Cristina nació en una región gobernada por su padre pagano, Urbano, quien perseguía ferozmente a los cristianos. A pesar de la religión de su familia, Cristina se convirtió al cristianismo en secreto. Cuando su padre se enteró, la sometió a tormentos para hacerla renegar de su fe, pero ella se mantuvo firme con la protección de Dios. Finalmente, Urbano la condenó a muerte para escarmiento de otros cristianos.