Este documento discute los efectos negativos de la deshumanización en el sistema de salud, particularmente en hospitales. Describe cómo el enfoque excesivamente protocolizado de la atención médica a veces pasa por alto las necesidades psicológicas y sociales de los pacientes, lo que afecta su calidad de vida y bienestar. También señala que todos los pacientes, incluidos los adultos mayores, merecen un trato compasivo y respetuoso acorde con sus derechos humanos fundamentales.