El cáncer de cuello uterino es el cuarto tipo de cáncer más común en mujeres, con 660,000 nuevos casos y 350,000 muertes en 2022. La detección temprana y las medidas preventivas, como la vacunación contra el VPH y las pruebas de Papanicolaou, son cruciales para reducir el riesgo. Los síntomas suelen aparecer en etapas avanzadas, complicando así su diagnóstico y tratamiento.