Los números del 1 al 9 vivían felices hasta que el 0 les informó que debían irse debido a una nueva ley. Se mudaron a la Ciudad Recta donde tuvieron desacuerdos sobre cómo vivir. El 2 acogió al 4 cojo, 8 siamés y 7 manco. Años después, cuando los otros números fracasaron, acudieron al 2, quien les enseñó que la solidaridad los había hecho más fuertes. Unidos, progresaron y fueron honrados como la base numérica de su país.