorra, de. Dícese de aquel bien o servicio del que se usufructúa de manera gratuita e inmerecida, sacando provecho de los demás. gorrear. Consumir alimentos o bebidas a cuenta ajena. gorrero. Dícese de quien acostumbra a alimen- tarse con fondos no propios. Véase marranear. gorriones. Durante varios años y a partir de la muerte accidental de un menor de edad colado en el estadio Pascual Guerrero de Cali, se llamó ‘gorriones’a la más modesta de las tribunas, destinada a albergar a niños de escasos recursos durante encuentros balompédicos de importancia. El título surgió a partir de un clamor de la prensa de los 50, indignada con el fallecimiento del pe- queño, a quien equiparó a una pequeña ave con el único sueño de cantar para su equipo. El empleo de dicha tribuna se extendió a otros escenarios, incluido El Campín. La zona fue suprimida en las recientes remodelaciones del estadio a partir de los años 90 del siglo XX. gorronea. Distorsión del original gonorrea. gorsofia. Lumpen. Individuo despreciable. goterear. Aprovechar haberes etílicos ajenos para la embriaguez propia. goterero. Beodo habituado a sacar provecho gra- tuito de las reservas ajenas de alcohol sin hacer aporte económico alguno. gozque. 1. Perro callejero de raza indeterminada. 2. Individuo primario, poco cultivado y sin instruc- ción. Gracielas Torres y su lavadero. Expresión de gratitud creada en honor a una afamada presenta- dora de televisión, cuyo éxito se debe –sin duda– a su objetividad, a su compromiso periodístico y a su afán sincero por hacer el bien. granitodeoro. Voz de exclamación. Reemplaza el‘gran hijueputa’. gratiniano. Gratuito. Véase marranear. grilles. Establecimiento varietal dedicado al ex- pendio de bebidas alcohólicas y alimentos, y a la presentación de diversos espectáculos. Diversos
  • 113. (110) griles fueron reconocidos en la historia de la ciu- dad. Entre estos se recuerdan: 1. As de copas. Legendario establecimiento de la Bogotá de los 50, 60 y 70 del siglo XX. Decorado a la usanza española, este gril restaurante se ca- racterizó por la presentación frecuente de bandas en vivo procedentes de Colombia y el exterior, y por los estupendos platos allí elaborados. El As de Copas estuvo ubicado en la carrera 13 No. 59-24. 2. La pampa. Céntrico lugar de entretenimiento de los años 60 y 70 del siglo XX, localizado en la carrera 13 No. 58-63, propiedad de Plinio Córdoba y Alberto Navarro. También hizo parte de su nó- mina Fernando Mosquera , chef desertor del gril La Pampa. Aunque al principio el lugar se dedicó a la elaboración de platos argentinos y a la cocina gaucha, con el tiempo y gracias a la vinculación de Navarro (quien también era dueño del gril As de Copas) con la Tropibomba, se fueron incluyendo piezas de jazz y música tropical. El lugar des- apareció tras la muerte de Navarro, su principal accionista. 3. Miramar. El más famoso de los centros noc- turnos de la Bogotá de los 60 y 70 del siglo XX. El Miramar, localizado en la calle 24 No. 8-43, fue propiedad de Alberto Balaguera y se hizo famoso por su decoración estilo art noveau, su estupenda orquesta y su música en vivo. Algunos de los artis- tas de planta fueron Alfredo Linares, Mondragón y su grupo, Cuarta Generación, y Jimmy Salcedo y su Onda Tres. El lugar desapareció a mediados de los 70. gua. 1. En lengua chibcha, montaña. 2. En lengua chibcha, pescado. guachada. Acto burdo y falto de donaire y seño- río. guachafita. Desorden. Indisciplina generalizada. Ánimo festivo impropio. guachanfita. Véase guachafita. guachapanda, a la. Obra llevada a cabo sin esmero y sin técnica, cuyos resultados, por lo general, son mediocres. Sin planeación, cuidado o raciocinio alguno. Úsase con regularidad para aludir al mal desempeño de operarios tales como carpinteros, zapateros, ebanistas, electricistas, técnicos en computación y demás. Durante mu- chos años el trazado urbano de la ciudad se hizo a la guachapanda. guacharaca. 1. Instrumento musical idiófono, conformado por una caña con ranuras, que suena al frotarse con un tridente de alambre. La mayor parte de sus ejecutores aficionados suelen ser objeto de burla debido a la pobreza y escasa técnica en su desem- peño artístico. Véase chocoloco, tropipop. 2. En el argot delincuencial, ametralladora. guache. Ordinario. Ramplón. Paradójicamente, el término era empleado en chibcha para aludir a un guerrero de la frontera, en lo que constituye una muestra más del neorracismo rampante en la ciudad. guacherna. Plebe. Populacho. El término fue in- mortalizado por la canción‘La guacherna en car- naval’, de Milli y Joselyn, escrita para el carnaval de la hermana ciudad caribeña de Barranquilla. guachimán. Burda derivación, al parecer antio- queña, del anglicismo‘watchman’, empleado de manera acaso ofensiva para aludir a un vigilante. (guachimán)
  • 114. (111) *bogotálogo guachipanda, a la. Véase a la guachapanda. guaimarón. Jovencito ya crecido. Dícese de un adolescente a quien la mala suerte comienza a dotar de un incipiente y antiestético bozo. guama. Fruto del árbol mimosáceo del guamo. Hace ya algunas décadas, en Bogotá, se utilizaba la expresión“echar guamas”como sinónimo de “echar vainas”. guama, qué. Voz de exaltación empleada para señalar la gravedad de un problema. guamazo. Golpe fuerte. Véase hablar por la Voz del Guamo. guámbito. Impúber. Pequeñuelo. guamos. Insultos lanzados de manera indirecta a un interlocutor, en medio de un grupo de individuos. guanabanazo. Caída brusca. guandoca. Presidio. Reclusión. Las más famosas penitenciarías en Bogotá son la cárcel La Picota y la cárcel Modelo. La superpoblación carcelaria de Colombia es indicio de cuán prolífica ha sido esta bella ciudad en materia de delincuencia común. guandolo. Remoquete afectuoso con el que sus habituales consumidores suelen aludir al guarapo. guantón. Golpe propinado en el rostro. guapachoso. Música o individuo de carácter festivo y tropical. guarapazo. Impacto fuerte, por lo general acon- tecido en medio de una caída. guarapo. Bebida fermentada a base de miel de caña o de panela. guardaescobas. Franja de madera empleada para proteger las esquinas que unen las paredes con los pisos. Es curioso, por cierto, que en éstos no se almacene ninguna escoba. guaricha. Término despectivo aplicado desde tiempos coloniales para aludir a una nativa. Indí- (guandoca) Patio interior del Panóptico, 1940. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
  • 115. (112) gena. Ramera. En chibcha la expresión era em- pleada al referirse a una dama hermosa. guarilaque. Aguardiente. guarneta. Mujer inmoral. guarnición. En la jerga policial, mujer generosa en eso de ayuntarse con varios agentes. guaro. 1. Aguardiente. 2. Individuo burdo. guasamalleta. Tolete masculino. El término fue importado de la cultura caribeña. guasca. Hierba aromática de uso generalizado en la preparación de ajiacos. Su denominación cientí- fica es galisonga parviflora. guascazo. Golpe súbito. guasquearse. Vomitar, por lo general a causa de una intoxicación alcohólica. guasquiladiado. Embriagado. guatoc. En lengua chibcha, quebrada, riachuelo. guayabo. 1. Resaca. 2. Sensación de tristeza o nostalgia. guayabo puntudo. Véase guayola. guayarola. Véase guayola. guayigol. Curioso adjetivo inspirado en la marca tolimense de calzado deportivo del mismo nom- bre. Al ser comparados con los guayos impor- tados, los guayigol hacían gala de una extrema ordinariez, que no obstante se veía compensada por su bajo precio, accesible a los bolsillos de la mayoría de familias bogotanas. Guayigol es sinó- nimo de ordinario, barato y burdo. El remoquete ‘guayigol’, no obstante, no debe ser tomado como sinónimo de ñero o ñampiro, sino más bien como una forma amigable de referirse a nuestra barata idiosincrasia. El término fue impuesto en determi- nados círculos por el legendario programa radial ‘La silla eléctrica’, transmitido a través de la fre- cuencia joven de la Radio Nacional de Colombia, ubicada en los 99.1 de FM, y hoy conocida como Radiónica. guayo. 1. Zapato deportivo empleado para la práctica del balompié. 2. Mujer de mal aspecto. guayola. Inexplicable reacción común a la ma- yoría de los hombres en las postrimerías de una ingesta etílica, por lo general acontecida durante la mañana siguiente y caracterizada por la mezcla de la consabida y pertinaz resaca con un levanta- miento inatajable y obstinado del asta viril, sólo detenible mediante la consumación de un acto coital. gue. 1. En lengua chibcha, casa. 2. En lengua chibcha, equivalente a 'es', del verbo 'ser'. Dado que los testimonios escritos a tal respecto no dieron cuenta de su fonética, se desconoce si se pronunciaba 'güe' con diéresis, o tan sólo 'gue', omitiéndola. gue bosa. En lengua chibcha, unidad de medida equivalente a cuarenta. Dado que los testimonios escritos a tal respecto no dieron cuenta de su fonética, se desconoce si se pronunciaba 'güe' con diéresis, o tan sólo 'gue', omitiendo la diéresis. gue hisca. En lengua chibcha, unidad de medi- da equivalente a cien. Dado que los testimonios escritos a tal respecto no dieron cuenta de su fonética, se desconoce si se pronunciaba 'güe' con diéresis, o tan sólo 'gue', omitiendo la diéresis. gue mica. En lengua chibcha, unidad de medida equivalente a sesenta. Dado que los testimonios escritos a tal respecto no dieron cuenta de su fonética, se desconoce si se pronunciaba 'güe' con diéresis, o tan sólo 'gue', omitiendo la diéresis. guecha. En la lengua chibcha, guerrero, tercer escalafón en el orden jerárquico de la comunidad. Véase milico, tropelero, zipa.
  • 116. (113) *bogotálogo guerebe. Automóvil. guerrillo. En la jerga militar, miembro de algún grupo armado al margen de la ley. gueta. En lengua chibcha, unidad de medida equivalente a veinte. Dado que los testimonios escritos a tal respecto no dieron cuenta de su fo- nética, se desconoce si se pronunciaba 'güeta' con diéresis, o tan sólo 'gueta', omitiendo la diéresis. gueta asaqui ata. En lengua chibcha, unidad de medida equivalente a veintiuno. Dado que los tes- timonios escritos a tal respecto no dieron cuenta de su fonética, se desconoce si se pronunciaba 'güeta' con diéresis, o tan sólo 'gueta', omitiendo la udiéresis gueta asaqui bosa. En lengua chibcha, unidad de medida equivalente a 22. Dado que los testi- monios escritos a tal fenómeno no dieron cuenta de su fonética, se desconoce si se pronunciaba 'güeta' con diéresis, o tan sólo 'gueta', ignorando la diéresis. gueta asaqui ubchihica. En lengua chibcha, unidad de medida equivalente a treinta. Dado que los testimonios escritos a tal respecto no dieron cuenta de su fonética, se desconoce si se pronun- ciaba 'güeta' con diéresis, o tan sólo 'gueta', omi- tiendo la diéresis. güeva. Individuo torpe. Se utiliza también como muestra de camaradería. güevetas. Fórmula amigable para referirse a un amigo torpe. Véase güevón. güevón. Torpe. Tardo en el entendimiento. Véase guón. guisa. Reprochable calificativo con el que algunos arribistas suelen referirse a quienes no corres- ponden a sus estándares sociales por no ajustarse a su supuesto repertorio de buenas costumbres en el vestir, el hablar o el comer. Se entiende por guiso a quien ejerce profesionalmente las labores del servicio doméstico. Pero también a quien obra con ordinariez y poco refinamiento. Sin duda al- guna no hay nadie más guiso que quien osa hacer uso de semejante despropósito lingüístico. guitarro. En la jerga de músicos, guitarrista. guón. Chilenismo de reciente cuño entre las juven- tudes bogotanas que remplaza a güevón. Denota compinchería, más allá de si los hablantes tengan o no testículos en su haber. Por tal razón, las mujeres mismas han optado por llamarse huevonas entre sí. gurbia. Hambre. gurre. Individuo de mal aspecto y desprovisto de gracia. Gurropín. Acrónimo de uso generalizado en la Bogotá del siglo XX para aludir al general Gustavo Rojas Pinilla. gusanear. Incurrir en el deplorable acto de suma deslealtad de arrebatar su pareja a un buen ami- go. gusano. Dícese de quien acostumbra flirtear con damas comprometidas. (gurbia)
  • 117. (114) habano. Al decir de algunos vendedores de plaza de mercado, banana. habla hasta por los codos. Fórmula despectiva para aludir a un individuo cuya costumbre es la de hablar en demasía hasta hartar o aturdir a sus interlocutores, quienes claman por que guarde silencio. habladera. Parloteo. Murmuración. hablamierda. Mitómano. Farsante. Véase pajudo. hablar por La Voz del Guamo. Alusión obs- cena a la práctica de una disciplina felatoria, en curiosa analogía con una presunta desaparecida estación de radio con sede en El Guamo (Tolima). Tal vez la expresión tiene su origen entre la simili- tud del tolete viril con la guama (inga edulis), fruti- lla algodonada de consumo relativamente popular en la ciudad. Véase chupada. hacer el expreso. 1. Conducir a un individuo de forma directa a la puerta de su destino. 2. Acometer a un individuo con fines copulatorios y resultados prontos y eficaces. hacer el favor. 1. Acceder a ayuntarse con un individuo. 2. Provocar un embarazo no deseado. hacer el mandado. 1. En la jerga sicarial, ultimar. 2. Copular con un determinado y preseleccionado individuo. hacer fieros. Forma de gesticulación empleada para provocar envidia en uno o varios individuos. hacer mercado. En la jerga de consumidores de estupefacientes, aprovisionarse de víveres narcó- ticos. hacerle. Obrar con entusiasmo y decisión frente a algo. hacerle cuarto. Colaborar en complicidad para que alguien obtenga un determinado fin, por lo general romántico. hacerle ojos. Gesticular haciendo uso de ojos y cejas, con fines coquetos o de reclamación. hacerse el bikini. Depilación del vello que cir- cunda las zonas pudendas, con miras al próximo empleo de un pequeño traje de baño. hacerse las uñas. Extraña manera de aludir al acto de someterse a un tratamiento manicurístico. hágale. Voz aprobatoria que antecede a una acción. ¡hágame el favor! Fórmula empleada para re- saltar las cualidades de un determinado individuo u objeto. Hágamen (sic) el favor y prueben (sic) la delicia de bofe. hagámonos pasito. Vulgarismo empleado como llamado a la tregua o a la agresión controlada entre dos contendores. hágase el marica, que así se queda. Hostil ex- presión cuyo fin principal es disuadir al interlocu- tor de fingir ingenuidad ante un hecho o situación patente. La expresión‘hacerse el marica’equivale a la menos agresiva“hacerse el loco”, la que a su vez puede equipararse con“hacerse el inocente”. ¡hágate la güeva! Invitación al interlocutor a abandonar la idea de seguir timando al hablante. (h) (hablar por La Voz del Guamo) Hernando Vega en una grabación radial, 1946. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
  • 118. (115) *bogotálogo hambrerón. Véase filo, hambronón. hambriento. Tacaño. Angurriento. Véase líchigo, tenido. hambronón. Condición de hambre voraz y des- aforada. Véase filo. Handel, el Mesías de la. Sonada polémica desatada a raíz de cierta decisión del gobierno de Alfonso López Pumarejo, cuyo propósito era reintegrar los bienes incautados a los alemanes residentes en Colombia durante la segunda gue- rra mundial y en custodia del Estado, a cambio del pago de una multa. Hay quienes afirman que el gran beneficiario en este tipo de transacciones fue su hijo, Alfonso López Michelsen, y que buena parte de la fortuna de la familia López tuvo como origen tal determinación. También se dice que dicha disposición habría podido obrar en benefi- cio del pueblo colombiano, si no se hubiera dado prelación a los intereses de ciertos inversionistas extranjeros. La más importante de todas las ne- gociaciones llevadas a cabo durante tal periodo involucró los bienes convertidos en fideicomiso de guerra y correspondientes a la Handel, empresa holandesa dueña de la mayor parte de acciones de la cervecería Bavaria. El‘Mesías de la Handel’fue el sobrenombre con que se motejó a López Mi- chelsen por entonces, en un juego de palabras con el nombre de la conocida obra musical‘El Mesías’ de Händel. harvardtín. Mote con el que algunos educandos de la afamada Universidad San Martín, a su vez derivada de lo que antes fuera una fotocopiadora, se refieren a ésta, dados los altos estipendios que deben ser pagados por concepto de matrículas semestrales. hasta. Preposición de frecuente utilización inco- rrecta en lugar de 'desde'. Por cierta curiosa ra- zón, muchos comerciantes bogotanos lo emplean con sentido contrario. Abrimos hasta las 10 de la mañana. Para decir... Abrimos desde las 10 de la mañana. hasta las tetas. Úsase para aludir a un espacio hacinado, sobreocupado o saturado de individuos. (hasta las tetas) Paseo de domingo. Donantes: Elsa y Jesús Sarmiento Sáenz, Álbum Familiar / Colección MDB - IDPC
  • 119. (116) El concierto de Wendy Sulca estaba hasta las tetas. Véase transmilleno. Véase tetiado. hasta pa' vender, hacer. Incurrir en toda suer- te de desmanes, muchas veces en contra de la moralidad, el respeto y las nobles costumbres. Anoche el patrón llegó todo borracho e hizo hasta para vender conmigo. hasta que ya. Hasta el final. A más no poder. A cabalidad. Anoche tomamos whisky hasta que ya. hasta raro. Úsase para ilustrar la singularidad de una situación. ¡Tengo un susto hasta raro! hawaiana. 1. Remoquete surgido a partir de la distorsión del clásico‘javeriana’en cómica alusión a la Pontificia Universidad del mismo nombre. Véase la Ponti. 2. Extraña variable de pizza en la que la piña es su ingrediente principal. Véase pizza cartulina. hayuelo. Dodanea viscosa. Árbol de hojas simples oblongo-lanceoladas y flores unisexuales y ama- rillentas. hebra. En la jerga del proletariado bogotano, cor- bata. Hay quienes equivocadamente han comen- zado a utilizar el término para aludir a un vestido de paño completo, una verdadera distorsión de los alcances originales de la expresión. helaje. Temperatura en extremo baja. hembra. Vulgarismo para aludir a una fémina de figura curvilínea y generosa voluptuosidad, objeto de miradas libidinosas y deseos poco castos. hembraje. Proliferación de damas. Úsase por lo general de manera positiva para aludir a su belleza. hembro. En la burda lengua de ciertas jovenzue- las, caballero atractivo, bien dotado físicamente. herpo. Curiosa galleta rellena de arequipe y bo- cadillo. Pese a la no muy provocativa sonoridad del término, el buen sabor del bizcochuelo en mención permite que sus ventas se mantengan estables. Véase bocadillo. hibia. Tubérculo de raigambre indígena propio de la meseta cundiboyacense y de los países andinos, llamado por los científicos oxalis tuberosa y cono- cido por los quechuas como‘oca’. De color rojizo y forma redondeada, aún en el siglo XXI hay quienes discuten si las hibias son o no un comestible. hica. 1. En lengua chibcha, maíz. 2. En lengua chibcha, piedra. hielorama. Legendaria pista de hielo ubicada en el sector de Quinta Paredes, justo en la avenida 26 con carrera 42 B. higo tuno. Cactus opuntia. Higo de tuna o chumbo. hijo calavera. Expresión empleada por ciertos padres descontentos al aludir a un vástago cas- quivano, rebelde y disoluto. hijo de papi. Individuo remilgado y consentido. Descendiente de las clases hegemónicas que de antaño han gobernado el país y, por tanto, herede- ro por derecho propio de todos los beneficios ve- dados al populacho. Véase gomelo, jai, jailoso, play. hijo de papi-cultor. Expresión humorística em- pleada para aludir a un pequeño de relativo poder adquisitivo procedente de las actividades agrope- cuarias de su señor padre. hijuemaca. Voz de exclamación, por lo general empleada para expresar sorpresa desagradable. Véase juemaca. hijuemíchica. Voz de pánico o dolor. hijuemil. En enorme cantidad. (herpo)
  • 120. (117) *bogotálogo hijuemínchica. Véase hijuemíchica. hijuepucha. Voz exclamatoria usada en lugar del soez‘hijueputa’. hijuepuerca. Voz exclamatoria. Indica grandeza y relevancia. Un dolor ni el hijuepuerca. hijueputa. Fórmula nacional de insulto por ex- celencia, derivada del clásico‘hijo de puta’ibérico. Téngase en cuenta que no todo 'hijueputa' es necesariamente el vástago de una meretriz. La exclamación es polisémica y goza de muy diversos significados, dependientes del contexto. Un ham- bre la hijueputa. Ni por el hijueputa. hijueputivo. Remoquete de uso popular emplea- do para aludir a un autobús de servicio ejecutivo. hipermegaplay. Anacronismo de dudoso gusto originado a comienzos de la década de los 80 del siglo XX. Usábase para aludir a un individuo de altos vuelos. Hoy algunos individuos avejentados siguen empleándolo, convencidos de estar ha- blando 'a la moda'. Véase gomelo, jai, jailoso, play. hisca. En lengua chibcha, unidad de medida equi- valente a cinco. Brebaje. Pócima. hit. Hecho grandioso. Jugada afortunada. Em- prendimiento acertado. hogo. Suculento aderezo elaborado a partir de tomate, cebolla, ajos, mantequilla, aceite, sal y color, por lo general consumido con patatas, are- puelas o patacones. Su consumo puede llegar a provocar serios cuadros de halitosis, por lo que se recomienda mantener cuarentena una vez éste sea ingerido. hongo, como un. Expresión descriptiva para indicar soledad. hongo, peinado. Corte de pelo masculino de dudoso gusto y utilización generalizada entre cier- tos individuos durante los 80 y 90. honguearse. Consagrarse al consumo de psi- locibina con su mal sabor matizado por el de la leche condensada. honguiza. Conjunto de experiencias alucinato- rias sucesivas, experimentadas por quien ha con- sumido psilocibina. hora Gaviria. Disposición del gobierno de César Gaviria Trujillo, quien, debido al racionamiento eléctrico de 1992, decretó que todos los relojes del país por el racionamiento eléctrico de 1992. Por decreto, todos los relojes del país fueron adelan- tados una hora, lo que perjudicó en particular al sufrido estudiantado bogotano, que se vio abocado a aguardar por los autobuses de servicio escolar y copiar las tareas a última hora en medio de las tinieblas. horchata de ajonjolí. Popular refresco de uso generalizado en las clases altas de la Bogotá republicana, dispuesto en grandes botellones de vidrio y servido en las fiestas con el propósito de calmar el calor de los danzarines. hortencio. Orto. hoy no fío, mañana sí. Consigna de común utilización en pegatinas adheridas a las vitrinas de tiendas de barrio y expendios de cerveza. La afir- (honguearse)
  • 121. (118) mación –que en sí misma reviste una permanente contradicción– es sin duda antipática. hoy no fío ni presto envase. Firme indicación con respecto a las políticas crediticias y de tenen- cia y arrendamiento de inventario de recipientes empleados para el transporte de las bebidas etíli- cas y gaseosas. hoyo del venado. Según la leyenda, en tiempos de la Conquista, un soldado español huyó hacia los cerros después de haber cometido un homici- dio en Santafé. Allí encontró una cueva en la que había un venado de oro macizo. Aunque su pro- pósito era quedarse con él, regresar a la ciudad era muy riesgoso, por lo que prefirió llevarse sus cuernos y clavar su espada frente a él, con el pro- pósito de poder encontrarlo trazando un cuadran- te imaginario, cuya localización debía coincidir con el ojo de la cerradura de la capilla de Jesús Nazareno, en la iglesia de San Agustín, o con Gua- dalupe, según otras versiones. Tiempo después, el soldado regresó en busca de su tesoro, tropezán- dose con la triste sorpresa de que la espada ya no estaba. Muchos habitantes de la ciudad desperdi- ciaron sus vidas al acecho del botín, hasta la fecha jamás encontrado. hp. Abreviatura con la que se pretende ofender a un individuo poniendo en tela de juicio el recato de su progenitora. hueco. Entidad de educación de baja calaña y nivel académico desdeñable. Antro. huesada. Diligencia incómoda y aburrida. Activi- dad tediosa. hueso. Obra de arte tediosa, extensa y aburrida. Suele aplicarse a audiovisuales y a libros. hueva. 1. Atolondrado. Torpe. Estúpido. 2. Gónada masculina. huevas, las. Exclamación despectiva para hacer manifiesta la negativa ante una determinada pro- puesta. huevis. Forma afeminada de hueva, únicamente admisible en damas, pequeñuelas y señoritas, pero del todo censurable en varones. Véase mari- quis putis. huevito diario. Obscena expresión de doble sentido con la que se alude a faenas copulatorias ejecutadas a intervalos máximos de 24 horas. La expresión fue usurpada como lema por una firma vendedora de huevos de gallina. huevo, tener. Demanda ilógica y excesiva alre- dedor de una actividad, bien o suma de dinero. huevón. Torpe. De cuestionable inteligencia. Estúpido. Tarado. El término relaciona, en forma gratuita, la estupidez y la hipertrofia gonádica masculina. Huitaca. De acuerdo con la historia sagrada muisca, mujer de impresionante hermosura y libidinosos procederes. Tras la partida de Bochica, gran maestro de los chibchas, Huitaca encauzó al ingenuo pueblo por senderos concupiscentes y pecaminosos, lo que condujo al indignado Chib- chacum a desatar una tormenta mortífera que por poco acaba con la humanidad. Hoy, para deshonra de su memoria, Huitaca es nombre utilizado para bautizar restaurantes de baja estofa y centros de alojamiento y turismo piscinero que a todas luces desdicen del personaje. Véase arrecho, Bochica, chancletero, chapeto, Chibchacum, Chiminigagua, piscinear, zorra. huón. Véase huevón.
  • 122. (119) *bogotálogo (hoy no fío ni presto envase) Lo va a pensar, 1966. Donante: Leonor Moyano de Sánchez, Álbum Familiar / Colección MDB - IDPC
  • 123. (120) ibiris. Ridículo sufijo sin significado alguno em- pleado con el equivocado propósito de adornar una palabra. icopor. Por antonomasia, tela gomosa y porosa fabricada en el país por la Industria Colombiana de Porosos. Por extraño que parezca, la variable del poliestireno expansible conocida en el país como icopor, no es una denominación genérica, sino el nombre de la empresa manufacturera del producto, dueña, también, del monopolio de éste en el territorio nacional. Es conocido como telgo- por en Argentina, como estereofón en Costa Rica, como tecnopor en Perú, como plumavit o aislopol en Chile, y como unicel en México. icteria. Vulgarismo arcaico para ictericia. Pig- mentación amarillenta en la piel humana o en las plantas. igualado. Dícese de quien, en un franco y cons- ciente desconocimiento de las jerarquías, tiende a tratar a sus superiores con excesiva confianza. iguazo. Individuo burdo, falto de refinamiento y francamente ramplón. El término fue populari- zado por la desaparecida serie de televisión‘El siguiente programa’. impajaritable. Inexorable. Imposible de evadir. importaculismo. Postura filosófica de corte ataráxico cuya proclama principal es el abandono de toda preocupación y la supresión de cualquier actividad vital en donde esté implicado algún tipo de esfuerzo tendiente a alterar el equilibrio y la tranquilidad corporal o espiritual. Se trata de una de las doctrinas más difundidas entre los ciuda- danos bogotanos del promedio, quienes, ante el temor de ser fagocitados por los leviatanes pro- pios de la cotidianidad, prefieren replegarse sobre sí mismos, dando lugar a una actitud que suele ser confundida con el egoísmo (véase malparidez crónica y cósmica), pero que en realidad sólo busca sustentar la paz interior. El importaculismo, es uno de los rasgos que marcan al bogotano moder- no, en tanto sujeto, a merced de los improperios vitales de que lo hace víctima su entorno agresivo. indiazo. Individuo ramplón, maleducado y en extremo lobo. indormia. Artilugio. Ardid. Jugarreta. Marrulla. El abogado defensor se valió de toda suerte de in- dormias para salvar a su cliente. indormiarse. Barbarismo para ingeniarse. Buscar la forma de solucionar alguna situación desafortunada. inflingir. Barbarismo para‘infringir’. A los que se atrevan a inflingir la norma les caeremos con todo el peso de la ley. íngrimo. En completo estado de abandono y soledad. El‘íngrimo solo’de los bogotanos tiende a ser redundante o inoficioso, de manera similar a como lo es, de algún modo el‘libre albedrío’o el ‘currículo vitae’. inmamable. Intolerable. Imposible de soportar. inmancable. Ineludible. De obligatoria ejecu- ción. inmarcesible. Expresión de uso común entre los bogotanos gracias a los oficios poéticos de Rafael Núñez, coautor del himno nacional de la República. Pese a que su significado es el de‘in- marchitable’hay quienes la emplean en lugar de ‘inmamable’. inmunda, estar en la. Expresión de reciente cuño empleada para indicar una condición deses- perada de extrema mala suerte y abandono.
  • 124. (121) *bogotálogo indio comido, indio ido. Fórmula de excusa empleada para emprender la retirada de una fae- na gastronómica a la que se asiste como convida- do, tan pronto los alimentos han sido consumidos en su totalidad, desconociendo los preceptos de urbanidad y buenas maneras impartidos por Ma- nuel Antonio Carreño en su célebre tratado. intenso. Acosador. Insoportable. interperie. Común y aleve barbarismo para in- temperie. invivible. Úsase para aludir a un espacio o situa- ción insoportables. En los 70 Bogotá tenía fama de ser una ciudad invivible. Véase inmamable. Iron speed. Desaparecido bar, fundado en 1987 y pionero de lo que más adelante sería conocido como 'escena alterna noventera'. Véase alterno, alternocrazy. izar bandera. Levantamiento involuntario del asta viril por causa de la excitación venérea, por lo general acontecida en horas de la mañana. Véase guayarola, guayola. ize. En lengua chibcha, hormiga. jabón. En la jerga delincuencial, ladrón. jabón chiquito. Pasta soluble para aseo per- sonal de tamaño reducido que, según la creencia popular, se ubica en duchas y lavabos de moteles, residencias y demás establecimientos destinados al ayuntamiento carnal clandestino. jai. Deformación del anglicismo‘high life’, em- pleada en forma un tanto burda para aludir a la ‘alta’sociedad y a individuos de altos vuelos. Gon- zalito es de la jai. jailoso. Miembro de las clases altas. Véase jai. jairo. Castellanización abreviada del anglicismo‘I don’t know’. jala. Embriaguez. jala más pelo de cuca que cable de buque. Contundente comparación en la que el inmenso poderío encerrado por las pilosidades genitales de una dama, deviene mucho mayor que el de un remolque marino. Es utilizado para referirse a un individuo cuya voluntad –por causa de sus ímpetus amorosos– ha sido reblandecida y sometida por los encantos de una dama. jalado. 1. Embriagado. 2. Alusión a la calidad de la manufactura o de una obra terminada. Al sastre de la esquina, el vestido de Julianita le quedó muy bien jalado. jalador. Individuo que ha hecho del hurto de ve- hículos automotores su profesión. jalarle. Estar dispuesto a realizar una actividad cualquiera. La frase fue inmortalizada por el J
  • 125. (122) personaje protagónico de la legendaria cinta‘El taxista millonario’, quien afirmaba‘haberle jalado a todo, menos a eso’, aludiendo al homoerotismo. Yo le jalo a todo, menos a la mecánica. jalarse. Embriagarse. ¡jálele al respetico! Voz firme de llamado a guardar la debida consideración a un individuo, por lo general desairado por su interlocutor. jartar. 1. Consumir alcohol. 2. Ingerir alimentos en forma desmesurada. 3. Hartar. Aburrir. Desesperar. jartera. Aburrimiento. Borrachera. jarto. 1. Incómodo. Aburrido. 2. Dícese de quien se encuentra embriagado. 3. Individuo insoportable. jaula. En la jerga policial, camioneta acondiciona- da con rejas, destinada al transporte de los reos. Véase aguacate, choro, tombo. javeriano. Alumno de la Pontifica Universidad Javeriana. jayanazo. Jovenzuelo atlético de estatura promi- nente y semblante fortachón. (jartar) Hombre bebiendo chicha en una enorme taza esmaltada, 1938. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
  • 126. (123) *bogotálogo jecho. Anciano. jediondo. 1. Desagradable. 2. Poco estético. 3. Repugnante. 4. Maloliente. jeringuear. Perturbar a un individuo con el fin de provocarle enojo. jermu. Mujer. jeróstico. Véase jeroz. jeroz. Distorsión del término‘feroz’, de uso ge- neralizado en las municipalidades y veredas de la meseta cundiboyacense. jeta. Fórmula ramplona para aludir a la boca humana. jeta, dar en la. 1. Golpear a otro individuo. 2. Humillar al contendor en medio de una compe- tencia. jetabulario. Socorrida y manida expresión em- pleada para referirse a un vocabulario inadecuado y soez. jeteado. Muy dormido. Desmayado, hecho debido casi siempre a la ingesta excesiva de bebidas em- briagantes. jetear. 1. Dormitar. 2. Sintomatología mandibular provocada por el consumo de cocaína, consistente en un movimien- to involuntario del maxilar inferior. jetearse. Embriagarse. jincho de la perra. Dícese de quien se encuen- tra al borde de la inconsciencia por causa de una desmesurada ingesta etílica. jipa. Sombrero de jipijapa. joche, quedar. 1. Sumirse en una situación insalvable de confu- sión. 2. En la jerga castrense, encontrarse retrasado en la realización de una actividad determinada. joda. 1. Perturbación incisiva e incesante. 2. Úsase en forma vulgar para aludir a un objeto cualquiera, del que no se sabe o no se quiere mencionar el nombre. Tráigame esa joda. joda más, joda menos, ¡pero no joda tanto! Contrasentido dialéctico empleado para implorar al interlocutor ser menos insistente en sus cons- tantes molestias al hablante. jodencia. Acción y efecto de joder. jodencio. Individuo insoportable y remilgado. joder. Perturbar. jodido. 1. Individuo en condiciones de infortunio extremo e irreversible. 2. Dicho de un proceder, de muy complicada eje- cución. 3. Dicho de un individuo, complicado o marrullero. jodón. Individuo insoportable que deriva compla- cencia en perturbar a sus semejantes. Johnson (severo Johnson). Alusión a quien manifiesta destreza en las artes amatorias. Se fundamenta en la presentación en polvo del afa- mado talco Johnsons. jonjoliar. Secundar en caprichos, berrinches y remilgos. jopo. Región glútea o anal. Jorge Paseo Lozano. Cálido remoquete con el que la ciudad suele referirse a la entrañable Universidad Jorge Tadeo Lozano. Una variable, mucho más ambiciosa, modifica el‘Lozano’por ‘Lochano’. jorobar. Véase joder. joto. Paquete, bolso, maletín, maleta o carga abultada y prominente. joyita. Expresión irónica para aludir a un indivi- duo peligroso cuya conducta es reprochable. juagado. Individuo u objeto muy mojado. juagar. Reprender. Imprecar.
  • 127. (124) juagarse de risa. Carcajearse de manera histé- rica, a mandíbula batiente. juanchón. Dicho de una prenda o vestido, ancho y holgado. Juanito. Por antonomasia, personaje infantil empleado en chistes e historias cómicas trans- mitidas por vía oral. Es cosa curiosa que todos los ‘juanitos’ –más allá de si el humorista que los encarna sea santandereano, vallecaucano o de cualquier otro lugar del país– siempre ha- blarán con acento antioqueño, costumbre pre- suntamente atribuible al humorista bumangués José Ordóñez. En aras de la justicia histórica sería más razonable remitirse al legendario programa radial ‘La simpática escuelita que dirige doña Rita’ o al humorista antioqueño Montecristo. juemaca. Véase hijuemaca. juemácara. Véase juemadre. juemáchica. Véase juemadre. juemadre. Expresión de uso común, por todos reconocida como menos agresiva que el clásico ‘jueputa’. juemíchica. Exclamación de sorpresa. juemínchica. Véase juemíchica. jueplátano. Véase juepucha. juepucha. Pequeña variante para suavizar la carga de obscenidad acarreada por el clásico‘jue- puta’. juepúchica. Véase juepucha. juepuente. Véase juepucha. juepuerca. Véase juepucha. juepulga. Véase juepucha. juepunta. Véase juepucha. jueputa. Obscenidad colombiana por excelencia. Goza de muy diversas connotaciones, dependiendo del contexto. juernes. Aborrecible noventerismo con preten- siones cómicas derivado de la expresión‘hoy es juernes’con la que se pretendía insinuar que ya desde las tempranas horas del penúltimo día de la semana laboral comenzaba a respirarse el am- biente previo a las celebraciones subsiguientes del antiguo‘viernes cultural’. juetazo. Latigazo. Azote brusco. Cuando tenía cinco años quemé la alfombra de la casa y mis papás me dieron un juetazo de padre y señor mío. Véase juete. juete. Azote. Deformación del vocablo original fuete. juetera. Tanda de sucesivos azotes. jugo de tubo. Vulgarismo para aludir a agua del grifo destinada a ser bebida. No tengo nada de tomar. Pero –si no le incomoda– le ofrezco jugo de tubo. juicioso. Obediente. Que se acoge a las reglas y normas sin chistar. jumento. Fórmula caricaturesca y despectiva de equiparar a un individuo de tamaño prominente con un asno, pollino o bestia. jurgo. Indicativo de abundancia. jurgonón. Sobreabundancia.
  • 128. (125) *bogotálogo (jurgo) Gaseosas Colombianas, 1952. Saúl Orduz / Colección MDB - IDPC
  • 129. (126) kepa. Apócope resultante de la unión de las si- glas iniciales de la expresión‘qué pasó’, y a la vez homenaje al honorable director y actor Kepa Amuchastegui. kikuyo. Especie de pasto, conocida científica- mente como pennisetum clandestinum y originaria de Kenia. Sus primeros estolones fueron intro- ducidos en el país por José Félix Restrepo, quien después de leer un artículo en el Times londinese acerca de la planta , solicitó al autor de la nota le enviara algunas muestras. Desde entonces el kikuyo se ha diseminado como la más común va- riedad gramínea en Bogotá. Konga. Fallido intento de bebida carbonatada elaborado por la también fallida división de gaseo- sas de Bavaria, ineficaz tentativa de hacer contra- peso a los tradicionales productos Postobón. Los malos augurios por su pobre enfoque publicitario y de posicionamiento de marca se pusieron de manifiesto con el torpe uso de la letra K inicial, de dudosísimo gusto. la. Artículo determinado femenino, por lo general antepuesto por los estratos populares al nombre propio. la de adentro. Fórmula despectiva con la que en tiempos antiguos se solía aludir a una empleada de servicio doméstico interna. Hoy domingo me tocó cocinar porque 'la de adentro' está de licencia. Véase guisa, muchacha. la llorona. Estado de nostalgia y depresión oca- sionado por el consumo de algún estupefaciente o etil, caracterizado por llanto pertinaz, por episo- dios de autocompasión o por la legendaria exal- tación de la amistad propia de muchos borrachos o de individuos en circunstancias alteradas de conciencia. ¡la macha! Expresión empleada para subrayar lo desesperado de una condición. ¡Tengo un hambre la macha! ¡la madre!. Exclamación de inconformidad o descontento para con una situación determinada. ¡la madre que sí! Fórmula de juramento. la peor diligencia es la que no se hace. Falsa fórmula de consolación preventiva utilizada por quien, pese al mucho temor que le presupone el llevar a cabo una determinada gestión, se encuen- tra decidido a ejecutarla. la Ponti. Fórmula cariñosa, aunque algo afectada, para aludir a la Pontificia Universidad Javeriana. la puntica no más. Al lado de‘el último y nos vamos’y de‘mañana le pago’, otra de las clásicas mentiras estampadas en cartelones de cantina. (k) L
  • 130. (127) *bogotálogo Alude a la intención de contenerse en el momento del ayuntamiento carnal, insertando el aparato fálico del caballero en la cavidad vaginal tan sólo con el propósito de mantener una falsa castidad en la presunta doncella o de evitar una posible concepción indeseada. El recurso, aunque conoci- do de sobra, sigue siendo repuesto indistintamen- te por adolescentes y adultos a la hora de obtener sus propósitos sexuales. la verga. Maravilloso. Divertido. Excepcional- mente agradable. ladrina, echar. Almorzar. Consumir un alimento con el propósito de reparar fuerzas. El término está basado en una reconocida marca de alimen- tos caninos. lagaña de mico, no es cualquier. Figura retó- rica empleada para aludir a lo que goza de cierta relevancia. lagartear. Véase lagarto. lagarto. Espécimen común en la fauna social co- lombiana caracterizado por su natural tendencia a reptar y a procurarse el ascenso social y laboral a partir del lambetazo debidamente calculado. lama. Especie de capa de aspecto vegetal que se forma en la superficie de los objetos. Musgo. lambeculos. Individuo servil y tendiente a satis- facer los caprichos de los poderosos. Véase chu- pamedias, lagarto, lambón. lamber. Véase lambón. lamberico. Véase chupamedias, lagarto, lambón. lambón. Adulador. Dícese de quien halaga a los demás para procurarse sus favores. Véase chupa- medias, lagarto. lámina. Individuo de buen ver. lámparas. Voz de alerta para indicar la necesi- dad de mantenerse vigilante. ¡Huy! ¡Lámparas! Me- jor pisémonos, que vienen los tombos. Véase pilas. lamparazo. Trago de alcohol. langaruto. Individuo famélico y desnutrido. lanza. En la jerga castrense, compañero. lapo, darse el. Afincar todas las esperanzas y esfuerzos en una causa determinada. las cuentas claras y el chocolate espeso. Voz manida utilizada para llamar al interlocutor a llevar un recuento contable y pormenorizado de cada uno de los compromisos, ingresos y egresos de una sociedad. ¡las güevas! Véase las huevas. ¡las güevas de don Simón! Variable, un tanto más creativa, de‘las huevas’. ¡las huevas! Vulgarismo tajante de negación empleado para manifestar el absoluto desacuerdo con un planteamiento determinado. lata, a la. En abundancia. Sin mucho cuidado. laureanismo. Progresista e innovadora fuerza política conformada por conservadores partidarios de Laureano Gómez. lavaperros. Lacayo o sirviente de bajo rango, por lo general bajo las órdenes de algún gamonal o capo. Véase sacamicas. laxo. Relajado, sosegado y tranquilo. ¿le anotó placas? Forma de interrogación propia de la década de los 90 del siglo XX, empleada para equiparar el acto de obtener los datos de contacto de una potencial manceba con la que pueda con- certarse una cita, con el de los policías de tránsito al tomar atenta nota de la identidad de un infrac- tor. Véase cotice, levante. ¿le colaboro? Fórmula de aparente cordialidad empleada por vendedores informales, botones, camareros, impulsadores de telefonía celular, cuidanderos de automóviles y demás individuos dedicados al muy bogotano arte del rebusque, con el propósito de convencer al interlocutor de hacer uso de sus servicios. le dijo hasta de qué se iba a morir. Úsase para aludir a una seguidilla de reprensiones, in- jurias, improperios, denuestos y abominaciones recibidos por un individuo.
