El documento analiza la importancia de las estrategias de aprendizaje y la metacognición en la educación, enfatizando la necesidad de que los estudiantes se conviertan en aprendices autónomos. Se discuten contribuciones históricas a la inteligencia y el pensamiento creativo, así como el desarrollo de tests psicológicos y curricula orientados a estudiantes superdotados. Finalmente, se concluye que el uso correcto de estas estrategias mejora el aprendizaje y la resolución de problemas en la vida cotidiana.