El documento presenta el caso de Guillermo G., un niño de tercer grado con problemas de conducta. Tras varias evaluaciones médicas y neurológicas que no arrojaron un diagnóstico definitivo, el neurólogo sospecha trastorno por déficit de atención con hiperactividad. Sin embargo, también observa problemas en la relación de los padres con Guillermo. Ante este dilema diagnóstico, el neurólogo decide remitir al niño con un psicólogo clínico infantil para obtener una evaluación más completa que permita