La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, promulgada el 30 de diciembre de 1999, establece un Estado democrático, social y de derecho, fundamentado en la libertad, igualdad y justicia. Se consagra la soberanía popular, la protección de los derechos humanos y la promoción de una sociedad multiétnica y pluricultural, con un sistema de gobierno descentralizado y participativo. La Carta Magna también garantiza la defensa de la integridad territorial y la autodeterminación nacional, estipulando que la educación y el trabajo son esenciales para el desarrollo del país.