Este documento critica fuertemente el terrorismo de estado ejercido por Estados Unidos y otros países capitalistas a través de intervenciones militares e intervenciones políticas en otros países. Muestra imágenes de las consecuencias devastadoras de ataques estadounidenses como Hiroshima, Vietnam, Panamá, Haití y Grenada, así como golpes de estado apoyados por Estados Unidos en países como Guatemala, Chile y Venezuela. Argumenta que Occidente condena el terrorismo pero ignora el terrorismo que ejerce a través de su propio poder imperialista.