Este documento establece conexiones entre las obras de Jorge Luis Borges y J.K. Rowling, argumentando que aunque Borges criticaba las "vastos libros", la saga de Harry Potter puede verse como un "libro" realista y un "contralibro" fantástico, cumpliendo con la idea Borgiana de que una obra debe contener su contrario. Aunque formalmente diferentes, ambos autores exploran temas como la dualidad y la capacidad de la literatura para crear mundos alternativos que permiten escapar de la realidad.