  • 131. (128) le dijo hasta mico. Úsase para aludir a una jornada de profusos y floridos insultos. le falta mucho pelo pa’ moño. Expresión am- parada en la jerga de salón de belleza y empleada para hacer referencia a quien aún no goza de la madurez necesaria para la ejecución de un deter- minado oficio. ¿le gusto?, ¿le debo? ¿o se le perdió uno igua- lito? Expresión amenazante empleada por quien se siente imprudentemente observado por alguien. le hache achí. Expresión un tanto odiosa para aludir a la cobardía de un individuo. Suele estar acompañada por un movimiento palpitante de los dedos, imitando las palpitaciones del sistema cardiovascular humano. le llenaron la barriga de huesos. Expresión ra- yana en la obscenidad, empleada para aludir a quien se encuentra, quizá contra su voluntad y por su ac- tuar ingenuo o descuidado, en estado de gravidez. ¿le parece pescado? Vulgarismo empleado con el propósito de hacer manifiesta la molestia ante un acto de subestimación por parte del interlocu- tor. ¡El tipo fue presidente de Concasa! ¿Le parece pescado? ¿le va a enseñar a su papá a hacer hijos? Especie de cuestionamiento usado para evidenciar y sopesar la inexperiencia de quien presume de ser avezado en una lid determinada, en contra- posición al verdadero conocimiento empírico de quien está convencido de ser mucho más experto que su interlocutor. le vieron la cara. Úsase para aludir a quien, debido a su aspecto cándido, ha sido objeto de una estafa. Es una forma abreviada y suavizada que encierra un concepto similar a“le vieron la cara de huevón”. leche de mípalo. Vulgarismo empleado para aludir a los flujos vitales. Véase hablar por la Voz del Guamo. lechero. 1. Fórmula justificadamente despectiva con la que se alude a los autobuses que, en una abso- (legal) Licencia de ciclista, 1934. Donantes: Elsa y Jesús Sarmiento Sáenz, Álbum Familiar / Colección MDB - IDPC
  • 132. (129) *bogotálogo luta anarquía alentada por la llamada‘guerra del centavo’, tienen el odioso hábito de detenerse en cualquier parte para recoger pasajeros. 2. Individuo suertudo. lechuguino. Joven gentil y elegante en el vestir. Al parecer se denominó así a los de este tipo por su costumbre de emplear el afamado fijador Le- chuga, especie de tónico para amansar cabelleras rebeldes. legal. Dicho de un individuo, de maneras probas. Honesto. lejuras. Lejanías. No entiendo por qué hicieron la Universidad de la Sabana en semejantes lejuras. Véase bosa, cerditos, chía, Fontibronx, gomelia. legüinski. Alusión a un acto felatorio, inspirada en la famosa becaria de la Casa Blanca, íntima conoci- da del ex presidente norteamericano Bill Clinton. lenguón. Hablador. Lenguaraz. lentejo. Lento. Tardo en la reacción. leña. Crítica descarnada a una determinada obra. Tan pronto salió el Bogotálogo, los críticos se dedi- caron a darle leña. leñero. Deportista profesional de alta compe- tencia especializado en sacar de combate a sus contendores golpeándolos sin que el juez a cargo lo note. les da uno la mano y le cogen el codo. Fór- mula de corte anatómico para aludir al descarado acto de sacar excesivo provecho de una colabora- ción desinteresada, perjudicando en forma directa a quien de manera voluntaria intenta cumplir con la premisa humanitaria de socorrer al desvalido. ley. En la jerga policial, miembro de dicho cuerpo de seguridad. Véase tombo. levantado. Individuo de clase emergente, colado de súbito en los estratos altos, por lo general de modales arrogantes y afectados. levantar. 1. Acto de conquistar los favores amorosos de alguien. 2. Golpear o atentar físicamente contra un indivi- duo. 3. Obtener un determinado bien o servicio. ley de Charles (machete). Principio básico de acción derivado de la ley de Charles y Gay-Lussac, al que suele apelarse cuando un trabajo supera las capacidades del ejecutor o cuando la prisa a última hora apremia. Consiste en llevar a cabo las actividades de manera descuidada y veloz, por lo general con muy mediocres resultados. ley zanahoria. Medida sancionada durante la primera administración de Antanas Mockus, consistente en establecer una hora determinada en la que todos los establecimientos de la ciudad dedicados a la jacaranda y al expendio de bebidas embriagantes estaban obligados a cerrar sus puertas y a expulsar a los clientes de sus instala- ciones. Para justificarlo, el líder echó mano de una zanahoria como emblema de su intención de ino- cular supuestos hábitos sanos en los habitantes de la ciudad. Véase zanahorio. lgbt. Denominación oficial de nuevo cuño para aludir a los grupos conformados por lesbianas, gays, bisexuales y transgeneristas. liberal. 1. Una de las dos colectividades políticas tradicio- nales en Colombia, fundada en 1848 e inspirada en el ideario del general Francisco de Paula San- tander. El Partido Liberal colombiano se declara a sí mismo de centro izquierda y social demócrata. Surgió a partir de los postulados de Ezequiel Ro- jas, uno de cuyos bastiones era cierta postura anti radical. 2. Bizcochuelo de harina recubierto con azúcar debidamente tinturada con anilina roja. Es uno de los manjares privilegiados en la clásica repos- tería del proletariado bogotano. Debe su nombre a la similitud del color de su superficie con el de la colectividad del mismo nombre. Viene en pre- sentación de rollos y su medida estándar alcanza
  • 133. (130) los 25 centímetros de largo. Según los expertos catadores de liberales, hacen buen maridaje con la Colombiana Postobón. Por alguna extraña razón, la existencia de liberales no ha sido aún compensada con la de conservadores, hecho que refleja la clara polarización antidemocrática afincada en el mundo de las golosinas de tienda. Apelando al sentido co- mún, la dirección nacional del Partido Conservador debería elevar una queja a instancias superiores para que, en aras de la democracia, el gremio de reposteros, bizcocheros y panaderos iniciara tam- bién la fabricación masiva de conservadores. líchigo. 1. Amarrete. Avaro. 2. Especulador. Usurero. Hay quienes sostienen que la expresión se deriva del vocablo anglosajón ‘leech’, con el que se alude a la criatura hemató- faga conocida en castellano como‘sanguijuela’. 3. En su acepción más antigua, conjunto de pro- ductos expendidos en una verdulería. líchigo, la del. Llamada perdida a un abonado de telefonía celular con el objeto de que éste a su vez llame de vuelta, para ahorrarse el cargo de los honorarios correspondientes a la tarifa por minuto. lichiguiar. 1. Recolectar monedas de manera mendicante, con el fin de solventar las afugias de índole eco- nómica. 2. Obrar con extremada mesura en los gastos. liguita. Limosna. Donación voluntaria para soco- rrer a indigentes y vagabundos de profesión. limpieza. Abominable práctica consistente en asesinar indigentes y habitantes de la calle por considerárseles indeseables. limpio. 1. Individuo despojado de dinero. 2. En la jerga policial, delincuencial y jurídica, individuo despojado de máculas o faltas que ensu- cien su historial. liquira . En lengua chibcha, especie de manta de pequeño tamaño, similar a un chal y destinada a cubrir los hombros. liso. Amigo del latrocinio. Delincuente, por lo general dedicado al carterismo. listerine. Voz indicativa de disposición y prepa- ración para una actividad que se ha de realizar. Alude al popular enjuague bucal de esa marca y a la expresión‘listo’. llanta. Concentración grasosa de mal aspecto localizada en la región ventral humana. llave, mi. Amigo íntimo y buen cómplice. llavecita. Variable cariñosa de‘mi llave’. llavería. Véase llave, mí. llavero. 1. Hombre de dimensiones considerablemente reducidas, al comparárselas con la de su pareja. El término se emplea al comparar su presencia con la insignificancia de un portallaves. 2. Baraja de vacantes y de candidatos para una determinada posición, por lo general en la mente de quien detenta poder suficiente como para defi- nir quién habrá de ocuparla. llenador. 1. Dicho de un alimento, propicio para saciar el hambre. 2. Dicho de un individuo, insoportable. lleva. Véase yeba. llevado. 1. Dícese de quien atraviesa una difícil situación, bien sea en el ámbito sentimental, económico, físico o laboral. 2. Individuo sumido en la adicción a algún estupe- faciente. llevado del bulto. Véase llevado, tenga pa’ que lleve. llevar con la doble. Tratar a un individuo deter- minado de manera hipócrita. lo malo de la rosca es no estar en ella. Ex- presión quejumbrosa en la que se resaltan las
  • 134. (131) *bogotálogo desventajas de no pertenecer a las clases do- minantes ni a los círculos de poder. Si bien los orígenes de esta muy antigua premisa deben re- montarse a los tiempos de José y sus hermanos, cuando el bueno de Jacob decidió darle a su hijo menor preeminencia por encima del resto de su progenie, muy a disgusto de la misma, dudo que haya lugar alguno en el mundo en donde el ami- guismo, el nepotismo y todos esos odiosos ismos se encuentren más afincados. De ello pueden hablar con propiedad representantes de todas las esferas del saber humano. Desde futbolistas has- ta sacerdotes, pasando por actores, presentadoras de televisión y senadores. lo perdimos. Fórmula lastimera para aludir a quien, debido a sus nuevas costumbres, se aleja de manera radical de su grupo ancestral de amigos. lo que, a. Tan pronto. En la medida en que algo ocurra. A lo que yo te avise, tú inmediatamente vienes. lo que es la abundancia de escasez. Paradó- jica manera de referirse con ironía a una extrema condición de carencias pecuniarias. lo que le diga es mentira. Aceptación por ade- lantado de que todo cuanto vendrá no será más que ardides baratos y pamplinas con la fantasía y la especulación como único soporte. Frase favori- ta de quienes, desprevenidos, son abordados por algún conductor desorientado en alguna esquina para ser socorridos en materia de direcciones y vías. lo último en guarachas. Vulgarismo empleado para aludir a aquello que luce revestido por la fugaz apariencia de la novedad. lo veo grave. Diagnóstico apocalíptico pronun- ciado con el fin de suscitar preocupación en el interlocutor y para señalarle lo incorrecto de su proceder. Un reconocido bar de la mal llamada ‘escena alternativa’de la década final del siglo XX, fue bautizado TVG, como una variación, un tanto más amigable, de la frase en cuestión. lobo. Clásica especie de la fauna social colombia- na. Puede detectarse fácilmente por sus atuendos exhibicionistas, su tendencia a fanfarronear a voz en cuello acerca de sus muchas posesiones materiales y a su dificultad para obrar sin escándalo. Suele llevar anteojos oscuros y ropas brillantes y vistosas. locha. Modorra. Pereza. Indisposición para la acción. locho. Ocioso. Poco adepto al trabajo. Lochandes. Cariñoso mote espetado por los estudiantes de la prestigiosa Universidad de los Andes a su noble alma máter. lombriciento. Dícese de aquel cuyo sistema digestivo se encuentra habitado por nematodos. loquitos bogotanos. Por antonomasia, persona- jes ya fallecidos, de comportamientos singulares y disparatados, y fama considerable, cuyos nombres e historias difusas siguen almacenados en la me- moria de los bogotanos de diversas generaciones y siglos. Algunos de los más destacados son: 1. Aljure, Tufi. Típico personaje capitalino de ciudad durante la primera mitad del siglo XX. Tufi Aljure era un caballero libanés nacido en 1875. En 1901 arribó al puerto de Buenaventura con el propósito de iniciar una próspera carrera como comerciante de telas y prendas de vestir. Sin embargo, la tendencia típica de los nativos del Pacífico de entonces de des- perdiciar su dinero en orgías y en bebetas –en lugar de utilizarlas para adquirir ropas y ornamentos– lo condujo a mudarse a Bogotá. Abrió un puesto am- bulante en el Parque de Las Nieves y sus destrezas comerciales lo hicieron rico, ya por los años 40. Después de enterarse de que su esposa estaba contagiada de lepra y de que debía ser recluida en Agua de Dios, intentó sin éxito inocularse el bacilo de Hansen, para poder ir con ella. Tras una reacción violenta al serle negada la entrada al leprosorio, por no estar infectado, fue recluido en Sibaté, de donde consiguió escapar, quizá con el consentimiento de las autoridades, hartas de él.
  • 135. (132) (locha) Personaje durmiendo en salones del capitolio, 1940. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
  • 136. (133) *bogotálogo Regresó a Bogotá, lugar en donde se hizo famoso por sus tristes actos autodestructivos, apoyados en su fortaleza física. Solía romper las piedras de la calle y atemorizar a las damas con serpientes de juguete. Uno de sus hijos, el mayor Dumar Aljure, militó junto a Guadalupe Salcedo en las guerrillas liberales de los Llanos. 2. Artista Colombiano, El. Nacido en 1902 y lla- mado Jesús María Torres Quevedo, el Artista Colombiano era un hombre de la calle, dotado de notables cualidades histriónicas, de las que hacía ostentación en las calles de la ciudad. Durante su juventud fue agricultor, pero luego emigró a Bo- gotá para dedicarse a la albañilería, oficio del que se retiró para hacerse mecánico. Era prolijo en su discurso y solía ir acompañado de ayudantes. Gus- taba de emitir arengas políticas. Murió en agosto de 1978, en el Hospital de La Hortúa. 3. Bobo del tranvía, El. Afamada figura de la Bogotá del siglo XX, cuyo apellido y verdadero nombre son desconocidos. Se le solía llamar Antoñín. Al parecer era el hermano de una agraciada dama, muy cortejada por los jóvenes capitalinos de en- tonces. Según reza la leyenda, dado el temor que a ésta le provocaba la posibilidad de ahuyentar a sus admiradores una vez se percataran de las deficiencias mentales de su cercano pariente, optó por pedirle que cuando ambos tuviesen que ir al centro, no abordara junto a ella el tranvía. Y para convencerlo, arguyó que los cinco centavos correspondientes al importe del tiquete de viaje habrían de servirle para consumir suculentas co- laciones. Con el tiempo ella se fugaría con uno de sus pretendientes, hundiendo al futuro Antoñín en una patológica tristeza. Desde entonces, éste em- prendió una persecución demencial a cuanta ne- mesia o lorencita se le apareciera de frente con la esperanza de hallar a su amada hermana, quien tiempo después regresaría ya con hijos y desaira- da por su esposo. Vivía en las calles, sumido en la indigencia, pero aun así consiguió hacerse a apre- ciables destrezas físicas debidas a su costumbre de perseguir los tranvías. Los estudiantes de la ciudad le nombraron presidente honorario de la Circulación, y le consiguieron –para tales efectos– un uniforme de policía, vestido por él con orgullo y dignidad. Gustaba de competir contra los tranvías para ver quién conseguía alcanzar mayores velo- cidades, gesta en la que algunas veces resultaba vencedor. Con la desaparición del servicio de tran- vías al comienzo de la década de los 50 del siglo XX, Antoñín sintió que no había lugar para él en el mundo, lo que le provocó un fuerte estado depre- sivo. Hay quienes dicen que murió atropellado por un bus. Otros sostienen que falleció de un ataque cardiaco en 1955. Al parecer había nacido en 1914. 4. Cuchuco. Véase cuchuco. 5. El doctor Goyeneche (Gabriel Antonio Goyeneche Corredor). Entrañable personaje de la Bogotá del siglo XX, oriundo de Socha (Boyacá) y tal vez na- cido en 1886. Ya entrado en años, hacia los 50 de la mencionada centuria, Goyeneche, quien había intentado ser profesor en su Socha natal, inició una carrera política con miras a convertirse en primer mandatario de la capital. Entre sus mu- chos planes progresistas estaba la pavimentación del río Magdalena, el fumigar las nubes bogotanas con aviones del ejército para evitar el invierno y el entechamiento de la ciudad entera para guarecer- la del clima. Gracias a la simpatía despertada por su carácter y su ideario entre el estudiantado de la Universidad Nacional de Colombia, Goyeneche consiguió alojamiento en uno de sus edificios. Solía salir a perorar por las calles del centro de la ciudad llevando consigo un buen número de volan- tes impresos en litografías. Se presentó en diver- sas oportunidades como candidato a la primera magistratura, obteniendo en 1966 la apreciable cifra de 2.652 sufragios a su favor. Ya muy anciano, falleció a principios de 1978.
  • 137. (134) 6. La loca Margarita. Mote con el que la ciudad entera llegó a conocer a doña Margarita Villaqui- rá Aya, legendario personaje capitalino durante los años 20, 30 y 40 del siglo XX. Según cuenta la leyenda, la señora Villaquirá perdió la razón en 1902 siendo maestra rural en la vereda El Alto, de su natal municipio de Fusagasugá, después de habérsele comunicado el deceso de su marido, el suboficial Nemesio Gutiérrez, en la Guerra de los Mil Días. Tiempo después, ella y su hijo Miguel Gutiérrez fueron capturados como sospechosos de insurrección. Aunque Margarita fue indultada, su hijo resultó condenado a muerte. Años más tarde y ya del todo falta de razón, se radicó en Bogotá, ciudad en la que vivió hasta el día de su muerte gritando arengas contra el“tiránico Parti- do Conservador”. 7. Pomponio. Remoquete conferido por los habi- tantes de la capital a Manuel Quijano y Guzmán, uno de los más populares personajes de Bogotá. Vástago de una ilustre familia y al parecer afec- tado por alguna patología mental, se convirtió en estafeta informal, encargado de repartir recados y tarjetas de invitación entre los ciudadanos de en- tonces. Antes de convertirse en‘Pomponio’(nom- bre quizá inspirado en su tendencia a vestirse con pompa y elegancia), fue un inteligente y dulce alumno del Colegio de San Bartolomé. Según se dice, la extrema disciplina de la que fue objeto por sus padres y su posterior orfandad lo condujeron, ya en la adolescencia, a una depresión crónica, agravada por el rechazo del que fue objeto por parte de una dama de la aristocracia de la que se vio prendado después de haberla visto una sola vez. Con la razón extraviada, pero aun así dueño de una prodigiosa capacidad para memorizar direcciones y nombres, se dedicó al simple oficio por el que toda la ciudad le conoció. Su rasgo más característico era la tendencia extraña a perder la cordura ante la simple insinuación de“¿quiere queso?”pronunciada con morboso entusiasmo por los niños que se regodeaban al verlo enojado. 8. Otros dementes importantes de la Bogotá de los siglos XIX y XX fueron Chepecillo, el Conde de Cuchicute, Gonzalón, Manrique, Zuzumaga (o Su- sunaga) y Rafael Lasso de la Vega. lora. Radio. Reproductor de cintas magnetofó- nicas. Grabadora. Algunos jóvenes de extracción media baja acuñaron la expresión durante la dé- cada de los 80. lora, dar. Hablar de más. Reprender. lorencita. Tranvía aerodinámico unidireccional importado a Bogotá en 1938, con puerta central, techo pintado de color plateado y carrocería mar- ca Brill. Se le llamó‘Lorencita’dada su similitud cromática con el pelo platinado de la entonces primera dama de la nación, Lorencita Villegas de Santos. lorudo. Dícese de quien tiende a hablar de ma- nera excesiva y escandalosa. los de atrás son los que recochan. Cristali- zación verbal de un concepto aferrado en nuestra cultura popular de colegio, en donde se suele pensar que –por regla– siempre son los alumnos apostados en las filas traseras de salones de cla- se y autobuses escolares quienes en mayor grado promueven brotes de desobediencia, vandalismo e indisciplina. lucas. Dinero, por lo general expresado en uni- dades. En algún momento un peso fue una luca. Dada la galopante devaluación de la que nuestra moneda ha sido objeto, hoy una luca corresponde con mil pesos. lulo. Dama destacablemente atractiva. lulo, como un. Inexplicable expresión empleada para hacer referencia a un individuo en óptimas condiciones físicas, económicas o médicas. luqueado. Dícese de quien cuenta, de manera transitoria, con abundantes reservas de dinero.
  • 138. (135) *bogotálogo (locha) Tumulto alrededor del tranvía,1945. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
  • 142. (137) *bogotálogo (chito) Fórmula onomatopéyica con la que se indica a un auditorio o individuo, de manera no muy gentil y nada discreta, la necesidad de guardar silencio o confidencialidad. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
  • 143. (138) www.bogotalogo.com Subdiretora de Divulgación de los Valores del Patrimonio Cultural Instituto Distrital de Patrimonio Cultural Ilona Murcia Ijjasz Coordinación de publicaciones y coordinación editorial Instituto Distrital de Patrimonio Cultural Ximena Bernal Castillo Investigación y textos Andrés Ospina Asistencia editorial Paula Moya Ilustraciones Laura Peralta Fotografía Instituto Distrital de Patrimonio Cultural Carlos Hernández Llamas Comunicaciones Instituto Distrital de Patrimonio Cultural Freddy Díaz Sarmiento Diseño y diagramación Instituto Distrital de Patrimonio Cultural Yessica Acosta Molina Corrección de estilo María Angélica Ospina Revisión Juan Manuel Acosta, Ivón Hernández Web Vladimir Mosquera Bautista Agradecimiento especial Mauricio Uribe, Fredy Ávila Molina Impresión Subdirección Imprenta Distrital DDDI Encuadernación Milenio Editores Impreso en Colombia ISBN 978-958-99705-1-5 © 2011 Instituto Distrital de Patrimonio Cultural ALCALDÍA MAYOR DE BOGOTÁ CULTURA, RECREACIÓN Y DEPORTE Instituto Distrital de Patrimonio Cultural Alcaldesa Encargada Clara López Secretaria de Cultura, Recreación y Deporte Catalina Ramírez Vallejo Director del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural Gabriel Pardo García-Peña
  • 144. (139) *bogotálogo b ogotálogoUSOS, DESUSOS Y ABUSOS DEL ESPAÑOL HABLADO EN bogotá Andrés Ospina tomo II-(MACANCÁN-ZUTE)
  • 146. (141) *bogotálogo macancán. Individuo acuerpado y fortachón. Du- rante algún tiempo, a finales de la primera década del siglo XXI, Macancán fue un personaje institu- cional de cortos animados, destinados a educar a la clase trabajadora colombiana en materia de salud y seguridad ocupacional. macareno. Habitante o miembro de la frecuente población flotante del tradicional sector de La Macarena, en cercanías de las Torres del Parque o Bosque Izquierdo. Los macarenos tradicionales hacen parte de la llamada ‘farándula intelectual’ bogotana. Por lo general son gestores culturales, fotógrafos, realizadores de video. Véase candela- rio, chocoloco, socialbacán. macha, la. 1. Dícese de una situación compleja, insoportable o destacable. Tengo una gripa la macha. 2. Antañona marca de calzado industrial especia- lizada en la fabricación de botas empleadas por nuestra clase obrera. Durante los 80 hubo una variable infantil del producto denominada ‘Machi- ta’ y descontinuada a mediados de la década. machaca, la. Fábula popular capitalina en la que se alude a la existencia de un insecto fantás- tico provisto de un aguijón con el que pica a las jovencitas. Según la creencia popular, su mordida tenía consecuencias mortales, solamente contra- rrestables mediante un inmediato coito. Muchos varones se valieron de esta creencia para acceder a los favores carnales de ciertas desdichadas adolescentes, quienes, persuadidas por el pánico de fallecer, accedían a copular sin chistar y con inusitada prontitud. machera. Hecho o situación agradable y plausi- ble. Este diccionario es una machera. machimbre. En la jerga de la construcción, lis- tón de madera al que se le hace una ranura para que empate con el siguiente. Suele ser utilizado en techos interiores. Cámbieme ese machimbre, que se gorgojeó. machín machón. Juego de sube y baja. Balan- cín. macho. Tremendo. Intenso. Persistente.Está haciendo un frío el macho. machucante. Mancebo encargado de saciar los ímpetus eróticos de su hembra ansiosa. machuque. Véase machucante. maciar. Laborar en forma ardua. macuenco. Expresión en desuso empleada para aludir a la suculencia de un platillo determinado. madrazo. Pronunciación espontánea y cotidiana del vocablo ‘hijueputa’, clásico improperio bogo- tano por excelencia, empleado en situaciones de crisis para denotar preocupación, alegría o ansie- dad. La expresión tiende a abreviarse mediante la sigla hp. madre, ser una. Más allá de su género, dícese de un individuo dadivoso, indulgente y amigable. madrear. Poner en entredicho el señorío de la progenitora del interlocutor. madrugón. Feria callejera en la que se expen- den prendas de deficiente calidad, por lo general promovidas por vía radial o televisiva con la ayuda de payasos o de actores o personalidades públicas venidas a menos. maduro. 1.Plátano en su condición de apogeo nutricional. 2. En la jerga de consumidores y expendedores de drogas recreativas, cigarrillo de marihuana, mez- clado con alguna otra sustancia. (m)
  • 147. (142) (macancán) Enfrentamiento de lucha libre ante el público callejero, 1941. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
  • 148. (143) *bogotálogo maestro. Obrero de alto rango encargado de la difícil y desagradecida tarea de organizar a los diferentes oficiales y capataces en las construc- ciones. mafio. Apócope de ‘mafioso’. maicero. Expresión antaño empleada para aludir a los habitantes del departamento de Antioquia, según la creencia popular, grandes consumidores de arepas de maíz. maistro. Degradación del vocablo ‘maestro’ en alusión a un oficial de albañilería. mal que bien. También dotada de ese amargo aunque confortable sabor a resignación, es la va- riable colombiana del Ying y el Yang. “Mal que bien el arriendo se pudo pagar”. “Mal que bien tene- mos trabajito”. “Mal que bien nos alcanzó para el mercado”. “Mal que bien tenemos regalitos para diciembre”. Y así la vida se va, mal que bien. Hay, como se ve y mal que bien, cierta piedad lastimera en el discurso. mala, estar en la. Encontrarse en una situación de desvalimiento y desgracia. malacaroso. Individuo cuyo gesto delata antipa- tía o disgusto. malencarado. Véase malacaroso. malaleche. Individuo de carácter agrio y hostil, cuyas intenciones suelen ser malas. maldinga sea. Incorrección derivada de la excla- mación ‘mandinga sea’. maletearse. Estropearse. Deteriorarse. Véase caspearse, perratearse. mal joteado. Arcaísmo empleado para aludir a un individuo descuidado en su vestir. malpajorro. Deformación del vulgarismo ‘mal- parido’. maluco. 1. Dícese de quien padece cierto tipo de malestar. 2. De mal sabor. maluquear. Generar un malestar, por lo general de índole digestiva o respiratoria. maluquera. Condición de malestar, por lo gene- ral caracterizada por mareos o por indisposición estomacal. mamá esta presa. Vulgarismo polisémico en el que se refiere el aparente hecho trágico de la progenitora reducida a calidad de reclusa, cuan- do en realidad se hace alusión a una insinuación felatoria. mamador. Felador. mamadora. Felatriz. Dicen que Amparito es una estupenda mamadora. mamagallista. Individuo habituado a mofarse de sus semejantes. mamar gallo. Mofarse de alguien o evadir una responsabilidad impuesta por éste. mamar ron. Caribeñismo importado a la jerga cachaca alusivo al consumo del famoso destilado. mamarse. Abdicar, por cansancio o desespe- ración, en el cumplimiento de una determinada asignación o tarea. Algunos filósofos bogotólogos sostienen que el derecho a ‘mamarse’ es sagrado e inalienable. Yo traté de trabajar como vendedor de puerta a puerta, pero a los tres días me mamé. mamerto. 1. Comunista. 2. Defensor o militante de doctrinas izquierdistas. 3. Crítico del establecimiento. 4. Intelectualoide. En su acepción original el tér- mino fue empleado para aludir a los miembros del Partido Comunista Colombiano, PCC. La tradición oral se remite a Francisco Garnica, joven dirigente del Partido Comunista de Colombia (colectividad diferente al PCC), quien se mostró públicamente inconforme al haber sido incluido, de manera equivocada, entre los miembros del PCC. Con cierto humor, en alusión a Filiberto Barrero y Gil- berto Vieira, Garnica exigió no ser "confundido con Filibertos, Gilbertos y demás 'Mamertos'". Por ex- tensión, la palabra se utilizó para referirse a cual- quier individuo de ideas izquierdistas. El estereo-
  • 149. (144) tipo de mamerto (simbiosis elaborada de la nada), hacia la década de los 70, apuntaba a un individuo de fijaciones comunistoides anacrónicas, por lo general seguidor de los cantantes Silvio Rodrí- guez, Mercedes Sosa y Pablo Milanés, y fanático de mochilas arhuacas, palos de santo, sahumerios e indumentarias artesanales diversas. A los ojos de muchos, el mamerto podría ser un estudiante radicalizado de universidad pública o un profesor de sociología o antropología, experto en lanzar arengas contra Estados Unidos, el capitalismo, los monopolios y el gobierno de turno. Lector acérri- mo de Marx y a la vez comprador compulsivo de tratados comunistas, el tradicional mamerto lle- vaba barba hirsuta y fumaba cigarrillos sin filtro y marihuana, más por convicción que por gusto. Su mayor desahogo consistía en escribir consignas con aerosol en las paredes de entidades univer- sitarias o en lanzar piedras contra miembros de la fuerza pública. Se vestía de manera simplista y no solía ser del todo adepto al aseo o al baño diario. Sus pertenencias incluían prendas de vestir o afiches de deficiente calidad estampados con la figura de Ernesto Guevara de la Serna. Es justo tener en cuenta la deformación de la que el vocablo ha sido objeto, al usarse para desacreditar a cualquier crítico acérrimo del establecimiento; o a quien –dados sus intereses académicos, intelectuales o humanitarios– tiende a ser visto con desprecio por los neoliberales, mi- litantes de derecha y demás. Aunque la expresión suele ser utilizada en tono ofensivo, hay quienes se autodeclaran orgullosos mamertos. mamera. Estado de extenuación, indisposición, aburrimien- to o hartazgo en lo concerniente a una actividad determinada. Usase también como sustantivo. La clase de química es una mamera. mamey. Dícese de una actividad sencilla y fácil de ejecutar. Subir al alto de Patios en bicicleta no es tan mamey. mami. Fórmula de alusión cariñosa a la mance- ba, mozuela, esposa, novia o prometida por parte de su pareja. Su gusto exageradamente dudoso y su utilización es muy popular entre individuos de baja estofa. mamón. Individuo insoportable. man. Anglicismo para hombre. Píllese las zapati- llas de ese man. mandado. Asignación. Orden. Pedido. Encargo. mandado, hacer el. 1. Despojar a una jovencita de su doncellez. 2. Acceder a un individuo con propósitos copula- torios. Si usted no se avispa yo le hago el mandado a Nancy. Véase bajar el motor, pringar. mandar cáscara. Término empleado para indi- car una orden o solicitud de difícil ejecución propi- nada, por lo general, por un superior. mandarse. Expresión acaso machista con la que se alude a la consumación de un acto coital propi- nado por un hombre a una dama. mandarse a la muela. Variable aun más burda de ‘mandarse’. mandril. Barbarismo derivado del anglicismo ‘man’. manduquearse. Comerse. manga. 1. Extensión baldía y reducida de tierra, por lo general en un terreno empinado. 2. Individuo corpulento y fortachón. mangarria. Arcaísmo empleado para aludir a cierta cualidad particular para propinar puñetazos certeros. mangazo. Puñetazo. mango. Corazón humano. Al vecino, de tanto fu- mar, se le jodió el mango.
  • 150. (145) *bogotálogo manguala. Concierto contubérnico con fines corruptos y malintencionados. manguiancho. Individuo dadivoso o permisivo. manicagado. Expresión en desuso empleada para aludir a quien es zurdo. maniculichimbiteteo. Faena de caricias ge- nitales en las que se involucran aun más zonas pudendas que en el ‘maniculiteteo’. maniculichochiteteo. Véase maniculichimbiteteo. maniculiteteo. Faena de caricias genitales en las que se involucran diversas zonas pudendas, por lo general como antesala a un ayuntamiento venéreo. maniflojo. Individuo de escasas destrezas en materia de motricidad fina y por tanto propenso a dejar caer los objetos sostenidos por sus manos. maniquebrado. Homosexual. manitronchado. Véase maniquebrado. mano, dar una. 1. Fórmula empleada con el propósito de aludir a una derrota sonada en una determinada situación. 2. Prestar colaboración. mano, meter la. Intervenir de manera subrep- ticia y corrupta en un determinado hecho para alterar su normal transcurso. mano, sacar la. Dicho de un individuo, perecer o cejar en un empeño determinado. Dicho de un objeto o dispositivo, estropearse por completo. manquesea. Barbarismo aleve derivado de la expresión ‘aunque sea’. manteca. Fórmula aborrecible y despectiva de aludir a una empleada del servicio doméstico. manteco. 1. Individuo de piel y pelo grasosos, condiciones en muchos casos imposibles de evitar, más allá del uso frecuente de astringentes, rinses y trata- mientos capilares de alto impacto. 2. Individuo de origen cuestionable, aunque con ínfulas de pertenecer a las altas esferas socia- les. ¿Ese manteco? ¡Que ni sueñe con ser socio del club! mantequear. Desempeñar a regañadientes ofi- cios domésticos. La empleada se me enfermó, no vino, y me tocó ponerme a mantequear. manuela. Onanismo. manzanillo. Político corrupto y clientelista. maña, hacer. Dilatar el tiempo para la ejecución de una acción determinada. mañana le pago. Clásica promesa propia de quien, confiado tal vez en la pronta llegada de un dinero del que no dispone en el momento de so- licitar un préstamo, asegura a su benefactor que éste le será revertido al día siguiente. Los escépti- cos suelen considerar –más bien– que la mencio- nada promesa es formulada a sabiendas de que no será cumplida. mañas, darse. Valerse de habilidosos artilugios para desarrollar una actividad dificultosa. mañé. Antioqueñismo equivalente al ñuco o ñero bogotano, antes inadmisible en la ciudad, pero ahora incorporado en el acervo de términos em- pleados en la urbe. mapa. Acumulación profusa de sudor ubicada en la zona axilar de batas, mangas, suéteres, cami- setas y camisas, cuyo contorno semeja el relieve exterior de un croquis geográfico. mapear. Véase mapa. maquetas. Individuo poco esmerado o no muy pulido en la ejecución de sus tareas. mara. Canica de color blanco con aspecto de porcelana brillante. maracachafa. Fórmula cariñosa, un tanto ana- crónica, para aludir al cannabis. marca gado. Gracejo vulgar derivado de la ex- presión ‘marca gato’. marca gato. Producto cuya originalidad y calidad están en entredicho. marca pajarito. Véase marca gato, marca pollito. marca pollito. Véase marca gato. marchanta. Expendedora de víveres en una pla- za de mercado.
  • 151. (146) marearse. Reaccionar con enojo, perturbación o confusión ante un estímulo determinado. maría. Marihuana. marica. 1. Expresión de camaradería que en modo alguno pone en tela de juicio la virilidad de los interlocu- tores y que, de hecho, es utilizada indistintamente por caballeros y damas. 2. En modo ofensivo el término se emplea para alu- dir a un individuo de seso escaso, ingenuo o torpe. marimacho. Mujer de ademanes y actitudes impropias de la feminidad y en extremo varoniles. Véase arepera. marimba. 1. Marihuana. 2. En el célebre largometraje de factura nacio- nal ‘Colombian Connection’, protagonizado por Carlos‘El Gordo’ Benjumea y Franky Linero, la Ha- cienda La Marimba era el cuartel secreto y el la- boratorio de producción de unos narcotraficantes, antagonistas en esta legendaria obra del séptimo arte. Debe anotarse que la mencionada película no tiene relación alguna con ‘Delta Force II: The Colombian Connection’, dado que la norteameri- cana es sólo un plagio de la nacional. También es oportuno dejar claro que la escena del combate entre detectives y narcoráficantes del mencionado filmograma nacional llevado a cabo en la Hacien- da La Marimba no se asemeja a la realidad, pues los efectos presentados por los bandos rivales, una vez las municiones se acabaron y fue necesa- rio enfrentarse con lo que había a la mano, distan de parecerse a los de las drogas que fueron usa- das como arsenal. marimbero. Concerniente al cannabis. Individuo adepto a su consumo. mario. En la jerga de vendedores ambulantes o de traficantes callejeros de mercancía, voz de alerta que anuncia la inminente llegada de un policía con intenciones de decomiso. Véase feo, polocho, tombo. mariquear. Obrar de manera afeminada y acaso homosexual. Perder el tiempo o concentrarse en una actividad improductiva. mariquis. Fórmula caricaturesca y afectada de camaradería. Véase amiguis, marica. mariquis putis. Hiperbólica fórmula de camara- dería entre jóvenes alambicados. mariscos. Voz exclamativa de gusto muy dudoso, empleada para sustituir el término ‘marica’. ¡Huy, mariscos! ¡Se me dañó el carro del patrón! marmaja. Vocablo cundiboyacense popularizado por el personaje de Trino Epaminondas Tuta, uno de los zares del transporte público bogotano, en la desaparecida serie televisiva ‘Romeo y buseta’ de finales de la década de los 80 y principios de la de los 90. Dinero. maromas. Piruetas y ardides de compleja eje- cución realizados con el propósito de resolver una situación difícil. marrana, partir la. Repartir el botín o las ga- nancias, por lo general fruto de una negociación ilícita. marranazo. Caída brusca, cuyas consecuencias para la salud suelen ser de gravedad. marranear. 1. Explotar a alguien sin pudor ni miramientos. 2. Entre hombres, juguetear en forma brusca y agresiva. marranero, pantalón. Pantalón de bota alta, hecho por lo general debido a su desgaste, a los múltiples lavados de los que ha sido objeto o a haber pertenecido a otro individuo. marranito de tierra. Armadillidium vulgare. Suborden de crustáceos isópodos, conocidos en otros lugares como cochinillas, chanchitos de tierra o chanchitos de bola. Muy comunes en la sabana bogotana, se caracterizan por la peculiar forma esférica que toman al encogerse.
  • 152. (147) *bogotálogo marrano. Dícese de aquel incauto que por omi- sión o por decisión consciente permite que uno o varios individuos saquen provecho económico de su propia fortuna. marrones. Rizos. más aburrido que mico en un bonsái. Triste tipificación de una desesperada situación de tedio, equiparable a la de un antropoide a quien el esca- so tamaño del árbol en el que juguetea le impide ejecutar las piruetas adecuadas. más caliente que un negro en un baile. Ex- presión con la que se pretende equiparar la tem- peratura ambiental o de una sustancia, o el estado de ánimo de uno o varios individuos, con el nivel de alegría experimentado por un individuo de raza negra en medio de una danza festiva. más cansón que una tostada en un brasier. Alusión despectiva a un individuo o circunstancia insoportables, al compararlos con la presencia molesta y con la sensación de picor provocada por las migas de un panecillo tostado en la piel íntima de una dama. más cerrado que culo de muñeca. Figura despectiva a la que se acude al momento de cri- ticar a un individuo hermético y poco abierto a la interacción, comparándolo con las formas trase- ras de un juguete. más colgado que salchichón de tienda. Símil que equipara un embutido guindante en un expendio de víveres de barrio a una situación comprometida y apurada, experimentada por un determinado individuo. más contento que policía estrenando bo- lillo. Comparación humorística de un estado de absoluta complacencia con aquel experimentado por un miembro de la Fuerza Pública al recibir una nueva pieza de su clásica herramienta de dotación. más feo(a) que un carro por debajo. Odiosa y despectiva figura para ejemplificar la horripilancia de un individuo al comparársele con la estructura mecánica de un vehículo automotor. más largo que una semana sin carne. For- ma ilustrativa de aludir a una medida excesiva de tiempo, cuyo trasfondo esconde una suerte de proclama antivegetariana. más malo que pegarle a la mamá. Hipérbole empleada para describir a un individuo caracteri- zado por sus malos procederes inveterados, equi- parables a un matricidio. más mamado que chupo de guardería. Ex- presión que denota agotamiento máximo, a partir de la comparación entre el estado de extenuación experimentado por el individuo en cuestión, y el nivel de magullamiento y deterioro del que es objeto un biberón, después de haber sido aprove- chado por la totalidad de párvulos alojados en un pabellón de lactantes. más mejor. Barbarismo típicamente bogotano, por lo general seguido del también errado ‘menos pior (sic)’. más ordinario que marrano comiendo pon- qué. Fórmula cómica para aludir a la ramplonería de un individuo, equiparándola con un cerdo ali- mentándose con alguna fina pieza de repostería. más ordinario que un entierro en volqueta. Cómica expresión en la que se equipara la ram- plonería de un individuo, situación, objeto o hecho determinado, con la de un hipotético cortejo fúne- bre llevado a cabo en tan prosaico vehículo. más ordinario que un yogurt de yuca. Ex- presión peyorativa para aludir a las maneras burdas de un individuo o a la escasa calidad de un producto determinado, al compararlo con una hipotética bebida láctea extraída del típico tubér- culo tropical. más perdido que Adán el día de la madre. Alusión bíblica a la condición de orfandad expe- rimentada por quien, de manera paradójica, es considerado el padre de la humanidad.
  • 153. (148) (más perdido que el hijo de Límber) Mundo al Día. Archivo particular.
  • 154. (149) *bogotálogo más perdido que cachaco en playa. Certero símil en el que se compara un estado de extrema desubicación con la extraña presencia de un clá- sico bogotano raizal en inmediaciones de algún predio costero, afectado por las veleidades del clima, la ausencia de prendas adecuadas para tal espacio y sus nulas habilidades en los deportes acuáticos. más perdido que el hijo de Límber. Vul- garismo con el que se alude a un individuo u objeto extraviado, al equiparar su condición a la misteriosa desaparición del hijo del pionero de la aeronáutica Charles Lindbergh. La pésima pronunciación del apellido ha contribuido a que, para muchos, los orígenes del concepto sean dudosos. El primogénito de Charles Lindbergh, Charles A. Lindbergh, fue secuestrado el 1 de marzo de 1932 de su lugar de residencia en East Amwell, Nueva Jersey, Estados Unidos. Su cadá- ver fue encontrado más de un año después con una severa fractura en el cráneo. más perdido que embolatado. Vulgarismo hiperbólico empleado para aludir a un individuo en obvias condiciones de desorientación. más perdido que un piojo en una rodilla. Expresión burlona con la que se señala un estado de absoluta desubicación padecido por un deter- minado individuo. más picado que muela de gamín. Eufemismo empleado para referirse a un individuo orgulloso y arrogante. El término ‘picado’ (léase ‘picao’) alude a un hombre o mujer pretenciosos. El ingrediente adicional de ‘muela de gamín’ se refiere al dete- riorado estado de salud periodontal de los habi- tantes de las calles citadinas. más raro que un perro a cuadros. Coloquial y cómica fórmula para aludir a la extrañeza o sin- gularidad de un ser al compararlo con un repre- sentante de la especie canis lupus familiaris de piel ajedrezada. más recostado que la pobreza. Realista y cruda frase en la que se ilustra la directa relación entre el grado de descaro de un individuo y el nivel de desesperación económica en el que éste se encuentre. más se perdió en el diluvio y nada era mío. Débil fórmula de consuelo empleada para minimi- zar las consecuencias de una evidente y apocalíp- tica tragedia. más sentido que un bambuco. Dícese de quien padece de excesivos sentimentalismos o de una marcada tendencia a la irritabilidad, actitud equiparable al alto grado de emotividad del ritmo en cuestión. más tragado que calzoncillo de ciclista. Fórmula análoga a ‘más tragado que media de torero’, en la que se utiliza como base el recono- cido deporte nacional cuyo periodo de esplendor para el país tuvo lugar en los ya lejanos años 80 del siglo XX. más tragado que media de torero. Expresión extraída del diario acontecer de la tauromaquia, empleada para aludir a la condición de embele- samiento experimentada por quien se encuentra prendado de un determinado individuo. más viejo que el hambre. Figura con la que se equipara la longevidad de un individuo a la de exis- tencia de la mencionada sensación en los individuos. masato. Refresco dulzón, pesado y levemente fermentado a base de maíz o de arroz en cuya superficie suele espolvorearse canela. másimo. Distorsión del vocablo original máximo, popularizada por el personaje protagónico de la tele- novela Pedro el Escamoso. Es infortunado, por decir lo menos, que la mayor fuente de abastecimiento para nuevos modismos sea impuesta por el capricho de los guionistas de televisión y por la actitud de borregos de la mayor parte de nuestro pueblo. masquesea. Véase manquesea.
  • 156. (151) *bogotálogo mata y come del muerto. Úsase para aludir a quien –al haber sido desairado o haberse entera- do de que uno de los suyos ha sufrido un abomi- nable ataque– está dispuesto a ejercer una cruel y desmedida venganza contra el agresor. matacán. Arcaísmo para aludir a un asesino. Matón. matachín. Véase matacho. matacho. Grafismo en representación de una figura antropomorfa. matamos un diablo. Expresión empleada cuan- do dos individuos dicen una misma cosa en forma simultánea sin haberse puesto de acuerdo. Se basa en la creencia supersticiosa de que los de- monios mueren cuando esto ocurre. matar. 1. Gustar o agradar en grado extremo. Me gusta Pasaporte, pero no me mata. Prefiero Hora Local. 2. Dar fin a algo. Por lo general y dado el carác- ter beodo del bogotano del promedio, suele alu- dir al acto de consumir el sorbo final de alguna bebida alcohólica alojado en cierta botella. matar caviar. Expresión cómica empleada para aludir al desconocimiento desplegado por algunos individuos cuyo alto poder adquisitivo parece proceder de labores ilícitas. Con ésta se pretende ilustrar la ignorancia gastronómica con respecto a ciertos platillos exquisitos, al suponer que el caviar es una criatura a la que debe sacrificarse para proceder a consumirla. matatigres. Leyenda surgida en el sur de la capital. Según ésta, uno de los habitantes de cierto sector, propietario de una chichería, rentaba uno de sus terrenos a los circos que visitaban la ciudad. En cierta oportunidad, uno de sus inquilinos cirqueros dejó de cancelar el canon de arrendamiento, por lo que se vio obli- gado a dejar una de sus tigresas como prenda. Algunos meses después, harto de los altos cos- tos que acarreaba la alimentación del felino (el que con facilidad podría devorar varias cabezas de ganado, gallinas, reses y demás criaturas vivas), decidió sacrificarlo e invitar a sus vecinos a un asado en el que éste fue el plato fuerte. Al culminar la faena, los viandantes mostraron su satisfacción por el festín cárnico, por lo que el tigricida decidió mostrarles el cuero de su pre- sa. Invadidos por la indignación y la repugnan- cia, los comensales le apodaron ‘Matatigres’, remoquete que a su vez sirvió para bautizar el lugar, ubicado en el sector del Cemeterio del Sur. materia. Líquido espeso de color verdoso o ama- rillento, producto de una infección y segregado por algún tejido inflamado del organismo humano. Está conformado por leucocitos, células muertas y algunas otras sustancias. materilerileró. Especie de retruécano románti- co empleado para aludir a la inminente derrota o deceso de alguien. matinal. Desaparecida franja de funciones ci- nematográficas llevadas a cabo en horas de la mañana. Durante los años 60 del siglo XX, muchas de éstas solían iniciarse con conciertos de rock and roll en cabeza de bandas como Los Flippers, Los Speakers, Los Wallflower Complextion, Time Machine, Los Ampex o Los Young Beats, para continuar con la proyección de algún largometraje musical. matiné. Función matutina de cine, costumbre hoy caduca ante el advenimiento de los poderosos, fríos e impersonales múltiplex. matones, saltar. Realizar toda suerte de pirue- tas y artilugios con el propósito de rebasar los obstáculos en un determinado propósito. matroz. Expresión en desuso que significaba descomunal.Gigantesco. maturranga. Marrullería. El término, empleado como apelativo, comenzó a ser aplicado a Francis- co Maturana, a quien el país debe la clasificación a dos copas mundiales de fútbol, pero quien a la vez
  • 157. es el responsable de la eliminación de dos más, lamentable consecuencia de su tendencia a man- tenerse en su solio balompédico, costumbre con la que consiguió perjudicar, deportiva y económi- camente, a varios clubes internacionales. maure. En lengua chibcha, faja amplia. Véase chumbe. mazamorrero. Consumidor de mazamorra. mazamorrero, bigote. Mostacho largo e incó- modamente grueso, de textura y longitud adecua- das para retener los líquidos y sedimentos que suelen escaparse de la cuchara al consumir una colada, crema, sopa o caldo espeso. Miguel Ángel tiene bigote mazamorrero. ¿me compras un detallito? Eufemismo uti- lizado por la comunidad de vendedores pseudo hippies de artesanías, manillas, inciensos y ma- nufacturas varias para ofrecer en venta un objeto cualquiera. me cortaron los servicios por exceso de pago. Irónica justificación para la suspensión súbita de un determinado servicio público, a causa de mora o insuficiencia monetaria en el momento de cancelarlo. Véase arrancado, vaciado. ¡me extraña! Expresión de desasosiego y de- fraudación resultante de una actitud inesperada por parte de alguien a quien se consideraba digno de confianza. Es usado también para amonestar a quien pone en tela de juicio la honorabilidad o idoneidad del hablante. me hace el favor y le baja al tonito. Llamado firme y severo al respeto a un interlocutor cuyas palabras o tono de voz comienzan a cruzar los linderos de la decencia.Un error gramatical y un contrasentido típicamente bogotano es reempla- zar el ‘de’ por el ‘y’ en frases del tipo “hágame el favor y”. me hace el favor y me colabora. Vease es tan amable y me colabora. me hace el favor y me da sencillito. Solici- tud un tanto descortés –por lo general proceden- te de un transportador público, de un vendedor de cigarrería o de un comerciante informal– cuyo propósito es exigir papel moneda de baja deno- minación, en el marco de una transacción co- mercial de bajo cuño. Véase busetero, cebollero, dietético, ejecutivo. me hace el favor y me da sueltito. Véase me hace el favor y me da sencillito. me han mirado feo y con ojos más lindos. Expresión de desdén empleada para menoscabar un gesto hostil procedente de un individuo al que se considera insignificante. me importa un soberano culo. Soez y profa- na exclamación extraída del saber popular, y pre- misa fundamental de la doctrina conocida como importaculismo. Al agregar el término ‘soberano’ se añade un carácter transgresor, herético y pro- fano a la expresión. Véase importaculismo. me pateó el sereno. Expresión de angustia para denotar el malestar consecuente de una salida al gélido clima capitalino tras una copiosa bebeta. me trae alguito. Clásica fórmula de mendicidad empleada por quien, a las puertas de un viaje o salida de su interlocutor, le espeta algún tipo de solicitud incómoda de un encargo, por lo general comestible. Véase garoso. miar. Forma vulgar para ‘miccionar’, derivada de ‘mear’. mecato. Golosina. Comida rápida de muy escaso valor nutritivo. Tras haber sido empleada de for- ma espontánea por los bogotanos, la expresión resultó legitimada por la creación de las fugaces ventas de comida Mecatto Fast Food, con diversos puestos en el estadio Nemesio Camacho El Cam- pín, en los que se expendían distintos condumios grasos de alto riesgo para la salud coronaria de los viandantes.
