Este documento discute el uso de dispositivos móviles y tecnologías de la información en la educación. Reconoce que el mundo cambia rápidamente y que la escuela debe estar preparada para usar estas herramientas en la enseñanza. Sin embargo, también señala desafíos como la brecha digital y el riesgo de distanciamiento social. Concluye que la educación es responsabilidad de la familia, amigos, escuela y sociedad, y que las nuevas tecnologías deben incorporarse siguiendo una metodología adecuada.