Las relaciones entre Chile y Perú se han visto afectadas por percepciones cruzadas derivadas de la Guerra del Pacífico y la posterior delimitación territorial. Los peruanos se sienten vencidos e invadidos, mientras que los chilenos se sienten superiores. Aunque no hay riesgo inmediato de conflicto armado, existen desacuerdos sobre la frontera marítima y la presencia de inversiones chilenas que podrían generar tensiones a futuro. Se requiere abordar estas percepciones históricas para mejorar la relación bilateral.