El control de calidad implica técnicas y actividades que aseguran que los productos o servicios cumplan con los estándares de calidad, siendo responsabilidad del personal competente. La calidad es esencial para la supervivencia de las organizaciones, ya que influye en la satisfacción del cliente y la competitividad. Existen herramientas básicas para medir y mejorar la calidad, como el diagrama de causa-efecto y el diagrama de Pareto, que facilitan la identificación y solución de problemas.