Cecilio Silva encontró un enorme caimán frente a su puerta en El Banco, Colombia. Atrapó al caimán sin derramar su café y lo encerró en un corral, donde la gente pagó $200 para tomarse fotos con él. Funcionarios del gobierno querían llevarse al caimán, pero Cecilio llamó a la Fundación Banco Verde, quienes decidieron devolver al caimán al río. Cecilio fue reconocido y nombrado miembro honorario por su contribución a la preservación de los recursos naturales.