La pornografía es un gran problema que enfrentan muchas personas y congregaciones. Puede desarrollarse en etapas, comenzando con curiosidad y terminando en adicción y comportamientos degradantes. La Biblia ofrece principios para enfrentar la tentación, incluyendo controlar los pensamientos, confesar el pecado, leer las Escrituras y orar diariamente, y presentar el cuerpo a Dios como sacrificio vivo.