  • 158. (153) *bogotálogo melcocha, volverse una. Ensuciarse, en par- ticular con alguna sustancia pegajosa y dulce. Enredarse. melcochudo. Individuo molesto del que es difícil deshacerse, y acostumbrado a presentarse en ágapes, festividades, viajes y otros eventos socia- les sin haber sido invitado. melodía, volverse una. Véase volverse una melcocha. membrana. Escatológico nombre de un desapa- recido bar de la mal llamada ‘escena alternativa’, localizado en la calle 46 con carrera Séptima. Fue fundado en 1992. Véase alterno, alternocrazy. men. Extraño extranjerismo en el que se desco- noce la condición plural del término para aludir a un solo hombre. menchis. Eufemismo femenino con el que cier- tas adolescentes aluden al ciclo menstrual. Ami- guis: me llegó la menchis. mentar la madre. Injuriar a alguien, poniendo en entredicho la honorabilidad de su progenitora, tildándola de meretriz. meo, echarse un. Desbeber. mepa. Acrónimo conformado por la unión de las palabras ‘me parece’, por lo general como res- puesta a un anterior ‘¿te pa?’, que a su vez equiva- le a ¿te parece? Véase kepa, tepa. mechonear. Tomar a un individuo del pelo con brusquedad. La costumbre es más propia de da- mas que de caballeros, y suele tener lugar en co- rredores de oficinas, burdeles y salones de clase. mediacuchara. Ayudante de construcción dota- do de algunos conocimientos elementales acerca del arte del pañete, levantamiento de paredes, amarre de acero y demás actividades propias del oficio. medias nueves. Alimento ligero consumido en horas distintas a la del desayuno, a media maña- na. Derivan su nombre de la hora exacta en la que se supone deben ser consumidas (9:30 a.m.). medio palo, a. Medianamente borracho. Meicuchuca. Primer zipa de Bacatá del que se tiene noticia. Se hizo famoso por su proclivi- dad a ayuntarse con mujeres ajenas a su linaje, dinámica promiscua ejercida en tiempo récord, pues sólo vivió entre los años 1450 y 1470. Fue sucedido por Saguamanchica. Véase Nemeque- ne, Sagipa, Saguamanchica, Tisquesusa, zipa. mejor cinco minutos colorado que toda la vida morado. Se supone que quien guía sus días y sus procederes por esta frase, más de viejo archivador que de cajón, es alguien dis- puesto a la franqueza y blindado contra afecta- ciones innecesarias de tipo protocolario. Seguir, empero, la lección encerrada por esta célebre máxima con todo y su pose de franqueza es una de las cosas que menos estamos dispuestos a hacer, porque en el fondo somos en nuestra gran mayoría una camada de cobardes, con poca o ninguna disposición a dar la cara. melcocha. Pegajosa golosina en forma de cilindro trenzado elaborada a base de panela. Su uso requiere de una singular pericia y de una óptima condición de las piezas dentales del comensal. Su alto contenido de sacarosa la convierte en un riesgo potencial para la salud pancreática. (melcocha, volverse una)
  • 159. (154) merca. En el argot de los narcotraficantes, mer- cancía conformada por estupefacientes. mercar. 1. Aprovisionarse de víveres para el sostenimiento del hogar. 2. En la jerga de ciertos consumidores de drogas, adquirir un buen inventario de sustancias ilegales. mercado. Órgano sexual masculino. mercedes rojo. Fórmula cómica con la que los usuarios frecuentes del servicio Transmilenio suelen aludir a dicho sistema de transporte con el fin de fanfarronear ante los desorientados acerca del supuesto vehículo de lujo en el que los prime- ros se desplazan. Cabe aclarar que los autobuses de la flotilla de Transmilenio son en efecto elabo- rados por la casa Mercedes Benz y que además están pintados de rojo. mercho. Denominativo cariñoso y un tanto preten- cioso por parte de quienes aluden, con cierta afec- tación reverencial, a un automóvil Mercedes Benz. merengón de guanábana. Producto de repos- tería. Representante por excelencia de la reposte- ría criolla posmoderna, por lo general expendido en vehículos automotores estacionados en las carreteras que comunican a la ciudad con los municipios vecinos. La selección de la guanábana como el fruto base para tal platillo sigue siendo un enigma incomprensible, al tener en cuenta que sin duda habría sido una escogencia mucho más sabia el escoger la pera, el durazno o la manza- na en lugar de ésta. Por fortuna ya existen otras variables frutales para el mencionado platillo. El consumo excesivo de merengón de guanábana puede provocar episodios incómodos de meteoris- mo y flatulencias. Los puristas de la gastronomía saben bien que el merengón de buena calidad sólo se consigue en las cajuelas de automóviles Ren- ault 4, 6 y 12. Mañana lunes no voy a poder ir al colegio porque me comí un merengón de guanábana y no he salido del (metacho) Rock al Parque, 1997. Rayuela / Colección MDB - IDPC
  • 160. (155) *bogotálogo baño. Véase Cajicá, Chía, churrias, direct tv, endulza tu paseo, postre de natas, Subachoque, Zipaquirá. merequetengue. Desorden. mérmele. Voz en desuso empleada para ordenar a un individuo el disminuir la velocidad, volumen o intensidad en el desarrollo de una determinada actividad. mesió. En la jerga de los emboladores de antaño, fórmula para dirigirse a un caballero, derivada sin duda del galicismo ‘monsieur’. metacho. Entre sus adeptos, alusión al género musical conocido como ‘metal’. metálica, música. Expresión errónea, fruto de la rampante desinformación en materia musical de la que los bogotanos solemos ser objeto. Pro- viene de la creencia errónea de que Metallica es un género musical y no una banda, por lo menos tan absurda como aquella de que Rolling Stones es una revista de ‘fans’ de la popular banda britá- nica o de que los integrantes de Kiss son asesinos de polluelos. métamelo, pero con vaselina. Vulgarismo empleado para solicitar a un agresor o acosador laboral o a un cobrador, algo más de delicadeza a la hora de plantear sus exigencias o de cometer sus abusos, equiparando tal acto al de una vio- lación suavizada por algún aceite o preparación lubricante. metedero. 1. Lugar de higiene cuestionable e insalubre, por lo general dedicado a la ejecución de tareas ilíci- tas o inmorales. Véase hueco, olla. 2. Atajo. metegol tapa. Curioso juego de pelota de espí- ritu similar al del balompié, consistente en que aquel que anote un tanto relevará de inmediato al arquero, quien a su vez hará las veces de jugador de campo. metelón. 1. Individuo laborioso y recursivo. 2. Consumidor inveterado de narcóticos. meter. Vulgarismo para aludir al acto de consu- mir estupefacientes. meter las patas. Desconocer las normas de pro- filaxis en el marco de una faena sexual, derivando en un indeseado estado de gravidez. metido. Dícese de quien tiene por hábito el aden- trarse en lugares o situaciones a las que no ha sido convocado. meto. Expresión aprobatoria ante la oferta del consumo o de la realización de una actividad de- terminada. mexsana. Pareja monógama y tradicional, lo que, según algunos, constituye ‘una costumbre fresca y sana’. mi amor. Fórmula utilizada por impulsadoras confianzudas o vendedoras de baja estofa, con el fin de que el potencial cliente se sienta familia- rizado para acercarse a la mercancía ofertada. ¡Buena tarde, mi amor! ¡A la orden! ¿Qué se le ofre- ce? ¿Qué está buscando? ¡Siga! ¡Sin compromiso! mi pez. En la jerga callejera, amigo íntimo. mi vida. Fórmula cariñosa empleada por secre- tarias de mediano rango para dirigirse a sus com- pañeros de trabajo. miadera. Frecuencia anormal en la regularidad de las micciones diarias. miadero. Mingitorio. miados. Acumulación de orina, por lo general proveniente de distintos individuos. miando fuera del tiesto. Particular y odiosa figura retórica con que se alude a un estado de ignorancia, desconocimiento o ingenuidad de un individuo con respecto a una determinada situación o saber. En ella se equipara la poca precisión con el hecho de dirigir el flujo urinario lejos de la boca del recipiente destinado para tales fines. miar. Desbeber. Forma vulgar y, por lo mismo, mucho más popular para miccionar.
  • 161. (156) mica. 1. Bacinilla. Instrumento metálico esmaltado y portátil, antaño utilizado para depositar los eflu- vios renales durante las noches, sin necesidad de abandonar el lecho para dirigirse al retrete. 2. Cobertura transparente de un reloj. 3. En lengua chibcha, unidad de medida equivalen- te a tres. Distinto. Escogido. michicato. Tacaño. De escasas aspiraciones y pobres resultados. michico. 1. Interjección utilizada para aludir a los felinos. 2. Cobertura vítrea de un reloj. mico. Inciso, parágrafo o pequeño fragmento de una ley que, aunque poco visible, suele acarrear consecuencias decisivas con respecto a la misma. Los micos aparecen, por lo general, en exenciones tributarias, indultos, rebajas de penas o amnistías generales. mielmesabe. Tradicional postre elaborado a base de leche cortada, panela o azúcar y canela. miércoles. Fórmula de sorpresa empleada para ablandar un tanto la fuerte expresión de 'mierda’. mierda. Excreta. Dependiendo del contexto, la expresión adquiere matices diversos, hecho coreado hasta la náusea por algunas aborreci- bles cadenas y mensajes reenviados de correo electrónico. No obstante, dada la importancia del término, aquí se citan algunas acepciones muy bogotanas: 1. Coma mierda. Expresión de los peores deseos para con alguien. 2. En la mierda. Distancia considerable. 3. Ni mierda. Escasez. 4. No se ve ni mierda. Imposibilidad para divisar algo. 5. No le creo ni mierda. Incredulidad. 6. ¿Qué es esa mierda? Imagen o hecho indefini- bles, dada su mediocridad. 7. Sabe a mierda. Gusto repugnante. 8. Una mierda. Mezquindad. Mala calidad. 9. Va a toda mierda. Velocidad excesiva. 11. Voló mierda al zarzo. Situación caótica y con- flictiva. 12. Vuelto mierda. Condición decadente, depresiva o denigrante. 13. Mucha mierda. Crueldad. mierdero. Entramado caótico, conflictivo y difícil de desenmarañar. Riña o problema de compleja resolución. mierdoso. Individuo cruel y mezquino. migas, hacer buenas. Trabar buena y espontá- nea amistad con otro individuo. mijo, a. 1. Fórmula recurrente para dirigirse a la pareja, de categoría dudosa, y preferencialmente emplea- da entre ciertos individuos. Mijo… ¿Usted me puede dar 50.000 pesos pa’l mercado? 2. Expresión cuyo espíritu, si bien en principio ca- riñoso y paternal, termina por hacerse despectiva cuando se emplea de un contemporáneo a otro. ¡No, mijo… usted no me va a venir a enseñar a mí! milico. En la jerga de los grupos alzados en ar- mas al margen de la ley, miembro de las Fuerzas Militares. millos. Cariñoso apócope utilizado por los sufri- dos seguidores del Club Deportivo Los Millona- rios, quienes, pese a los deplorables resultados de las administraciones de la entidad al menos desde 1990, han mantenido una lealtad a prueba de derrotas y vergüenzas deportivas. El equipo, uno de los dos más tradicionales de la capital, fue fundado en 1937. milqui. Voz empleada para aludir a la suma exacta de 1.500 pesos oro. mincha. Cantidad ínfima. miné. Hábito de propinar satisfacción erótica a una dama haciendo uso del aparato lingual. minetero. Dicése de quien acostumbra a llevar a cabo el llamado ‘cunilingus’.
  • 162. (157) *bogotálogo miniteca. Especie de festín adolescente ameni- zado por las luces y la musicalización de disco- tecas móviles especializadas en ritmos propios de los años 80 tales como el ‘dance’ o el ‘house music’, en la mayoría de los casos llevado a cabo en salones comunales de conjuntos residenciales por cuyos vidrios empañados suele deslizarse la transpiración condensada de la muchachada en fragorosa danza. miquear. Juguetear de manera inquieta e hiper- quinética. miquería. Monería. miriñaque. Curioso antioqueñismo implantado por la entrañable Nena Jiménez, quien con su su- til, ingenioso y refinado humor optó por emplear el término para referirse al acto coital. misiá. Fórmula arcaica para aludir en forma res- petuosa a una dama entrada en años. misiá escopeta. Historieta original de Adolfo Samper, publicada en el semanario Sábado du- rante 1943. mita. Sistema de trabajo implantado en tiempos de la Conquista. Con la mita se asignaban turnos obligatorios de trabajo comunitario que debían cumplir los nativos a cambio de una precaria re- muneración. mitaca. Correspondiente a la mitad de un año gregoriano. miti-miti. Repartición equitativa de un bien o ingreso, por lo general fraguada en el marco de alguna negociación corrupta y mal avenida. mitos urbanos. Creencias populares, sin nin- gún fundamento ni sostenimiento en la realidad, afincadas en el ideario colectivo de varias genera- ciones de bogotanos sin que hayan sido compro- badas. A diferencia de los mitos y leyendas del tipo ‘mula herrada’, los mencionados mitos urbanos involucran situaciones menos supersticiosas y más anecdóticas. Entre ellos, del todo infunda- dos y nada comprobables, podemos contar las siguientes: (millos) Estadio El Campín en El Dorado. De izquierda a derecha: Antonio Báez, Alfredo Di Stefano y Adolfo Pedernera, 1952. Carlos y Guillermo Cubillos / Colección MDB - IDPC
  • 163. (158) 1. El presidente castrado Consiste en endilgar cargos de homicidio invo- luntario a un ex presidente de la República, a su vez hijo de otro ex presidente, y tiempo atrás ex alcalde de la capital, por haber atropellado a una anciana a finales de la década de los 60. Tal vez creada por los detractores de quien a mediados de los 90 fuera candidato al cargo de primer man- datario, la historia se remonta a los tiempos de las carreras a go-go (antecesoras directas de los posteriores ‘piques’), una suerte de competencias automovilísticas ilegales entre los jóvenes acomo- dados de la época por la de momento despoblada 116 como pista. El relato cuenta acerca del delfín adolescente perdiendo por completo el control del volante, y acelerando hasta el punto de colisionar con una desdichada abuela cuyo consecuente deceso fue instantáneo. Se dice que para prote- ger la reputación del púber y para no truncar sus aspiraciones presidenciales, su progenitor hizo cuanto pudo por ocultar el asunto. Una extensión del mito se refiere al atropello de una joven cerca al palacio presidencial que habitaba el padre del dichoso púber. Los esfuerzos de ocultamiento se encaminaron a evitar el escándalo , no a proteger la reputación ya muy disminuida de un joven que no poseía aspiración presidencial alguna, según certifican aún sus amigos de la época y compañe- ros de bachillerato. 2. El mismo ex presidente carece de un testículo La ‘petit histoire’, narrada por los detractores del mismo ex mandatario, habla sobre la donjuanes- ca historia de dos de los vástagos del veterano ex presidente en cuestión (uno de ellos futuro presidente y el otro, futuro director de un desapa- recido diario), flirteando con la hija de uno de los propietarios de una afamada clínica oftalmológica. Luego relata acerca de un violento acceso carnal por parte de la pareja de traviesos hermanos para con la heredera del emporio óptico. Al terminar alude a la consecuente retaliación ejecutada por el desairado padre, quien, presa de la cólera y gracias a su experiencia en lides quirúrgicas, de- cidió convertir a uno de los jovenzuelos en semi eunuco, deshonra esta que de nuevo fue ocultada para no truncar las brillantes carreras de padre e hijo (ambos, en algún momento, máximos digna- tarios del país). 3. Una difunta presentadora de nuestra televisión y un ex director de la Policía fueron propietarios de sendos burdeles Estas leyendas tienen la peculiaridad de cuestio- nar una de las más brillantes y donairosas carre- ras en la historia de nuestra televisión y nuestra radio, y de poner en tela de juicio el currículo de uno de nuestros hombres del orden. La primera calumnia consiste en enrostrar sobre la inocente e inmolada diva, deshonrosos y del todo falsos car- gos por proxenetismo. Para más señales, se suele decir que el establecimiento está ubicado en in- mediaciones de la calle 100. Una suerte semejan- te ha corrido en años recientes un ex comandante de la Policía, 4. El Vikingo La historia se remite a la avenida Caracas, en el extenso círculo de establecimientos que dentro de horarios ilegales aún siguen operando, en un franco desacato a la ley. Se trata de un bar que, para ser exactos, se localizaba en donde hoy está Galerías y en donde alguna vez estuviera Sears. Según los voceadores de la nunca comprobada situación, había en la zona un club de billares en donde los clientes que acertaban en sus distintos embates con el taco, recibían como premio ayun- tamientos carnales con bellas damas dispuestas para tal fin. El problema estaba en el excesivo y poco ejemplarizante castigo recibido por quienes, tras sucesivos yerros, salían derrotados de la par- tida, pues dado tal caso, ‘El vikingo’ –un hombre de raza negra ataviado con un casco y a su vez
  • 164. (159) *bogotálogo provisto con cuernos, a lo Olafo– hacía su siniestra aparición, atacando con su despiadada y mons- truosa asta viril a los infelices clientes derrotados. 5. Restaurante caníbal en La Calera Se rumoraba, por allá en los 80 del siglo XX, acer- ca de la existencia de un establecimiento en don- de, a puerta cerrada y con secretas recetas jamás reveladas a la engañada aunque satisfecha clien- tela, se elaboraban platillos en que los cuerpos humanos cocidos eran el ingrediente principal. Se supone que la verdad salió a flote cuando uno de los comensales encontró en su bandeja un frag- mento de una falange. Dicho mito es una actuali- zación de otro –mucho más antiguo– en donde se afirmaba que la mencionada falange habría sido hallada en una rebanada de humilde salchichón cervecero fabricado por una pequeña y desconoci- da salsamentaría bogotana. 6. Los tatuajes temporales incluidos en la presen- tación ‘vasito’ de cierta marca de helados contenían drogas Otro de aquellos inventillos inverosímiles de los años 80 del siglo XX, fue difundido por ciertos pár- vulos que se encargaron de diseminar la creencia de que los tatuajes autoadhesivos contenidos a manera de promoción por los pequeños envases de la codiciada golosina, habían sido envenenados con tóxicas y adictivas sustancias que eran inocu- ladas por vía epidérmica. A esto se añadió que tal delito formaba parte de las estrategias ideadas por los narcos para enviciar con sus productos a la juventud. 7. Cierta popular marca de hamburguesas era ela- borada a base de lombrices Durante los 80, cierto sector de opositores de una pujante cadena de comidas rápidas esparció la infundada creencia de que ésta incluía como ingrediente principal para sus hamburguesas algunas criaturas invertebradas del género de los anélidos. 8. Iggy Pop tiene una novia en Cedritos Hay quienes siguen afirmando que tal hecho es verídico. Para tal efecto aseveran haber sido tes- tigos presenciales al oír a una mujer –cuya iden- tidad no ha podido ser precisada– afirmar acerca de su compromiso con la estrella del pop mundial, famosa en principio al lado de la banda The Stoo- ges. No obstante, la ausencia de pruebas al res- pecto lo mantiene hasta la fecha como una suerte de mito urbano en entredicho. No hay bogotano del círculo subterráneo quien no tenga entre sus conocidos a alguien que diga saber quién es la misteriosa dama. 9. Vicky es hombre Algo menos famosa que Iggy Pop, una persis- tente compositora e intérprete salida de ese crisol de talentos que fue El Club del Clan, fue objeto de odiosos rumores alrededor de su sexualidad, que la obligaron, según ella, a retirarse de su profesión por un tiempo. Hubo quienes imputaron sobre ella infundados cargos por travestismo. 10. El mariachi embalsamado Un no comprobado relato reza que en tormento- sos años de ‘vendetta’, abuso de poder y mafia, un omnipotente narcotraficante estaba agasajando a los invitados a su estancia con una sentida se- renata. Fue tan de su agrado la presentación del mariachi vocalista que el narco decidió asesinarlo y embalsamarlo en actitud histriónica. 11. Noel Gallagher fue visto en un afamado bar chapi- neruno, localizado en la carrera Séptima con calle 59 Hay quienes afirman haberse encontrado con el creativo imitador de The Beatles, y a su vez miem- bro fundador de Oasis, pavoneándose de incógnito por los pasillos de cierto bar capitalino, hoy muy famoso por su vinculación con las artes audiovi- suales.
  • 165. (160) 12. Los riñones extirpados Este rumor trasciende las fronteras locales mediante un correo electrónico. Es la historia de un hombre que, tras flirtear con una de sus compañeras de barra en una discoteca, la lleva a su domicilio para el consabido ayuntamiento. Luego de unas horas, del todo desconcertado, el espontáneo paciente de cirugía casera despierta en su tina, atiborrada de hielo, con un mensaje en el que se le informa acaba de ser despojado de la totalidad de su equipo nefrítico y cuenta con pocas horas para salvarse. Tal vez sea una ficción creada por padres represivos o por esposas celosas para evitar que sus hijos y cónyuges osen hurgar en las solitarias damas de tabernas en busca de aventu- ras casuales. mix, echarse un. Miccionar. El tema está inspi- rado en la jerga de ‘disc jockey’. mochar. Mutilar. Recortar. mochilas. Testículos aún no desarrollados de un pequeñuelo. mocho. Individuo despojado de una de sus extre- midades o de parte de ellas. mockusiano. Actitud o proceder propio del dos veces burgomaestre y candidato presidencial An- tanas Mockus Zivickas. modelar. Pagar una condena por algún acto criminal en las celdas de la Cárcel Modelo de Bogotá. mogolla. 1. Suculento panecillo elaborado a base de harina, margarina, agua, sal y azúcar. 2. … chicharrona. Panecillo típico, derivado de la mogolla, cuyo aspecto virginal oculta la presencia interna de cierta empella frita de origen porcino. A una masa tradicional, destinada a convertirse en una mogolla dotada de sus bondades conven- cionales, se le inserta una ración considerable de chicharrón, a veces aún rodeado de cerdas. Todo ello se funde en un cuerpo uniforme con gusto a fritura de puerco, manteca y pan. Suele ser acom- pañado por cualquier bebida cola. Inexplicable- mente hay una horda de fanáticos aficionados a semejante curiosidad gastronómica. mogollo. Al aludir a una tarea, dícese de algo sencillo y de simple ejecución. mojar cuco. Reacción femenina producto de algún estímulo erótico consistente en la lubri- cación femenina que antecede a la cópula. Por asociación, el término alude a cualquier súbito arranque de entusiasmo y alegría como reacción a una situación agradable. mojar tena. Véase mojar cuco. mojicón. 1. Panecillo blando de superficie azucarada. 2. Personaje de tira cómica creada por Adolfo Samper. Apareció publicada por primera vez en 1924, en Mundo al Día, diario de circulación ves- pertina. Estaba inspirado en Smithy, quien a su vez aparecía en las páginas del diario norteameri- cano Daily News. Mojicón salió de circulación con la crisis de los años 30. moler. En la jerga del proletariado, trabajar en forma ardua. molestadera. Incómodo hábito de perturbar a los semejantes de manera constante. molestarse. 1. Hurgar una herida propia. (mogolla)
  • 166. (161) *bogotálogo 2. Onanizarse. 3. Flirtear. molido. Dícese de quien por causa del intenso ejercicio físico se halla extenuado. mona. 1. Caramelo o estampita procedente de algún álbum de colección. 2. Extraña forma empleada por hombres y mu- jeres de la calle para aludir de manera cariñosa a un individuo, sin que éste necesariamente sea rubio. 3. Fórmula utilizada por las trabajadoras de la ca- fetería o de los servicios de aseo de la Universidad de Los Andes para referirse a los estudiantes, la que a su vez es empleada por éstos de la misma forma, en reciprocidad. 4. Jovenzuela, por lo general tendera o depen- dienta de un negocio informal. 5. En la jerga de los jóvenes de los años 60 del siglo XX, tetrahidrocannabinol. monchis. Sensación de hambre ansiosa, común a los consumidores habituales de marihuana, quienes, por lo general y en forma equivocada, suelen suponer que tal sustancia sube de peso, cuando en realidad es la ingesta desmesurada de alimentos tras su consumo la que provoca ese efecto, nefasto para quienes desean mantener su peso ideal. Aunque no lo parece, el término se deriva del anglicismo ‘munchies’. mondá. Caribeñismo importado desde el litoral hasta nuestra ciudad. Alude al miembro viril. monitor de ruta. Extraña forma de micropoder tiránico, omnímodo y totalitario, establecida en las entidades educativas dotadas con servicio de transporte. Los monitores de ruta, por lo general, son alumnos de grados avanzados con vocación tiránica, cruel y dictatorial, encargados de mante- ner el supuesto orden en los autobuses escolares. Expertos en el arte de decomisar reproductores estereofónicos portátiles y juguetes costosos, y de ajusticiar a sus súbditos mediante impunes tan- das de calvazos, pastorejos y gatos, los monitores son uno de los cánceres del mundo escolar. Véase chuzo, hueco. mono. 1. Individuo de pelo rubio. 2. Jovencito. 3. En cierta jerga de gusto dudoso, propia de beo- dos y amanecidos, sol. monpirry. Legado popular de la telenovela ‘Pedro el escamoso’ emitida a finales de los años 90 del siglo XX. Muchos bogotanos con ánimos puramente imitativos, decidieron adoptar esta expresión, propia del repertorio de Pedro Coral, protagonista de la mencionada producción. Monpi- rry es una expresión de camaradería con visos de muletilla, empleada por un individuo cualquiera al dirigirse a sus amigos más entrañables. montador. Clásico representante del micropo- der ejercido con tiranía y mezquindad desde diver- sos círculos laborales o académicos. montar la película. Urdir una mentira acom- pañada por una ambientación y una historia com- pleja. montarla. Dedicarse sistemática e insistente- mente a perturbar a alguien sin fin justificado. moña. Pequeña fracción de marihuana. moqueadera. Flujo nasal constante e indetenible. moquear. Acción de llorar, por lo general acom- pañada de considerables cantidades de flujos nasales harto repugnantes para quien intenta dar consuelo al plañidor de ocasión. morgan records. Denominación genérica con la que se alude a cualquier grabación en formato cd o dvd de alguna pieza fonográfica o videográfica manufacturada de manera clandestina por una indeterminada fábrica pirata. La expresión hace referencia a sir Henry John Morgan, tal vez el más famoso de los bucaneros que atacaron las costas iberoamericanas durante la Colonia.
  • 167. (162) morisquetas. Gesticulación. Muecas. morraco. Fórmula cariñosa para aludir a un ca- dáver, por lo general perteneciente a un individuo fallecido en circunstancias violentas o en acciden- tes dramáticos. morrongo. Dícese de quien obra de forma tai- mada e hipócrita. mortadelo. Areola de un seno femenino cuyo diámetro se asimila al del tradicional embutido en su presentación de rodajas. mortal pa’l pecho. Anacrónica expresión –pro- pia de los años 80 del siglo XX– empleada para aludir a una situación fatal o desagradable. mosaico. Véase mozo. mosama. Véase mozo. mosca. Voz de llamado para invitar a prestar atención y a mantenerse en alerta. mosca de cementerio. Moscardón. moscorrofio. Individuo desemejado y de mal ver. mosquearse. Reaccionar con presteza ante al- gún estímulo. mostrona. Mujer exhibicionista con sus turgen- cias femeninas. motel. Particular tipo de alojamiento, rentado por horas y especializado en la atención a parejas ansio- sas de saciar sus fragores eróticos cobijados por el sagrado manto de la intimidad y el secreto. Los mo- teles son remanso de confidencialidad para infieles, y suelen incluir servicios especiales de esterilización de retretes, batas de baño, pantuflas y jabones de liviano tamaño. Las bebidas suelen ser entregadas a los huéspedes mediante una muy pequeña com- puerta por la que tan sólo se asoman las manos de los amantes extendiendo el dinero hacia las de los camareros. Los hay en abundancia en cerca- nías de los barrios periféricos de la ciudad y suelen contar con un hermético sistema de aparcaderos comunicados en forma directa con las habitaciones, separadas unas de otras. En los moteles es común encontrar una cinta que atraviesa las tapas de los ‘excusados’. Véase mozo, jabón chiquito. moteliar. Abandonarse a las artes amatorias en un alojamiento destinado para tales fines. moteling. Anglicismo empleado para aludir al uso de los servicios de algún establecimiento dedicado al ayuntamiento carnal clandestino. Mis papás estaban en el apartamento y me tocó irme de moteling con la hembra. motola. Expresión un tanto burda para aludir a la cabeza humana. motoso. Vulgarismo para ‘siesta’. mover la aguja. Despertar sentimientos de atracción en alguien. La profe de química me mue- ve la aguja. mozo. Mancebo o manceba que, en el marco de una infidelidad marital, hace las veces de amante de un hombre o mujer casados. muchacha. Despectivo término utilizado por algunos miembros de la burguesía bogotana para referirse a las sufridas y mal remuneradas em- pleadas del servicio doméstico. Hoy toca dejar las camas tendidas porque no viene la muchacha. muchacho. Segmento de carne alargada, redon- da y cilíndrica, ubicada entre la tapa y la contra de la zona trasera de la res. El muchacho es expen- dido de forma masiva en casi todas las carnicerías de Bogotá y sobrevolado con permanente avidez por las moscas vecinas. muchilas. Véase mochilas. mucho tilín tilín y nada de paletas. Fórmula despectiva para referirse a quien –pese a los mu-(mosca de cementerio)
  • 168. (163) *bogotálogo chos aspavientos por él ejecutados– suele obtener resultados desafortunados, pobres o nulos en la comisión de un objetivo determinado. mue. En lengua chibcha, parte más alta de la cabeza. mueca, la. Vagina. La expresión, de gusto muy dudoso, tiene como fundamento la realidad ana- tómica de los labios vaginales, desprovistos de dentadura. mueco. Puño asestado en la dentadura. muenda. Golpiza. Tunda de azotes. Contundente y humillativo resultado al término de una justa deportiva o de una competencia cualquiera. Muequetá. En chibcha, 'extensión plana de tie- rra'. Hay quienes sostienen que tal vocablo pudo dar origen al nombre de la ciudad. Véase Bacatá, bogote, muyquy muérgano. Individuo hostil, cruel e insignificante. muerto de hambre. Individuo en condiciones económicas y laborales angustiosas. muestre a ver. La desconfianza y la duda metó- dica hacen parte del diario sentir colombiano. Es el sentimiento de nula confiabilidad hecho palabra. Es la criollización patente del pensamiento santoto- masino. Ningún colombiano que merezca ser deno- minado como tal aceptará razón o argucia alguna sin un protocolario y dubitativo ‘muestre a ver’. mugre. Individuo de escasas calidades humanas, afín a la crueldad. mugre que no mata, engorda. Sabio adagio empleado para tranquilizar a quien se halla inde- ciso a la hora de consumir un comestible conta- minado o indebidamente aseado. Ante las altas posibilidades de padecer disenterías, amebiasis, deshidrataciones y otras dolencias más por cuenta del desaseo, no queda más que hacer de la alimen- tación un acto de fe. Así, aunque exista la certeza inapelable de una futura intoxicación, ésta vendrá acompañada por la atenuante de una satisfacción inmediata del ímpetu de la sed o el hambre. mugroso. Individuo cruel, falto de ética, miserable. muisca. Próspera firma dedicada a la elaboración de carrocerías y chasises destinados a servir de coraza a buses, busetas, ejecutivos y algunos otros especímenes más del transporte público local, por lo general conducidos por legítimos descendientes venidos a menos del pueblo muisca original. muiscas. 1. En lengua chibcha, individuos. 2. Etnia nativa pobladora del altiplano cundiboya- cense entre los siglos VI antes de Cristo y el XVI. Antiguos pobladores de la región correspondiente a la actual Bogotá y sus contornos, a saber, los te- rrenos correspondientes a la capital de hoy, Tunja, Iraca (hoy conocida como Sogamoso), Guanentá y Tundama. Algunos de sus descendientes habitan en barrios o poblaciones cercanas tales como Suba, Bosa, Cota, Chía o Sesquilé. En términos políticos, los muiscas estaban organiza- dos mediante un sistema de cacicazgos regidos por los líderes correspondientes de Bacatá, Chía, Tunja, Ramiriquí o Duitama y Tobasia. La población total del pueblo rozaba el millón de habitantes esparcidos a lo largo y ancho de toda la meseta. Fueron estu- pendos orfebres y buenos cultivadores de diversos productos –tubérculos como la papa, quinua, al- godón, cubios, hibias, etc.– hoy erradicados de las costumbres mayoritarias del bogotano actual. El chibchano, 'muysca cubun' o ' muisk kubun', hace parte de la familia lingüística chibcha. Su radio de extensión abarcó gran parte del norte de América del Sur y Centroamérica. Algunos pueblos, tales como los tayronas y los u’wa se comunicaban en un lenguaje similar, hecho que propició la gene- ración de fuertes nexos con ellos. El origen de la denominación 'muisca' es, sin duda, harto extraño. La expresión proviene del chicbha 'muexca', cuyo significado es el de 'hombre'. Se- gún Juan Rodríguez Freyle y fray Pedro Simón, al arribar a la sabana bogotana, Gonzalo Jiménez de
  • 169. (164) Quesada y su ejército preguntaron mediante señas a los nativos qué tan grande era la población de la zona. Su respuesta fue, según Rodríguez Freyle, la de 'muisca puemunga', y según Simón, 'muexca bien agen'. El significado de la frase era el de 'hay muchos hombres'. De forma un tanto cómica los españoles dedujeron que los nativos pululaban como 'moscas', lo que generó la deformación del gentilicio original. El máximo nivel jerárquico de la estructura pira- midal muisca lo ocupaba el zipa, seguido, en un segundo plano, por los jechas y mohanes, quienes a su vez alcanzaban la dignidad sacerdotal. En el tercer escalón estaban los guerreros o 'guechas'. Estos últimos tenían fundamental importancia dado el permanente estado de contienda en el que la nación se encontraba. Aparte del gran zipa, cada región contaba con caciques que, a su vez, debían obedecer sus órdenes. Ninguno de los anteriores estratos era productor de recursos, dado que tal actividad correspondía, en su orden, a los artesa- nos, tejedores, alfareros y orfebres, mercaderes, trabajadores de minas de sal y esmeraldas, y agri- cultores, todos ellos en obligación de tributar. En el pueblo muisca la poligamia era permitida y el mayor beneficiario de tal práctica era, como es de suponerse, el zipa. La peor parte la llevaban los esclavos, por lo general enemigos cautivados en combate. mujer que no joda es hombre, o tiene mozo. Misógina y sexista expresión en la que, de mane- ra arbitraria y no comprobada, se generaliza con respecto al temperamento femenino y su supuesto talante incisivo e irritante. Véase moteliar, musinga. mula. 1. Forma burda para aludir a la cabeza. 2. Individuo torpe. 3. Dícese de quien presta sus vías digestivas para el transporte de estupefacientes hacia otros paí- ses del orbe. 4. Dama o caballero de considerable resistencia a arduas labores físicas. mula herrada, la. Leyenda popular de la Bo- gotá colonial. Cuenta esta historia que en las noches era común encontrar una mula herrada y ensillada que vagaba solitaria por las calles, haciendo chispear el piso. Se decía que la mula había pertenecido a don Álvaro Sánchez, ludó- pata que en las noches se dirigía en su mula hacia la casa de juegos de don Juan de Guevara para comer y jugar hasta la madrugada. Alguna vez su sirviente llevó la mula a beber agua al río San Agustín, pero ésta huyó y se fue corriendo hasta su amo, a quien se acercó para hablarle en palabras que no eran de animal. Desde ese día, don Álvaro decidió ir caminando hasta lo de don Juan de Guevara y ordenar a su sirviente enviarle la mula a medianoche, pues ella ya co- nocía el camino. Don Álvaro murió en la ruina y su mula lo siguió poco después. No obstante, muchos aseguraban haber oído el galopar del espíritu del híbrido en las noches. Quienes vivían en inmediaciones de la ermita de Belén dijeron haber encontrado un cadáver en una enramada, perteneciente a una bruja en cuyas manos y pies había herraduras clavadas. Algunos comenzaron a decir desde entonces que la hechicera era la misma mula, transformada. mundial. Destacable. Único en el mundo. muñeco. Cadáver, por lo general producto de un accidente o un atentado a mano armada. muñeco, darle vueltas al. Copular. murió. Voz de lamento empleada para aludir a una actividad, empresa o menester caduco, o a alguna tarea a la que se ha puesto fin. Llegó el tombo y la fiesta murió en su mejor momento. murió y fue horrible. Execrable voz lastimera con pretensiones cómicas para aludir al funesto desenlace de una situación determinada.
