El documento clasifica los componentes sólidos del suelo en dos grupos: material orgánico, compuesto por restos de plantas y animales en descomposición; y material inorgánico, formado por partículas de roca desgastada. El material inorgánico constituye la mayor parte de la mayoría de los suelos y contiene minerales como cuarzo, feldespatos y óxidos de hierro y aluminio.