Santa Cristina nació en el siglo III d.C. en Bolsena, Persia o Tiro Líbano. Su padre era un gobernador pagano que se oponía a los cristianos. Ella realizó milagros como presenciar que la hostia se convirtió en carne y sangre durante una misa. Santa Cristina ayudó a los enfermos y huérfanos y murió en el siglo III d.C. en Toscana.