El sabio le revela al niño los siete pasos para ser feliz. Estos incluyen reconocer la presencia de Dios, amarse a uno mismo, poner en práctica las cualidades positivas, no envidiar a otros, no albergar rencor, no tomar lo que no es tuyo, y no maltratar a nadie. El último paso es levantarse con una sonrisa, ayudar a los demás sin esperar nada a cambio, y compartir el secreto para que otros también sean felices.