  • 170. (165) *bogotálogo (muñeco) Joven muerto por una piedra que cayó de la Catedral, 1940. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
  • 171. (166) murraco. Cadáver resultante de un accidente. El que limpia las ventanas se cayó desde el sexto piso y quedó murraco. murrio. En la jerga proletaria y campesina, al- muerzo. musca puenunga. En lengua chibcha ‘mucho gentío’. Según algunos cronistas españoles, la distorsión del primer vocablo derivó en el surgi- miento de la denominación muisca, aunque hay quienes apoyan la teoría de que el término pro- viene de la comparación realizada entre la abun- dancia de nativos con las moscas que, de manera similar, proliferan por doquier. Véase muiscas. musinga. Concubina. musiteca. Legendaria tienda especializada en la venta de álbumes en formatos lp y cd y pertenecien- tes al género rock en todas sus múltiples vertientes. Fue fundada por Saúl Álvarez en 1980 e hizo parte del circuito de almacenes musicales independientes de la avenida 19. Álvarez falleció en 2008. ¿muy machito? Fórmula retadora empleada para calibrar la valentía de alguien en la antesala de lo que promete ser una riña. muyhica. En lengua chibcha, unidad de medida equivalente a cuatro. Objeto de color negro. Tren- za. Ramificación. Extremo de un objeto. muyquy. En lengua chibcha, extensión de terre- no. Véase muequetá. naco. Puré de patatas. naco, quedar hecho. Dícese de un objeto, indi- viduo o sustancia reducidos a ruinas o desechos. Nacho, la. Remoquete cariñoso empleado para aludir a la Universidad Nacional de Colombia. Véase mamerto. nada de nervios. Forma poco convicente y menos efectiva de llamado a la tranquilidad, por lo general empleada en medio de circunstancias críticas. nada que ver. 1. Odiosa expresión empleada con el propósito de manifestar desprecio o absoluta desvinculación de un determinado ser o de una causa cualquiera. Después de su excesivo uso caricaturesco, ante- cedido por el ya anacrónico ‘o sea’, el término ha perdido validez. 2. Una orquesta de los 70 y 80 hizo uso de tal ex- presión para darse nombre. nadadito de perro. Actitud disimulada, imper- ceptible, astuta y eficaz. nálgaras. Véase nalgas. nalgas. Remedo de la expresión nada. ¡nanay cucas! Expresión de negatividad de ori- gen y procedencia incierta. Según algunos, alude al momento en que se agotan de una alacena o mostrador las galletas de color negruzco y forma redonda, de común utilización en buena parte del gran Caldas. Otras mentes, más suspicaces, su- ponen que la palabra ‘cuca’ en este contexto tiene una acepción distinta, alusiva al genital femenino. n
  • 173. (168) naranjas. Fórmula de negación equivalente a ‘no’. narco. Apócope de ‘narcotraficante’. narcotoyota. Voluminoso vehículo Toyota tipo burbuja, según la creencia popular adquirido en la mayoría de los casos mediante el uso de fondos mal avenidos. narizona, tanga. Especie de calzón de baño cuya forma parece resaltar la zona posterior del glande masculino, remedando el aspecto de una nariz larga y curvilínea. narra, qué se. Distorsión con cierto grado de comicidad, análoga al clásico ¿qué se cuenta? nave. Vulgarismo para aludir a un automóvil de lujo. nea. Apócope de gorronea. necio. 1. Jovenzuelo insoportable. 2. Adulto díscolo y proclive al desorden. 3. En un contexto sexual, individuo avezado en las lides amatorias. negar la paja es como negar a la mamá. Vul- gar adagio en el que se equipara el onanismo al acto de desconocer la relevancia y la naturalidad de la progenitora en la existencia humana. negrear. 1. Traicionar. 2. Explotar a un subalterno mediante la imposi- ción de cargas laborales injustas y excesivas. Véa- se marranear. negrero. Patrón o jefe explotador. negro: ni el teléfono. Abominable frase de corte racista, empleada para indicar el repudio de un individuo para con los miembros de la raza predominante en el continente africano. Nemequene. Según los cronistas, tercer zipa de Bacatá, autor del código legislativo que lleva su nombre. Era sobrino de su antecesor, Sagua- manchica, muerto en combate al término de la llamada 'Guerra de los 16 años', de la que salió victorioso. Nemequene se apoyó en su sobrino Tisquesusa. Desde el inicio de su mandato combatió contra el nuevo zaque de Hunza (Tunja), Quemuenchato- cha, y se dedicó a contener las rebeliones de los caciques de Ubaté, Zipaquirá, Guatavita y Ubaque (a quien perdonó la vida, después de verlo arrojar sus riquezas en la laguna a su mando). Pese a un intento más del cacique zipaquireño por rebelarse, fue reprimido en forma oportuna por Tisquesusa. De nuevo tuvo lugar una confrontación entre los ejércitos de Tunja y Bacatá, una vez más librada en Chocontá. Aunque el triunfo parecía inclinarse del lado del zipa, una flecha se clavó en su cora- zón y falleció antes de ver su victoria. De acuerdo con la costumbre de aquellos tiempos, Nemeque- me se fue junto a sus amadas favoritas a sumirse en la alucinación del borrachero. Véase meicuchu- ca, código de Nemequene, Sagita, Tisquesusa, zipa. Nemequene, código de. Conjunto de norma- tividades propias de los indígenas habitantes del territorio correspondiente a la actual Bogotá en tiempos precolombinos, al parecer implementa- das por el zipa Nemequene. El código de Nemequene establecía una serie de actos punibles y de formas de castigo, de acuerdo con la gravedad de las faltas cometidas. Entre las prácticas penalizadas estaba el adulterio de mu- jeres. Quien fuese tenida como sospechosa de tan abominable hecho, era obligada a consumir mor- tíferas dosis de ají. Si la desdichada confesaba su crimen –desesperada por la ingesta del pimiento– de inmediato era aliviada con agua y abluciones, y luego ejecutada. Si, por el contrario, la presunta delincuente se mantenía en silencio hasta el final del suplicio, recibía la indulgencia y una dádiva, a manera de compensación por el daño causado. Lo anterior deja claro el fundamental papel del ají como elemento ajusticiador. Con todo y este severo sistema de control, muchos caciques desconfiaban de si sus hijos habían sido
  • 174. (169) *bogotálogo (narizona, tanga) En Melgar, 1980. Donante: Martha Arévalo, Álbum Familiar / Colección MDB - IDPC
  • 175. (170) en verdad engendrados por ellos, y debido a lo anterior el cacicazgo se transmitía por la vía de tío a sobrino (matrilinealmente). Así las cosas, el heredero del cacique debía ser hijo de una de sus hermanas. Actos como la violación eran severamente castiga- dos. La crueldad de la reprimenda dependía de si el violador era soltero o casado. En el primer caso, se daba muerte inmediata al infractor. En el segundo, tan solo se le afrentaba con el ostracismo. Actos como el incesto eran penalizados sumer- giendo a los pecadores hasta el cuello en hoyos llenos de agua infestada de sabandijas y serpien- tes. La sodomía era abominada, empalando a quienes la cometieran en un asta debidamente provista de espinas, cuya punta, al final del mar- tirio, debía atravesar la espalda, ojos o cráneo. La virginidad era tenida entre los chibchas como deshonrosa, y tan sólo propia de mujeres despro- vistas de atractivos. En materia de herencias, en caso de no contarse con herederos naturales, el estado reclamaba para sí los bienes del difunto. Quien siendo combatiente mostrara alguna forma de cobardía ante la batalla era vestido con atavíos femeninos y se le asignaban menesteres propios de un ama de casa. Aquel que, además de ser timorato, se decidiera a desertar, era cazado y aniquilado en forma inmediata. Estaba prohibido mirar a los ojos del zipa o a los de cualquiera de los caciques en forma directa y por ello, al encon- trarse con tales jerarcas, era obligatorio bajar la vista o volver las espaldas. Pese a que los zipas y caciques estaban exonera- dos de los castigos, ante la comisión de cualquie- ra de los delitos anteriormente tipificados, eran sus mujeres quienes gozaban de la potestad de azotarlos. Por tal razón, en la medida en que se incrementara el número de cónyuges del gober- nante, los padecimientos aumentaban de manera equitativa. Los viudos debían guardar celibato durante el lapso indicado por la principal de sus mujeres en el momento de morir. No obstante, tal periodo no podía exceder los cinco años, y existía la posibi- lidad de negociar tal situación con la agonizante dama. Si la muerte de la esposa tenía lugar en medio de un parto, el doliente debía entregar la mitad de su hacienda o, en caso de pobreza, los bienes requeridos por la familia de su compañera, la que a su vez estaba facultada para castigar con la muerte al caballero en caso de que ésta lo de- mandase. Véase Nemequene. nemesia. Modelo de tranvía fabricado por la casa Brill y traído a Colombia durante los años 20. Se le llamó así en honor a Nemesio Camacho, gerente de la empresa correspondiente por esos años. nemterequeteba. Otro de los nombres conferi- dos a Bochica, gran maestro de los chibchas, en cierta forma análogo al Quetzalcoatl azteca o al Manco Capac de los Incas. Véase Bachué, Bochica, Chía, Furachogue, Huitaca, río Funza, salto de Te- quendama, Xue. Nencatacoa. Dios chibcha amigable y festivo, patrono de la chicha y de los tejedores y artesa- nos. También se le conoce como Fo y como Fu. Se acostumbraba a representarlo con formas de zorro o de oso. Según sus discípulos, gustaba de mezclarse con ellos para darse a la profusa be- bida del fermento. Sólo consideraba propicias las ofrendas de dicho brebaje. Véase Fo, Fu. nenorra. Jovenzuela pubescente. El término fue popularizado por Fulgencio Cabeza Manotas Ce- peda y Silva, entrañable personaje del legendario espacio radial ‘El zoológico de la mañana’, pre- sentado durante años por la desaparecida Súper Stereo (más adelante Súper Estación) 88.9 FM. nerdo. Individuo de escasas cualidades físicas y absoluta dedicación a los menesteres intelec- tuales, en particular orientado hacia disciplinas computacionales, científicas y matemáticas. Suele
  • 176. (171) *bogotálogo llevar anteojos, es limitado en las lides deportivas y su capacidad intelectual va en proporción inver- sa a la física. nga. En lengua chibcha, pues. ni cagando. Extraño vulgarismo de tenor similar a ‘ni de fundas’ y a ‘ni de vainas’. ni cinco. Indicativo de carencia o de negación hacia una acción determinada. No tengo ni cinco y no me gusta ni cinco. ni de fundas. Dícese de aquello que no se está dispuesto a hacer bajo ninguna condición ni cir- cunstancia. ni de vainas. Véase ni de fundas. ni que estuviéramos bravos. Amigable aunque ramplona fórmula de aceptación a una petición determinada. Véase pa’ las que sean. ni raja ni presta el hacha. Expresión des- pectiva comúnmente atribuida al individuo que, además de poco colaborador, hace gala de un fastidioso egoísmo. nieblunos. En los tempranos tiempos republica- nos, vecinos del ‘tenebroso arrabal’ de Las Nieves. nies. En los caballeros, región correspondiente al piso de la pelvis. Véase ñe. niña. Odiosa muletilla empleada por quienes, sintiéndose superiores en jerarquía, suelen diri- girse a telefonistas, dependientas, secretarias o cualquier otro tipo de empleadas encargadas de atención al público. niquelado. Ron. No debe confundirse con la marca Aguardiente Niquelado, cuyo uso, generali- zado en el departamento de Boyacá, presenta sin duda altos riesgos para la salud hepática. niquelera. Arcaísmo empleado para aludir a una monedera. ¡no alcanzo! Fórmula de excusa, por lo general falsa, esgrimida por los vendedores informales de establecimientos tipo Sanandresito o en expendios de bienes de contrabando, para indicar al poten- cial comprador que el margen de negociación y de descuentos ya ha alcanzado el límite mínimo posi- ble. Véase chimbo, chiviado, líchigo, retacar, tumbe. no busque lo que no se le ha perdido. Amena- zante insinuación con respecto a la inconveniencia de entrometerse en honduras investigativas. no comerle. No permitir que alguien, por pode- roso o superior en jerarquía que parezca, provo- que tipo alguno de intimidación en un individuo determinado. no es cualquier lagaña de mico. Dícese de aquello que, aunque en apariencia insignificante, reviste una considerable relevancia. Véase pichas. no está ni tibio, papito. Burda voz, por lo ge- neral empleada por representantes del género femenino, para indicar al interlocutor lo equivo- cado de su concepto con respecto a una situación determinada. no hablo inglés, pero lo entiendo. Despro- pósito conceptual con el que algunos individuos pretenden esconder su absoluta ignorancia con respecto al dominio de la lengua anglosajona. Suele verse acompañado, en las hojas de vida, de especificaciones porcentuales con respecto al conocimiento del idioma en cuestión del tipo: Inglés, 54%, como si el manejo de un lenguaje pudiera cuantificarse de manera tan precisa, en lo que constituye una paradójica escala de medir lo que no es mesurable. no haga bizcos, que se queda así. Advertencia severa en cuanto al peligro que para la salud física puede representar el incurrir en muecas antipáti- cas para con el interlocutor, quien por lo general está a las puertas de arremeter contra el espontá- neo gesticulador. no joda. Voz imperativa cuyo fin es solicitar al interlocutor comportarse con respeto, tranquili- dad y decoro. no jodás. Expresión de incredulidad. Es una de las pocas formas de voceo permitidas por el códi- go cachaco.
  • 177. (172) no le cabe ni un tinto. Típica descripción de un estado crítico de hacinamiento, en que se acude a la figura simbólica de la bebida cafeínica nacional por excelencia. Véase cebollero, dietético, ejecutivo, transmilleno. no levanta un polvero. Forma despreciativa de referirse a un caballero o dama cuyo éxito para con el género opuesto es escaso o inexistente. Véase levante. no lo hay. Extraña expresión propia de comer- ciante informal empleada para indicar la ausencia de un producto en su inventario. no me abra los ojos, que no le voy a echar gotas. Advertencia cuyo aparente tono oftalmoló- gico tiene propósitos similares a la clásica “no me haga bizcos que se queda así”. no me alegro, ¡pero sí me da un fresqui- to…! Manifestación de júbilo vergonzante por la desgracia de un enemigo o de un individuo, que otrora hubiese afectado al hablante. no me crea tan pendejo. Expresión de sorpre- sa utilizada para aludir a una situación o hecho sorprendente. ¡no me cuelgue! Fórmula de súplica empleada con mucha frecuencia por los seguidores de un gran zar de la radio bogotana, especializado en cortar las llamadas al aire de sus oyentes sin el menor atisbo de vergüenza o culpa. no me dio ni la hora. Aceptación estoica y re- signada del rechazo propinado por un individuo (generalmente del sexo opuesto) a una insinua- ción amorosa. Véase no levanta un polvero. no pregunte, que entre menos sepa, mucho mejor. Exhortación a mantenerse ignorante con respecto a ciertos hechos que pueden comprome- ter la integridad física, la tranquilidad, la honra o la vida del interlocutor. no pueden ver a un pobre acomodado. Ex- clamación en la que se hace visible la lucha de clases: las fuerzas encontradas de la superación por parte de los oprimidos y el deseo de las castas hegemónicas de mantenerse en su lugar de privi- legio. Véase todo lo del pobre es robado. no saca un perro a miar. Úsase para aludir a un individuo poco proactivo. no se la(o) come ni el óxido. Figura despectiva para ilustrar la condición poco apetecible en ma- teria sexual de una dama o caballero, desprovistos de gracia. El término ‘comer’ se equipara al acto copulatorio. Véase bagre, gurre. no se busque una muerte pendeja. Llamado a la cautela o fórmula de advertencia casi siem- pre lanzada a quien –por causa de sus acciones descaradas o imprudentes– está haciéndose a la antipatía o a la enemistad de otro individuo. no se pierde ni la corrida de un catre. Frase con la que se ejemplifica el carácter curioso, in- vestigativo e inquisitivo de un individuo en ejercicio de su legítimo derecho a la información. no se vaya, que esto se compone. Súplica por lo general empleada en el marco de una fiesta en donde la deserción de los invitados es inminente y amenaza ruina, o cuando una empresa determi- nada se halla al borde del naufragio. nocas. Forma curiosa de no. noche de coronación. Vulgarismo empleado para aludir al culmen de una larga labor de conquista, con la consabida inversión económica, física y espiri- tual que tal empresa suele acarrear, cristalizada por fin en el acto de ayuntamiento copulatorio. nochero. Cachaquísima forma de aludir a una mesa de noche. nogal. 1. Especie de árbol conocido por el nombre genérico de ‘junglans neotropica diels'. En el siglo XVI Juan de Castellanos decretó la tala de todas las especies nativas, incluido el nogal, árbol sagrado del pueblo muisca. Para expiar las culpas e indemnizar los daños, en 2002 la Alcaldía Mayor lo declaró especie arbórea insignia de la ciudad.
  • 178. (173) *bogotálogo 2. Tradicional vecindario ubicado en las cercanías de la avenida Séptima entre las calles 76 y 80, cuya más representativa edificación puede ser, quizá, el conjunto residencial que lleva su nombre. El barrio debe el suyo al árbol allí ubicado. Las Residencias El Nogal son el primer conjunto de vivienda multifami- liar moderno construido en Bogotá. Inaugurado en 1948, el majestuoso par de edificios aglutinó servi- cios de lavandería, guardería y seguridad privada, constituyéndose en foco de desarrollo de un norte aún despoblado. Pese a la depredación arquitectó- nica de la que han sido víctimas las viviendas a su alrededor, su estado de conservación, teniendo en cuenta la tendencia típicamente bogotana a pisotear la historia y el patrimonio propios, es destacable. En (nogal)
  • 179. (174) frente hay dos altivos árboles bicentenarios, ajenos al tiempo y a los apuros de la cotidianidad urbana. noimportismo. Doctrina profesada por René Segura en los incunables textos sacros y profanos del Señor Plátano. nokias. Adverbio de negación inspirado en la repu- tada fábrica de dispositivos de comunicación digital. norberto. Adverbio de negación acuñado en ho- menaje a uno de los salones de belleza insignia de la ciudad y empleado durante las décadas finales del siglo XX. normal. Adjetivo de frecuente utilización errónea al aludir a una bebida o alimento en su presenta- ción corriente, en contraposición a otras variables. – Una botella de agua, por favor. – ¿Normal o con gas? – Una Manzana Postobón. – ¿Normal o light? norte. Delimitación cardinal de características in- ciertas, dada su dependencia de los determinantes geográficos, cronológicos o prejuiciosos del hablan- te. Según los más ortodoxos, el norte de Bogotá se inicia justo después de la calle 72. No obstante, hay quienes, basados en el concepto de Centro Histó- rico y Centro Internacional, lo ubican en la calle 26. El primer límite norte de la ciudad fue la plazoleta ubicada en la actual carrera séptima (antigua calle Real) con la calle 14, conocida en tiempos previos a la República como Plaza de San Francisco y como Plaza de las Yerbas. Más adelante, tal delimitación se trasladaría a San Diego. Algunos, un tanto más osados, limitan su rango de acción a las calles y dia- gonales subsiguientes a la 100. Véase Burburata, la. nos belmont. Especie de despedida derivada del tradicional ‘nos vemos’, e inspirada en la popular marca producida por cierta tabacalera. nos bemoles. Véase nos belmont. nos bistec. Véase nos belmont. nos pillamos. Convención informal de despedida. nos vemos las carátulas. Burda voz de despe- dida empleada para dejar abierta la posibilidad de un nuevo encuentro. nos vidrios. Véase nos belmont. novelear. Desperdiciar el tiempo viendo teleno- velas. Husmear. noxpirín. Nos pillamos. nudo de cobrador. Cómica alusión en desuso a una corbata mal anudada, basada en su equipa- ramiento con la de un ayudante de conductor de tranvía encargado de recolectar el dinero de los viajantes. nuevón. Despectiva fórmula con la que los educan- dos y maestros antiguos suelen referirse a los estu- diantes neófitos que año tras año tienen la desgracia de engrosar las filas de las entidades dedicadas a la educación de bogotanos de bien. El término suele ser empleado con sentido similar en empresas, por par- te de empleados veteranos para con los debutantes. numerito. Dama poco aplomada y libidinosa, adepta a la jacaranda y el desorden. nymy. En lengua chibcha, gato montés. Leoncillo. ñampira. Véase ñampiro. ñampiro. Ordinario. De mal gusto. Inculto. ñanga. Vocablo resultante de invertir las dos sílabas que conforman el término gañán, sin que su significado varíe. ñapa. 1. Miembro viril en el cuerpo engañoso de un tra- vesti. Uno se va todo confiado a Santa Fe a buscar guarichas, y le salen con ñapa. Véase antena, presa. 2. Dícese de aquello que viene por añadidura. Véase vendaje. ñato. 1. Individuo despojado de nariz. 2. Dícese de quien resalta el fonema ‘n’ al hablar. ñe. Periné. ñerada. Ordinariez. Acto ramplón, sin refina- miento, ostentoso y burdo.
  • 180. (175) *bogotálogo ñerengue. Cómica alusión al merengue, recono- cido ritmo originario de tierras dominicanas. ñero. 1. Durante las décadas de los 70 y 80 del siglo XX, término derivado del clásico ‘montañero’, en alusión a un individuo de maneras burdas y ordi- narias. Véase guayigol. 2. En las postrimerías del siglo XX el término, quizá relacionado con ‘compañero’, se comenzó a emplear para referirse a un gamín o indigente. ñervo. Desagradable tubo de apariencia venosa de apariciones ocasionales en las pilas de carne de res molida. ñoco. Individuo despojado de una de sus extremi- dades. ñoma. Herida notoria e impresionante. Cortada inmensa. Cicatriz de proporciones notables. ñoña. Hez. ñoño. Individuo consagrado de manera desmesu- rada a sus deberes, adicto a sus tareas estudianti- les o laborales. npp. Abreviatura de negación taxativa e inobje- table. Es el resultado de unir las iniciales de la procaz expresión “ni por el putas”. ñuco. De escasa instrucción, poco refinamiento y gusto dudoso. Tengo unos vecinos muy ñucos que usan abrigos de piel de tigre. Véase guayigol, mañé, montañero, ñero. ñufla. Molesto y deslucido residuo alimentario alojado en las encías, cuyo repugnante aspecto genera repudio entre quienes tienen la desgracia de contemplarlo. o sea. Expresión en vía de desuso, según la creencia popular empleada como muletilla por parte de chicuelos vacíos y despojados de seso. o sea que le salí a deber. Fórmula de protesta en la que, tras haberse prestado para servir a uno de sus semejantes, la situación sufre un paradó- jico giro, poniendo al benefactor en situación de desventaja y convirtiendo al menesteroso en su verdugo. o todos en la cama, o todos en el suelo. Con- signa democrática de corte igualitario con la que se convoca a todos los miembros de una colectivi- dad a ser objeto de beneficios o perjuicios equita- tivos. Véase mamerto. ocasa. En lengua chibcha, verdad. occidente. Según la sabiduría popular actual, zona localizada a partir de la avenida Boyacá, al oeste. A lo largo de la historia los límites occiden- tales de Bogotá han cambiado de lugar. Durante buena parte del tiempo estuvieron ubicados en la zona lo que aún se conoce como Puente Aranda, lugar que debe su nombre al puente situado en los terrenos cenagosos hoy ocupados por el actual vecindario. En principio, hacia 1573, allí estuvo emplazada la hacienda de don Jorge Aranda. San Victorino, punto de llegada de viajeros, tam- bién fue considerado extremo occidental de la ciu- dad. La parroquia de San Victorino, con su plaza alrededor, fue erigida en 1578. En 1792 fue dotada de una pila y de baños públicos, y de hogares para niños, contiguos al llamado Camino de Occidente. o
  • 181. (176) San Victorino fue durante muchos años la única zona de la ciudad provista de dos puentes sobre el río San Francisco (Puente de Micos o Filarmó- nica y Puente de San Victorino). Ello propició la concentración del comercio en esta zona, óptima para el intercambio de mercancías entre viajeros y habitantes de la ciudad. Por decisión del gobernador de Bogotá de en- tonces, Alfonso Acevedo, se prohibió el ingreso de coches de mulas y de carruajes a la ciudad, lo que a su vez derivó en el establecimiento de una terminal de transportes, en donde comenzaron a congregarse los viajantes de manera masiva. La iglesia desapareció en 1827, lo que a su vez favoreció el surgimiento un tanto indiscriminado de locales comerciales y el emplazamiento de aguateros, carrozas, miel, maderas, vendedores y compradores, y la presencia de carruajes, mulas, bueyes y caballos. En 1910 la plaza de San Victorino empezó a rendir homenaje a Antonio Nariño, y en 1946 fue objeto de una remodelación que terminó por convertirla en una suerte de parqueadero público, ligada a su vez a la ampliación de la calle 13, vía que se con- virtió, por un tiempo, en avenida Colón, en home- naje a un héroe cuya estatua, erigida ahí, sería retirada dos años después. La demolición del mercado del centro a finales de los 50 trajo como consecuencia el desplazamiento masivo de los comerciantes expropiados al sector de la plaza de San Victorino, lo que impulsó al alcalde Jorge Gaitán Cortés a crear las Galerías Antonio Nariño en 1962. ‘Unicentro de los pobres’ y ‘Agáchese’ fueron algunos de los nombres con- feridos al sector, dada la necesidad de hincarse para observar los productos en venta. Finalmente, en la antesala del comienzo del siglo XXI, durante la administración de Enrique Peñalosa, la plaza fue sometida a un proceso de cambio. Los ven- dedores ambulantes fueron reubicados y el lugar vivió cierto remozamiento peculiar, reforzado por la presencia del sistema de buses Transmilenio en el sector. ochas y panochas, hacer. Excederse de mane- ra abusiva en el uso de algún bien o en el acceso carnal a otro individuo. oe. Voz de exclamación para oye, al parecer im- portada de latitudes antioqueñas. oidor. Véase real audiencia. ¡oigan a este! Antioqueñismo importado a la capital con el que se pone en tela de juicio la ve- racidad o la cordura de un individuo después de haberle oído proferir algún desaguisado. Véase ¡cómo ño moñito! ¡oigan a mi tío! Extraña expresión de origen an- tioqueño para señalar lo equivocado del concepto emitido por uno de los presentes en una determi- nada conversación. ojibrotado. Individuo de mirada saltona. ojo al ojo, que es de vidrio. Vulgarismo para indicar a los presentes la necesidad de prestar particular atención a un concepto determinado. oler. En la jerga de consumidores de estupefa- cientes, consumir drogas por vía nasal. olla. 1. Expendio de estupefacientes. 2. Lugar peligroso y deprimente. Véase hueco. olla, estar en la. Encontrarse en situación de- cadente, desesperanzadora y de muy malos pro- nósticos. olleta. Especie de olla en cierta forma similar a un jarro de boca ancha, usada con frecuencia para hervir el agua que servirá en la elaboración de tisanas, chocolates, cafés y algunas otras bebidas. olleta, estar en la. Véase estar en la olla. onces. Especie de merienda servida en la tarde, por lo general conformada por panecillos, bizco- chuelos, bebidas calientes y, en algunos casos, arepas y almojábanas. Algunos investigadores
  • 182. (177) *bogotálogo imaginativos, sin mayor fundamento, han sugerido la existencia de cierta relación cabalística entre el término y las once letras que conforman la pala- bra ‘aguardiente’. ore. Voz exclamatoria subsiguiente a la pro- nunciación de alguna ramplonería, imitando el estereotipado ‘ora sí jué’, al que alguna gente de ciudad considera típico del campesinado local. oreja, parar. Prestar atención. orejón. En tiempos republicanos, campesino habitante de la sabana de Bogotá. orgipiñata. Festividad entre individuos pubes- centes cuyo propósito, en apariencia ingenuo, puede estar motivado por el deseo desenfrenado de plácido ayuntamiento carnal entre los invita- dos. orine feliz, orine contento, pero orine por dentro. Refranil llamado a la higiene y la coordi- nación psicomotora por parte de quien se apresta a hacer uso de los servicios sanitarios de un esta- blecimiento, con el fin de indicarle la necesidad de no manchar el aro del retrete o el piso del lugar con su amarilloso líquido urinario. Véase miando fuera del tiesto. orines. Conjunto de materias líquidas de color entre transparente y amarillento, secretado por los riñones con destino a la vejiga, y expulsado por la uretra, cuyo olor por lo general se asimila al del amoníaco. oso, hacer el. Obrar de manera ridícula en pú- blico. oviedo. Obvio. (onces)
  • 183. (178) pa´ antier es tarde. Diacrónica expresión con la que se pretende indicar la urgencia en la ejecu- ción de una determinada tarea. pa´trás, ni pa’ coger impulso. Frase refranil empleada por bogotanos optimistas, muy popular entre reinas de belleza en medio de las gestas previas a las jornadas de elección y coronación. ¿pa’ dónde va?: Pa´viejo. Afirmación irónica, para responder a una pregunta con respecto al destino de un individuo, basada en la realidad inexorable de que el de casi toda vida humana (si no hay un deceso prematuro involucrado) será el avejentamiento. ¿pa’ dónde va? Odiosa y desconsiderada fór- mula de interrogación empleada por taxistas despojados de profesionalismo y gentileza con el propósito de indagar si el destino del potencial pa- sajero se acomoda o no a su caprichoso itinerario. pa’lante es pa’llá. Piedra angular del progreso y el optimismo mal entendidos. Esperemos que la historia algún día devuelva a tamaña apreciación filosófica el lugar de privilegio que por derecho merece junto a los más sabios decires de virreinas de belleza y motivadores de colectivos sin funda- mento. pa’ las que sean. Es el monumento vivo a la incondicionalidad, semejante en espíritu y alma a la filosofía de Alejandro Dumas y sus Tres Mos- queteros, con aquella apología a la amistad de ‘Uno para todos y todos para uno’. Al final, en la misma forma en que san Pedro osó negar a su maestro en tres oportunidades, es cosa casi segu- ra que quien sostenga estar dispuesto “pa’ las que sean” se constituya en el primero y más rastrero de los traidores. Por cierto, alguna vez –en un no muy afortunado momento de sus carreras– Sting, Brian Adams y Rod Stewart intentaron musicali- zarla con motivo del largometraje homónimo de la obra de Dumas. pa’ que lo lleve. Fórmula de disuasión empleada por vendedores informales para reforzar la idea de que el descuento concedido por éstos a su po- tencial comprador es suficiente motivo para que el negocio sea sellado sin titubeos. Véase tumbe. pa’ sus tres mierdas. Tríptica fórmula de ma- ledicencia proferida para con un individuo, en el marco de una situación tensa. paba. En lengua chibcha, padre. pachas. Hipocorístico empleado en alusión a las alumnas del colegio Santa Francisca Romana, a su vez conocido como Santa Pacha. pachorras, hacer. Obrar de manera delibera- damente lenta. Hacer un esfuerzo consciente por perder el tiempo. pachuco. Aburrido. Poco interesante. Ordinario. De mal gusto. Por alguna indeterminada y curio- sa razón, el término se despoja de su significado original, procedente, según se cree de México, de la palabra náhuatl 'pachoacán', cuyo significado es el de ‘lugar en donde se gobierna’. pachulí. Según una infundada creencia popular, fragancia de perfume barato. El ‘patchoulí’ es en realidad una planta aromática de uso común en India. paciente. En la jerga delincuencial, víctima. paga. Voz un tanto burda empleada para ilustrar lo mucho que se justifica llevar a cabo una deter- minada actividad. ¡Paga ir a Ciudad Tunal porque están repartiendo Milo caliente! pagan justos por pecadores. Clásica tipifica- ción de las injusticias a diario cometidas para con P
  • 184. (179) *bogotálogo una vasta mayoría de seres buenos, por una mino- ría involucrada en la comisión de faltas castigadas por la ley divina. pagar escondedero a peso. Úsase para aludir a una situación de desesperación extrema en la que la víctima está dispuesta a esconderse en cualquier lugar, toda vez que ello la exima de un sufrimiento o incomodidad ulterior. ¡páguele pieza! Exclamación propia de taxistas, conductores de autobús y transeúntes en general, al sorprender a un par de amantes en medio de un franco intercambio de caricias en la vía pública, previo al amancebamiento, y empleada con el ob- jeto de invitarlos a hacer uso de los servicios hote- leros especializados en tales faenas, en cambio de andar exhibiéndose. Véase arrecho, busque motel. pailander. Acrónimo resultante de la conjunción entre el término ‘pailas’ y el título del largometra- je y serie televisiva ‘Highlander, el inmortal’, pro- ducida en sus dos formatos durante las décadas de los 80 y 90 del siglo XX, respectivamente. pailas. Voz de preocupación empleada para ilus- trar la gravedad de una situación determinada. El término se deriva de la antañona expresión “en la paila mocha” utilizado para aludir a quien, por alguna razón, se encontraba padeciendo una situación infernal, dada la popular creencia de que el infierno es administrado por huestes de pequeños demonios encargados de someter a los impenitentes a suplicios en grandes recipientes, abastecidos con hirviente aceite. paja. Mentira. paja, hacerse la. Procurarse la autosatisfacción erótica, a la manera del legendario Onán. pajarilla. Pese a la aparente delicadeza sugerida por el término, la pajarilla no guarda relación al- guna con el romántico mundo de las aves, pues no es otra cosa que el pulmón de una res. Hay quie- nes tienen la repugnante costumbre de servirla en un pestilente caldo aderezado con sangre bovina. pajazo. Faena de autosatisfacción erótica mas- culina. pajearse. En los hombres procurarse satisfac- ción mediante mecanismos onanismos y autoeró- ticos. pajudo. Individuo proclive a proferir mentiras. Mitómano. pajuelo. Discípulo contumaz y leal de Onán. palanca. Influencia necesaria para obtener un fin político, laboral o comercial determinado. La 'pa- lanca' es una oscura fuerza oligopólica y burócra- ta encargada de favorecer a determinados indivi- duos laboral o contractualmente. Puede tratarse del individuo encargado de traficar las influencias o de las influencias como tales. pálida. Malestar súbito cuyo síntoma más evi- dente es la lividez. palito. Especie de don indefinible y propicio que deriva en una consecuencia determinada, por lo general negativa. Yo tengo el palito para los mari- cas. Yo tengo palito para caerles mal a los policías. palo. En la jerga de la clase obrera, canasta de cerveza. palo de agua. 1. Expresión tradicional con la que se alude a una lluvia copiosa. 2. Instrumento idiófono de forma cilíndrica confor- mada por un tubo de madera relleno con piedreci- llas, cuyo sonido simula el de la lluvia. 3. Intérprete del posmoderno y polémico género del tropipop. palo seco, a. Soportar un determinado trance sin la anestésica ayuda del alcohol. palo, dar. En el caso de una obra artística de cultura popular, tal como una canción, un libro, un largometraje o una serie de televisión, ponerse de moda. palo, ser el. Recibir un resultado triunfal, sor- presivo y contrario a los pronósticos y las expecta- tivas, en el marco de la entrega de algún galardón.
  • 185. (180) palo, ser un. Ser poco diestro en la danza o en la práctica de un deporte. Véase primera acepción de tronco. palo, un. Un millón de pesos. pana. Amigo íntimo y entrañable. La expresión se deriva del anglicismo 'partner'. pandebono con bocadillo. Variable criolla del pandebono. Al decir de los puristas oriundos del departamento vallecaucano, toda una aberración de la típica repostería colombiana, pues, de acuer- do con sus estándares gastronómicos, incluir pas- ta de guayaba en dicho alimento se constituye en un irrespeto al tradicional amasijo. pandeyuca. Producto de panadería con forma de media luna o bumerán, elaborado a base de almi- dón de yuca, queso blando, mantequila y huevos. Las bondades del pandeyuca fresco tienen una durabilidad limitada, puesto que al día siguiente a su manufactura éste tiende a tomar una molesta consistencia pétrea y riesgosa incluso para las más sólidas dentaduras. panel. Camioneta de la Policía Metropolitana de Bogotá. panela. 1. Frente humana. 2. Artificio tecnológico aparatoso. El término se utiliza con frecuencia para aludir a dispositivos de telefonía celular o radios portátiles de gran tama- ño. Véase flecha. panelazo. Golpe seco espetado de forma cruel con la palma de la mano en la frente del despre- venido contendor. paniqueado. Individuo atemorizado y paranoico, estado por lo general provocado por la ingesta de bazuco. paniquear. Suscitar episodios de pánico en un determinado individuo. panocha. Vagina. pañete. Capa de estuco o yeso empleada para dar acabado a las paredes, inmortalizada por Fé- lix San Jordi y su Banda Sonora en su legendaria canción ‘El rey del pañete’. pantallero. Individuo exhibicionista y ávido de figuración. pantalón marranero. Pantalón con perneras altas. pantera. Compañera o cónyuge en extremo celo- sa y propensa al enojo. panticondón. Obra magna de la creatividad colombiana en la que se conjugan el diseño de modas, la ingeniería, la profilaxis y la ciencia, para dar lugar a una suerte de prenda íntima provista de un preservativo, ideal para amantes fogosos y apresurados que requieren de un inmediato inicio de la jodienda sin despojarse de la totalidad de sus ropas. Pantyficia Universidad Javeriana. Alusión irónica a las gran cantidad beldades que estudian en dicha universidad, con injusta reputación de homologar el examen de admisión a sus alumnas con un ‘casting’. panucha. Especie de dulce de leche de forma similar a la de una empanada, rellena de arequipe y recubierta por azúcar pulverizada. papa. Uno de los alimentos base de la dieta bo- gotana, rico en contenido farináceo y escaso en el proteínico. papa explosiva. Material bélico de fabricación casera y uso generalizado en protestas estudianti- les. Véase mamerto, nacho, la, piedragógica. papa en chupe. Típico platillo elaborado con papas dispuestas en gajos y bañadas en una emulsión compuesta por cebolla, tomates rojos y leche. papa, buena. Individuo amigable, generoso y bonachón. papasote. Fórmula de halago un tanto burda empleada para exaltar las virtudes estéticas de un caballero. papaya, dar. Ubicarse en una posición de blanco fácil para el enemigo. Actuar con poca precaución.
  • 186. (181) *bogotálogo Ponerse en evidencia ante un potencial agresor o rival. Según algunos el término tiene su origen en una donación de helicópteros efectuada por Rusia al Ejército colombiano. Cuenta la historia que tales vehículos fueron entregados a la res- petable entidad castrense pintados con el color naranja-papaya del anticorrosivo y que, de forma muy ingenua, los pilotos anduvieron volando por el cielo con sus naves de guerra pintadas en ese tono, exageradamente vistoso y fácil blanco para el enemigo. La sabiduría popular colombiana, siempre pro- pugnando por la ley del nulo esfuerzo y del camino fácil, ha incorporado en su doctrinario dos premi- sas fundamentales en la conducta de todo hombre que se precie de ser inteligente: Premisa 1: No dar papaya. Premisa 2: ‘Papaya ponida (sic), papaya partida’. papayazo. Oportunidad de fácil aprovechamien- to. Circunstancia excepcionalmente favorable. papayo, pasar al. Condenar a muerte. Asesinar. papeluchos. En tiempos independentistas, pan- fletos de publicación semanal cuyo contenido en su mayoría era político, satírico y de tono burlón. papero. Cultivador de patatas. Úsase también para aludir a un individuo de modales burdos y faltos de refinamiento. papi. Fórmula de alusión cariñosa al esposo, novio, pareja o mancebo, de gusto y categoría exageradamente dudosos. papiarse. 1. Ingerir un determinado alimento. 2. Hacer uso de un individuo mediante un ayunta- miento erótico. 3. Derrotar o demostrar una superioridad ostensi- ble con respecto a otro individuo en una determi- nada competencia. 4. Convertir a un incauto en víctima de un timo. papicultor. Individuo dedicado al cultivo de pa- tatas. papita, echar. En cierta jerga ramplona y de dudoso gusto, almorzar. papito rico. Fórmula ramplona para exaltar las virtudes estéticas de un representante del género masculino. paquete. 1. Contratación, fichaje o negociación enmarcados en el engaño y en la decepción por no cumplir con las expectativas generadas. Úsase por lo general para aludir a un supuesto refuerzo extranjero llamado a fortificar las huestes de alguno de los oncenos balompédicos de la capital. 2. Miembro viril, por lo general en su estado de flacidez y sobresaliente de entre las prendas inte- riores. 3. Unidad de medida correspondiente a un millón de pesos. para. 1. Vulgarismo empleado en conferencias telefó- nicas cuando, en lugar de saludar al interlocutor telefónico o al dependiente de determinado es- tablecimiento, el hablante pretende abreviar los protocolos con una inexistente capacidad de sín- tesis. Así, en lugar de optar por un razonable “Se- ñorita, ¿podría usted enviarme un taxi, por favor?” o por un “Señorita, quisiera pedir una pizza, por (papaya, dar)
  • 187. (182) favor”, terminan por decir: “Para pedir un taxi” o “Para una pizza”. 2. Abreviatura de paramilitar. para que no le cueste, no se recueste. Con- signa de vitrina de droguería, dulcería o cigarrería, por lo general manuscrita y adherida con cinta pegante a la superficie del cristal de la estantería, para advertir a quien se pose sobre ella acerca de los peligros físicos y pecuniarios que le puede representar una eventual ruptura de los vidrios. paraco. Apócope despectivo de paramilitar. paralóbicas. Expresión resultante de invertir el orden de la cuarta y la tercera sílabas del término ‘parabólicas’, alusivo a las antenas receptoras ilegales de televisión satelital, cuya proliferación, desde mediados de los 80, modificó el paisaje urbano en forma considerable. Véase casa del satélite. paramosa. 1. Temporada lluviosa. 2. Gracias a la curiosa sonoridad del término, dí- cese también de un período ideal para iniciar una relación extramarital. ‘Paramosa’ se transforma en ‘para-moza’. parca. Patrulla policial. Véase choro, tombo. parce. Apócope de parcero. parcero. Amigo entrañable. La expresión se deri- va del vocablo portugués parceiro. parchar. 1. Compartir un determinado tiempo junto a uno o varios individuos. 2. Antioqueñismo equivalente al bogotano ‘rum- bearse’. parche. Colectividad conformada por amigos cercanos. parchudo. Temperamental. De ánimo y disposi- ción inestables. parkermétrico. Estilógrafo o bolígrafo de defi- ciente calidad y marca dudosa. paro. Remedo o simulacro de algo real. parola. Levantamiento súbito e inocultable del tolete viril. Véase arrecho, guecha, izar bandera. parrandear. 1. Festejar. 2. Estropear. particular, de. En la jerga escolar y corporativa, sin uniforme. parte. Multa o comparendo recibido como conse- cuencia de una infracción de tránsito. partir. Alusión coloquial a ser castigado con un comparendo o ‘parte’ por causa de una in- fracción al código de tránsito. Quizás el verbo debiera ser ‘partear’ y no ‘partir’. Me crucé un semáforo en rojo y me partieron. Véase chupa, tombo, untar. partir el bizcocho. Alusión obscena con preten- siones cómicas, en la que se pretende jugar con la similitud encerrada por el concepto de rebanar una tarta y el de hacer menester de las zonas pudendas de un individuo. pasacintas. Arcaísmo, típico de los 70 y 80, empleado para aludir a un reproductor de cintas magnetofónicas, por lo general destinado a auto- móviles. pasado. 1. Dícese de un individuo visiblemente afectado por el excesivo consumo de alcohol o estupefa- cientes. 2. Producto de calidad destacable. 3. Exagerado. pasar al papayo. 1. Fusilar. 2. Conducir a un individuo al tálamo copulatorio. (pasacintas)
  • 188. (183) *bogotálogo pasar derecho. Soportar, por causa de los me- nesteres académicos, laborales o festivos, una noche de insomnio. pasar por la galleta. Curiosa expresión cuyos orígenes suelen ser ignorados por la mayoría de quienes la emplean. Alude al hecho de desconocer la autoridad o el concepto de alguien con respecto a una decisión cualquiera. ‘Galleta’ es una expre- sión coloquial con la que se hace referencia a un orificio visible en alguna prenda de vestir, por lo general un calcetín. pasar por la manteca. Desconocer en forma deliberada el trámite regular de un asunto, omi- tiendo una o varias de las instancias. pase. Dosis de cocaína. paseo millonario. Ingeniosa modalidad delictiva consistente en forzar, mediante el uso de armas, maltrato verbal y demás medidas coercitivas, al infortunado usuario de un servicio de taxis para que extraiga y entregue el dinero almacenado en sus cuentas bancarias a los malhechores, a través de cajeros electrónicos. Para tales efectos –dado que el cupo admitido por cada retiro es limitado– la víctima es transportada por diversas sedes de bancos y corporaciones de la ciudad, hasta agotar el saldo total de su cuenta. Durante el recorrido, los bandidos suelen castigar al desdichado viajante con toda suerte de impro- perios e injurias, muchas veces acompañados de golpizas y torturas, con el fin de incrementar su nerviosismo y obligarlo a suministrar la contrase- ña de sus tarjetas de crédito o débito. El paseo millonario se inicia en el momento en que el incauto pasajero aborda el taxi convencido de que quien lo conduce es un laborioso hombre de bien, y continúa con la triste decepción de notar que éste es en realidad miembro de una nefasta jauría de delincuentes, quienes en un callejón oscuro se suman a la tripulación del vehículo para iniciar la enriquecedora faena. Véase burundanga, cascado, choro, tumbe. pasillo. Género musical interpretado a ritmo de ¾. Su instrumentación incluye guitarras, tiple, bandola y requinto. Es una de las herencias sim- bióticas de Américal. pasmada. Desagradable sintomatología oca- sionada por la abrupta y larga suspensión en la ingesta de una bebida alcohólica. pasmado. Individuo de carácter flemático y poco dado a la acción. paso de parihuelero, a. Avance lento, si bien seguro. Un parihuelero era el encargado de llevar las cargas en hombros mediante un sistema de dos patas que servían como sustento. pastal. Minifundio en peligro de extinción, dado el excesivo uso del asfalto en la ciudad. En tiempos antañones los pastales sirvieron de lugar para el recreo, el retozo, el jugueteo, la práctica espontá- nea de deportes a campo abierto o la elevación de cometas, en compañía de burros, vacas, cabras, chivas y caballos –y en algunos desgraciados ca- sos, también de ratones y ratas–. pastillaje. Cobertura sólida o cremosa en exceso dulzona empleada en repostería. pasto, dar. Dar cierta ventaja al contendor en medio de una competencia, para convencerlo de una inexistente superioridad de su parte. pastorejo. Molesto golpe resultante de la pro- pulsión del dedo índice contra el pulgar, por lo (paseo millonario)
  • 189. (184) general propinado en los órganos externos de la audición. Véase monitor, ruta. pata. Extremidad inferior. Úsase de forma burda para aludir a los pies. pata, a. Caminando. pata al suelo. Úsase para aludir a un individuo desprovisto de calzado. pat’e caucho. En la jerga policial, automóvil. pat’e cumbia. Frecuente y ofensivo remoquete con el que algunos individuos irrespetuosos sue- len referirse a quien padece de alguna afección o impedimento para caminar, bien sea permanente o transitoriamente, y sólo en una de sus piernas. pat’e perro. Viajero consuetudinario. Aventurero. Aficionado a viajar o a discurrir en el exterior del fuero hogareño. pata pelada, a. Descalzo. patacón. 1. En tiempos coloniales, unidad de medida expre- sada en monedas. 2. Rodaja frita de plátano. patadas, a las. Descuidadamente. Sin atención. Con prisa. patanear. Gandulear. Juguetear con brusquedad. patas, el. Demonio. Personificación de las fuer- zas siniestras y crueles del mal. El patas suele ser convocado cuando no parece haber alrededor nadie capaz de resolver un interrogante o de solu- cionar una situación. pateador. Denominación despectiva con la que se conoció a los centralistas en tiempos de la llamada ‘Patria boba’. El nombre se originó cuando, presa de la ira, José María Carbonell, partidario de esa forma de organización política, arrojó al suelo, pa- teó o pisoteó un ejemplar de ‘El Carraco’, publica- ción originada por sus opositores. El hecho ocurrió durante la guerra entre Cundinamarca y Tunja. patear la lonchera. Desaconsejable costumbre, consistente en defenestrar del empleador, po- niendo en riesgo el futuro laboral. patearse. Ser testigo encubierto e indiscreto de una situación a la que no se ha sido invitado, muchas veces en contra de la propia voluntad. Me tocó patearme una discusión entre mi hermano y su novia. patecabra. Puñal. pateperro. Andariego. Véase pat’e perro. patialegre. Individuo de espíritu aventurero pres- to a desplazarse a cualquier lugar. patiapartado. Véase patiapartao, rodillijunto. patiapartao. Dícese de quien padece de una se- paración anormal de sus piernas bajo las rodillas. Cascorvo. Patizambo, zancajoso. Patiasao. Legendario expendio de frituras y pla- tillos típicos ubicado en inmediaciones de la actual calle 82 con carrera Séptima. Fue la inspiración para una célebre obra musical del maestro Juan Carlos Tobar. paticontento. Amigo de los viajes y las faenas vacacionales. patinchao, Véase patihinchado. patihinchado. Individuo insignificante, de es- caso poder y relevancia. Úsase por lo general en contraposición a quien goza de prestancia y poder de decisión. ¿Qué va a decir un pobre patihinchado como Juan al lado del señor Suárez, que tiene maes- trías, especializaciones y doctorados? patico, mujer. En cierta oscura jerga machista, curiosa mezcla femenina en que se conjugan los atributos de la pantera, el tigre y el cocodrilo; a saber: atrevida, hábil y poco agraciada. paticortico. Individuo de extremidades inferiores cortas. patirrajado. Vocablo propio de la meseta cundi- boyacense empleado para aludir a un individuo de muy poca relevancia. Patiobonito. Tradicional sector ubicado en el sur de la ciudad, reconocido por sus críticos y detractores como ‘el barrio de las dos mentiras’
  • 190. (185) *bogotálogo dado que, a su parecer, Patiobonito no es un patio ni es bonito. pato. Dícese de quien concurre a una determi- nada festividad, jarana, jolgorio o ceremonia sin haber sido objeto de invitación alguna. Según sostienen algunos investigadores, el término se originó en homenaje a un bogotano adepto a dicha práctica a quien en el siglo XIX llamaban, precisa- mente, ‘el pato’. pato, pagar el. Pagar un castigo o condena por un crimen, delito, falla o error no cometidos. patojo. Chicuelo. patoneada. Caminata extensa. patonear. Recorrer una distancia extensa cami- nando. patrasearse. Retroceder en un dictamen, deci- sión u opinión. Recular. paturro. Individuo de corta estatura o cuyo largor de extremidades es inferior al normal pcua. En lengua chibcha, lengua. pcuahasa. En lengua chibcha, relámpago. pcuapcua. En lengua chibcha, sombrero. pechi. Remoquete cariñoso con el que los invete- rados consumidores de cierto tradicional cigarrillo sin filtro suelen aludir a quien a la postre habrá de convertirse en el agente provocador de su doloro- sa y lenta agonía por causa de alguna enfermedad respiratoria. pechiblanca. En la jerga de los beodos de profe- sión, cerveza Águila. pechonalidad. Unidad de medida alusiva a las dimensiones de las turgencias mamarias de una dama. El vocablo es una deformación del término ‘personalidad’. De acuerdo con cierta premisa parafílica, “lo más importante en una mujer es la pechonalidad”. pecosa. En la jerga de los practicantes de balom- pié, balón. pecueca. Fragancia fétida emanada desde las extremidades inferiores de un individuo, cuyo aroma, según algunos catadores, semeja el de las galletas de sal. pecueco. De escaso valor y poca virtud. Carente de atractivo. pedir cacao. Suplicar por compasión. pedirlo. Solicitud de una o más relaciones sexuales, por lo general adornada de protocolos y ardides de seducción. pega. 1. Residuo quemado del arroz, por lo general alo- jado en el fondo del recipiente en el que ha sido cocido.(patirajado) Voceador de prensa, 1920. Luis Alberto Acuña / Colección MDB - IDPC
  • 191. (186) 2. Mofa, chascarrillo o broma, casi siempre pro- pinados por vía telefónica. El advenimiento en los años 90 del siglo XX de los sistemas identifi- cadores de llamadas promovidos por la ETB, dio al traste con esta tradicional costumbre a la que muchos chicuelos bogotanos eran adeptos. pegachento. 1. Individuo que, en virtud de su no deseada omni- presencia, causa fastidio. 2. Pegajoso. pegar. 1. Dirigirse hacia un determinado lugar. A esta hora, con contraflujo, yo no pego pa’l norte ni por el chiras. 2. Coincidir. 3. Combinar. 4. Tener éxito en una determinada empresa. El hombre pegó duro con esa nueva línea de perros calientes que lanzó. pegarle. Contagiar a alguien de alguna dolencia o hábito. Tener éxito en un determinado empren- dimiento. pegarle al perro. Contar con buena e inusitada fortuna en una empresa cuyos alcances en prin- cipio parecieron inciertos. La variable ‘no me le pegue al perro’ es un llamado a no causar daño a parientes o allegados. pegarle su afinada. Alusión al acto de ajustar cuentas con un individuo o de acceder erótica- mente al mismo. pegarle su alineada. Reprender a un individuo con el objeto de enderezar sus conductas. pegarlo. En la jerga de los consumidores habitua- les de tetrahidrocanabinol, rodear de saliva el papel de arroz que recubre un cigarrillo de marihuana, con el propósito de que sus extremos se adhieran, para así conferirle su característica forma de cilin- dro, ergonómica e ideal para el consumo humano. pegostre. 1. Mancha pegajosa de muy difícil remoción. 2. Véase pegachento. pegote. Pequeñuelo. pegote, caer como un. Provocar disgusto o desagrado en alguien. péguele. Voz estimulatoria para invitar a alguien a decidirse a ejecutar una determinada acción. pela. Fórmula de castigo físico empleada por los padres, con supuestos propósitos aleccionadores y –por lo general– sucedida de una justificación del tipo “esto me duele más a mí que a ti”. peladero, subirse en un. Acudir –en busca de socorro económico– a un posible prestamista cuya situación es de iliquidez o de ausencia de posibles insumos económicos. El término hace alusión a la situación de desvalimiento a la que se ve abocado quien decide ubicarse en un lugar desprovisto de vegetación. peladez. Situación de extrema y preocupante ilíquidez. Véase peña, vaciado. pelado. 1. Jovencito. 2. Individuo falto de recursos pecuniarios. peladura. Raspadura resultante de un accidente. pelanga. Condumio de alto contenido graso y aroma notorio, conformado por diversas vísceras procedentes del ganado vacuno o porcino. pelar el cobre. Expresión tomada de la bisutería y del arte joyero, y empleada para tipificar el mo- mento en que un individuo delata sus verdaderas intenciones, defraudando la confianza del hablan- te. Está basada en la prueba química consistente en determinar la pureza áurea de un supuesto metal precioso, cuyo resultado en ocasiones deri- va en el descubrimiento de que el mayor porcen- taje es en realidad cuproso. pelarse el cable. Alusión burda, aunque cómica, al acto onanístico. peli. Poco masculino apócope de ‘película’ im- portado desde tierras ibéricas. Primo hermano de ‘celu’, ‘deli’, ‘depre’ y de otras afeminaciones más
  • 192. (187) *bogotálogo por desgracia adoptadas como propias por las nuevas generaciones de bogotanos. pelo, a. Úsase para aludir a una relación sexual llevada a cabo sin el uso de un preservativo. No tenía condón y me tocó comerme a esa hembrita a pelo. pelota. Individuo ingenuo, torpe o de escasa inte- ligencia. pelotera. Reyerta. Algarabía. Confusión. penco. Mujer atractiva. Individuo burdo. pendejada. Hecho irrelevante. pendejear. Cometer alguna estupidez. Desperdi- ciar el tiempo. pendejo. Individuo ingenuo y poco inteligente. A diferencia de lo que ocurre con la mayoría de países latinoamericanos, en Bogotá y en Colombia el término parece despojarse de su connotación sexual. pendiolo. Individuo falto de valor, iniciativa y ánimo. peña. Casa de empeño. Clásico epicentro de quienes a causa de las aciagas y adversas cir- cunstancias económicas se ven obligados a hi- potecar sus planchas, equipos estereofónicos, cámaras de video o fotografía y demás artefactos que, por supuesto, nunca recuperan. Las peñas generalmente son atendidas por individuos intran- sigentes, humillativos y adustos, y suelen ser fre- cuentadas por músicos en ciernes con el propósi- to de obtener instrumentos musicales de segunda mano. Véase desvare, rebusque, tumbe, varado. peo. 1. Dificultad. 2. Lío. Contratiempo. 3. Gas expelido por vía anal. peonada. Proceder ordinario e incivil. pepa. 1. Droga en presentación de grajeas o píldoras. 2. Dícese de un individuo destacable por sus nota- bles capacidades cognitivas. pepazo. Impacto con arma de fuego. Pepita Mendieta. Miembro ficticio del elenco del seriado televisivo ‘Dejémonos de vainas’, cuya presencia real se limitó a menciones casuales por parte de los demás miembros del reparto, sin que jamás ella hiciera una real aparición en medio de la serie. En teoría, Pepita Mendieta era una dama de alta sociedad, íntima amiga de la tía Loli, a su vez encarnada por Érika Krum. pepito. A principios del siglo XX, jovencito alam- bicado de maneras refinadas y atavíos ostentosos. Véase cachaco, cocacolo, gomelo, pepito, play. pepo. 1. Consumidor inveterado de drogas. Véase drogo, drulo. 2. Dícese también de quien se encuentra bajo el efecto de algún estupefaciente. pepos, ojos. Estado de inflamación e irritación ocasionada por el consumo recurrente de canna- bis. peque. Apócope de pequeño. percanta. Individuo aborrecible. El término, al parecer extraído del repertorio de lunfardo argen- tino, no guarda relación alguna con su significado original (mujer considerada desde el punto de vista amatorio). perder es ganar un poco. Demagógica justi- ficación expresada por el antaño director técnico del seleccionado futbolístico nacional para expli- car sus salidas en falso, en el marco del torneo mundial del deporte en cuestión correspondiente al año 1994. perendengue. Remilgo. Embeleco. Accesorio innecesario. pereque. Impertinencia, imposición u obstáculo fastidiosos. pérez. Apócope de ‘perico’, en alusión a la cocaí- na. perica. Forma anacrónica, en femenino, para referirse a la cocaína.
