Sony sufrió una grave intrusión en PlayStation Network que dejó los servicios fuera de línea durante semanas. Se confirmó el robo de datos personales de más de 77 millones de usuarios, incluyendo nombres, direcciones, fechas de nacimiento y contraseñas. Sony trabajó para reconstruir la red de forma segura y restablecer los servicios mínimos a finales de mayo, aunque Anonymous afirmó posteriormente haber hackeado la red una vez más.