Este documento describe el perfil ético y político del educador. Explica que el educador debe estar comprometido con la construcción de su propio ser y de la vida comunitaria, poner al servicio del bien común sus ideas y trabajar por la justicia. También analiza las posibilidades para mejorar el entorno socioeducativo, como procesos de reflexión, incidencia en la formación de educadores y el uso de medios de comunicación para generar cambios positivos.