  • 193. (188) pericada. 1. Candidad apreciable de huevos pericos para ser compartida entre varios individuos. 2. Faena gastronómica con huevos pericos como plato central. pericazo. Dosis de cocaína. Véase fuetazo. perico. 1. De conformidad con una inexplicable costumbre bogotana difícil de asimilar para el resto del país, un perico es un pequeño café con leche. Para el resto del país la expresión resulta razonablemente absurda. 2. Huevo perico. Platillo elaborado a partir del líquido embrionario de la gallina, sal, tomates picados y, en algunos casos, cebolla. 3. Cocaína. Según los entendidos en tan perni- ciosas lides, el término comenzó a ser utilizado a comienzos de los 70 a causa de la similitud entre el parloteo imparable de quienes se encuentran bajo el efecto del alcaloide, y el de las delicadas avecillas que canturreaban sin tregua, muchas veces confinadas a una cruel jaula hasta el día de su deceso. periquearse. Consumir cocaína. periquera. Cuadro de sintomatologías propias de quien ha consumido cocaína. pero disimule. Voz de alerta lanzada a quien está poniéndose en evidencia en la comisión de algún hecho imprudente o ilícito. perra. 1. Embriaguez. 2. Dama promiscua y casquivana. perrada. 1. Movimiento desleal. 2. Traición. 3. Proceder habilidoso y marrullero. perrata. 1. De mala calidad. 2. Ser u objeto de muy bajas calidades físicas o espirituales. perratear. Estropear. Restar calidad o categoría. perratearse. Denigrarse. Disminuir en categoría hasta frisar las bajas esferas. perratec. Universidad de discutibles calidades académicas. El término resulta de la unión del coloquialismo ‘garatec’ y la expresión ‘perrata’. perrear. Impúdica y antiestética forma de ce- remonial rítmico consistente en la unión de dos cuerpos, contoneándose eróticamente con erotis- mo al ritmo del igualmente insinuante reguetón. perrenque. Intrepidez. Fortaleza. Vigor. perro. 1. Individuo casquivano, libidinoso y promiscuo. 2. Individuo de calidades humanas cuestionables. 3. Individuo experimentado y habilidoso en una determinada lid. perro canequero. Dícese de aquel hombre cuya promiscuidad se ve aunada al evidente mal gusto. perro minetero. Mámifero cánido adepto al ex- traño hábito de estimular los genitales femeninos con su aparato lingual. perros, echar los. Esgrimir, sin demasiada discreción, todas las armas posibles de conquista para ganarse los favores amorosos de alguien. perruncho. Dicho de un individuo, polígamo y promiscuo. En lo que es un claro reflejo de la visión machista del pueblo capitalino, el término resulta ofensivo al aludir a una dama, mientras que parece tomar tintes halagüeños si se trata de un caballero. Perse, La. Apócope de La Perseverancia, sector antaño conocido como Unión Obrera, y hoy epicen- tro del afamado Festival de la Chicha, el Maíz y la Dicha. perubólica. En los 80 y 90 el término fue una fórmula genérica para aludir a los canales televi- sivos procedentes del país incaico y recibidos por la vía satelital (Frecuencia 2 Satélite y América TV, entre ellos). Pese al infundado sentimiento de superioridad que invade a los colombianos frente
  • 194. (189) *bogotálogo a los demás países andinos, sigue siendo una ver- güenza el que para aquel entonces ninguna de las estaciones de televisión colombiana fuera abona- da de alguno de los servicios de satélite en boga en ese momento (tales como el Galaxy I, líder del mercado en aquel tiempo). Una de las cadenas de la desaparecida Inravisión conseguía con mucha dificultad emitir sin señal de audio por vía Intelsat, tal como puede comprobarse en las revistas TvÓr- bita, editadas durante aquel dorado periodo de los receptores ilegales de televisión internacional. peruchas. Turgencias mamarias de una dama. pesado. Individuo insoportable y poco delicado. pesarse. Visitar una mancebía con el objeto de que una meretriz calibre las aptitudes sexuales del individuo. pesares. En palabras de individuos amarretes y poco solventes, pesos. pesca milagrosa. Modalidad delictiva de uso generalizado en grupos armados al margen de la ley, consistente en salir a las carreteras en busca de viajeros para convertirlos en víctimas de secuestro. Su nombre –inspirado en un relato bíblico consignado en los evangelios– se debe a la incertidumbre que constituye en principio el des- conocer las condiciones económicas y, por tanto, el posible monto de la recompensa que se ha de cobrar por la potencial víctima. pescar. Hurgar entre los bolsillos con el propó- sito de calmar la sensación de prurito en la zona testicular, forma de tratamiento que en ocasiones suele derivar en una faena onanística, a la que también se llama ‘pesca milagrosa’. pescucia. Individuo abominable y digno de des- precio. peste. Afección gripal. Catarro. petacas, echarse a las. Bajar la guardia o con- fiarse en demasía en cuanto a una tarea determi- nada. petaco. Canasta de cerveza. petaquear. 1. Descomponer o deteriorar un objeto. Estropear una situación. 2. Véase tirarse. peto. Maíz blanco en su estado más crudo. peye. Despreciable, repugnante, de mal aspecto o pésima calidad. picada. Conjunto de alimentos cortados y dis- puestos en bandejas para el consumo espontáneo de los comensales. picadito. Encuentro balompédico improvisado, despojado de reglas, condiciones o tiempos rigu- rosos. picado. En palabras de gusto dudoso, individuo pretencioso y engreído. picar el ojo. Acción de cerrar uno de los párpa- dos en forma voluntaria para comunicar alguna situación al interlocutor de manera no verbal. Tal tipo de guiño es el gesto predilecto de los timado- res en busca de complicidad a la hora de proferir una mentira o de quienes desean ejercer el flirt o galanteo de manera directa y poco pudorosa. picárselas. Darse inmerecidas ínfulas. picha. Costra de lágrima, moco, agua y grasa, procedente de las glándulas y la mucosa de los párpados, solidificada en cercanías de las cuencas oculares. pichal. Lodazal pestilente, estancado y fétido. (perubólica)
  • 195. (190) (peste) Hombre con pañuelo en las escaleras del Capitolio, 1940. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
  • 196. (191) *bogotálogo (picado) Cochise se retoca en el retrovisor para recibir el premio de la Vuelta a Colombia, 1963. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
  • 197. (192) pichanguear. Véase pichar. pichar. Chibchismo para referirse al acto copulato- rio. En tiempos modernos el término suele ser toma- do como burdo. pichirilo. En jerga popular y harto ramplona, automóvil. picho. 1. Materia orgánica en estado putrescente. 2. Úsase para aludir a un individuo en estado críti- co de enfermedad. 3. Estropeado. picho en plata. Envidiosa manera de referirse a quien –a diferencia del hablante– ha sido bende- cido por la fortuna. Úsase, sobre todo, de manera despectiva. pichón. Adepto a la cópula. pichonear. 1. Hallar. Encontrar. Localizar. 2. Buscar con la vista y sorprender en un ilícito. pichurria. Individuo o cosa aborrecible. pichurrio. Decepcionante y de poca relevancia. pico. 1. Fórmula empleada para aludir a cifras inexac- tas. Esa vieja debe tener treinta y pico años. Nos vemos a las 5 y pico. 2. Ósculo discreto en la mejilla. pico y placa. Estricta medida oficial derivada del hacinamiento del que la malla vial capitalina es objeto por causa de la sobreabundancia de parque automotor y de la negligencia de quienes, sin haber presupuestado el desmedido crecimien- to experimentado por la ciudad y su número de habitantes, trazaron unas vías precarias e insu- ficientes. La disposición consiste en sancionar la circulación de los vehículos cuya placa tenga como dígito final un determinado número, durante ciertas horas y días de la semana hábil. pide más que deme. Utilizase para aludir a un individuo o institución en extremo exigente y pedi- güeña. Véase garoso. piedra. Rabia. Ira. Ánimo enfadado. piedra, sacar la. Provocar enojo a algún individuo. piedragógica. Mote con el que algunos ciudada- nos suelen generalizar al aludir a la Universidad Pedagógica, inspirado en la costumbre ejercida por una minoría vandálica de su estudiantado, de responder a las agresiones de los representantes de la Fuerza Pública con pedreas y petardos. piedro. Dícese de quien se encuentra en un esta- do de irascibilidad. piedronón. Enojo excesivo al enterarse de un asunto desagradable en forma súbita. Pierrot. Desaparecida marca de cigarrillos ela- borada por la Compañía Colombiana de Tabaco. A éstos les sobrevive una tradicional línea de ciga- rrillos sin filtro con nombre de nativo americano. Pese a que los asentamientos poblados por los indígenas pielrrojas se encuentran en su totalidad ubicados en suelo de Norteamérica, algún crea- tivo falto de patriotismo supuso que tal nombre resultaría sin duda más atractivo a los potenciales adictos a la nicotina durante los lejanos años 30 del siglo XX. Nadie, por ejemplo, pensó en la opor- tuna y muy nacionalista utilización del indio pijao Calarcá, con su cabeza revestida de penachos y su nariz angulosa y desafiante. pieza. Habitación. ¡pilas! Voz de alerta para invitar a un individuo a mantenerse en guardia frente a alguna situación determinada. Es la lógica derivación del más an- tiguo modismo de ‘ponerse las pilas’. La analogía entre la energía humana y las baterías eléctricas fue debidamente tipificada por la desaparecida agrupación puertorriqueña Menudo, con su mag- na obra ‘Cámbiale las pilas’. pilera. Sagacidad. Inteligencia. Disposición para el trabajo y la acción. pillarse. Voz de invitación para fijar la atención o la vista en algo. Píllese las nuevas zapatillas que están vendiendo en Sanandresito.
  • 198. (193) *bogotálogo pilo. Individuo brillante y destacable por su alta e incansable capacidad de trabajo. piloso. Véase pilo. pinchado. De maneras y gustos refinados. pincharse. 1. Dicho de un automotor o de su conductor, sufrir un pinchazo. Es curioso el contraste entre el uso de tal expresión en Bogotá y el resto del país, des- pojado de los pronombres personales ‘se’ o ‘me’, un tanto diferente al ‘pinchar’, de otros países , en el que se prescinde de estos últimos, aludiendo tan sólo a ‘pinché’. 2. Adoptar maneras o hábitos elegantes. pinche. Insignificante. Sin valor. pingua. Canica de diminuto tamaño. pingüiñoño. Antioqueñismo popularizado por la afamada y entrañable Nena Jiménez, refinada comediante oriunda del Valle de Aburrá. Empero su sonoridad, que en principio sugiere ingenuidad, alude de manera franca y directa al miembro viril. pinitos, hacer. Aborrecible fórmula cliché para aludir a los primeros atisbos en el desarrollo de alguna actividad profesional. pinta. 1. Aspecto físico. 2. Atavío. 3. Vulgarismo para aludir a un individuo del sexo masculino. 4. Dicho de un caballero, atractivo. pintoso. Individuo de buen ver. píntela. Voz que antecede a la ejecución de una tarea. Tiene por objetivo solicitar al interlocutor una descripción pormenorizada de las labores por ejecutar. También es utilizada, en una clara manifestación de vulgaridad y pésimo gusto, en la antesala de una riña: “¡Píntela como quiera!” píntela, que yo se la coloreo. Expresión be- licosa empleada para convocar al interlocutor a dar inicio a una contienda callejera. Téngase en cuenta que –pese a que la expresión indica lo contrario– en realidad los términos ‘pintar’ y ‘colorear’ son sinónimos, por lo que sería más correcto y menos burdo optar por un ‘dibújemela, que yo se la coloreo’. Cabe aclarar que tal llamado no es, precisamente, una invitación a la creación pictórica colectiva. pintorreteada. Dicho de una dama, maquillada en forma excesiva. pintoso. Individuo bien plantado. pión. Barbarismo despectivo para aludir a un in- dividuo burdo, derivado del vocablo original ‘peón’. pipa. Vientre prominente, por lo general resul- tado de la ingesta profusa y crónica de cerveza. Véase pola. pipí. 1. Orina. 2. Miembro viril. 3. Voz onomatopéyica para remedar el sonido de la bocina de un automóvil. pipiciego. Individuo de notables deficiencias optométricas. Corto de vista. pipiloco. Caballero libidinoso y promiscuo, uno de cuyos mayores deleites consiste en amance- barse con cuanta dama esté disponible, descono- ciendo muchas veces los mínimos preceptos de la profilaxis, la fidelidad de pareja, el control de natalidad y la paternidad responsable. pipiripao, de. Linajudo. De abolengo y alcurnia. pique. 1. Pugna de velocidad atlética o automovilística. Capacidad de un individuo para alcanzar ligereza o prontitud en el movimiento. 2. Molestia ocasionada por la envidia. pique de celador. Velocidad al correr propia de vigilantes, necesariamente inferior a la del rapo- nero. Las persecuciones por parte de éstos suelen por lo general ser llevadas a cabo en condiciones de desventaja, en tanto el sufrido guardián suele ir tras los malhechores provisto de ruana, radiorre- ceptor con baterías tipo A, bolillo y gorra tipo vi-
  • 199. (194) sera en constante peligro de venirse al suelo o de obstruir su visibilidad. Véase cela, celacho, choro. pique de choro. Velocidad al correr, tan sólo posible a quienes tienen el hurto como profesión y rivalizada únicamente por los que, a su vez, hacen parte de los cuerpos de seguridad privada de la ciudad. Véase cela, celacho, celoso, rata. piquete santafereño. Comilona campestre a la que se suele llegar provisto de ollas y refrescos, en automóvil privado, y generalmente llevada a cabo en las estribaciones del perímetro urbano de la ciudad. piqueteadero. Asadero, casi siempre localizado al aire libre y especializado en la elaboración de condumios cárnicos y frituras de alto riesgo para la salud cardiovascular, hepática y coronaria. Los más respetables piqueteaderos están dotados usualmente con diversas atracciones, tales como juegos de rana, minitejos y, en los más refinados casos, canchas de microfútbol o banquitas. La be- bida insignia de los piqueteaderos suele ser, como lógico es suponerlo, la cerveza. piquis. Juego de canicas altamente popular entre infantes y preadolescentes. Es regla general que en el piquis, los triunfos de los más jóvenes sean sistemáticamente desconocidos por los mayo- res, quienes, pese a verse derrotados en franca e indiscutible lid, suelen rehusarse a entregar su arsenal de canicas a quien los haya vencido, en lo que constituye otra de las agresiones de la tiranía de los más grandes a la vulnerabilidad de los más pequeños. piratear. 1. Sacar provecho de la propiedad física o intelec- tual ajena. 2. Hurtar. pirinola. 1. Deformación del original perinola. 2. Forma suave de aludir al tolete viril. pirobo. En la jerga del hampa de los 80 y los 90 del siglo XX, homosexual. En la actualidad los al- cances del término ‘pirobo’ se han incrementado, el uso de la expresión se ha generalizado y es una forma de insulto con significado incierto, pero con propósitos francamente ofensivos. pisarse. Marcharse. Retirarse. Emprender la graciosa huida. pisca. Fórmula en desuso empleada para aludir a una meretriz. piscinear. Folclórica y atávica costumbre culti- vada por los bogotanos en temporada vacacional o durante puentes festivos, consistente en acudir en masa y en grupos familiares a algún balneario cercano de tierra caliente, armados de flotadores, chancletas, chingues, fragantes bronceadores y demás artículos propios de la indumentaria tropi- cal, con el único propósito de atiborrar centros de recreación y de regresar diezmados por cuenta de las múltiples picaduras de insectos hematófagos, (piscinear) En la piscina, 1963. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
  • 200. (195) *bogotálogo por la sobreexposición a los malsanos y pestilen- tes aromas provenientes de los demás turistas de ocasión o, en algunos casos, por la indigestión originada en el consumo de raspaos, aguas con- taminadas u otras sustancias comestibles, igual- mente tóxicas y perniciosas. pisco. En tono un tanto despectivo, individuo del común. piso. Fórmula simbólica para indicar la pertenen- cia a un grupo generacional dividodo por décadas. Cumplí 30 años. ¡Llegué al tercer piso! piso, dar. Asesinar. pisos. En jerga de discutible gusto, calzado. pispireto. Véase pispo. pispo. Individuo de buen ver y atavíos elegantes. pistero. Ojo. Inflamación ocular resultante de un golpe. pistola, hacer. 1. Obsceno ademán en el que los dedos índice y anular son flexionados, mientras que el del cora- zón se mantiene recto, simulando el aspecto de un asta viril espigada. 2. Úsase para aludir al acto de incumplir un com- promiso. pita, sobar la. Hostigar. Perturbar. pite. 1. Párvulo. Individuo de escasa estatura. 2. Ínfima cantidad de una sustancia. pitico. Véase pite. pitituya. Objeto o individuo de diminuto tamaño. pito. Explosivo ornamental de la familia de los voladores. Al ser encendido realiza movimientos aleatorios e impredecibles, provocando un chillido ensordecedor y, en algunos casos, persecuciones y quemaduras letales. Su uso fue prohibido al comienzo de los 90. piyama de madera. Burda expresión de corte cómico y a la vez macabro para aludir a un féretro. La principal y más antigua necrópolis de la ciudad es el Cementerio Central, fundado en 1831. Su creación tuvo como fin erradicar la costumbre de enterrar a los muertos en los jardines de los ho- gares o en los atrios de las iglesias. placas, anotar. En jerga de dudoso gusto, tomar nota del número telefónico o de las coordenadas geográficas de un individuo para asegurar la posi- bilidad de un futuro encuentro, por lo general con fines románticos. placero. 1. Expendedor y voceador de víveres en una plaza de mercado. 2. Individuo escandaloso y soez. plante. Coloquialismo para aludir a un capital inicial de inversión destinado a una empresa determinada. Durante los 90 un programa presi- dencial institucionalizó el término con el objeto de motivar a los colombianos dedicados a culti- vos ilícitos a sustituir tales productos por alimen- tos corrientes. plata en mano, culo en tierra. Fórmula estric- ta de exigencia del uso de papel moneda en efecti- vo, en el marco de una transacción comercial o de algún convenio laboral. platado. Cantidad considerable de alimento, dispuesta en un tazón o plato de dimensiones gigantistas. plato, ser un. Inexplicable término para aludir a quien suele adoptar procederes cómicos o diver- tidos. platudo. Individuo adinerado. play. Individuo o costumbre propios de estratos altos, con alto refinamiento y poder adquisitivo considerable. Su uso comenzó a generalizarse en la juventud a partir de los 80. plei. Véase play. pley. Véase play. plomera.. Abaleo. plon. Chupada corta de tabaco, marihuana, bazu- co o cualquier otra droga inhalada por vía oral.
  • 201. (196) pluff. Barbarismo para ‘plug’ (en inglés, terminal de una conexión, por lo general de audio). Su uti- lización se ha generalizado en minitecas de cues- tionable idoneidad. plumas, botar. Condición experimentada por quien de súbito delata su homosexualidad con algún acto involuntario. pochola. Melifluo néctar de cebada. El término se deriva de la expresión ‘pola’. pocicles. Denominación genérica con la que se solía denominar los helados de fruta durante los 30 y 40. Es una distorsión del anglicismo original ‘popcicles’. pocillo. Remoquete despectivo conferido a quie- nes carecen de una de sus orejas. poconón. Enorme cantidad de alguna sustancia o de determinados objetos. pocotón. Véase poconón. Pola, la. 1. Remoquete de Policarpa Salavarrieta, heroína de la gesta previa a la independencia, de lugar nativo incierto (pese a que muchos sostienen que su sitio natal fue la población de Guaduas, Cundinamarca). La Pola fue decapitada en 1817 por su vinculación como infiltrada de las fuerzas de la insurrección en la Bogotá de principios del siglo XIX. 2. Línea de fermento de cebada lanzada por Bavaria con motivo del primer centenario de la mal llamada independencia nacional. Por antonomasia, y con el tiempo, una ‘pola’ es hoy una cerveza cualquiera. polaco. Denominación genérica de nacionalidad empleada a principios del siglo XX para aludir a cualquier judío procedente de Europa. Véase turco. polares. Desaparecida marca de helados recono- cida entre la infancia de los años 30, 40 y 50 de la ciudad. polichar. Dar lustre a la pintura de un vehículo automotor. El término procede del anglicismo ‘polish’. polinchar. Deformación aborrecible del término ‘polichar’. polla. Apuesta, casi siempre llevada a cabo en medio de una pugna balompédica, en la que desde los 80, por regla general, los equipos bogotanos tradicionales han dejado como saldo desastrosos resultados. pollero. Individuo de avanzada edad y predilección por jovenzuelas pubescentes, cuya edad él triplica. pollo. Jovencito. Adolescente. polocho. Agente de la honorable, recta e inco- rruptible Policía Nacional. polvazo. 1. Jodienda memorable. 2. Individuo afamado por sus virtudes copulatorias. poner cuadro. Hábito femenino de mal gusto consistente en abrir el compás de las extremida- des inferiores en forma insinuante. (play) Fidelito Cano Isaza en el Gimnasio Moderno, 1940. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
  • 202. (197) *bogotálogo ponerse de ruana. Perder el respeto y la so- lemnidad debidos ante una determinada condi- ción o contexto. Los papás de Juan Pablo salieron de viaje, y él y sus amigos se pusieron de ruana la casa. ponerse salsa. Enojarse. Atemorizarse. Aler- tarse. póngase mosca. En esta selva plagada de lagar- tos, ratas, conejos, micos, lobos y sobrevolada por gavilanes, buitres, gallinazos y especímenes de todas las naturalezas debidamente clasificados y pormenorizados en la ‘Fauna social colombiana’ de Antonio Montaña Cuéllar, el invitar a alguien a ‘ponerse mosca’ es un hábito más de superviven- cia que de perspicacia. (pola, la) Escultura de Policarpa Salavarrieta, en cercanías de la actual Universidad de Los Andes, 1940. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC (pola) Periodistas de El Liberal, 1948. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
  • 203. (198) Si alguien, por rebeldía, obstinación o dignidad se rehúsa a ‘ponerse mosca’, el precio que debe pagar por tan suicida ímpetu es en extremo alto. ¿Quién puede andar por la avenida Caracas a eso de las tres de la mañana sin ponerse mosca? ¿Quién puede pagar una deuda con un billete de 50 mil y esperar los vueltos sin ponerse mosca? ¿Quién puede comprar un par de zapatillas de- portivas o una memoria USB en Sanandresito o Unilago sin ponerse mosca? ponqué. Tarta de harina aderezada con diversos componentes, tales como chocolate o vainilla, y en algunos casos recubierta por alguna decoración o pastillaje sólido o cremoso. Se deriva del mal uso del anglicismo ‘pound cake’. poñoñóing. Alusión onomatopéyica extraída del mundo del cómic a la elongación fálica. El sonido, originalmente, era empleado para aludir al es- tallido de un resorte almacenado en una caja de sorpresas. popcicle. Anglicismo arcaico para ‘mantecado’. Véase pocicles popero. En la jerga radial de finales de los 80, estilo de música pop bailable, mejor conocido como ‘dance music’ o ‘house music’. poperó. A diferencia del vocablo anterior, el tér- mino es una alusión directa, aunque imprecisa, al viejo éxito de la banda belga Technotronic ‘Pump up the jam’ y su verso ‘pump it up’. Por extensión, el término se aplicó a todos los ritmos ‘house’ y ‘high energy’, en boga durante los tardíos 80 y los iniciales 90 del siglo XX, y emitidos en los progra- mas ‘Megafiesta’ y ‘Disco Nice’ de dos afamadas estaciones de radio ubicadas en los 102.9 y en los 88.9 de la FM. popocho. Individuo u objeto relleno. por ahí no se dieron las cosas. Expresión clásica de la jerga balompédica para endilgar la culpa de un resultado desafortunado al azar. por días, la de. Fórmula despectiva con la que se alude a una empleada de servicio doméstico no residente en el hogar. por eso estamos como estamos. Clásica fór- mula de acusación de un ciudadano a otro, consis- (ponqué) Con ganas de comer ponqué, 1981. Donante: Ana Rosa Sánchez, Álbum Familiar / Colección MDB - IDPC
  • 204. (199) *bogotálogo tente en inculpar al interlocutor de una conducta endémica, y en responsabilizar a dicha conducta de todos los problemas del entorno. por eso le digo. Inmortalizada por ‘La gente de La Universal’, esta máxima se constituye en la reiteración de la colombianidad por excelencia. Es cosa común de quien la pronuncia el consi- derar a su interlocutor sordomudo, impedido mental o estúpido. Cuando alguien se atreva a espetarle las cuatro contundentes palabras, es sensato dar por entendido que quien se las dice lo cree imbécil. por la plata baila el perro. Certera afirmación en la que se hace visible la casi absoluta devoción de la humanidad para con el dinero. ¡por la sombrita! Solicitud encarecida de mo- verse con cuidado en un determinado espacio o contexto. “Aunque te haga canción, debes ir por el sol”, decía el respetado filósofo ibérico Julio Igle- sias, en una contraposición a tal concepto. por las tiendas. Faena lúdica consistente en ir de visita por diversas cigarrerías, minimercados, cantinas y expendios de cerveza de barriada, con- sumiendo una dosis de la bebida en cada una. Tan entretenida y saludable forma de esparcimiento no ha sido del todo aprovechada por las empresas promotoras del turismo distrital. por plata no se preocupe, que plata no hay. Prueba viva de la capacidad humorística del bogo- tano para contraponerse a las adversidades mo- netarias mediante el uso cáustico de la ironía. ¿por qué no va y mira si ya puso la ma- rrana? Burda fórmula para solicitar de manera acaso cómica a un individuo el abandonar un de- terminado lugar, en aras de la privacidad propia. Debido a su excesivo uso, la expresión, de origen campesino, ha ido perdiendo gracia. pordebajear. Denigrar. Descalificar. Subestimar o desestimar la categoría o las calidades de un ser, objeto o entidad más allá de lo real. porfa. Apócope de “por favor”. porfilis. Derivación aun más suplicante y mendi- cante del más clásico ‘porfis’. porfis. Apócope lastimero en busca de piedad, para “por favor”. porfuerear. 1. Suspender el ayuntamiento erótico a la manera de Onán. 2. Realizar una actividad determinada al margen de las obligaciones laborales oficiales. 3. Incurrir en actos de infidelidad marital. por mayor, al. Venta y distribución en grandes cantidades. Véase al detal. porra. Vulgarismo para cabeza. porra, en la. Expresión hiperbólica para indicar la extrema distancia de un lugar. porrazo. Golpe brusco y doloroso recibido en la cabeza. porsupollo. En jerga de muy dudoso gusto, por supuesto. porta un culo. Apócope de “me importa un culo”. portacomidas. Especie de fiambrera de uso generalizado dentro de los miembros del proleta- riado y la clase media trabajadora capitalina. postre de natas. Suculento platillo de la repos- tería bogotana elaborado a base de natas de leche y azúcar. (portacomidas)
  • 205. (200) Postre de notas. Sección final de la revista Ca- rrusel, suplemento de fin de semana del diario El Tiempo, a cargo del célebre periodista, escritor y lutier emérito Daniel Samper Pizano. postre de ñatas. Escatológica, aunque aun así cómica, forma de aludir al humor nasal, de con- sistencia pegajosa y en algún modo similar al postre en el que tal expresión está inspirada. pota. Variedad de canica de cristal de tamaño considerable y color vistoso. pote. Expresión amigable para aludir a un hom- bre rollizo. poteca. 1. Curiosa papilla de color naranja, objeto de odios y amores a granel, elaborada a base de calabaza en puré. 2. Individuo voluminoso. potrerear. Faena copulatoria llevada a cabo con la naturaleza como escenario. prendado. Obnubilado por el ímpetu amoroso hacia un determinado ser. prendas. Dinámica lúdica consistente en que los perdedores de un determinado juego deben irse despojando de sus ropas a cada nuevo error. Es de gusto generalizado entre jóvenes ansiosos de soltar las riendas de sus ímpetus furiosos en los albores de su despertar sexual. prendedizo. Dicho de un padecimiento, conta- gioso. prendido. Ligeramente entusiasmado a causa de la ingesta de bebidas etílicas. prendo. Véase prendido. preñata. Festividad adolescente con pretensio- nes inocentes y desenlaces fatídicos para dos o más de los presentes. prepago. Expresión acuñada en la década ini- cial del siglo XXI, en principio empleada para aludir a las tarjetas telefónicas con un crédito determinado que –en un acto de usura paulati- na, consentida y descarada– solía ser descon- tado a cuentagotas por los operadores en cues- tión, en unidades correspondientes a minutos, en lugar de a segundos. Con el tiempo y gracias a los nobles oficios de Graciela Torres, más conocida en la esfera pública como la ‘Negra Candela’, el término comenzó a emplearse para aludir a cierta nueva estirpe de meretrices finas que medran en las altas esferas del narcotráfico buscando dádivas por parte de sus capos a cam- bio de favores sexuales. Resulta fundamental dejar en claro que no toda meretriz puede ser tildada de prepago ni toda prepago puede ser tildada de meretriz. presa. Miembro viril, por lo general guindante del cuerpo de un travesti. Véase ñapa. preste para acá. Grosera y egoísta voz empleada en forma imperativa para pedir a alguien que haga entrega de un objeto o bien determinado. présteme. Solicitud informal de un objeto para que éste sea alcanzado o llevado hasta las manos del hablante. pretendo. Aspirante al noviazgo, matrimonio o ayuntamiento carnal con alguien. primero fue lunes que martes. Especie de comparación escalada y jerárquica acerca de la prominencia y experiencia de un individuo en un determinado círculo. primiparada. 1. Novatada propia de quien es neófito en medio de alguna comunidad, oficio o disciplina. 2. Chascarrillo, broma o mofa de la que los neófi- tos son víctimas. primíparo. Debutante. Estudiante o trabajador neófito. Novato en un saber determinado. principio. En los restaurantes de baja estofa, entrada. Por lo general está conformado por dos opciones diferentes de verdura que bien pueden permutarse, mezclarse o cambiarse por algún otro comestible.
  • 206. (201) *bogotálogo pringar. 1. Esterilizar un recipiente o herramienta deter- minada. 2. Transmitir a alguien una dolencia infectocon- tagiosa de tipo venéreo. Véase gonorrea, putear, virulea. pro. Apócope de ‘profesional’ de cuño reciente. Es empleada por la juventud para aludir a un lugar, personaje u objeto de altas calidades. prom. Costumbre foránea de reciente cuño adop- tada por las generaciones más jóvenes. Consiste en una ceremonia de gala posterior al recibimien- to del título de bachiller. Para ésta suele ser ne- cesario incurrir en toda suerte de gastos innece- sarios (el alquiler de un vestido, la elaboración de un peinado complejo, lecciones de baile de última hora, y el consabido desfile por las escalinatas del local alquilado para tales fines). Los ‘proms’ suelen además involucrar una aburrida excursión a San Andrés o a algún destino caribeño, y la con- fección de una chaqueta en la que se consigna el año del grado (prenda que por lo general se deco- lora con la primera lavada). prontico. Insinuación sutil con la que se preten- de indicar la urgencia de una orden o solicitud. propio, el. 1. Dícese de quien goza de la idoneidad necesaria para desempeñar una tarea determinada. 2. Narcotraficante. 3. Mancebo oportuno para una determinada dama. 4. Úsase también como adjetivo para indicar la calidad de un producto. provocar. Incitar apetito o deseo en un individuo. Antojar. pruebita. 1. En la jerga informal del mercadeo gastronómi- co, degustación. 2. Vulgarismo para aludir a una relación premarital. puchecas. Turgencias mamarias de una dama. puchero santafereño. Sopa típicamente bo- gotana elaborada a base de productos cárnicos, papa, plátano y mazorca, bañados en un guiso con base de tomate y cebolla y decorado con hojas de repollo. puercada. Suciedad. Porquería. Proceder inde- coroso y malintencionado. puestazo. Plaza de trabajo privilegiada, cómoda, envidiable y bien remunerada. punketo. Descendiente indirecto y un tanto bas- tardo del genuino ‘punk’ británico. En la mayoría de los casos, los ‘punks’ criollos consiguen de alguna manera copiar los atavíos de sus similares ingleses. No obstante, muchas de sus maneras, su desconocimiento general de la lengua inglesa y sus problemáticas, más propias del tercer mundo pauperizado que del primero industrializado, los alejan un tanto en sus predicamentos del espíritu original de la tribu a la que creen representar. punta, dar. En las más bajas esferas delincuen- ciales, herir con arma blanca. puntudo. Afilado. Terminado en punta. puñalada de carne. Fórmula en extremo burda con la que se alude a la penetración fálica. pupitrazo limpio. Modalidad parlamentaria de aprobación antidemocrática a una iniciativa, consistente en escoger la iniciativa de quien dé un golpe más fuerte sobre el escritorio. puppy. Individuo extractado de las más altas esferas locales, por lo general abundante en dine- ro y adepto al refinamiento en el comer, el vestir y el hablar. pura, en. A muy alta velocidad. purgante. Individuo atorrante y desagradable. putas. Individuo inigualable y singular, de poderío y virtudes destacables. El término se emplea, entre otros, en los modos subsiguientes: 1. Como un putas. De manera intensa y persistente. 2. Creerse el putas. Para aludir a quien se caracte- riza por su arrogancia y orgullo.
  • 207. (202) 3. Del putas. Magnífico. Maravilloso. Dícese de un ser o situación cercanos a la excelencia. 4. El divino putas. De manera profana, para referir- se a un individuo de jerarquía superior. 5. Ni por el putas. Rotunda y taxativa forma de ne- gación. Situación o hecho de ejecución dificultosa o improbable. 6. Sabrá el putas. Con el propósito de ilustrar un hecho misterioso, desconocido o de imposible dilucidación. puteadero. Mancebía. putearse. Deteriorarse. Popularizarse de mane- ra indiscriminada y sin tamiz alguno. Véase cas- pear, perratear. putérico. Acrónimo resultante de unificar los términos puto e histérico. Se emplea para referir- se a quien se encuentra en un considerable estado de cólera. putis. Afeminada e inadmisible forma de referirse a un compañero, amigo o camarada. Véase deli, huevis, mariquis, peli. puto. Enojado. Molesto. puyar el burro. Expresión caribeña empleada para indicar la urgente necesidad de solicitar a alguien la inmediata realización de alguna tarea. puyón. Caballero consagrado a la satisfacción esmerada y constante de los apetitos sexuales de una dama en particular. ¡qué cosita! Fórmula de reprensión empleada para referirse al mal comportamiento de un indi- viduo. ¡qué emoción tan amarilla! Voz exclamatoria un tanto inexplicable con la que se denota ale- gría. De más está decir que el maestro Jorge Luis Borges se quejaba de la sonoridad del término ‘amarillo’. ¡qué falla! Exclamación de queja ante el mal desarrollo de un determinado asunto o proyecto. que gracias. Expresión irónica de gratitud, un tanto manoseada en años recientes por teleno- velas y actores de ‘stand-up comedy’. Es curioso anotar que el término ‘gracias’ no figura en el diccionario de la Real Academia Española. ¿qué hacemos? ¡Pues empanadas, que es lo que más se vende! Expresión odiosa con pretensiones cómicas, empleada como fórmula de respuesta para satirizar a quien pregunta cómo proceder en una determinada situación. ¿qué hay pa´ hacer? Clásica pregunta de vier- nes en la tarde o de sábado, provocada por la des- ocupación de los hablantes, en busca de alguna actividad entretenida por desarrollar en el marco de un fin de semana. Véase desparche. qué más. Fórmula colombiana de saludo por excelencia que, aunque aparece muy común y cotidiana para cualquier habitante del país, es sin duda un tanto incoherente, pues se constituye en un constante interrogante sin explicación a la es- pera de mayor información por parte del descon- q
  • 208. (203) *bogotálogo certado interlocutor, si es que éste es extranjero y desconoce tan local código. ¿qué max, betamax? ¡Nada, empanada! Fór- mula de pregunta y contestación fundamentada en versos simples, rezago de aquellos lejanos años 80 en los que Colombia se ufanaba de ser uno de los pocos territorios en donde el uso del sistema de videocintas tipo ‘beta’ era generalizado. Véase tembleque. ¡qué nota! Anacronismo propio de los 70 y 80, empleado por una juventud hoy ya avejentada, para halagar las virtudes de algún ser, hecho u objeto determinado. Es frecuente que muchos individuos entrados en años sigan empleándolo, ingenuamente, convencidos de su total vigencia. ¿qué? ¿Me va a llevar hasta su casa, o a la de su madre? Para algunos transportadores bogotanos no existe diferencia alguna en la na- turaleza de la carga que sus desvencijados vehí- culos movilizan. Bien puede ser un contenedor de huevos de codorniz, de raquetas elaboradas en aleación de titanio y grafito, o de guijarros de acero; bien puede ser una bandada de gallinazos, como también puede ser un grupo de indefensos pequeñuelos de algún jardín infantil. Todos re- cibirán, invariablemente, el mismo trato rudo y desalmado. Cuando por alguna razón justa, legítima y decente, uno de los pasajeros decide avisar con la racional antelación su deseo de bajar de la nave, hacien- do sonar el timbre dispuesto para tal efecto, y el cruel tirano de las vías citadinas parece no querer oírlo, al desvalido viajero no le queda más que lanzar ese irónico “¿Qué? ¿me va a llevar hasta su casa?”, a lo que el conductor suele responder con un no menos cáustico “Yo a mi casa no llevo mari- cas ni putas”. ¿qué onda? Fórmula de salutación de origen mexicano, extrañamente diseminada en la juven- tud de comienzos del siglo XXI. ¿qué pitos toca? Como Josué y su ejército de vencedores en las murallas de Jericó, la mencio- nada pregunta es la expresión de duda y temor ante el arribo de algún visitante advenedizo y sos- pechoso. ¿Y este novio nuevo de Marcela qué pitos toca? ¿Y esta ‘zona de encuentro’ qué pitos toca? ¿qué vale? Molesta incorrección típica de cual- quier circunstancia comercial de tienda o super- mercado, y utilizada en indiscriminado reemplazo del legítimo ‘¿cuánto vale?’. quebrar. Asesinar. Hacer daño. Derrotar a al- guien en una determinada competencia. queda sirviendo pa’ tres cosas. El absurdo “queda sirviendo pa’ tres cosas”, seguido de un más odioso “pa’nada, pa’ nada y pa’ nada”, es un contrasentido discursivo que, además de inútil, insulta. Decirlo es lo mismo que demostrar la ausencia íntegra del más mínimo atisbo de creati- vidad. Hay quienes incluso lo dicen creyendo estar haciendo un aporte jocoso al diálogo cuando la integridad física de algún utensilio mecánico está en juego por la inminente posibilidad de caer en manos inexpertas. quedado. Dícese de quien está atrasado en el cumplimiento de una determinada tarea. Véase colgado. quedar mal. Incumplir. Dada la proverbial im- puntualidad del bogotano promedio, quedar mal es parte de la naturaleza intrínseca de los nativos. quedé más lleno que el hijo de la sirvien- ta. Arribista fórmula para aludir a un estado de absoluto hartazgo, de acuerdo con algunos, sólo posible a quien por su relación de consanguinidad con una cocinera suele recibir de ella el mayor número posible de alimentos. quemado. 1. Almacenamiento digital en formato de disco compacto o DVD grabado en forma casera por medio de la unidad llamada ‘quemador’. Véase chamuscar.
