Este documento presenta ejemplos de decisiones programadas y no programadas en el contexto de la psicología industrial. Las decisiones programadas, como determinar los salarios iniciales de los empleados o establecer políticas de devoluciones de productos, suelen seguir reglas establecidas para simplificar los procesos. Por otro lado, las decisiones no programadas, como el lanzamiento de nuevos productos o la reestructuración de líneas fallidas, requieren un enfoque más específico y flexible para cada situación particular.