Este perro vagabundo sin dueño, conocido como "El Perro de la Plaza", era amigo de todos los niños y animales del pueblo. Un día, vio globos volando y corrió emocionado hacia el hombre que los tenía, asustándolo. El perro se asustó y fue a contarles a sus amigos lo sucedido. Más tarde, el perro y el hombre discutieron sobre el incidente y aprendieron que deben tratarse con respeto y pedir las cosas de buena manera.