  • 209. (204) 2. En la jerga política, candidato marginado de algún cuerpo legislativo o de determinada entidad gubernamental, en virtud del bajo nivel de sufra- gios obtenidos a su nombre. quereme. Suerte de preparación mágica para atraer, mediante mecanismos truculentos y forzo- sos, al ser deseado. Según reza el credo genera- lizado, suele administrarse en conjunto con algún alimento o bebida. Véase encoñe. querube. Expresión irónica con la que se alude a un pequeñuelo travieso y cruel en el que los ins- tintos asesinos y destructivos comienzan a plantar sus fértiles y duraderas semillas. querubín. 1. Pequeñuelo inocente y despojado de culpas. Úsase por lo general en forma irónica. Véase querube. 2. Fallida tira cómica de aventuras cuya produc- ción se limitó a un fascículo, cuyos autores fue- ron Quiriam Javier Pinilla y Grosso. Relataba las aventuras de un jovencito bogotano de pelo rubio y aspecto protopunk. queso, dar. Besar a un individuo con desaforada e impúdica pasión. queso, rayar. Onanizarse. Cuando yo era ado- lescente y veía a las Hinojosa, siempre terminaba rayando queso. quiay. Deformación de la fórmula clásica de sa- ludo “qué hay”. quica. En la lengua chibcha, extensión de territo- rio o región. quiche. Planta bromilácea empleada en tiempos menos ecológicos para la ornamentación de pe- sebres. ¿quién pidió pollo? Manifestación de incon- formidad y desconcierto por el alto monto de una cuenta. Data de aquellos días en que el consumo de aquella ave era un lujo. Hoy, gracias a sus demostradas repercusiones negativas en los or- ganismos saludables de niños y adolescentes, tal consumo ha descendido a nivel crítico, dado el grado aberrante de hormonas que son adminis- tradas a los pollos, para efectos de crecimiento y engorde acelerados, en las inescrupulosas gran- jas de donde salen ya muertos para convertirse en comida de supermercado. Pero aun así, el pollo sigue siendo un emblema de poder. El comentario se repite idéntico a la hora de can- celar deudas compartidas por concepto de comi- lonas y bebetas. Aún para muchos no han cesado los tiempos en que las pollerías eran (óigase y créase bien) lugares en donde nuestra sufrida clase media solazaba su angurria dominical en- gullendo piernas, muslos, patas y demás miem- bros de la mutilada anatomía aviar, remojados en abundantes dosis de bebidas carbonatadas o champús mal preparado. El tema fue banalizado gracias a un espectáculo reciente de ‘stand-up comedy’. quién quita. Expresión empleada para aludir a la remota, aunque no por ello descartable posi- bilidad de que algo ocurra. ¿Quién quita que en 50 años nos ganemos el Baloto? quihicha. En lengua chibcha, pie. quihicha ata. En lengua chibcha, unidad de me- dida equivalente a once. quihicha bosa. En lengua chibcha, unidad de medida equivalente a doce. quihicha ubchihica. En la lengua chibcha, uni- dad de medida que equivale a veinte. quimba. Calzado, por lo general deteriorado y de regular calidad. quimbas, meter las. Cometer un error. quinceneado. Curiosa condición efímera ex- perimentada por los asalariados al principio y en la mitad de cada mes, una vez sus honorarios les son cancelados mediante un depósito en su cuenta de ahorros. Es costumbre del individuo ‘quinceneado’ malgastar sus fondos, arduamente obtenidos, en la desmesurada ingesta de bebidas
  • 210. (205) *bogotálogo embriagantes, en la contratación de mancebas a sueldo o en algún divertimiento transitorio del que suele salir con sus reservas diezmadas, justo en los días finales de cada período. quinta. Vivienda campestre de lujo con amplios jardines exteriores. quiubo. Fórmula común de salutación. Simplifi- cación del clásico ‘qué hubo’. quiubos. Fórmula de salutación a colectivos, de gusto evidentemente dudoso. quye. En lengua chibcha, palo. quyhyca. En lengua chibcha, boca. quyne. En lengua chibcha, hueso. rabón. 1. Individuo mezquino y dado a proceder de mane- ra incorrecta. 2. Poseído por la ira o el deseo de venganza. rabonada. Jugada sucia. Proceder traicionero. radiola. En los años 20, 30 y 40 del siglo XX, radio de tubos con gramófono incorporado y de tamaño prominente. (quiubo) Saludando desde las escalerillas del avión, 1940. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC r (radiola)
  • 211. (206) raja. Línea divisoria del conducto genital fibro- muscular elástico femenino. rajadera. Faena consagrada al ancestral oficio de levantar chismorreos alrededor del desvalido prójimo. rajar. En la jerga estudiantil, calificar a un edu- cando por debajo del rango tolerable. rajar de alguien. Hablar negativa e hipócrita- mente de algún individuo amparándose usual- mente en infundios, chismorreos y calumnias. rancharse. Obstinarse de manera irracional en una posición o punto de vista determinado. rancho y licores. Local dedicado al expendio de comestibles, víveres, productos de salsamentaría, ‘delicatesen’ y bebidas espirituosas. rancho, meterse al. Entrometerse con indeli- cadeza en honduras íntimas. Rasgar el velo del respeto y la discreción al vulnerar los más caros afectos de un individuo. rancio. Anquilosado. Retardatario. Arcaico. ranear. Delatar. Véase sapear. ranga. Individuo torpe, lento y perezoso en el desarrollo de una determinada tarea. raponazo. Brusca y súbita forma de hurto, ejer- cida con profesionalismo y esmero por una buena parte del hampa informal bogotana. Véase caco, choro, liso. raponero. Ladrón especializado en la compleja función del raponazo. rarófono. Dícese de un individuo u objeto de comportamientos o características extraños. rasca. Embriaguez. rascado. Embriagado. rasquin-ball. Supuesta disciplina deportiva practicada por los ociosos y haraganes, consisten- te en rascarse la zona testicular. raspa. Instrumento idiófono cilíndrico cuyo so- nido procede del roce de un dispositivo dentado sobre su superficie irregular. Véase guacharaca. raspachín. Oficio consistente en recolectar y procesar la hoja de coca en su estado más puro para que, una vez se encuentre lista, sea llevada a un laboratorio, en donde se transforma en co- caína. raspado. Refresco saborizado y granizado, tin- turado de colores tornasoles y bañado en leche condensada. Pese a que algunos comerciantes inescrupulosos y desentendidos de la importancia de preservar la lengua castellana, intentaron, du- rante los 80, cambiar su nombre por el de ‘snow- biz shaved ice’ (a la manera norteamericana), el poco éxito del negocio los llevó a desistir de tan desaguisada empresa. raspada de fiesta. Congregación de individuos embriagados en las postrimerías de una festividad de bar o discoteca. En la mayoría de los casos, las ‘raspadas de fiesta’ tienen lugar en el hogar de algún desafortunado participante en el jolgorio. El anfitrión de una raspada de fiesta suele verse obli- gado a preparar consomés, arroces con huevos y comestibles para los presentes. A tal desgracia se suma la del día siguiente cuando, presa de la resaca y del malestar matutino, el anfitrión termi- na por verse obligado a remover los desechos de la jacaranda pasada y acaso a limpiar los rezagos del fétido vómito procedente de las fauces de los ebrios contertulios, ya petrificado en mesas, tapi- ces y sanitarios. rata. 1. Individuo diestro en las artes del latrocinio pro- fesional. 2. Individuo abominable. rayado. Individuo desequilibrado, con frecuencia a causa de la sobreexposición a un estímulo exter- no negativo. rayado, mirar. Contemplar a alguien de sosla- yo, con desdén, desprecio o desconfianza. raye. Compulsión obsesiva por una determinada causa. Demencia.
  • 212. (207) *bogotálogo rayo, tirar. Convertir a alguien en el foco de una perturbación u hostigamiento. rea. Sufijo empleado en forma caricaturesca para aludir a un apellido linajudo tipo Urrea. Véase uricoechea. rebotarse. 1. Sufrir de un repentino malestar digestivo. 2. Entrar en ánimo colérico. rebote. Desagradable sensación de malestar digestivo acompañado por pesadez o mareos. Suele ser consecuencia del consumo excesivo de golosinas. Véase acpm, corrientazo, picho. rebullir. Mezclar una sustancia. rebusque. Clásica dinámica de supervivencia propia de las economías emergentes, consistente en el desarrollo de oficios informales mal remu- nerados y dificultosos. Véase varado. recado. Sustrato de residuos sólidos de una sopa, potaje o colada, ubicado en el fondo de un plato. rechoncho. Individuo considerablemente obeso. recocha. Batiboleo. Batahola. Algazara. Desor- den. recochero. Individuo aficionado al jolgorio, la mofa y la entretención. reducidor. Dícese de quien comercia con objetos (por lo general repuestos automotrices o equipos estereofónicos para automóviles) obtenidos como botín de un hurto. refajo. Refresco resultante de la mezcla entre cerveza y cierta bebida carbonatada nacional de color naranja rojizo y sabor dulzón. reforzadores. En la jerga del gremio de cons- tructores y obreros, trabajadores encargados de manipular, moldear y cortar el acero. refrigerio. Alimento un tanto rancio que suele ser provisto por los camareros a los comensales presentes en una convención, conferencia o gra- bación de alguna producción cinematográfica o televisiva. Casi siempre consiste en algún refresco en polvo acompañado por galletas Saltinas o por un ‘croissant’ con cuero de pollo. Resulta suma- mente desagradable cuando el maestro de cere- monias o ponente del seminario al que se asiste anuncia como refrigerio una bebida caliente. refundido. Objeto extraviado de manera tempo- ral. regalado. Individuo servil, cuya mayor virtud es la de valerse de artimañas lisonjeras para ganarse las gracias de los demás, por lo general superiores en jerarquía. Véase lagarto, lamberico, lambón. regalado hasta un puño. Paupérrima y men- dicante consigna que justifica la típica tendencia de los bogotanos a hacer largas filas, siempre y cuando el premio final sea un objeto gratuito. regalar. Extraña expresión que acaso permite entrever el carácter del colombiano mendicante y proclive a solicitar dádivas gratuitas, aunque la intención sea la de comprar. De cuño reciente, la expresión ‘regalar’ ha ido suplantando al más contundente y real ‘vender’, y se usa indistinta- mente en tal sentido. Señor… ¿Me ‘regala’ una pizza con gaseosa? regarse. Extenderse en un alegato o perorata, por lo general en tono de reprimenda. Véase mu- jer que no joda es hombre. regio. Dícese de aquel individuo u objeto provisto de donaire, belleza y distinción. regluda. 1. Dícese de aquella mujer en estado de menstruo. 2. Úsase, además, para aludir a un individuo (no necesariamente mujer) cuyo ánimo parece irasci- ble en forma transitoria. reguero. Desorden de sustancias u objetos dis- persos en una superficie. regular, tres cuartos. Úsase como respuesta a un interrogante acerca del bienestar del interlocu- tor. Se fundamenta en los códigos utilizados para describir el nivel de cocción de un producto cárni-
  • 213. (208) co. –¿Qué tal estuvo tu fiesta de grado?. –Regular, tres cuartos. reina, mi. Fórmula amigable de camaradería, aunque de gusto dudoso, para dirigirse a una dama. rejo, dar. Castigar a un individuo valiéndose de un cinturón o de improperios. rellena. Especie de embutido tradicional de origen europeo, equivocadamente considerado por mu- chos como autóctono. Se elabora a base de sangre de ganado bovino o porcino, vegetales, especias y granos, todo ello debidamente revestido por la membrana intestinal de un animal sacrificado. remontadora. Establecimiento dedicado a la refacción y mantenimiento de zapatos. Véase Cha- pinero, embolador, quimbas. rendido. Extenuado. Agotado por el mucho tra- bajar. rendir. Aumentar el volumen de una sustancia pura con otra. repelar. Raspar el contenido final de una olla, con frecuencia en las postrimerías de una fes- tividad, con el propósito de calmar el malestar provocado por la excesiva ingesta de bebidas alco- hólicas. Véase guayabo, gurbia, monchis. repelente. Individuo insoportable y perturbador. repetir el año. Reincidir en una determinada conducta o retornar a una costumbre atávica, en teoría abandonada. reposar. 1. Curiosa variable del significado original del término. Es utilizada por los padres asustadizos para disuadir a sus hijos de ingresar a una pileta después de haber consumido algún alimento. 2. Dejar un líquido o sustancia por un tiempo. repuestico. Eufemismo empleado para menguar la carga de culpa al referirse a la evidente obesi- dad de alguien. reque. Jamelgo. Caballo famélico y escaso de carnes. resguardo. Forma de organización social indíge- na propia de la Conquista y aún vigente en algunos lugares, enclavada en territorios poblados por nativos, con títulos de propiedad comunitaria o colectiva y regidos por sus propios estatutos. residencias. Variable menos costosa y más simple del tradicional motel, en donde, según la categoría y precio del establecimiento, también se suelen disponer batas, avisos de esterilización en los excusados y jabones de pequeño tamaño, pero que, a diferencia de sus hermanos mayores, los moteles, tiene la forma de un edificio de aparta- mentos. La zona más prolija en residencias de la ciudad se encuentra localizada en cercanías del costado oriental de la calle 58 con avenida Cara- cas. resolana. Intenso sol. resto. En jerga juvenil, cantidad considerable. retacar. 1. Recolectar dinero de manera informal, median- te procederes mendicantes, aunque amigables. 2. Propinar un severo engaño. retrato de la víctima. Antiguo caballo de bata- lla de los voceadores de diarios matutinos y ves- pertinos. El anunciar una edición con el ‘retrato de la víctima’ se constituía, sin duda, en el más serio gancho a la hora de vender un ejemplar. reventado. Por completo extenuado. Véase ma- mado, más mamado que chupo de guardería. reverbero. Recipiente para calentar o hacer hervir líquidos. retén. Caseta o emplazamiento policial de con- trol, cuyo objetivo es realizar inspecciones pe- riódicas en torno a la circulación de automóviles, vigilar su velocidad o detectar individuos sospe- chosos en las vías. Los retenes se constituyen en la mayor fuente de pánico entre los beodos cuya esperanza es la de salir impunes e indemnes de las periódicas pruebas de alcoholemia.
  • 214. (209) *bogotálogo rey, mi. Fórmula amigable de camaradería para referirse a un caballero. ríase. Véase ríete. ríete. Fórmula común para destacar la singulari- dad de un acontecimiento, por lo general positivo. Ríete los precios tan buenos de las verduras en Pa- loquemao. rila. Heces de gallina o de gallo doméstico. ringlete. Individuo hiperactivo. roba más que el gobierno. Cómica expresión empleada para aludir a un individuo de probada deshonestidad. Surge en virtud del triste halo de corrupción atribuido por muchos bogotanos a las entidades públicas. robar. 1. En la jerga de periodistas y personajes de me- dios de comunicación, sacar provecho del conoci- miento, el trabajo o la imagen de algún colega. 2. Figurar injustificada o excesivamente en algún medio de comunicación, sin méritos reales. Véase chiva, pantallero. rochela. Jacaranda. Batiboleo. Escándalo. Des- orden. rodillijunto. Patizambo. rodillón. 1. Individuo entrado en años. 2. Dícese de quien, por sus constantes ruegos y por su frecuente posición genuflexa, ha visto cre- cer el volumen de sus rodillas. rolada. Conducta o proceder propios del rolo. Úsase por lo general en forma despectiva para caricaturizar el mal vestir de un típico bogotano cuando es trasplantado a tierras caribeñas o a las estribaciones del mar. Un buen rolo ja- más renuncia al uso de calcetines, camisas o chalecos, por más que la alta temperatura le apremie. Por otro lado, la dermis del bogotano es genéticamente opuesta al sol, lo que suele ocasionarle episodios de quemaduras en primer grado, insolaciones y excesivos enrojecimientos de piel cuando es sometido a baños forzados de sol. (rochela) Rompiendo la piñata, 1968. Donante: Beatriz de Valencia, Álbum Familiar / Colección MDB - IDPC
  • 215. (210) rolamenta. Fórmula despreciativa para agrupar a un contingente de bogotanos, por lo general de visita en otro lugar del país. rolandia. Expresión genérica para aludir a Bo- gotá, basada en la denominación ‘rolo’, levemente despectiva, empleada para aludir a quienes son oriundos de la capital colombiana. Véase rolo. rolo. Gentilicio de tinte despectivo con el que el resto del país suele referirse a quienes deben su origen a la bella ciudad de Bogotá. En el pasado, un ‘rolo’ era un bogotano descendiente de gen- tes de provincia. Hoy, equivocadamente, algunos bogotanos se autoproclaman rolos, en lugar de optar por un más consecuente y bello ‘cachaco’. Es usual que las gentes de otras regiones, parti- cularmente de Antioquia, dibujen cierta mueca y adopten cierto tono de desprecio al pronunciar el vocablo ‘rolo’. ronboi. Aborrecible vulgarismo, procedente de la deformación del anglicismo ‘round point’, fácil- mente sustituible por el hispánico ‘glorieta’. roña. Actividad ociosa que se lleva a cabo para dar espera al inicio de una actividad concreta. rosca. Odiosa forma de amiguismo con tintes nepotistas, consistente en cerrar y blindar deter- minados círculos de poder con el propósito de que estos se mantengan en manos de un solo grupo endogámico y oligopólico. roscas, hacer. Grosera y burda fórmula gestual de salutación consistente en imitar la forma de un cilindro con las manos, abriendo y cerrando las falanges, e insertando entre éstas la nariz. roscón. 1. Bizcocho de harina en forma de rosca, relleno de pasta de guayaba o de dulce de leche, y recu- bierto por azúcar espolvoreada en su superficie. 2. Homosexual. Amante del redondel. rosconear. Ejercer la homosexualidad de mane- ra plena y con largueza. rosquero. Individuo propenso a privilegiar a sus amigos, familiares y miembros de su círculo por encima del resto de los seres humanos. Nepotista. rosqueto. Individuo caracterizado por sus incli- naciones homoeróticas. rotar. En la jerga de los beodos, circular una botella para que el licor sea libado de manera equitativa entre la concurrencia.(ronboi)
  • 216. (211) *bogotálogo rotativa. Función de cine continua, de común utilización en el ámbito del género porno. roto. 1. Recinto de mal aspecto y condiciones insalubres. 2. Plantel escolar de baja estofa. Véase chuzo, hueco. ruana, los de. Representantes de los estratos medios y del proletariado bogotano, por lo gene- ral grandes marginados del sistema, y una de las esferas sociales más susceptibles y vulnerables al castigo o a la injusticia de cuantas conforman nuestro descompuesto tejido humano. ruanetas. Individuo de muy limitados haberes económicos. Los fallecidos humoristas de ‘Sábados felices’ Carlos ‘El Mocho’ Sánchez, Jaime ‘El Flaco’ Agudelo y Humberto Martínez Salcedo (progenitor de un célebre líder político conservador de pelo lacio y peinado en mitades equivalentes) crearon un trio musical-humorístico con ese nombre. rucanos. Papel moneda. rucio. Burdo. Ordinario. De baja calidad o carente de instrucción. ruidaje. Ruido anormal, por lo general prove- niente de un dispositivo descompuesto. ruidajo. Véase ruidaje. ruler. Latinización de una expresión anglosajona cuya traducción literal sería la de ‘regla’, en la acepción de “instrumento para medir”. También se emplea para aludir al ciclo menstrual femeni- no. Véase menchis, regluda. rumba. Festividad. Ánimo desordenado propio de ésta. rumba criolla. Curioso género musical de áni- mo festivo generado como contrapeso a la avalan- cha de sonidos caribeños que, a partir de los años 50 del siglo XX, comenzó a invadir de manera sú- bita los salones de baile y las estaciones de radio de música popular. Pese a que su prevalencia fue reducida, dejó tras de sí importantes clásicos aún presentes en la memoria. rumbeadero. Espacio empleado para ceremo- niales festivos y danzatorios, y para la ingestión de bebidas fermentadas. rumbearse. Frotar mediante un movimiento mandibular los labios de dos individuos en señal de impulso libidinoso. rumbero. Individuo proclive al eterno festejo. rumboso. Abundante. Grandioso. Dadivoso. runcho. Individuo esquivo. En cierta jerga campi- rana y cundiboyacense, rata. runfla. Cúmulo notorio de objetos. ruñir. Mordisquear y succionar la médula de un hueso, acto abominado y prohibido por las páginas del tratado de urbanidad y buenas maneras del venezolano Manuel Antonio Carreño. (rumbearse) La fiesta, 1926. Donante: Leonardo Hurtado Guzmán, Álbum Familiar / Colección MDB - IDPC
  • 217. (212) rusa. Categoría laboral que engloba a todos los honorables y sufridos miembros del gremio de la construcción colombiana, quienes, a lo largo de dolorosos años de explotación, han terminado por levantar las viviendas del país entero para que otros las ocupen. La rusa incluye a contratistas, maestros de obra, guachimanes, ayudantes, con- tramaestros, mediacucharas, oficiales, electri- cistas, plomeros, aseadoras, reforzadores, ejero, almacenista, carpinteros, ventaneros, cocineros (fabricantes de cocinas), pintores, jardineros, ce- rrajeros, llaveros, impermeabilizadores, vidrieros. ruso. Albañil. Hay quienes creen que el término guarda alguna relación con el surgimiento del proletariado en la antigua Rusia. ruta. En la jerga escolar, autobús encargado de realizar el costoso, y en ocasiones inexistente, servicio de transporte puerta a puerta de los edu- candos. (rusos) Instalación rieles del tranvía, 1912. Luis Alberto Acuña / Colección MDB - IDPC
  • 218. (213) *bogotálogo sabajón. Insalubre revoltura elaborada a base de aguardiente, yemas de huevo, leche, azúcar y canela. Esta degeneración del zabaione italiano suele ser consumida en los bajos mundos como emblema de categoría y refinamiento. Su popula- ridad se ha extendido al grado de haber propicia- do la producción industrial de sabajones embote- llados. El más popular de los que se expenden en Bogotá es sin duda aquel que lleva el nombre de una profanada deidad griega, ser que de ningún modo debe haber consumido licor, tal como lo muestra la contraposición entre lo apolíneo y lo dionisíaco. sabatina. Tiránica forma de castigo perpetrada por ciertos rectores y prefectos de disciplina de planteles académicos consistente en obligar a los educandos a concurrir a las instalaciones escola- res durante los días sábados. saca. En lengua chibcha, nariz. sacamicas. Individuo servil y dado por gusto a menesteres denigrantes. En el sentido literal, la expresión aludiría al encargado de remover las bacinillas de las habitaciones de su patrón, como cualquier camarero, ayuda de cámara, chambelán o camarlengo. Véase lagarto, lamberico, lambón, lavaperros. sacar el culo. Cejar en una determinada em- presa. Incumplir un compromiso adquirido con antelación. sacar la leche. Someter a un individuo, casi siempre subalterno, a una tarea extenuante y di- ficultosa. Sagipa. Según los cronistas, cuarto zipa de Baca- tá. Su periodo tuvo lugar entre 1514 y 1537. Era sobrino de Nemequene, de quien fue fiel colabo- rador en diversas batallas. Su primera ejecutoria consistió en reunir a sus caci- ques y a 70 mil soldados, para emprender venganza contra Quemuenchatocha (zaque enemigo, quién con una lanza puso fin a la vida de su tío) e invadir sus dominios. En el combate, librado en Cajicá, y dada la extenuación de los ejércitos, se firmó la paz. La paz persistió por diez años más, hasta la llegada de las huestes españolas. Sagipa enfrentó a Gon- zalo Jiménez de Quesada en dos oportunidades, la primera en Zipaquirá y la segunda en cercanías de lo que actualmente se conoce como río Bogotá. Aunque consiguió escapar a la zona hoy denomina- da Piedras del Tunjo, allí fue encontrado y ultimado por un impacto de lanza propinado por Alonso Domínguez. Véase Gonzalo Jiménez de Quesada, Nemequene, Saguamanchica, Tisquesusa, zipa. sagrado. Dícese de un acto o ritual cualquiera que debe ser llevado a cabo con disciplina y pun- tualidad. Se usa por lo general para aludir a una costumbre alimentaria o al pago de alguna deuda de mayor o menor cuño. Saguamanchica. Segundo zipa de Bacatá, se- gún cuentan los cronistas. Nació en cercanías de la actual Chocontá, en fecha desconocida, y reinó por dos décadas. Fue feroz guerrero y amplió sus dominios gracias a un ejército conformado por 30 mil guechas. En su gobierno –iniciado hacia 1470– combatió a los panches, sutagaos y fusagasugaes, y venció a los caciques Tibacuy y Uzatama. Poco menos de un lustro después, se inició la ‘Guerra de los 16 años’, en la que se pugnó por las zonas esmeraldíferas de Muzo y Somondo- co –en poder del zipa de Bacatá–, y las salinas s
  • 219. (214) (sacar la leche) Militares en entrenamiento, ca.1940. Daniel Rodriguez / Colección MDB - IDPC
  • 221. (216) de Zipaquirá y Nemocón –en poder del zaque de Tunja–. Saguamanchica combatió por el norte con Michúa y por el occidente se enfrentó de nuevo con los fusagasugaes, panches y sutagaos en Zipacón y Tena. El combate definitivo se efectuó precisamente en Chocontá, lugar que hoy marca los límites entre Boyacá y Cundinamarca. En me- dio de la refriega ambos contendores murieron, aunque Saguamanchica y sus hombres resultaron vencedores. Fue reemplazado por su sobrino Ne- mequene. Véase Meicuchuca, Nemequene, Sagipa, Tisquesusa, zipa. salado. Individuo cubierto por el manto de la mala fortuna. salar. De acuerdo con cierta superstición local, atraer la mala suerte hacia un espacio tras haber copulado en él. salchichón cervecero. Cu- rioso embutido de gran calado, destacable por su alto contenido graso y conformado por la mez- cla de diversas carnes de cerdo. Muy apetecido dentro de la clase obrera bogotana, suele venderse en pequeños cortes ya fijados por un moderno sistema de notación métrica impreso en sus envol- turas. Es común verlo colgar en diversos tenderetes, charcuterías y almacenes de la ciudad. salchipapas. Criolla combina- ción entre el más popular de los embutidos, la salchicha, y las patatas fritas. Hubo, frente a la sobreviviente sede de un popular expendio de perros calientes, un negocio con tal nombre, cuyo em- blema era una suerte de can con una bolsa rebosante de grasosas papas en sus manos. sale pa’ pintura. Voz coloquial y un tanto vulgar indicativa de la culminación satisfactoria de un trabajo. salir pitado. Abandonar un espacio con extrema velocidad, por lo general con el propósito de em- prender la fuga. Véase embalado, pique de celador, pique de choro, pisarse. salpicón. Mescolanza de frutas picadas servidas a manera de refresco y combinadas con cierta be- bida cola, de generalizada aunque poco higiénica consecución en parques, semáforos y esquinas. saltar el bloque. Dícese del instante aquel en que, presa del enojo, un individuo pierde las rien- das de su accionar, transformándose en un peli- groso monstruo de agresividad. saltacharcos, pantalón. Pantalones de bota alta, llamados de tal manera porque su diseño dificulta que éstos se mojen al atravesar una su- perficie húmeda. saltatapias. Malhechor dedicado al saqueo pro- fesional de viviendas. Véase apartamentero, choro, liso. Sanandresito. Paraíso bogotano del contra- bando o del expendio de productos ingresados al territorio nacional sin licencia, en principio locali- zado en las inmediaciones del Hospital San José y en la carrera 38 y luego diseminado por diversos lugares del norte, sur y occidente de la ciudad. Hasta el advenimiento de la apertura económica promovida por el gobierno de César Gaviria Truji- llo, Sanandresito hizo las delicias de los amantes de la alta tecnología, comerciando con videorepro- ductores, equipos estereofónicos, televisores y al- gunos otros dispositivos domésticos de avanzada. Pese a las altas ventas de los mencionados pro- ductos, no hay entre todas las mercancías de los Sanandresitos unas más representativas que las clásicas galletas rellenas de higo marca Fig Rolls o las galletas venezolanas tipo wafer de marca Cocosete. Aún hoy resulta extraño que a ningún
  • 222. (217) *bogotálogo fabricante nacional de golosinas y galletería se le haya ocurrido remedar tan populares productos. El nombre se deriva de la asociación del lugar con un ‘pequeño San Andrés’, en alusión al archipiéla- go caribeño. San Victorino, luz de. Superstición popular de la Bogotá colonial consistente en creer que du- rante las noches una misteriosa aparición hacía presencia en el sector del mismo nombre, ocasio- nando la muerte a quienes la desafiaban con un silbido. San Vituco. Remoquete cariñoso con el que algunos capitalinos de rancia estirpe suelen aludir al sector de San Victorino. sánchez. Véase sano. sancochado. Dícese de quien soporta un intenso calor. saneti. Sano. Intacto. En buenas condiciones. Indemne. El término se apoya en la ramplona expresión “Déjeme Saneti que ando Happy Lora. Y si me enrosca me pongo Nino Bravo”. sano. Indemne. Tranquilo. Callado. Domesticado. Manso. santafecito lindo. Fórmula cariñosa, un tanto lastimera, con la que sus seguidores suelen refe- rirse a Santa Fe, uno de los dos combinados ba- lompédicos más tradicionales de la ciudad. sapito. En la jerga informal, herpes bucal. sapear. Ejercer la fea costumbre de la delación. sapo. Delator. Acusetas. Denunciador. Sobra decir que los sapos pueden dividirse en dos categorías: la de quienes lo son por convicción y de la quienes lo son por conveniencia. De entre ambas, la peor sin duda es la segunda. sáquemelo. Voz vulgar de protesta con la que el hablante exige o suplica a su interlocutor dejar de importunarlo. sarampión. Pederasta. Dícese de quien suele acometer a individuos mucho más jóvenes que él con fines amorosos. La analogía se fundamenta en que tal enfermedad eruptiva sólo ataca a joven- citos. sardinear. Ir en pos o frecuentar la compañía de miembros del sexo opuesto mucho más jóvenes que uno. sardinel. Galicismo para aludir al borde externo de una acera. sardinerío. Fórmula de dudoso gusto empleada por ancianas o ancianos libidinosos para aludir a una congregación de jovenzuelas o jovenzuelos. sardinero. Individuo proclive a sentirse atraído a las lides amorosas con quienes son mucho meno- res que él. (santafecito lindo) De la mano de los grandes, 1983. Donante: Nadia Bernal, Álbum Familiar / Colección MDB - IDPC
  • 223. (218) sardino. Fórmula anacrónica y de muy dudoso gusto para referirse a un jovenzuelo, adolescente, jovencita o mozalbete. sarita. Véase sarampión. se acabó el año y no hicimos nada. La con- tundencia y veracidad de la frase, sumadas al cansancio por haber escrito cerca de ocho páginas seguidas de texto, me hacen pensar que ésta ya goza de la necesaria elocuencia y que cualquier explicación sería redundar. Ahora bien… ¿Hay algo más cierto que eso de que ‘se acabó el año y no hicimos nada’ cada 31 de diciembre? se armó un 9 de abril. Alusión a una situación caótica cualquiera, análoga a los luctuosos acon- tecimientos del 9 de abril de 1948. Véase bogotazo. se cree la última Coca-Cola del desierto. Expresión de corte extranjerista que da cuenta de la creencia generalizada del pueblo bogotano en cuanto a que el refresco por excelencia es la bebida carbonatada en cuestión. Se emplea para aludir a un individuo arrogante. se despide más que circo pobre. Dícese de aquel individuo que –al no tener una genuina vo- luntad de marcharse– suele decir adiós con el fin de que sus contertulios o anfitriones lo disuadan de una inexistente intención de emprender la re- tirada. Un afamado circo nacional ha sido claro ex- ponente de esta doctrina al acuñar el lema comer- cial de “y después no digas que no te avisamos”. se la fumó verde. Frase de utilización común para aludir a quien expone un concepto alocado. Equipara la demencia al estado de turbación ge- nerado por el consumo de cannabis. se las pisa y pregunta de quién son. Fórmula en extremo tosca para aludir a un individuo dis- traído o desprovisto de habilidades intelectuales o cognitivas. Véase huevón. se le apareció la virgen. Úsase para aludir a quien sin explicación ha sido bendecido por la fortuna. La expresión es una muestra clara de la fe católica, arraigada en la mayor parte del pueblo bogotano. se le corrió el champú. Expresión que bien puede aludir a un individuo afligido por una pa- tología psiquiátrica o convertido por alguna si- tuación fortuita o por el efrecto del alcohol o las drogas, en espontáneo homosexual. ¡se le dijo! ¡se le advirtió! Entrañable expre- sión de reprimenda empleada para recriminar a quien desoyó un consejo. Fue empleada y po- pularizada por el excelente humorista uruguayo Hebert Castro. se le moja la canoa. Expresión de origen cari- beño utilizada para aludir a quien –en el marco de una faena etílica– da un vuelco abrupto y transito- rio a su orientación sexual, incurriendo en actos públicos de homoerotismo. se le salen las plumas. Dícese de quien en forma abrupta comienza a desplegar maneras y ademanes afeminados. se le salta el cambio. Véase se le corrió el cham- pú, se le moja la canoa, se le salen las plumas. ¡se le tiene! Expresión propia de comerciante informal habilidoso o de vendedor de repuestos para confirmar a su potencial cliente la existencia en bodega de un bien por el que éste haya indaga- do. Véase reducidor, tumbe. se le tiene en cuenta pa’l día del gamín. Expresión de muy dudoso gusto usada para recri- minar a un individuo determinado por su tacañería a la hora de entregar al hablante una dádiva o limosna. ¡se les quiere! Expresión de afecto, un tanto venida a menos, popularizada al comienzo del siglo XXI por Mario Muñoz, vocalista de la banda capitalina de ska Doctor Krápula. se lo quedo debiendo. Esta prima hermana del pensamiento jesucristiano y altruista de no espe- rar nada a cambio, nos convoca a soportar resig- nados la ausencia absoluta de regalos en fiestas
  • 224. (219) *bogotálogo (sardino) Ula-ula, 1976. Donante: Jorge Ardila, Álbum Familiar / Colección MDB - IDPC
  • 225. (220) de cumpleaños, de una puntual recepción de pa- gos por parte de nuestros deudores o patronos, y de cualquier compromiso derivado de acreencias adquiridas en el marco de bebetas y almuerzos entre compañeros de trabajo. Opositores de esta escuela intelectual son los escarmentados ten- deros, quienes a su vez han hecho populares me- diante pegatinas, avisos y manuscritos los sabios mantras de “Fiar es cosa ingrata”, “Solicite su crédito que nosotros con gusto se lo negamos”, “Hoy no fío, mañana sí”, y aquella muestra icono- gráfica sin par de “Yo vendí a crédito. Yo vendí de contado”. Véase líchigo, retacar. se me cuida. Cariñosa fórmula para invitar al interlocutor a ser prudente y cauto. Se utiliza con mucha frecuencia como voz cliché de despedida. se pierde, pero se goza. Prueba hablada del optimismo del bogotano, quien aun viéndose en- frentado a situaciones apocalípticas e imposibles de resolver, antepone una sonrisa a la desgracia galopante. se roban un mojado. Tipificación certera y pre- ocupante acerca de la tendencia al latrocinio y la corrupción de algunos habitantes del bello suelo bogotano. Véase choro, liso, rata. se tiraron al chino. Expresión lastimera y quejumbrosa empleada cuando un individuo –por lo general en sus días de preadolescencia o ado- lescencia– es inducido por alguien de más edad a comportamientos sexuales promiscuos o a conductas delictivas o drogodependientes. Véase asaltacunas, cacorro. se toma la sopita. Fórmula cómica para aludir al evidente sobrepeso de un individuo, fundamen- tada en la creencia de que el consumo de tal tipo de alimentos incrementa el volumen graso del cuerpo. Sears. Desaparecido centro comercial con es- tructura de tienda por departamentos, cuya sede y alrededores han cambiado en forma sustancial. La compañía norteamericana Sears Roebuck es- tableció a finales de 1952 su primera sede de Bo- gotá, en la calle 53 con carrera 24. El almacén dio nombre al barrio aledaño y permaneció así hasta finales de los 80, momento en que, en una irres- petuosa afrenta histórica, comenzó a ser llamado ‘Galerías’ por medida oficial. Hoy, lo que fue un amigable sector familiar, ha venido perdiendo lus- tre hasta transformarse en una barriada en franca decadencia. Antes de su fundación, en el mismo lugar había funcionado el Hipódromo de Bogotá. Véase Galembas. seca, la. Sintomatología de resequedad en la ca- vidad bucal, por lo general debida a resaca, calor o a extenuante actividad física. seco. Parte sólida de la comida. segundillas. Alimentos ligeros que suelen ser consumidos en medio de las comidas más grandes. sejuela. Forma eufemística para aludir a la se- nectud a partir de la frase “se jue la juventud”. sembrarle la yuca. Vulgarismo con el que se hace referencia a una penetración copulatoria. señor: ¿me lleva por 500? Fórmula de súplica muy común entre los desempleados bogotanos, quienes, para satisfacer su necesidad de trans- portarse por la intrincada topografía citadina, se ven abocados a apelar a la generosidad de los conductores de autobuses de servicio público para obtener un sustancial descuento en el importe del tiquete de viaje. señoritero. Delicado. Sustancia, costumbre u objeto propios de señoritas. señorito. En tiempos coloniales y previos a la Independencia, joven de clase alta. septimazo. Famosa costumbre, de uso genera- lizado entre los años 10 y 50 del siglo XX, consis- tente en recorrer la populosa carrera Séptima, con el objeto de procurarse cierta entretención contemplando las vitrinas y a los demás transeún- tes. Aunque la contaminación, la delincuencia y
  • 226. (221) *bogotálogo (septimazo) En camino al septimazo, 1929. Donante: Vicky López, Álbum Familiar/ Colección MDB - IDPC
  • 227. (222) (septimazo) Vía en el centro de Bogotá, 1945. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC el masivo desplazamiento a otras zonas residen- ciales de la ciudad habían alcanzado a erradicar ese sano hábito, a finales de los 90 del siglo XX ha vuelto a hacerse común por políticas de la admi- nistración distrital. Véase echar rulo, familia Miran- da, sapo, vitrinear. ser un hacha. Gozar de una habilidad especial para un determinado oficio o disciplina, por lo general numérica o comercial. serenatear. Regañar de manera reiterativa. Can- taletear. serrucho. Habitual costumbre consistente en ob- tener ilícito provecho de bienes públicos, divididos como botín entre funcionarios corruptos . sevedol. Individuo insoportable. Tal denomina- ción está inspirada en el reconocido analgésico promovido como posible alivio “contra severos dolores de cabeza”. severo. Que goza de preeminencia, notoriedad y grandeza. show. Escena innecesaria y exhibicionista de enojo, celos o disgusto. si como camina cocina, me le como hasta el pegao. Vulgar forma de halago empleada –en teoría– para resaltar la elegancia seductora en el contoneo de una dama al desplazarse. El efecto provocado por el supuesto coqueteo suele ser contrario al esperado y deriva en una mirada de desprecio y fastidio. ¡sí, cómo no! Clásica frase en la que, de manera irónica y descreída, un individuo intenta poner de manifiesto su poca fe en las afirmaciones de su interlocutor. si es ya, es ya. Voz con la que se pretende seña- lar la imperiosa urgencia de ejecutar una determi- nada acción. sí hay. Curiosa expresión comercial empleada con frecuencia a la entrada o en las vitrinas de ciertos negocios informales, con el extraño objeto de reafirmar la disponibilidad de un determinado
  • 228. (223) *bogotálogo bien de consumo en el establecimiento. Véase aguene gue. si más. Por poco. Expresión empleada para in- dicar la inminencia de una circunstancia que, no obstante, terminó por no ocurrir. Si más me estre- llo con esa buseta y me caen todos los amigos del chofer a darme varilla. si no la caga a la entrada, la caga a la salida. Escatológica expresión empleada para aludir a quien no es de fiar. si sigue timbrando lo sigo llevando. Cruel expresión propia de conductor de autobús, usada para desalentar el empleo del timbre dispuesto en su vehículo para indicarle la necesidad de hacer una parada. Véase busetero, cebollero, dietético. si su hija sufre y llora, es por un chofer, se- ñora. Consigna propia de pegatina de autobuses, empleada para resaltar las virtudes donjuanescas de algunos de nuestros transportadores. si tiene afán, madrugue. En su defensa natu- ral, quien de manera descarada abusa de servi- cios como teléfonos públicos, ventanillas de ban- cos o cualquier otro bien de uso común, hace de esta frase su caballo de batalla. Ese ser incons- ciente, aferrado con su fervor de mal ciudadano al auricular y ajeno del todo a las elementales formas de respeto, sigue hablando sin detenerse. Cuando cada determinada cantidad de tiempo alguien le reclama por su excesiva permanencia en la cabina, él lo mira con desdén y le clava una odiosa mirada acompañada de un “si tiene afán, madrugue”. ¿sí pilla? Voz interrogatoria para indagar al in- terlocutor acerca de si se ha percatado o no de un determinado suceso, o de si ha entendido o no una explicación. siberiana. Especie femenina híbrida de costum- bres reprochables, en el que se fusiona el aspecto amenazante y vistoso de la loba, con la presunta promiscuidad de la perra. sica. En lengua chibcha, dientes. sicas. Afirmación lanzada en oposición a ‘nocas’. Según algunos estudiosos, el término tiene su origen en una alusión curiosa al clásico álbum musical ‘Seek and destroy’, de la banda Metallica. sie. En lengua chibcha, agua. sien con 15. Barbarismo cómico empleado para aludir a las zonas laterales de la cabeza (sienes), involucrando a la vez la conocida glorieta de la carrera 15 con calle cien (tradicional lugar de la ciudad en donde alguna vez se ubicó la sede del café concierto La Gata Caliente). siempre. Extraña forma de afirmación equivalen- te a “un poco”, “sin duda” o “de alguna forma”. P: ¿Ya se mamó de leer el Bogotálogo? S: Siempre. siéntese… que parados sólo trabajan los peluqueros y el pipí de los hombres. Fórmu- la poco cordial para invitar a un empleado a tomar asiento, equiparando la posición contraria a la elongación del miembro viril y sus cuerpos caver- nosos, o al oficio de un estilista. Siete de agosto. Tradicional vecindario bogotano ubicado en inmediaciones de la calle 66 y la carre- ra 24. Debe su nombre a la antigua existencia de una hacienda llamada en esa forma. sifón. Barril dispensador de cerveza. Cerveza extraída de tal tipo de recipientes. siga ud. Amable abreviatura empleada en res- taurantes de dudosa categoría para invitar a los clientes a ingresar de manera libre y confiada. simasito. Forma, un tanto más servil, de ‘si más’. Casi. sin agüero. De manera audaz. sin cinco. Úsase para aludir a una situación de absoluta iliquidez. sinvergüenza. Individuo en cuyo cuerpo y alma la promiscuidad ha fijado su lugar de habitación. sisas. Afirmación expresa, con distintas variables locales: cinderella, simphonys, cilantros, simpson, sífilis y simcard, entre ellas.
  • 229. (224) situa. Apócope de ‘situación’, por lo general em- pleado en condiciones de emergencia. soachington. Cálido y caricaturesco apelativo con el que se suele aludir al municipio de Soacha. sobadera. Perturbación constante y muy moles- ta. sobandero. Masajista especializado en terapias de sanación muscular u ósea. sobar. Importunar. sobarse. Invitación al estoicismo, a la vez acom- pañada de la indicación del imposible desarrollo de una solución a un determinado problema. sóbese, que no hay pomada. Agresivo llamado al estoicismo y la resignación, para con quien –por su propia voluntad o por el destino mismo– se ve comprometido en una situación desfavorable. sobijo. Masaje. sobrado. 1. Individuo cuyas capacidades desbordan el pro- medio. 2. Arrogante. Soberbio. sobrado de lote. Expresión propia de la década de los 80 del siglo XX para aludir a una situación de holgura de un individuo en un determinado contexto. sobrador. Individuo presumido cuya excesiva confianza, en ocasiones, puede conducirlo al error. sobrados. Restos de un alimento. Véase corrien- tazo. sobre. Vulgarismo para aludir al lecho. El tér- mino se ampara en la analogía existente entre descansar resguardado por las frazadas y hacerlo resguardado por una envoltura de papel. Ayer te- nía tanta gripa que tuve que durar todo el día metido en el sobre. sobremesa. Postre. socialbacán. Individuo moderno de ideas iz- quierdistas, despojado de las maneras hostiles y rudas de sus antecesores. El socialbacán se man- tiene fiel a dichos ideales, pero su actitud es sin duda más sofisticada, moderna y afín a la cultura, y menos antipática que la de los izquierdistas de viejo cuño. soda, qué. Anacronismo muy propio de los 70 y 80, empleado por la juventud bogotana con pre- tensiones modernizadoras en aquellos ya lejanos tiempos para aludir a algo agradable y sorpren- dente. solar. Jardín y patio trasero de las casas. La inexistencia de parques públicos en la Bogotá republicana propició la existencia de una buena cantidad de solares en los barrios centrales de la ciudad. solicite su crédito, que nosotros con gusto se lo negamos. Ingeniosa, cómica y muy cortés fórmula para indicar a alguien las políticas de un negocio con respecto a las facilidades crediticias. sollado. Dícese de quien se halla sumido en un plácido sopor por causa del consumo de cierta sustancia estupefaciente. sollarse. Alcanzar un estado de laxo bienestar, por lo general bajo los efectos de algún estupefa- ciente. solle. Estado de locura e ispiración, en la mayor parte de los casos provocado por la ingesta de estimulantes. (sobremesa)
  • 230. (225) *bogotálogo soltura. Afección diarreica. sonarse. Remover las mucosidades de la nariz mediante un enérgico y ruidoso soplido cuya sono- ridad suele resultar molesta para quienes tienen la desgracia de ser testigos de tan íntimo acto. sonido. Expresión de discutible gusto empleada por los encargados de probar micrófonos en el marco de conferencias, recitales o de cualquier otro evento en el que se requiera de amplificación. Es empleada también para alertar a los presentes del peligro de ser oídos profiriendo alguna infor- mación impropia en voz alta. sopa de colí. Suculento brebaje líquido elabora- do a base de agua, sal, condimentos y plátano. sopa y seco, dar. Demostrar la absoluta supe- rioridad en un determinado conocimiento o acti- vidad. sopas. Voz de alerta para advertir de alguna pre- sencia amenazante. sopita, echar. Expresión de baja ralea para alu- dir al acto de alimentarse. soplado, salir. Abandonar un proyecto o una actividad con inusitada velocidad. soplar. Aspirar una droga por vía oral o nasal. soplarse. Enojarse. Hurtar un determinado bien. soplete. Ayuda nemotécnica ilícita empleada en forma generalizada por los estudiantes de cole- gios y entidades universitarias, consistente en un micropapel con los contenidos cifrados de los eventuales datos que pueden ser preguntados en el marco de alguna evaluación. sorbete de curuba. Suculenta bebida típica de nuestra capital. Se elabora con leche, crema de leche, agua, azúcar y –como es lógico– pulpa de curuba vaciada de su cáscara con una pequeña cuchara. Los ingredientes son mezclados en li- cuadora. Luego, el líquido es filtrado por un tamiz al que se denomina colador. Se sirve frío y es un excelente acompañante de un variado tipo de co- mestibles. sorrostricar. Perturbar, incomodar. sostener la caña. Mantener una mentira o una situación insostenible. No tengo plata para seguir pagando la cuota del apartamento, pero voy a tratar de seguir sosteniendo la caña a como dé lugar. sosténgamelo en la cara. Vigoroso y amena- zante llamado a la franqueza dirigido a un indivi- duo de cuya sinceridad se sospecha y a quien se acusa de hipócrita. soy pobre y vivo lejos. Lastimera expresión, por lo regular empleada en sentido irónico para autovictimizarse ante el interlocutor. sport, ropa. Anglicismo anacrónico empleado para aludir a atavíos deportivos o informales. sticker. Afectado anglicismo acuñado en los 90 por parte de quienes encontraron en éste una for- ma de mostrarse más solventes en el manejo de la lengua inglesa, dictaminando a la vez la muerte lenta de la tradicional calcomanía, mucho más cercana a los afectos de los colombianos desde lejanos tiempos. su educación, permítamen. Fórmula servil de saludo empleada de manera recurrente y automá- tica por los vendedores ambulantes de autobuses o por los menesterosos acostumbrados a derivar sus fondos de la mendicación de buseta. sua. 1. En lengua chibcha, día. 2. En lengua chibcha, sol. Tal vez variable de 'xue'. sua meca. En lengua chibcha, periodo del día comprendido entre el comienzo de la tarde y el inicio de la noche. sua mena. En lengua chibcha, periodo compren- dido entre el comienzo de la mañana y el medio- día. suavena, con. Expresión de dudoso gusto para indicar la delicadeza con la que debe de ejecutar- se una determinada acción. ¡Wilson! Ese repuesto es delicado. Si va a montarlo, hágalo con suavena. Véase con mañita.
