La tecnología CMOS (complementary metal-oxide-semiconductor) utiliza transistores pMOS y nMOS para construir circuitos integrados como microprocesadores y memorias de forma que consuman poca energía en reposo. Fue desarrollada en los años 60 pero introducida comercialmente por RCA. Los principales problemas son la sensibilidad a cargas estáticas, el latch-up y la resistencia a la radiación, aunque las tecnologías modernas son más resistentes.