La Declaración de Sundsvall de 1991 establece que los entornos físicos y sociales donde vive la gente deben ser más favorables para la salud. Pide una alianza global para crear estas condiciones y lograr la meta de salud para todos. Identifica cuatro dimensiones clave de acción: social, política, económica y el reconocimiento del papel de la mujer. Invita a fortalecer la responsabilidad mundial en temas de salud y medio ambiente.