  • 231. (226) suba. 1. Chibchismo. Puede traducirse como ‘en frente’. 2. Vecindario. subido. Individuo afligido por un atípico estado de arrogancia. Véase más picado que muela de gamín, picado. subienda. Periodo transitorio en el que la densi- dad de peces en un río se incrementa. subir. Dada la conformación del suelo bogotano, en el imaginario de los habitantes de la ciudad subir es desplazarse hacia el oriente. sucia. Mujer de execrable reputación sexual. sucursal. Amante. Dícese de quien prodiga favo- res sexuales a un individuo al margen del sagrado tálamo conyugal. sudado. Comestible casero de alto contenido farináceo, conformado por carnes, arroz, papa, yuca y plátano elaborados al vapor y bañados en un suculento guiso a base de tomate y cebolla. Pese a lo repugnante de su nombre, el sudado es de hecho uno de los más apetecidos comestibles de la cocina criolla. sue. En lengua chibcha, pájaro. suelazo. Caída brusca. suelto. 1. Dinero en billetes o en monedas de baja deno- minación. 2. Individuo afligido por alguna dolencia diarreica. suerte, es que les digo. Fórmula de despedida de corte irónico y desobligante. suerte y muerte. Vulgarismo de gusto dudoso utilizado como fórmula de despedida. Su uso se generalizó a finales de la década de los 80 del siglo XX, pero ya ha ido cediendo su lugar a otras expresiones más contemporáneas. suéter. Fórmula típica de despedida, derivada de ‘suerte’. suéter de lana vírgen. Véase suéter. suhuza. En chibcha, unidad de medida equivalen- te a ocho. sumercé. Pronombre personal un tanto servil y en franco proceso de desaparición, empleado para dirigirse con modestia a los superiores. supcua. En lengua chibcha, cangrejo. súper. Prefijo un tanto anacrónico utilizado para denotar superlatividad o superioridad. En su afán por sonar juveniles, algunos vejetes lo emplean un tanto equivocadamente en expresiones ya anticua- das tales como ‘súper bien’ o ‘súper bueno’. supervisapo. En la jerga corporativa informal, individuo encargado de monitorear el desempeño laboral de los empleados a su cargo. El término es el resultado de unificar los términos ‘supervisor’ y ‘sapo’. Con frecuencia, un supervisapo deriva un gusto morboso al señalar las fallas de los opera- rios bajo su jurisdicción para, a su vez, ganarse los favores de los superiores. sureño. Residente de la zona sur de la ciudad. sutián. Sostén. sysqui. En lengua chibcha, cabeza. (supervisapo) El poeta Carranza y dos periodistas, todos atentos a la máquina de escribir, 1943. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
  • 232. (227) *bogotálogo ta. En lengua chibcha, unidad de medida equiva- lente a seis. Labrantío. tabogo. Remoquete cariñoso y simpático con el que algunos suelen aludir a la capital. Aunque obvio es decirlo, surge de trastocar el orden silá- bico del nombre. tacar. Cometer un error o incurrir en una impre- cisión en medio de un juego de billar, al golpear las esferas con el taco. tacar burro. Errar de manera vergonzosa. tacho remacho. Mantra lúdico de los chicuelos empleado para solicitar un extemporáneo tiempo de distensión o una zona de neutralidad en medio del juego. tai. En la jerga de los pequeños, voz de llama- do para solicitar un tiempo de gracia durante el trámite de algún juego. Aunque ello no se ha comprobado, y para vergüenza de los bogotanos, hay quienes lo relacionan con cierta distorsión del anglicismo time. taita. 1. Progenitor. 2. Chamán, dedicado a guiar a los participantes en tomas de yagé y demás rituales ancestrales. talco, peinado. Burda y manoseada fórmula có- mica para aludir a quien no suele peinarse una vez se despierta. El término, ya anacrónico, procede de la abreviación del término ‘tal como se levantó’. Talcual. Entrañable personaje de cuerpo peque- ño y voz áspera, creado a principios del siglo XXI como figura principal de una campaña contra la especulación y en defensa de los derechos del comprador promedio, a través del reconocido espacio televisivo ‘El boletín del consumidor’, fundado por Ariel Armel. talcualear. En la jerga de universitario burdo, fotocopiar. tamal bogotano. Especie de hayaca elaborada con una masa blanda de harina de maíz, en al- gunos casos aderezada con manteca de cerdo y caldo de carnes de res, gallina y puerco bañadas en guiso de arroz, garbanzos y cabezas de ajo. El conjunto se presenta envuelto en hojas de plátano. tamborear. Despedir o expulsar a alguien de un determinado ambiente. tanquear. 1. Abastecerse de combustible. 2. Vulgarismo para aludir al acto de alimentarse, equiparando el sistema digestivo de un humano al sistema de abastecimiento de combustible de un vehículo. ¡tantas curvas y yo sin frenos! Vulgar fórmula de halago empleada para referirse a las turgen- cias femeninas y al estado de lubricidad experi- mentado por el hablante a causa de ellas. Véase arrecho. tapada, a la. En la jerga de los jugadores de cartas, escogencia dejada al azar, confiada a la suerte propia. tapado. Taimado. Hipócrita. El término se utiliza para aludir a quien actúa de manera subrepticia, desleal, deshonesta y silenciosa. tapado en plata. Dícese de un individuo adine- rado. tap’e tusa. Término en desuso para aludir a una bebida alcohólica de destilación casera. Se le llamó así dado que, en la mayoría de los casos, dichos brebajes eran tapados con los restos de una mazorca. tapitas. Véase yermis. t
  • 233. (228) taponazo. 1. Brusco e involuntario golpe, casi siempre ases- tado con un balón de fútbol. 2. Alusión a un acto de penetración fálica. taqueada. Reprimenda. taqueado. Recinto o espacio sobresaturado de gentes u objetos. Individuo en condiciones de har- tazgo debidas al excesivo consumo de alimentos. taquear. Imprecar. Regañar. tarambana. Individuo desprovisto de cordura y juicio. tarilas. Individuo torpe y falto de inteligencia. tarrado, cómase un. Invitación descortés con la que se impreca y denuesta a un interlocutor al conminarlo a ejercer la coprofagia, consumiendo las excretas en una repugnante presentación de lata. tarrear. Expresión empleada por los adolescen- tes de clases medias y altas de la ciudad –por lo general procedentes del sector de Chapinero– en la década de los 60 del siglo XX, para aludir al oportunista y libidinoso acto de palpar, con o sin su anuencia, las zonas pudendas de una empleada dedicada a oficios domésticos. Véase bluyinear, maniculichimbiteteo, maniculichochiteteo, manicu- liteteo. tarro, voz de. Voz atonal, molesta y desafinada. tarros. Expresión un tanto vulgar para aludir a las piernas femeninas. tatabra. Individuo propenso al enojo. tatabrón. Jovenzuelo de considerable estatura. tatarapizca. Ancestro femenino presente en el árbol genealógico familiar, cuya reputación, no obstante, se encuentra en entredicho. tatareto. Tartamudo. El término se utiliza tam- bién para aludir a quienes, por causa de la ingesta desmesurada de algún destilado o añejo, se en- cuentran en dificultad para comunicarse con sus semejantes. tatequieto, poner el. Manida expresión em- pleada por los tituladores de diarios e informati- vos radiales y televisivos. Se deriva de la expresión ‘estate quieto’ e indica el acto de dar término a una situación o hecho anormal. té de Bogotá. Alstonia theaiformis. Una de las muchas especies vegetales descubiertas por José Celestino Mutis durante su expedición botánica. La planta crece en la sabana y es también conocida con el nombre vulgar de ‘palo blanco’. ¡te vi! Fórmula poco cordial de despedida, em- pleada para indicar, sin ninguna discreción, el deseo de evitar la futura presencia de un determi- nado individuo. tebas, ser el. Ser el más calificado, dotado o capacitado para la ejecución de una determinada tarea. (tebas, ser el) Primer campeón de atletismo de 5.000 y 10.000 metros planos, Jorge Nava, a la llegada a la meta en Bogotá, 1944. Daniel Rodrí- guez / Colección MDB - IDPC
  • 234. (229) *bogotálogo (tejo) El alcalde de Bogotá Carlos Sanz de Santamaría jugando con sus allegados, 1944. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
  • 235. (230) teclas. Turgencias pectorales de una dama. tegua. Dícese de quien, sin haberse recibido como profesional en el ramo de la medicina, ofre- ce sus servicios informales como doctor. Curan- dero. tejo. Deporte nacional, originado en el altiplano cundiboyacense. Consiste en el lanzamiento de una pieza de piedra o metal de forma redonda (tejo) hacia una plataforma inclinada de arcilla húmeda, en la que hay dispuestas cuatro peque- ñas láminas triangulares debidamente equipadas con pólvora y prestas a estallar al contacto del misil. El equipo o individuo que acierte en mayor número de oportunidades es el ganador. No obs- tante, más allá de las exigencias y reglamentos que regulan el tejo, el más inviolable y sacro de sus predicamentos es el consumo copioso de cerveza, obligación ineludible para todos sus cultores. telebobela. Expresión popularizada en los años 80 del siglo XX por el legendario sema- nario cómico de televisión ‘Sábados felices’, en alusión caricaturesca a la deplorable cali- dad argumental de muchas de las telenovelas emitidas por los canales nacionales en aquel entonces. tema. En la lengua vulgar, burda, inescrupulosa y sobornable de algunos operadores, programa- dores corruptos de radio y promotores de casas disqueras, canción. temazo. Véase tema. tembo. Apócope de ‘atembado’. temblar. Dicho de un videograma preservado en el muy bogotano formato de Betamax, presentar fallas en el sistema de ‘tracking’ por desgaste de las cabezas o deterioro de la cinta. Bogotá, al igual que toda Colombia, se ufanó de ser territorio Betamax durante la década de los 80. Véase ¿qué máx, betamax? tembleque. En alusión a una cinta de Betamax, acción y efecto de temblar. templado. 1. Enojado. 2. De carácter sólido. Con temple. templar. Arribar a algún lugar. templar carpa. Experimentar una incómoda erección, difícil de ocultar. tenaz. Increible. Destacable. Maravilloso. Exage- rado. Tengo un hambre ni la tenaz. tener de las huevas. Enfrentar una situación de suma presión y cargas laborales, económi- cas o académicas excesivas. Estoy pagándoles la universidad a mis tres hijos, y me tienen de las huevas. tenga, pa’ los dulces. Eufemismo empleado como anticipación a la entrega de alguna dádiva monetaria, que suele proporcionarse como con- traprestación a una actividad realizada en forma voluntaria, como gratificación motivada por un soborno o como obsequio espontáneo a un pe- queñuelo, en muchos casos por parte de algún pariente cercano o amigo de la familia. tenga pa’ que lleve. Si bien el origen de la ex- presión debió cimentarse en la generosidad y en el deseo de compartir, su fin es más bien irónico, pues no alude en su contenido a un elemento de bienestar, sino más bien a un perjuicio ocasionado al incauto o al débil. tengo un filo, que si me agacho me corto. Vulgarismo bastante común para ilustrar una situación desesperada de hambre o de ansiedad por alimentos. Se fundamenta en el significado coloquial del término ‘filo’. tengo una miada, que me sabe la boca a champaña. Alusión a una condición de sobrecar- ga y de continencia forzada del líquido urinario, debida por lo regular a la ausencia de un mingito- rio cercano; su mayor síntoma, aparte de fuertes
  • 236. (231) *bogotálogo punzadas en el bajo vientre, es un extraño sabor ácido en el paladar. tenido. Ruin. Tacaño. Egoísta. Poco dado a la generosidad. tepa. Abreviatura ligeramente afeminada para ‘¿te parece?’. Suele ser respondido con un ‘mepa’ aprobatorio. Véase kepa, mepa. tercer puente. Frecuente aunque anacrónica forma de aludir al puente vehicular localizado en la calle 170 con autopista Norte. Es una he- rencia ancestral de los tiempos en que, en efec- to, este era el tercero y último en la corta lista de enlaces levadizos que permitían atravesar la incipiente vía sin afectar su tránsito de automó- viles. terronera. Sensación de pánico o de temor exa- gerado que antecede a un hecho riesgoso o com- prometedor. teso. Individuo impresionante por su fortaleza o sus habilidades en el ejercicio de una determinada actividad. tetero. Recipiente para la lactancia artificial o contenido lácteo del mismo. teteros. Vulgarismo para aludir a la prominencia de las glándulas mamarias de una dama. tetiado. Lleno. Saturado. Atiborrado. tetiar. Atestar un determinado local con la pre- sencia excesiva de seres humanos. teto. Úsase para aludir a las condiciones de ha- cinamiento que caracterizan a un determinado lugar. tetrahijueputa. Variable cuadrangular de la reconocida fórmula de denuesto. tibieza. Molesta sensación de calor presente en los cuerpos de los individuos que por alguna razón, voluntaria e involuntaria, se han visto impedidos de dar cumplimiento al saludable y sagrado menester del baño diario. tiempos del ruido. Fórmula afincada en la memoria colectiva de los bogotanos desde el siglo XVII. Alude a un extraño e inexplicable fenómeno acústico acontecido en la madru- gada del 9 de marzo de 1687, cuando por toda la ciudad y sus confines se sintió un estrépito misterioso que se prolongó por unos minutos. Su causa continúa siendo un enigma, aunque es interpretada, de acuerdo con las creencias de cada individuo, como un prodigio celestial, como un fenómeno meteorológico, como una mentira histórica o como producto de un sismo lejano. Decir que algo pertenece a ‘los tiempos del rui- do’ es remontarlo a épocas pretéritas. tienda. Expendio misceláneo de víveres, be- bidas y bienes varios. La tienda del barrio es al bogotano lo que el pub al británico, lo que el bar al norteamericano, lo que el café al parisino o al porteño, y lo que la tasca al ibérico. En la tienda, además de oírse entrañables tonadas populares que emanan de las bocinas de radios y videorockolas, pueden consumirse toda suerte de alimentos, además de espíritus alcohólicos que van desde el aguardiente hasta el refres- cante néctar de cebada. A esto debe añadirse la existencia de ciertos tenderos generosos, y de la posibilidad de alimentarse a crédito. En las tien- das pueden entablarse magníficas amistades con el obrero, el vigilante, el alcohólico o el ten- dero del vecindario, individuos de cuyo ejemplo hay mucho que aprender. Quienes logran un alto nivel de confianza con los propietarios de las tiendas, podrán inclusive abrir ‘cuentas’ y gozar de los excepcionales beneficios crediticios que los clientes predilectos disfrutan a granel. Véa- se el que fía no está, hoy no fío, mañana sí. tiene huevo. Voz de reproche hacia la conduc- ta de un individuo, por lo general descarado, equivocado o abusivo. ¡Tienes huevo si me vas a pedir prestado sin haberme pagado lo que ya me debías! Véase mandar cáscara.
  • 238. (233) *bogotálogo tiene los servicios cortados. Figura retórica empleada con frecuencia para aludir al momento en que –debido a una conducta inapropiada o des- leal– la pareja de un individuo cualquiera decide negarse a recompensarlo con el débito conyugal. Se emplea además para referirse al momento en que alguien pierde, de manera temporal, el favor de otro individuo. tiene más entradas que Santodomingo. Fórmula cómica e ilustrativa para aludir a una pronunciada calvicie frontocoronaria, equipara- ble, por el volumen de la frente, a los ingresos de uno de los famosos magnates nacionales. Úsase también con Ardila Lulle o con cualquier otro mul- timillonario. tiene más entradas que Unicentro. Fór- mula cómica análoga a ‘tiene más entradas que Santodomingo’, pero en este caso ambientada en uno de los más grandes centros comerciales de la ciudad, localizado en el populoso sector de Santa Bárbara, entre las calles 120 y 127, y las carreras 13 A y 15. Véase tiene más entradas que Santodomingo. tiene más frente que las Farc. Fórmula có- mica análoga a ‘tiene más entradas que Santo- domingo’ y a ‘tiene más entradas que Unicentro’, en la que se apela a los muchos contingentes de los que dispone el grupo armado ilegal Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. tiene más ojos que una piña. Vulgarismo empleado para alabar la belleza ocular de un in- dividuo. tiene más patas que una mesa de billar. Burda y machista expresión de galantería, em- pleada con el objeto de poner de relieve la belleza de las piernas de una dama. tiene más plata que un cura con dos parro- quias. Alusión a la incalculable fortuna de un individuo, consistente en insinuar que ésta supera a la de un prelado cuyos ingresos proceden de las cuantiosas contribuciones de los feligreses de una dupla de iglesias. tiene más presencia un moco en una corbata. Gráfica y despectiva alusión al mal aspecto de un individuo, equiparable al de una secreción mucosa sólida adherida a la prenda en cuestión. tiene más reversa un avión. Voz indicativa de intransigencia o de la imposibilidad de rever- tir un asunto, comparada con la inexistencia de un mecanismo aeronáutico de reversa. tiene unos ojos como para chuparle las tetas. Vulgarismo masculino por excelencia, empleado para señalar las intenciones lúbricas que una dama despierta entre sus admiradores debido a la belleza de sus ojos sumada a la per- fección de sus turgencias mamarias. tierra caliente. Dada su condición de país sin estaciones, tal expresión se emplea en las re- giones centrales de Colombia para aludir a las zonas de climas cálidos. Por oposición, la tierra fría es aquella de temperaturas bajas. tierrero. Situación conflictiva y enmarañada. Pugna. Riña. tieso y parejo. Con fuerza y persistencia. tiestazo. Golpe severo, producto generalmente de una caída. tigre. Individuo experimentado en una lid deter- minada, que bien puede ser deportiva, amatoria, administrativa o laboral. timbrarse. Enojarse o sobrecogerse ante un estimulo determinado. tinieblo. Amante. Dícese de quien sostiene en- cuentros libertinos e incastos con mujeres casa- das o núbiles, usualmente consumados en mote- les, tabernas y lugares crípticos, todo con el fin de guardar la debida confidencialidad. tinterillo. Dícese de aquel que –sin haberse reci- bido de abogado– funge como tal.
  • 239. (234) tinto. Café negro. En el resto del mundo la expre- sión causa desconcierto, pues los demás países hispánicos entienden por ‘tinto’ un vino de color oscuro. tiple. Curioso instrumento musical exclusiva- mente colombiano, conformado por cuatro órde- nes de cuerdas de afinación idéntica a la de una guitarra. tira la piedra y esconde la mano. Úsase para aludir a un individuo incapaz de responsabilizarse por sus actos y, además, sumido en una suerte de hipocresía combinada con falta de valentía para afrontar las consecuencias de sus actos de agre- sión vedada. tiradera. Jodienda. tiradera, hacer la. Perturbar o incomodar a un individuo. tiraderas. Denominación conferida por los cro- nistas al tipo particular de lanzas empleadas por el pueblo chibcha. tirando pólvora en gallinazos. Expresión propia de Antioquia y el gran Caldas, con la que se hace referencia al acto de desperdiciar energías o recursos en causas o individuos que no los ame- ritan. tirantas. Calzonarias. tirar. Copular. Amancebarse. tirarle seriedad. Comportarse en forma seria y adusta. tirarse. Estropear. tirárselas. Darse inmerecidas ínfulas. tiro de as, a. Expresión muy propia de comenta- ristas y periodistas deportivos. Se usa para aludir a un hecho inminente, que está a punto de cum- plirse. Por lo general alude a un acontecimiento positivo. tiro de buñuelo, a. De inmediato. Hacer tiros. Instante en que una determinada sustancia o ac- ción surte efecto. Tisquesusa. Según los cronistas, cuarto zipa de Bacatá. Sucedió a su tío Nemequene. Su pri- mera ejecutoria consistió en alinear un ejército de 70 mil hombres para vengar la muerte de su pariente, quien había perecido a manos de Que- muenchatocha, zaque de Tunja. Tras el inicio de una cruel batalla por el dominio de esta población y debido a la extenuación de los combatientes, se firmó la paz. Luego, Tisquesusa procedió a una ofensiva contra los sublevados caciques de Ubaté y Susa, de la que salió vencedor. La tranquilidad persistió por diez años, hasta la llegada de las huestes españolas. El célebre zipa combatió en dos oportunidades a los hombres de Gonzalo Jiménez de Quesada: la primera en Zipaquirá y la segunda en estribacio- nes del actual río Bogotá. De ambas salió derrota- do. Al término de la segunda huyó a cercanías de lo que hoy se conoce como Piedras del Tunjo, en donde fue cazado y ultimado a manos de Alonso Domínguez. Tisquesusa fue sucedido por Sagipa. Véase Meicuchuca, Nemequene, Sagipa, Saguaman- chica, zaque, zipa. tithua. En lengua chibcha, jefe de tribu. toalla. Expresión cariñosa y cómica con la que los fanáticos del mondongo suelen aludir a la natura- (tinto)
  • 240. (235) *bogotálogo leza de la carne servida en el mencionado platillo, dada la semejanza de la textura de su epidermis con la del tejido de un paño para secar. tobia. Chibchismo que significa canasta. toche. Expresión importada del Tolima grande y/o Santander empleada para aludir a la torpeza de un individuo. ¡todo bien, todo bien! Mantra optimista y minimalista impuesto por el afamado futbolista profesional Carlos ‘El Pibe’ Valderrama en el mar- co de los desastrosos resultados del combinado balompédico patrio durante el mundial de Esta- dos Unidos en 1994. Úsase indistintamente como pregunta o como afirmación. Úsase también en sentido irónico. Véase el que no hace los goles los ve hacer, por ahí no se dieron las cosas. todo full, a. 1. A cabalidad. Anglicismo redundante y absurdo. Véase a full. 2. Con absoluta velocidad. todo lo del pobre es robado. Franca alusión a la triste creencia tendiente a restar méritos a los logros de quien no pertenece a las clases hege- mónicas o a atribuir sus logros y sus éxitos pecu- niarios a actividades delictivas. todo niño nace con un pan debajo del bra- zo. Falsa creencia difundida por padres y familias irresponsables, fundamentada en la idea de que el simple nacimiento de una criatura es garantía de que ésta jamás habrá de padecer hambre. toes qué. Burda forma de saludo derivada del también un tanto burdo ‘¿entonces qué?’. togua. Chibchismo: copo para hilar. tolempo. Torpe. tomáis. En la jerga de la construcción, expresión resultante de invertir y distorsionar las sílabas que componen el vocablo ‘maestro’. tomate chonto. Lycopersicum esculentum. Es- pecie de tomate de uso común en la sabana bogo- tana, popularizada por las jornadas pedagógicas contra la inflación bajo la batuta del filantrópico Ariel Armel. tomatrago. Individuo dionisíaco y propenso a la beodez. tomba. Úsase para aludir de manera genérica a quienes hacen parte de la fuerza policial de la ciudad. tombo. Voz de desprecio con la que se descalifica a cualquier miembro de la Policía. tome, pa’ que se entretenga. Fórmula en apariencia amable, pero un tanto amenazante, de asignar a un individuo una determinada tarea. tomín. Vulgarismo para aludir al órgano copula- torio y urinario de un caballero. tons. Burdo apócope de ‘entonces’. Véase toes qué. tontarrón. Individuo torpe y pretencioso. tontoniel. Úsase para aludir a un individuo de limitadas capacidades intelectuales. topa tolondra, a la. Actividad realizada sin es- mero ni técnica. Una obra tan importante como la de Transmilenio no debe hacerse a la topa tolondra. topcito. Extraña forma diminutiva y generalizada con la que se alude a aquella prenda de vestir femenina encargada de cubrir el pecho y de des- cubrir la cintura. topo. Especie de alfiler de oro empleado para sostener las mantas sobre el pecho. Su cabeza suele tener forma de cascabel. Curiosamente, otros pueblos nativos americanos emplean la expresión para aludir a un pendiente o arete. toque. Unidad de medida empleada para referir- se a una cantidad pequeña. torcido. Ardid deshonesto. Negocio sucio. tota. Chibchismo: reflejo del cielo. totazo. Golpe involuntario en el cuerpo, con fre- cuencia debido a la impericia de quien lo experi- menta. tote. 1. De acuerdo con una inexacta creencia popular, precursor infantil de las 'papas explosivas', cuyo
  • 241. (236) auge tuvo lugar entre los años 60 y 80 del siglo XX. El clásico tote consiste en dos secciones de pólvo- ra en forma de macropastillas envueltas en pape- lillos de colores, cuyo contacto con el piso provoca una estrepitosa explosión. Muchos pequeñuelos con precoces instintos homicidas o pirómanos hicieron uso de éstos para agredir a sus condis- cípulos. Por lo general los totes eran distribuidos preferencialmente por los zapateros de barriada. La confusión está legitimada por el DRAE, al iden- tificar los ‘totes’ con lo que en Bogotá se llamaba ‘torpedos’. Los torpedos, en efecto, eran pequeñas ‘papas explosivas’ del tamaño de una falange que estalla- ban al arrojarse con fuerza contra una superficie dura, produciendo un ruido similar al de un dis- paro con arma de poco calibre. Estos son los que describe el texto. Pero los totes eran otra cosa: gotas solidificadas de una materia fosfórica altamente tóxica, pega- das en un papel corriente. El usuario arrancaba una de estas pastas azulosas y la raspaba contra el asfalto para “prenderla”, soltándola luego por- que lo podía quemar. El tote se consumía durante pocos segundos en una ruidosa e ininterrumpida serie de minúsculas explosiones que, sumadas, constituían un sonido muy característico. Los verdaderos totes fueron la “pólvora decem- brina” más económica y popular por largo tiempo, pero sus propiedades tóxicas irreversibles hicie- ron de ellos una de las herramientas predilectas de los suicidas. Así mismo, innumerables niños quemados murieron por los efectos del fósforo blanco que se empleaba en su composición. Su prohibición fue bastante anterior a la del resto de productos explosivos ornamentales. (tombos) La muerte de un árbol, 1950. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
  • 242. (237) *bogotálogo 2. En la jerga delincuencial, arma de fuego. tote, estar como un. Encontrarse en extremo enojado. totear. Estallar. Tiene su origen en el antiguo término chibcha tohoty, cuyo significado es el de ‘reventazón’. totearse de la risa. Ser víctima de un intenso e histérico ataque risueño. totumada. Unidad de medida correspondiente a la capacidad de una totuma. totumazo. Golpe propinado con la palma en la frente de otro individuo. Tpb. Siglas identificativas del desaparecido Tea- tro Popular de Bogotá, uno de los más importan- tes centros de producción y divulgación del teatro, fundado a comienzos de los 70 y desaparecido en los 90 del siglo XX. traba. Condición experimentada por quien se en- cuentra bajo los efectos de algún estupefaciente. trabaja más que gorgojo en un riel. Úsase para ilustrar la poca vocación de un individuo por la laboriosidad, equiparable, según la frase, a lo poco que puede hacer uno de los coleópteros en cuestión al tratar de alimentarse de un carril fé- rreo. ¡trabajar, trabajar y trabajar! Polémico mantra vital esgrimido durante los ocho años de gobierno de uno de los más populares presidentes de la República en la historia moderna de Colom- bia. traga. Estado de embelesamiento y estupidez padecido por quien se haya prendado de otro in- dividuo. tragado. Prendado. tragantina. 1. Vulgarismo con el que se alude a los alimentos. 2. Faena de ingesta profusa de comidas. tragueado. Individuo transformado por los efec- tos del etil. trajeado. Expresión empleada para aludir a la forma de vestir de un individuo determinado que, según el caso, puede estar bien o mal trajeado. tranca. Aparato fálico. tramacazo. Golpe fuerte producido en la mayoría de los casos por un accidente o caída. tramar. 1. Mentir. 2. Despertar interés. 3. Engatusar. trancado. Voz angurrienta utilizada por indi- viduos necesitados de saciar sus gaznates con copiosas dosis de alimentos al sentarse a mante- les. La expresión “un almuerzo bien trancado” es también empleada como estrategia de seducción por parte de los expendios de comidas de dudoso perfil. trancón. Congestión de tránsito (junto a Monse- rrate, a la Plaza de Bolívar y al tamal con chocola- te, uno de los emblemas identificativos de nuestra capital ciudad). La fama nacional de Bogotá, como la ciudad de los atascamientos del tráfico vehicu- lar no ha podido ser contrarrestada por medida alguna.Véase busetero, fercho, pico y placa, tetiado. tranquil(o) a, que yo le respondo. Frase campeona entre quienes desean huir impunes de un accidente de tránsito o anticoncepción fallida sin tener que acudir a instancias oficiales o sufrir intervenciones por parte de la fuerza pública. “¿Pa’ qué nos vamos a enredar la vida con cro- quis y citaciones y cosas? Mejor venga, le doy mi teléfono, que yo conozco un taller bueno en donde me hacen las cosas bien y baratas. Llámeme esta tarde. Tranquilo que yo le respondo”. También es común su uso en escenarios en los que se comu- nican paternidades solteras indeseadas por venir. “No se preocupe, mami, que yo no la voy a dejar engrampada. Déjeme, voy a solucionar un asunto en los Llanos y cuando vuelva hablamos con sus papás y nos vamos a vivir juntos. ¡Tranquila, que
  • 243. (238) yo le respondo! ¡No se preocupe por médicos, ni por pañales, ni por nada!” transmi. Fórmula cariñosa para aludir al siste- ma de transportes masivos de mayor cubrimiento en la Bogotá de comienzos del siglo XXI. transmierdero. Fórmula, para nada cariñosa, con la que se hace alusión de manera crítica al sistema de buses articulados Transmilenio. transmilento. Término desligado de la realidad en el que se atribuye al sistema de transportes de la ciudad una inexistente lentitud. transmilleno. Juego acrónimo de palabras con el que se pretende criticar el alto flujo de viajeros en el sistema de transportes Transmilenio durante determinadas horas del día. Véase chucha, tetiado. transversal. Vía paralela a los cerros, con carac- terísticas casi idénticas a la de carrera, pero, de manera arbitraria y del todo inexplicable, llamada en forma distinta. Véase diagonal. tranvía. Sistema de transporte por rieles cuya operación en la ciudad, entre 1884 y 1952, cum- plió de manera eficaz con las necesidades de desplazamiento de los bogotanos. Al principio fue remolcado por mulas y conocido como ‘tranvía de sangre’, pero a partir de 1910 el sistema eléctrico comenzó a ser implantado en forma paulatina. El responsable de su eliminiación fue Fernando Mazuera Villegas, quien hasta el final de sus días manifestó su orgullo por haber adoptado tan poco romántica medida. trapear el piso. Propinar a un individuo, sub- alterno o en condiciones de indefensión, un trato humillativo y esclavista. trapero. Artefacto empleado en la limpieza de pisos. traqueado. Envejecido. Desgastado. traqueto. Individuo dedicado al narcotráfico como profesión. En el imaginario colectivo del
  • 244. (239) *bogotálogo bogotano, el traqueto se caracteriza por el innece- sario exhibicionismo de su poder adquisitivo, por la ostentación de los bienes y por la fastuosidad de todo cuanto le rodea, incluidas sus mujeres, quienes por lo general han sido sometidas a exahustivas cirugías estéticas. trasteo. Mudanza. El término alude a la expre- sión ‘trasto’. tribiyi. En los años 80 del siglo XX, el término se utilizaba para aludir a quien gustaba de exagerar una moda. tricorner. Barbarismo derivado de las palabras inglesas ‘three’ y ‘corner’. Se emplea para aludir a una popular marca de ron. trigo. Apócope de trigonometría. (trasteo) Desalojo, 1942. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
  • 245. (240) tripichín. Faena sexual simultánea en la que están involucrados tres individuos. triplehijueputa. Manera certera de reforzar el insulto hacia la vejada progenitora del interlocu- tor. triplepapito. Protomacho. Hombre que por su talla, musculatura y vestimenta atrae las miradas libidinosas de cuanta mujer encuentre a su paso. Expresión imitada por cierta horda de televiden- tes, quienes a su vez la aprendieron de un perso- naje interpretado a finales de la década de los 90 del siglo XX por el destacado dramaturgo Fabio Rubiano, en el seriado cómico dominical ‘Vuelo secreto’. troilo. Individuo alelado y poco despierto. El tér- mino está inspirado en uno de los personajes de la novela ‘El divino’, de autoría de Gustavo Álvarez Gardeazábal y adaptada para televisión a media- dos de la década de los 80 del siglo XX. trolley. Sistema oficial de trolebuses de la ciu- dad. Operó entre finales de los años 50 del siglo XX y 1990. trompearse. Besarse de manera impúdica y descarada. Imagínate el asco y la tristeza que me dio ver a mi marido trompeándose con esa guaricha. trompiliso. En la jerga delincuencial, revólver. Mejor que se quede callado, papito, porque aquí detrás suyo tengo un trompiliso. tronchar. Doblarse intempestivamente una articulación de los miembros inferiores o superio- res en medio de una situación accidentada, cuya consecuencia máxima puede ser, incluso, su dis- locación. Por andar escapándome de la tomba me tronché el pie. troncho. Individuo afectado por los efectos se- dantes del tetrahidrocanabinol. Después de tres plones el man quedó troncho. tronco. 1. Individuo poco habilidoso y con serias disca- pacidades motrices que le dificultan el ejercicio competitivo del balompié o de cualquier otra disciplina deportiva. Por desgracia hay una consi- derable cantidad de troncos vinculados de forma profesional a los clubes de fútbol capitalinos. Si Millonarios y Santa Fe siguen contratando tanto tronco no sería raro que terminaran en la B. 2. Caribeñismo, de uso ya generalizado en Bogotá, para destacar las virtudes de algo. ¡El baboso de Santiago se casó con tronco de mujer y tiene tronco de carro! trono. Vulgarismo para aludir a un retrete o ex- cusado. tropel. Zafarrancho que deviene en altercado callejero entre un número considerable de indi- viduos, generalmente circunscritos a pandillas o a grupos de adolescentes o de postadolescentes envalentonados. En la época de los biyis se arma- ban tropeles en Unicentro casi todos los días. tropelero. Individuo entusiasta a la hora de casar camorras, peleas y pleitos. No hay honor más grande para un verdadero tropelero que salir airoso de su gestas, en la misma forma en que no hay peor deshonor que el de saberse derrotado. De todos los tropeleros de Multicentro, el peor era Araque. Véase alzado, biyi, guecha, rabón. tropelia. Remoquete caricaturesco con el que en algún tiempo ciertos bogotanos solían referirse al vecindario occidental de Modelia, según algunos, terreno fértil para el desarrollo de camorras, lu- chas y pugnas de todo jaez. Mis cuchos se cansaron de vivir en Fontibón y compraron casa en Tropelia. tropipop. Género musical de creación reciente, con frecuencia interpretado por músicos oriun- dos de la meseta cundiboyacense, invadidos de un fuerte deseo de lucir tropicales. Pese a haber sido vendido como la gran innovación de la música colombiana contemporánea, bandas como Man- duco y artistas del tipo Nano Cabrera o Yordano habían venido trabajando una propuesta similar de tiempo atrás. El tropipop está sin duda ligado a
  • 246. (241) *bogotálogo una nueva estirpe de individuos, provistos de ma- nillas, sombreros vueltiaos y algunos otros em- blemas más que ellos consideran suficientes para cambiar el país. Gracias a lo anterior, el tropipop ha trascendido los límites de su condición como vertiente sonora y ya comienza a perfilarse como un estilo de vida. Hoy se entiende por ‘tropipops’ a quienes gustan de visitar los establecimientos y de seguir las estaciones de radio dedicadas al men- cionado género, por lo general jóvenes de clase media alta con fe ciega en la institucionalidad y con una visión optimista del país. El tropipop es un ritmo muy nuestro, del que debemos sentirnos or- gullosos. ‘Colombia es pasión’ constituye la marca tropipop por excelencia. trozudo. Individuo de estructura corporal rolliza. trucha. Invitación vulgar a mantener la guardia y a permanecer alerto, cauto y atento. Bueno, viejo: se me pone trucha a camellar o me busco a otro. tú frescavena, que yo chocolisto. Vulgarismo aleve con el que –apelando a dos bebidas lácteas en polvo de uso popular en nuestro país, pero una de ellas descontinuada– se invita al interlocutor a permanecer calmo, a la vez que se indica la presteza del hablante a la hora de lanzarse a un determinado proyecto. tubazo. Vulgarismo para aludir a la inserción del aparato fálico en las zonas pudendas de una dama. tumbada. Acción y efecto de tumbar. tumbar. Hurtar un objeto determinado. Estafar. Llevar a cabo un negocio en extremo favorable para sí y del todo desfavorable para la contrapar- te. Deja que el gamín te tumbe un poco de lo que traes. Esa es la única forma que tienen para ganar. tumbe. Acción de estafar o robar. Severo tumbe el que me metieron en Sanandresito. túmbilis. En la jerga escolar, acción de hurtar la propiedad de algún condiscípulo. ¡Huy: mire la cartuchera de Matallana! ¡Túmbilis! túmbilo. De poca memoria. Desubicado. tupirle. Llevar a cabo una acción con denuedo. (tupirle)
  • 247. (242) túpale. Fórmula de exhortación para invitar a un individuo a trabajar con disciplina y entrega o a ejecutar una acción ante la que éste se encuentra dubitativo. tuqui tuqui lulú. Expresión popularizada por el personaje de William Guillermo (conductor antio- queño de bus en las series ‘Don Chinche’ y ‘Ro- meo y Buseta’). Indica la gravedad de un asunto o el inminente peligro de muerte y suele acompa- ñarse por una suerte de movimiento dáctilo-yu- gular que semeja un cuchillo, con lo que se hace hincapié en lo riesgoso de la situación. Si este man sigue envalentonado: ¡tuqui tuqui lulú! tuquio. Saturado. Hacinado. Véase hasta las te- tas, tetiado, transmilleno. turco. Gentilicio equivocado empleado por los bo- gotanos desde los años 30 para aludir a cualquier árabe residente en Bogotá. Se refiere al imperio turco otomano. turmas. Testículos. turmequé. Tejo, también conocido en la región cundiboyacense como ‘bolo aéreo’. La partida de turmequé se resolvió rápidamente a favor del local. Véase alto turmequé, de. turra. Estado de sopor y confusión que sigue al consumo del canabis. Juego de perinolas. turrera. Sintomatología risueña, adormilada o delirante padecida por quien se encuentra bajo los efectos del tetrahidrocanabinol. Con esta turrera no soy capaz ni de sumar. turro. Individuo afectado por los efectos del con- sumo del tetrahidrocanabinol. El pisco estaba todo turro y ni se dio cuenta. turupe. Montículo sobresaliente que resalta en alguna zona de la epidermis. Voy a tener que ir al dermatólogo porque ese turupe que me salió en la frente no me gusta nada. tusa. 1. Despecho. Padecimiento amoroso difícil de curar. No hay nada peor que una tusa. 2. Residuo de la mazorca una vez desgranada. tuste. Cabeza. tuta, a. Desplazarse a cuestas de otro individuo, imitando el cabalgar un semoviente. Algunos bo- gotanos creativos llevan a cabo actividades lúdicas grupales o de pareja en la mencionada posición, (tuta, a)
  • 248. (243) *bogotálogo tales como carreras de caballos o jugueteos eró- ticos que además de indefinibles resultarían in- mencionables. Si te sientes cansada puedo llevarte a tuta. tutelazo. Acción de tutela. El más popular e im- pactante de los legados de la Asamblea Nacional Constituyente. El cabrón ese al que echamos nos metió un tutelazo. Tuto Barrios. Misterioso personaje proceden- te del elenco del legendario seriado televisivo cómico-costumbrista ‘Dejémonos de vainas’. Sin que jamás hiciera presencia, el Tuto Barrios era en teoría el galán más apetecido por las adoles- centes de la serie, al grado de despertar la curio- sidad de casi todos los miembros de su elenco. Con frecuencia el Tuto era invitado a festividades y encuentros familiares, a los que al final no podía concurrir o a los que llegaba con la cara cubierta por causa de alguna afección cutánea. Tras una única, lenta y muy codiciada aparición, el Tuto mostró ser, contrario a la expectativa del país entero, un individuo afrentado por la estética y en extremo horripilante. ubchihica. En la lengua chibcha, unidad de me- dida equivalente a diez. ulluco. Véase chugua. un arrocito en bajo. Vulgarismo empleado para aludir a quien, de manera calma y sin prisa, aguarda el desarrollo de una situación, por lo ge- neral de ‘flirt’ o galanteo, o espera por un ascenso o una contratación laboral en silencio. un gana-gana. En muchas oportunidades es el retruécano que sigue al consabido y ya mentado ‘¿Cómo vamos ahí?’. Hay, en la mayor parte de los casos, dos formas de estar involucrado en un gana-gana. La primera es siendo víctima de éste, en alguna estafa de las muchas y muy originales que se fraguan en el fértil suelo colombiano. La segunda es siendo su beneficiario, en el marco de alguna de aquellas comisiones de las que tanto saben curadores urbanos, senadores, notarios y otros servidores públicos más. un reguero de pinzas. Fórmula extraída de los gabinetes de un salón de belleza, alusiva a los actos de histerismo o amaneramiento propios de uno o varios homosexuales en medio de una tertu- lia plagada de chismorreos. una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa. Silogismo complejo cuya obviedad no ame- rita definición, empleado para diferenciar dos conceptos de manera tajante. una limonadita de mango. Fórmula cómica para indicar al hablante lo excesivo o imposible de sus requerimientos. Gracias a la llegada de la (u)
  • 249. (244) cocina fusión, a los injertos y a los zumos de fru- tas de dos sabores, la expresión ha ido entrando en desuso. una verga en salsa. Expresión en extremo vulgar para aludir a un individuo arrogante y presumido. Uniplay. Desaparecido local del centro comercial Unicentro, dedicado a los juegos de video electró- nicos que operaban mediante fichas o monedas, entre los que se contaban máquinas de ‘marcia- nitos’, automóviles de carreras y máquinas de boxeo. En Uniplay, durante los 80, se daban cita gran parte de los gamberros del sector de aquel entonces, pertenecientes a pandillas del tipo Las Pirañas o Los Piratas. untado. Dícese de quien se encuentra involucra- do en la comisión de algún ilícito, en el que con frecuencia hay involucrados malversación o desvío de fondos. untar. Ensuciar a alguien en la comisión de un delito. Hacer entrega a alguien de una dádiva impropia en el marco de alguna gestión corrupta. Véase lagartear, sapo, serrucho. upa, año de. Expresión empleada para aludir a un momento lejano en el tiempo. úpale. Voz exclamatoria para señalar un hecho sopresivo. Úsase también para ilustrar una caída o accidente. upac. Unidad de poder Adquisitivo Constante. For- ma de agiotismo consentida legalmente, con la que en teoría se pretendía favorecer los intereses de quienes tenían entre sus sueños el de contar con una vivienda propia. A finales de 90 gran parte de los usuarios de este sistema perdió sus propieda- des, experimentando dolorosos periodos de ruina. upcua. En lengua chibcha, ojo. upcuaga. En lengua chibcha, pestañas. Uricoechea. Linajudo apellido propio del más rancio abolengo capitalino. Entre los bogotanos prevalece la creencia de que los apellidos poco comunes, por lo general de origen vasco, italiano, francés o británico, dotan de inmediato a sus po- seedores de una categoría superior. uste. Véase ústele. usted no me ha visto bravo. Amonestación no muy amigable en relación con la inconveniencia de provocar el enojo del interlocutor. usted no sabe con quién se está metiendo. Fórmula de amenaza análoga a ‘usted no sabe quién soy’, aunque no siempre esgrimida por quien presume de su abolengo, linaje o poderío económico, sino por un representante del bajo mundo o la clase sicarial. Véase usted no sabe quién soy. ¡usted no sabe de quién soy hijo(a)! Fórmula de amenaza fundamentada en los presuntos lazos genéticos del hablante con algún individuo influ- yente. ¡usted no sabe quién soy! Fórmula amenazan- te con la que un individuo –convencido de su abo- lengo, jerarquía o de su categoría de personalidad pública– indica a su interlocutor el peligro que constituye el no acogerse a sus órdenes. Véase picado. ústele. Voz utilizada para demostrar sorpresa ante un evento o comentario inesperado. ¡ututui! Expresión onomatopéyica de galanteo por excelencia de recurrente uso por parte de conductores de autobús y obreros de la construc- ción durante sus muy pocas y cortas jornadas de descanso, en las que, contrario a la costumbre de jugar fútbol en calles transitadas del sector, se deciden a contemplar el andar desprevenido y coquetón de las vecinas del momento. ¡Ututui! ¡Con esa pierna, para qué la otra! uvito de páramo. Gaultheria anastomosans. Ar- busto de hojas pequeñas y dorsiventrales, bastante común en la sabana y en los cerros de la ciudad. uvr. Sistema de revaluación constante de la mo- neda y la propiedad. Reemplazo al UPAC, con re- sultados muy similares a los de su antecesor.
