La Web 1.0 (1991-2003) permitía solo la lectura de contenido publicado por los creadores de páginas web. La Web 2.0 (2004-presente) facilita la interacción entre usuarios y la modificación de contenido, dando lugar a aplicaciones compartidas y personalizables que se actualizan constantemente. La Web 2.0 permite trabajar en línea de forma colaborativa y reutilizar contenidos bajo licencias abiertas, en contraste con la Web 1.0 que tenía un enfoque individual y comercial.