La romanización difundió la cultura romana en las zonas conquistadas, mientras que la Pax Romana trajo estabilidad desde el siglo II d.C. No obstante, crisis como la corrupción, los ataques bárbaros y las dificultades económicas en el siglo III llevaron al fin del Imperio Romano de Occidente en 476 d.C., cuando los ostrogodos saquearon Roma.