  • 250. (245) *bogotálogo va a llovió. Expresión extemporánea para indicar el inminente advenimiento de un aguacero que antes parecía lejano. va pa’l cielo y va llorando. Por lo general los ricachones suelen ser una estirpe de plañideras, un rebaño de llorones, una bandada de quejum- brosos y un rimero de lamentaciones. No importa cuán holgado y grato sea su mantenerse satisfe- cho. Debido a ello, la mencionada frase es en su esencia más pura el grito de batalla de toda una jauría de quejones de profesión, supuestamente desfavorecidos por los miserables aumentos al salario mínimo o por las políticas gubernamenta- les que muy difícilmente llegan a desfavorecer sus intereses. vaca, hacer. Reunir determinada cantidad de dinero entre varios individuos con el fin de adquirir un bien común o de saldar una acreencia pendien- te, por lo general de índole etílica. Muchos bogo- tanos, justo al momento de hacer su correspon- diente aporte a este tipo de causas, suelen evadir- se, fingiendo que su billetera está atascada en sus bolsillos o que olvidaron traer dinero, dirigiéndose a los servicios sanitarios o simulando una absolu- ta inconsciencia fruto de la embriaguez, de la que suelen despertarse, súbita y milagrosamente, una vez el estipendio ha sido desembolsado. vaca pa’ el guaro. Voz de invitación que, sin es- tar relacionada con el ganado vacuno en mención, estimula a recolectar fondos con el noble fin de adquirir una o varias botellas de la bebida anisada en cuestión. Difícilmente se suele convocar a una vaca para la adquisición de un bien distinto a un producto alcohólico. vacaloca. Situación caótica e inmanejable. Véase mierdero, tierrero. vacamuerta. Mujer parca en las lides coitales. vaciado. Individuo con escasas o nulas capacida- des adquisitivas. vaciado a, ser. Guardar una estrecha y excep- cional similitud con otro individuo. El término se relaciona con la técnica escultórica de reproducir las facciones de alguien mediante la utilización de un molde. Andrés salió vaciado a Misael. vaciar. Reprender. Imprecar. vagonio. Fórmula derivada de ‘vago’. Holgazán. vaina. Término empleado para aludir a un objeto o situación cualquiera cuyo nombre no se recuer- da o se desconoce. Problema de difícil resolución. Conflicto. v (vagonio) Gabriel Trillas, periodista español radicado en Colombia, 1947. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
  • 251. (246) vale hongo. Expresión propia de adolescentes acomodados para restar importancia a algún he- cho determinado. vale huevo. Expresión de la que se hace uso con el objeto de enfatizar en la escasa trascendencia de un hecho. vale verga. Voz indicativa de desinterés ante una circunstancia en apariencia preocupante. Véase importaculismo. valeverguismo. Doctrina de corte estoico y pré- dicas similares a las del importaculismo. Valle de los alcázares. Nombre otorgado por el adelantado don Gonzalo Jiménez de Quesada al encontrarse con la bella sabana de Bogotá, lugar que sin duda debió sorprenderlo debido a su benigno clima, desprovisto de alimañas y de las crueldades propias del trópico. Ahí, el inspirado e inteligente aventurero hispánico decidió fundar esta villa, distanciada más de 300 leguas de los puertos. Véase Bacatá. vallejarto. Expresión de desprecio con la que sus detractores suelen aludir al vallenato román- tico que desde hace cuanto menos veinte años ha invadido nuestras tiendas de barrio y nuestra cultura festiva. vallenato. Aire musical originario de la costa caribe colombiana, en principio interpretado por talentosos juglares que sin duda escribieron al- gunas de las más esplendorosas páginas de la historia de nuestras artes, y hoy heredado por una nueva raza de músicos que, en su mayoría, han alterado las estructuras originales de tal ritmo, convirtiéndolo, según sus detractores, en un ade- fesio estético, de excesiva popularidad entre los nuestros. vara. Dícese de un individuo de estatura promi- nente. varejón. Véase vara. varillo. Canuto o cigarrillo de marihuana. varo. Véase bareto, varillo. vaselino. Véase gomelo. vaya a jugar con lo que mi Dios le dio. Cómi- co llamado para exhortar a un individuo a mante- ner sus manos quietas o a ocuparlas en meneste- res onanísticos, menos peligrosos que los ejecuta- dos en el momento en que ello es solicitado. ¡vaya a quejarse al mono de la pila! Expre- sión equivalente a ‘vaya a quejarse delante de quien no puede oírlo’. Está inspirada en la estatua inicialmente erigida en la Plaza de Bolívar como parte de la ornamentación de la segunda fuente de agua pública en la ciudad, levantada en reem- plazo de la original. La primera pila había sido construida en 1584 a petición de los habitantes de la ciudad, quienes aún se veían obligados a lavar sus cuerpos y ropas en los ríos Manzanares y San Francisco. Para tales efectos, la Real Au- diencia estableció un impuesto a carnes y vinos, removió la picota que antes había en la plaza –en la que se ajusticiaba a presuntos infractores de la ley, muchas veces indígenas inocentes– y ubicó allí la estatua y la fuente. Se cree que en 1861 la base fue reemplazada por una más vistosa, esta vez provista con una estatua un poco tosca de un párvulo, a quien se apodó desde entonces como ‘El mono de la pila’. A partir de ese momento se hizo común la frase ‘váya a quejarse al mono de la pila’, indicación que se daba a quien se lamentaba de algo sin recibir respuesta. Según el reciente li- bro de las investigadoras Clara Inés Ángel y Clara Isabel Mz Recamán, Instituto Distrital de Patrimo- nio Cultural, la segunda fuente la segunda fuente, con su estatua, fue construida en 1775. Represen- ta a un niño vestido con una tela, que bien puede ser Juan Bautista o Neptuno, de acuerdo con distintas versiones. Al parecer la expresión tiene como fundamento la costumbre de dirigirse a la escultura para ponerla al tanto de las pesadum- bres políticas y sociales del pueblo bogotano, a sabiendas de que éstas no van a ser atendidas por
  • 252. (247) *bogotálogo las autoridades. La mencionada estatua fue reem- plazada en 1846 por la de Simón Bolívar. Tuvo una larga itinerancia por distintos lugares, incluidos la Plazuela de San Carlos, el Museo Nacional y el Museo de Arte Colonial (a donde aún podemos ir a quejarnos frente a ella de los problemas sin solución de la ciudad). Ante la imposibilidad de que nuestros clamores sean atendidos por algún organismo público, nos queda –de consuelo– 'El mono’, o, o, en su defecto, la tumba de Leo Kopp. váyase con ese manto a misa y verá que lo canonizan. Expresión de corte monacal emplea- da para indicar al interlocutor su ingenuidad con respecto a un determinado concepto. veintejuliero. Alusivo al 20 de julio de 1810, fe- cha del primer grito independentista. Un discurso veintejuliero es una perorata excesiva, grandilo- cuente y demagógica. velada, tenérsela. Hacer a un determinado indi- viduo objeto de constantes acosos, perturbaciones o mofas. velar. Perturbar a otro individuo. velón. Expresión empleada para aludir a aquel animal que gusta de merodear las mesas en don- de los humanos consumen sus alimentos, en bus- ca de algún obsequio o de hacerse a alguna de las migajas que desde los platos de los comensales caen a la superficie terrestre. vendaje. Mercancía adicional que los comercian- tes, en particular los panaderos, suelen obsequiar a sus clientes por compras considerables. vende hasta un hueco. Clásica alusión a un individuo con destrezas especiales en el arte del comercio. De acuerdo con la creencia popular, el bogotano del promedio no es poseedor de dichas habilidades, mucho más propias –según se suele pensar– del antioqueño. vendido. Individuo presto a acogerse a predi- camentos, causas o decisiones ajenas siempre y cuando vengan acompañados de un pago en papel moneda. veneco. Nacional de la República Bolivariana de Venezuela. Úsase de forma despectiva para aludir a quienes han nacido en el paraíso chavista. venenoso. En extremo costoso. La expresión tie- ne su origen en la posibilidad de que el comprador fallezca al enterarse del precio del producto que pensaba adquirir. venga y le digo cuántos pares son tres mos- cas. Curiosa fórmula empleada para indicar la experticia o sabiduría del hablante con respecto a determinado hecho o disciplina. venida, a la. Al regresar. Durante el viaje de vuelta. venirse. Vulgarismo para aludir al clímax erótico. ventanear. Desdeñable hábito de husmear vidas ajenas a través de los cristales de la ventana. ventorrillo, el. Chichería. verde. Dícese de un gracejo obsceno. vergajo. Infante hiperactivo, travieso y amante de las pilatunas. Hombre de conducta reprochable. vergaminol intrapiernoso. Dosis fálica fun- damentada en la creencia popular de que la pe- netración por parte del miembro viril en la vagina femenina es cura para todos los males y mágica solución en eventuales casos de salud con diag- nóstico y pronóstico complicados. verguero. Situación compleja de difícil resolu- ción. verijiseco. Individuo avejentado cuya potencia sexual se ha visto diezmada por los años. verraco de guacas. Fórmula extraída de la cultura guaquera del antiguo Caldas, alusiva a un hombre valiente, habilidoso e inteligente. Se basa en la natural destreza atribuida a quienes se dedicaban al fascinante oficio de la búsqueda de tesoros indígenas escondidos. El término guaca recobró relevancia en el contexto nacional a raíz
  • 253. (248) (ventanear) Paseo en taxi, 1950. Donante: Esperanza González, Álbum Familiar / Colección MDB - IDPC
  • 255. (250) del hallazgo de un tesoro selvático, cuya proce- dencia no era, exactamente, ancestral. verraquillo. Bebida de presuntas cualidades afrodisíacas, elaborada en fragantes cevicherías y conformada por Kola Granulada JGB (en la ac- tualidad rebautizada como Tarrito Rojo), cangrejos licuados, vino, borojó y algunos otros aditamentos jamás sometidos a las pruebas fitosanitarias de rigor. vestidorcito. Dicho de un atavío, que a pesar de su simpleza alcanza a adornar a quien lo luce. veterana. Dama entrada en años y atractiva. viajado. 1. Acometida. Ataque. 2. Unidad de medida correspondiente al cupo de un vehículo de carga. 3. Hacer el viajado. Consagrar todos los esfuerzos para agenciarse una faena copulatoria. viaticar. En la jerga laboral, en particular del sector público, viajar con gastos pagados por la entidad. vicario. Individuo de avanzada edad. Veterano. vicio. Vulgarismo para aludir a un estupefaciente. video. Aborrecible expresión propia de los años 90 del siglo XX, alusiva a una situación que en la mente de quien la experimenta parece rozar los límites de la ficción. videoso. Individuo de imaginación desbordada, paranoica y excesiva, rayana en la mitomanía. vieja. Vocablo empleado para aludir a una dama, más allá de lo temprano o avanzado de su edad, y no necesariamente senescente. viejo. Voz utilizada con camaradería entre amigos cercanos. Suele emplearse en diminutivo o acom- pañado del término ‘querido’. viejomán. Anacronismo resultante de la unión del término ‘viejo’ y el anglicismo ‘man’. Véase viejotal. viejota. Dama dotada de considerables cualida- des estéticas. viejotal. Anacronismo propio de los 70 con el que se pretendía indicar camaradería. ¿Entonces qué, viejotal? viejoteca. 1. Especie de creación colectiva surgida desde las entrañas de los departamentos comerciales de periódicos y revistas, con el propósito de sacar un último provecho a la agonizante industria dis- cográfica al obsequiar a sus suscriptores malas compilaciones musicales en formato CD como suplemento a sus publicaciones. 2. Taberna, discoteca o bar dedicados a la infati- gable reproducción de éxitos de artistas veteranos –Óscar Golden, Palito Ortega, Los Hispanos, Los Melódicos y Los Graduados, entre ellos–. ¿vientos o maletines? Voz de saludo resultante de la evidente similitud sonora entre las dos pala- bras en mención y los términos ‘bien’ y ‘mal’. ¿vientos o mareas? Fórmula de salutación, de gusto muy dudoso, basada en la similitud del fo- nema inicial de la palabra ‘bien’ con ‘vientos’. ¿vientos o paquetes? Saludo, de tenor similar al de ‘vientos o mareas’, con el sensible agravante de equiparar el pa’quetes a la clásica interroga- ción ‘¿pa’ qué?’. viernes cultural. Ancestral costumbre impues- ta en los años 40 del siglo XX por el inmolado líder político Jorge Eliécer Gaitán, consistente en tertulias y encuentros masivos de fin de semana llevados a cabo en las instalaciones del entonces llamado Teatro Colombia, años más adelante re- bautizado en honor del candidato. La saludable costumbre fue degenerándose hasta transformar- se en pretexto para indecorosas festividades, por lo general ambientadas con reguetón o vallenato. Véase juernes. viernes chiquito. Fórmula cariñosa, aunque levemente burda, empleada a manera de premio de consolación para aludir a la escasa similitud existente entre un jueves y un viernes, dado que,
  • 256. (251) *bogotálogo para muchos, este último se inicia al comienzo del primero. villa del Bronx. Remoquete cómico con el que algunos bogotanos suelen aludir a la populosa urbanización Villa del Prado, ubicada en estriba- ciones de la autopista norte. villegas. Expresión algo vulgar para aludir al di- nero. Se fundamenta en la similitud sonora entre el apellido y el término ‘billete’. vino de durazno. Brebaje embriagante de na- turaleza espumosa, al decir de sus fabricantes, extraído del más puro néctar de la fruta, y, al decir de quienes se han visto intoxicados por su consu- mo, preparado con alguna indecible sustancia. El vino de durazno ha hecho las delicias de jovenzue- los impúberes, ansiosos de iniciarse en el mun- dillo de la beodez. Es empleado por las amas de casa para dar gusto alcohólico a tartas, pasteles y carnes aliñadas. La sola presencia de una botella de esta sustancia en la cava de un hogar bogotano es motivo suficiente para poner en entredicho la categoría del mismo. vino de manzana. Melifluo e hiperglicemiante aperitivo carbonatado de fruta. El vino de manzana es una bebida de escaso presupuesto, cuya cir- culación debería ser puesta en entredicho por el Ministerio de Salud y por las agremiaciones loca- les de enólogos y ‘sommeliers’. A su sombra han aparecido algunas otras imitaciones profanas del producto, aun más letales que éste. La de durazno es, quizá, la más destacada. violento. Suceso sorprendente, generalmente agradable. viringo. Desnudo. Véase almendra. vironcha. En la jerga delincuencial homosexual, afín al ejercicio del rol pasivo. Por lo general es utilizado como improperio entre indigentes. virreinato. Jurisdicción a cargo de un virrey. Desde 1718, año en que se creó el virreinato de la Nueva Granada, Santafé fue la sede de éste. virrey. En tiempos de la dominación española, los virreyes fueron los representantes oficiales del Rey en América. Sus periodos de gobierno dura- ban de tres a cinco años. virulea. Más bajo que gonorrea. viruña. Individuo de mal aspecto y presumibles conductas delincuenciales. viruñas. Demonio, diablo. Uno de los innumera- bles nombres por los que el señor de los infiernos es reconocido. virutear. Pulir el piso de madera mediante una lija o esponja alambrada. visaje. 1. Sobreexposición. 2. Acto de espiar u observar con atención. Véase boleta, choro, tombo. visajoso. Individuo poco discreto y exhibicionista en el momento de ejecutar actos indebidos. vitrinear. Costumbre típicamente bogotana de husmear las vitrinas de centros comerciales, aun cuando no se disponga de fondos para adquirir alguno de los artículos en ellas exhibidos. vividero. Lugar de vivienda. Aunque la gente se viva quejando, Bogotá es buen vividero. volantón. Joven cuya mayoría de edad ya le im- pone la obligación de independizarse de la casa paterna. volarse. Emprender la fuga. Huir. volear. 1. Trabajar. (villegas)
  • 257. (252) 2. Luchar de manera disciplinada para obtener un fin determinado. 3. Esforzarse en demasía. voleo. Actividad u ocupación frenética. voltear. En la jerga militar, faena gimnástica re- sultante de un castigo impartido por un superior. voltearse. Volverse a favor de una idea o costum- bre contraria a la usual. Empléase, en particular, para aludir a quien se muda de partido político, de onceno balompédico o de predilección sexual. voltiarepas. Traidor. Dícese de quien sin ver- güenza ni recato suele cambiarse de bando en busca del propio beneficio, en un franco descono- cimiento de la importancia de mantenerse leal a las creencias e ideales propios. voucher. Aborrecible e innecesario anglicismo empleado por los dependientes encargados del manejo de datafonos para aludir al tradicional y antañón recibo. vuelta. En la jerga del hampa, gestión ilegal. vuelta, hacer la. Vocablo de dudoso gusto para aludir a la serie de rituales protocolarios que preceden al coito. A esa hembrita yo sí le haría la vuelta. vueltas. 1. Trámites. Diligencias. Gestiones. 2. Cambio en papel moneda resultante de una transacción. Por alguna indeterminada razón, en Bogotá y en Colombia entera, al término se le ha conferido género femenino. vueltica. Voz vulgar con la que se suele solicitar a una dama el dar una giro completo a su cuerpo con el propósito de mostrar su atavío o su huma- nidad a los presentes. wafer, galleta. Homosexual. wannabe. Anglicismo acuñado para aludir a quien, sin gozar de las cualidades necesarias, intenta sin éxito parecerse a alguien. whiskacho. Fórmula cariñosa, aunque de muy dudoso gusto, para aludir al whisky. whiskéy. Fórmula cariñosa, de gusto similar al de ‘whiskacho’, en la que se añade un inexistente acento en el penúltimo fonema. wón. Véase guón. w (whiskacho) Recepción en el Banco de la Republica, 1952. Saúl Orduz / Colección MDB - IDPC
  • 258. (253) *bogotálogo x yx. Denominación empleada para hacer referencia a un individuo cualquiera, anónimo e irrelevante. No te preocupes por lo que Déiber dijo de ti. Él es un ‘x’. xie. En lengua chibcha, río. Véase sie. xl. Dama o caballero afectados por la obesidad. Xue. 1. En lengua chibcha, sol. 2. Edificio ubicado en la carrera 8 No. 99-54. Se- gún se deducía del cabezote del seriado televisivo de los ochenta 'Contravía', protagonizado por Bruno Díaz, Fernando Sáenz, Guillermo 'El Chato' Latorre hijo, Carlos Vives y algunos otros actores, los protagonistas del programa residían ahí. Véase Chía, Chiminigagua. ¿y cómo es la vuelta? Úsase para indagar al interlocutor acerca de las condiciones acarreadas por un determinado oficio o actividad. ¿y cuánto es lo mínimo, pa’ llevarlo? Fór- mula de súplica, por lo general empleada en el contexto del comercio informal con el propósito de implorar al vendedor un último descuento. Véase chichipato, líchigo. ¿y ese milagrazo? Expresión interrogatoria, por lo general hipócrita, utilizada en el marco de un encuentro poco frecuente con un individuo, em- pleada con el fin de indicar sorpresa. y tal y pascual. Voz informal equivalente a ‘et- cétera’. ya vino a dárselas de mucho café con leche. Alusión despectiva a quien presume de abolengos, alcurnia o poderío económico. Hay quienes sostie- nen que la expresión tiene su origen en el hecho de que el consumo de tal bebida –en tiempos leja- nos– era propio de la aristocracia. Otros teorizan que un individuo “café con leche” es un mestizo con pretensiones de blanco. yba. En lengua chibcha, sangre. yeba. Inocente entretención infantil basada en un juego de velocidad en el que uno solo de los participantes da inicio al juego al ser infectado por cierto tipo de virus, al que se denomina en esa forma. Quien padece el virus imaginario sólo pue- de deshacerse de él transmitiéndolo a alguno de sus amigos al tocarlo. En caso de que alguno de
  • 259. (254) los que huyen sea atrapado por el virulento chi- quitín, automáticamente se transfiere la enferme- dad a éste, quien sale a su vez tras otras víctimas. El infecto, por tanto, debe dar alcance a alguno de sus compañeros y tocarlo para contagiarlo. Mien- tras ello ocurre, los competidores sanos hacen alardes de sus destrezas escapistas, ubicándose a escasos centímetros de quien esté enfermo de ‘yeba’. Hay quienes discuten la ortografía del término, argumentando que éste se deriva de la expresión ‘la lleva’. yermis. Dinámica lúdica y callejera de baja estofa consistente en formar una torre a base de tapas de refrescos embotellados. Después de formar dos equipos, uno de los participantes toma una tapa de caucho e intenta derribar la estructura previamente conformada. Tras conseguir su ob- jetivo, los miembros de la escuadra contrincante intentan reacomodar el tinglado con velocidad, mientras que uno de sus contendores toma la pelota y arremete contra sus rivales, quienes a su vez corren asustados hacia bases previamente establecidos, a manera de zonas de distensión. yesenias. Sí, afirmativo. Es una alusión al angli- cismo ‘yes’. yeyo. Malestar previo a un desmayo. yo le digo el milagro, pero no el santo. Fór- mula un poco hostil y provocadora para ocultar la identidad de quien ha cometido una fechoría o un acto ilegal, o de quien ha pronunciado palabras injuriosas acerca del interlocutor, no dignas de ser contadas. Regularmente, quien la emplea acude a ella con el fin de parecer más interesante y enigmático. yo lo visto, pero no lo alimento (manten- go). Desobligante expresión usada para indicar las limitaciones en las dádivas económicas de las que un individuo determinado puede ser benefi- ciario por parte de otro, a causa de los altos cos- tos acarreados por éstas. yo manejo la parte de. Fórmula de reciente cuño e inexplicable origen utilizada por emplea- dos de rango medio bajo para aludir al oficio que desempeñan o a las funciones que pueden llegar a cumplir.Yo manejo la parte de ventas y de atención al cliente. yo no nací ayer. Voz exclamatoria para disipar cualquier sospecha de ingenuidad por parte del interlocutor. yo soy de lavar y de planchar. Alusión a la supuesta descomplicación, llaneza y simplicidad del hablante, equiparada a una prenda cuyo pro- ceso de aseo y manutención es sencillo. Úsase por quien, de manera paradójica, alardea de su humil- dad o sencillez. Viene bien cuando es pronunciada por un tercero, pero no cuando es utilizada por el hablante para referirse a sí mismo. yomsa. En lengua chibcha, papas. Véase yomuy. yomuy. En lengua chibcha, papas. Véase yomsa. yta. En lengua chibcha, mano. yuca. 1. Sonido resultante de hacer crujir voluntaria o involuntariamente las articulaciones de los dedos. 2. Tolete viril. 3. Mujer apetecible. El término fue popularizado por el burdo concurso emprendido por la estación de radio juvenil ‘La Mega’. yucazo. Jodienda. Faena copulatoria. Véase ver- gaminol intrapiernoso. (yuca)
  • 260. (255) *bogotálogo za. En lengua chibcha, noche. zafa jirafa. Anacrónico término correspondien- te a la cultura hippie tardía de comienzos de los 80, popularizado por el joven Andresito, hijo del entrañable doctor Pardito, ambos personajes del seriado cómico-costumbrista ‘Don Chinche’. Equi- vocadamente hay quienes aún lo relacionan con la juventud contemporánea. (El estupendo actor Diego Álvarez, quien encarnó a Andresito Pardo, falleció en 1993 en medio de tristes y oscuras circunstancias) . zampado. Individuo entrometido e impertinente. zampar. Golpear. Arremeter en forma violenta contra algún individuo o propinarle algún daño. zanahoria, hora. Medida emprendida durante la administración de Antanas Mockus. Ordena- ba dar por cerrados bares y establecimientos festivos una vez el reloj marcara las 2 de la ma- drugada. zanahorio. Individuo de costumbres saludables y acaso monásticas. El término alude al adjetivo ‘sano’. zapatones. Estilo descontinuado de calzado impermeable para hombres, indicado para tempo- radas lluviosas. Los zapatones tenían un tamaño mayor que el de los zapatos convencionales, lo que permitía llevarlos sobre éstos a manera de cubierta protectora. zaque. En lengua chibcha, gran señor. El zaque era el equivalente tunjano del zipa bogotano. Véa- se zipa. zarrapastroso. De aspecto desmirriado y mise- rable. zarzo. Desván. zarzo, caído del. Individuo afligido por desequi- librios mentales o emocionales. Dícese de quien tiene ideas desaguisadas o emprende proyectos alocados. zasca. En lengua chibcha, periodo del día com- prendido entre el ocultamiento del sol y el co- mienzo de la medianoche. zipa. 1. En las jerarquías del pueblo muisca, máximo soberano, a quien sus súbditos debían incues- tionable acatamiento. Una traducción literal para el término sería la de 'gran señor'. La con- dición de zipa se heredaba por la línea matrili- neal, para evitar que el heredero fuera el fruto de alguna infidelidad oculta. Esto significa que el heredero del zipa era en realidad su sobrino. Si el zipa carecía de herederos, debía efectuarse un peculiar proceso de selección. Según Juan de Castellanos y Lucas Fernández de Piedra- híta, los candidatos a zipas tenían que ser dos guechas de entre los más fornidos, a los que se sometía a una rigurosa prueba, consistente en ubicarlos frente a una grácil doncella, a su vez también seleccionada entre las más hermo- sas del pueblo. Los tres debían presentarse en completa desnudez ante un tribunal conformado por jueces atentos y prestos a detectar cual- quier reacción fálica debida a los atributos de la jovencita. Aquellos individuos cuyo tolete viril sucumbiera a tales encantos eran de inmediato descartados, por considerar tal situación como un inequívoco signo de debilidad. Quien soporta- ra impasible tan compleja prueba era entonces reclutado como miembro de las honorables fuerzas armadas del pueblo muisca. Dado que no existe un conocimiento preciso en relación con la fonética del término, en la actualidad na- z
  • 261. (256) die puede aseverar si la palabra tenía en cuenta la diéresis –güecha– o si se omitía –guecha–). Véase arrecho, bogote, chibchas, guaricha, gue- cha, muiscas, parola, zaque. 2. Remoquete conferido a Efraín Forero Triviño, primer campeón de la Vuelta a Colombia, en 1951. El apelativo hace alusión a la Zipaquirá natal de Forero, quien a su vez nació el 4 de marzo de 1930. zocam. En lengua chibcha, unidad de medida corrrespondiente a un año lunar. Es curioso anotar la semejanza entre el calendario chib- cha y el europeo. Los tiempos estaban divididos en años, meses y días. Los meses se contaban por lunas y los días, por soles. Tales categorías fueron esenciales en el correcto trámite de las cosechas periódicas. zona bananera. Cómica –aunque un tanto manida– forma de aludir a una acumulación liposa en la zona del abdomen, equiparándola a la región productora de bananos de nuestra fértil nación. zona rosa. Denominación conferida desde mediados de los años 80 del siglo XX al circuito de bares aledaño a la calle 82, entre carreras 11 y 15, hoy un tanto venido a menos. A lo largo de su historia, la Zona Rosa ha sido epicentro de legendarios lugares tales como Charlie's Roastbeef, Sello Negro, Trafalgar Square, el Café Imperial, el City Rock Café (versión pirata del internacional Hard Rock Café) y Cassis, en- tre otros. ¡zonas! Voz de alerta para mantenerse cauto en medio de una determinada situación riesgosa. zoroco. Individuo torpe, crédulo, bisoño e ingenuo. zorra. 1. Mujeruca. 2. Especie de carroza de carga tirada por un caba- llo y dedicada al acarreo de mercancías, cartones, bienes muebles o desechos. zorrero. Auriga de zorra. zuás. Voz onomatopéyica con la que se indica un acontecimiento inesperado o una caída. zuáquete. Interjección onomatopéyica para indi- car un golpe o accidente. zuco. En la jerga de consumidores de estupefa- cientes, abreviatura de ‘bazuco’. zumbambico. Pequeñuelo insoportable. zurrón. Jovencito travieso. zute. Infante. (zorrero)
  • 262. (257) *bogotálogo (zorra) Un zorrero sufre un accidente en la vía pública por la caída del caballo. Un policía ayuda, 1947. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
  • 263. (258) bibliografía básica Acosta Ortegón, Joaquín. Idioma chibcha o aborigen de Cundinamarca. Bogotá: Imprenta del Depar- tamento, 1938. Acuña, Luis Alberto. Diccionario de bogotanismos. Bogotá: Instituto Colombiano de Cultura His- pánica, 1983. Alape, Arturo. Sangre ajena. Bogotá: Planeta, 2000. Álvarez, Alejandro; Carlos Ernesto Noguera y Jorge Orlando Castro. La ciudad como espacio educativo. Bogotá: Arango Editores, 2000. Álvarez Lleras, Antonio. Fuego extraño. Bogotá: Selección Samper. Ortega de Literatura Co- lombiana, 1937. Anónimo. Diccionario chibcha. Manuscrito alma- cenado en el Archivo Gregorio Hernández de Alba. Bogotá: Biblioteca Luis Ángel Arango, sin año. Araújo, Helena. Fiesta en Teusaquillo. Bogotá: Pla- za y Janés, 1981. Archivo Nacional de Colombia. Libro de acuerdos de la Audiencia Real del Nuevo Reino de Gra- nada. Bogotá: Archivo Nacional de Colombia, 1947. Arias, Eduardo y Karl Troller. El nuevo diccionario de la ch. Bogotá: Aguilar, 2005. Bibliowicz, Ariel. El rumor del astracán. Bogotá: Planeta, 1991. Borda Carranza, Alberto. Cachacario. Bogotá: Edi- ciones Puntoaparte, 2008. Borda Carranza, Alberto. Cachacario. Bogotá: Pun- toaparte editores, 2009. Brito, Aníbal. El incendio del 7 de diciembre. Bogo- tá: Tipografía de Lleras, 1890. Caballero, Antonio. Sin remedio. Bogotá: Alfagua- ra, 2004. Caballero, José María. Particularidades de Santafé. Bogotá: Academia Colombiana de Historia, 1989. Caicedo, José. Recuerdos y apuntamientos. Bogotá: Biblioteca Popular de Cultura Colombiana, 1950. Camacho Roldán, Salvador. Memorias. Bogotá: Editorial ABC, 1946. Cano, Luis. Semblanzas y editoriales. Bogotá: Edi- torial Minerva,1932. Cané, Miguel. Notas de Viaje sobre Venezuela y Co- lombia, 1882. Bogotá: Imprenta de la Luz, 1907. Carrasquilla, Luis. Abismos: ensayo biológico y social. Bogotá: Imprenta Oficial, 1937. Carrasquilla, Luis. Mujer y sombras. Bogotá: Im- prenta Oficial,1937. Castellanos, Juan de. Elegías de varones ilustres de indias. Madrid: Imprenta de Rivadeneira, 1847. Castellanos, Luis Alberto. Jenny: novela colombia- na. Bogotá: Tipografía Voto Nacional, 1932. Celis Albán, Francisco. Diccionario de colombiano actual. Bogotá: Intermedio Editores, 2005. Chambers, J.K. y Peter Trudgill. La dialectología. Madrid: Visor Libros, 1994. Chaparro Madiedo, Rafael. Opio en las nubes. Bo- gotá: Colcultura, 1992. Colmenares, Germán. Historia económica y social de Colombia, 1537-1719. Medellín: La Carreta, 1975. Cordovez Moure, José María. Reminiscencias de Santafé y Bogotá. Bogotá: Aguilar, 1957. Cuervo, Rufino José. Apuntaciones críticas sobre el lenguaje bogotano. Bogotá: Editorial El Gráfico, 1939. Cuervo, Rufino José. Vida de Rufino José Cuervo y noticias de su época. Bogotá: Biblioteca Popu- lar de Cultura Colombiana, 1946. De la Rosa, Moisés. Calles de Santafé de Bogotá. Bogotá: Imprenta Municipal, 1938. De Pimentel y Vargas, Fermín. Un sábado en mi parroquia y otros cuadros. Bogotá: Selección
  • 264. (259) *bogotálogo Samper Ortega de Literatura Colombiana, 1937. De Solís y Valenzuela, Pedro. El desierto prodigioso y el prodigio del desierto. Bogotá: Instituto Caro y Cuervo, 1985. Díaz, Eugenio. Una ronda de don Ventura Ahumada y otros cuadros. Bogotá: Imprenta de la Nación, 1858. Díaz Granados, José Luis. Viajeros extranjeros por Colombia. Bogotá: Presidencia de la República, 1997. Ediciones Colombia. Crónicas de aparecidos: San- tafé supersticiosa, credual y legendaria. Bogotá: Ediciones Colombia, 1926. Escribano, Mariana. Investigaciones semiológicas sobre la lengua chibcha o muisca. París: Univer- sidad de Paris, 1991. Espinosa, Germán. Los ojos del basilisco. Bogotá: Altamir Ediciones, 1992. Espinosa, José María. Memorias de un abanderado: recuerdos de la Patria Boba. Medellín: Editorial Bedout, 1970. Fajardo, Diana y Jorge Medellín. Diccionario de Colombia. Bogotá: Norma, 2005. Fayad, Luis. Los parientes de Ester. Madrid: Alfa- guara, 1978. Fernández Marcos, Vicenta. “El español hablado por los gamines en Bogotá”. Publicado en Actas del III Congreso Internacional de 'El Espa- ñol de América', 3, Valladolid, Junta de Castilla y León. Flórez, Luis. Datos de morfología y habla culta in- formal bogotana. Bogotá: Instituto Caro y Cuer- vo, 1980. Flórez, Luis. La pronunciación del español hablado en Bogotá. Bogotá: Instituto Caro y Cuervo, 1951. Forero, Manuel José. Bogotanismos. Bogotá: Edi- torial Pax, 1972. Forero, Manuel José. “Vestigios de la lengua chib- cha”. Publicado en Senderos (Bogotá). No. 7‐8 (Agosto y septiembre de 1934). Friede, Juan. Los chibchas bajo la dominación espa- ñola. Medellín: La Carreta, 1974. Fundación Misión Colombia. Historia de Bogotá. Bogotá: Villegas Editores, 1988. Giraldo, Luz Mary. Ciudades escritas. Bogotá: Con- venio Andrés Bello, 2001. González Toledo, Felipe. Veinte crónicas policiacas. Bogotá: Planeta, 1994. González de la Calle, Pedro Urbano. Contribución al estudio del bogotano: orientaciones metodo- lógicas para la investigación del castellano en América. Bogotá: Instituto Caro y Cuervo, 1963 González de Pérez, María Stella. Diccionario y gra- mática chibcha: manuscrito anónimo de la Bi- blioteca Nacional de Colombia. Bogotá: Instituto Caro y Cuervo, 1987. Granados Forero, Antonio. La epopeya del terror. Bogotá: Antares-Tercer Mundo, 1967. Groot, José Manuel. Cuadros de costumbres. Bogo- tá: Editorial Minerva, 1936. Groot, José María. Historia eclesiástica y civil de la Nueva Granada. Bogotá: Editorial ABC, 1953 Hernández, Campo y Juan Manuel Hernández. Metodología de la investigación sociolingüística. Málaga: Editorial Comares, 2005. Hernández de Alba, Guillermo. Crónicas del Cole- gio del Rosario. Bogotá: Editorial ABC, 1959. Hernández de Alba, Guillermo. Documentos para la historia de la educación. Bogotá: Kelly, 1981. Hernández de Alba, Guillermo. Escritos científicos de don José Celestino Mutis. Bogotá: Kelly, 1983. Ibáñez, Pedro María. Crónicas de Bogotá. Bogotá: Tercer Mundo, 1991. Instituto Caro y Cuervo (Editor). El habla de la ciudad de Bogotá: materiales para su estudio. Bogotá: Instituto Caro y Cuervo, 1990. Instituto Distrital de Cultura y Turismo. Investi- gación historiografica de los parques Nacional, Tunal y Simón Bolívar. Bogotá: Cifa, Universidad de los Andes‐IDCT, 2000. Iriarte, Alfredo. Espárragos para dos leones. Bogo- tá: Seix Barral, 1999.
  • 265. (260) Jaramillo Uribe, Jaime. Ensayos sobre historia so- cial colombiana. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, 1968. Jiménez, José Joaquín. Crónicas. Bogotá: Bibliote- ca Popular de Cultura Colombiana, 1946. Labov, William. Principios del cambio lingüístico. Madrid Editorial Gredos, 1996. Le Moyne, Auguste. Viaje y estancia en la Nueva Granada. Bogotá: Ediciones Guadalupe, 1969. Liévano Aguirre, Indalecio. Los grandes conflictos sociales y económicos de nuestra historia. Bogo- tá: Tercer Mundo, 1968. Londoño, Santiago. “Vida diaria en las ciudades colombianas”. En: Nueva historia de Colombia. Bogotá: Planeta, 1989. López Michelsen, Alfonso. Los elegidos. Bogotá: Canal Ramírez - Antares, 1976. López García, Ángel. Presentación de las lenguas y cultura chibchas. Valencia: Universidad de Va- lencia, 1995. Marckmann, Sidney D. Las ciudades de América Latina y sus áreas de influencia a través de la historia. Buenos Aires: Ediciones Siap, 1975. Marroquín, José Manuel. Diccionario ortográfico. Bogotá. Editorial Echeverría, 1873. Marroquín, Lorenzo. Pax: Novela de costumbres latinoamericanas. Bogotá: Imprenta de la Luz, 1907. Martínez, Carlos. Bogotá reseñada por cronistas y viajeros. Bogotá: Escala, 1978. Martínez, Carlos. Reseña urbanística sobre la fun- dación de Santafé en el Nuevo Reino de Granada. Bogotá: Litografía Arco, 1973. Mollien Gaspar, Théodore. Viaje por la República de Colombia en 1823. Bogotá: Imprenta Nacional, 1944. Montes Giraldo, José Joaquín. El español hablado en Bogotá: Análisis previo de su estratificación social. Bogotá: Imprenta Patriótica, 1998. Montes Giraldo, José Joaquín. El español hablado en Bogotá: Relatos semilibres de informantes pertenecientes a tres estratos sociales. Bogotá: Imprenta Patriótica, 1997. Morales Pino, Augusto. Los de en medio. Pasto: Imprenta Departamental, 1937. Nieto Caballero, Agustín. “Un nuevo vocabulario”. En: Boletín de la Academia Colombiana. Vol. 15, no. 56. Ocampo Marín, J. “Vocabulario de la jerga estu- diantil de Bogotá”. Publicado en Thesaurus, XXIII, No. 2. 325‐343. Ortega Ricaurte, Carmen. Aspectos históricos y lingüísticos del gamín bogotano. Bogotá: Uni- versidad Nacional, 1972. Ortega Ricaurte, Daniel. Cosas de Santafé de Bogo- tá. Bogotá: Editorial ABC, 1959. Osorio Lizarazo, José Antonio. Hombres sin pre- sente. Bogotá: Espiral, 1938. Osorio Lizarazo, José Antonio. Novelas y crónicas. Bogotá: Instituto Colombiano de Cultura, 1978. Osorio, Luis Enrique. Primer amor: Novela de ac- tualidad. Bogotá: Tipografía R. Domínguez y Tipografía Mercantil, 1915. Ospina, C. “Algunos coloquialismos en el habla de la ciudad de Bogotá”. Publicado en Lebende Sprachen, 49/4, 184,185. Otálora de Fernández, Hilda Inés. Léxico del habla culta de Santafé de Bogotá. Bogotá: Instituto Caro y Cuervo, 1997. Pardo Umaña, Camilo. Narraciones coloniales. Bogotá: Librería Suramericana, 1948. Pedraza, Sandra. En cuerpo y alma. Visiones del progreso y la felicidad. Bogotá: Universidad de los Andes, 1999. Policía Nacional. Reglamento General de la Policía Nacional de Bogotá. Bogotá: Imprenta de El Telegrama, 1891. Rama, Ángel. La ciudad letrada. Medellín: Editorial Universidad de Antioquia, 2000. Real Academia Española. Diccionario de la lengua española. Madrid: Espasa Calpe, 2001. Rodríguez Arena, Flor María. Periódicos literarios y géneros narrativos menores. Bogotá: Stockcero, 2007. Rodríguez Freyle, Juan. El Carnero. Bogotá: Insti- tuto Caro y Cuervo, 1997.
  • 266. (261) *bogotálogo Rozo M., Darío. Diccionario chibcha-castellano. Bogotá: Sin editorial, sin año. Rueda Vargas, Tomás. La sabana de Bogotá. Bogo- tá: Biblioteca Popular de Cultura Colombiana, 1946. Salom Becerra, Álvaro. Un tal Bernabé Bernal. Bogotá: Tercer Mundo, 1976. Sánchez Baute, Alonso. Al diablo la maldita prima- vera. Bogotá: Alfaguara, 2003. Solano, Armando. “El alma bogotana”. En: Sábado. No. 4 (Agosto 7 de 1943). Soriano Lleras, Andrés. La medicina en el Nuevo Reino de Granada. Bogotá: Imprenta Nacional, 1966. Téllez, Pedro Claver. Biografía del disparate: perso- najes típicos de Bogotá. Bogotá: Planeta, 1988. Triana, Miguel. La civilización chibcha. Bogotá: Editorial ABC, 1951. Uricoechea, Ezequiel.Gramática, vocabulario, cate- cismo i confesionario de la lengua chibcha, se- gún antiguos manuscritos anónimos e inéditos, aumentados i correjidos. París: Maisonneuve, 1871. Urrego, Miguel Ángel. Sexualidad, matrimonio y familia en Bogotá, 1880-1930. Bogotá: Universi- dad Central, 1997. Vargas Jurado, J.A. La patria boba. Bogotá: Im- prenta Nacional, 1902. Vargas Tejada, Luis. Las convulsiones. Bogotá: Panamericana Editores, 1996. Varios autores. Cuadros de costumbres, por los me- jores cronistas de la época. Bogotá: Ediciones Colombia, 1925. Vergara y Vergara, José María. Las tres tazas. Bo- gotá: Editorial Minerva, 1933. publicaciones periódicas Antena Bogotá Cómico Boletín de Historia y Antigüedades Boletín Industrial Constitucional de Cundinamarca Correo Curioso Correo de la Ciudad de Bogotá Credencial Historia Diario de Avisos Diario de Cundinamarca El Alacrán El Bogotano El Cachaco El Chasqui Bogotano El Conservador El Correo Nacional El Orden El Espacio El Espectador El Heraldo El Pasatiempo El Porvenir El Repertorio El Repertorio Colombiano El Siglo El Telegrama El Tiempo Fantoches Hispánica Jornada La Abeja La Discusión La Guillotina La Reforma La República La Tribuna Popular Pan Papel Periódico de la Ciudad de Santafé de Bogotá Papel Periódico Ilustrado Revista del Archivo Histórico Nacional Ximénez de Quesada - Órgano del Instituto Colom- biano de Cultura
  • 267. (262) (brasier) Sostén. Por extraño que ello parezca, el término aún se mantiene al margen del Diccionario de la Real Academia Española.
  • 268. (263) *bogotálogo (encanados) Encarcelado. Celdas del Panoptico, Ca.1940. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
  • 269. (264) (agüita pa' mi gente) Variable posmoderna y criolla del lema romano aquel de ‘al pueblo pan y circo (panem et circenses)’, creada durante la década de los 90 del siglo XX por el magnate tolimense de la televisión Jorge Eliécer Barón Ortiz. . Entrenamiento de bomberos, Ca. 1940. Daniel Rodríguez / Colección MDB - IDPC
  • 270. (265) *bogotálogo (cachetoso) Elegante. Prolijo en alcurnia. Se deriva del galicismo ‘caché’, a su vez procedente de ‘cachet’. ??????????????????????????. Daniel Rodrí- guez, 1968 / Colección MDB - IDPC
  • 271. Bogotálogo Post Scriptum* * espacio para escribir palabras faltantes; sus aportes, reproches y correcciones pueden ser enviados a: www.bogotalogo.com contribuciones@bogotalogo.com
  • 275. (270) (seca, la) Sintomatología de resequedad en la cavidad bucal, por lo general debida a resaca, calor o a extenuante actividad física. Obreros tomando cerveza y refajo. Daniel Rodríguez, 1938 / Colección MDB - IDPC
  • 277. EL BOGOTÁLOGO FUE POSIBLE GRACIAS AL INGENIO DE LOS HABITANTES DE LA MESETA CUNDIBOYACENSE, DESDE TIEMPOS PRECOLOMBINOS HASTA 2011.