El documento compara diversas posturas filosóficas sobre la educación, discutiendo enfoques liberal y comunitarista a la luz de la legislación mexicana y el contexto político. Se plantea la importancia de la educación de calidad como base para el desarrollo social y se critica la separación de la justicia del bien común en la concepción liberal del estado. Se argumenta que el comunitarismo ofrece una perspectiva integral que favorece la convivencia y el respeto a la dignidad humana en el ámbito educativo.