El Comité de Basilea estableció los acuerdos de Basilea I y II para regular el capital bancario a nivel internacional. Basilea I introdujo requisitos de capital mínimo del 8% en 1992, mientras que Basilea II desarrolló métodos más sofisticados para medir los riesgos de crédito, mercado y operacional, así como requisitos de divulgación y supervisión. El objetivo general fue crear un sistema financiero más sólido y promover la convergencia internacional en la regulación bancaria.