La contabilidad se encarga de obtener información financiera interna y externa sobre las empresas para permitir su control y toma de decisiones, mientras que las finanzas se encargan de la gestión y optimización de los flujos de dinero de una empresa. La contabilidad recoge la información a través de estados financieros como el balance general y el estado de resultados, y las finanzas evalúan costos, inversiones y toman decisiones basadas en esa información.