El documento analiza los nuevos retos de la educación en el siglo XXI, como la necesidad de formación a lo largo de toda la vida debido a los cambios en el mercado laboral. También discute la importancia de la educación en valores para fomentar la convivencia entre culturas. Finalmente, argumenta que la educación escolar no puede solucionar problemas complejos por sí sola y se requiere un enfoque más amplio de la educación.