Nehemías sintió el llamado de Dios para reconstruir los muros de Jerusalén. Visitó la ciudad en secreto para inspeccionar la situación y reunir a los líderes para apoyar su visión. A pesar de la oposición de sus enemigos, Nehemías guió al pueblo para completar la reconstrucción a través del trabajo en equipo y valentía inspirados por la visión de Dios.