El syllabus actúa como un contrato entre el profesor y el estudiante, guiando el proceso de enseñanza-aprendizaje y asegurando que ambos conozcan sus responsabilidades. Se centra en la enseñanza del idioma a través de contenidos relevantes, permitiendo a los estudiantes integrar diversas habilidades mientras aprenden un segundo idioma. A pesar de sus ventajas, como la motivación y la exposición al lenguaje, presenta desventajas como la falta de conocimiento del profesor y recursos limitados.